¡A abotar ese DS 014! ¡Resucita, Julio Favre!
Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 26 de Julio del 2022
Cómo el circo tenía que ser todavía más esperpéntico en nuestro chéverengue ‘país’ (¡cada día me convenzo mas de que no lo es!), se han presentado nada menos que cuatro listas para presidir el Congreso, con las alianzas más insólitas (¡el cucufato Esdras Medina con comunistas!), varios nuevos fraccionamientos y salidas (en AP, Renovación y Avanza. Solo hasta ahora el fujimorismo está incólume) que no sabemos si serán definitivos y una lista solo bicolor en su derechismo confeso (Renovación/ Avanza). Lo único seguro por el momento es que si no hay cambios hasta las 10 am la puntera Lady Camones pasara a una segunda vuelta con quien quede de ese ‘Motley Crew’ (tripulación de variopinta) de atrás. Ojo que el voto será secreto, así que las traiciones y volteadas estarán garantizadas por el anonimato, este ‘Game of Thrones’ de quinta no va a estar aburrido.
Pero vamos a lo sustantivo, lo importante: ese Decreto Supremo 014 dado por el Ministerio de Trabajo para hiperpotenciar y masificar – a todo nivel – los sindicatos y las huelgas va a significar una puñalada mortal a la actividad privada. ¡Hasta los practicantes y el personal de confianza pueden sindicalizarse! Y las huelgas van a ser casi automáticas e incontestables.
Así le entregan el país a la CGTP y otros sindicatos marxistas. Ya no vengan Levitsky, Vergara y otros caviares a decir que Castillo es “Inofensivo” y era preferible a Keiko. Me sorprende la falta de reacción en los gremios empresariales ante algo que ya se había filtrado que venia (Gestión) y que se había advertido (Perú21 y este servidor). ¿Por qué Confiep no se despabiló ante esta amenaza? ¿Dónde está su presidente Caipo (es que es contador y no empresario)? ¿Y la SNI, la CCL, Adex o Comex también dormían? Incluso, hasta estos momentos no se recibe una reacción enérgica ante una norma tan destructiva. No se debería incluso acudir a un ‘lock out’ (huelga empresarial). ¡A abordar este despropósito como sea! ¡Resucita, Julio Favre!