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Cortar los rebrotes de raíz para que no se conviertan en segunda ola

Cortar los rebrotes de raíz para que no se conviertan en segunda ola

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Como podemos ver en el gráfico, la pandemia ha cedido considerablemente en nuestro país, pero no ha desaparecido. Abraham Levy nos lo pone así: “El SINADEF muestra una curva de fallecimientos que induce a pensar que la inmunidad colectiva ha contenido a la pandemia. Al término de octubre el decrecimiento del excedente de fallecidos se muestra marginal y con tendencia asintótica”.

Eso significa que el número de fallecidos se reduce cada semana, pero la reducción es cada vez menor. En la última semana que terminó el 31 de octubre, hubo 54 muertos por Covid en promedio según la sala situacional del MINSA, pero Levy advierte que según los partes del Sinadef, hubo 88 defunciones asociadas al Covid en promedio en los últimos 15 días hasta el 28 de octubre.

Para Farid Matuk, “estamos convergiendo a una nueva estabilidad, ligeramente superior por las mejoras en cobertura de SINADEF, a las cifras pre-epidemia Lo que no sabemos es si la inmunidad adquirida en 2020 es transitoria o no; éste es el mayor riesgo para el 2021”.

Claro, esa es la pregunta. El economista Waldo Mendoza cree que no habrá segunda ola. Calcula que “existirían en el Perú 14.6 millones de infectados, 46% de la población total. Debe ser el porcentaje más alto del mundo. Si la COVID-19 inmuniza a los infectados, estamos muy cerca o ya hemos alcanzado la inmunidad de rebaño. En consecuencia, no veremos una segunda ola en el Perú”.

Levy considera que el porcentaje de infectados no es tan alto. Como fuere, consultamos al Dr. Dante Cerso de Essalud si los distritos de Lima en los que se había reportado incrementos del número de contagiados dos semanas atrás habían vuelto a tener un aumento la última semana, y nos informó que hay 4 distritos en los que eso ha ocurrido, como puede verse en el siguiente cuadro:

Hubo incremento de casos en la semana 42 respecto de la 41 y luego en la 43 respecto de la 42. El porcentaje de incremento es el que corresponde a la última semana. A nivel agregado en Lima, sin embargo, hubo una disminución de 11%.

¿Significa que en esos distritos hay un rebrote? Según el Dr. Cerso, aún no se puede inferir tal cosa. ¿Cuántas semanas de incremento continuo tendrían que pasar para que estemos ante un rebrote? La repuesta no es clara, pero sin duda no deberíamos esperar una respuesta teórica: este es un caso en el que habría que intervenir con pruebas moleculares masivas para identificar y aislar a los infectados y sus contactos y abastecerlos de alimentos y medicamentos en sus casas a fin de impedir que estos rebrotes se conviertan en una segunda ola.

De eso se trata. El gobierno no puede descansar en la esperanza de que llegue la vacuna, que no sabemos realmente cuándo llegará ni en qué cantidades. Tiene que estar preparado para actuar cortando de raíz los rebrotes, algo que, aunque parezca increíble, hasta ahora no ha aprendido a hacer. Recién la Diresa de Ancash ha diseñado y está aplicando un modelo de intervención de este tipo, que el MINSA ha empezado a mirar para ver si lo adopta.

Hay un instrumento muy interesante que puede ayudar mucho. Después de larga demoras burocráticas, el equipo de Edward Málaga de la UPCH está iniciando estos días la validación de campo de la prueba molecular rápida que ha diseñado, y que debería estar produciéndose y comercializándose a fines de diciembre, cuando según algunos podrían darse amagos de una segunda ola o multiplicarse los rebrotes. O sea que saldría justo a tiempo.

La ventaja de esa prueba es que es mucho más rápida -pues da el resultado en 42 minutos-, es fácil de aplicar pues es como como una tira de embarazo –no requiere hisopado-, y es bastante más barata: 25 dólares por prueba, frente a los 100 dólares o más que cuesta la molecular normal. Y el gobierno no tendría el pretexto de no tener acceso a ello. Según el Dr. Cabezas, jefe del INS, esa institución posee ahora 408 mil pruebas moleculares normales, pero se sigue usando pruebas rápidas. También se puede importar pruebas moleculares rápidas más baratas desde ahora.

Con mayor disponibilidad de pruebas moleculares –normales o rápidas-, se trata entonces simplemente de darle más orientación estratégica y capacidad logística a la operación Tayta, que ha mejorado, pero todavía está lejos de poder atender (testear-aislar-abastecer) todos los casos que se presentan diariamente. Solo ha podido hacerlo con el 12% de los contagios que se han presentado desde el 1º de junio. En el siguiente cuadro tenemos sus números:

89,370 casos positivos son el 12% del total de casos que se dieron desde el 1º de junio. El ministerio de Defensa, que ejecuta ese programa, incomprensiblemente se resiste a aprovechar la capacidad logística de empresas privadas como Backus, Ransa, Alicorp y otras que ha sido ofrecida por la Sociedad Nacional de Industrias. Esa reticencia ha tenido y sigue teniendo consecuencias mortales. Lampadia




No hubo soluciones porque no reconoció malos resultados

No hubo soluciones porque no reconoció malos resultados

EDITORIAL DE LAMPADIA

El discurso del presidente Vizcarra en el Congreso tuvo algunos anuncios positivos, pero pecó de una falla fundamental: no se hizo cargo del hecho de que el país ha tenido uno de los peores resultados sanitarios y económicos en el mundo, no evaluó las razones de ello y por lo tanto no se enfocó en lo que se requiere hacer para remontar esos resultados.

No hubo planteamiento alguno acerca de cómo se mejoraría la estrategia sanitaria para contener un rebrote de la pandemia que puede terminar de arruinar la reapertura de la economía. Quizá no ve salida porque no concibe una alianza con el sector privado para llevar adelante con éxito, por ejemplo, una estrategia de identificación, aislamiento y abastecimiento de los contagiados y sus contactos, para cortar la cadena de contagio. O una estrategia conductual para infundir hábitos. O de distribución de alimentos para que la gente salga menos.

En lo económico-social anunció que por fin, después de más de tres meses, se terminará de repartir el primer bono universal, y luego, el próximo mes, se distribuirá uno segundo, algo que aliviará a las familias y de paso ayudará a reactivar el consumo, aunque no explicó si se hará con inclusión financiera (billeteras electrónicas).

Pero no mencionó los más de 3 millones de empleos formales que se han perdió solo en Lima, sin contar los empleos informales, ni qué se va a hacer para recuperarlos a la mayor velocidad posible. Esa es una tragedia con la que no ha empatizado. Entonces no habló de la necesidad de simplificar radicalmente las normas sectoriales, laborales y municipales para que los emprendimientos puedan volver a levantar vuelo y a contratar gente; es decir, una formalidad mucho más ligera e inclusiva.

Tampoco otorgó la prioridad máxima a las inversiones mineras, incluyendo Tía María, que por supuesto no fue mencionada. Sí destacó la cartera de proyectos por 57 mil millones de dólares, pero no puso el énfasis suficiente en la importancia estratégica de esas inversiones en este momento, más aún considerando que son las únicas que tienen mercado, financiamiento y productos con buen precio internacional. Tenía que explicar, persuadir.

Si hubiese evaluado los errores cometidos en lo sanitario y en lo económico, hubiese visto que la causa principal de los malos resultados ha estado en la ausencia de una alianza con el sector privado para llevar a cabo las estrategias, aprovechando la capacidad tecnológica, logística y de planeamiento de las empresas. Se esperaba entonces que ahora sí planteara dicha alianza, para reconducir con mayor eficiencia lo que viene. Pero, lejos de eso, repitió dos o tres acusaciones de malas prácticas anticompetitivas. ¡El gobierno puede prescindir del actor que maneja el 80% de la economía nacional!

El otro gran error cometido por el gobierno estos últimos meses, ha sido haber descuidado su relación con el Congreso, permitiendo una incontenible hemorragia populista. El Presidente no llamó la atención sobre la manera en que esos proyectos y leyes socavan el futuro del país y entorpecen la recuperación. Debió en todo caso demandar la elaboración de una agenda legislativa común, algo que por lo demás es un mandato contenido en el artículo 29 de la ley del Congreso. No lo hizo.

Sí planteo lo que llamó el “Pacto Perú”, convocando a todas las fuerzas políticas que van a participar en el proceso electoral. Cierto es que se requiere de un espacio en el que se pueda discutir y consensuar soluciones a problemas estructurales que vayan más allá de la coyuntura, precisamente para encauzar los impulsos populistas del Congreso, pero 5 grandes temas son demasiados y algunos innecesarios.

La pandemia ha puesto en evidencia dos grandes problemas: la precariedad de los servicios públicos de salud, y la informalidad. Concentrémonos en acordar soluciones para esos dos grandes temas. El segundo, la informalidad -o la reforma de la formalidad- ni siquiera figura entre los 5 temas. Y por lo menos dos de ellos son obvios y no necesitan acuerdo porque ya existe: lucha contra la pobreza y calidad educativa.

Necesitamos conversar sobre aquello sobre lo que no estamos de acuerdo, para salir del entrampamiento que nos agobia. Lampadia




La hora de una estrategia conductual para formar hábitos

La hora de una estrategia conductual para formar hábitos

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Hoy se abren los conglomerados y centros comerciales y en 9 días más se levanta la cuarentena. Es obvio que la pandemia puede repuntar mortalmente si es que la población no ha interiorizado profundamente los comportamientos que permiten prevenir los contagios, sobre todo el distanciamiento social y el uso de la mascarilla. Es decir, si no los ha convertido en hábitos incluso inconscientes.

Para eso no basta con la adopción formal de protocolos o con las indicaciones del presidente o del gobierno. Hace falta una estrategia de cambio conductual orientada a inducir esos comportamientos para que se produzcan de manera automática, natural.

Esa estrategia existe. En el Perú ha sido diseñada por el economista conductual Enver Figueroa, sobre la base de intervenciones que en ese sentido se han realizado en Italia, China, Reino Unido, Suecia y Noruega, y de los resultados de la “Encuesta de respuestas COVID-19 para entender el comportamiento” (SCRUB) realizada por especialistas de ciencias del comportamiento de 50 países, liberada por BehaviorWorks de la Universidad de Monash de Australia.

Esa encuesta se ha realizado en tres momentos distintos y llega a conclusiones tales como que quienes cumplen menos las recomendaciones son los hombres menores de 30 años, que el cumplimiento se reduce con el tiempo, que influye mucho en el incumplimiento la norma social (si otros salen de su casa, yo también) y el rechazo a la imposición o a los mensajes coercitivos (crowding out), y el simple olvido (de no tocarse la cara o de ponerse la mascarilla, por ejemplo).

Enver Figueroa explica que los seres humanos toman 35 mil decisiones por día de las cuales el 99,7% son automáticas, y que toma muchos días desarrollar un hábito. Señala que el recuento diario de contagiados y fallecidos no forma hábitos, tampoco el culpar a los “indisciplinados”. 

Respecto de las reglas que debemos cumplir para no contagiarnos, hay algunas, como lavarse las manos y cubrirse al toser, que son antiguas, nos las han enseñado desde chicos y están en el plano inconsciente, aunque no necesariamente en toda la población. En cambio “quédate en casa”, “mantén 2 metros” y “no tocarse la cara”, son reglas nuevas que están en el plano consciente, que solo las aplicamos luego de un esfuerzo consciente. Se trata de convertirlas en hábitos inconscientes precisamente.

La idea entonces, explica Figueroa, “es inducir los comportamientos inconscientes, con mensajes no impositivos, que sean aceptados”. La herramienta clave acá es el celular, que permite mediante el chip GPS que tiene incorporado, identificar los patrones de desplazamiento de las personas y a partir de ellos enviarles mensajes de texto o WhatsApp que las induzcan a los comportamientos recomendados.  

Figueroa explica que así fue como Noruega atenuó considerablemente la propagación del COVID-19. Reino Unido envía 2 millones de SMS y MMS por semana. La empresa X-Mode de EEUU envía más de 60 millones por mes.

Figueroa tiene el apoyo de la Universidad de Monash y de especialistas de Reino Unido e Italia que aportarán su experiencia, y del BID. Pero requiere que el gobierno (Ministerio de Salud) acepte implementarla. Y hasta ahora no ha tenido éxito en ese cometido. No es de extrañar. Lo mismo ha ocurrido con propuestas relativas al seguimiento de contagiados y sus contactos, por ejemplo.

Requeriría entonces del apoyo de empresas privadas, comenzando con las de telecomunicaciones, que acepten llevar a cabo un estudio piloto para probar la efectividad de los mensajes, que se comprobaría si las personas receptoras salen menos a lugares concurridos y cuando están en ellos mantienen la distancia necesaria respecto de los demás.

Esta estrategia es absolutamente vital para que la apertura de la economía y el levantamiento de la cuarentena no produzcan un rebrote letal de la pandemia en el país, que tendría consecuencias aún más catastróficas para la vida y la economía de los peruanos. Tenemos que llevarla a cabo. Lampadia




Sector privado y plataforma geo-localizadora para que funcione Te Cuido Perú

Sector privado y plataforma geo-localizadora para que funcione Te Cuido Perú

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Como sabemos, el cierre de la economía fue mucho más eficaz que la cuarentena. En el Perú la economía cayó en marzo -16.3%. En Brasil -1.5%, en Chile -3.5% y en Colombia -4.9%. Somos el país que más cerró su economía y el que más infectados tiene por millón de habitantes. El enorme sacrificio económico no tuvo un correlato sanitario.

La causa de esto último es conocida: la altísima informalidad, las aglomeraciones en los mercados, la falla en la distribución de víveres y bonos y la ausencia de una estrategia sanitaria inteligente. El problema es que la misma configuración estructural va a acompañar la reapertura de la economía y la salida de la cuarentena: mientras la economía formal se reabre por fases -cuando deberían abrir simultáneamente todas las empresas que puedan aplicar protocolos eficientes-, y con requisitos y exigencias excesivas, la informal se reabre de golpe a partir del 24 y sin protocolos.

Por lo tanto, si no se aplica estrategias sanitarias inteligentes, la pandemia puede rebrotar fácilmente.

Mercados

Se ha empezado, por fin, con mucho retraso, a intervenir algunos mercados. Los cierran y para reabrir deben cumplir condiciones de salubridad y aforo, al mismo tiempo que PRODUCE empadrona y formaliza a los comerciantes por medio del programa Tu Empresa, en coordinación con Sunat, Sunarp y el Colegio de Notarios. Eso está bien. Además, se pretende llevar a los ambulantes que circundan los mercados a otros espacios, formalizándolos, lo que ya está produciendo resistencia.

Si todo esto llega a funcionar relativamente bien, se reducirá en alguna medida la tasa de contagios, pero de todos modos la cantidad de gente que acude a los mercados hace muy difícil asegurar que se mantenga, por ejemplo, el distanciamiento necesario. Y de los 2,400 mercados están interviniendo sólo algo más de 30.

Te Cuido Perú muy lento

Por eso, se requiere ir más allá: ejecutar una estrategia transversal orientada a cortar las cadenas de contagios. Aislar a las familias de todos los contagiados de los últimos 14 días a nivel nacional, llevándoles alimentos a sus casas para que no salgan, y vigilando que no lo hagan. Es lo que están haciendo con los infectados de los mercados, pero debe ser general.

Para eso se creó “Te cuido Perú”, pero el jueves 14, exactamente un mes después de su lanzamiento, sólo había logrado abastecer a 6,353 familias con canastas de víveres y abarrotes, cuando los infectados de los últimos 14 días sumaban ese día 43,628. Es decir, muy lejos de la meta.

Sector privado, brigadas juveniles y plataforma geo-localizadora

Es obvio que el Indeci no tiene capacidad para avanzar a la velocidad necesaria. Está repartiendo alrededor de 600 canastas por día. Tendría que multiplicar por 10 esa velocidad para atender a los infectados restantes en un plazo de 6 días, por ejemplo. El gobierno debe solicitar el auxilio del sector privado. Grandes empresas de alimentos que tienen sistemas de distribución, lo harían mucho más eficientemente.

Y el alcance sería mucho más rápido aun si se entregara las canastas a brigadas juveniles, que a su vez las lleven a las casas, que tendrían que estar bien geo-localizadas. Una alternativa sería que los comerciantes de los mercados preparen y lleven canastas a las familias de los infectados. Como fuere, todo esto se puede manejar y monitorear perfectamente con una plataforma de geolocalización e interacción de datos que ha construido Leopoldo Monzón de Proesmín que Lampadia ha conocido y cuya presentación publicamos mañana.

Ese sistema puede ubicar a los contagiados y sus viviendas y a los jóvenes que integrarían las brigadas, por ejemplo. Podría decir cuántos jóvenes hay en la manzana o en un conjunto de manzanas, si son universitarios o profesionales y qué edad tienen. Puede monitorearlos por medio del celular, indicarles en qué viviendas tienen que entregar y saber dónde están cuando les toque entregar los productos. Y verificar si se entregaron. Lo mismo podría hacer con los comerciantes de ellos mercados, si ese fuere el caso.

Hábitos instintivos

La plataforma tiene también el registro de las organizaciones o juntas vecinales, que podrían seleccionar a los jóvenes. Puede, además, mediante mensajes de texto y WhatsApp enviados a los ciudadanos según la situación particular de cada uno, infundir e inyectar hábitos preventivos casi a nivel instintivo para que todos sean su propio policía y haya un control recíproco de las normas de distanciamiento, lavado de manos, etc. Esto es fundamental sobre todo para el sector informal y la pequeña y microempresa.

Cuarentenas focalizadas

Y debe servir luego cuando pasemos, acaso a partir del 24 de mayo, a una estrategia de cuarentenas regionales, distritales y barriales en las áreas de mayor tasa de contagio, para aislarlas y mantener a las personas en sus casas, llevándoles alimentos también, con este mismo sistema. Ricardo Fort y Álvaro Espinoza de Grade también tienen una aplicación para el manejo territorial.

Si no usamos este tipo de herramientas para que Te Cuido Perú y cuarentenas focalizadas funcionen, no vamos a ganar la batalla, y la pandemia puede recrudecer. Eso sería catastrófico. La economía formal tiene que abrirse más rápidamente y con menos profusión de requisitos y exigencias, pero la estrategia sanitaria tiene que ser mucho mas sofisticada y efectiva. Lampadia