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Nuevo orden global pos-Trump

La economía global está experimentando una transformación de gran alcance. Esta disrupción está siendo impulsada por cambios en los avances tecnológicos, productividad, riqueza, poder y decisiones políticas de los países. Además, el proteccionismo comercial del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está causando una fractura cada vez mayor entre EEUU, la primera potencia del mundo, y sus tradicionales aliados.

Las tensiones que están produciendo estos cambios son más evidentes en las crecientes disputas sobre el comercio. Y medidas ponen en jaque el poder geopolítico estadounidense y el sistema de libre comercio internacional que ha contribuido al bienestar económico del mundo.

Como afirma el artículo de Javier Solana (compartido líneas abajo), las consecuencias van más allá del comercio: “Por el mercado global no solo circulan bienes, servicios y capital. También circulan ideas. Esto suscita que la globalización —del mismo modo que la democracia— sea vulnerable a sí misma, al poner a disposición de sus oponentes una serie de herramientas que pueden utilizar para sabotearla.

La verdad es que la guerra comercial entre China y EEUU está causando muchas consecuencias negativas. Recientemente, el Financial Times afirmó que “EEUU y su rival chino están llegando a un punto de batalla. Las otras grandes economías comerciales, particularmente la UE y Japón, están tratando de disuadirlos de un conflicto, ya que sus propias economías están sufriendo daños colaterales. Pero hasta ahora nada ha disuadido al presidente Donald Trump de poner aranceles y amenazar unilateralmente a más de US$ 200 mil millones en importaciones desde China.”

Esto, sin embargo, ha llevado a que entidades como la OMC tengan que verse obligadas a actualizarse. Tal y como afirmó Kishore Mahbubani hace varios años. Él propuso actualizar las instituciones mundiales —Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OMC— adaptándolas a la ascensión del resto e, igualmente, actualizar el pensamiento de Occidente, “En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.” Ver en Lampadia: EEUU se encierra y China se postula al libre comercio.

Esta situación nos recuerda el último libro de Henry Kissinger, “Orden Mundial”, un análisis integral de la formación de las estructuras internacionales desde la creación del Estado-Nación hasta nuestros días. Dada la importancia actual de China, dedica una buena parte del libro a describir sus fuentes geopolíticas y su posicionamiento. El siguiente pasaje del libro es particularmente interesante:

“Desde la unificación de China como una entidad política el año 221 a.c., su posición al medio del orden mundial estaba tan impregnada en el pensamiento de sus élites, que ni siquiera había una palabra para ello. Solo posteriormente los estudiosos definieron el sistema ‘sinicéntrico’. En este concepto tradicional, China se consideraba a sí mismo el único gobernante del planeta y su emperador era tratado como una figura de dimensiones cósmicas, entre lo divino y lo humano. Su esfera de influencia no era la de un estado soberano a cargo de los territorios bajo su dominio, era más bien vista como: ‘A cargo de todo lo que está debajo del Cielo’, del cual China (el ‘Reino Medio’) era la parte civilizada que inspiraba y mejoraba al resto de la humanidad”. Ver en Lampadia: El Orden Mundial de Henry Kissinger.

Entonces, ¿qué debería hacer EEUU? Como afirma The Economist (compartido líneas abajo), “La estrategia debería dejar espacio para que China crezca pacíficamente, lo que inevitablemente también significa permitir que China extienda su influencia. (…) EEUU y China necesitan cooperar a pesar de su rivalidad. (…) Y la estrategia de EEUU debe incluir el activo que lo separa más claramente de China: las alianzas.”

Lo que el mundo necesita son proyectos de cooperación concretos que produzcan puestos de trabajo y beneficios. Como recalcó Xi Jinping en la cumbre “One Belt, One Road”, “El comercio es un motor importante que impulsa el crecimiento. Deberíamos aceptar al mundo exterior con una mente abierta, defender el régimen comercial multilateral, avanzar en la construcción de áreas de libre comercio y promover la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión”.

Eso es exactamente a lo que ambos países deben dirigirse: hacia la convergencia. Lo que se necesita es un verdadero compromiso global. Esto implica que ningún país establezca la agenda mundial y que la gobernabilidad se vuelva más difusa. Esto crea un “orden” mundial multipolar, donde el control de los recursos se concentra en diferentes centros de poder, cuyo peso económico se ve reforzado por los acuerdos comerciales intra-regionales. Lampadia

La impotencia de la primera potencia mundial

Javier Solana
Project Syndicate
Oct 20, 2018 
Glosado por Lampadia

El presidente de la primera potencia global ha dejado bien claro que no alberga ninguna ambición de implicarse en la resolución de nuestros problemas comunes y, desgraciadamente, no es el único que exhibe este tipo de inclinaciones.

Para quienes confiamos en la cooperación internacional como herramienta de progreso por su capacidad de ejercer de necesario complemento de la globalización económica, el debate de la Asamblea General dibujó un panorama desalentador.

Por el mercado global no solo circulan bienes, servicios y capital. También circulan ideas. Esto suscita que la globalización —del mismo modo que la democracia— sea vulnerable a sí misma, al poner a disposición de sus oponentes una serie de herramientas que pueden utilizar para sabotearla. Ante la Asamblea General de la ONU, que pasa por ser el oficioso Parlamento mundial, Trump afirmó sin tapujos que «rechazamos la ideología del globalismo y abrazamos la doctrina del patriotismo». En su discurso, Trump no escatimó elogios hacia otros Estados que siguen su ejemplo, como Polonia.

Que Trump contraponga globalismo a patriotismo es significativo. En realidad, el segundo concepto no está reñido con el primero, y su uso por parte de Trump no busca otra cosa que blanquear las tendencias nacionalistas y nativistas de la actual Administración estadounidense. Esta clase de trampas retóricas pueden cogernos con la guardia baja, sobre todo cuando quien recurre a ellas es un dirigente que tiene la reputación de presentar sus ideas sin edulcorar. Pero es evidente que a la Administración Trump también le preocupa guardar las apariencias.

Las muestras de ello no escasean. En la ONU, Trump trató de aplicar a su política exterior una pátina de coherencia, asegurando que se enmarca en la filosofía del «realismo con principios» (principled realism). El realismo es una teoría de las relaciones internacionales que ensalza el papel central de los Estados, relegando el derecho y las instituciones internacionales a un plano muy secundario. En esta visión del mundo, principios como los derechos humanos no suelen encontrar fácil acomodo, aunque pueden ser utilizados como arma arrojadiza de forma selectiva e interesada. Esto es precisamente lo que hace Trump al criticar la represión del régimen iraní, mientras se abstiene de denunciar estas mismas prácticas cuando se dan en otros países.

Asimismo, Trump proclamó en Nueva York que “América siempre elegirá independencia y cooperación sobre gobernanza global, control y dominación”. Teóricamente, la cooperación no es incompatible con el paradigma realista. Desde este prisma, sería concebible que Estados Unidos tratase de contrarrestar el auge de China reforzando sus alianzas en Asia-Pacífico; fundamentalmente, las que mantiene con Japón y con Corea del Sur. Sin embargo, la Administración estadounidense ha puesto en duda el paraguas de seguridad que proporciona a estos países, a los que ni siquiera ha eximido de su ofensiva comercial (aunque la reciente actualización del acuerdo bilateral con Seúl parece haber calmado las aguas). Este desconcertante comportamiento se ha hecho extensible a otros aliados tradicionales de Estados Unidos, como la Unión Europea, revelando que Trump es extraordinariamente reacio a cooperar. Además, cuando lo hace, no acostumbra a priorizar las alianzas que más se adecúan a los intereses estratégicos de su país.

En lo referente a China, y pese a la relación de amistad que dijo mantener Trump con el presidente Xi Jinping, la diplomacia estadounidense habla abiertamente de competencia. La «guerra comercial» que ambos países están protagonizando, así como algún roce que ya se ha producido en el Mar de la China Meridional, hace pensar que esta competencia puede desencadenar una espiral incontrolable de confrontación. Durante su discurso en la Asamblea General, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, no incidió en la realpolitik que China a menudo promueve, sino que mencionó en nada menos que cinco ocasiones el concepto win-win. Si Trump —junto con el resto de la «internacional nacionalista»— se sigue alejando de esta noción de beneficios mutuos, es de esperar que consiga ralentizar el crecimiento chino, pero también el estadounidense. Además, renunciar a la cooperación multilateral conlleva resignarse a perder batallas como la del cambio climático, una actitud negligente que la Administración Trump ya ha adoptado con absoluto descaro. Vista esta alarmante dejación de funciones, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿de qué le sirve a un país ser la primera potencia mundial si, ante los grandes retos mundiales, su Gobierno elige condenarse a la impotencia?

China vs América
El final de la convergencia

Cómo las dos súper potencias se volvieron rivales

The Economist
18 de octubre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Durante el último cuarto de siglo, el enfoque de Estados Unidos hacia China se basó en la creencia en la convergencia. La integración política y económica no solo haría a China más rica, sino que también la haría más liberal, pluralista y democrática.

Hoy la convergencia está muerta. América ve ahora a China como un rival estratégico, un actor malévolo y un transgresor de las reglas. Este mes, Mike Pence, el vicepresidente, advirtió que China estaba involucrada en una ofensiva “de todo el gobierno”. Su discurso sonó siniestramente como una llamada de corneta temprana en una nueva guerra fría.

Demócratas y republicanos están compitiendo por superarse unos a otros en golpear a China. Al mismo tiempo, China está experimentando su propio cambio de corazón. Los estrategas chinos han sospechado durante mucho tiempo que EEUU ha querido secretamente bloquear el ascenso de su país.

El presidente Xi Jinping ha promovido desde entonces su “sueño chino” de una nación que se destaca en el mundo. Muchos chinos ven a EEUU como un hipócrita que comete todos los pecados de los que acusa a China. El tiempo para esconderse y esperar ha terminado.

EEUU teme que el tiempo esté del lado de China. La economía china está creciendo más de dos veces más rápido que la de Estados Unidos y el estado está invirtiendo dinero en tecnología avanzada, como inteligencia artificial, computación cuántica y biotecnología. Nos guste o no, las nuevas normas que regulan la forma en que las superpotencias se tratarán entre sí se están estableciendo ahora. Por el bien de la humanidad, China y EEUU deben llegar a un entendimiento pacífico. ¿Pero cómo?

Trump y su administración tienen tres cosas correctas:

  1. La primera es que EEUU necesita ser fuerte.
  2. También tiene razón en que EEUU necesita restablecer las expectativas sobre el comportamiento chino. El sistema comercial de hoy no logra evitar que las firmas respaldadas por el estado de China borren la línea entre los intereses comerciales y el interés nacional. El dinero del gobierno subsidia y protege a las empresas cuando compran tecnología de doble uso o sesgan los mercados internacionales.
  3. En tercer lugar, habilidad de Trump para señalar su desprecio por la sabiduría convencional parece haber sido efectiva.

Para lo que viene, sin embargo, Trump necesita una estrategia, no solo tácticas. El punto de partida debe ser promover los valores de Estados Unidos. Cuando Estados Unidos compite con China como guardián de un orden basado en reglas, comienza desde una posición de fortaleza. Pero cualquier democracia occidental que entre en una carrera despiadada hacia el final con China tendrá, y debería, perder.

La estrategia debería dejar espacio para que China crezca pacíficamente, lo que inevitablemente también significa permitir que China extienda su influencia. Esto se debe en parte a que un intento de contención de suma cero puede llevar a un conflicto. Pero también se debe a que EEUU y China necesitan cooperar a pesar de su rivalidad. Los dos países están más entrelazados comercialmente que EEUU y la Unión Soviética alguna vez. Y comparten responsabilidades que incluyen, incluso si Trump lo niega, los intereses ambientales y de seguridad, como en la península coreana.

Y la estrategia de EEUU debe incluir el activo que lo separa más claramente de China: las alianzas. En el comercio, por ejemplo, Trump debería trabajar con la UE y Japón para presionar a China para que cambie. En defensa, Trump no debería abandonar a sus aliados, sino también alentar a viejos amigos, como Japón y Australia, mientras crea nuevos amigos, como India y Vietnam. Las alianzas son la mejor fuente de protección de Estados Unidos contra la ventaja que China obtendrá de su creciente poder económico y militar.

Tal vez era inevitable que China y EEUU terminaran siendo rivales. No es inevitable que la rivalidad lleve a la guerra. Lampadia




La penetración de China en Europa

En la actualidad, China se ha convertido en un referente de la globalización para el mundo y una superpotencia que tiene que ser reconocida. Con la tendencia actual de EEUU hacia el aislamiento comercial y el populismo, China ve en Europa una oportunidad de apertura y un socio comercial en un mundo multipolar. El país asiático busca convertirse en una superpotencia avanzada y moderna y ven a Europa como una región rica e innovadora que podría ayudarlo a alcanzar ese objetivo.

En Lampadia ya hemos hablado de una falta de liderazgo en la política global. Las decisiones erráticas del presidente estadounidense, Donald Trump, como la retirada de Trump del acuerdo sobre el clima de París, su rechazo del acuerdo nuclear con Irán, su guerra arancelaria, sus frecuentes ataques a los aliados y el abrazo a los adversarios han convertido rápidamente a Estados Unidos en un socio poco fiable en la defensa del orden internacional.

Por lo tanto, China estará bien posicionada para tomar la delantera en la reforma de las reglas del comercio y la inversión internacional. Para empezar, es probable que China siga siendo un defensor del crecimiento impulsado por las exportaciones. Como Xi dijo en Davos en 2017, China está comprometida “con el crecimiento de una economía global abierta”. Xi y su círculo obviamente no querrán desmantelar el sistema de comercio mundial.

Hace ya algunos años que China está comenzando a verter capital e inversiones en Europa como parte de una amplia oferta para aumentar su influencia en Europa.

Con el objetivo de aumentar su influencia en Europa, China comenzó lo que se conoce como la iniciativa 16 + 1, un esfuerzo por ampliar la cooperación con más de una docena de naciones de Europa central y oriental, privilegiando, al mismo tiempo, relaciones bilaterales. Se ha convertido en un foro para que China muestre lo que podría ofrecer a la región, como el acceso a la tecnología para un sistema ferroviario de alta velocidad. Xi también incluyó a Europa Oriental y Central en su Iniciativa Belt and Road, un ambicioso plan para desarrollar relaciones económicas y diplomáticas a través de proyectos de infraestructura en todo el mundo.

En una reciente conferencia titulada “Fortaleciendo la Resiliencia–Mediterráneo, Europa y los Balcanes Occidentales”, Croacia apoyó la cooperación con China y el constante proceso de integración europea. En su discurso, el primer ministro croata indicó la importancia de la cumbre “16+1” afirmando que “Croacia está preparando especialmente la reunión de China y 16 países de Europa Central y Oriental debido a que la iniciativa abre grandes oportunidades tanto para países europeos como para China. Haremos todo para preparar esta importante reunión”.

Líneas abajo compartimos un artículo de The Economist que busca dar más luz sobre el avance de China en Europa y las ventajas que esto tendrá en el mundo:

Adquiriendo sabiduría, marchando hacia adelante
Crece inversión china y su influencia en Europa

La UE está, por fin, tomando nota

The Economist
4 de octubre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Bajo el techo renacentista del salón de juegos de pelota en el Castillo de Praga, Zhang Jianmin, el recién llegado embajador de China en la República Checa, cita a su presidente, Xi Jinping. “La historia siempre da a las personas la oportunidad de adquirir sabiduría y el poder de avanzar en algunos años especiales”, dice, declarando el 2018 como “uno de esos años”.

Han transcurrido cuatro décadas desde que China inició sus reformas económicas, cinco años desde que lanzó su Belt and Road Initiative (BRI) para unir las economías euroasiáticas.

La conferencia, anunciada como un evento educativo para inversionistas chinos, fue organizada conjuntamente por el New Silk Road Institute Prague, un grupo de expertos que describe su “misión fundamental” como “difundir la conciencia sobre los conceptos de New Silk Road en la República Checa y otros países europeos”.

En 2016, la inversión china en la Unión Europea subió a casi 36,000 millones de euros (40,000 millones de dólares), frente a los 20,000 millones de euros del año anterior, según Rhodium Group, una firma de investigación estadounidense (consulte el cuadro). Gran parte de esto está respaldado por el estado y habla de las ambiciones del Partido Comunista de evitar que Europa ayude a Estados Unidos a contener el ascenso de China. Hasta ese año de auge, los líderes de Europa, especialmente en Alemania, habían acogido en gran medida la inversión china sin pensarlo demasiado. Pero la enorme afluencia de dinero llevó a los líderes de Berlín, Bruselas y otros lugares a preocuparse por el poder e influencia que China estaba ganando en el proceso, especialmente en los países más pequeños de la UE. Desde entonces, han reforzado la proyección de la inversión china y están tratando de crear una respuesta europea más unida.

Como con tanta participación de China, los detalles son difíciles de precisar. Pero algunos hechos son claros. Los actores chinos en Europa suelen ser empresas respaldadas por el estado y fondos de inversión que, según un análisis de Bloomberg, representaron el 63% de los acuerdos por valor en la década hasta 2018.

Camino a la riqueza

La inversión está marcada por las tendencias regionales. En Europa oriental, la atención se centra en la infraestructura que puede consolidar los vínculos entre el viejo continente y los proyectos BRI más al este. En el sur de Europa, los compradores chinos participaron en la ola de privatizaciones durante y después de la crisis de la zona euro.

Las mayores sumas de efectivo chino han fluido hacia Europa occidental.

China se concentra en Alemania en empresas de alta tecnología con el conocimiento especializado que necesita como parte de la estrategia “Made in China 2025” de Xi para hacer que su país sea más industrial y tecnológicamente autosuficiente.

Dependencia del camino

¿Qué quiere China, en última instancia? Sería un error atribuir demasiada gran estrategia a sus acciones. No está, como Rusia, interesada en precipitar el colapso de la UE. Todo lo contrario: ve en la apertura y las ventajas de riqueza de Europa por sí misma.

Algunos europeos ven a China jugando ajedrez en cuatro dimensiones para dividir y conquistar su continente. Pero la mayoría de los enviados europeos en Beijing piensan que la realidad es menos dramática y más oportunista. En política exterior, como en todas las cosas, China es la esencia destilada del interés propio. Europa es un medio para un fin.

El objetivo supremo, del cual su liderazgo nunca se pierde de vista, es que China se convierta en una superpotencia avanzada y moderna que otros no se atreven a decir. Su idea de Europa es como una región rica e innovadora que podría ayudarlo a alcanzar ese objetivo. En contraste, está obsesionada con América, al ver a un hegemón envejecido y vengativo que podría impedirle lograr sus objetivos. Entonces, donde China alguna vez consideró a la UE como un posible socio e incluso un modelo en algunas áreas, ahora se acerca a Europa con menos respeto, como una especie de supermercado de oportunidades para obtener beneficios que pueden ayudarlo a aumentar, neutralizar la oposición a su política exterior y mantenerla.

La influencia es generalmente más explícita cuanto más al este y al sur se obtiene. En 2016, Hungría y Grecia impidieron que la UE se uniera a América y Australia para respaldar el fallo de la Corte Permanente de Arbitraje a favor de Filipinas sobre China en una disputa sobre fronteras marítimas en el Mar de China Meridional. De hecho, la declaración de la UE ni siquiera mencionó al gobierno chino. “Fue vergonzoso”, admite un diplomático de la UE en Beijing. El año pasado, por primera vez, la UE no emitió una declaración en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU después de que fue bloqueada por Grecia por sus “críticas no constructivas a China”.

La resistencia principal

Estos ejemplos tipifican un rasgo importante de las relaciones de China en Europa: el bilateralismo. Prefiere tratar con los estados uno a uno, donde su ventaja por tamaño es mayor. Sus cumbres anuales “16 + 1” con los estados de Europa central y oriental son en realidad 16 cumbres de uno más uno, donde cada gobierno trata con China en sus propios términos.

China es experta en usar el protocolo para parecer magnánimo. Se esfuerza por tratar a los países más pequeños con las mismas alfombras rojas y reuniones ministeriales que se prodigan sobre las más grandes. Aunque las reuniones pueden ser formuladas e involucrar a los ministros chinos que leen un guion, un diplomático dice que Beijing es un lugar menos humillante, al menos formalmente, que Washington, donde los países más pequeños que intentan asegurar una reunión deben realizar un esfuerzo tremendo para hacerse amigos de congresistas con vínculos ancestrales.

La influencia es menos flagrante en las economías más grandes de Europa, pero existe.

Una de las mayores vulnerabilidades del continente es su ingenuidad. Durante mucho tiempo, Estados Unidos y Australia fueron notablemente más duros que los europeos, quienes aún creían que China se abriría y liberalizaría a medida que se integrara con Occidente. Los alemanes lo llamaron “Wandel durch Handel” (cambio a través del comercio), hasta que se dieron cuenta de que Wandel en cuestión convertiría a China en un competidor y que Handel no era garantía de la cooperación china.

Empujando la panza de Europa y encontrándolo suave, China está probando hasta dónde puede empujar.

Es notable que este escepticismo se haya extendido a economías más tradicionalmente amigables con China. Gran Bretaña, que abandona la UE y está desesperada por inversiones y acuerdos comerciales, es más susceptible a las súplicas chinas que sus vecinos continentales, pero incluso ha reforzado sus políticas en los últimos años. En la última cumbre 16 + 1, los estados de Europa central y oriental, liderados por una Polonia harta de ser dominados, desafían a China sobre la efectividad de sus inversiones en sus países.

Alemania ha introducido y reforzado sus leyes nacionales para evaluar las inversiones. Junto con Francia, ha pedido a la UE que establezca un marco común para hacer lo mismo a nivel europeo.

Cambiar de carril

La legislación resultante debería incluirse en los libros de estatutos antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo año. Aunque dejará el control final sobre la evaluación en manos de los gobiernos nacionales, apunta a difundir información y normas en todos los estados miembros. “Ha habido un grado sorprendente de consenso sobre la propuesta”, dice un funcionario europeo. “La directiva hubiera sido impensable hace unos años”, agrega otro.

Hay más que hacer. “¿Por qué solo consideramos la ayuda estatal desde dentro de la UE, pero no a China?”, Pregunta un funcionario europeo. El Sr. Huotari, el think-tanker, aboga por mejores controles de las compras de activos subsidiadas por el estado por parte de las empresas chinas y por normas de contabilidad más estrictas. Para Thorsten Benner, del Global Public Policy Institute en Berlín, un grupo de expertos, se trata de algo más fundamental: “Los europeos tenemos que ser menos defensivos. La respuesta más poderosa que podemos dar a China es mejorar nuestra propia competitividad y proyectar nuestro propio modelo: apertura”.

Este es el desafío de Europa. Sus países e instituciones se encuentran entre los más abiertos del mundo. Praga, con su historia de enfrentarse a la opresión soviética, es un símbolo de esa apertura, pero la ciudad es cada vez más un ejemplo de cómo China se está aprovechando para perseguir su interés nacional. Para competir, Europa debe permanecer abierta al mismo tiempo que llama y, si es necesario, bloquea los poderes externos que abusan de sus políticas de puertas abiertas. En este año especial, Europa sería una tontería si no prestara atención a las sabias palabras del presidente chino y aprovechara “la oportunidad de adquirir sabiduría y el poder de avanzar”. Lampadia




Cuando la clase dirigente defrauda en su hora más fina

El Reino Unido ha tenido siempre una clase dirigente presente en la conducción de sus gobiernos, y nos ha dado ejemplos de liderazgo extraordinarios, empezando por el portentoso liderazgo de Winston Churchill, que supo resistir la soledad de sus propósitos (los ataques más severos) para terminar imponiendo su criterio sobre la necesidad de enfrentar a Hitler. A ese extraordinario momento de su vida, en el que supo estar a la altura de las circunstancias y más allá, a esa ‘hora más oscura’ que supo tornar en su ‘hora más fina’ le debemos, todos los ciudadanos de occidente, el haber podido vivir en libertad durante los últimos 70 años.

Pero hoy, el Reino Unido, está en otra. Está en el medio de una crisis auto-infligida, justamente, por la debilidad de sus líderes actuales.

Crisis en la política de Gran Bretaña

Faltan tan solo ocho meses para que el Reino Unido abandone oficialmente la UE, tras la elección del Brexit en el 2016, y la incertidumbre es increíblemente alta. Los británicos están en un escenario de altísima incertidumbre.

Las posibilidades de que las conversaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea lleguen a un acuerdo son cada vez menores. A pesar de que el tiempo se está agotando, sus argumentos continúan siendo muy distantes. Theresa May ha publicado su último plan de compromiso y ve poco espacio para nuevas concesiones. Michel Barnier, el principal negociador de la UE, también tiene poco espacio para maniobrar. Quizás algún acuerdo de última hora sea acordado por el Consejo de Ministros a finales de este año; pero aumentan los riesgos de que no lo haga.

Se ha desatado una gran lucha política en el gobierno del Reino Unido sobre Brexit y podría ser el fin de la primera ministra Theresa May. Tres miembros del gabinete de May, el canciller Boris Johnson, el ministro del Brexit David Davis y el ministro del Departamento para la salida de la UE, Steve Baker, renunciaron al gobierno en protesta por el manejo de las negociaciones con la Unión Europea por parte de May.

¿Qué paso? May llegó al poder poco después del voto en pro del Brexit, prometiendo ser una mano firme en las negociaciones. Ofreció un ‘Brexit duro’ e incluso trajo a los políticos pro-Brexit a su gobierno, incluidos Johnson, Baker y Davis.

Desde el principio May ha destacado por su debilidad y falta de instinto político. Por ejemplo, cuando los conservadores gozaban de una cómoda mayoría, decidió llamar a elecciones, perdiendo la mayoría y teniendo que organizar alianzas inestables que solo le permiten sobrevivir, una y otra vez, a las sucesivas crisis que tiene que enfrentar.

Todos los análisis serios sobre las consecuencias del Brexit, muestran que Gran Bretaña tendrá que asumir tremendos costos económicos y sociales. A pesar de la inclinación de May y su equipo-Brexit, con el tiempo, May fue dando muestras de aceptar un “Brexit suave”. Ese es el apodo de un modelo que afirma que no pertenece a la UE, pero aún tiene acceso al mercado único europeo. Para seguir ese modelo, el Reino Unido debe permitir principalmente el libre flujo de bienes, servicios, dinero y personas. O sea, ser, pero no ser parte de la unión. Todo con tal de no reconocer el error.

Esto no es una opción para los activistas pro-Brexit, que prefiere un “Brexit duro”, en el que supuestamente GB se ahorraría los aportes a la unión y podría restringir la inmigración.

El gabinete de May está profundamente dividido entre esos dos bandos, y se le está acabando el tiempo para presentar sus términos a la UE. En junio, después de una reunión de 12 horas, May surgió con un plan acordado por el grupo: el Reino Unido buscaría un “área de libre comercio” con la UE para bienes industriales y agrícolas, preservando su acceso a los mercados de la UE y gobernado por un “Libro de reglas común”.

Pero no hubo consenso: para Johnson y otros pro Brexit duro, el plan era demasiado suave. Entonces renunciaron en protesta. Ahora, todo el partido de May está en crisis, y algunos miembros amenazan con desafiar su liderazgo si ella no cambia de rumbo.

¿Qué sucederá?

No queda claro qué sucederá, sin embargo, existen varias opciones. Una opción es que el Reino Unido decida que no pagará la “tarifa de divorcio” de alrededor de € 50 mil millones que acordó en diciembre pasado como parte de un acuerdo de retiro. Sin dicho acuerdo, la UE afirma que no habrá una “fase de implementación”. Como resultado, el próximo año, el comercio del RU con la UE estaría sujeto a aranceles y controles fronterizos. Sin duda, se harán tratos a lo largo del tiempo para solucionar el desorden y se encontrarán formas de reactivar el comercio, pero la disrupción sería enorme y es poco probable que la economía se recupere por completo durante muchos años.

Otra opción es que el Reino Unido abandone la UE con un acuerdo de mantener, por el momento, el status quo en términos de intercambio y todos los demás arreglos diarios. En otras palabras, la “fase de implementación” seguiría adelante incluso en ausencia de un acuerdo de retirada total, y el Reino Unido cumpliría con su acuerdo de pagar a la UE mientras se realizan nuevos intentos para negociar una relación a largo plazo.

Esto parece políticamente tentador, pero no es tan fácil como parece. ¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo el próximo año o el año siguiente? ¿Se volverá permanente este arreglo a corto plazo, al igual que la relación de Noruega con la UE, diseñada para durar unos pocos meses en 1994, pero que todavía está en vigor?

Otra alternativa es que el Reino Unido decida permanecer en la UE después de todo. El gobierno retira su carta notificando a la UE su decisión de abandonar la UE, pero se necesitaría un nuevo referéndum en el Reino Unido y el gobierno de Theresa May se opone. Las encuestas recientes indican que un nuevo referéndum, diseñado para poner fin a una profunda crisis política interna, daría como resultado una votación para permanecer en la UE, después de todo.

¿Cuál de estos cuatro escenarios es más probable?

Nadie puede estar seguro. Hay problemas con cada uno de ellos: financieros, legales y políticos. Cada uno tendrá sus seguidores y sus críticos. Solo una cosa es segura: si no hay un acuerdo entre el Reino Unido y la UE, Gran Bretaña tendrá que sufrir grave problema.

Lo único seguro es que GB ha olvidado los ejemplos de liderazgo de Churchill, Thatcher y Blair, tiene a la persona menos indicada en el gobierno: un partido conservador sin una clara identidad, un partido laborista regresivo a las políticas que los llevaron a sufrir el ‘winter of discontent’ (la crisis que llevó a Thatcher y el liberalismo británico al poder en 1979) y, por lo tanto, un liderazgo débil que no permite ver el camino por delante. Lampadia




Muchos en GB luchan por permanecer en Europa

Muchos en GB luchan por permanecer en Europa

Parece que la oleada populista en Gran Bretaña se está volcando. Está aumentando la fuerza del #StopBrexit, una fuerza movilizadora que busca detener el Brexit. ¿Se puede? Si a finales de este año el Parlamento británico aprueba un acuerdo de transición con los otros 27 miembros de la UE, que incluya el marco para una futura relación comercial, Gran Bretaña abandonará la zona euro para siempre.

Sin embargo, si la gente decide que quiere detener el Brexit, es necesario que los diputados de Westminster voten en contra del acuerdo de retirada. Esto probablemente significaría que el período de negociación del Artículo 50 tendría que ser ampliado. En Westminster no hay consenso: el Gobierno del Reino Unido, dirigido por Theresa May, se desmorona y es profundamente impopular.

Si se llegase a dar el Brexit, sería el acto más dañino en la historia de la posguerra británica. También causaría un daño significativo a largo plazo al plan de la Unión Europea de unir a los países de Europa. Detener el Brexit es se ha vuelto una misión para muchos británicos y activistas recorren el país intentando convencer a la gente de que todavía no es demasiado tarde para revertir el curso del brexit. Ya se ha invertido más de un millón de dólares en campañas para frenarlo por completo.

Muchos británicos ya están tomando medidas de contingencia. Eurostat muestra cifras que indican una tendencia en constante aumento de los británicos que se han convertido en ciudadanos de otros estados de la UE en la última década: 6,555 británicos adquirieron la ciudadanía en otro de los estados del bloque en 2016 (un 165% más que en 2015). Por otra parte, reflejan además la preocupación de muchos británicos que viven actualmente repartidos por el bloque y que no saben exactamente cuál va a ser su situación dentro de un año.

Según Timothy Garton Ash, los británicos tienen seis meses para impedir el Brexit. Todavía es posible y afirma que “Al mismo tiempo, debemos seguir tratando de ganar el apoyo de la opinión pública, que se encuentra en un extraño estado de disonancia cognitiva (…) cada vez son más los que dicen que las negociaciones son un desastre y que el Brexit seguramente será nocivo para la economía e incluso para ellos personalmente.”

Líneas abajo compartimos su artículo donde explica cómo sería el proceso de impedir una división de Gran Bretaña con Europa:

Seis meses para impedir el Brexit

El Parlamento británico puede evitar todavía que Reino Unido culmine su salida de la Unión Europea. Un hombre, un voto, una sola vez, no significa vivir en democracia. La soberanía reside en los representantes del pueblo

Por Timothy Garton Ash
El País de España
11 de abril 2018

Si los partidarios del Brexit se salen con la suya, el 30 de marzo del año que viene nos despertaremos en una Gran Bretaña que ya no será miembro de la Unión Europea. Los partidarios de seguir siéndolo tenemos solo seis meses para evitarlo. Porque si, en su “votación significativa” de este otoño, el Parlamento británico acepta el acuerdo provisional que hayan alcanzado los negociadores, ya no habrá marcha atrás.

El bando del Brexit lo sabe y tiene una estrategia de una claridad leninista: hacer todo lo que sea necesario para llegar a ese punto. Hasta el antiguo líder del UKIP, Nigel Farage, se ha sumado a esta línea. El fin justifica los medios. No importan las concesiones que haya que hacer ni las líneas rojas inquebrantables que haya que cruzar, se trata de que el país atraviese la puerta de salida. Luego ya se verá.

Los adversarios del Brexit, por el contrario, tenemos 10 estrategias diferentes, es decir, ninguna. Si no nos aclaramos, caeremos derrotados en medio de una niebla de confusión y engaño.

Esa derrota sería probablemente así: de una forma u otra, los negociadores del Reino Unido y de la UE encuentran este otoño una fórmula. Algunas diferencias aparentemente insalvables, como la relativa a la frontera irlandesa, se suavizan mediante una mezcla de concesiones, complejidad y ambigüedad verbal.

Nuestros socios europeos lo aprueban, por fin, a altas horas de la madrugada, en un Consejo Europeo previsto para el 18 y el 19 de octubre, porque encaja en la cultura de acuerdos de la UE, porque quieren quitarse este dichoso asunto definitivamente de encima para concentrarse en todos los demás problemas y porque saben que, una vez que Gran Bretaña esté legalmente fuera de la Unión, su capacidad negociadora será todavía más débil que en la actualidad.

El Gobierno de Theresa May, con sus divisiones internas, acepta este acuerdo chapucero porque su tarea consiste en “cumplir el Brexit” y porque sabe que el Partido Conservador podría venirse abajo si no lo hace. La mayoría de los diputados conservadores votan a favor, muchos de ellos muy a su pesar y con mala conciencia, porque los jefes de filas los tienen agarrados por una parte muy delicada de su anatomía, porque temen las represalias de sus electores y los ataques del Daily Mail, porque “el pueblo ha hablado” y porque les han dicho que la alternativa es un Gobierno laborista dirigido por Jeremy Bréznev. No bastará con que haya unos cuantos conservadores rebeldes y valientes, los verdaderos Churchills de nuestra época, a diferencia de los de pacotilla como Boris Johnson: Gran Bretaña se encaminará, a rastras y como sea, hacia la salida.

Esta situación, que es la más probable, sería desastrosa. Como dice un antiguo ministro conservador, sería como caminar por un trampolín para arrojarnos al vacío. Gran Bretaña pasaría años negociando el significado exacto del Brexit desde una posición mucho más débil y las consecuencias negativas se verían gradualmente de aquí a 5 o 10 años. Un declive nacional pasito a pasito.

Para impedirlo, los partidarios de quedarnos en la UE debemos agruparnos y tener una estrategia clara para estos seis meses. Lo fundamental es convencer a los parlamentarios. La Cámara de los Lores está proponiendo una serie de enmiendas a la Ley de Retirada de la UE que incluyen la opción de permanecer en una unión aduanera. Estas enmiendas deben llegar a la Cámara de los Comunes en mayo. La gran mayoría de los parlamentarios quiere que sigamos formando parte de la unión aduanera. Si hay suficientes conservadores que pongan al país por delante del partido, derrotarán las propuestas del Gobierno.

Eso puede dar pie a un problema táctico. Un importante ministro partidario del Brexit ha dicho en privado que le parecería bien la unión aduanera. A Hammond (el ministro de Hacienda) le encantaría, y May sabe que es lo más conveniente para el país, porque además reduce, aunque no resuelve, el problema de la frontera con Irlanda. ¿Y si el Gobierno acepta la unión aduanera, impulsa esa versión un poco más suavizada del Brexit y convence a los conservadores vacilantes y a unos cuantos laboristas euroescépticos?

Es un riesgo que debemos asumir, porque aceptar la unión aduanera sería una gran derrota para el Gobierno y podría incluso desbaratar la táctica de “llegar hasta la salida” como sea. Una victoria parlamentaria suele alimentar las ganas de más. El siguiente paso podría ser intentar permanecer en el mercado único.

A partir de ahí, todas las posibilidades están abiertas. Hasta otoño puede pasar casi de todo. Hay una ligerísima posibilidad de que el Parlamento vote si el pueblo debe volver a votar (es decir, un segundo referéndum). Alguno de los grandes partidos puede dividirse del todo. Puede haber nuevas elecciones. Quién sabe. Como decía Napoleón, On s’engage et puis on voit! (Atacamos y luego ya veremos).

Al mismo tiempo, debemos seguir tratando de ganar el apoyo de la opinión pública, que se encuentra en un extraño estado de disonancia cognitiva. Pocos de los que votaron por el Brexit dicen que han cambiado de opinión, y algunos de los que votaron en contra opinan que debemos seguir adelante con el proceso. Pero cada vez son más los que dicen que las negociaciones son un desastre y que el Brexit seguramente será nocivo para la economía e incluso para ellos personalmente. Es decir, estamos en un agujero, pero sigamos cavando. Es terreno fértil para iniciar un diálogo, pero seamos realistas: es poco probable que esa cosa amorfa llamada “opinión pública” cambie en los próximos seis meses tanto como para transformar las connotaciones políticas del Brexit. Lo que sí podrá hacer es influir en los parlamentarios indecisos y de los que depende la cuestión.

Por eso, a los británicos que están de acuerdo conmigo les sugiero que hagan lo siguiente. Hablen con su diputado local, con todos los diputados que puedan. Arrincónenlos en la calle, en la playa, en el campo, mándenles correos electrónicos, abórdenlos en Facebook, en Twitter. Díganles que sus nietos preguntarán: “¿Qué hiciste en la votación del Brexit, abuelo (o abuela)?”. Anímenles a votar en conciencia, según su opinión sincera sobre lo que más conviene al país. Díganles que rechacen la mentira populista de que la democracia consiste en una persona, un voto, una sola vez. Nuestro Parlamento soberano, formado por nuestros representantes electos, esa es la verdadera democracia.Lampadia




La política británica al borde del abismo

El populismo ha sido una de las mayores plagas de la política latinoamericana durante casi cien años. En Lampadia lo hemos calificado como ‘una alianza entre la mentira y la esperanza’. La mentira, porque el político populista sabe que no va a cumplir con lo que ofrece, solo lo hace para conseguir votos de los más necesitados y carentes de alternativas. La esperanza, porque resulta ser como el último pedazo de madera del cual uno se puede agarrar en medio del mar, después de haber llegado a creer que ya nada puede darle algo que lo ayude a mejorar su situación.

Pero, lamentablemente, esta tendencia populista está propagándose por todo el mundo. En el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit, el resultado marca un cambio dramático, que parece haberlos llevado a perder perspectiva y dejar que procesos como la migración y la pérdida de competitividad con EEUU y China los lleven a una crisis de identidad y a malograr sus políticas públicas con una retórica digna de falsos paradigmas políticos.

Las consecuencias a corto plazo ya se están viendo: La incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales ya ha reducido la confianza en la libra esterlina, lo que vuelve menos atractivas las inversiones. El Banco de Inglaterra llamó al Brexit “el mayor riesgo para la estabilidad financiera nacional”.

Los efectos a largo plazo son más controvertidos, aunque la mayoría de los economistas consideran que también serán negativos. Económicamente es un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Según Martin Wolf (compartimos su artículo líneas abajo) “Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del Reino Unido este año y el próximo, de 1.7% y 1.5% respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.”

Uno de los grandes problemas es que, como afirmó Wolf la polarización entre ‘perdedores’ y élites, duró mucho tiempo,  “los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos ‘programas de ayuda social’, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. (…) En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.”

Y es que, efectivamente, en los países ricos, desde la crisis del 2008/9, se descuidó a los segmentos de población que vieron debilitada su situación económica. Esto originó que estos países importen el populismo como base del nuevo discurso político, ocultando que buena parte de los impactos en la desigualdad se debían a los impactos de la ‘Cuarta Revolución Industrial’, que ha generado una inmensa ola de automatización y debilitamiento de los empleos tradicionales. Ver en Lampadia: Porqué el populismo le está ganando a los liberales.

Tomemos lo que está sucediendo en el Reino Unido como una señal de alarma para nosotros. Ahora, más que nunca, es muy importante que los países emergentes como el Perú, tomen una posición anti populismo y reafirmen su opción por un mundo más globalizado y una economía abierta, destacando la importancia del comercio internacional para nuestro desarrollo económico y para beneficio e inclusión de nuestros pobres en la economía de mercado. Lampadia

Un Brexit herido podría naufragar la economía británica

Es absurdo sugerir que el RU podría soportar el impacto de menor acceso a los mercados

Martin Wolf
Financial Times
17 de noviembre, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

Los compradores en Petticoat Lane de Londres buscan mejores ofertas. Inner London es la región más rica de Europa, sin embargo, la economía del Reino Unido es una de las más divididas regionalmente, con una desigualdad en aumento © Bloomberg

La política británica está cerca del abismo. El país se ha embarcado en la separación de la UE con una primer ministra sin autoridad, y un gobierno sin unidad. Sería bueno si la economía del Reino Unido estuviera saludable. Desafortunadamente, sufre de profundas debilidades. Es probable que el Brexit muestre estos problemas con mayor claridad.

El desempeño económico de corto plazo del RU es decepcionante. Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del RU este año y el próximo de 1.7 % y 1.5 % respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.

Entonces, ¿cuáles son las debilidades?

Las secuelas de la crisis financiera han sido devastadoras. A pesar de las ventajas de un tipo de cambio flexible y autonomía monetaria y fiscal, la recuperación ha sido la más débil desde la segunda guerra mundial. Los ingresos medios reales disponibles de los hogares son solo 5% más altos que en 2007. Nuevamente, entre 2007 y 2016, los salarios reales crecieron 10.6% en Alemania y 6.4% en promedio en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Pero, en el Reino Unido, cayeron un 2.6%. Solo Grecia, México y Portugal tuvieron un peor desempeño en los salarios reales.

También se ha abierto una brecha generacional significativa. Quienes tenían entre 22 y 39 años experimentaron una caída del 10% en las ingresos reales entre 2007 y 2017. También fueron particularmente afectados por el aumento en los precios promedio de las viviendas de 3.6 veces el promedio anual de ingresos de hace 20 años a 7.6 veces en la actualidad. No es de sorprender que la proporción de personas de 25 a 34 años que obtuvieron una hipoteca haya caído bruscamente, del 53 % al 35 %.

La economía del Reino Unido sigue siendo la más dividida regionalmente, de Europa. Inner London es la región más rica de Europa. Las otras regiones (aparte del resto de Londres y el sureste) son mucho más pobres, sin embargo, cabe señalar que Francia, Italia y España tienen regiones más pobres que las más pobres del Reino Unido. Además, el PBI per cápita solo ha recuperado los niveles previos a la crisis en Londres y el sureste.                                                                         

Además, si bien el historial de empleo del Reino Unido ha sido bueno, el empleo a tiempo parcial es relativamente alto y varios empleos de categorías ‘inseguras’ han aumentado considerablemente. En 2016, por ejemplo, el 2.8 % de todas las personas en el empleo tenían contratos de cero horas, comparado con el 0.6 % en 2007. Debe ser difícil para las personas que trabajan bajo tales contratos tener mucho control sobre sus vidas.

El nivel de desigualdad del Reino Unido se encuentra entre los más altos de Europa. Si bien la desigualdad general no ha aumentado mucho en las últimas décadas (a diferencia de EEUU), los salarios máximos se dispararon al alza: hace 30 años, a los directores generales de la empresa se les pagaba unas 20 veces el salario del trabajador medio. Ahora es aproximadamente 150 veces. La gente podría preguntarse, dado el desempeño del Reino Unido, qué han hecho estos líderes empresariales para justificar esos enormes incrementos.

También podrían señalarse que la productividad promedio, por horas trabajadas, del Reino Unido, se encuentra entre las más bajas entre los países de altos ingresos y, lo que es peor, la productividad se ha estancado desde la crisis. En ambas medidas, el rendimiento es bastante similar al de Italia. Este rendimiento extremo de la productividad refleja en parte la cola enormemente larga (y creciente) de los de bajo rendimiento.

Por último, pero no menos importante, en esta lista de debilidades, la inversión en el Reino Unido es excepcionalmente débil según los estándares de países comparables y ha tendido a caer como una parte del PBI durante tres décadas. El gasto en investigación y desarrollo también es relativamente débil. Esto, según algunos, refleja incentivos perversos, que recompensan a la administración por la medida en que elevan los precios de las acciones en el corto plazo, en lugar de determinar si mejoran el desempeño a largo plazo de las empresas.

Esta no es una economía vigorosa y saludable que pueda soportar el impacto de un acceso sustancialmente menor a sus mercados más importantes. Es absurdo sugerir lo contrario. El desprecio que muchos políticos de la derecha parecen sentir por los pares europeos del Reino Unido es particularmente inapropiado. Las políticas destinadas a mejorar el desempeño económico en todos los ámbitos son esenciales, sobre todo porque la decepción económica debe haber sido uno de los motivos de la votación del Brexit. Sin embargo, es probable que el impacto del Brexit, combinado con las debilidades subyacentes del Reino Unido, provoque una decepción aún más grave.

El Reino Unido se ha embarcado en un viaje arriesgado en un barco con coladeras. Cuidado con el naufragioLampadia

 




Las agendas de Trump y Putin amenazan la estabilidad global

El mundo enfrenta una crisis de alto riesgo alrededor de Siria y Corea del Norte

Los ataques de 59 misiles contra Siria ordenados por el presidente de EEUU, Donald Trump, fueron una represalia al presidente sirio Bashar al-Asad por usar armas químicas contra 86 personas, entre ellas 27 niños, que murieron a causa del gas letal. Parecería que Trump está apostando a que Siria no tomará acciones al respecto y que los principales aliados militares de Assad, Rusia e Irán, también se abstendrán de responder militarmente, a pesar de que Siria dijo que al menos siete miembros del personal militar murieron en el ataque.

El ataque cambia radicalmente lo que ha venido defendiendo Trump antes y después de las elecciones de EEUU. Recordemos que Trump le exigía a Obama una actuación más contundente, pero sólo contra los yihadistas de Estado Islámico.

El Pentágono muestra las primeras imágenes de los misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra de la Armada estadounidense contra Siria. Fuentes: El Heraldo de Saltillo y 20 Minutes

Trump afirma que fue conmovido por las devastadoras imágenes del ataque químico que incluyó a mujeres y niños, por lo que ordenó un ataque con misiles a una base militar siria en represalia. Dentro de EEUU, los políticos han apoyado la medida de Trump en Siria, pero han advertido que para seguir adelante el presidente debe tener un plan y trabajar con el Congreso. 

El ataque de Trump ha sido ilegal y ha contravenido la Constitución de EEUU, pues lo llevó a cabo sin autorización expresa del Congreso.

Fuente: Criterio Hidalgo

Sin embargo, las reacciones al ataque de Estados Unidos han sido muy variadas a nivel internacional. Para algunos países, Trump ha desafiado a Rusia e Irán, aliados del régimen de al Assad, y podría cambiar el escenario de una guerra que dura ya seis años con un balance de más de medio millón de muertos y varios millones de refugiados.

Rusia

Recordemos que hace un par de años, Obama amenazó con atacar a Siria si se probaba el uso de armas químicas. Después de haberse probado el exceso de Assad, la amenaza de Obama quedó en nada, luego de que Putin, el autócrata ruso, asumiera la defensa de Siria.

Fuente: Juventud Rebelde

Nuevamente, ante las acciones de Trump, Rusia volvió a ponerse al medio. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e indicó que el acuerdo de seguridad aérea sirio que ha estado en efecto con Estados Unidos, ha sido suspendido. Vladimir Putin ve la medida de Estados Unidos como una “agresión contra una nación soberana” bajo un “pretexto inventado”. Inclusive, Rusia vetó un acuerdo de la ONU exigiendo investigaciones serias a Siria.

Rusia en Siria: ¿qué viene después? Fuente: BBC Mundo

La justificación de los rusos para permanecer en Siria y apoyar a Assad es compleja. No cuentan con muchos aliados en el mundo y, de esta manera, buscan dejar claro que ellos no los abandonarán. Su concepción de la geopolítica permanece congelada en el hielo de la guerra fría, cada ganancia de ellos es una pérdida de occidente y viceversa. Resienten la marginación histórica de occidente y lo que ellos ven como una intrusión en sus esferas de influencia, desde la conversión de países de su antigua órbita en miembros de la UE y la OTAN, hasta los asuntos rusos en Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Transnistria, y otros.

Para Rusia, todo es parte de un gran ajedrez geopolítico de jugadas maestras y contra jugadas, basadas en la concepción de Putin sobre sus deseos de recuperar los territorios que Rusia perdió después del colapso del imperio soviético. Ver en Lampadia: Timothy Garton Ash.

Irán

El gobierno en Teherán, otro fuerte aliado de Al Asad en Siria, también condenó “enérgicamente” el ataque aéreo estadounidense diciendo que la “acción unilateral es peligrosa, destructiva y viola los principios de la ley internacional”. El Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que “Irán condena enérgicamente cualquier tipo de ataque unilateral. Estas medidas afianzarán a los terroristas en Siria y complicarán la situación en Siria y la región”.

Desde que se derrocó al Sha, Irán ha estado en guerra a través de proxies (proxy wars) con monarquías que muchas veces oprimen a mayorías chiitas. Por eso es que Irán apoya a al Assad, que es parte de los Alawitas, una rama del Chiísmo y, sobretodo, enemigos de los sunitas. Por eso apoyan a Hezbollah, al gobierno de Iraq y a los rebeldes en Yemen y las rebeliones en Bahréin. El apoyar a Assad le permite a Irán luchar contra lo que ve cómo una invasión de Arabia Saudita, EEUU y las monarquías del golfo que financiaron con armas y dinero a grupos extremistas (entre ellos a ISIS) con tal de derrocar a Assad. 

Corea del norte

Corea del Norte no dudó en hacer notar su descontento. Utilizó el ataque estadounidense para justificar la expansión de su arsenal nuclear, tan solo horas antes de que Washington anunciara el envío del portaaviones USS Carl Vinson, junto con su respectiva flota, a las inmediaciones de la península coreana.

En un comunicado del ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Pyongyang indicó que “las sucesivas administraciones de EEUU han atacado a aquellos países que no tenían armas nucleares” y añadió que si la última arremetida contra Siria pretendía ser un “mensaje” para la nación asiática “no nos asusta”.

Fuente: El Informante México

Recordemos que Corea del Norte es un país que representa un gran riesgo para el mundo moderno ya que cuenta con un desarrollo no controlado de armas nucleares y es gobernada por una dinastía anastía con poderes dictatoriales. Una guerra con este país sería devastadora.

Ante la respuesta de Corea del Norte, Trump no tuvo mejor idea que responder así:

“Corea del Norte está buscando problemas. Si China quiere ayudarnos, estupendo.
Si no, ¡resolveremos los problemas sin ellos! EE UU”- Donald J. Trump. Fuente: Twitter

Tanto EEUU como Rusia, han enviado a las zonas de conflicto en Siria y Corea del Norte, amenazantes fuerzas navales que establecen una situación muy parecida a la de la crisis de los misiles en Cuba. Un escenario de alto riesgo, incluso por errores de cálculo o acciones descontroladas de algún elemento aislado.

Trump envió un portaaviones a Corea del Norte. Fuente: The Times

Posteriormente a estas acciones, EEUU utilizó uso la ‘madre de todas las bombas’, MOAB, que habría matado en las cuevas de Afganistan hasta 90 miembros de ISIS. El misil tenía como objetivo “minimizar el riesgo que afrontan las fuerzas armadas afganas y estadounidenses”, según el Pentágono. Mas allá del objetivo anti-ISIS, esta parece ser una clara advertencia a Corea del Norte de la disposición de Trump para llevar la situación a medidas extremas. Así lo aseguró el comunicado oficial del Ejército de EEUU, el cual afirmó que sus operaciones seguirán adelante “hasta que el Estado Islámico de Afganistán quede destruido”.

Fuente: El País de España

Por su lado, el gobierno de Corea del Norte habría fracasado en una nueva prueba de lanzamiento de misiles, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos, con un objetivo claro (y fallido) de enviar un mensaje que habría ‘backfired’ y solo ha generado aún mayores actitudes contra el país.

La tensión con Corea del Norte aumenta las crecientes discrepancias de EEUU con Rusia debido a sus diferentes posiciones respecto a la guerra de Siria. De cualquier manera, esta situación sugiere que la relación geopolítica entre estos países podría ser muy volátil en los próximos meses, y está sujeta a las reacciones impulsivas de un presidente sin experiencia previa en política exterior, los aprontes de dominio global de Putin y los intereses nacionales de todos los países involucrados en las áreas sensibles. Lampadia




La encrucijada de la Unión Europea

Paulatinamente, el siglo XXI se va desenvolviendo hacia procesos de impacto global que nos amenazan con puntos de inflexión, con discontinuidades, que pueden llevar a la humanidad hacia situaciones indeseables.

Nadie podía imaginar antes de la crisis del 2008/9 que Europa estaba ad portas de sufrir shocks que la hicieran trastabillar, como la propia crisis financiera y el colapso de las economías de algunos de sus miembros, la migración, el terrorismo y las reacciones populistas y nacionalistas.

En el artículo de Stubb, el ex Primer Ministro de Finlandia, que compartimos líneas abajo, encontramos las advertencias necesarias como para ir prestando atención a estos desarrollos, que no nos dejarán fuera del ámbito de sus impactos. En los próximos días, seguiremos revisando estos temas que deben llevarnos a una oportuna reflexión.   

 

La supervivencia de Europa depende de la defensa de la democracia por sus líderes

Alexander Stubb

Ex Primer Ministro de Finlandia

Financial Times

15 de setiembre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

“La cumbre de Bratislava debe ser vista como un paso en el camino a la renovación”

Finance ministers of EU countries and other participants pose for a group photo during an Informal Meeting of Ministers for Economic and Financial Affairs (Informal ECOFIN) in Bratislava, Slovakia on September 09, 2016. / AFP PHOTO / VLADIMIR SIMICEKVLADIMIR SIMICEK/AFP/Getty Images

Es imposible subestimar la importancia y el simbolismo de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bratislava. Hace un cuarto de siglo, el continente estaba lleno de esperanzas. El muro de Berlín había caído, la Unión Soviética se había derrumbado y la revolución de terciopelo había dado lugar a la amistosa división de Checoslovaquia. Bratislava rápidamente se convirtió en la capital de Eslovaquia.

Europa oriental y central se encontraba en transición hacia algo mejor. La democracia liberal y la economía de mercado habían demostrado su superioridad sobre los regímenes comunistas autoritarios. La UE pasaría de un club exclusivo de 12 países a una unión de 28.

Hoy en día, el sentimiento general de todos los que se encuentran en defensa del mundo libre parece ser uno de desesperación. Los populistas están incitando el miedo y están ganando los corazones de muchos votantes. El nacionalismo, anti-globalización, el racismo y la xenofobia están en movimiento. Brexit y Donald Trump son solo una manifestación de lo que vendrá.

¿Deberían los defensores de la democracia, la economía de mercado y la globalización abandonar toda esperanza? La respuesta corta es, absolutamente, ¡NO! Pero mucho dependerá del liderazgo que muestren las instituciones de la UE y sus miembros en los próximos meses. 

Esta reunión debe ser vista como el primer paso en un largo camino hacia la renovación: una UE sin el Reino Unido, una UE que necesita demostrar por qué sigue siendo el medio mas exitoso para manejar las relaciones entre los estados-nación. Para cimentar el camino, los líderes europeos deben transmitir tres mensajes claros.

En primer lugar, abordar el Brexit sin apuros. Es el evento más significativo en el proceso de integración desde el Tratado de Maastricht. Habrán impredecibles consecuencias políticas, económicas y legales de largo alcance. Dejemos a Gran Bretaña que descifre qué tipo de relación quiere con la UE. Dejemos que la UE trate de entender lo que significa la vida sin el Reino Unido.

En segundo lugar, centrarse en los aspectos básicos. La legitimidad de la UE se basa en su capacidad para obtener resultados. El crecimiento económico, la creación de empleo y la seguridad son la prioridad. Si uno de estos es visto como débil, sufre toda la unión. Si la UE se muestra incapaz de hacer frente a la crisis migratoria, la economía o el terrorismo; entonces, emergerán otras opciones. Y, por desgracia, tales alternativas tienen más que ver con el rechazo de la democracia liberal.

En tercer lugar, hacer una fuerte defensa de los valores europeos. Los actuales defensores de la democracia liberal, la economía de mercado y la globalización son pocos y dispersos. Parte del lenguaje utilizado en Occidente, incluso entre los líderes de la UE, hace que el déspota tradicional se vea como un defensor de la democracia y de la convivencia pacífica. Muchos líderes de Europa Central y del Este se consideraron héroes en la lucha contra el comunismo. Sin embargo, algunos le están dando la espalda a los mismos principios por los que lucharon. Esto debe cambiar para que Europa pueda sobrevivir.

En la situación dada, la UE tiene la tendencia de avanzar en tres etapas: crisis, caos y solución subóptima. En un mundo post-Brexit, estamos entre las etapas uno y dos. El tiempo se acaba, pero no es demasiado tarde para cambiar de rumbo.

Esta semana hemos visto los diferentes enfoques de la crisis: el institucionalismo de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea; el pragmatismo de Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo; y el flagrante nacionalismo de Nicolas Sarkozy, el ex presidente francés que busca otra oportunidad de llegar al Palacio del Elíseo. Este fue un anticipo del debate en Bratislava.

Los objetivos básicos de la UE -paz, prosperidad y seguridad- no han cambiado. Estos objetivos se han logrado en gran parte porque los líderes que actuaron después de 1945 tuvieron el coraje de unir sus soberanías y descansar en instituciones comunes. Hoy más que nunca, tenemos que defender esos objetivos. En una era de globalización sería una farsa, revertir hacia un artificioso nacionalismo y a las propuestas populistas.

Para todos los líderes reunidos en Bratislava: por favor piensen seriamente en lo que hemos logrado en los últimos 25 años. Atesórenlo, defiéndanlo y, sobre todo, a mejórenlo. Es hora de  hacer a Europa grande otra vez. Lampadia




La aplanadora regulatoria de la UE choca con Irlanda y Apple

La decisión de la Unión Europea de pedir a Irlanda que solicite a Apple la devolución de 13,000 millones de euros en impuestos (desde 2003) es, según Tim Cook, Director Ejecutivo de Apple, “una completa estupidez política”. En esencia, se trata de un reclamo tributario retroactivo, que hasta los más altos funcionarios del gobierno de EEUU han calificado como injusto. Esta situación ha llevado a Irlanda y a Apple a enfrentarse con la Comisión Europea y podría amenazar con destruir empleos en Europa.

Apple

Fuente: El Español

La Comisión Europea afirma que el Gobierno de Irlanda le ha dado un apoyo ilegal a Apple bajando artificialmente sus impuestos por más de 20 años. ¿Qué sucedió realmente? Apple fue una de las primeras grandes compañías tecnológicas en establecerse en Irlanda por invitación del gobierno. En 1980, Irlanda estaba en muy malas condiciones económicas: el desempleo era alto y mucha gente salía del país para encontrar trabajo en el exterior.

Una de las estrategias de Irlanda para atraer a las grandes corporaciones tecnológicas fue establecer el ‘flat tax’ (el impuesto plano a la renta). Se creó un sistema impositivo que es la piedra angular de su política económica, atrayendo al país a cientos de multinacionales, entre ellas Google y Facebook. Apple es solo una de las más de 700 empresas estadounidenses con divisiones en Irlanda, empleando a un total de 140,000 personas, según la Cámara de Comercio Americana de Irlanda. Además, el gobierno negoció con algunas compañías, Apple entre ellas, condiciones tributarias especiales (aún menores) a cambio de transferencia de tecnología y creación de empleos de alta calidad.

Fuente: CNN en Español

Estas medidas ayudaron a transformar Irlanda, que se convirtió en un país muy dinámico. Lamentablemente, la crisis financiera del 2008/9, en la que el gobierno se vio obligado a rescatar a todo el sistema financiero, la obligó a pedir un rescate de 85,000 millones de euros a la UE y el FMI. La posterior recuperación de Irlanda ha sido bastante notoria. Hoy día, el país  está posicionado como sede de más de un millar de empresas tecnológicas internacionales de primer nivel, como Google, Apple o Twitter que han situado al país en el mundo, generan decenas de miles de empleos y aportan una parte muy significativa de su PBI de 215,000 millones de euros. Irlanda también aloja a un buen número de farmacéuticas como la estadounidense Pfizer y la catalana Grífols, que han asentado allí sus sedes europeas y hasta la mismísima Zara hizo lo propio (confecciones) en 2011 para su negocio online. Todo esto ha ayudado al crecimiento económico del país, que en 2015 creció en 26%.

Los cambios en la economía de Irlanda en 2015

Volviendo al diferendo con la UE, el ministro de Finanzas de Irlanda, Michael Noonan, ha rechazado categóricamente la idea de que se trate de una oferta especial para Apple. “La Administración Tributaria de Irlanda no da un trato especial”. Además anunció que su país recurrirá a una apelación: “esto [el dictamen] es necesario para defender la integridad de nuestro sistema fiscal, aportar certeza fiscal a los negocios y desafiar la usurpación de las reglas de ayuda comunitarias en la competencia fiscal de un estado miembro soberano”.

Apple también apelaría la decisión. El equipo ejecutivo de Apple respondió ante las acusaciones de la Comisión Europea y ante la sentencia dictaminada. Según ellos, la sentencia es injusta y en ningún momento han roto las leyes de Irlanda.

“La Comisión Europea ha hecho un esfuerzo en reescribir la historia de Apple en Europa, ignorando las leyes de tasas de Irlanda y metiendo las reglas internacionales en el proceso. El caso de la Comisión no es sobre cuánto paga Apple en impuestos, es sobre cómo el gobierno consigue el dinero. Esto va a tener un profundo impacto sobre nuestro esfuerzo en la creación de empleo en Europa.

Apple cumple las leyes y paga todos los impuestos en todos los sitios donde está operando. Vamos a apelar y tenemos la confianza de que la decisión será replanteada.”

Más allá de Apple

La lucha de los impuestos va más allá de una supuesta obligación tributaria de Apple. Desde Estados Unidos se ha llegado a decir que Europa está celosa por el éxito de las tecnológicas estadounidenses. Parece que nuevamente Estados Unidos y Europa no pueden ponerse de acuerdo en temas regulatorios ni comerciales. Europa es conocida por generar grandes multas y regulaciones rígidas para controlar la forma en que las empresas tecnológicas operan en el viejo continente. Otras víctimas de estas prácticas han sido Facebook, Google, Amazon y Netflix. Aunque las verdaderas víctimas son los propios europeos, que pierden empleos y competitividad. También se llegó a implementar un increíble “impuesto al sol”, por más impresionante que suene. Ver en Lampadia: Un eclipse de la energía solar que desnuda un doble estándar.

Las normas de la UE ya han llegado a un punto que traban el desarrollo de la región. Como afirma Ian Vasquez en su columna de opinión: El Reino Unido y el futuro de Europa, “La UE empezó como un mercado común y zona de libre comercio. [Pero] Se ha transformado en el tiempo en un gobierno supranacional y burocratizado que centraliza cada vez más poderes y recursos financieros, y emite cada vez más regulaciones que sus 28 diversos miembros tienen que cumplir. Muchas regulaciones son simplemente ridículas”.

Lo grave de este proceso en la UE es que se da en medio de un sentimiento nacionalista, proteccionista y populista que con un tono antiglobalización empieza a extenderse por todo el bloque europeo. Como afirma un artículo del Financial Times:

“Nos encontramos ante un momento histórico. El sistema fiscal formado bajo la Sociedad de Naciones en 1928 se basa en la idea de que las empresas deben ser gravadas en el lugar donde se crean las ganancias, no donde se venden sus productos y servicios. Esto parece que puede colapsar y lo que sucederá a continuación es una incógnita y es probable que se asemeje a una guerra fiscal global”.

Esto es reiterado por Tim Cook, quien afirma que: “Esto es un tipo de impuesto hecho para la era industrial, no la era digital. Es retrógrado. Es horrible para América. Debería haberse arreglado hace muchos años. Ya vamos muy tarde para solucionarlo”.

Lamentablemente, la UE ha ido recorriendo un camino anti moderno de empoderamiento de la burocracia y la abundancia de normas que asfixian la creatividad y competitividad de los países miembros y de sus empresas y, degradan la calidad de vida de sus ciudadanos. El debate de Apple e Irlanda vs. la UE va más allá de un posible reclamo de impuestos. Muestra la debilidad de la UE y su necesidad de reformar sus políticas públicas, empezando por las de competencia, para que sean más acordes con el mundo moderno y la globalización. Lampadia




Los problemas de Europa van más allá del Brexit

En la siguiente nota compartimos información sobre dos fenómenos de la Unión Europea (UE) que están detrás de la reciente metida de pata de los británicos de haber votado por el Brexit, pero, más importante aún, muestran algunas de las grandes debilidades de la unión y complican la posibilidad de una perspectiva exitosa.

El primero se refiere a la escandalosa reacción de la UE ante la entrada al mercado de los sistemas de baterías para energía solar de Tesla y el segundo a la sentencia de Hans-Herman Hoppe sobre la insostenibilidad de la UE que toma más cuerpo ante el voto por el Brexit.

El proteccionismo europeo

En las siguientes notas mostramos la reacción del gobierno español (2015) ante el anuncio de Tesla de comercializar sus baterías para hogares:

¡Sale al mercado el invento que nos hará decirle adiós a la cuenta de luz!

Fuente: Magdalena Araus

Glosado por Lampadia

La nueva batería de Tesla Motors para los hogares permitirá utilizar al 100% la energía solar para abastecerse de electricidad y ya está a la venta.

Ya es real y está a la venta la batería para hogares que anunció la reconocida marca de autos eléctricos Tesla Motors que permitirá utilizar la energía solar en un 100% en las casas y prescindir de las redes eléctricas. 

Tesla Motors y su visionario CEO Elon Musk estaban planeando lanzar al mercado una batería capaz de almacenar de manera eficiente la energía que produce el sol durante el día, para solucionar el problema clásico de este tipo de generación de electricidad: en el día, cuando no la necesitamos es poderosa, pero de noche, cuando nos falta, es débil.

Aunque existen baterías para solucionar esto, su costo y tamaño son inviables para el uso doméstico masivo. En cambio la versión de Tesla lo hace posible.

La batería cumple “un papel similar a la forma en que los teléfonos móviles han sustituido a los teléfonos fijos”, explicó Musk. “Será un gran paso para las comunidades más pobres del mundo”, agregó, ya que eliminaría la necesidad de las redes eléctricas. Claro que el precio, a medida que se masifique la producción, debiese bajar, para ser alcanzable en lugares de escasos recursos.

Al igual que las otras patentes de la compañía, las de Tesla Energy serán abiertas, permitiendo a cualquiera, incluso a la competencia, utilizarlos y así masificar el uso de energías renovables en todo el mundo.

Pero el gobierno español preparó un impuesto contra la batería de Tesla

R. Pérez

Glosado por Lampadia

Los autoconsumidores no podrán recurrir a baterías como la lanzada recientemente por Tesla y sufrirán una penalización para los sistemas de almacenamiento que ya incorporan los nuevos paneles. 

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo [de España] creará un nuevo cargo que desincentivará el uso de baterías o sistemas de almacenamiento por parte de los autoconsumidores de electricidad que se conecten a la red.

‘El cargo se aplicará sobre la energía autoconsumida, dado que se beneficia del respaldo del sistema aun cuando no consuma energía del mismo’

“Sería genial, ¿verdad? Una batería que permitiera a los usuarios autogenerar la energía que consumen. Pues bien: lo que en EEUU se va a hacer realidad, en España, el Gobierno lo pretende dificultar”. E. Campano.

¿No es un escándalo, pretender alejar a los ciudadanos de un avance como el de Tesla? Otros ejemplos del proteccionismo europeo, se pueden ver en las recientes persecuciones de la UE a las corporaciones tecnológicas estadounidenses, como Google, Facebook y Uber.

La insostenibilidad del Estado del Bienestar

La entrevista a Hans-Herman Hoppe que glosamos a continuación, pone en duda la viabilidad de la Unión Europea, pensamiento que hoy se ha hecho más cercano dado el voto por el Brexit. Además, con su estilo crítico, comenta otros aspectos de la economía global que son importantes de aquilatar. Veamos:

“Veremos el colapso del Estado del Bienestar como vimos el del comunismo”

Entrevista de Diego Sánchez de la Cruz

Libre Mercado

29 Junio 2013

Glosada por Lampadia       

Afirma que los indignados son “meros izquierdistas que no tienen ni idea de economía”

Hans-Herman Hoppe, Filósofo, sociólogo, economista e historiador anarcocapitalista alemán

Pregunta: Discutiendo sobre la política monetaria de EEUU, usted ha dicho que la mejor manera de debatir con economistas como Paul Krugman es hablar con ellos como si fueran niños pequeños.

Respuesta: ¿Cómo se puede decir que imprimiendo dinero se conseguirá que una sociedad sea más rica? Si esto fuese cierto, ¿no podríamos acabar con la pobreza de la noche a la mañana? ¡Cualquier país del Tercer Mundo podría imprimir el dinero necesario para dar a cada recién nacido un montón de dinero y así acabar con la miseria! Lo que hay que entender es que imprimiendo dinero no abrimos más fábricas ni producimos más bienes.

Hablando de política monetaria, usted también ha advertido de que la discrecionalidad de los bancos centrales daña el emprendimiento.

Si tenemos un dinero respaldado por el oro o la plata podemos anticipar en gran medida el panorama monetario al que nos enfrentaremos de un año para otro. Sin embargo, si el dinero es fiduciario y un banco central como la Reserva Federal puede duplicar la masa monetaria en menos de un año, entonces las actividades del sector privado se vuelven mucho más complejas.

Ese daño al emprendimiento contrasta con el beneficio obtenido por empresas financieras, que en un sistema monetario como el actual tienen un rol privilegiado y pueden enriquecerse mientras el resto del sector privado vive en la incertidumbre.

Háblenos de Economía y Ética de la Propiedad Privada, que acaba de salir publicado en la Editorial Innisfree.

El libro es una colección de artículos en la que enarbolo esta defensa desde dos puntos de vista. La primera parte hace una defensa utilitaria de la propiedad privada, explicando por qué esta institución genera mejores incentivos para la creación de riqueza y la mejora de la productividad. Esto contrasta con la propiedad pública, que plantea el conflicto continuo entre las personas, ya que cada uno tendrá una idea diferente de lo que debe hacerse con ella.

En la segunda parte del libro hago una defensa ética de la propiedad privada, justificándola frente a la injustificable propiedad pública. La propiedad privada es el fundamento de la vida humana.

En su conferencia habló de otro tema recurrente en su trabajo: los incentivos de la democracia y de las antiguas monarquías. Desde la óptica económica, usted defiende que el primer sistema es peor aún que el segundo.

Empezaré definiendo el Estado como una institución que tiene máximo poder de decisión y gestiona un territorio de forma monopólica. Las monarquías y la democracia son formas de gestionar ese Estado. Ambas son instituciones peligrosas y, por lo tanto, no hablo de encontrar una buena solución sino de encontrar la menos mala. En ese sentido, detecto una cierta superioridad de las antiguas monarquías en la medida en que el Rey considera el Estado como su propiedad privada. Esto le llevará a pensar más en el largo plazo y a intentar preservar el valor de su capital, de ese Estado que, en cierta medida, es suyo.

En la democracia, el cuidado de esa propiedad por parte de un gobierno es de una legislatura, quizá dos o tres, pero no hablamos de una propiedad que permanece en las manos de los gestores durante toda la vida. Por eso, mientras que el monarca tiende a conservar su capital, el gobernante en democracia se orienta a consumir ese capital mientras ostenta el poder.

¿Mantiene su teoría en el caso de Medio Oriente?

Si comparamos países de Medio Oriente entre sí, vemos que Jordania o Marruecos son más civilizados que Egipto, Libia, Siria y esos lugares en los que se cambió la vieja monarquía por formas diferentes de autoritarismo.

¿Qué opina de los indignados? Este tipo de protestas, ocurridas en España con el movimiento 15-M o en EEUU con la plataforma Ocupa Wall Street, ha cuestionado el sistema capitalista que usted defiende.

Son protestas de ignorantes económicos que no entienden que esos escándalos financieros que tanto les disgustan tienen todo que ver con el socialismo monetario en el que vivimos. Sus críticas deberían ser contra el estatalismo, contra el intervencionismo, no contra el capitalismo, pero mucha gente en estas protestas son meros izquierdistas que no tienen el más mínimo entendimiento de la economía.

Por último, quisiera preguntarle por el futuro de Europa…

A día de hoy, como los alemanes hacen alguna que otra cosa bien, esto les permite tener la capacidad de rescatar a países como España. El problema es que esto hace que España siga cometiendo estupideces económicas. En cualquier caso, la montaña de deuda que es el Estado del Bienestar es insostenible, por lo que veremos su colapso, como vimos el del comunismo hace apenas veinte años.

Lampadia

 




Brexit: Sombrío futuro de GB tras absurdo referéndum

Los resultados a favor del Brexit en el referéndum del pasado 23 de junio marcan un cambio dramático para Gran Bretaña, y quién sabe más aún, para la Unión Europea. Un tema posible, pero visto con lejanía ha terminado causando una tremenda sorpresa y hasta estupor. Tan solo a horas del anuncio de la salida de los británicos de la UE, los mercados globales se han visto afectados significativamente y nadie acierta aún a estimar las consecuencias de este claro punto de inflexión en la historia moderna del mundo desarrollado. La mayoría de los jóvenes, anti Brexit, están en rebeldía. Gran Bretaña puede tener que enfrentar su propia disolución por la posible escisión de Escocia e Irlanda del Norte.

Gran Bretaña podría estar llegado a su fin como una entidad política. Y ya se habla de la posibilidad de que otros países europeos sigan el mismo camino.

¿Quiénes votaron por Brexit y quienes por Bremain? El voto a favor de permanecer en la Unión Europea vino de los territorios de Escocia, Irlanda del Norte, cuyos líderes no tardaron en declarar que van a considerar hacer referéndums para salir del Reino Unido después del voto de sus conciudadanos a favor de permanecer en la UE. También se destaca el voto de Londres.

¿Un voto emocional?

¿Sabían los británicos qué pasaría si ganaba el Brexit? Parece que muchos realmente no sabían por qué han votado. Poco después del resultado, Google informó cuales fueron las búsquedas más populares o ‘trending’, las cuales no solo trataban sobre cómo votar, sino también sobre cuestiones básicas relativas a las implicancias de la votación. Ocho horas después de cerradas las urnas, las búsquedas de “qué pasará si nos vamos a la UE” se habían triplicado.

Un día después de la votación ya se había generado un petitorio de más de 2,000,000 de personas para que se vuelva a hacer la consulta. Una vez que esta situación termine de asentarse, las encuestas de opinión van a registrar la profundidad de la toma de conciencia del voto por el Brexit.

¿Una tragedia para los jóvenes británicos?

Los poblaciones menores de 50 años, especialmente la de los jóvenes de toda GB, votaron contra el Brexit. Entre los menores de 25 años, los contrarios al Brexit prácticamente triplicaron a los que optaron por él. 

Según reporte del diario inglés The Guardian, una encuesta más reciente del mismo YouGov, el 75% de los jóvenes de 18 a 24 años votó por permanecer en la UE. Al haber enajenado a sus jóvenes, la votación del referéndum puede haber creado un daño gravísimo para el futuro de los británicos.

Después de la votación, la frustración de los jóvenes parece ser mayúscula. Los millennials con la sensación de estar encerrados en un espacio sustancialmente menor, perdiendo el sentimiento de ser europeos. Evidentemente, esto no puede quedar así en el futuro, se presenta, por delante, un proceso muy interesante que todos apreciaremos, seguramente con más sorpresas.

Los mercados

En cuanto a la reacción de los mercados esta fue muy fuerte y cuestionadora de la decisión, en GB y en el resto del globo.

El principal indicador del Mercado de Valores de Londres, FTSE 100 se derrumbó en los primeros minutos de operaciones tras perder 550 puntos, una pérdida que corresponde a 1,200 millones de libras. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, anunció que tiene herramientas para enfrentar la contingencia y pondrá a disposición 250,000 millones de libras de fondos adicionales para mantener estabilidad monetaria y financiera.

¿Qué sucederá ahora? Los activistas pro-Brexit han dicho que Gran Bretaña continuará intercambiando bienes y servicios con la UE; la mitad del comercio del país. Los defensores del Brexit también dicen que Gran Bretaña estará libre de la embrutecedora burocracia del UE.

Mientras tanto, quienes defienden el “no” o “Bremain” dicen que el Brexit es un salto al vacío y los principales economistas advierten de graves consecuencias. Como explica Martin Wolf, podría generarse una importante salida de capitales de la GB. Ver en Lampadia: Brexit pone en peligro la confianza de extranjeros.

Las consecuencias a corto plazo ya se están viendo: La incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales ya ha reducido la confianza en la libra esterlina, lo que vuelve menos atractivas las inversiones. El Banco de Inglaterra llamó al Brexit “el mayor riesgo para la estabilidad financiera nacional”. John Van Reenen, director del Centro del Desempeño Económico del London School of Economics, dijo a la CNBC que los impactos a corto plazo serían dolorosos: “Se obtiene un fenómeno de ‘estancamiento’ en el cual las empresas no quieren tomar nuevas decisiones, o nuevas inversiones, puesto que existe incertidumbre sobre el futuro. El efecto inmediato será una reducción de la actividad de inversión, una disminución de la contratación. Habrá una desaceleración inmediata del crecimiento”.

Los efectos a largo plazo son más controvertidos, aunque la mayoría de los economistas consideran que también serán negativos. Económicamente es un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Por mucho que la Unión Europea afirme estar preparada, la incertidumbre va a arrastrar al Reino Unido y contagiar a Europa, aunque se controlen otros intentos de salida de Holanda, Francia o Dinamarca. El gráfico inferior compara el comportamiento proyectado del PBI de la GB con y sin el Brexit, el cual muestra que la decisión del referéndum habría sido un error monumental. 

En los últimos 12 meses hasta 48,000 millones depositados en fondos británicos han ido a valores más seguros (Alemania y Estados Unidos), el proceso continuará en el corto plazo y para muchos analistas no se recuperará nunca del todo. La inversión en activos en el Reino Unido perderá peso en las carteras de inversores a nivel global.

Esto también traerá consigo una mayor tasa de desempleo. Según un análisis de The Economist Intelligence Unit, “la tasa de desempleo podría subir en 2017, alcanzando un máximo de 6% en 2018. Esto refleja un aumento de 230,000 en el número de desempleados en comparación con 2015, y son alrededor de 380,000 más que nuestra proyección para el 2018.”

Por otro lado está la incertidumbre del modelo comercial. Probablemente, Gran Bretaña buscará un estatus de país asociado, algo similar al de Noruega o Suiza, no obstante, aun así se afectará el comercio.

Se estima que el costo de vida para los británicos subirá porque mientras que apenas el 6.6% de las exportaciones comunitarias se dirigen a las islas, hasta un 51.4% de las ventas británicas se dirigen al continente. Los partidarios del Brexit creen que se sustituirá parte por productos propios y será bueno para la economía británica, pero la realidad económica no es tan simple y el escenario más probable, es que haya una importante contracción comercial. 

Esto llevará con casi toda seguridad a una recesión: Cuán grave sea dependerá de muchos factores, siendo uno de los principales cómo terminará siendo la relación entre Europa y el Reino Unido. El nuevo gobierno buscará que la UE sea generosa en el nuevo estatus que regirá las relaciones mutuas. Algo difícil a la luz de las reacciones contrarias. Aún si se lograra la mejor disposición, la OCDE estima que cada familia británica perderá 3,000 euros anuales.

Otro tema importante a enfrentarse es el de la inmigración. Todavía no está claro qué sucederá con los 1.2 millones de británicos que viven en otros países de la UE y con los casi 3 millones de ciudadanos no británicos de la UE que viven en Gran Bretaña. Durante los próximos dos años GB no podrá expulsar a los inmigrantes, período a partir del cual sí se podrán imponer las cuotas o mecanismos de control de fronteras que decida el gobierno.

Los orígenes del Brexit

Las causas de por qué llegó Gran Bretaña a esta difícil decisión son muchas, ver el análisis de Lampadia: Entendamos los factores que impulsan el Brexit y el artículo de Ian Vásquez: El Reino Unido y el futuro de Europa, en el que comenta que la burocracia de la UE ha llegado a establecer regulaciones simplemente ridículas, como prohibir el uso de platitos y otros contenedores tradicionales para servir aceite de oliva en restaurantes.

La UE, además de estar sobre regulada, es poco competitiva en los mercados globales, excesivamente proteccionista y permisiva con el incumplimiento de sus propias reglas.

Sin embargo, el descontento coyuntural de muchos británicos, con la UE parece estar más vinculado a los impactos en la opinión pública de las dos migraciones que afectan a Europa, la interna, entre los países de la UE y la más reciente y desbordada, la de las poblaciones desplazadas de Siria y otros países afectados por la violencia y la pobreza. 

Los seres humanos tendemos a ver algunos procesos como irreversibles, tal como se veía al mito de la UE, pero como dice el historiador chileno Rodrigo Moreno, “nada es irreversible”.

Comentarios y reacciones

  • El Brexit puede marcar el inicio de la desintegración en Europa. Algunos miembros nórdicos de la UE pueden decir “Sin el Reino Unido, la UE será mayormente la Eurozona, ¿qué hay para nosotros?” – Suecia, Dinamarca y otros. Según Nouriel Roubini.
  • El Canciller francés y el núcleo duro de la UE quieren apurar a Londres a iniciar las negociaciones de la salida. Hasta ahora en Europa no entienden los graves errores de la UE que han propiciado el Brexit y han venido dañando a la UE en conjunto.
  • “Este es el principio del fin para la UE”, aseguró Peter Lundgren, diputado del partido Demócratas de Suecia. “Otros países seguirán los pasos del Reino Unido. Europa va a caer”, agregó.
  • “El voto señala la necesidad de un nuevo tipo de globalización”.

“La llamada a castigar a la GB es un ejemplo de estupidez de la política europea”.

“¿Qué hacer?: Primero, parar la ola de refugiados terminando inmediatamente la guerra de Siria. No atacar a Bashar al-Assad y dejar que el combata a ISIS. Segundo, parar la expansión de la Otan en Ucrania y Georgia”, entre otros.

Jeffrey Sachs (Project Syndicate) [Que tal contrabando el de Sachs].

  • Un ganador entre los Conservadores: Boris Johnson, MP (Miembro del Parlamento) y ex alcalde de Londres. Promotor de Brexit. Un político carismático y erudito pero altamente populista.
  • Un perdedor entre los Laboristas: Jeremy Corbin, el líder del partido laborista que no siguió la línea pro europea de su partido. Se ha pedido su censura en el partido y el 50% de los ministros de su ‘Gabinete en la Sombra’ están presentando sus renuncias para forzar su salida de Corbin, solo lo defienden las cúpulas sindicales.
  • “Cameron pasará a la historia como el político irresponsable que puso en juego el interés general de Gran Bretaña y de Europa para resolver un problema personal y de partido”. Felipe González, El País de España.

Muchos procesos históricos, como el de la creación de la UE, son impulsados por líderes de primer orden, visionarios y persistentes. Lamentablemente, cuando estos procesos se dan por sobre entendidos y se pierde ‘la cara de hereje de la necesidad’, líderes de segundo orden asumen la conducción de los acontecimientos y todos los espacios de gestión y gobierno son invadidos por burócratas profesionales, que empiezan a justificar su existencia con regulaciones que muchas veces terminan por asfixiar y desnaturalizar las creaciones de nuestros mejores líderes.

Hoy Gran Bretaña y Europa enfrentan una situación caótica y frustrante. Sin lugar a dudas un momento histórico, una discontinuidad, un ‘cisne negro’, de consecuencias inciertas.

Una importante lección para el manejo de las democracias modernas es que no se deben hacer ofertas electorales irresponsables para ganar un poco más de votos, ni convocar plebiscitos cuando la población está exacerbada por algún proceso coyuntural. Cameron se equivocó de lleno y su renuncia es indispensable. Lo malo para el Reino Unido, es que se ha producido un vacío de liderazgo, pues ninguno de los partidos ni líderes individuales tiene una visión seria sobre la nueva realidad que deberá forjarse.  

Lampadia




Entendamos los factores que impulsan el Brexit

Entendamos los factores que impulsan el Brexit

El 23 de junio de 2016, la población de Gran Bretaña (GB) votará en un referéndum para decidir si permanece en la Unión Europea (UE) o si se desliga. Quienes son pro-UE sostienen que la salida le costará muy caro a los británicos en términos de prosperidad económica, estabilidad financiera y seguridad nacional. Quienes son anti-UE consideran que salir de la UE será bueno, ya que le daría a Gran Bretaña la libertad para determinar su propio destino para tomar decisiones sobre los impuestos, la inmigración y otros miles de temas que son de suma importancia para el bienestar económico y político de su pueblo.

Lo difícil de este debate es que hay buenas razones a ambos lados. El problema parece estar mal planteado. El debate no debería ser sobre si es mejor salirse o no de la UE, sino qué debería cambiar en la gestión de la UE para que Gran Bretaña permanezca como parte de esta asociación económica y política que nació después de la Segunda Guerra Mundial. Ver en Lampadia: ¿Será posible construir una nueva Europa?

Las motivaciones que impulsan el denominado ‘Brexit’ (Salida de Gran Bretaña, en inglés: Britain’s Exit) son muchísimas y completamente razonables. Como afirma Ian Vasquez en su columna de opinión: El Reino Unido y el futuro de Europa, “La UE empezó como un mercado común y zona de libre comercio. [Pero] Se ha transformado en el tiempo en un gobierno supranacional y burocratizado que centraliza cada vez más poderes y recursos financieros, y emite cada vez más regulaciones que sus 28 diversos miembros tienen que cumplir. Muchas regulaciones son simplemente ridículas”.

Entre los argumentos a favor del Brexit tenemos la alta contribución del Reino Unido a la UE, £13 mil millones en 2014; sin embargo, según FullFacts.org, solamente se recibió £4.5 mil millones de gasto por parte de la UE, dejando una pérdida contable de £9 millones. 

Otro ejemplo es que bajo las normas de la UE, Gran Bretaña no puede evitar que alguien de otro país miembro se mude a vivir a su país, mientras que los británicos se benefician de un derecho equivalente a vivir y trabajar en cualquier otro lugar en la UE. El resultado ha sido un enorme aumento de inmigración en Gran Bretaña, sobre todo de Europa del este.

Como afirma Ivan Vasquez, “Se ha llegado a prohibir el uso de platitos y otros contenedores tradicionales para servir aceite de oliva en restaurantes, por ejemplo, o regular la curvatura de ciertos plátanos. Muchísimas reglas imponen costos desmedidos. La política agrícola de la UE, por ejemplo, es altamente proteccionista e ineficiente. Consume el 30% del presupuesto de la UE para favorecer al 3% de la población europea, que son agricultores. El consumidor europeo termina pagando doble: por los subsidios y por los precios elevados de comida.” Líneas abajo presentamos algunos ejemplos de otras normas que desincentivan a Gran Bretaña a formar parte de la UE, o debieran ser la razón fundamental para plantear una reforma y evitar su alejamiento. (Publicadas en Cost of the EU – let’s spend our money on our priorities):

  • Normas que retrasan la construcción de escuelas y hospitales con trabas burocráticas y aumentan sus costos.
  • La obligación de aumentar los impuestos a la electricidad, que afecta sobre todo a las familias más pobres.
  • Se obliga el imponer IVA (impuesto al valor agregado) en productos que van en contra de los intereses de Gran Bretaña.
  • Se obstruye la construcción de viviendas gracias a la Directiva de Hábitats.
  • Debido a la contribución obligatoria de la UE, Gran Bretaña envía un total de £350 millones semanales a Bélgica, que podría ser utilizado en gastos públicos necesarios.
  • Las regulaciones de la UE generan costos adicionales de  más de £600 millones a la semana a las pequeñas empresas de Gran Bretaña.
  • El proteccionismo de la UE genera pérdidas millonarias a los agricultores y pescadores de Gran Bretaña.
  • El exceso de normas de la UE afectan el desarrollo de nuevas tecnologías.

Por otro lado, queda claro que el eventual Brexit pondría en peligro el comercio de Gran Bretaña con su principal socio comercial. La UE representa casi la mitad de las exportaciones e importaciones de Gran Bretaña, lo que corresponde al 15% del PBI del país. Un Brexit también haría de Gran Bretaña un destino mucho menos atractivo para la inversión extranjera, ya que parte del atractivo es su acceso a los mercados de la UE. Como explica Martin Wolf, podría generarse una importante salida de capitales de la GB, eventualidad para la que los bancos centrales están organizando un respaldo importante. Ver en Lampadia: Brexit pone en peligro la confianza de extranjeros.

De hecho, las consecuencias de un Brexit para la GB son difíciles de acota. Mucho dependerá de cómo terminen las relaciones entre Gran Bretaña y la UE. Podría llegar a ser como el caso de Suiza, que tiene una asociación con la Unión Europea, o como Noruega e Islandia, que están dentro de la Zona Económica Europea, y por lo tanto en el mercado interno, pero sin poder sufrir la imposición de normas por parte de la UE. O, alternativamente, podría ser que Gran Bretaña termine con una relación disminuida con la UE.

Desde el punto de vista de la UE, la salida de GB sería un tremendo fracaso de un proyecto que tiene muchos sustentos positivos para la propia UE, incluida GB, y para toda la humanidad. En un mundo multipolar con EEUU, China y más adelante India, una Unión Europea sólida que avance y no retroceda sería muy importante para el mundo global, pues además de los balances económicos implícitos, seguiría aportando los valores de la civilización moderna desde una plataforma inspiradora.

Lamentablemente, la UE ha ido recorriendo un camino anti moderno de empoderamiento de la burocracia y abundancia de normas que asfixian la creatividad y competitividad de los países miembros y de sus empresas. No dejen de ver en Lampadia el artículo del español Don José María Ruiz Soroa sobre el exceso de legislación, ¡Dejen de legislar!.                                                                                        

Lo grave de este enfrentamiento en la UE es que se da en medio de un sentimiento nacionalista, proteccionista y populista que con un sentimiento antiglobalización empieza a extenderse por todo el bloque europeo.

En términos económicos la permanencia de GB en la UE, es muy importante, como lo muestra el siguiente gráfico:

El referéndum del 23 de junio no es solo un problema económico, también es político. El debate va más allá de una separación de Gran Bretaña de la UE. Si se produce el Brexit, esto bien podría ser el inicio del fin de la Unión Europea y el consiguiente debilitamiento de la globalización, sobre todo ahora que, repetimos, asechan el nacionalismo, el proteccionismo y el populismo en una de las regiones más icónicas del mundo moderno. 

Lampadia




La nueva realidad europea después de la ola migratoria

La nueva realidad europea después de la ola migratoria

Comentario de Lampadia

Es importante tomar nota de los grandes cambios y tendencias que empiezan a rediseñar el mundo global. Entre ellos tenemos la cuarta revolución industrial, el peso de los países emergentes, la reducción de la pobreza global y el crecimiento de las nuevas clases medias, el caos geopolítico que va asentándose, el ajuste de China y la caída de los precios de los commodities y, por supuesto, la migración masiva hacia Europa.

En el siguiente artículo de Gideon Rachman se explica este último fenómeno con una buena perspectiva histórica. Hace unas semanas publicamos un artículo al respecto de Arturo Pérez Reverte: Los godos del emperador Valente, que presenta una visión bastante cruda de las migraciones masivas, pero que, lamentablemente, es menester aquilatar.

Vivimos tiempos nuevos y en Lampadia consideramos, en sintonía con nuestro objetivo de empoderar a los ciudadanos con análisis e información que también es necesario seguir este tema.  

La migración masiva hacia Europa es imparable

Gideon Rachman

11 de enero 2016

Del Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

 

La presión demográfica en África y el Medio Oriente impulsará la inmigración en el futuro

En los siglos 18 y 19, los europeos poblaron el mundo. Ahora el mundo está poblando Europa. Más allá del furor sobre el impacto de los refugiados -1m más que llegaron a Alemania en 2015- están grandes tendencias demográficas. La crisis actual de la migración está impulsada por las guerras en el Medio Oriente. Pero también hay fuerzas más grandes en juego que aseguran que la inmigración a Europa siga siendo un enojoso tema, aún después de que la guerra de Siria haya terminado.

Europa es un continente rico y viejo cuya población está estancada. Por el contrario las poblaciones de África, Oriente Medio y Asia del Sur son más jóvenes, más pobres y en rápido aumento. En el apogeo de la época imperial, en 1900, los países europeos representaban alrededor del 25 por ciento de la población mundial.

Hoy en día, la Unión Europea (UE) tiene alrededor de 500 millones de personas que representan un 7% de la población mundial. En contraste, en África hay más de 1,000 millones de personas y, según la ONU, habrán 2,500 millones para el 2050.

La población de Egipto se ha duplicado desde 1975 a más de 80 millones. La población de Nigeria en 1960 era de 50 millones, ahora es más de 180 millones y es probable que sea 400 millones para el 2050.

La migración de africanos, árabes y asiáticos a Europa representa la reversión de la tendencia histórica. En la época colonial Europa practicó una suerte de imperialismo demográfico, con los europeos blancos emigrando a los cuatro rincones del mundo. En América del Norte y Australasia, las poblaciones indígenas fueron sometidas y a menudo asesinadas – y continentes enteros se convirtieron en vástagos europeos. Los países europeos también establecieron colonias en todo el mundo y los inmigrantes se establecieron en ellas, mientras al mismo tiempo, varios millones fueron forzados a migrar involuntariamente como esclavos, desde el África al Nuevo Mundo.

Cuando los europeos poblaron el mundo, a menudo lo hicieron a través de “migraciones en cadena”. Un miembro de la familia se establecía en un nuevo país como Argentina o los EEUU, enviaban noticias y dinero a casa y, en poco tiempo, otros seguían.

Ahora las cadenas de migración van en la otra dirección: desde Siria hasta Alemania, desde Marruecos hasta los Países Bajos, desde Pakistán a Gran Bretaña. Pero en estos días, no es una cuestión de una carta a casa seguida de un largo viaje por mar. En la era de Facebook y el teléfono inteligente, Europa se siente cerca incluso si usted está en Karachi o Lagos.

Países como Gran Bretaña, Francia y los Países Bajos se han convertido en mucho más multirraciales en los últimos 40 años. Los gobiernos que prometen restringir la migración, como la actual administración británica, encuentran que es muy difícil  cumplir sus promesas.

La posición de la UE es que mientras que los refugiados puedan solicitar asilo, los “migrantes económicos” ilegales deben regresar a sus casas. Pero es poco probable que esta política pueda detener el flujo de población, por varias razones.

En primer lugar, el número de países que están afectados por la guerra o el fracaso de sus Estados, puede aumentar. Por ejemplo, las preocupaciones sobre la estabilidad de Argelia están aumentando.

En segundo lugar, la mayoría de los considerados “inmigrantes económicos”, en realidad nunca dejan Europa. En Alemania sólo el 30 por ciento de los solicitantes de asilo rechazados salen del país voluntariamente o son deportados.

En tercer lugar, una vez que se establecen grandes poblaciones migrantes, el derecho de “reagrupación familiar” asegurará un flujo continuo. Así que es probable que Europa siga siendo un destino atractivo y asequible para los pobres y ambiciosos de todo el mundo.

Una posible reacción para Europa sería aceptar que la migración desde el resto del mundo es inevitable – y abrazarla de todo corazón. Las economías endeudadas de Europa necesitan una inyección de juventud y dinamismo. ¿Quiénes van a servir en  sus antiguas casas y construir sus obras, si no son inmigrantes del resto del mundo?

Pero incluso aquellos europeos que entienden la migración argumentan que, por supuesto, que todos los recién llegados al continente deben aceptar los “valores europeos”. Eso puede ser poco realista, en parte porque muchos de estos valores son de relativamente cosechas recientes.

En las últimas décadas, el feminismo ha hecho grandes avances en Europa y las actitudes hacia los derechos de los homosexuales se han transformado. Muchos inmigrantes procedentes de Oriente Medio y África traen con ellos actitudes mucho más conservadoras y sexistas. Tomará más de unas pocas clases de educación cívica, cambiar eso.

Los europeos están profundamente confundidos acerca de cómo responder a estos nuevos desafíos. En la época del imperialismo, justificaron asentarse en tierras foráneas con la creencia de que levaban los beneficios de la civilización a las partes más atrasadas del mundo.

Pero la Europa pos-imperial, pos-Holocausto es mucho más cuidadosa con la afirmación de la superioridad de su cultura. Ha reemplazado la creencia en su misión civilizadora y la Biblia con énfasis en los valores universales, los derechos individuales y los tratados internacionales.

La gran pregunta para las décadas venideras es cómo la fe de Europa en los valores liberales universales resistirá el impacto de la inmigración masiva. Una batalla entre los nativistas y los liberales está empezando a dar forma a la política.

A la larga, espero que los nativistas pierdan, no porque sus demandas sean impopulares, sino porque son inaplicables. Puede ser que una nación-isla, rodeada por el Océano Pacífico, como Japón o Australia, pueda mantener un control estricto sobre la inmigración. Pero, será casi imposible hacerlo para la UE que es parte de la masa de tierra de Eurasia y que está separada del África solamente por pasos estrechos del Mediterráneo. Lampadia