Durante los últimos seis meses, el BM (Banco Mundial) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) han producido sendos documentos que destacan los importantes avances de la clase media en el Perú. (Ver: La Movilidad Económica y el Crecimiento de la Clase Media en América Latina (BM) y La Clase Media en Perú: Cuantificación y evolución reciente (BID). En ambos casos, en Lampadia hemos destacado estos magníficos resultados.
Hasta hace poco eran los izquierdistas anti sistema los que se esmeraban en negar los avances económicos y sociales producidos en el país durante los últimos veinte años. Primero negaban el crecimiento, luego la reducción de la pobreza, luego la caída de la desigualdad, y después su alcance. Todo esto ha ido quedando desvirtuado por la realidad y la contundencia de nuestra recuperación desde aquellas fatídicas décadas perdidas de los años 60, 70 y 80. Toda la información correspondiente a estos avances está disponible en nuestro portal.
Ahora se suman al negacionismo algunos analistas económicos y sociales de renombre como Alfredo Torres de IPSOS(Ver: El Tamaño de la clase media), Elmer Cuba de Macroconsult y Gustavo Yamada de la Universidad del Pacífico. Por ejemplo Torres dice que “La noticia (del BID) fue celebrada por algunos periodistas y analistas como expresión de éxito del modelo económico. El entusiasmo es comprensible, ya que si 7 de cada 10 peruanos son de clase media, podemos dormir tranquilos: la estabilidad política está asegurada”. Agregó: “Mi objeción al triunfalismo con que fue recibida su nota técnica es que debemos evitar caer en la tentación de cantar victoria antes de tiempo”.
No sabemos quién habrá cantado victoria. En Lampadia siempre insistimos que más allá de nuestros avances positivos, está pendiente una importante agenda temas como educación, infraestructuras, instituciones y clima de inversión. Pero de ahí a echar agua fría a los indicadores de nuestro proceso de recuperación, hay un gran abismo.
Que Torres duerma tranquilo con los resultados de IPSOS, no significa que ha ganado la guerra, pues seguro que a la mañana siguiente se levantará a seguir luchando por superar sus logros. De igual forma, los peruanos debemos estar tranquilos conlo avanzado y seguir luchando por la prosperidad y el bienestar general, que obviamente están lejosaún. Lo que esinconducente es negar lo positivo.
Señor Torres, nada está asegurado en el Perú. No está asegurada la estabilidad económica y, menos la política. El Perú es un país en construcción, está aún en proceso de recuperación , recién en el 2006 hemos recuperado el PBI per cápita que teníamos en el año 1975, pero todavía no recuperamos el PBI pc que ese año teníamos con respecto al resto del mundo que, mientras nosotros dejamos de invertir y de crecer por treinta años, ellos sí lo hicieron.
Nuestra clase dirigente debiera tener la filosofía y la actitud de los “Padres Fundadores”, perspectivahistórica, visión de futuro y un toque de optimismo invite a los ciudadanos a perseverar en el duro camino del progreso, alimentando el espíritu con los logros.
Sobre la clase media en el Perú, lo primero que hay que decir, más allá de las cifras, es que así como nuestros pobres y nuestros ricos son mucho más pobres y mucho menos ricos, que los pobres y los ricos de los países avanzados, así también nuestra clase media es menos próspera que la de esos países , con acceso a menos productos (llámenle lavadoras), con menos capacidad de ahorro, etc., etc.
TheEconomist, refiriéndose a la pobreza global, en su edición de la primera semana de junio del 2013, titula su edición: “Hacia el final de la pobreza” (Towardstheend of poverty), y basa su análisis en el indicador global de la línea de la pobreza de US$ 1.25 por persona y por día. Indican por supuesto que la línea de la pobreza es diferente en los países más ricos. Para Estados Unidos es de US$ 63 por día para una familia de cuatro personas. Definen muy bien lo que es pobreza y consideran relevante hacer su análisis sobre esa base. Veamos un gráfico representativo de su análisis:
En el caso peruano, el INEI usa para la línea de pobreza, US$ 2,25 por día y por persona. En los informes indicados, para el límite inferior de ingresos de la clase media, el BM usa US$ 4 y el BID US$ 4 restando el porcentaje de población que se auto declara como pobre.
En Lampadia insistimos en juzgar nuestros procesos sociales viendo películas y no solo fotos de la mañana en el mercado. Revisemos una de esas películas en el siguiente gráfico que nos muestra cómo ha caído el porcentaje de peruanos con ingresos menores a US$ 1.25 por día, desde el año 1999.
Obviamente una buena parte de nuestra clase media es vulnerable, el Perú es vulnerable, por eso necesitamos alumbrar el camino y alimentar los espíritus, merituando los logros y marcando la agenda pendiente.