Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
Nunca dejará de impresionarme la desfachatez con la que se presentó el presidente de Petroperú, Sr. Narváez, ante la Comisión de Energía y Minas del Congreso, para “explicar” cómo y por qué, Petroperú vive y vivirá en un estado de falencia económica permanente.
Sus mensajes centrales, son:
- Que Petroperú tiene cobertura nacional y que, si ellos no estuvieran en esos lugares remotos, no habría nadie.
- Que con su 30% de participación de mercado, ellos son los grandes reguladores de precios del mercado, caso contrario, estos “se hubieran disparado”.
- Para sustentar lo anterior, mostraba letreros de precios de diferentes empresas de más de S/19/galón, mientras Petroperú lo vende a algo más de S/14/galón (lugares donde no cobra IGV).
- Que mucho de sus pérdidas (más de US$1,080 millones acumulado 2015-2025), se origina en la obligación de venderle a la selva combustible sin IGV y que, por lo tanto, eso lo pierden.
- Que la refinería de Talara está funcionando a plena capacidad y con toda eficiencia.
- Que el oleoducto (ONP), es una carga para Petroperú, por el costo de mantenimiento, sin que pueda operar y, que este se le debiera transferir al MINEM.
La verdad, según los propios estados financieros de Petroperú al 30 de junio 2025, la “Pérdida Bruta”, esto es “Valor de Venta” menos “Costo de Producto Vendido”, ya fue de (US$49.1) millones. Consecuentemente, sin tanto análisis de los otros gastos propios de la operación y demás elementos, con los que trató de confundir a los congresistas, a quienes, por supuesto mareó, Petroperú no funciona. Pero, la Pérdida Neta a junio (los primeros seis meses de 2025) alcanzó a US$278.2 millones, lo que para el mes de julio ya llegó a US$299.4 millones (US$42.8 millones por mes). Como la integridad de los estados financieros a julio 2025 no está disponible, nos conformaremos con mencionar que, haciendo “la cuenta del chino”, a junio ha perdido US$130.9 millones de efectivo.
Para cubrir este forado, el gobierno ha dispuesto que sigamos despilfarrando nuestra “escasa” recaudación fiscal y procedamos con una “emisión de bonos” por S/1,000 millones (equivalentes US$287 millones), que permitan atender temporalmente esta sangría en su operación. Recurro a las comillas, porque estos bonos se emiten para que los compre el Banco de la Nación, a quien Petroperú le tiene que pagar una deuda vencida de igual importe, no son para colocar en el mercado.
Si las cosas fueran como las pinta el Sr. Narváez, sólo tendríamos que decirle:
- Que no se necesita a Petroperú para estar en todas las latitudes del país, pues el costo marginal de atender ese servicio, lo podría contratar el Estado a una empresa privada, sin burocracias doradas.
- Que ese 30% de participación de mercado, lo tiene, principalmente por su cobertura del territorio de selva, donde no se cobra IGV y está la mayor actividad económica ilegal del país.
- Según el “Análisis y discusión de la gerencia de 2024”, el propio Petroperú justificaba sus pérdidas, explicando que, sus competidores, tenían una política de precios “muy agresiva”, léase, vendían a precios muy bajos, que los obligaba a reducir sus márgenes. En consecuencia, queda claro que no cumplen ningún rol regulador.
- Independientemente que, Petroperú tiene la obligación de recuperar su inversión y pagar sus deudas, por lo que no debe argumentar tonteras y vender a precios de mercado, para no perder.
- Si efectivamente perdió esos US$1,080 millones por no cobrar IGV, eso no es competencia de Petroperú. El IGV es un impuesto al consumidor final y, ante una exoneración, su rol es idéntico al de una empresa que exporta. En consecuencia, la SUNAT debe reembolsar el IGV del producto comprado, pues no es costo de Petroperú.
- Tengamos claro que nos siguen mintiendo y con descaro, puesto que Talara no está operando a cabalidad y, sólo está refinando petróleo ligero. Si ese era el modelo de negocio, ¿para qué diseñamos una refinería para petróleo pesado? Eso aumentó el costo de inversión en más de US$1,000 millones, para nada.
- El ONP, fue parte del modelo de negocio integrado de Petroperú, presentado como la “empresa estratégica” que recibía todo el petróleo producido en la selva, lo transportaba a Talara, lo refinaba y “nos brindaba la soberanía energética”, tantas veces cacareada.
Debemos tener claro todos los peruanos, que no hay nada más estratégico que crear valor, no destruirlo, no generar fuentes de corrupción y contribuir a que el aparato productivo nacional sea más competitivo. Por eso no se puede permitir, que los burócratas que promovieron un “modelo de negocio integrado”, quieran ahora zafarse del ONP.
Lo que deben hacer, es promover la inversión en exploración en la selva y privatizar el ONP, para que, en manos de un buen operador, podamos garantizar el transporte del petróleo crudo que se encuentre.
Es gracioso. La izquierda ha puesto todas las dificultades posibles a la exploración y explotación de los recursos naturales y, ahora que no hay reservas suficientes y que Petroperú es un desastre económico, se resisten a que se privatice.
¡Qué tal desfachatez!
Lampadia