Por Aldo Mariátegui
Perú 21, 13 de diciembre de 2021
Pocos les están prestando oídos a las advertencias que hace rato no están haciendo varios reputados economistas y exministros (Cuba, Marthans, Castilla, Segura). El “moderado” Francke y su viceministro de Hacienda Guerra García (exalfil de Susana Villarán) están perforando toda la tan trabajosamente lograda disciplina fiscal con un festín de bonos y un aumento constante de deuda. Ayer Castilla habló fuerte y claro (Correo. “El Gobierno está gastando sin control”). Transcribo algunos párrafos para que después no estén con que nadie les avisó:
“Los recursos se destinan al pago de la deuda social del magisterio, a los devengados de los pensionistas policiales y militares, etc. No hay elementos que indican una emergencia (…) no hay justificación para incorporar S/5,800 millones con Decretos de Urgencia (DU). El Ejecutivo debe plantearlo al Congreso con un proyecto de ley. Al hacerlo con DU se vulnera el marco fiscal y lo advierte el Consejo Fiscal (…) Hay ingresos excepcionales por la regularización del pago de deudas tributarias. La Sunat recibió más plata de lo previsto. Además, no se justifica no reponer, con parte de esos ingresos, el Fondo de Estabilización Fiscal, que está sin saldo porque se gastó el 100% durante la pandemia. (…) El Gobierno no tiene noción de austeridad (…) en la medida en que la economía se enfríe, en el 2022 habrá menos ingresos y el déficit crecerá y se apelará a más deuda (…) Los DU son precedentes muy malos porque luego, por cualquier motivo, el Ejecutivo se irrogará la facultad de cambiar la Ley de Presupuesto, cuando es asunto del Congreso (…) En tres meses, el Gobierno transfirió S/14 mil millones, principalmente, para financiar subsidios; hay un uso clientelar de los recursos públicos, que debilita la política fiscal (…)Creo que será difícil que el próximo año el Perú crezca más de 3%, porque la inversión privada está paralizada”.