PERUMIN 37
Homenaje de reconocimiento
Discurso Augusto Baertl M.
Muy buenas tardes,
Señores Ministros de Estado, Distinguidas autoridades,
Sra. Jimena Sologuren Arias, Presidente de Perumín 37; Ing. Darío Zegarra Machiavello, Presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Amigos y colegas, todos
Para iniciar estas palabras deseo expresar mi sincero agradecimiento al Instituto Ingenieros de Minas del Perú por este reconocimiento el cual recibo a nombre de todos aquellos profesionales, trabajadores, líderes sociales y comunales que me acompañaron en algún momento de mi gestión.
Para mí es particularmente emocionante estar aquí hoy en Arequipa, más en Perumín, y especialmente hoy, cuando se me honra con un reconocimiento del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, con ocasión de la 37° Convención Minera, evento líder en América Latina, parte muy importante de mi propia historia.
Me inscribí en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú en la seccional de Cerro de Pasco, allá por 1969. En la década de los setenta fui muy activo tanto en provincias, como en Lima, participando en diferentes actividades, entre las que destaco el haber sido parte de la comisión organizadora de la XIII Convención de Ingenieros de Minas del Perú, evento que presidiera mi hermano Ernesto en 1976, por primera vez, en la ciudad de Arequipa.
Fui integrante de varias Juntas Directivas del Instituto y de distintas Comisiones Organizadoras de la Convención Minera. En 1986 me tocó asumir la presidencia del Instituto, durante el difícil periodo del primer gobierno aprista; periodo en el que también integré la Junta Directiva de la Sociedad Nacional de Minería, asumiendo su presidencia a principios de los noventa. Años más tarde, en 1995 se me otorgó el honor de presidir la Comisión Organizadora de la Vigesimosegunda Convención, la que se llevó a cabo por segunda vez en Arequipa. Desde esa fecha, las siguientes convenciones, hoy llamadas PERUMIN, han continuado realizándose en esta bella ciudad, La Capital Minera del Perú.
Guardo una especial valoración y cariño por esta región, ya que producto de mis periódicas visitas en los años “50, acompañando a mi padre cuando el lideró la exploración, construcción y puesta en marcha de Minas de Cobre de Chapi, yo tomé la decisión de seguir la carrera de Minas.
Cuando las autoridades de PERUMIN 37 me anunciaron que planeaban hacerme un reconocimiento durante el evento, no solo me conmoví y expresé mi agradecimiento, sino que tomé como una responsabilidad personal el dirigir, desde esta extraordinaria plataforma, una convocatoria a todas las Fuerzas Vivas del país a asumir una participación bastante más activa en la defensa del futuro del Perú.
Hoy el Perú enfrenta una profunda crisis institucional, producto del deterioro paulatino del cumplimiento de la ley, y de la normalización de la informalidad. Esa informalidad por cuyas grietas se cuelan la ilegalidad y el crimen organizado…!!
A través de actividades ilícitas, han contaminado el espíritu de muchos peruanos, y comprometido la salud del país. Hoy vemos impávidos cómo el cáncer de la corrupción hace metástasis en nuestra política y en nuestra sociedad.
Justamente, es por este diagnóstico terminal, que siento que hoy tenemos que hablar del futuro; de un futuro en paz, próspero y sostenible. De ese futuro que nos toca construir, distante, pero perfectamente posible: DE UN PERÚ DESARROLLADO SOCIAL Y ECONÓMICAMENTE…!!
Es ese futuro que nos reclama que actuemos hoy, y que demos los pasos necesarios para hacerlo realidad. Ese futuro SOLO DEPENDE DE QUE NOSOTROS LO HAGAMOS REALIDAD.
La minería juega un rol prioritario y estratégico en la construcción de ese futuro. El Perú es un país que tiene un territorio bendecido en términos de recursos naturales, pero que a la vez, tiene tantas necesidades no cubiertas…!! Con ocho de los quince minerales críticos presentes en nuestra cordillera, especialmente el cobre, y en plena era de la transición energética, las próximas dos décadas se muestran como una oportunidad más que propicia para el desarrollo del país con un especial impacto en las regiones mineras.
Por ello, quiero convocar a todos los peruanos de bien, a nuestras autoridades locales y del gobierno central, a mis colegas mineros, a la sociedad civil, a los medios de comunicación, a la academia, a la Iglesia, para que todos juntos tomemos acción…!! e impulsemos el desarrollo sostenible del Perú.
Empecemos por entender que el desarrollo nacional es una responsabilidad solidaria…!! No es solo de las empresas mineras…!! La magnitud de la tarea es tan grande como las montañas de los Andes, y es por ello que nos compete a todos…!! Solo, si cada uno es consciente de su rol, y actúa consistentemente de acuerdo a él, podremos lograr el tan ansiado bienestar en las áreas de influencia donde se ubican los proyectos en cartera, muchos de ellos ya explorados y listos para ser desarrollados y puestos en producción.
Este objetivo no es una ilusión o una quimera…!! Si hay algo que valoro de mi experiencia profesional, es haber logrado hermanar a los diferentes actores. En Milpo y Antamina logramos implementar operaciones mineras ejemplares y llevamos la prosperidad a las comunidades de nuestro entorno, facilitando e impulsando el desarrollo social y económico.
Hacia fines de los años noventa, para realizar la exploración, el desarrollo y la puesta en marcha de Antamina -en un lugar remoto y con elevados índices de pobreza, escasa infraestructura y en una región duramente afectada por el terrorismo- priorizamos la construcción de una verdadera alianza estratégica con el entorno local, regional y a nivel nacional. Fue un trabajo realizado por un equipo profesional y perfectamente alineado con un objetivo común: hacer que el proyecto logre ponerse en marcha para el beneficio de todos los peruanos. El propósito de todo ese equipo inicial de Antamina fue construir “LA MINA PERUANA DEL FUTURO”.
Entonces contamos con el decidido apoyo del gobierno de la época, con el respaldo de diferentes actores políticos, de varias universidades, de la Iglesia, de las autoridades locales y regionales, de las comunidades, de gremios empresariales y de muchos líderes de opinión. Esa comunión de intereses nos permitió iniciar las operaciones a nivel comercial cuatro meses antes de lo planeado y con una inversión menor a la presupuestada.
Todos estos actores colaboraron para el éxito del proyecto. Y la condición medular para lograrlo fue que, desde el día uno, todos pusimos al Perú por delante, y nos planteamos la necesidad de trabajar en forma conjunta, en una Mesa de Desarrollo Regional.
Identificamos proyectos y actividades económicas, todo lo cual, poco a poco, se tradujo en un plan estratégico de desarrollo regional. Esta acción conjunta permitió que los siete proyectos priorizados por todas las autoridades locales y regionales recibieran el financiamiento para su ejecución, producto del pago que hiciera Antamina al Gobierno Central, como preámbulo al inicio de sus operaciones.
El Perú es un país muy rico, pero lamentablemente empobrecido. Si somos conscientes de que nuestro recurso más valioso es nuestra gente, es fundamental que todos asumamos nuestra responsabilidad, comenzando POR DEFENDER LA VERDAD, EXIGIENDO TRANSPARENCIA, E INTEGRIDAD en todas las acciones de la gestión pública y privada.
Si la fuerza del destino hizo que naciéramos en este maravilloso país, y que hoy sentimos pasión por sus tradiciones, su cultura y sus potencialidades, nos toca actuar en defensa de nuestras instituciones, preservarlas, cerrarle el paso a la criminalidad que asalta y toma el control de algunas actividades económicas – entre ellas la minería – y expresar nuestra protesta, presentar propuestas y, en conjunto, HACER PREVALECER EL IMPERIO DE LA LEY.
Ya no podemos desviar la mirada. Pongamos al Perú por delante y hagamos realidad, desde este instante, ESE SUEÑO DE UN PAÍS PRÓSPERO, EN CONSTANTE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL…!! Y EN PAZ…!!
¡VIVA EL PERÚ!
Muchas gracias