Jorge Chamot
Julio 25, 2025
Para Lampadia
Chile se está adelantando en tomar acción en campos que ya hemos catalogado de oportunidades para el Perú (Nota 1), las que hemos tenido por cierto tiempo y que en la parálisis en la que estamos todavía no reaccionamos a lo que tenemos por delante. Bien por los chilenos, tienen todo el derecho de ver por el futuro de su país, y además, vienen e invierten en el Perú, y, corriéndome el riesgo de que más de uno salte de indignación, tenemos que aceptar que invierten en rubros en los que hay veces que los peruanos no quieren invertir. Pero eso es otro tema.
Sabemos lo que hay que hacer en el sector de Energía y Minas, pero en el caso de Chile, al tomar acción sobre temas que nosotros no afrontamos en los últimos 20 años, se crea una situación de competencia que es bastante peculiar, y esta vez no se limita solamente a la minería. Acordémonos que los países compiten entre ellos para atraer inversiones. Se ha hecho desde la Edad Media cuando los pueblos que dependían de Señores Feudales lo hacían ofreciendo seguridad, protección y oportunidades de trabajo, más que el señor feudal del costado, y quizás más aún, en temas llamémoslos jurisdiccionales (¿ofrecer más?, como por ejemplo, “En mi feudo hay jurisprudencia pronta, justa y efectiva”).
Si hablamos del cobre, Chile tiene mayores reservas que nosotros, pero ellos no tienen el número de proyectos listos para ser implementados como nosotros los tenemos, y menos la variedad de metales que tenemos como parte de nuestras reservas. En varios artículos hemos ido mencionando proyectos y propuestas que sabemos que no son la reinvención de la pólvora. Si bien se habla de ellos, se vuelven a mencionar una y otra vez, y el tema ahí queda. Me refiero por ejemplo a temas en los que nuestro vecino del Sur ya está tomando acción y que podrían influenciar en nuestro futuro desarrollo de ciertas actividades económicas. Ya no podemos decir que no sabíamos y que nadie planteaba soluciones.
Para muestra un botón, los chilenos están trabajando en:
1.- Nuevas inversiones en minería de cobre y Litio como la ampliación y modernización de minas y refinerías. La futura demanda es tal que hay sitio para los dos (Perú y Chile), esto es contrario a lo que en USA se llama “zero-sum” (lo que gana uno lo pierde el otro) porque de lo que se trata es que crezca el pastel para beneficio de todos y cada uno. (Esto, interesadamente, no lo quiere entender la minería ilegal en el ámbito local……. si el pastel crece, beneficia a todos, incluyéndolos a los ilegales, …si las cosas se hacen bien).
En el Perú, ya se ha hablado hasta la saciedad de los famosos proyectos mineros “en cartera”, ¿cuándo actuamos? Pero, además, ¿ya se piensa en ampliar la refinería en Ilo?, o ¿se está estudiando y promoviendo una nueva refinería en Chancay para la producción minera del centro del país, y no solo para cobre, con una ventana directa a nuestro mayor mercado: Asia?, o ¿se están dando pasos concretos en la integración regional en el Sur?
2.- Muy relacionado al punto anterior, Chile está intensamente en Solucionar el problema del suministro de agua, ya generalizado en todo su territorio, y con mayor razón en el Norte. Ello cuenta con amplia inversión de la empresa privada como BHP que ha invertido alrededor de 4 billones de USD en plantas de desalinización para sus operaciones. En total se habla de más de 20 plantas en todo el país, entre las que están en operación y los proyectos en marcha, en más o menos 85% dedicadas a las necesidades de la minería.
Nosotros también enfrentamos este problema, si bien no tan pronunciado, y las empresas mineras ya están responsablemente actuando en este sentido, pero, con agua que nos sobra y se pierde al mar en épocas de lluvias, ni siquiera contemplamos una política agresiva de construir reservorios en la Sierra y aprovechar el agua que se pierde. Obviamente en el sentido más amplio de beneficio para la población en general, no solo para la minería, sino para otros usos, por ejemplo para la creciente actividad agroindustrial, tal como muchas veces ya lo ha propuesto Fernando Cillóniz.
3.- Investigación y desarrollo, en particular sobre minerales críticos, de lo que ya nos hemos ocupado en algo en nuestro artículo (30) “Metales críticos y Tierras Raras” de Setiembre 3, 2024. Sugeríamos utilizar lo que increíblemente se devuelve del Canon Minero al Tesoro Nacional porque no se utiliza por las regiones, provincias, distritos. También lo hemos hecho en nuestro artículo (34) “Acuerdo minero con USA” de Noviembre 11, 2024 en donde preguntábamos ¿Y qué hay en esto para el Perú?, con una serie de sugerencias que la verdad no sé si algo se está haciendo al respecto.
Investigación y Desarrollo minero en el Perú tiene mucho por delante. Solo mencionemos que en la época colonial “la ley del mineral de plata se calculaba de 30 a 50 kilos/TM, estimándose como pobre aquellos minerales de 2 a 6 kilos/TM. En la actualidad, en una mina moderna de plata se considera buena veta aquella que produce 600 gr/TM……(SAMAMÉ BOGGIO, M. 1979). Si eso pasa con la plata, sabe Dios lo que tendremos en minerales críticos, pero solos no saldrán, hay que buscarlos.
Chile lo está haciendo a pesar de todavía no tener reservas conocidas de otros minerales críticos además de cobre y litio. Por ejemplo, se realizan amplios estudios en la cordillera de Nahuelbuta entre las regiones de Biobío y Araucanía en el sur y por supuesto en la gran cantidad de relaves en el norte del país. ¿Relaves?, nuestra cordillera está llena de ellos, después de siglos de producción minera. ¿Estamos estudiándolos?
4.- En relación al Hidrógeno verde, amoníaco y urea, en la Patagonia chilena, está uno de los proyectos de energía limpia más grandes del mundo, respaldado por Total Energies (inversión sería de hasta 16,000 millones USD) que posicionaría a Chile como un importante exportador de hidrógeno verde y amoníaco. Ya se presentó la solicitud de permiso ambiental y la construcción comenzaría en un par de años con una expectativa de inicio de operaciones en 2030. Un enorme parque eólico alimentaría hasta 7 (siete, no es un error tipográfico) plantas de electrólisis, y una desalinizadora, una planta de producción de amoníaco de 4 millones MT/año, e inclusive nueva infraestructura de transporte marítimo que permita dinamizar el cabotaje a lo largo del sur de Chile (No pierden las esperanzas de competir con nuestro Chancay en una nueva ventana exportadora hacia Asia).
Con el amoníaco, el siguiente paso sería la producción de Urea y otros productos, es decir, gran competencia para Camisea II que tendría (además de las plantas de generación eléctrica hoy Reserva Fría en la zona de Mollendo y la demanda de la minería en el Sur del Perú), una planta de amoníaco, una de explosivos y una de urea como anclas adicionales necesarias para desarrollarse. Esto pondría en peligro Camisea II y hasta el proyecto de hidrógeno verde anunciado en Cailloma, Arequipa. Apurémonos.
Mi propuesta, en adición a las que hemos venido haciendo:
1.- Demos un paso más sofisticado con nuestros famosos proyectos “en cartera”: Toda nueva gran concesión que prevé una producción determinada, debe de ir acompañada de un proyecto de refinación. Basta de incrementar la exportación de concentrados, debemos de asegurar darles valor agregado. Adelantémonos a Chile.
Claro que va a ser más complicado sacar adelante los proyectos, pero igual ahora no salen adelante. No es que vamos a prohibir exportación de concentrados, decisión que podría estar impedida por TLCs y otros acuerdos internacionales, sino negociar concesiones con requerimientos de refinación en el país. No estamos inventando la pólvora, China lo hace con metales críticos y tierras raras (Nota 2), Indonesia (con concentrados de Níquel), Ghana (con bauxita y hierro), Zambia (con cobre), Zimbabue (con litio y cromo), etc…. Son decisiones controvertidas y en algunos casos no producen los resultados buscados, pero eso no quiere decir que nosotros no lo estudiemos.
2.- Ya habíamos sugerido repotenciar INGEMMET, ahora debemos establecerle objetivos dándole los recursos necesarios para digamos en 2 años tener un panorama realista del potencial de otros metales críticos en el país, además del cobre y litio. También podríamos dedicar parte del sobrante del canon minero para constituir un fondo como en el que se usa en la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile, pero dedicado a la investigación y exploración de metales críticos. Acordémonos que ya hemos sugerido también la creación del Instituto del Cobre como parte de INGEMMET, bajo el modelo del Centro Internacional de la Papa.
Anotación interesante es “la situación política del país no contribuye a fomentar y atraer la inversión extranjera”…. ¿suena familiar? Esto se dice en la página 22 del trabajo “Levantamiento, análisis y sistematización de hojas de ruta para la minería” publicado en Diciembre 2022 por el Ministerio de Minería de Chile (https://participa.minmineria.gob.cl/es-CL/folders/innovacion-y-desarrollo-minero). En Chile se reconoce y respeta a la Minería, a pesar de tener un gobierno de izquierda, quizás es hora que nuestro actual Ministerio de Energía y Minas se sincere con la población, actúe con visión holística, y logre convencer al gobierno en general que con la minería no se juega. Sería redundante repetir su importancia en la economía y el futuro del Perú.
3.- Activa y decididamente tratar de cerrar el TLC con la India, que ya lleva años en negociaciones. Chile medio que despierta nuevamente a este potencial mercado, quizás con mayor impulso ahora que Trump le impone aranceles desorbitantes a la importación de cobre que es parte esencial de las exportaciones chilenas (el impacto a la exportación del cobre peruano a USA no lo es relativamente tanto). La India importa casi todo el cobre que necesita y su demanda crecerá dramáticamente en el futuro, y además, nosotros debemos de diversificar el destino de nuestros metales.
Este nuevo ímpetu de parte de Chile se hace evidente con las negociaciones que se iniciaron formalmente en abril de este año como parte crucial de la visita oficial del presidente chileno Gabriel Boric a India. No nos olvidemos que en la India también competimos con Chile en productos agrícolas y a la vez sería un socio interesante para nuestros proyectos de inversiones en sectores de nuestro interés como infraestructura, energías renovables e industria farmacéutica.
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Nota 1: A pesar de Chile tener un gobierno de clara tendencia de izquierda y que el candidato del partido del gobierno actual para la siguiente elección es una señora de aún extrema izquierda.
Nota 2: Recientemente, ante la descabellada, mal informada, imprevista y arbitraria nueva política arancelaria de USA, China pudo convertir la cadena de suministro de tierras raras en un arma amenazadora para la economía de USA en general, y para sus FFAA en particular. Ello empujó a Trump a repensar, al menos por el momento, su guerra comercial con China. Después de negociaciones en Ginebra, China permitió que se reanudaran las exportaciones de tierras raras a USA. Las empresas con sede en China que deseen exportar aleaciones metálicas que contengan más de una traza de siete tierras raras clave (samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, itrio y escandio) ahora deben solicitar una licencia especial a su Ministerio de Comercio.
Esto coincidió con probar todo y cualquier material que contenga más del 0.1% de cualquiera de estos elementos. Las minas de China producen alrededor del 60% de las tierras raras del mundo, sus refinerías también acaparan la mayoría de las tierras raras de otros lugares y procesan más del 90% del suministro mundial. La clave es la refinación, ya que esto es lo que convierte esos minerales en un producto utilizable, por ejemplo, la fabricación de aleaciones magnéticas para los usos en nuevas tecnologías.
Las tierras raras se utilizan en cantidades muy pequeñas, lo que significa que durante mucho tiempo ha sido antieconómico para la mayoría de los países extraerlas o refinarlas, es decir, la mayoría excepto China, donde la industria está bajo control estatal. La Agencia Internacional de Energía estima que todavía dentro de una década, China seguirá produciendo por lo menos el 85% de tierras raras refinadas.
Lampadia