Jaime de Althaus
Para Lampadia
El plan de reactivación económica (“Plan Unidos”) muestra que el gobierno tiene alguna capacidad de reacción frente a la recesión económica y plantea algunas medidas positivas, pero no ataca las causas estructurales de la falta de crecimiento ni se toma decisiones que cambiarían dramáticamente el clima de inversión, como el destrabe de Tía María, por ejemplo. Contiene, a grandes rasgos, tres clases de medidas:
- Sostener a las Mypes y proteger la cadena de pagos, multiplicando por tres (de 5 mil a 15 mil millones) los fondos para el “Programa Impulso MyPerú”. Y ayudar a los agricultores afectados por el FEN.
- Impulsar grandes obras, sobre todo de irrigación
- Destrabar y reactivar la inversión privada.
En cuanto a las obras de irrigación, se incluye a Chavimochic, pero no hay mención de Majes-Siguas, que ya parece un caso perdido. Y en cuanto al impulso a la inversión privada, destaca lo siguiente:
- Shock simplificador, que incluye silencio administrativo positivo para ciertos trámites no especificados y acelerar las licencias de construcción. Sobre esto último, cabe decir que desde hace años la Secretaría de Gestión Pública de la PCM busca estandarizar el procedimiento para la licencia de construcción, y no lo ha logrado. Según Herber Cusma, secretario de esa oficina, ello se lograría antes de fin de año, junto con la estandarización de 150 procedimientos del sector Vivienda. Veremos.
Pero sorprende que no se haya anunciado la aplicación del Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) no solo a las normas nuevas, sino al stock de normas en sectores clave como minería, por ejemplo. El AIR ya es obligatorio, pero no sabemos si se aplica o no. El Congreso no fiscaliza. Sería un instrumento para despejar la sobrerregulación en la minería y otros sectores.
- Shock de destrabe a la minería: se promete optimizar requisitos ambientales y de consulta previa, e intervenciones arqueológicas. Suponemos que “optimizar” significa simplificar. Y habría que incluir el AIR a las normas existentes, como acabamos de señalar. Lo llamativo es que no se dice nada de la “ventanilla única”, que había sido anunciada hace un par de meses. ¿Se abandonó la idea? Es indispensable.
En otra parte del plan, como si no tuviera que ver con esto, se habla de S/ 623 MM para que el SENACE, SERNANP, SERFOR, ANA, MINCUL, MINEM Y SUCAMEC puedan acortar plazos en las opiniones sobre los estudios de impacto ambiental, etc. Esto también es indispensable.
Se menciona varios proyectos que entrarían en operación, pero, por supuesto, no se menciona Tía María, cuyo destrabe sí tendría un impacto decisivo en la reactivación de la inversión privada. Lo increíble es que la resistencia a ese proyecto ahora es mínima, y más bien la gente está clamando a gritos por inversión y trabajo dada la difícil situación económica, y más aun antes de Navidad. Este es el momento.
- Shock de APPS. El plan muestra que con la nueva gestión de Proinversión se han multiplicado efectivamente los montos de proyectos adjudicados y se siguen multiplicando el próximo año. Eso está muy bien. También se anuncian dispositivos legales para viabilizar la industria petroquímica y la promoción de la inversión en energía renovable. Y fondos para Mivivienda, que pueden tener un efecto dinamizador en la construcción.
Pero, nuevamente, sorprende que el gobierno no haya incluido el proyecto de ley de simplificación tributaria que ya tiene listo, una reforma fundamental para facilitar la formalización y el crecimiento de las empresas. Y debería por lo menos expresar la necesidad de reformas que apunten a una legislación laboral más inclusiva.
Si hubiese incluido en el paquete un intensivo programa de AIR a la minería, la reforma de los regímenes tributarios, la reforma de la ley agraria seriamente dañada hace tres años, y el lanzamiento de Tía María, junto con una demanda al Congreso de reformas políticas, tendríamos la percepción de que hay una ruta para salir del círculo vicioso que nos han paralizado. Lampadia