César Candela advierte riesgo de crisis por deudas del Estado
Director ejecutivo de SNCI
Expreso, 11 de noviembre del 2025
Cristina Luna
La falta de pagos ha paralizado obras públicas, afectado el empleo y puesto en riesgo la estabilidad jurídica, y el sector construcción pide al Congreso aprobar recursos adicionales para evitar una crisis.
El director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Construcción e Infraestructura (SNCI), César Candela, alertó que el incumplimiento de pagos del Gobierno está paralizando obras públicas y amenaza con provocar una nueva crisis en la cadena de infraestructura y empleo.
El Gobierno aprobó un decreto para cubrir parte de la deuda con las empresas constructoras. ¿Es suficiente?
Lamentablemente no. Estamos hablando de más de S/ 3 mil millones pendientes, y este decreto apenas cubre un 10% del total, solo para 2025. Además, existe un déficit adicional de S/ 5 mil millones para 2026 que esperamos que el Congreso considere atender. Este problema preocupa al gremio porque no solo afecta al sector privado, sino también al conjunto del sistema de infraestructura nacional.
¿Por qué el impacto trasciende al sector privado?
Porque las empresas contratistas incluyen nacionales y extranjeras. Gobiernos como el británico y la Unión Europea ya han expresado su preocupación.
Las empresas foráneas que participan en estos proyectos perciben una imagen negativa del país. Cuando el Estado incumple, la cadena de pagos se rompe: los subcontratistas dejan de recibir, las obras se detienen y las empresas deben despedir trabajadores.
¿Qué consecuencias genera la paralización de obras?
No solo se pierden empleos. Se ponen en riesgo las regiones, porque al quedar inconclusas defensas ribereñas, escuelas u hospitales, cualquier evento natural puede causar graves daños. Por ejemplo, solo el proyecto del río Motupe beneficia a más de 50 mil personas.
Las obras de infraestructura pública son pensadas para proteger y mejorar la vida de miles de peruanos.
¿Qué mensaje se da al exterior con esta situación?
Uno muy negativo. Las empresas no tienen por qué entender los problemas internos del Estado. Si el Gobierno firma contratos, debe honrarlos. De lo contrario, se afecta la confianza y la estabilidad jurídica.
¿Podría decirse que está en riesgo la estabilidad jurídica?
Por supuesto. Si alguien te alquila una habitación y no te paga, tú resuelves el contrato. Lo mismo ocurre aquí: cuando el Estado incumple, las empresas pueden iniciar juicios o arbitrajes. Al final, quienes pagan los intereses y las multas son los contribuyentes. Lo que hoy es una deuda de S/ 3 mil millones o S/ 5 mil millones, mañana puede costar mucho más.
El Ministerio de Economía ha anunciado un ajuste presupuestario. ¿Alcanza para que no se rompa la cadena de pagos?
No. Aunque existe buena intención, el monto destinado a infraestructura es insuficiente. Seguimos en déficit, y muchas empresas —grandes, medianas y pequeñas— ya están quebrando. Las más afectadas son las pequeñas, que no tienen capacidad de sostenerse sin pagos pendientes, pues se han quedado sin liquidez y en muchos casos endeudadas.
La ministra ha hablado de un “shock de confianza”. ¿Cómo lo ve?
Ese “shock” debe empezar por cumplir los compromisos. Este problema no es nuevo. En su momento, ANIN debía recibir S/ 6 mil millones y solo obtuvo la mitad. El ministro Pérez Reyes trató de resolverlo, luego la ministra Denisse Miralles emitió el decreto del sábado, el cual es insuficiente, pero la brecha viene de años atrás.
¿Qué efecto tiene esto sobre la imagen del país?
Gravísimo. No se puede decir que el Perú garantiza estabilidad económica y jurídica si al mismo tiempo se incumplen pagos. ¿Cómo se puede invitar a invertir cuando el mensaje es “no hay dinero”? Es una contradicción que desalienta a inversionistas nacionales y extranjeros.
¿Hubo una mala programación presupuestal?
Yo diría que fue una irresponsable programación. Se firmaron adendas sin contar con el presupuesto. Esa explicación no solo debe darse a las empresas, sino también a la ciudadanía, porque las obras inconclusas afectan directamente a la población.
¿Qué se requiere para resolver la situación?
Asignar el presupuesto necesario para que la población cuente con sus obras y para que el sector privado pueda seguir invirtiendo. Me refiero a todo, no a una parte. Recordemos que, si se rompe la cadena de pagos, el país entero lo siente. Así han comenzado las grandes crisis del Perú.
¿Hay diálogo con la ministra de Economía?
Sí, hemos conversado y existe buena disposición. Tenemos pendiente una reunión con la Comisión de Presupuesto. Necesitamos que el Congreso escuche y atienda este tema, porque el déficit también se proyecta para 2026 y 2027. Si no se resuelve ahora, será una bomba de tiempo para el próximo gobierno.






