Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 25 de noviembre de 2022
Para Lampadia
El Poder Judicial y la Universidad Privada San Juan Bautista (UPSJB) firmaron el 20 de febrero de 2017, un Convenio de Cooperación Interinstitucional mediante el cual, la referida universidad “se compromete a otorgar descuentos especiales a los Magistrados y auxiliares jurisdiccionales, así como también a los familiares directos de estos (cónyuges e hijos) …” ¿Qué tal?
¿Acaso el Poder Judicial no debería ser totalmente autónomo e independiente?
¿Qué pasaría si algún funcionario de la universidad comete algún delito y es denunciado ante el Poder Judicial?
¿Acaso el juez y / o auxiliares jurisdiccionales encargados de impartir justicia no estarían frente a un caso flagrante de conflicto de intereses?
¿Cómo juzgar a un funcionario universitario denunciado por algún delito, si los jueces y / o auxiliares jurisdiccionales, y sus cónyuges e hijos estudian en la referida universidad… en condiciones económicas particularmente ventajosas?
¿Qué pasaría – por ejemplo – si el principal accionista de la UPSJB, presentara una querella por difamación contra un columnista de un medio periodístico, por opinar críticamente respecto de la referida universidad o de su persona? ¿Acaso no habría conflicto de intereses, que los jueces y / o auxiliares jurisdiccionales que fallen contra el querellado, estén ellos – o sus familiares – estudiando o enseñando en la universidad de propiedad del querellante?
Pues bien, eso que podía suceder… sucedió. El querellado referido en el párrafo anterior, fui yo. Y el querellante, el Congresista José Luis Elías Ávalos, principal accionista de la UPSJB.
Y todo porque a mediados de 2018 escribí un artículo de opinión en Lampadia – y en el Diario Correo de Ica – titulado “Las Almas Mater de la Corrupción en el Estado Peruano”, dónde precisamente, me referí a aquellas universidades, como la UPSJB de José Luis Elías Ávalos, la César Vallejo de César Acuña, la Alas Peruanas de Joaquín Ramírez, la Garcilaso de la Vega de Luis Cervantes Liñán, la Telesup de Pepe Luna Gálvez, entre otras que, en mi opinión, no son nada santas. En todo caso, se trata de universidades de propiedad de cuestionados políticos en actividad, las cuales acogen en sus aulas – en condiciones económicas ventajosas – a muchos jueces y auxiliares jurisdiccionales, a sus familiares e hijos, y a muchas autoridades estatales. ¡Un descaro moral!
Pregunto ¿acaso los jueces que fallaron en mi contra actuaron con independencia y autonomía? Claramente, NO. ¿Acaso el Congresista Elías Ávalos – repito, dueño de la UPSJB, donde estudian jueces y auxiliares jurisdiccionales, y sus familiares (esposas e hijos) en condiciones económicas ventajosas – no tiene influencia sobre los magistrados del Poder Judicial que fallaron en mi contra? Claramente, SI.
Es verdad; el fallo en mi contra redujo la reparación civil de S/, 8’000,000 solicitada por el querellante a S/. 20,000; o sea, a apenas el 0.25% del monto solicitado. Pero el problema es el fallo; no el monto de la reparación civil. El hecho es que el dueño de una universidad me querelló por difamación, por un artículo periodístico que refleja mi opinión sincera respecto de un grupo de universidades peruanas de pésima calidad. Y el Poder Judicial que falló en mi contra, claramente está comprometido con dicha universidad, a través de un Convenio de Cooperación Interinstitucional, que le quita independencia y autonomía.
¡Qué problema! Tengo la mejor impresión de la Dra. Elvia Barrios, Presidenta del Poder Judicial y de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, y de un número – no menor – de jueces y fiscales probos y valientes. Pero sí quisiera que se sepa públicamente que este tipo de convenios existen, y que es menester corregir esta mala práctica generalizada en el mundo académico – universitario de nuestro país.
El Poder Judicial – por definición – debe ser independiente y autónomo. Y para ser independiente y autónomo, no debe deberle favores a nadie… y menos a universidades y / o políticos de conductas chuecas. Suscribir convenios como el referido en el presente artículo, es como firmar Convenios de Cooperación Interinstitucional… para delinquir impunemente. Y eso me parece mal… muy mal. Lampadia