Desde mediados de los años 80 Corea del Sur inició la digitalización y el uso de herramientas tecnológicas en sus procesos judiciales. Ello elevó la productividad de las cortes, la transparencia, redujo los costos, e hizo más accesible la justicia para toda la población. Plazos más cortos en los juicios incrementan la competitividad, sobre todo para las pequeñas empresas.
Un Poder Judicial eficiente, es una base fundamental de una sociedad moderna y justa. Genera beneficios para la sociedad, particularmente al sector empresarial. Juicios con plazos razonables y que no se prolonguen por años, pueden hacer la diferencia para una pequeña empresa. El stress financiero que esto genera, puede llevarla a la quiebra, a pesar de que al final termine ganando el juicio. Las cortes eficientes reducen la informalidad, mejoran el acceso al crédito, incrementan el comercio, elevan la transparencia y disminuyen la corrupción.
El Doing Business 2014 rescata la experiencia de Corea del Sur que en 2012 encabezó el ranking de gobierno electrónico (e-government) elaborado por las Naciones Unidas, mientras que Perú se ubicaba en el puesto 82 de un total de 190.
Una corte electrónica (e-court) es un conjunto de servicios que reduce al mínimo el uso de documentos físicos (papeles) desde la apertura del caso. Toda la documentación se registra en medios electrónicos: demandas, citaciones, correos, intercambio de información, publicación de sentencias, e incluso el pago de tasas y comisiones. El sistema asigna a un juez, y se establece el calendario del juicio automáticamente.
En el 2010 se implementó la presentación electrónica de casos (e-filing), permitiendo registrase, enviar notificaciones, y acceder a documentos de la corte. Con ello, se podían realizar demandas civiles, comerciales, administrativas, y juicios de familia (divorcios, paternidad, adopción, juicio de alimentos, entre otros). Ello permite que un solo juez administre 3,000 casos por año. Además se emplean incentivos económicos para mejorar el alcance del sistema, reduciendo en 10% las tasas y tarifas cobradas.
Los beneficios de este modelo son los siguientes:
1. Ahorro en costos e infraestructura: menor gasto en papel, tiempo en la corte, costos de transporte, costos del archivo (almacén físico).
2. Seguridad: el archivo electrónico es más seguro, reduciendo los riesgos de pérdida de archivos, robo y destrucción.
3. Transparencia: los procesos y las sentencias se hacen más transparentes. La publicación de las mismas incrementa la predictibilidad legal.
4. Acceso a la justicia: se pueden realizar demandas y acceder al sistema las 24 horas, los 7 días de la semana.
5. Corrupción: al contar con procesos transparentes y plazos predeterminados disminuyen sustancialmente las posibilidades de corrupción. Además, las sentencias son fácilmente contrastables con la jurisprudencia (on-line), limitando la discrecionalidad del juez.
El Perú cuenta con la Oficina Nacional de Gobierno Electrónico e Informática (ONGEI) desde hace 10 años. Tiene como objetivo abarcar la mayoría de servicios ofrecidos por el Estado (Comercio exterior, justicia, propiedad, empleo, salud, servicios de pago e identificación). Sus resultados son limitados, y en el caso del poder judicial nulos. Contamos con la legislación, contamos con los recursos, una vez más hace falta voluntad y liderazgo para poder realizar esta importante reforma.
No nos olvidemos que una de las grandes carencias del Perú es su debilidad institucional. La reforma del Sistema Judicial, que incluye al propio Poder Judicial, la Fiscalía, la Policía y a los abogados litigantes, es impostergable y de vital importancia para la salud de la nación. Esta reforma es parte de la agenda pendiente que aún nos separa del desarrollo integral. Lampadia