Los nuevos pronósticos económicos del Banco Mundial y de las Naciones Unidas prevén que Latinoamérica seguirá creciendo en tasas moderadas este año, y que las economías más florecientes de la región serán las de tres países que empiezan con “P”: Paraguay, Panamá y Perú.
Antes de analizar qué tienen en común estos tres países que empiezan con “P”, y por qué el Banco Mundial y la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) están moderando sus pronósticos a veces demasiado optimistas de hace uno o dos años, echemos un vistazo a las últimas cifras.
Según un nuevo informe sobre Latinoamérica del Banco Mundial, titulado “América Latina y el Caribe sin viento a favor: en busca de un mayor crecimiento”, Latinoamérica crecerá un 3.3 por ciento este año, un leve progreso respecto al crecimiento del 3 por ciento del año pasado, pero significativamente por debajo del índice de crecimiento promedio del 5 por ciento de la última década.
Las estrellas económicas de la región en el 2013 serán Paraguay, que crecerá alrededor del 11 por ciento, Panamá y Perú, que crecerán el 9 y el 6 por ciento, respectivamente, según el estudio del Banco Mundial.
En el medio de la tabla están algunos países con índices de crecimiento relativamente buenos, como Chile, Colombia y Bolivia, que crecerán este año entre el 4 y 5 por ciento. Brasil y Argentina, a su vez, crecerán casi un 3 por ciento, y la economía de peor desempeño de la región será Venezuela, que crecerá el 0.1 por ciento, o sea prácticamente nada, dice el estudio.
El informe del Banco Mundial señala que los vientos de cola que ayudaron a gran parte de Latinoamérica a crecer rápidamente en la década pasada, tal como los altos precios de las materias primas y el constante aumento de las importaciones de China, ya no soplan más.
Hoy, Latinoamérica se encuentra en un entorno global “sin vientos”, en el que el crecimiento futuro dependerá de las políticas de cada país, y no tanto de factores externos.
“El viento de cola desapareció, y ya no podemos avanzar sin esfuerzo”, concluye el informe. “Ha llegado la hora de remar”.
De manera semejante, un nuevo informe de la CEPAL dado a conocer esta semana revisó hacia abajo sus pronósticos económicos de diciembre – que proyectaban un crecimiento regional del 3.8 por ciento para este año- a un 3.1 por ciento.
Las economías latinoamericanas que crecerán más rápido en el 2013 serán Paraguay (10 por ciento), Panamá (8 por ciento) y Perú (6 por ciento), según el organismo de la ONU. México crecerá un 3.5 por ciento, mientras Brasil y Argentina experimentarán una recuperación menos dinámica de la esperada, afirma.
Casi todos los economistas dicen que a Paraguay, Panamá y Perú les irá bien este año por motivos diferentes. En el caso de Paraguay, será un rebote de la aguda recesión que provocó su crisis política del año pasado, sumado a cosechas récord.
Panamá, a su vez, está cosechando los beneficios de enormes inversiones vinculadas a la expansión del Canal de Panamá, y Perú se está beneficiando de inversiones récord gracias a las políticas económicas abiertas a la inversión que goza desde hace más de una década.
Aunque el caso de Paraguay puede ser una anomalía estadística, Perú y Panamá son otra historia, dicen los economistas. Ambos países han estado creciendo sostenidamente en la última década, con porcentajes que casi duplican el promedio regional.
“En Perú y Panamá vemos un gran dinamismo de las inversiones, y un notable optimismo entre los inversores”, me dijo el principal economista para Latinoamérica del Banco Mundial, Augusto de la Torre. “También están haciendo significativos avances en sus esfuerzos por mejorar la calidad de la educación pública”.
Mi opinión: aunque se trata de casos diferentes, Paraguay, Panamá y Perú tienen algunas cosas en común.
A diferencia de Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y otros países cuyos presidentes populistas ahuyentan a los inversores creando un clima de confrontación constante para culpar a otros de sus problemas económicos, Paraguay, Panamá y Perú reciben con alfombra roja las inversiones nacionales y extranjeras.
Y mientras Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador han crecido en los últimos años gracias a factores externos —como el auge de los precios mundiales del petróleo, el gas y la soya— Perú y Panamá crecen en gran parte debido a razones internas: ofrecen estabilidad, y no cambian las reglas de juego a los inversores con cada cambio de gobierno.
Y los resultados están a la vista, sobre todo en Perú: el país ha disminuido su tasa de pobreza del 55 por ciento de la población al 28 por ciento de la población desde el año 2001, mucho más que los países con presidentes populistas que viven gritando al micrófono, y ahuyentando inversiones que generan trabajo.
Tomado de El Nuevo Herald, 25 de abril, 2013