Entrevista a Luis Bustamante
Comentario de Lampadia
Del Congreso peruano y, claro, de sus miembros, podemos esperar casi cualquier despropósito. Algunas propuestas ridículas, pero inocuas, como bautizar el cielo (espacio aéreo nacional), con el nombre de nuestro insigne héroe José Abelardo Quiñones. Otras en cambio, generan infinidad de problemas, construyen barreras burocráticas innecesarias a la inversión o complican los procedimientos.
Quizá uno de las peores iniciativas legislativas sea el proyecto de la nueva Ley Universitaria, el cual de facto quiere crear una superintendencia que “regule y supervise” las actividades de las casas de estudio. Un total contrasentido. Lo increíble es que, el proyecto elaborado por el congresista Daniel Mora, se ha efectuado lazando una serie de ataques y divulgando una enorme cantidad de información tendenciosa contra las Universidades. Además, de efectuarse de una forma sumamente autoritaria. No se escuchan las razones y argumentos de rectores, intelectuales y alumnos que ven con suma preocupación una posible injerencia en la autonomía universitaria amparada constitucionalmente.
La autonomía universitaria es una victoria ciudadana y una condición vital para la elaboración de conocimiento y la divulgación del mismo. Este solo puede generarse en libertad e independencia. Los congresistas, no parecen entender este delicado asunto y quieren ponerle cortapisas. Inaceptable. Lo que debieran saber es que en gran medida el crecimiento y bienestar que se vive en el Perú se debe en parte a la enorme fundación de universidades que se ha producido en el país en las últimas dos décadas.
Sin la ingente formación de profesionales, el país no hubiera podida crecer tanto. Por otra parte, como bien se sabe, la educación es la mejor vía para el asenso social y destruir las desigualdades. En vez de estar obstruyendo estos beneficios, los legisladores debieran promover una mayor y mejor educación superior. Lampadia
«Mora caricaturiza la realidad universitaria»
Entrevista a Luis Bustamante
Por: Carlos Castillo
(Perú 21, 30 de abril de 2014)
“Hay un mensaje que yo diría esquizofrénico por parte del gobierno. Por un lado, dice que es importante la inversión privada, pero, por otra parte, no hace nada para fomentarla en la educación superior”.
Luis Bustamante Belaunde, exrector y excongresista, comparte en esta entrevista sus apreciaciones sobre la nueva Ley Universitaria que se debatirá en el Congreso.
¿Qué expectativas tiene en torno al proyecto de la nueva Ley Universitaria que se debatirá en el Congreso?
Lo que espero es una reflexión sobre la enorme responsabilidad que les toca asumir a los congresistas. Este proyecto ha sido precedido por una enorme cantidad de información tendenciosa, que en realidad ha sido una desinformación y que ha logrado dibujar en el imaginario de los legisladores que las universidades en el Perú son un caos, que el ejemplo de universidades es aquel donde el rector gana millones o funcionan en el segundo piso de los chifas. Esa es una caricaturización tendenciosa de la realidad universitaria. Los legisladores tienen que tomar en cuenta que el proyecto de ley envuelve una enorme cantidad de consecuencias…
¿Como cuáles?
Significa un retroceso enorme de lo avanzado en educación superior en el Perú gracias a la iniciativa privada y a que se puso en marcha un sistema de competencias que ha contribuido en mucho al mejoramiento de universidades privadas y públicas y que dejó atrás la antigua experiencia de que lo que garantiza la calidad es el control, cuando lo cierto es que la garantía es la competencia. Además, es peligroso cambiar las reglas que generan inversión.
Permítame ponerme como abogado del diablo y preguntarle: ¿eran necesarios algunos cambios a la ley?
El tema es ¿cuál debe ser el sistema para alcanzar la meta de calidad? ¿Es el sistema en torno a un organismo dependiente del Ministerio de Educación que viola el principio constitucional de la autonomía y pretende sustituir a los responsables universitarios con la mente de unos burócratas iluminados, o es, más bien, el ejercicio responsable de la libertad? A mí me parece esta última. Lamentablemente, muchos legisladores desconfían de la libertad y le tienen miedo, y por eso piensan que el control estatal es más efectivo, y eso que nunca funcionó en economía; tampoco funcionó para la educación.
¿Este es un proyecto intervencionista y ‘sesentero’?.
Sí lo es. Para crear nuevas facultades se tiene que pedir permiso a la superintendencia burocrática. ¿Dónde quedó la autonomía? Creo que en el Congreso piensan que las universidades son en su mayoría públicas y que las privadas son asociativas. En estos momentos, dos de cada tres son privadas y en Lima es el 82%. La gran mayoría de alumnos estudia en universidades privadas. Además, el 72% de las privadas se ha adecuado al marco establecido en el Decreto Legislativo 882, que les permite adoptar fórmulas asociativas o societarias, y el señor Mora lo quiere derogar.
Estas cifras no las veo en el proyecto…
Por supuesto que no están, porque se han ocultado.
El argumento del congresista Mora es que el interés que prima en las universidades privadas es el lucro. ¿Esto es cierto?.
Eso es caricaturizar la realidad universitaria. Lo que prima no es el lucro, sino buscar la eficiencia y maximizar recursos, es cierto, pero no para llevárselos al bolsillo sino para reinvertirlos. La mayor parte de universidades no ha repartido utilidades entre sus accionistas, sino que las ha reinvertido, y así se explica el extraordinario crecimiento de la infraestructura y equipamiento de las privadas. En una economía de mercado, los agentes buscan excedentes económicos, pero no para el bolsillo porque así matas a la empresa, sino para hacerla crecer.
¿Hay una contradicción en el gobierno cuando dice que alienta la inversión y promueve estas iniciativas?
Hay un mensaje que yo diría esquizofrénico porque, por una parte, el gobierno dice que es importante la inversión privada, pero, por otra parte, no hace nada por fomentarla en el campo de la educación superior.
Pero también reconocerá que hay una coyuntura que no es propicia para las universidades. Un rector gana dos millones, otro dice que nunca leyó un libro y hay una proliferación de universidades en provincias.
El de la frase del libro no fue un rector, sino el dueño. Ahora bien, es cierto que el momento es poco favorable, pero se han escogido cuatro o cinco ejemplos de las 137 universidades y se han magnificado como si fuesen lo realmente representativo de la educación universitaria, y eso me parece injusto. Hay muchas universidades que están haciendo las cosas bien, y para los excesos existe el marco de la ley. Es como que usted me diga que las experiencias funestas de la empresa Orión reflejan la realidad de todo el sistema de transporte en el país.
¿Pero 137 universidades no le parecen un exceso?
No soy de evaluar números aisladamente. Lo veo en un contexto. El Perú es el único país que prohíbe que las universidades creadas en una ciudad trabajen en otras. Otro motivo es que hay universidades especialistas y no generalistas. Es un modelo que ha caminado bien.
AUTOFICHA
– Fue rector de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). También fue el presidente del Comité Organizado de CADE por la Educación 2013.
– Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y abogado por la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa.
– Incursionó en el campo político. Fue senador por el Fredemo (1990-1992) y reemplazó a Mario Vargas Llosa en la presidencia del Movimiento Libertad.