Por: Ándres Balta
Perú21, 03 de febrero del 2022
“El movimiento se llama Integridad y su propósito es hacer frente a la instauración de un gobierno de corte socialista que amenaza con cambiar la Constitución”.
“Yo no soy importante, lo importante es el movimiento”, me dijo su fundador con integridad y vocación de servicio.
El movimiento se llama Integridad y su propósito es hacer frente a la instauración de un gobierno de corte socialista que amenaza con cambiar la Constitución y perpetuarse en el poder.
Aquí, en apretada síntesis, sus iniciativas y realizaciones:
– Proyecto de ley recientemente aprobado por el Congreso, que impide convocar a un referéndum de reforma constitucional sin su autorización;
– Acción de amparo que busca la nulidad de todos los planillones entregados por la ONPE a Perú Libre para la recolección de firmas por el referéndum constituyente;
– Acusación constitucional contra Pedro Francke, Guido Bellido y Mirtha Vásquez por desviar más de 5,800 millones de soles al Ministerio de Economía, sin autorización del Congreso;
– Procedimiento contra la Presidencia de la República para obtener la lista de personas que se reunió clandestinamente con Pedro Castillo en Breña y advertencia que se recurrirá al juez para hacer cumplir la ley de transparencia; y,
– Modificación del reglamento del Congreso para precisar convocatoria de elección solo de plancha presidencial, en eventual vacancia, para evitar crisis política mayor, incertidumbre y alta tensión en el país.
Las iniciativas son impulsadas por voluntarios que comparten los mismos valores y que han demostrado que su participación es necesaria y su mérito, significativo.
Tened cuidado, hay 17,700 voluntarios ebrios de Integridad que comparten la hidalguía de Inca, el valor de mil cachorros sueltos de león español y la convicción de que para vencer a los enemigos de la República es necesaria la audacia, más la audacia y siempre la audacia.