Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 15 de julio de 2021
-¿Han escuchado a la Coordinadora de DD.HH. –esa liga de ONG rojas que Cipriani tildó de “cojudez”– manifestarse por la represión en Cuba? ¿Al IDL? ¿A Aprodeh? ¿A la Mendoza, Sigrid, Rocío S.S. o al cura Arana? Y que un general cubano haya renunciado al Viceministerio del Interior por su desacuerdo con la represión es algo inédito, que indica que en los cuarteles también hay disidencias. Han resucitado al nonagenario Raúl Castro, pero no creo que eso aplaque la ira. Si los militares y algunos comunistas son astutos, lo que tienen que hacer es quitarles el poder a los castristas ortodoxos y negociar una transición, como sucedió en Polonia y Rumania con los marxistas o con la España posfranquista y el Paraguay post-Stroessner. Ya ese modelo no da políticamente más, ya no les tienen miedo, ya no ofrece estabilidad ni nada material e ideológico (como sí aún los comunistas chinos y vietnamitas) y ha perdido toda legitimidad política (como decía Napoleón, uno puede hacer de todo con las bayonetas, menos sentarse encima de ellas). Ni hay mucho que la clase opresora comunista aún pueda robar, como sí hasta ahora en Venezuela. No hay tampoco cómo ofrecer un futuro mejor porque se acabaron los subsidios soviéticos y venezolanos, y parece que a los chinos no les interesa cargar con ese muerto. Los gobiernos procubanos del México de AMLO, la España socialcomunista (PSOE más Podemos), la Argentina peronista, la Nicaragua sandinista y la Bolivia evoísta no tienen cómo mantener a La Habana, ni tampoco habrá mucho que exprimirle al Perú con Castillo.
-Nadie debe ser tan tonto de mantener a quien le detesta; ya basta de alimentar rojos. Por eso no me parecería mal que el colegio Markham prescinda de una profesora que tan públicamente exhibe ese aborrecimiento contra quienes le contratan. Que sea más bien consecuente y se vaya a enseñar a otro lado.