¡Al pan pan y al vino vino!
Pablo Bustamante Pardo
Expresidente de IPAE
Director de Lampadia
De un tiempo a esta parte, la indolencia y la anomia social se ciernen sobre un país que sabe ser brioso cuando hay sensación de futuro, como fue durante los primeros 12 años del nuevo (ya magulladito) siglo XXI.
Tenemos grandes dificultades para reconocer las señales de alarma y para comprender una realidad abofeteada por mil golpes.
La suma de las crisis que hemos vivido desde el 2012, cuando el torpe nacionalismo de Humala-Lerner paró la inversión privada (Conga), y llenó el Estado con burócratas anti inversión privada y desarrollo. Bien dijo en su momento Mateo Balarín (QEPD): “El gobierno de Humala no nos mató de un bombazo, sino por la picadura de millones de mosquitos”.
Luego tuvimos la gran frustración con PPK y los desencuentros (provocados) con Fuerza Popular, que desaprovecharon una gran oportunidad de corregir los errores y con el apoyo popular re enrumbar al país al desarrollo integral y sostenido (casi 80% de los peruanos votaron por propuestas pro mercado en la primera vuelta de abril 2016.
En seguida caímos en el pavoroso gobierno del golpista y proto-genocida Vizcarra, quién ya traía hechos de corrupción en Moquegua, y que hizo la peor performance en la pandemia con récord global de muertos, de caída de la economía y de corte del aprendizaje escolar, con claras muestras de corrupción. Todo esto con el apoyo entusiasta de la mayoría de medios de comunicación.
Para aterrizar luego en el gobierno morado con Sagasti, que demoró en tomar decisiones para combatir la pandemia, mantuvo a funcionarios vizcarristas, descabezo la Policía Nacional, malogró el régimen agrario y sirvió de tonto útil (o de socio oculto) de Castillo.
Y como por un tubo nos fuimos al gobierno de Castillo-Cerrón-Perú-Libre con sus socios de todas las izquierdas y caviares, que llegaron con un programa marxista, leninista, maoísta y mariateguista, que como hemos visto en Venezuela, se basa en la destrucción de la maquinaria productiva, la corrupción y las juntas con las mafias de la economía ilegal, narcotráfico incluido.
Hoy nos resignamos con el gobierno de Dina-Boluarte-Alberto-Otárola, que lamentablemente se devalúa cada día, alejándose de otra gran oportunidad: persignarse y hacer una gran campaña por la reforma política y el llamado de regreso a la inversión privada.
Ya no reaccionamos para poner las cosas en orden y comunicarnos con la población, mostrando nuestro gran potencial de desarrollo sostenido e integral (en lo económico, social e institucional). Al cual solo podemos llegar recomponiendo la relación del Estado con la inversión privada para desatar una gran revolución productiva, creadora de empleo de calidad y generadora de recursos fiscales suficientes para volcarnos a la mejora de la educación, la salud y las infraestructuras sociales y económicas.
Todo ello está en nuestras manos, pero estamos acobardados y postrados.
“No hay recesión”, “La parálisis de la economía es coyuntural”, se habla de la fuga de capitales, pero se pasa por alto algo mucho peor, la FUGA de TALENTOS.
Ver: La próxima generación de líderes del Perú se está yendo
Americas Quarterly
Andrea Moncada, noviembre 8, 2023
En los últimos meses se han ido del Perú 400,000 peruanos para no volver, la mayoría jóvenes.
Ver en Lampadia: A este paso – Nos quedamos sin jóvenes.
Esto no puede seguir. Tenemos que reaccionar y exigir que el gobierno, el Congreso, el Sistema Judicial, y lo que queda de la clase dirigente, que no abandonemos en manos de los anti peruanos, el futuro de un país pletórico de oportunidades para crear bienestar y prosperidad para todos sus hijos.
¡Viva el Perú!!!, ¡Carajo!!!
Lampadia