Por Alejandro Santos
(El Comercio, 17 de octubre de 2015)
El pasado 11 de octubre terminaron las Reuniones Anuales de las Juntas de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial (BM) del 2015. Esta fue la primera vez en casi medio siglo que se realizó dicho evento en América Latina y hay que resaltar que tanto el FMI como el BM no pudieron haber recibido una bienvenida más cálida que la dada por los anfitriones peruanos. La eficacia de la organización y la calidad de la infraestructura puesta a disposición por el Perú fueron simplemente extraordinarias. En reunión tras reunión con distintos asistentes pudimos comprobar el unánime reconocimiento al trabajo realizado, lo que permitió concretar una de las mejores Reuniones Anuales de la historia de nuestro organismo. Solo nos queda hacer un reconocimiento y agradecer el arduo y exitoso trabajo realizado por el Estado.
Durante esa semana tuvimos la oportunidad de transmitir nuestro análisis y mensajes sobre las perspectivas de la economía mundial y de los países miembros del FMI. Como era de esperarse, este año hubo un énfasis especial en América Latina, con muchos seminarios y reuniones dedicados a discutir los problemas particulares de la región. Sin embargo, estas Reuniones Anuales no dejaron de ser un evento verdaderamente global, involucrando a alrededor de 13.000 participantes de todo el mundo y llevando a cabo discusiones sobre una gran variedad de temas relacionados a la economía mundial y al bienestar de la población.
Las principales conclusiones de estas discusiones fueron que nos encontramos en una situación difícil, aunque la recuperación global continúa. El crecimiento de la economía mundial es modesto, menor al del año pasado, y desigual entre regiones. Se espera que el crecimiento de las economías avanzadas tenga un pequeño repunte, mientras que las economías emergentes tienen perspectivas de crecimiento más débiles.
En general, los riesgos al crecimiento han incrementado, junto con la mayor incertidumbre y volatilidad en mercados financieros. Por un lado, la recuperación de las economías avanzadas se está fortaleciendo gracias a los menores precios de las materias primas y las condiciones monetarias aún laxas. Sin embargo, tanto el crecimiento de la productividad como la inflación siguen por debajo de los niveles deseados.
Por otro lado, las perspectivas de crecimiento de las economías emergentes han sido afectadas por la incertidumbre respecto a los precios de las materias primas y a las condiciones financieras globales, así como por la transición del modelo de crecimiento chino, que se espera sea menos dependiente de la expansión de la inversión. Esta transición es bienvenida pero podría generar riesgos externos. Muchas economías emergentes se encuentran mejor preparadas para enfrentar un entorno externo más difícil que en el pasado, pero aún siguen siendo vulnerables a un deterioro mayor en el precio de las materias primas o a condiciones financieras menos favorables, por lo que se requiere continua vigilancia.
Asimismo, se acordó que las principales prioridades en materia de política económica son elevar el crecimiento potencial y de corto plazo, asegurar la sostenibilidad fiscal, reducir el desempleo, preservar la estabilidad financiera y apoyar el comercio internacional. En ese sentido, cabe destacar el compromiso de los países miembros del FMI a cooperar en el proceso de implementación de esta agenda, con un énfasis especial en calibrar cuidadosamente las políticas y en comunicar efectivamente las medidas tomadas.
En particular, cabe destacar el mensaje de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien caracterizó los desafíos que enfrenta la economía mundial como un conjunto de transiciones, incluyendo el nuevo modelo de crecimiento en China, cambios en la política monetaria de Estados Unidos y la caída en los precios de las materias primas, que deberán ser enfrentados por un conjunto de mejoras en la ejecución de políticas económicas, incluyendo mayor cooperación internacional. Este último punto está directamente relacionado al rol del FMI, por lo que la agenda de nuestro organismo ya está orientada a hacer de esta una organización más ágil, integrada y enfocada en las necesidades de sus miembros. Como siempre, el FMI se mantiene preparado para apoyar a los países que lo componen con la asistencia financiera y técnica que sea necesaria, así como continuar monitoreando la condición de la economía mundial.
Al margen de las Reuniones Anuales, los participantes pudieron apreciar la riqueza cultural de Perú, lo extraordinario de su gastronomía, lo cálido y noble de su gente, la transformación del país hacia la modernidad, la fortaleza y pujanza de su economía, y los retos de continuar elevando los niveles de vida de la población y reducir la pobreza. Los eventos culturales preparados por las autoridades también fueron de primer nivel, y la comida en el lugar deleitó a todos los participantes. Este evento internacional sin duda ha catapultado el prestigio del Perú y lo posiciona como un centro económico regional y global para hacer negocios y atraer inversión extranjera.
Ahora que las Reuniones Anuales del 2015 ya han concluido solo nos queda despedirnos y esperar las siguientes, a realizarse fuera de Washington. ¡Nos vemos en tres años en Bali, Indonesia!