Jaime de Althaus
Para Lampadia
Me pregunto si el ministro Kurt Burneo no se percata de la contradicción entre su propuesta de reactivación económica y la desastrosa gestión de nombramientos en el Ejecutivo, así como las políticas de algunos de los sectores clave del gabinete que integra.
De hecho, si se da cuenta, pero al parecer no le importa.
Sin duda el capítulo más importante de su plan es lo que el mismo llama “Recuperación de la confianza”. Cómo es obvio, sin confianza, no habrá inversión. Eso es lo central. Y cuando habla de “recuperación” es porque sabe que se ha perdido. Pero, o no sabe por qué se ha perdido, o no ha querido dar la batalla.
Es obvio que una herida profunda en la confianza ha sido la ocasionada por la Agenda 19 del ministerio de Trabajo, que se ha venido radicalizando cada vez más. Los empresarios, por primera vez en su historia, se han retirado del Consejo Nacional de Trabajo hasta que no se deroguen los decretos supremos que restringen la tercerización y facilitan las huelgas. Con esa clase de normas sencillamente no habrá confianza ni inversión.
Plantea algunas medidas para facilitar la inversión en el sector forestal, pero el gobierno acaba de observar una ley aprobada por el Congreso orientada a consolidar los derechos de propiedad en la Amazonia a fin de que los agricultores migratorios pasen a cultivos permanentes compatibles con la seguridad ecológica, y cese la inseguridad jurídica que frena toda inversión y somete al inversionista al chantaje de autoridades regionales venales.
Lejos de eso, propone mayores recursos presupuestales para GORE Loreto, Ucayali y Madre de Dios para la supervisión, control y vigilancia forestal, cuando sabemos que esas autoridades se valen de la inseguridad en los derechos de propiedad para extorsionar a las empresas. Lo que no se menciona.
Plantea mejoras regulatorias para facilitar la inversión en minería, lo que ojalá se cumpla, pero el impedimento principal para la inversión, que es el desmantelamiento de las oficinas de prevención de conflictos y la ausencia de imperio de la ley, fuentes de zozobra, no se mencionan.
Anuncia el lanzamiento del Nuevo plan de Competitividad y Productividad, cuando el capítulo vinculado a un mercado laboral dinámico y flexible del plan vigente fue arrasado por la política laboral del régimen. ¿El nuevo plan carecerá de capítulo laboral?
Burneo anuncia el desarrollo de una estrategia para generar incentivos para una mayor formalización de la economía.
¿No se da cuenta de que normas laborales y sectoriales cada vez más costosas y rígidas imponen una barrera cada vez más insuperable para la formalización de los informales?
Quizá sí es consciente de esos contrasentidos y por eso su plan termina proponiendo una batería de subsidios al consumo que no se necesitarían si la inversión privada se reactivara y se generara empleo e ingresos para las mayorías. Como eso no ocurrirá, recurre a medidas tales como:
- Subsidio al GLP para uso doméstico, subsidio a la tarifa eléctrica para hogares más vulnerables,
- Subsidios para las familias de menores ingresos (alrededor de 20 millones de personas,
- Subsidio de un solo por viaje al transporte urbano para rutas concesionadas y autorizadas (por 3 meses),
- Programa de Empleo temporal para la contratación de trabajadores jóvenes,
- Implementación del bono alimentario con mejora en la estrategia de focalización,
- Bono familiar habitacional
- Medidas para minimizar el impacto de la volatilidad de precios de combustibles a través del Fondo para la Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC)
- Más recursos para Qali Warma. Los beneficiarios serían 4,2 millones de escolares y 2 millones de familias.
No se puede suplir con subsidios la falta de inversión. Sin esta, no habrá ni siquiera recursos fiscales para financiar los propios subsidios, y la sombra del déficit fiscal estructural se cierne ya, cómo está advirtiendo el Consejo Fiscal.
No se puede pretender confianza con el bajísimo nivel profesional y ético de los ministros y funcionarios designados por este gobierno, y con su altísima rotación ocasionada por denuncias de corrupción. Menos aún con políticas como las que hemos señalado arriba.
El ministro Burneo tiene que comenzar por exigir definición a su gobierno, si quiere realmente recuperar la confianza. Lampadia