Entrevista a Jaime de Althaus
Expreso, 4 de octubre del 2023
Por: Aarón Salomón
El problema de la salud, al margen de antimineros, es otra muestra del fracaso de la política de regionalización, cuyo demérito más evidente es no saber gestionar.
Tú evidenciaste en una columna cómo la ideología puede traer muerte, al comentar el fallecimiento de ‘Nano’ Guerra García. La posta de Punta de Bombón y otros distritos de Islay funcionaban las 24 horas, gracias a un convenio con Southern, pero el izquierdista Elmer Cáceres Llica, que ahora está preso, eliminó el convenio.
Eso fue un acto criminal: anteponer la ideología a la salud de la gente. Efectivamente, Southern había firmado un convenio con la exgobernadora Yamila Osorio para atender las 24 horas en todos los centros de salud y de los distritos de Islay y entraron en el convenio Cocachacra, Punta de Bombón y Deán Valdivia.
La cosa funcionó bien porque no solamente las postas atendían 24 horas con médicos, sino que los centros de salud empezaron a hacer acciones de extensión médica a la población: salían a visitar las viviendas de las familias. Fue algo extraordinario, brindaban un muy bien servicio, pero fue cortado por Cáceres Llica.
-Yamila Osorio, en efecto, te dio la razón y confirmó que ella firmó este convenio.
Efectivamente, y lo increíble es que Southern trató de reactivar esto con algunos distritos. Conozco el caso del Cocachacra. Southern se acercó al alcalde Gregorio Suárez para volver a dar esta atención, pero se negó.
– Es otro antiminero.
Evidentemente, es un antiminero y no le importa la salud de su gente. Esto es como para expulsarlo. La población debería movilizarse contra estas autoridades que están en contra de ellos.
– El fin de semana pasaron imágenes de la posta de Punta de Bombón y se ve que está equipada. Está mejor que varias postas de Lima, incluso. ¿Southern la equipó?
Así es, Southern no solamente contrató los médicos, sino que colaboró con el equipamiento.
-Es importante señalar que no le corresponde a la empresa minera brindar servicios de salud a los pobladores, sino que lo hace por responsabilidad social.
Eso le corresponde al Estado, pero el problema es que la regionalización no ha funcionado, ha sido un proceso fallido. Todo lo que es salud y educación está en manos de los gobiernos regionales, que no han sabido gestionar bien. Los recursos del sector salud, en general, se han multiplicado por siete desde el año 2000 hasta el 2020. Ha habido recursos, pero la atención no ha mejorado de manera apreciable. ¿Cómo es posible que las postas no atiendan las 24 horas en todo el país? Y, según ha señalado Ariana Lira en un artículo, solo el 40% tiene un medico.
-¿Y cuál es la solución?
Yo creo que hay que aplicar la propuesta de Fernando Cillóniz de estas autoridades autónomas, al estilo del Banco Central de Reserva, que estén blindadas contra la manipulación política. Esta autoridad autónoma, que sería del Estado, podría concesionar el servicio al sector privado para que lo maneje bien. La salud de la población es un asunto de enorme importancia. Hay que buscar el apoyo de la población para que defienda esta alternativa, porque se necesita un buen servicio de salud.
– Esto debe ser un reproche para los votantes de Arequipa. ¿Cómo pudieron haber elegido a un sujeto como Elmer Cáceres Llica?
Eso tiene que ver con los niveles educativos que tenemos y con la educación pública que tenemos.
-Lo paradójico es que la presidenta Dina Boluarte dijo, en Estados Unidos, que el 99% de peruanos cuentan con un seguro, pero ni siquiera las postas atienden todo el día.
Nominalmente casi todo el mundo tiene acceso al SIS y más o menos un 30% a EsSalud, pero eso depende de que haya atención. ¿De qué sirve tener seguro si, cuando voy a atenderme, no me atienden o no hay medicamentos?
– El problema también es la demagogia porque Vizcarra prometió construir 80 hospitales.
Eso fue puro populismo.
-En este caso estamos viendo la importancia de la empresa minera y es lamentable que el Gobierno haya dicho que Tía María no va ¿Qué opinas?
Es una barbaridad, un error grandísimo y una cobardía, porque la resistencia se ha reducido casi al mínimo: a Perumin solo fueron 20 personas (a reclamar). Era el momento para lanzar Tía María. El lanzamiento de Tía María tendría un valor simbólico y estratégico. Si pudiera comenzar Tía María, inmediatamente se reactivaría la inversión privada, volveríamos a crecer y a reducir pobreza, y el propio Gobierno mejoraría su aprobación. Era cuestión de diseñar una estrategia para prevenir y contener cualquier tipo de reacción que pudiera haber habido, que yo creería que no iba a ser importante.
– Y lo peor es el doble discurso, porque el ministro de Energía y Minas dejó la puerta abierta para la ejecución del proyecto, pero la cerró el premier.
Así es, el ministro de Energía y Minas (Oscar Vera) había dicho, hace dos o tres meses, que prácticamente Tía María iba porque ya Southern había llegado a acuerdos con las autoridades. Pero, cuando llega Perumin, dice que tienen que buscar acuerdo con las comunidades campesinas, cuando, en el Valle del Tambo, no hay comunidades campesinas, sino Pequeños y medianos propietarios.
-¿Debe irse, entonces este ministro?
Tiene que salir.