Ana Cecilia Jara
Gestión, 26 de noviembre del 2025
Ahora que estamos en el año previo a las elecciones, todos debemos buscar que el ahorro previsional sea uno de los principales motores de desarrollo y bienestar para todos los peruanos.
Guardar pan para mayo es un popular refrán que significa ahorrar con anticipación para poder afrontar los tiempos difíciles. Y qué pasaría si ese pan lo multiplicamos, a través de inversiones de largo plazo, en lugar de buscar pulverizarlo. De seguro que ya no solo tendríamos pan para mayo y todos los demás meses del año, sino que contribuiría al desarrollo de todo el Perú.
Eso es exactamente lo que está sucediendo con el ahorro de los ciudadanos para su jubilación. Hemos perdido la visión país y estamos gastando lo que nos podría llevar por la senda del crecimiento económico nacional.
En el Perú conviven el esquema de reparto, en el que los trabajadores actuales aportan para pagar las pensiones de los jubilados, y el sistema de capitalización individual, donde las personas ahorran para recibir una pensión en el futuro.
En el primero, no hay reservas porque todo se gasta en pagar pensiones y el envejecimiento poblacional lo está volviendo insostenible: cada vez hay menos jóvenes y más adultos mayores en el mundo. Entonces, ¿con el tiempo quién va a financiar esas pensiones? ¿nosotros con nuestros impuestos? ¿el Estado? ¿nuestras familias se harán cargo?
En el segundo caso, en cambio, el ahorro se acumula en cuentas individuales y crece con la rentabilidad-capitalización, lo que garantiza un efecto multiplicador. A este sistema, en lugar de fortalecerlo, lo estamos destruyendo.
Previo al año 2020, antes de los retiros de fondos, los activos administrados por el Sistema Privado de Pensiones (SPP) eran al menos el 27% del Producto Bruto Interno (PBI), y parte de ese ahorro participaba en el financiamiento de carreteras, hospitales, hidroeléctricas, sistemas de agua y saneamiento, entre otros, contribuyendo al crecimiento económico y la creación de millones de puestos de trabajo. Ahora se ha reducido a alrededor de 10% del PBI.
En simple, las inversiones del SPP en la economía peruana se redujeron de S/ 95 mil millones a S/ 56 mil millones. En el caso de la inversión en infraestructura, el impacto es aún mayor:
antes de 2020 eran de S/ 14 mil millones y hoy se ubica en menos de S/ 4 mil millones, una caída superior al 71%.
Por ello, y ahora que estamos en el año previo a las elecciones, todos debemos buscar que el ahorro previsional sea uno de los principales motores de desarrollo y bienestar para todos los peruanos. Estamos a tiempo.






