Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia
Mi paisano Guido Bellido, experto en el arte de tomar campus universitarios o de bloquear caminos en protestas anti mineras, ayer hizo lo que sabe hacer: provocar. Fue al Congreso a provocar y lo hizo, muy bien. Provocó con su indumentaria, con su discurso en runa simi que ni sus ministros entienden, sus hojas de coca en bolsa de plástico y sobre todo, con un discurso que sus acciones, sus ideas y su semiótica personal desmienten. Le faltaron nada más las ojotas y la soga para completar la vestimenta y la llipta, para aderezar el picchado y completar toda una escenografía de provocación y conflicto.
¿Porque ir a provocar cuando lo que se busca y predica es la unidad?
Por lo obvio. Se busca la denegatoria de la confianza, para que el Congreso gaste pólvora en Bellido. No hay que ser egresado de la Escuela de Gobierno de Harvard ni PHD en Ciencia Política para darse cuenta de lo que se busca.
El encargo de Castillo, la orden de Cerrón y la tarea de Bellido están cumplidas, a cabalidad y con creces. Sólo la miopía de parlamentarios termocéfalos la podría premiar con la denegatoria de Confianza y como se tiene dicho, gastar pólvora en Bellido. Debe ser investido, se le debe otorgar la confianza, se le debe obligar a gobernar y a asumir el precio del ejercicio del poder. Acto seguido, al día siguiente, en runa simi, se le debe decir: MANAN WAYQEY (No hermano), pidiéndole a él y a sus ministros, cuenta y respuesta por todo lo que han hecho, lo que no han hecho y lo que deberían hacer y no hacen.
Así de simple.
Sin embargo, ¿esto se agota ahí? ¿No hay algo más detrás de todo esto?
A mi juicio los guionistas de esta escena, presos de complejos adánicos, espíritus mesiánicos y aires refundacionales, parecen creer y ciertamente le quieren hacer creer a sus electores y al núcleo duro de su base política (11% del padrón electoral) que esta escenificación es única, nunca vista y un gran logro de la reivindicación andina en el corazón del poder político limeño, criollo, blanco y de derecha.
Falso señores.
Lo que ayer hemos visto no es más que una nueva puesta en escena de ese Babel comunicativo y político al cual llegan las sociedades luego de una gran tragedia como un diluvio o una pandemia. Una muestra más del caos en el cual sume la historia a las sociedades que no se entienden y con mayor razón a las sociedades que no se quieren entender. Los guionistas olvidaron que ya en el Génesis 11: 1-9, en la Biblia Católica y no en el Libro Rojo de Mao, esta escrito que para que un pueblo no se entienda y sea un solo pueblo se busca dividirlo, “se busca confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos”.
¿O será que Cerrón, Castillo y Bellido tienen tal mesianismo que crean que nos pueden castigar como Dios lo hizo en el relato bíblico, con la confusión, el caos, la división y la lengua distinta?
Pueden creer lo que les parezca. El 89% de los electores de este país no lo creemos y solo cabe decirles MANAN WAYQEY.
El Perú es uno sólo y no lo vamos confundir. Lampadia