Anthony Laub
Perú21, 10 de abril del 2025
«Es necesario que la generación con gas tenga asegurado el abastecimiento de gas natural de modo que, ante cualquier evento que restringa la producción hidroeléctrica o renovable, contemos con toda la capacidad instalada a gas y no solo con una parte».
La energía eléctrica es el insumo productivo más relevante. Todo depende de la electricidad. No hay desarrollo ni prosperidad sin suministro eléctrico, seguro, confiable y mejor, si es barato.
Si bien el Perú cuenta con las principales fuentes para producir electricidad: agua, gas, viento e irradiación solar (y un respaldo caro con Diesel), el gas natural ha sido la columna vertebral de nuestro sistema eléctrico y ha permitido posicionarnos entre los países con menores costos de energía en la región.
Chile, Colombia o Ecuador, han enfrentado, recientemente, problemas eléctricos (apagones) que afectaron su economía y la seguridad de sus habitantes. Estos problemas pudieron evitarse si las señales de sus reguladores hubiesen estado destinadas a garantizar la seguridad del suministro y no solo a incrementar la participación de fuentes renovables en su matriz energética. No hay energía más cara que la que no se tiene.
Recientemente, se ha aprobado una ley para promover el ingreso de plantas solares y, anteriormente, se había hecho lo propio para darle cabida a la eólica. El crecimiento de estas tecnologías es acelerado y ya representan casi el 10% del total de la producción; estando el 90% restante repartido entre la hidroelectricidad y el gas natural casi en partes iguales.
Si bien estas tecnologías pueden construirse más rápido que las tradicionales y pueden atender prontamente nueva demanda, traen consigo retos técnicos asociados a su intermitencia e inestabilidad, que debemos atender para generar un espacio de crecimiento que sea beneficioso para todos; en especial, para los usuarios.
Uno de estos retos consiste en robustecer nuestras redes eléctricas o nos puede ocurrir lo que pasó en Chile: apagón total; y, más importante aún, crea la necesidad de afianzar al eslabón más relevante de la cadena que es la generación con gas natural.
Actualmente, el Estado viene trabajando en la reglamentación de las leyes dadas para promover el crecimiento de la generación renovable y junto a ello se debe aprobar la actualización del porcentaje mínimo de gas natural que las plantas de generación deben contratar para asegurar el suministro eléctrico, denominado Factor de Referencia de la Contratación (FRC).
Este punto es fundamental, ya que, si a la intermitencia e inestabilidad de las energías solar y eólica, le agregamos la escasez hídrica que afecta la producción hidroeléctrica, la tecnología que está en mejor capacidad de hacerle frente a estas variaciones es la generación con gas natural, pues garantiza la confiabilidad y eficiencia de la producción eléctrica a bajo costo. El objetivo es evitar al máximo recurrir al uso de Diésel: es muy caro y contaminante.
Para ello, es necesario que la generación con gas tenga asegurado el abastecimiento de gas natural de modo que, ante cualquier evento que restringa la producción hidroeléctrica o renovable, contemos con toda la capacidad instalada a gas y no solo con una parte.
El FRC se convierte, pues en un elemento determinante de la seguridad, confiabilidad y eficiencia del sector, por lo que fijar un porcentaje de FRC que se ubique por debajo de lo que el sistema requiere en situaciones de escasez hídrica y/o menor producción eólica y solar, como las que ya se han presentado, nos expone a depender del petróleo (Diésel) y con ello incrementar groseramente el precio de la energía y también las emisiones.
Está en manos del Minem y del Osinergmin, asegurar la confiabilidad y seguridad del suministro eléctrico.