Ante la ligereza de los medios tradicionales para movilizar a la opinión pública en la denominación del Hombre del Año en el Perú, hemos decidido terciar y hacer nuestra propia nominación.
Hombre del Año en el Perú:
El Estudiante Desconocido
Aquél niño o niña, o joven, que estudia en nuestras escuelas públicas, maltratado por la huelga magisterial, sujeto pasivo del corte de estudios, que terminó siendo rehén de los movimientos políticos orientados a tomar el control de la representación sindical del magisterio, e ignorado como objetivo central de la educación.
Fuente: pastoralsj.org
Como sabemos, la educación escolar en el Perú es una de las peores del mundo. No solo en términos de los niveles de educación aún prevalecientes hoy en el planeta; sino, peor aún, en términos de la transformación de la educación con la ‘cuarta revolución industrial’, que transita, con las nuevas tecnologías, hacia una educación muy rica, que empodera a cada niño según su potencial. Una educación ‘UNO a UNO’, que capacita al alumno a ser parte de un mundo de aprendizaje continuo.
En agosto pasado publicamos en Lampadia: El ‘putsch’ de los maestros (de la política) – SUTEP: Llegó el momento de decir ‘BASTA’, en el que decíamos:
Hace 20 días publicamos en Lampadia ‘Putsch’ del Movadef (Sendero) en Cusco, afirmando: ante la debilidad mostrada por el gobierno para contrarrestar los levantamientos socio-políticos, los sindicatos y federaciones están llevando adelante una suerte de ‘putsch’ táctico para mejorar sus posiciones estratégicas.
Lamentablemente, el gobierno solo avanza para afirmar su debilidad. Sin el diagnóstico correcto, sin visión y sin capacidad política, la semana pasada claudicó y aceptó adelantar los aumentos ofrecidos al magisterio, sin la contraparte de un compromiso por la educación de parte de los maestros y anunciaron el reinicio de clases para hoy lunes. Sin embargo, las dirigencias del magisterio ya adelantaron que “la huelga continua”. Efectivamente, hoy lunes no se reiniciaron las clases.
El gobierno anunció que los que no trabajen desde hoy, 7 de agosto, por tres días consecutivos, se les descontará. En otras palabras, les están perdonando los días no trabajados desde el inicio de la huelga. Además, no se conoce de arrestos, ni de una sólida acción de defensa del orden interno. A los maestros huelguistas y a los demás gremios en estado de protesta se les ha dado ‘licencia’ para hacer lo que quieran. Un verdadero papelón.
Nosotros estamos convencidos que este es el momento de optar por una verdadera transformación de la educación en el Perú. No podemos seguir con:
- Un Ministerio centralizador, ideologizado, regimentador, uniformizador y anti educación privada
- Un Magisterio capturado por la política de la lucha de clases e ideologías extremistas
- Unos Padres de Familia ausentes
- Unos Directores de colegios sin poder de decisión
- Una Sociedad desinformada y desentendida, que no prioriza una verdadera revolución educativa
Una de las primeras exigencias de cambio es la del compromiso que debemos establecer con el magisterio. Darles las mejores condiciones de trabajo y de vida, a cambio de su dedicación exclusiva a la gesta educativa:
Este compromiso de base del magisterio, que ya no necesita una militancia sindical reivindicativa, debe ser la base del ‘Pacto Social por la Educación’ (PASE). Pero este pacto tiene que ser producto de un debate nacional serio, en el cual podamos sopesar los retos, oportunidades, riesgos y recursos que debemos destinar a la educación.
La propuesta del PASE de Lampadia, puede servir de base para el debate, como se propuso en CADE 2017:
El sujeto, el centro, el único objetivo de la educación, es el estudiante. Hoy con las tecnologías del mundo exponencial podemos dar educación individualizada y accesible a todos nuestros niños y jóvenes. Pero tenemos que reconocer que el Perú tiene limitaciones estructurales de recursos para la educación, pues hasta ahora no hemos podido crear una sociedad más rica.
Esta limitación debiera ser razón suficiente para que nuestros gobiernos busquen el apoyo del sector privado para complementar el esfuerzo educativo. Pero, increíblemente, desde el Estado se ha venido combatiendo el aporte del sector privado; a veces simplemente desconociendo su aporte equivalente a más del 3% del PBI, otras veces mintiendo sobre su calidad relativa.
En lugar de sumar esfuerzos y potenciar ambos aportes educativos, se estableció un ambiente de desconfianza mutua y hasta de intrigas y agravios. Cuando nos preguntamos cómo se puede llegar a atentar contra el objetivo de educar, solo encontramos una explicación en la politización e ideologización de varios estamentos del Estado.
En esa dirección es alarmante que en los últimos años se hayan multiplicado, fuera de toda proporción, las consultorías de gente vinculada a la PUCP, una universidad muy ideologizada, y que el personal del ministerio se haya multiplicado hasta en ocho veces desde el inicio del gobierno del nacionalismo.
Mientras la ideología siga siendo el hilo conductor de nuestros gobiernos, o de ciertos estamentos del Estado, el Perú jamás podrá aspirar a alcanzar los niveles de desarrollo de países que hoy nos deslumbran con sus logros económico, sociales e institucionales.
Si tuviéramos una incapacidad estructural para lograr el pleno desarrollo, tendríamos que resignarnos; pero nuestro país tiene todo lo necesario para apuntar a ser un país de éxito. El problema es que nos tropezamos con nuestra propia cola, y no logramos salir de la trampa ideológica abandonada por todos los países más ricos que nosotros.
El ejemplo del agua ayuda a entender como la ideología malogra la educación. Resulta que para los políticos, en los servicios de agua y desagüe, es más importante quién provee el servicio, el sector público o el privado, que el acceso y la calidad del mismo. Al igual que en educación, el sindicato de Sedapal, controlado por todo tipo de mafias, le arrancó al candidato PPK el compromiso de no cambiar el statu quo; siendo el tema del agua, uno de los ‘pet projects’ del presidente.
Nominar al ‘Estudiante Desconocido’, como el Hombre del Año 2017 en el Perú, debe ser un punto de quiebre en nuestro enfoque sobre la educación en el país:el estudiante es el objetivo número uno, dos y tres de la educación. Lampadia