Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
El fatídico gobierno de Castillo-Cerrón-Perú-Libre desató sobre el Perú 10 plagas que nos han asolado en todos los aspectos de nuestra vida nacional. Analicémoslas para superarlas.
Plaga 1
La primera plaga, la manifestación original de la tragedia que hemos vivido, es la propia elección de Castillo como presidente. Pero no nos equivoquemos sobre sus alcances.
Ese gobierno solo tuvo dos objetivos:
Abrir todas las válvulas de protección contra los miasmas de la mala política, el crimen organizado y la corrupción generalizada, y
Dirigir el enriquecimiento corrupto de todos sus familiares, paisanos y amigos; que cual langostas se abalanzaron sin pudor, sobre los ‘botines’ del Estado.
Su gobierno no tuvo otro plan de acción, que no fuera dejar en libertad a sus socios políticos, a las economías ilegales y a su entorno personal, para que cada uno, en su propia esfera, pudiera desatar su propia plaga.
Plaga 2
Se han regalado espacios de poder a Cerrón, el mediocre aprendiz de dirigente cubanoide con sus respectivos desvaríos ideológicos, sus agendas corruptoras y sus conexiones con lo peor de la política latinoamericana.
Plaga 3
Se alentó la adhesión de todas las izquierdas peruanas a una agenda política caduca, que solo respondía a la toma del poder. Adiós ideologías, y adiós los golpes de pecho anticorrupción.
Plaga 4
Se ha sembrado el odio, el resentimiento y la lucha de clases entre los peruanos.
Plaga 5
Se ha dado rienda suelta a las economías ilegales, presuntas financiadoras de la campaña electoral de Perú-Libre. El narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal, el contrabando, han penetrado todas las esferas del Estado, desde la presidencia de la República, hasta la prefectura de la más pequeña circunscripción nacional.
Plaga 6
Se ha permitido y alentado el regreso de Sendero Luminoso y sus organismos de fachada, que han tomado el control de ministerios y múltiples espacios de dirección pública, como el Fenate en el Ministerio de Educación.
Plaga 7
Se ha paralizado o afectado gravemente, la inversión privada, especialmente la que trae recursos desde el exterior, como son el caso de la minería, la agroexportación y el turismo. Y se ha terminado de destruir la formalización del empleo con la malhadada ‘Agenda 19 y los DS de tercerización.
Plaga 8
Se ha permitido y alentado la ocupación del espacio público y el empoderamiento de politicastros a lo largo y ancho del país, desordenando y debilitando gravemente el Estado de Derecho, la economía de mercado y la meritocracia en la función pública.
Plaga 9
Se han traído a la política nacional, las agendas del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, cuyos líderes han perdido todo el pudor, interfiriendo en la política peruana en apoyo del corrupto y golpista Castillo.
Plaga 10
Se ha creado una gran confusión entre los peruanos. Ya no sabemos cuáles son las políticas públicas beneficiosas para la prosperidad. Se han sembrado dudas sobre la necesidad de la inversión privada como el único camino posible para el crecimiento de la economía y el aumento sostenido de la demanda por empleo digno. Asimismo, se han devaluado nuestras instituciones tutelares, especialmente el Congreso.
En resumen, hemos tenido el peor gobierno posible. Pero gracias a Dios, el Perú tiene tremendas fortalezas, una economía que gracias a la Constitución del 93 sigue generando crecimiento, empleo y recursos públicos. Y según hemos podido apreciar en los últimos meses, fortalezas institucionales como la del Ministerio Público y de las Fuerzas Armadas y policiales, que supieron cumplir a cabalidad con nuestro ordenamiento constitucional.
El Perú, está destinado, gracias a su gente y a nuestros abundantes recursos naturales, a ser tan exitoso como Noruega, Canadá y Australia, países ricos en recursos naturales, que cuentan con una clase dirigente responsable, honesta y enfocada en la prosperidad de sus pueblos.
Para ser tan exitosos como ellos, solo tenemos que aprender a elegir a nuestros mejores valores en todas las posiciones de gobierno, nacional y subnacional, tal como elegimos para la selección al mejor número 9, o al mejor mediocampista, o un gran defensa, o un buen arquero en el fútbol. ¡Aprendamos a votar bien!
De ello depende el futuro de nuestros hijos y nietos. No queremos que ellos tengan que migrar a los países más inteligentes y exitosos, los queremos acá, en la gran patria que debemos construir todos juntos. Lampadia