Aldo Mariátegui
Perú21, 5 de marzo del 2025
“Aplican un populismo punitivo tras una desgracia, se van demagógicamente al otro extremo, (…) buscan el aplauso de una prensa y público sedientos de escándalo”.
-Tras la tragedia absurda y horrenda de Trujillo, se ha clausurado más de un tercio de los centros comerciales del país (34). Seamos cínicos, que estas reacciones de nuestras autoridades son tan típicamente peruanas: aplican un populismo punitivo tras una desgracia, se van demagógicamente al otro extremo, entran en un paroxismo histérico, buscan el aplauso de una prensa y público sedientos de escándalo y sancionan como sea para parecer responsables. ¿Y cuántos de estos cierres lo que estarán buscando es simplemente sacar plata?
-Creo que Santiváñez hace rato que ha debido dejar el cargo, su actuación contra Sol Carreño fue repudiable y no parece ser un santo para nada, pero me parece excesivo —hasta abusivo— que el Ministerio Público haya allanado su domicilio (eso de intervenir una residencia es uno de los actos más serios que comete un Estado contra un ciudadano y por eso debe ser muy bien sustentado) por un cargo tan etéreo como “abuso de poder”. Ese es un pequeño detalle que los coleguitas no comentan.
-Como triste consuelo ante lo sucedido con esas mujeres onlyfaeneras en el Congreso peruano, les cuento que aquí en España se ha descubierto que un ministro apellidado Ábalos (ese mismo que también se apropió de esa casa en Chimbote construida por la cooperación española, que era un coimero en su ministerio y que tenía tratos extraños con el régimen chavista) tenía una joven amante a la que pagaba sus caricias con recursos públicos. La diferencia es que aquí no han cosido a balazos a la susodicha, que era también “onlyfanera” (estas se calatean allí para sus vouyeristas suscriptores como complemento económico y promoción marketera de su oficio).
-¿Se sabrá algún día quién fue “Roberto”, ese congresista que filtró los wasaps de Jaime Villanueva, provocó la caída de la fiscal Benavides y salvó a Vela & Pérez? Se sospecha de una mujer, que está pasando piola. Dicen que le apodaron “Roberto” por su parecido físico con el futbolista Mosquera.