Alonso Rey
Perú21, 12 de diciembre del 2025
«La informalidad y la ilegalidad no se combaten con discursos, sino con reglas claras y autoridades sin ataduras y con mano dura».
Las próximas elecciones definirán leyes y el manejo de la minería. Preocupa el reporte de Perú21: 16 precandidatos de 13 partidos figuran en el Reinfo, algunos con registros vigentes, otros suspendidos o excluidos. Son nombres de Perú Libre, Partido del Buen Gobierno, Acción Popular, Partido Morado, Fe en el Perú, Apra, Podemos, Fuerza Popular, Partido Demócrata Verde, Somos Perú, Renovación Popular, Perú Primero y Juntos por el Perú.
Las internas ya se realizaron y el JNE publicará los resultados hasta el 15 de diciembre. Aún no sabemos cuántos de estos llegarán a la cédula, pero el dato clave y perturbador es otro: los partidos que consideraron aceptable presentarlos. Eso revela que el aporte de la minería ilegal a los partidos es evidente y que la imagen del Congreso seguirá con el mismo desprestigio que ahora.
El Reinfo nació como régimen excepcional para que mineros informales se formalicen. Más de una década y varias ampliaciones después, en muchos casos se ha convertido en refugio para operar en la zona gris mientras se presiona por nuevos plazos. La minería ilegal deja deforestación, contaminación, crimen y violencia.
En este contexto, el Congreso aprobó en primera votación extender el Reinfo hasta diciembre de 2026, pese a las críticas de gremios que advierten que seguir pateando la formalización solo fortalece la informalidad y debilita la autoridad del Estado.
Que personas con registros vigentes, suspendidos o excluidos del Reinfo busquen hoy una curul no es un detalle administrativo: es un conflicto de interés directo. ¿Quién puede creer que, ya en el Congreso, no intentarán influir en normas sobre fiscalización, sanciones o nuevas ampliaciones? Mejor que se presenten los extorsionadores y sicarios que vienen causando tanto daño al país, así promulgarán leyes que los exoneren de ser castigados.
Por eso, esta elección exige una línea mínima clara: por quiénes no debemos votar. No deberíamos votar ni apoyar a los partidos políticos que tiene en sus listas personajes vinculados a la minería ilegal, extorsión y sicariato.
El próximo Congreso debería tener profesionales y técnicos con conocimiento de los problemas del país y no como los actuales mochasueldos, violadores, y con investigaciones en Fiscalía. Por ninguno de ellos se debería votar.
La informalidad y la ilegalidad no se combaten con discursos, sino con reglas claras y autoridades sin ataduras y con mano dura. No premiar en las urnas a quienes hicieron del atajo su modo de operar. Un Congreso capturado por la minería informal o ilegal erosiona la institucionalidad e hipoteca el futuro del país. No se quejen después.






