Jaime de Althaus
Para Lampadia
Todavía estamos a tiempo de mejorar algunas reglas electorales a fin de que el pueblo peruano pueda elegir un gobierno y representantes de mejor calidad y que pueda haber gobernabilidad capaz de hacer reformas profundas a partir del 2026.
Incomprensiblemente, el JNE ha propuesto que el plazo para inscribir alianzas venza el 12 de mayo, cuando sabe perfectamente que la peligrosa multiplicación de la oferta electoral solo puede atenuarse con la formación de coaliciones, que necesitan tiempo para concretarse.
En ese sentido, el colectivo “Peruanos de Estado”, integrado por Raúl Diez Canseco, Roque Benavides, Rosario Bazán, Carlos Añaños y Ricardo Márquez ha enviado al Congreso una propuesta para que se amplíe el plazo para inscribir alianzas hasta el 12 de octubre (6 meses antes de las elecciones). Esto debería ser aprobado.
Más aún: el mismo colectivo propone que la ley contemple expresamente que los partidos puedan formar alianzas solo para la plancha presidencial, mientras que para diputados y senadores cada uno pueda presentar sus listas por separado. Esto facilitaría mucho las alianzas. En teoría, la ley no lo impide, pero para evitar interpretaciones restrictivas es mejor que esté explícitamente señalado.
“Peruanos de Estado” también propone la creación de la “Central Informática de Riesgos de los Afiliados a Organizaciones Políticas”, con acceso a centrales de riesgo crediticio, Registros Públicos y una serie de bases de datos judiciales y otras para filtrar candidatos con problemas o antecedentes de cualquier naturaleza. Al respecto, ya ha sido creada la plataforma “Radar Tolerancia Cero” que con inteligencia artificial combina más de 20 bases de datos para hacer un escrutinio profundo de los candidatos o precandidatos (https://www.youtube.com/watch?v=ELP6HMExWjs) .
Hay algunos partidos que ya la han adoptado. Sería bueno que “Peruanos de Estado” apoye este esfuerzo y promueva su adopción por todos los partidos políticos en carrera. Es vital para la viabilidad del país asegurar la idoneidad e integridad de nuestros representantes.
Lamentablemente el Congreso no aprobó la reforma constitucional que impedía postular a quienes ya hubiesen cumplido condena por delitos graves. Pero sí debería aprobar la reelección de alcaldes y gobernadores regionales. Esto ayuda a mejorar la gestión y a formar una clase política experimentada.
También debe aprobar una modificación a la reciente ley de financiamiento privado de los partidos, estableciendo un filtro para que las empresas donantes tengan que acreditar un número de años de funcionamiento o determinados ingresos, por ejemplo, a fin de evitar que ilegales forman empresas de último momento para colarse. Esto es vital.
Por último, hay un elemento que preocupa, y ha sido resaltado por Milagros Campos: pese a que la ley establece la proporcionalidad, el JNE ha establecido un número de escaños por departamento para la Cámara de Diputados que mantiene y agrava la subrepresentación de Lima: mientras en Lima cada diputado representaría a 241,113 electores, en Madre de Dios 70,958, en Moquegua a 80,318 y Tumbes a 88,642, por ejemplo. Parte del problema es que el Congreso no quiso ampliar el número total de diputados para facilitar la aplicación del criterio de proporcionalidad, y otro problema es que tampoco se animó a dividir Lima en varios distritos electorales, como tiene que ser para mejorar la relación de representación. Pero todavía está a tiempo para hacerlo.
¡Vamos señores congresistas, de ustedes depende la calidad de la democracia y la gobernabilidad a partir del 2026! Lampadia