Urpi Torrado
El Comercio, 5 de junio del 2025
“Estos esfuerzos no parecieran estar siendo comunicados con efectividad, lo que limita su reconocimiento en la opinión pública”.
El 28% de peruanos afirma que sus ingresos les alcanzan para cubrir sus gastos mensuales, según la encuesta de Datum publicada en abril. Aunque esta cifra sigue siendo baja, representa una mejora respecto al 23% registrado en junio del 2024. ¿Qué ha cambiado en el camino? Parte de la respuesta podría estar en el plan económico que el Gobierno viene implementando.
Durante su participación en el Día 1 Summit, el ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez-Reyes, explicó que el Ejecutivo ha iniciado un ‘shock’ desregulatorio para dinamizar la economía. Esta estrategia incluye la eliminación de barreras burocráticas, la simplificación de trámites administrativos y la promoción activa de la inversión privada. A pesar de los avances, estos esfuerzos no parecieran estar siendo comunicados con efectividad, lo que limita su reconocimiento en la opinión pública.
De acuerdo con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la inversión pública ha crecido significativamente, a abril ya se han ejecutado S/15 mil millones, con la proyección de alcanzar un récord histórico al cierre del 2025. Entre los principales proyectos en curso destacan la nueva Carretera Central, la línea 2 del metro de Lima y el aeropuerto internacional de Chinchero, en Cusco. Estas obras, que implican una fuerte inversión en infraestructura, están llamadas a mejorar la conectividad, reducir tiempos y costos logísticos, y generar empleo en distintas regiones del país.
Además, el MEF proyecta niveles récord de adjudicaciones en asociaciones público-privadas (APP). Entre los proyectos previstos para este año figuran nueve en transporte, 12 en saneamiento, ocho en electricidad y diez en salud. Y más allá de eso, se trabaja en megaproyectos como el tren Lima-Ica y las líneas 3 y 4 del metro de Lima, que buscan consolidar un sistema de transporte moderno, sostenible y eficiente.
El 1 de junio marcó el inicio de operaciones oficiales de dos proyectos claves: el nuevo aeropuerto Jorge Chávez y el puerto de Chancay. Aunque ambos ya venían operando en fases previas (marcha blanca), su inauguración formal representa un hito para el país. Como toda puesta en marcha, pueden surgir ajustes y retos técnicos, pero es crucial que el foco no esté en los tropiezos iniciales, sino en el potencial transformador que estas infraestructuras representan.
El puerto de Chancay, por ejemplo, abre una oportunidad histórica para convertir al Perú en un ‘hub’ logístico y comercial del Pacífico sur. Esto permitiría reducir los costos de transporte para productos importados y exportados, acortar tiempos de distribución y mejorar la competitividad de los productos peruanos. Más allá de su capacidad operativa y tecnología de punta, lo más relevante es el desarrollo proyectado en su entorno; parques industriales, servicios de salud, educación, y generación de empleo.
Pero todo este potencial solo se materializará si se consolida un marco legal adecuado y se implementan políticas públicas alineadas con la visión de crecimiento. En esa línea, se han aprobado medidas como la Ley de Cabotaje, que permite reducir los costos de transporte marítimo interno. Asimismo, está pendiente la aprobación de leyes para las zonas económicas especiales, que podrían catalizar el desarrollo industrial y comercial en zonas estratégicas del país.
El descontento social y la crisis política de los últimos años pareciera que han sido contenidos por la economía. Las encuestas registran señales de leve recuperación, y las inversiones en infraestructura marcan una ruta que genera expectativa. Pero si no se comunica adecuadamente lo que se está haciendo, ni se refuerzan las políticas necesarias para sostenerlo, los avances seguirán siendo invisibles para la ciudadanía. Comunicar el progreso con transparencia y con visión de país es tan importante como ejecutarlo.