Punto de inflexión
Jaime de Althaus
Para Lampadia
Qué duda cabe que la noticia del año -y hasta de la última década- ha sido el anuncio de que Tía María va, e inicia construcción a fin de año o a comienzos del próximo. Los meses que faltan no dejan de introducir cierto suspenso, pero de concretarse, como es altamente probable, todo cambia en el país:
Significaría que la minería es definitivamente viable, que el Perú ha alcanzado un grado de madurez en el manejo de los conflictos sociales,
Que se reinicia la inversión en grandes proyectos mineros, pues Southern ha anunciado también la ampliación de la refinería de Ilo, Michiquillay, Los Chancas y la ampliación de Cuajone;
First Quantum ha anunciado los proyectos de Haquira y La Granja;
Glencore tiene Coroccohuayco;
Las Bambas el tajo de Chalcobamba;
Están también la ampliación de Toromocho, Zafranal, Trapiche y otras.
Si la minería despega todo el país despega y la inversión privada en todos los sectores se desata. Volveríamos a crecer a tasas altas y la pobreza descendería nuevamente de manera acelerada.
El Perú volvería a ser centro de gravedad con poder de atracción y ya no de expulsión, y los peruanos que se fueron volverían a mirar el país que dejaron. Revertiríamos la pendiente de empobrecimiento sostenido por la que nos estamos cayendo al despeñadero.
Por eso es tan importante Tía María. Y por eso es incomprensible la posición de alguien como el gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez, quien, en lugar de explicar los beneficios que traería ese proyecto y cómo no causaría ningún impacto ambiental negativo, no se le ocurre mejor idea que declarar que “el gobierno central no puede imponer una actividad económica donde la población no quiere”. Ni siquiera ve el incremento del canon y regalías en cerca de 500 millones de soles anuales que beneficiarían a su propio gobierno y a los gobiernos locales de la zona, y menos aún detecta la necesidad de trabajo e ingresos de la población local.
Y sorprende que no se haya enterado de que, en realidad, a estas alturas, la población sí quiere. Salvo, por supuesto, un puñado de opositores ideológicos e interesados que ya vienen agitando contra el inicio de la mina, sin que hasta ahora hayan tenido eco alguno. Interpelo al gobernador por su declaración, que en buena cuenta se suma a esos opositores, y me responde que su gobierno “está impulsando la inversión privada porque ella es la que genera desarrollo sostenible”, pero “es el Ejecutivo nacional el que falla y no realiza un trabajo articulado con los gobiernos regionales y locales. Tal es el caso que el MIDAGRI a través del PSI se comprometió públicamente a terminar en octubre del 2023 el expediente técnico de la represa de Yanapuquio y nada, ahora se han comprometido recién culminar en octubre de 2024. La población de la provincia de Islay hace 50 años que toma agua contaminada y pide agua y como Estado no atendemos ese pedido”. Agrega Sánchez que el MIDASGRI tampoco interviene con riego tecnificado, por ejemplo. [1]
Pero lo que no se entiende es por qué el gobernador se suma a las voces del pequeño grupo opositor en lugar de recoger la demanda de la mayoría por trabajo y oportunidades. Al decir de Raúl Jacob, la empresa sí ha realizado un buen trabajo social y productivo en el valle en los últimos 5 años, los anti mineros han perdido credibilidad y la situación económica lleva a la gente a demandar oportunidades de trabajo y emprendimiento.
Por lo demás, en realidad la construcción de la mina ya comenzó, poco a poco. Desde hace varios meses hay 200 trabajadores de la zona realizando trabajos menores, pero ya han comenzado con el cerco perimétrico. Y los radicales no han podido azuzar con éxito ninguna protesta contra eso.
De otro lado, muchos ya se han dado cuenta de que las supuestas amenazas ecológicas son mentiras.
No solo el agua vendrá del mar, sino que el depósito más importante está a 15 km. del valle y el secundario a más de 3 km., en el desierto. El material minado será transportado a la pila dinámica utilizando sistemas de fajas transportadoras, se construirá domos para el almacenamiento seguro de mineral grueso, las voladuras controladas se realizarán cada dos días y solo se efectuarán cuando el viento sople en dirección opuesta al valle del Tambo, que es lo normal.
Además, los productos de cobre no se transportarán por carretera, sino que se construirá una vía férrea que conectará la zona industrial con el puerto de Matarani.
Tía María es una inversión de 1,400 millones de dólares que producirá 120,000 toneladas de cobre al año. Durante la fase de operación, se crearán 5,400 puestos trabajo con un salario obviamente superior al promedio nacional.
Tía María es el punto de inflexión que el Perú necesitaba para revertir el proceso de deterioro sostenido en el que nos deslizamos sin freno alguno. Lampadia
[1] Rohel Sánchez añade: El MIDADRI no interviene en Islay por ejemplo con proyectos de Riego Tecnificado, agro ideas, o el Ministerio de la Producción con proyectos sectoriales que desarrolla.
Por mencionar la provincia de Islay tiene la mejor infraestructura y equipamiento en Salud: Hospital Alto Inclán, Establecimiento de Salud del Distrito de Cocachacra, del distrito de Dean Valdivia, pero no cuentan con profesionales de salud, estas competencias de asignación de personal lo tiene el MINSA pero no atiende; puesto que como gobierno regional no tenemos el presupuesto para gasto corriente. Tenemos presupuesto del canon, de FONCOR pero está destinado a gastos de inversión y no a gasto corriente, por lo tanto no podemos atender; igual es el cado con el sector de Educación, el presupuesto corriente para atender personal incluyendo el nivel de educación Tecnológica lo tiene el MINEDU.