Por: Manuel Ansede
(El Comercio, 04 de junio de 2014)
Aunque es uno de los responsables del cambio climático, la española Lourdes Vega plantea usos sostenibles del dióxido de carbono.
La doctora Lourdes Vega acaba de recibir el Premio Innovación y Tecnología de la Real Sociedad Española de Física por su trabajo al frente del centro de I+D MATGAS, especializado en buscar usos sostenibles del dióxido de carbono (CO2). Ella ha propuesto 10 aplicaciones.
Además de las mencionadas en las imágenes, propone usarlo para conservar la leche: inyectar CO2 en el producto lácteo crudo refrigerado ayuda a que este dure más tiempo, conservando sus propiedades sensoriales.
Asimismo, el CO2 sirve para cultivar algas como fuente de energía renovable. Para crecer, las algas solo requieren agua, nutrientes, la luz del sol y CO2. Una vez secas, estas algas pueden ser una fuente de combustión para generar energía renovable.
El dióxido de carbono también tiene proyección en el campo de la construcción porque con él se puede fabricar cemento más sostenible. El 5% de las emisiones mundiales de CO2 se debe a la producción de cemento.
Agente de limpieza
Las propiedades no combustibles del CO2 pueden ser usados en extintores para apagar incendios. También permite conservar por más tiempo las ensaladas, mediante “un procedimiento por el cual los alimentos se envasan con una atmósfera modificada respecto a la terrestre para retrasar su degradación”, dice Vega.
Con el CO2 también se limpian de insectos y ácaros los alimentos. Tradicionalmente, contra estas plagas se usaban químicos, hasta su prohibición en el 2006 por el Protocolo de Montreal. Uno de los métodos alternativos es el CO2, que estimula la apertura de los orificios respiratorios de los insectos, produciendo su desecación.