Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 23 de setiembre de 2021
Me escribe un jurista: “Aldo, creo que ayer fuiste muy generoso con el recientemente fallecido magistrado del TC Ramos Núñez. Concuerdo en que era afable y tolerante, pero él fue el PONENTE de votos horribles, como: 1) La disolución del Congreso por Vizcarra. Ese apoyo al golpe vizcarrista es su oprobio máximo, como bien pusiste. 2) La demagógica sentencia interpretativa sobre la resolución particular del caso El Frontón, hecha por su finado antecesor Vergara Gotelli (que la verdad pudo haber escrito algo más claro en su voto particular por el cierre del caso, pero se la quiso dar de pomposo, ese gran defecto de los abogados peruanos), con lo que se reabrió por enésima vez este caso al considerarlo imprescriptible por lesa humanidad. ¡Otra vez los marinos a sufrir ese eterno vía crucis judicial! 3) La reforma del Reglamento del TC, que bajó de 5 a solo 4 los votos para aprobar, modificar o ignorar un precedente del TC o para establecer –con carácter vinculante– interpretaciones sobre las leyes. O sea, todo lo trascendental será cambiado solo por mayoría simple. 4) Rechazó cerrar el falaz caso de “las esterilizaciones forzosas”. Es decir, te pueden reabrir el mismo caso varias veces, a pesar de que la Fiscalía lo haya declarado ya cerrado varias veces, y tu juicio puede durar más de diecinueve años. ¡Atroz por donde se le mire!
Espero que cuando Ramos Núñez comparezca ante el Altísimo no le reabran mil veces y por varias décadas su caso (como a los marinos o los acusados por las esterilizaciones, tal como él dispuso), ni haya un ilegal golpe de Estado contra el coro de serafines en el Paraíso que impida su entrada al mismo ni que le condenen solo por mayoría simple. ¡Y menos que le toque estar al lado de Vizcarra o del IDL en la Eternidad! Dios guarde su alma y que el Altísimo sea menos implacable de lo que él fue en la Tierra con sus semejantes”.