Ángela Flores
Presidenta del Comité Estratégico de Salud de IPAE Acción Empresarial y Directora Ejecutiva de ALAFARPE
Glosado por Lampadia
No es casual que el tema de salud esté en la agenda de CADE Ejecutivos 2025: hoy la salud es un reto clave para la competitividad del país.
No solo por ser una variable indispensable para el desarrollo del capital humano, o propuesto solamente desde la perspectiva médica, la salud en todo su concepto requiere de políticas públicas sólidas y de educación en la población para seguir generando bienestar, productividad y un desarrollo real de nuestro país.
El Perú destina actualmente 6% del PBI a salud, un porcentaje aún por debajo del promedio de 9% de la OCDE, a la cual nuestro país se encuentra en proceso de adhesión. Sin embargo, más allá de cuánto invertimos, la discusión gira en torno a cómo estos recursos generan el mayor impacto posible en la vida de los peruanos y en el desarrollo del país, disminuyendo el gasto de bolsillo.
Durante años, la salud se entendió únicamente como gasto social. Hoy sabemos que es de las inversiones más estratégicas que puede hacer un país.
La evidencia confirma que, prevenir y tratar muchas de las enfermedades crónicas oportunamente como diabetes, hipertensión o cáncer genera retornos de más de 300%. En el caso del cáncer de cuello uterino, un retorno de inversión de hasta 318%, al evitar costos futuros y preservar la productividad. Cada sol invertido en vacunación ahorra hasta 10 soles en hospitalizaciones y tratamientos. Apostar por prevención y autocuidado no es una sugerencia médica, es una estrategia económica y social.
El sector privado ya invierte en desarrollar y brindar innovación al país. En 2024 se aprobaron más de 50 ensayos clínicos que representaron una inversión aproximada de $20 millones. Más aún, tenemos la oportunidad de volvernos un hub de innovación en la materia y convertir esa cifra en $80 millones que no solo beneficiarían a pacientes sin otras alternativas terapéuticas, sino también al desarrollo económico y científico local.
Además, hay un potencial enorme en el uso de herramientas tecnológicas. Un ejemplo es la posibilidad de ampliar el uso de aplicaciones de registro de vacunación en tiempo real, como viene desarrollando la cooperación internacional con el Ministerio de Salud. Si logramos escalar estas iniciativas, podríamos mejorar la trazabilidad, reducir brechas de información y aumentar la eficiencia de la cadena de inmunización.
Para todo esto es imperativo tener una buena gestión de recursos públicos, además del presupuesto asignado de manera clara y ordenada, el reto está en la ejecución. Por ejemplo, al cierre de septiembre, la ejecución presupuestal en salud mostró que la compra de medicamentos oncológicos se encuentra en 64.8%, y la de dispositivos médicos en 60.2%.
Se tiene ya una nueva Ley de Contrataciones del Estado incluyendo nuevas variables o principios como calidad, integridad, oportunidad y de valor por dinero. Esta nueva ley consigna variable para invertir mejor en salud, evaluando lo que genere un mayor impacto en el mediano y largo plazo para la vida de los pacientes y la competitividad del país. Sin embargo, es indispensable acompañar en capacitación para todos los actores que necesita implementarla correctamente a nivel nacional.
Pero el Estado no estará solo, CADE es el espacio donde líderes empresariales, autoridades y sociedad civil pueden comprometerse a que la salud deje de verse como un gasto y se convierta en lo que realmente es: una inversión estratégica para construir un Perú más sano, productivo y competitivo. La salud es parte de la estrategia nacional de competitividad. Si como país empezamos a ampliar las asociaciones público privadas, contribuimos con mejorar la comunicación para las estrategias de prevención y atención primaria como la cobertura de vacunación podríamos transformar la calidad de prestación y devolverle la confianza a la ciudadanía en su sistema de salud.
Desde el Comité de Salud de IPAE Acción Empresarial, reafirmamos nuestro compromiso de seguir impulsando propuestas viables y sostenibles que permitan al Perú avanzar hacia un sistema más equitativo, moderno y centrado en las personas. Lampadia