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La sociedad civil debe demandar la bicameralidad

La sociedad civil debe demandar la bicameralidad

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Es hora de que la sociedad civil, el empresariado, la academia, exijan al Congreso la aprobación de la reforma constitucional que establece la bicameralidad, porque el asunto se está politizando en el mal sentido, con el riesgo de que este cambio tan importante no pueda materializarse. Se oponen las bancadas oficialistas, pero no con razones de fondo -que no existen- sino como una manera de levantar nuevamente la bandera de la asamblea constituyente.

Se argumenta que se está cambiando 52 artículos de la Carta Magna y que un cambio de esa magnitud tendría que ser aprobado con participación popular a través de una asamblea, lo que es una falacia por partida doble porque la mayor parte de esos 52 cambios consisten en sustituir la palabra Congreso por Cámara de Senadores y Cámara de Diputados, y el Congreso representa precisamente al pueblo y la Constitución contiene en su artículo 206 el mecanismo para reformarse.

Un tema tan importante como la bicameralidad no puede estar sujeto a la lucha política. Hace meses que se le viene pidiendo a este congreso que aborde la reforma política a fin de que el próximo gobierno pueda desarrollarse dentro de un marco que asegure mayor gobernabilidad y estabilidad. Muchos expresaban la preocupación de que un cambio de gobierno y de congreso no asegura nada porque no hemos cambiado las reglas de juego, de modo que terminarían repitiéndose los mismos males, el mismo desgobierno, el mismo populismo, el mismo desvarío, la misma degradación institucional y económica.

La reforma de la bicameralidad es precisamente el primer paso para resolver ese problema, para contener la destrucción legislativa del Estado peruano y del crecimiento económico sostenible. Para producir leyes más responsables, más meditadas, más serias. De allí la necesidad de que la sociedad civil, que sufre los estragos de la política, exija el cambio.

Pongamos unos ejemplos recientes:

La ley que autoriza la adquisición de armas por parte de los comités de autodefensa. No vamos a entrar a discutir las razones a favor o en contra, si se trata de poner a esos comités que ya existen y tienen armas bajo el control de las fuerzas armadas, o si existe el riesgo de que se conviertan en pequeños ejércitos del crimen organizado. Simplemente hacer notar que, si hubiésemos tenido un Senado, esa ley se hubiese discutido con mucha mayor profundidad y se hubiese analizado con mucho más detalle sus pros y sus contras.

Si hubiésemos tenido un Senado, la ley SUNEDU quizá habría apuntado donde debe: a disminuir las sobrerregulaciones a las universidades privadas sin debilitar la institución y sin devolver a las universidades públicas al abandono del Estado en el que estaban dejándolas además sin recursos para mejorar sus estándares, como lamentablemente ha ocurrido.

Lo mismo con la ley que eliminó el régimen CAS: con un Senado la ley resultante habría acaso incorporado ese personal al régimen de la ley del servicio civil, afianzando así la aspiración nacional a una administración pública meritocrática, en lugar de acabar con toda esperanza de meritocracia estatal, como ha ocurrido.

Asimismo, con un Senado, la ley que consagró la negociación colectiva en el Estado como método para los aumentos de sueldo, le habría dado al Ministerio de Economía el rol de poner límites a los aumentos, para evitar la activación de bomba de tiempo fiscal que estallará tarde o temprano.

O los retiros de los fondos de pensiones no se habrían aprobado o habrían sido mucho más moderados, sin poner en peligro la subsistencia misma del sistema privado de pensiones como está ocurriendo, dejando para el futuro una contingencia fiscal también incalculable e inmanejable y destruyendo el ahorro nacional que por primera vez el Perú logró conquistar.

Con un Senado se hubiese podido apreciar mejor las consecuencias ulteriores de esas decisiones legislativas, que ahora ensombrecen el futuro del Perú. Por supuesto, hay otras reformas para mejorar la calidad de la representación y de los partidos políticos, para que la gente de valía regrese a los partidos y a la política, que deberían también aprobarse y están en agenda. El asunto es empezar a trabajar. La sociedad civil debe exigirlo. No abandonar la tarea para dejarla al azar de la historia. Lampadia




Justicia en déficit

Justicia en déficit

Fausto Salinas Lovón
Cusco
Para Lampadia

El ministro de Justicia, Vicente Zeballos Salinas, ex alcalde en Moquegua, ex congresista por Solidaridad Nacional y ahora congresista independiente por haber renunciado a PPK, declaró recientemente a la prensa acerca de la conveniencia de que el Estado participe en ‘actividades estratégicas’ entre las cuales mencionó a la actividad portuaria, propuso que el Estado tenga ‘injerencia en los servicios públicos’, que ‘participe en la actividad petrolera y minera’ y afirmó, sin rubor, que ‘no se le debe tener miedo al Estado empresario’. Se preguntó también, para ratificar que no se trataba de un error, ‘¿cuantas líneas aéreas se están instalando en el Perú? eso despierta la inquietud de por qué no tener nuestra propia línea aérea?’

Conviene alcanzar al señor ministro y congresista algunas ideas y datos que lo ayuden a revisar su punto de vista. No me ha resultado difícil hacerlo ya que a inicios de los 90s me gradué de abogado en la PUC con una tesis precisamente referida a la actividad empresarial del Estado en el marco del proceso de regionalización y pude estudiar, las luces y sombras del estado empresario.

Augusto Álvarez Rodrich en Empresas Estatales y Privatizaciones graficó en aquellos años, mejor que nadie, los problemas de las empresas estatales: imprecisión de objetivos, deficiencias en su vinculación con el gobierno, inadecuados sistemas de control, interferencia política, deficiente evaluación de gestión y descapitalización. Uno de los cuadros más ilustrativos en el que figura en la página 31 de este libro, que desnuda los inmensos déficits de la aventura empresarial del Estado:[i]

Este cuadro muestra que en 5 años, los resultados positivos fueros esporádicos, mientras que los resultados deficitarios fueron mayoritarios. El déficit total en el quinquenio fue de 1,653 millones de dólares, a valor de 1989[ii], es decir una cifra mucho mayor a 3,438 millones de dólares a valor presente. En ninguno de esos 5 años, el holding empresarial estatal tuvo resultados positivos, hubo déficit en cada uno de estos años.

Lampadia, en su artículo ZAPATERO A TUS ZAPATOS de la semana pasada incluye entre otros datos, un cuadro del tweet de DIEGO MACERA, Gerente General de IPE, que amplía la perspectiva entre 1970 y el 2018, mostrando el carácter crónico del déficit entre 1970 y 1990 y la persistencia del mismo en los remanentes de la actividad empresarial subsistentes a la Constitución de 1993.

Fue precisamente el concepto de ‘actividades estratégicas’ al que alude el ministro Zeballos el que llevó al general Velasco a crear la mayor parte de estas empresas. Sólo la actividad petrolera del Estado generó entre 1985 y 1989 405 millones de dólares en déficit que pagamos con impuestos directos todos los peruanos, equivalentes a 842 millones de dólares actuales. Para comparar esta cifra con cifras actuales, ese déficit es mayor que el aporte del CANON GASIFERO de los años 2016 y 2017[iii]. Dicho de otro modo, significa no haber recibido canon gasífero por 2 años.

Si revisamos en el cuadro la actividad minera del Estado, también aludida por el ministro, veremos que esta fue la única actividad que generó resultados positivos netos en el período 1985-1989 del orden de los 26 millones de dólares (sumando CENTROMIN y MINERO PERU) cifra que a valor presente significaría 54 millones de dólares. Sin embargo, esta cifra en azul, equivale apenas al 5.6% del CANON MINERO aportado por las empresas mineras privadas en el año 2018[iv]. Dicho de otro modo: en 5 años las empresas estatales reportaban ingresos equivalentes al 5.6% de lo que aportan las empresas privadas sólo por canon en un año.

Podríamos seguir en el análisis por sectores y actividades y en la comparación de los déficits estatales versus los aportes privados y llegaríamos a la misma conclusión obvia: la actividad empresarial del Estado no genera ingresos ni beneficios y la privatización de estas actividades ha dado resultados positivos para el país. La pregunta es entonces, ¿porque el ministro lanza una iniciativa de este tipo contra una evidencia empírica incuestionable? ¿Como es que ni siquiera matiza su punto de vista con algunas actividades empresariales municipales que debido a la independencia y mercadización de sus procesos de gestión pueden exhibir mejores resultados? [v]

La ignorancia de estas cifras no es admisible en alguien que ingresa al ejercicio del poder. Sería una falta de respeto imperdonable. Sólo queda pensar entonces que se trata de una posición ideológica. La pregunta que se formula el ministro respecto a las líneas aéreas delata esta posición ya que si hay una razón por la cual el Estado no podría ingresar a un sector económico es precisamente porque este tenga muchos actores en juego, no siendo válida la premisa del razonamiento ministerial según la cual el hecho de que haya muchas empresas interesadas en ingresar al Perú nos debería llevar a pensar en crear nuestra aerolínea nacional. Precisamente cuando hay muchos ofertantes de bienes y servicios (que curiosamente no es el ejemplo que cita el ministro) es donde el Estado no puede entrar porque solo puede hacerlo bajo un rol Subsidiario, es decir cuando no haya quien lo haga.

La constitución de 1993 no fue ajena a la tragedia generada por el déficit fiscal que graficó oportunamente Álvarez Rodrich y precisamente por eso, modificó algunos aspectos del Régimen Económico de la Constitución de 1979 y estableció ese carácter subsidiario del estado en la economía y limitó la actividad empresarial del estado.

  • ¿Se puede admitir entonces que mi posición ideológica pueda estar en contra de la Constitución?
  • ¿Es válido esto para quien es el abogado del presidente?
  • ¿Es aceptable esto en quien juró el cargo ante la Constitución?

A nuestro juicio no.

Por eso creemos en este comentario que en justicia hay déficit, no solamente en alusión a las cifras ocasionadas por el estado empresario al que se quiere volver, sino también en el respeto a la Constitución que al parecer sólo sirve para jurar el cargo de congresista y ministro y luego hacer o decir lo que les parece. Si no creen en la Constitución y en sus límites, no la juren y no accedan a los cargos que ella provee y sigan en la cátedra, en la calle o en la política bregando por un modelo diferente. Lampadia

[i] ALVAREZ RODRICH, Augusto. Empresas estatales y privatización. Lima, Editorial APOYO, 1991, pag 31.

[ii] Se usa como factor de actualización la inflación en USA en el período que nos da un factor de 2.08 entre 1989 y 2019

[iii] Según cifras de la SNP el 2016 el CANON GASIFERO fue de 1286 mm soles y el 2017 de 1,295 mm soles, cifra que acumulada representa 2,581 millones de soles, es decir cerca de 782 millones de dólares.

https://www.snmpe.org.pe/informes-y-publicaciones/canon/canon-hidrocarburos/5136-reporte-canon-gasifero-2018.html

[iv] Según cifras de la SNMP, el año 2018 el aporte del CANON MINERO fue de 3,158 mm soles, equivalentes a 956 millones de dólares.

[v] Me refiero a las Cajas Municipales que son las pocas actividades empresariales estatales remanentes que tienen resultados positivos por su estructura de gestión independiente de los órganos políticos de gestión y actúan con sensibilidad al mercado, producto de la cual las más ineficientes han cerrado y han sido absorbidas por otras, lo cual no ocurre en las empresas estatales que parchan sus défitis con el presupuesto público.




La Constitución cuando me conviene

Fausto Salinas Lovón
Cusco
Para Lampadia

La Constitución se halla presente en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, aunque estos parecen no haberse dado cuenta.

  • Apelamos a la Constitución para exigir que nuestro honor, imagen o buena reputación sean respetadas y para obtener rectificación.
  • La invocamos para solicitar a la administración pública, información o para formular un pedido.
  • La invocamos para crear las asociaciones de vivienda, los clubes deportivos, los frentes de defensa, los gremios empresariales o las ONGs sin autorización previa.
  • Los trabajadores la invocan cuando son despedidos, para obtener la reposición o por lo menos la indemnización. También lo hacen cuando exigen su jornada de 8 horas o sus horas extras, porque la jornada máxima está escrita en la Constitución antes que en los panfletos sindicales.
  • Los medios de comunicación no solamente la han invocado para preservar las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento, sino también para lograr que no se afecte su publicidad y sobre todo la que viene del Estado, a lo cual ya hizo lugar el Tribunal Constitucional.
  • Los sindicatos la invocan cuando presentan un pliego de reclamos, cuando declaran la huelga y sobre todo, cuando se trata de proteger sus licencias sindicales, sus afiliados, sus cuotas sindicales y la exigibilidad de sus convenciones colectivas.
  • Los ciudadanos para poder participar en política como regidores, alcaldes, consejeros, congresistas o gobernadores, para ejercer la democracia que en las sociedades comunistas del partido único no existe.
  • La invocan las concubinas para que su unión de hecho sea respetada pese a la ausencia de matrimonio, derecho que no tenían antes de 1993.
  • Los empleados públicos todos los años para ejercer la huelga y la sindicalización que no tenían algunas décadas atrás.
  • Los padres de familia cuando exigen a las escuelas públicas el derecho de sus hijos a la educación gratuita.
  • Los ambientalistas cuando exigen el derecho al medio ambiente equilibrado saludable, que tampoco estaba reconocido antes de 1993.
  • Los empresarios para que sus contratos e inversiones sean respetadas.
  • Cuando no tenemos que asumir los déficits millonarios de empresas estatales que ya han dejado de existir porque la Constitución acabó con la empresa pública.
  • Los universitarios cuando exigen su acceso a la universidad pública y los presupuestos públicos para que se materialice la autonomía universitaria prevista en la Constitución, autonomía que ejercen hasta la autarquía al tomar los claustros por sus reivindicaciones en perjuicios de sus colegas.
  • La invoca cualquier propietario cuando la municipalidad, el ministerio o cualquier entidad del estado se la confisca, sin pago alguno, para hacer una carretera o una obra.
  • Los colectivos la invocan cuando hacen reuniones, marchas, paros y movilizaciones y cuando denuncian la “criminalización de la protesta”. Ni que decir cuando arrestan a algunos de ellos, donde el derecho a la libertad personal y la proscripción de la detención arbitraria se invocan automáticamente.
  • Las lesbianas, gays, trasnsexuales, bisexuales y queers para exigir igualdad y no discriminación.
  • Las comunidades campesinas que bloquean carreteras, exigen respeto a su territorio comunal, que no existía antes de que ingrese a la Constitución en 1920, con Leguía.
  • Las activistas de género cuando reclaman la igualdad frente a los hombres y cuando piden discriminación positiva a favor de las mujeres o cuotas de género.

La Constitución nos otorga estos y muchos otros derechos, garantías y principios. Pero también se encarga de su principal labor: diseñar el Estado, las instituciones y limitar el ejercicio del poder.

No es aceptable entonces que algunos sectores o algunos ciudadanos, que invocan cada día la Constitución, que se sirven de ella, no la respeten en otros aspectos como estos:

  • Cuando señala que el Parlamento se elige por 5 años (y no por el tiempo que le guste a quienes son minoría).
  • Cuando establece que los poderes públicos son independientes (y que el presidente no dirige la justicia, ni dice como se legisla).
  • Cuando establece que las personas son inocentes hasta que las condenen (y que nadie puede ir preso sin sentencia) o,
  • Cuando la Constitución establece que la legislación y la reforma constitucional son atribuciones del Congreso (y no de un presidente urgido por la necesidad se sobrevivir en base a las encuestas).

En ninguna sociedad sana la Constitución es una margarita que se desoja por los ciudadanos y que se aplica en unos casos si y en otros no. En ninguna sociedad sana los ciudadanos sólo invocan las partes de la Constitución que les conviene. En toda sociedad libre, moderna, abierta, democrática y plural, es el principal catálogo de nuestros derechos y al mismo tiempo el principal límite al poder. Su respeto integral es entonces un aspecto fundamental.

La crisis política, superada esta semana con el otorgamiento de la cuestión de confianza solicitada, ha dejado algunas evidencias. La más nítida es que hay sectores políticos para los cuales la Constitución sólo les sirvió cuando les convenía para llegar al poder o ser elegidos, pero una vez en el poder, la destruyen, la desprestigian y la denostan. Una de las lecciones de esta crisis política es identificar a quienes son enemigos de la Constitución, porque ellos son ante todo enemigos de todo aquello que la Constitución nos brinda para la vida cotidiana. Lampadia




La constitución y la situación actual

La constitución y la situación actual

Natale Amprimo
Para Lampadia 

La Constitución Política es una norma de ordenación del poder. Una suerte de protocolo de convivencia política, que fija los límites de los diversos actores que participan en la vida pública.

En el derecho público, a diferencia de lo que ocurre en el privado, lo no permitido es prohibido; ahí no juega la libertad de acción que tenemos las personas en nuestra vida cotidiana, y que se resume en el viejo aforismo “lo no prohibido es permitido”.

La Constitución establece los límites de la representación que el pueblo otorga a las autoridades que ejercen el poder de manera temporal.  Los elegidos no pueden salirse de ese corsé; pues ello sería como que un apoderado, autorizado solo para alquilar la casa de su representado, decidiese venderla, porque el precio ofrecido es muy bueno.

Lamentablemente, muchas veces los gobernantes no entienden esos límites, y en aras de lo que consideran el bien de la Nación, transgreden los topes que, a su representación, le fija la Constitución.

Cuando a Víctor Andrés Belaúnde, el maestro socialcristiano, le pidieron que describa el “poder”, dicen que lo hizo comparándolo con una orgía, pero sin orgasmo, porque el gobernante nunca se daba por satisfecho. 

Hay que recordar que Belaúnde, ya en 1931, en su obra “La Realidad Nacional”, señaló que el síntoma típico de nuestra crisis ha sido el “absolutismo presidencial”. Incluso, al día de hoy, como lo recuerdan César Ochoa y Baldo Kresalja, se ha exacerbado el presidencialismo de la Constitución histórica del Perú al extremo de llegar a un “presidencialismo hipertrófico”, que se caracteriza por una concentración de poderes legislativos proactivos y reactivos del Presidente de la República.[1]

Sobre el particular, Torres Arancibia lo desarrolla con nitidez, cuando señala: “Si el autoritarismo en el Perú ha encontrado campo fértil se debe en buena medida al absolutismo presidencial. En este punto no debe confundirse absolutismo presidencial con régimen dictatorial. El segundo es, como se sabe, un régimen de facto, cuyo origen espurio y principalmente por la fuerza, lo vuelve ilegítimo. El primero, por su parte –y para el caso peruano– está sustentado en la propia legislación. En otras palabras, en el Perú, la historia jurídica republicana ha fomentado siempre una figura presidencial fuerte, con mucho poder, casi omnímoda. Tal circunstancia llevó a decir a Víctor Andrés Belaunde en un célebre discurso dado en la Universidad de San Marcos en 1914 que ‘el presidente de la República es un virrey sin Monarca, sin Consejo de Indias, sin oidores y sin juicio de residencia’. Pero la afirmación de Belaunde se quedaba corta: ningún virrey del Perú tuvo tanto poder como un presidente peruano actual”.[2]

Lowenstein, el famoso constitucionalista alemán, en 1957 desarrollo la teoría de la “enigmática triada”, según la cual el hombre tiene tres incentivos fundamentales que dominan su vida en sociedad y rigen la totalidad de las relaciones humanas, y que de una manera misteriosa están unidos y entrelazados: el amor, la fe y el poder.

La historia, dice Lowenstein, muestra cómo el amor y la fe han contribuido a la felicidad del hombre, y cómo el poder a su miseria; y añade: hay algo común en estas tres fuerzas: el hombre puede sentirlas y experimentarlas, así como apreciar su efecto por sí mismo y su medio ambiente; pero lo que no llega es a conocer su íntima realidad, pues toda preparación lógica es insuficiente para penetrar en su esencia.  Por ello, el intento humano de querer comprender el amor, la fe y el poder tiene que quedar reducido a constatar y valorar sus manifestaciones, sus efectos y resultados.  Se podrá conocer cómo estas fuerzas operan, pero no se podrá captar lo que ellas son realmente”.[3]

Hago estas reflexiones previas pues, como lo he referido en algunas entrevistas brindadas a diversos medios de comunicación, percibo un panorama de confrontación que, penosamente, me recuerda el que vivimos –y pocos combatimos- previo al 5 de abril de 1992; en el que, todos los días, veíamos al presidente de entonces confrontando con el Congreso para capitalizar el descontento popular.

La única forma seria de salir adelante como país es fortaleciendo nuestras instituciones; y ello solo se logra si, más allá de nuestras conveniencias coyunturales, nos damos una suerte de “baño de legalidad”, o de “constitucionalidad” mejor dicho; lo que implica que se actúe respetando, y haciendo respetar ese código de convivencia y buenas costumbres que es la Constitución, aunque esa tarea sea a veces ingrata, dada lo encendidas que están las pasiones.

Es fácil caer en la tentación de hacer eco a los cánticos de la barra, inclusive más fácil aún es dirigir a un rebaño desorientado sobre la base de decirle lo que quiere escuchar, pero eso, más temprano que tarde, generará una nueva desilusión. De ahí mi crítica a lo que veo actualmente: una vez más pareciera que se sirve la mesa para que los radicalismos nos gobiernen. Se destruye lo construido, con todo el esfuerzo y sacrificio que ello significó, en aras de seguir acentuando el odio y la contradicción.

Veamos: Se plantea bicameralidad, sobre la base que el proceso legislativo requiere una mayor reflexión y pausa, y a la vez se levanta la voz porque no se aprueban las reformas en 40 días; o, se levanta como bandera la lucha contra la corrupción, pero en el proyecto de modificación se propone que para habilitar la acusación constitucional contra altos funcionarios se requerirá 2/3 de los votos del futuro Senado; entre otras contradicciones.

En el fondo, acaso no nos damos cuenta que lo que hay detrás de algunos, es generar el precedente para, vía un futuro proceso de reforma fast track, variar el régimen económico y volver a un Estado interventor de la economía, como el que teníamos antes de la Constitución de 1993.

Estamos notificados. Lampadia

 

[1] KRESALJA, Baldo y OCHOA, César. Derecho Constitucional Económico. Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2009. Páginas 823 -824.

[2] TORRES ARANCIBIA, Eduardo. Buscando un Rey: el autoritarismo en la historia del Perú, siglos XVI – XXI. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2007. Página 151.

[3] LOWENSTEIN, Karl. Teoría de la Constitución. Ediciones Ariel. Segunda Edición. Barcelona, 1970. Página 23.




La Era del PT en Brasil – II

En este segundo artículo, Sebastiao Mendonca nos explica el peculiar proceso de ascenso al poder del PT en Brasil.

Años antes de organizarse el PT, el gobierno militar había creado por ley, dos únicos partidos políticos reconocidos, la Alianza Renovadora Nacional (ARENA), oficialista, y el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), de oposición.

ARENA, de orientación liberal, pero gobiernista, perdió esencia moral por su cercanía a la dictadura, y el MDB, de orientación izquierdista y opositor, dio luego origen a varios partidos de izquierda.

El PT se benefició del rechazo a la dictadura, y se estableció como un movimiento de masas de pensamiento radical. Esto le permitió crecer de manera importante, pero no llegar al poder, pues su radicalismo generaba un importante freno entre las élites y las clases medias.

Pero, la habilidad de Lula, lo llevó a disfrazarse de moderado al publicar su “Carta al pueblo brasileño”, que le permitió romper las resistencias y llegar al poder.

Algo muy parecido a la ingenua maniobra gestada por Vargas Llosa en el Perú, para pasar el trago amargo de apoyar a un ‘odioso nacionalista’, con tal de evitar el gobierno del ‘odiado fujimorismo’.

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Como expliqué en el artículo anterior, el Partido de los Trabajadores, PT, fue creado en 1980, en un momento muy favorable para la propagación de sus ideas políticas. Los años previos a su creación fueron una combinación de crecimiento económico, modernización y autoritarismo. Esa combinación había cambiado radicalmente la sociedad brasileña.

El país venía de una fase de crecimiento acelerado entre 68 y 76, y recientemente había ingresado en una fase de inestabilidad económica. Para tener una idea de lo que fueron los 9 años del “milagro brasileño”, durante el gobierno militar, hay que considerar que en ese período la economía creció a una tasa anual promedio de 10%, multiplicando el PBI por 2.4, en menos de una década. Entre 1967 y 1980, el ingreso per cápita había pasado de $3,800 a $8,300, incrementándose 2.2 veces, aumentando así el peso social de la clase media y de los trabajadores industriales.[i]  Entre 1967 y 1980, “el milagro brasileño”, El ingreso per cápita creció 2.2 veces.

Los dos únicos partidos existentes en Brasil, en aquél entonces, habían sido creados por el gobierno militar. La Alianza Renovadora Nacional (ARENA), oficialista, y el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), de oposición, y tuvieron que adaptarse al ambiente represivo de su época, y estaban alejados del movimiento social que emergía a fines de los 70. El PT no tenía competidores, en la nueva escena política.

En lo ideológico la situación era aún más favorable. La izquierda tenía ventaja moral por estar en la oposición a un gobierno autoritario y los liberales, que lo habían apoyado, estaban moral y políticamente descalificados. Las ideas de la izquierda repetían las propuestas políticas de los años 50 y 60, contaban con abundante literatura (libros, artículos académicos, revistas, etc.) mientras las ideas liberales eran completamente nuevas en Brasil y no tenían aceptación fuera de unos pocos círculos intelectuales, los Institutos Liberales.[ii]  

El crecimiento del PT

El proceso de crecimiento político del PT fue sin dudas acelerado. Los grupos de izquierda radical y moderada estaban recuperándose de la devastadora derrota de los años 70 y buscaban con ansiedad aliados contra el gobierno militar. Por ello, cuando surge el PT, ligado a un movimiento social emergente, le llovieron aliados desde la intelectualidad de izquierda.

Después de un largo período de autoritarismo, el interés por participar en la política crecía en una sociedad mucho más rica, con una clase media más numerosa y expandida por la cobertura nacional de los medios de comunicación, especialmente la televisión. En la juventud, interesarse por la política significaba estar en oposición al gobierno militar, y acercarse a los partidos que asumían esa postura.

En su primer proceso electoral, en 1983 el PT obtuvo 8 diputados federales. En el 2003, en su sexto proceso electoral, un año después de la elección de Lula como presidente, el PT alcanzó su máximo de 91 diputados federales, volviéndose la 2ª fuerza en el Congreso, superado solamente por su viejo aliado, el PMDB, ex-MDB (el partido de Michel Temer).

El PT también creció en el control de municipios. De 38 municipios en 1988, el PT pasó a 187 el 2000, permitiendo consolidar su organización a nivel nacional.[iii] Además, el PT logró controlar importantes capitales como Sao Paulo, Porto Alegre, y Fortaleza. Sin embargo, el gran salto de control de municipios vendría después que el PT llegara a la presidencia (ver cuadro).

La transformación del PT

El PT nace como un partido ligado al movimiento sindical, a los grupos de izquierda y a la iglesia católica. Era un partido con una amplia base social y una militancia numerosa. Los analistas políticos amigos del PT, muy numerosos, [iv], [v] lo calificaban como un “partido de masas” en contraposición al concepto de “partido de cuadros” de Lenin. Esa concepción de partido, ligado al movimiento social de los trabajadores, había sido desarrollada a fines del siglo XIX por la social-democracia alemana, pero era presentada en Brasil como si fuera una innovación local.

Poco después de su creación, el PT tenía tres activos estratégicos: (a) su inserción en el movimiento social, (b) la capacidad discursiva de la intelectualidad de izquierda, y (c) el carisma de Lula. Fue con esos activos iniciales que el PT comenzó a ganar representantes en el aparato del Estado: diputados, alcaldes, senadores, y gobernadores. Así se inicia el proceso de acumulación de fuerzas del PT.

En la medida en que el PT aumentó su inserción en el Estado, ganó una nueva fuente de poder político y económico. Crecer en el Estado pasó a ser su objetivo principal, y vencer en los procesos electorales pasó a ser el núcleo de su estrategia. La idea del Partido de Masas y de los discursos de agitación política fueron gradualmente pasando a la historia. La clave ahora era el manejo de las campañas electorales, especialmente los debates. El PT se especializó en dos elementos: descalificar moralmente a sus rivales y defender sus buenas intenciones sociales. Los estrategas de marketing político del PT resultaron siendo muy competentes en montar la historia del conflicto entre los buenos (los candidatos del PT) y los malos (los rivales).

El cambio en la concepción partidaria del PT y su acomodo a la lucha electoral no se dio sin dificultades. Tanto los líderes como las bases del PT eran radicales, anti-capitalistas, y por razones más que mundanas estaban abandonando la lógica de sus discursos para justificar su ascenso como miembros privilegiados de las “clases dominantes”. Los líderes del PT, pobres de ayer, en pocos años se volvieron miembros de la clase alta o se hicieron millonarios.

El problema del PT fue cómo explicar la disonancia entre su ideología anti-capitalista y el disfrute de los privilegios del poder en una sociedad capitalista. Para los líderes del PT, la ideología era un objeto maleable, pero los privilegios del poder eran irrenunciables. Los recursos del Estado brasileño eran gigantescos (millones de millones de dólares) y no era tan difícil montar los mecanismos de malversación y corrupción. Además, su ideología les ofrecía una justificación conveniente: ellos estaban expropiando una riqueza producida por el sistema capitalista para implementar sus objetivos socialistas. La amoralidad de los líderes del PT tiene mucho que ver con ese tipo de justificación ideológica.

Los líderes optaron entonces por los beneficios del poder, aún que en sus mentes y en las reuniones internas ellos seguían siendo anti-capitalistas y hostiles a la democracia “burguesa”. Ese pragmatismo no significaba que el PT se había vuelto un partido democrático, ni mucho menos. Lula seguía siendo un amigo y aliado de Fidel Castro, y soñando con un sistema como el de Cuba. El PT no aceptó firmar la Constitución de 1988, a pesar de su sesgo estatista, demostrando que en su proyecto político el partido no apostaba por el régimen democrático. Si uno revisa sus documentos internos, encuentra que el respeto del PT al marco institucional de la democracia brasileña no era resultado de una apuesta conceptual por ese sistema sino de una situación en la correlación de fuerzas, es decir, el PT no tenía como destruir las instituciones y mantener su imagen de partido democrático. Ni Lula ni el PT jamás se auto-criticaron por no haber firmado la Constitución de 1988, ni la han firmado hasta hoy.

Para los militantes de base, que no compartían los beneficios de ser miembros de la “clase dominante” el discurso seguía siendo radical. Ellos llegaron a ser un millón y medio de personas y necesitaban de una utopía que les motivara. Es interesante leer los documentos presentados por las diversas tendencias políticas en los congresos del PT, para observar la diferencia entre lo que se decía en los documentos y la realidad de la práctica política de los líderes. 

Lo que los líderes del PT hacían era un uso utilitario de la democracia, pues el ejercicio de los derechos democráticos les resultaba muy efectivo para sus intereses políticos y económicos. Para ellos, la democracia les brindaba las condiciones óptimas para llegar al poder y disfrutar de sus privilegios.

La nueva estrategia

El PT crecía en forma rápida, y ganaba congresistas, gobernadores y alcaldes. En pocos años, el PT ya tenía recursos económicos, base social, intelectuales en las universidades, artistas en la televisión, periodistas amigos, voceros en los medios de comunicación, y muchos representantes elegidos, pero su discurso ideologizado y anti-sistema preocupaba a la élite y no convencía a los sectores medios del país. Por ello, Lula perdía las elecciones nacionales. Sucedía que, en el Brasil como en muchos otros países de América Latina, quien no gana a la élite y a la clase media no gana la presidencia, y Lula fracasaba en ganar a esos dos sectores.

Es después de la 3ª derrota de Lula, en 1998, que el PT comienza a repensar su estrategia y a reelaborar su narrativa. La terminología anti-sistema, que emocionaba a sus líderes y militantes, podría seguir en las reuniones internas, pero debería ser eliminada de los discursos públicos.

Lula llega al poder el 2003

Los fracasos del gobierno de Joao Goulart, en Brasil, y de los demás gobiernos de izquierda en América Latina (Salvador Allende, Hernán Siles Zuazo, etc.), enseñaron a los líderes del PT la necesidad de no destruir el marco económico del capitalismo para no matar la fuente de sus beneficios. Ese nuevo enfoque en la izquierda latinoamericana (Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador, Bolivia, etc.) posibilitó hacer una alianza con algunos sectores de los empresarios, ampliando así su coalición de poder. El PT fue uno de los primeros a aplicarlo en su campaña del 2002.[vi]

Lula reelegido el 2007

Para su cuarto intento (2002), el PT ajusta su estrategia y Lula envía dos mensajes clave: nombra a un gran empresario textil, José de Alencar, miembro del Partido Liberal (considerado como una fuerza de derecha), para ser su vice-presidente, [vii] y (b) lanza un nuevo mensaje al país por medio de la “Carta al pueblo brasileño”.

En la Carta al Pueblo Brasileño, Lula mantiene su inevitable estilo demagógico, pero elimina los elementos de resentimiento social y de cambio radical, típicos de sus discursos anteriores, y asume una serie de compromisos con la estabilidad del marco económico, afirmando que:

  • Para avanzar hacia el nuevo modelo, es necesario respetar los contratos y obligaciones del país como condición para tranquilizar los mercados financieros.
  • Defiende las exportaciones: “Aquí gana toda su dimensión una política dirigida a valorizar el agro negocio y la agricultura familiar…” “Nuestra política externa debe estar orientada para ese inmenso desafío de promover nuestros intereses comerciales…”
  • Se compromete con la estabilidad monetaria y fiscal: “Quiero ahora reafirmar ese compromiso histórico con el combate a la inflación…” “Vamos a preservar el superávit primario lo que sea necesario para impedir que la deuda interna aumente y destruya la confianza en la capacidad del gobierno de honrar sus compromisos…” “La estabilidad, el control de las cuentas públicas y de la inflación son hoy un patrimonio de todos los brasileños…”
  • Y concluye hablando de crecimiento y estabilidad: “Hay otro camino posible. Es el camino del crecimiento económico con estabilidad y responsabilidad social…”

La carta fue una jugada maestra, disolvió las preocupaciones de la élite y desarmó el discurso de sus competidores. Con esa nueva propuesta, resultaba poco creíble afirmar que Lula sería un peligro para la estabilidad económica. Negar las buenas intenciones de Lula, su voluntad de transformar al Brasil en una sociedad más justa e inclusiva, sonaba como egoísmo y discriminación social.

Lo que Lula no habló en su carta fue del respeto a la constitución ni de la alternancia democrática. En el vacío del silencio, todos creyeron que Lula sí los respetaría. Como veremos, una vez en el gobierno, el PT construiría una diversidad de mecanismos, entre ellos la corrupción institucionalizada, para evitar la alternancia democrática y eternizarse en el poder.

El 1º de enero del 2003, el Sr. Luis Inacio Lula da Silva recibió la banda presidencial y un abrazo amistoso del presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso. La Era PT había comenzado. Su gobierno se beneficiaría mucho del alza de las commodities y demoraría 13 años para terminar en la peor crisis económica y moral de la historia la república brasileña.

El próximo artículo será sobre el PT en el Poder. Lampadia

 

 

[ii] Esa situación de las ideas liberales solo va comenzar a cambiar a partir del 2013, cuando se inician las grandes movilizaciones en contra del gobierno de Dilma Rousseff.

[iii] Cada municipio controlado permitía al PT tener una representación política local, puestos de trabajo para sus militantes, un presupuesto para negociar contratos y una influencia sobre los medios y periodistas, es decir una fuente local de mensajes pro-PT. En las capitales de los estados esos beneficios tenían alcance regional.

[iv] Ribeiro, P. (2008). Dos sindicatos ao governo: a organização nacional do PT de 1980 a 2005. Universidade Federal de São Carlos, São Carlos, São Paulo, Brasil.

[v] Amaral, O. (2011). Ainda conectado: o PT e os seus vínculos com a sociedade. Opinião Pública, 17(1), p. 10-44.

[vi] Ese giro de la izquierda permitió que su “programa mínimo”, su propósito político de mediano plazo, se transformara en una especie de capitalismo de lazos con justificación ideológica. Esa nueva coalición entre los partidos de izquierda y algunos sectores de los empresarios les permitió prolongar sus períodos de gobierno y uso de los recursos públicos.

[vii] El Partido Liberal era conservador, del lado opuesto al PT en el espectro político. Esa alianza chocó a parte de la militancia y del electorado del PT, pero funcionó, pues en la 2ª vuelta, aún molestos, tuvieron que votar por Lula.




Martín Vizcarra en pos de Gobernar

En su discurso de inauguración, Martín Vizcarra, el flamante Presidente de la República anunció que “lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país”.

Excelente manera de iniciar su mensaje a los peruanos. Como hemos explicado en Lampadia, PPK y su equipo erraron clamorosamente en la orientación de su gobierno. En lo político confrontaron con Fuerza Popular (FP) en la campaña y en el gobierno; y prefirieron gobernar cerca de las izquierdas anti-sistema, con la ilusión de conseguir algunas capacidades para enfrentar los conflictos sociales.

Ellos, los PPKs, son los responsables de haber generado reacciones de FP, que propicionó que guardara sus luces y ofreciera su lado oscuro. Una prueba al canto:

Días antes de la investidura, Keiko Fujimori convocó a don Luis Bedoya Reyes (LBR), para encomendarle que le alcanzara a PPK, la propuesta de un nombre para posible primer ministro, un independiente de buen nivel, que podría haber provocado un acercamiento entre el ejecutivo y el legislativo. Lo increíble, es que a pesar de las tratativas del ínclito Bedoya Reyes para juntarse con PPK, previas explicaciones del tema a su personal de apoyo, el presidente electo no recibió a LBR y frustró la mejor oportunidad de convergencia de las fuerzas democráticas pro-mercado.

Ver en Lampadia: Un pésimo gobierno y renuncia con veneno

Otra prueba de la actitud que embargó el gobierno de PPK, son las declaraciones de su congresista Juan Sheput, de ayer, después de la asunción de Vizcarra:

“Si Vizcarra designa a Elmer Cuba, la bancada de PPK debe evaluar pasar a la oposición”. Correo, domingo 25 de marzo.

Gracias a Dios y a los aires limpios que nutren a nuestros provincianos, Martín Vizcarra está probando estar muy por encima de esas pequeñeces y errores.

Un primer elemento de diferenciación de Vizcarra con sus antecesores, es el estilo y contenido de su discurso de investidura, que plantea corregir los errores del gobierno de PPK y sus allegados, empezando por hacer un compromiso de gobierno en vez de un juego de poder. Ver en Lampadia: Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana.

Veamos algunas frases que hemos glosado del discurso del presidente Vizcarra:

  • Llegó el momento de decir Basta. Los graves acontecimientos que se han conocido en los últimos tiempos ameritan que se esclarezcan responsabilidades.
  • Lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país.
  • La clase política tiene la obligación de dar respuestas y no enredarnos en peleas encarnizadas.
  • El Nuevo Gabinete será completamente nuevo.
  • Primero: pondremos nuestro mayor esfuerzo en La lucha contra la Corrupción. La transparencia será un pilar fundamental.
  • Segundo: lograr la Estabilidad Institucional. La división de poderes es la base de cualquier democracia.
  • Tercero: nuestro horizonte es el de un país estable, con crecimiento ordenado y equitativo, y debemos avanzar rápido en este camino. El país debe ser cada vez más competitivo, y generar empleo de calidad. Fomentaremos la inversión privada, la iniciativa de los emprendedores y apoyaremos a nuestras pequeñas y medianas empresas. La Construcción de Infraestructura sostenible también será un pilar de nuestra gestión.
  • Cuarto: el desarrollo del Perú no es otra cosa que la mejora de la calidad de vida de cada uno de los peruanos. La Salud, la generación de empleo y la seguridad ciudadana, serán       centrales. La Educación será pilar central de nuestra gestión.
  • A nuestros jóvenes quiero decirles que hemos enfrentado problemas aún más grandes que los que afrontamos hoy. No pierdan la fe en sus instituciones. PERMÍTANNOS DEMOSTRARLES QUE EL PERU ES MAS GRANDE QUE SUS PROBLEMAS.
  • Somos un país con futuro, pero ese futuro dependerá de nuestro comportamiento.
  • Propongo un Pacto Social que nos comprometa, a luchar sin distingo alguno contra la corrupción e impulsar el desarrollo equitativo, democrático e integrador.
  • ¡El Perú Primero!
  • Miguel Grau, en una de sus frases más importantes, dijo “Yo no soy más que un pobre marino que trata de servir a su patria” Ese es el espíritu de humildad y entrega que el país requiere de nosotros.
  • La educación no puede esperar, la salud no puede esperar, las regiones de nuestro país no pueden esperar, y sobre todo, cada uno de los 32 millones de peruanas no puede esperar.
  • LOS INVITO A QUE INICIEMOS ESTE CAMINO POR LA GRANDEZA DE NUESTRA PATRIA. LOS INVITO A TRABAJAR UNIDOS, PARA SALIR DE ESTA CRISIS Y CONSTRUIR JUNTOS EL FUTURO QUE SOÑAMOS.
  • ¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!

Ver el discurso completo en: Discurso de investidura de Martín Vizcarra

El Perú es un país fértil. Con solo hacer las cosas en la dirección correcta, las calidades de nuestra gente y nuestros inmensos y variados recursos, nos permitirán retomar el camino de la prosperidad que abandonamos el 2011.

¡Bienvenido Presidente Vizcarra! Lampadia




Xi Jinping transita hacia el poder eterno

En una maniobra que tendrá importantes consecuencias para China y el resto del mundo, el Partido Comunista Chino ha propuesto una enmienda constitucional que pone a Xi Jinping a cargo indefinidamente.

¿Cómo funciona el gobierno chino?

Xi Jinping es la figura más poderosa del sistema político de China, su influencia proviene principalmente de su posición como secretario general del Partido Comunista de China y lider del comité permanente del Politburó de siete miembros. Mientras que en teoría se toman decisiones por consenso, Xi es el líder absoluto y con sus allegados manejan el comité permanente.

Cambios en el número de mandatos

Hasta ahora, el secretario general tenía derecho a servir un máximo de dos mandatos consecutivos. Una norma constitucional fijada por Deng Xiaoping, para evitar el gobierno de una sola persona y el endiosamiento de Mao Zedong. La eliminación de  esta disposición se considera como una medida para garantizar que el actual presidente, Xi Jinping, permanezca en el cargo más allá de 2023, sin límite alguno.

No se puede negar que, desde que asumió el primer puesto en la jerarquía política china en 2012-13, Xi ha consolidado el poder de manera constante. En los últimos cinco años, la purga masiva contra la corrupción de Xi capturó a más de un millón de funcionarios, militares y políticos. Convenientemente, la unidad de soborno también barrió a la mayoría de los rivales potenciales de Xi, dándole una mano libre para sellar su autoridad en el sistema de partido y estado. Puede haber dos razones para esta movida: o el mismo Xi tiene miedo de ser purgado o simplemente el sistema chino ha seguido su curso.

Consecuencias para el mundo

El Perú, y el mundo, solo pueden ver esto con una sensación de recelo. China se ha convertido en un referente de la globalización para el mundo. Durante tres décadas creció a un promedio de 10% anual. Cuando tuvo que reorientar su economía al consumo interno, desde las inversiones y exportaciones, sorprendió por su armonía. Ahora se consolida como la economía que pronto será la más grande del mundo. A medida que Xi consolida el poder en sus manos, puede que el liderazgo de China se torne más arbitrario y conflictivo.

Este peligroso proceso en China, se suma a la entronización de Putin en el poder absoluto en Rusia, configurándose una sustancial complicación de la geopolítica global de los próximos años.

En Lampadia consideramos que esta noticia es de mucha importancia, por lo que líneas abajo compartimos algunos elementos de tres artículos importantes.

I. China abre la ruta para “eternizar” a Xi Jinping y convertirlo en el Mao del siglo XXI

Alejandro Tapia
26 Feb 2018
La Tercera de Chile
Glosado

En octubre pasado, durante el XIX congreso quinquenal del Partido Comunista chino (PCch), Xi Jinping fue elevado a la altura de Mao Zedong después de que su nombre fuera incluido en los estatutos del partido por su “pensamiento para la nueva era del socialismo con características chinas”. Pero ahora, el PCch dio un paso más allá, al proponer eliminar el límite de dos mandatos consecutivos, lo que en estricto rigor, podría “eternizar” a Xi, quien tendría el camino despejado para extender su mandato mucho más allá del año 2023, cuando expira su gestión de 10 años.

Willy Lam, de la Universidad china de Hong Kong, citado por France Presse, habla de que Xi logró su propósito: “Creo que se va a convertir en emperador vitalicio y en el Mao Zedong del siglo XXI”.

En octubre pasado también quedó conformada la nueva estructura del Comité Permanente del Politburó, el organismo más importante después del Secretario General (Xi Xinping). Además de Xi, está compuesto por otros seis dirigentes chinos. A excepción del premier Li Keqiang y de Wang Yang, considerado uno de los principales reformadores en el liderazgo chino, que responden a la facción del ex Presidente Hu Jintao, el resto forma parte del círculo de Xi.

Según el diario The New York Times, en lo que podría ser otro quiebre de la tradición, Wang Qishan, quien ha encabezado la lucha contra la corrupción y las “deslealtades” partidistas, podría regresar en gloria y majestad como Vicepresidente.

“Desafortunadamente, esto significa que China, al igual que la Unión Soviética en su momento, no ha podido resolver el problema de la sucesión institucionalizada. Las posibles ramificaciones para el mundo son enormes”, advirtió el experto Jude Blanchette, citado por el diario The Washington Post.

II. Xi Jinping, Presidente de China, sorprende a sus rivales con un plan para eliminar el límite de términos

Por Tom Mitchell en Singapur y Charles Clover en Beijing
Financial Times
25 de febrero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Cuatro meses después del histórico congreso del partido comunista chino, el presidente de China ha demostrado que aún puede “conmocionar y atemorizar” a sus rivales políticos.

Después del caos de la Revolución Cultural, el límite de dos mandatos para la presidencia y vicepresidencia fue escrito en la constitución estatal de China por Deng Xiaoping, quien quería evitar un retorno a los excesos del gobierno de un solo hombre, como el experimentado bajo Mao Zedong.

La voluntad de Xi de romper las normas establecidas también puede reflejarse en lo que le sucede a Wang en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional la próxima semana, y lo que le sucede a Zhou como gobernador del banco central.

Wang, de 69 años, fue uno de los cinco miembros del organismo más poderoso del partido, el Comité Permanente del Politburó, en renunciar, siguiendo con la tradición del partido que indica que nadie de 68 años o más debería ser nombrado para un nuevo mandato de cinco años.

Sin embargo, en enero, Wang fue nombrado oficialmente delegado del NPC, lo que lo hizo elegible para un alto cargo en el gobierno. Las personas cercanas a los círculos políticos chinos dicen que lo más probable es que sea nombrado vicepresidente y se le otorgue una responsabilidad especial por la estrecha relación de China con Estados Unidos.

Xi también parece estar listo para entregar la responsabilidad diaria de asuntos económicos y financieros a uno de sus asesores más confiables, Liu He.

Liu ahora está en la línea para convertirse en viceprimer ministro y jefe de una comisión que supervisa los organismos reguladores financieros de China, incluido el banco central. Liu fue elevado al politburó en octubre, convirtiéndose en uno de los 25 funcionarios más poderosos del partido.

Ni el nuevo trabajo de Wang ni el de Liu serán confirmados oficialmente hasta que concluya el NPC a mediados de marzo.

III. El poder de Xi significa que China es vulnerable a los caprichos de un hombre

Por Martin Wolf
Financial Times
27 de febrero de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

A veces, un anuncio tiene éxito en ser no sorprendente e impactante. Hacía mucho tiempo que era evidente que el chino Xi Jinping no abandonaría (de hecho, no podría) el poder. E incluso si quisiera irse, algo que parece poco probable, ha creado demasiados enemigos, especialmente a través de su campaña anticorrupción.

Sin embargo, el anuncio de que el límite de dos mandatos para la presidencia va a desaparecer, sigue siendo impactante. Lo que parecía probable ahora es un hecho. Xi descartó el intento de Deng Xiaoping de institucionalizar los controles sobre el poder de los líderes de China.

Ahora se parece un poco al “Putinismo con características chinas”.

¿Cómo se justifica este paso trascendental, el de colocar a un hombre en el control absoluto de una superpotencia en ascenso por un futuro indefinido? Curiosamente, no se justifica. El autoritario periódico People’s Daily declara: “La enmienda es un movimiento vital, hecho a partir de la experiencia a largo plazo del partido y el país, para mejorar las instituciones y los mecanismos mediante los cuales el partido y el país ejercen liderazgo”.

El retroceso de un liderazgo colectivo a la autocracia niega las esperanzas de todos aquellos que creían que una China en rápido desarrollo se movería hacia la democracia como, digamos, Corea del Sur en los años ochenta. Hoy, las únicas autocracias ricas son exportadores de petróleo. Singapur puede ser visto como una democracia “guiada”.

¿Podría el creciente poder de Xi amenazar ese aumento? Posiblemente. La autocracia expone a un país a los caprichos desenfrenados de una persona. A medida que los años se convierten en décadas, con demasiada frecuencia ese poder concentrado se ha agriado, a medida que la regla se aleja cada vez más de la realidad.

Putin comenzó como un reformador económico, pero ahora ha creado una cleptocracia estancada. El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente.

Esto también ignora las cualidades morales de la democracia como un sistema político que reconoce la dignidad de los individuos como ciudadanos con derecho a actuar en la esfera pública, así como en una capacidad privada.

Sin embargo, por mi parte, sigo apegado al dicho de Winston Churchill de que “Nadie pretende que la democracia sea perfecta o totalmente sabia. De hecho, se ha afirmado que la democracia es la peor forma de gobierno, con la excepción de todas aquellas otras formas que han sido intentadas alguna vez”. Al final, mientras una democracia siga siendo democrática, con elecciones libres y razonablemente justas, la mayoría los líderes mal equipados o desgastados pueden ser removidos pacíficamente. Eso es invaluable.

Este cambio hacia el gobierno de un solo hombre por tiempo indefinido en China, en el marco de un partido comunista omnipresente, significa que estamos, una vez más, en una era de competencia de sistemas, entre democráticos y, aunque parezca extraño (y, de hecho, lo es), capitalismo comunista.

Lampadia




“De la lucha de clases a la lucha de identidades”

Hoy compartimos otra magnífica entrevista de Cayetana Álvarez de Toledo. En esta ocasión al sicólogo clínico canadiense, Jordan B. Peterson, que retira capa por capa de esa suerte de cebolla que encierra la mitología de nuestros días. Esa construcción intelectual que pretende trastocar la naturaleza de los seres humanos, pero: “La existencia de la naturaleza imposibilita la ingeniería social”.  

Ver anterior entrevista a Steven Pinker: “Los progresistas detestan en progreso”.

“Hay una crisis de la masculinidad porque se culpa a los hombres por el mero hecho de serlo”

Entrevista de Cayetana Álvarez de Toledo a Jordan B. Peterson,
nacido en 1962 en Canadá, es psicólogo clínico, profesor de
sicología en la Universidad de Toronto y activista político

El Mundo de España
13 de febrero, 2018
Glosado por Lampadia

Lo llaman “el intelectual más odiado por la izquierda”, pero es mucho más que eso. Este psicólogo clínico canadiense se ha convertido en una figura de culto entre los ‘millennials’, sobre todo masculinos. Su reciente libro, ‘Doce reglas para la vida’, es un tratado de la responsabilidad frente a la cultura del victimismo. Y Jordan B. Peterson arrasa en ventas.

PREGUNTA: Dalí dijo que “los crustáceos son duros por fuera y blandos por dentro; o sea, lo contrario de los hombres”. Usted también compara a los hombres con las langostas.

RESPUESTA: La izquierda posmoderna y sus guerreras feministas han logrado imponer la idea de que la jerarquía es una construcción social del malvado y corrupto patriarcado occidental. Sepultan la biología bajo su ideología. Niegan la naturaleza para culpar al varón. Es absurdo. Sus ideas no tienen base fáctica alguna. La Biología evolutiva y la Neurociencia demuestran que las jerarquías son increíblemente antiguas. Más que los árboles.

P. Tanto como las langostas.

R. Ya hace 350 millones de años las langostas vivían en jerarquías. Los machos tratan de controlar el territorio y las hembras de seducir a los machos más fuertes y exitosos. Es una estrategia inteligente, que utilizan las hembras de distintas especies, incluida la humana.

P. Somos blandas por fuera y duras por dentro…

R. ¿Son machistas las langostas? Existe un hilo de continuidad entre las estructuras sociales de los animales y los humanos. Nuestro cerebro tiene un mecanismo que opera a base de serotonina: cuanto más elevada nuestra posición en el grupo, emociones más positivas. Las langostas tienen el mismo mecanismo.

P. ¿De dónde viene la idea de la jerarquía como pura construcción social?

R. En parte, del pensamiento de la Ilustración. A muchos intelectuales y filósofos les cuesta asumir las lecciones de la Biología evolutiva: descubrir lo mucho que tenemos en común con los animales, que no todo es cultura o razón… Les escandaliza profundamente.

P. Usted señala sobre todo a la izquierda.

R. La izquierda en general considera que las jerarquías son malas. Es normal: las jerarquías producen ganadores y perdedores. Y ser un perdedor o convivir con perdedores -gente que lucha, pero malvive- es existencialmente doloroso. Además, está demostrado que el exceso de desigualdad genera sociedades inestables. La izquierda tiene derecho a preocuparse. A lo que no tiene derecho -porque es científicamente falso- es a culpar de la desigualdad al capitalismo, a Occidente o al presunto patriarcado. Ocurre también con la riqueza. Dicen: es injusto que la riqueza se distribuya de forma desproporcionada y que pocas personas acumulen la mayor parte.

P. Lo cual es verdad.

R. Pero no es culpa de nadie. Es un fenómeno enraizado en la naturaleza: los que más tienen, más acumulan. Se ve en el tamaño de las ciudades. En las masas de estrellas. En la altura de árboles. [Loa] “econofísicos” (Estudian la Economía a partir de las leyes de la Física), han descubierto cosas fascinantes: las mismas leyes que rigen la distribución del gas en el vacío rigen la distribución del dinero en la economía. El problema de la desigualdad no tiene una explicación simple. Las cosas son complejas. Y la izquierda debe asumir esa complejidad y, a partir de ahí, iniciar una profunda renovación intelectual. La izquierda de hoy es tan previsible. Está tan obsesionada con la identidad, la raza, el género, la victimizaciónLleva más de 30 años de retraso intelectual…

P. Desde que Derrida dijo: la verdad no existe, todo es interpretación.

R. La constatación del fracaso del comunismo, de su criminalidad estructural, fue un shock para la izquierda. Después de Solzhenitsyn ni los más dogmáticos, ¡ni los intelectuales franceses!, pudieron seguir justificando el comunismo. ¿Qué hicieron entonces Derrida y los posmodernos? Una maniobra tramposa y brillante. Sustituyeron el foco del debate: de la lucha de clases a la lucha de identidades.

P. En la que seguimos enredados.

R. La premisa de los posmodernos era correcta: el mundo está sujeto a un número infinito de interpretaciones. Pero variedad no denota viabilidad. Si los posmodernos tuvieran razón, habría cientos de formas distintas de organizarse socialmente. Y no las hay.

P. ¿Y qué sentido tiene negar la naturaleza?

R. Los posmodernos son tercamente ideológicos: fijan un axioma, que puede ser válido, y luego lo aplican indiscriminadamente hasta invalidarlo. Foucault, por ejemplo: todo lo explica en función del poder. No acepta la multicausalidad. El sexo, el hambre, el calor, estatus, el juego, la exploración, la esperanza, el dolor… También influyen.

P. Pero insisto: ¿por qué negar la biología?

R. Por política. En el fondo, la obsesión de los posmodernos con el poder y las relaciones de dominio refleja sus ansias de poder y su afán de dominio. Niegan la biología porque la biología desmiente su idea de que las personas son de plastilina. Y ellos las quieren de plastilina para poder moldearlas. La existencia de la naturaleza imposibilita la ingeniería social. Necesitamos un orden. Sin orden se impone el vacío ético y moral. El relativismo absoluto. El caos.

P. Hablemos del caos. Sus vídeos y conferencias arrasan entre adolescentes y millenials, sobre todo varones. ¿Por qué?

R. Hay una crisis de la masculinidad. La “tóxica masculinidad”, dicen las feministas. Los chicos reciben de la sociedad moderna un mensaje devastador y paralizante. Primero, se les recrimina su agresividad, cuando es innata y esencial a su deseo de competir, de ganar, de ser activamente virtuosos. Luego se les dice que la sociedad es una tiranía falocéntrica corrupta de la que ellos, por supuesto, son culpables de origen por el mero hecho de ser hombres. Y finalmente se les advierte: «No se os ocurra intentar prosperar o avanzar, porque entonces además de culpables seréis cómplices activos de la tiranía feminicida». El resultado es que muchos varones, sobre todo jóvenes, tienen la moral por los suelos. Están empantanados, perdidos. No tienen rumbo ni objetivos.

P. Usted insiste en la diferencia entre poder y competencia.

R. Es esencial. Lo peor que han hecho los posmodernos es propagar la confusión entre poder y competencia, aptitud, habilidad. Las jerarquías no son de dominación sino de competencia. La competencia es más eficaz que el poder puro y duro.

P. El periodista Andrew Sullivan asegura que las relaciones gays son tan “agresivas” como las relaciones heterosexuales. Niega que exista una voluntad de dominio específica del hombre sobre la mujer y advierte contra la idea de guerra de sexos por falsa y peligrosa.

R. Sólo los hombres débiles intentan dominar a las mujeres. Otra lectura imprescindible: Machos demoníacos, de Richard Wrangham. Hay tres géneros de orangutanes: las hembras; los machos dominantes, que cautivan a todas las hembras; y los machos débiles, que morfológicamente parecen adolescentes y que, como no logran aparearse, recurren a la violación. ¡Violan! La lección es evidente: sólo los perdedores recurren al poder para obtener más sexo del que, necesitándolo, pueden alcanzar.

P. ¿Y qué pasa con los perdedores que aun así fracasan en sus propósitos?

R. Para eso existe la monogamia, que está enraizada en la biología y reafirmada culturalmente. Para evitar que los hombres rechazados acaben desarrollando conductas antisociales. En las relaciones humanas también funciona el patrón de distribución de Pareto: pocos hombres acaparan buena parte de las oportunidades sexuales. Esto es malo para los chicos que no ligan, claro. Pero tampoco es bueno para las chicas. Se ve en los campus universitarios americanos más progres, donde en los últimos años se ha producido una caída notable en el número de estudiantes varones precisamente por la presión ideológica. Las probabilidades que tiene una chica de trabar algo parecido a una relación estable son ínfimas. Alguno pensará: “¡Qué suerte para los chicos, el sueño de todo adolescente!” Falso. Porque las relaciones de pareja se convierten en una secuencia infinita de ligues de una noche sin continuidad ni perspectiva ni utilidad en el medio o largo plazo. Es un juego degenerativo, que devalúa a los participantes de ambos lados.

P. Usted denuncia el “intento de feminizar a los hombres”.

R. Hemos pasado de intentar convertir a las mujeres en hombres a intentar convertir a los hombres en mujeres. Y eso no conviene a ninguno de los dos sexos. Tampoco a las mujeres. Las mujeres tienen tanto interés como los hombres en acabar con la crisis de la masculinidad.

P. Explíquelo.

R. Una mujer sensata no quiere un párvulo como pareja. Quiere un hombre. Y si es lista y competente, quiere un hombre incluso más listo y más competente que ella.

P. Veo ya a las feministas radicales rasgándose las túnicas.

Las feministas radicales se equivocan ¡radicalmente! No distinguen entre un hombre competente y un déspota. Su pánico cerval a cualquier exhibición de habilidad masculina es revelador de una pésima experiencia personal. Dicen: “¡Arranquemos a los hombres sus garras y sus colmillos! ¡Socialicémoslos! ¡Hagámoslos blandos, flácidos y femeninos, porque así no podrán hacernos más daño!” Es una manera patológica de contemplar el mundo y las relaciones humanas. Y es también un grave error estratégico. Porque cuando anulas a un hombre, aumentas su amargura y su resentimiento. Lo conviertes en un ser inepto, atormentado, carente de sentido. Y las vidas sin sentido son desdichadas. Y el hombre anulado se enfada. Y entonces sí se vuelve agresivo. El despotismo de los débiles es mucho más peligroso que el despotismo de los fuertes.

P. Usted vincula la crisis de la masculinidad con el auge de la extrema derecha.

R. Cuando las únicas virtudes sociales son lo fofo e inofensivo, la dureza y la dominación se vuelven fascinantes. Mire el fenómeno de Cincuenta sombras de Grey. Seis meses estuve riéndome cuando se publicó. Pensé: ¡Qué apropiado! La cultura entera arde en exigencias de que el hombre envaine las armas y el libro más vendido de la historia es una fantasía sadomasoquista. Es extraordinario. Freud estaría a la vez horrorizado y exultante.

P. Hablemos ahora de las mujeres. Me da la impresión de que existe una brecha entre el discurso de las élites feministas -actrices, políticas ¡y políticos!- y las mujeres de verdad.

R. Claro que hay una brecha. Abismal.

P. ¿Qué quieren de verdad las mujeres de verdad?

R. Lo mismo que querrían los hombres si los hombres fuesen los que paren: desplegar todo su potencial y competencia, pero también tener bebés.

P. ¿En qué proporción?

R. A los 19 años, las mujeres anteponen su carrera a la familia. A los 28, ya no tanto. Es una realidad de la que nadie habla. Salvo algunas mujeres de 37 a 40 años que han desaprovechado la ventana de oportunidad reproductiva y se sienten infelices.

P. Bastaría con que los hombres ayudasen más con los niños.

R. Los hombres están peor configurados que las mujeres para el cuidado de niños de menos de dos años. Esto es así. Podemos aleccionarlos. Pero, ojo: también hay mujeres -inteligentes, fuertes, formadas- que libremente deciden ser ellas las que cuidan de los niños. Lo hacen porque quieren, no porque nadie se lo imponga. Y esa decisión les lleva a tomar otra, previa. Cada hijo exige unos tres años de intensa dedicación. Es mucho tiempo. Y para una madre, causa objetiva de vulnerabilidad. ¿Qué hacen entonces las mujeres? Practican la hipergamia: buscan pareja en el mismo o superior nivel competencial que ellas. Hablemos claro: de igual o más capacidad socioeconómica que ellas. Esto ocurre en todas las culturas. Es una de las revelaciones más notables de la Biología y la Psicología evolutivas. Y en el caso de las mujeres hípercompetentes, es un problema. Cuanto más alto el coeficiente intelectual de una mujer, más baja la probabilidad de que encuentre una pareja estable.

P. Los hombres no se atreven…

R. … Ni a invitarlas a salir. He trabajado durante décadas con abogadas altamente cualificadas. Me contrataban para mejorar su productividad laboral y sus relaciones afectivas. Sus vidas. Lo tenían durísimo para encontrar pareja. Fíjese en este dato del Pew Research Centre. En los últimos 15 años, el interés de las mujeres por el matrimonio ha subido muchísimo. En cambio, el de los hombres se ha desplomado. Una pésima combinación.

P. Quiero preguntarle por la brecha salarial entre hombres y mujeres.

R. Para empezar, es menor de lo que dicen. Los que hacen las estadísticas suelen confundir la media y la mediana. Y la media se desfigura por la existencia de un segmento ínfimo de billonarios, que en su mayoría son hombres.

P. Bien. Pero existe.

R. Sí. Lo que no existe es lo que llaman la brecha salarial “de género”. Es decir, una brecha fruto de un prejuicio machista. Para que el argumento feminista funcione habría que asumir que el empresariado mundial es masoquista, tonto, suicida: “¡Ajá! Les pagamos menos y también las contratamos menos”. Es absurdo. La realidad es que la diferencia salarial tiene unas 20 causas, de las que apenas una sería atribuible al prejuicio.

P. ¿Cuáles son esas causas?

R. La edad es una. La personalidad es otra, muy importante. Y la más importante son los intereses. Un dato contracorriente: las mujeres solteras de menos de 30 años cobran más que los hombres en esa misma franja de edad. La personalidad: las personas agradables cobran menos que las personas desagradables. Les cuesta más pedir un aumento de sueldo. Triste pero cierto. Y resulta que, de media, las mujeres son más agradables que los hombres. Dato científico, eh. Esto produce un ligero sesgo a favor de los hombres, que no es fruto de ningún prejuicio machista; si acaso es una injusticia con las personas amables del sexo que sean. Finalmente, los intereses: a los hombres les interesan más las cosas y a las mujeres, las personas. Y las profesiones relacionadas con las cosas están mejor pagadas que las profesiones relacionadas con las personas. Ingeniero y enfermera. Banquero y maestra.

P. Las mujeres holandesas son las que más trabajan a tiempo parcial. Y eso a pesar de una intensa política de incentivos para que lo hagan a tiempo completo. Parece que les gusta.

R. Es su elección. Incluso para mujeres que no tienen hijos ni quieren tenerlos. Pero nadie lo dice. Unos por ideología. Otros por miedo.

P. ¿Miedo? Se refiere a los sectores liberales y conservadores.

R. Claro. No se atreven a decir nada que contravenga el relato feminista por pánico a ser linchados por la turba.

P. ¿Por qué hay tan pocas mujeres al frente de grandes empresas?

R. Tengo un amigo que dirigía una de las principales empresas tecnológicas de Canadá. No cogió vacaciones en 20 años. Ni un sólo día. Eran [jornadas] de 18 horas. Todo el día en un avión. Ya, en primera clase. Pero lejos de casa. De su familia. En hoteles anónimos. Nada de juerga y tequila. Para vivir así hay que estar configurado de una manera muy particular. Hay gente así, claro. Y la mayoría son hombres. ¿Son mejores? No. Son distintos. Incluso podríamos decir que sus prioridades son peores que las de las mujeres que optan por una vida más equilibrada, trabajando media jornada y cuidando de sus hijos.

P. Susan Pinker cuenta que en la Unión Soviética muchas mujeres estudiaban carreras relacionadas con las Ciencias y en cuanto llegó la democracia, y pudieron escoger libremente, se produjo un trasvase hacia las Humanidades.

Y fíjese en la última gran sorpresa.

P. ¿Cuál?

R. Los países escandinavos han hecho lo imposible por imponer una igualdad formal entre hombres y mujeres. De la cuna hasta la tumba, han eliminado todos los elementos culturales que pudieran condicionar o acentuar las diferencias de género. Hasta los juguetes son neutros. ¿Y qué ha pasado? Exactamente lo contrario de lo previsto: ¡las diferencias de personalidad entre hombres y mujeres se han acentuado! Es un descubrimiento científico impresionante: si erradicas las diferencias culturales, maximizas las diferencias biológicas.

P. ¿Es todo hombre un agresor sexual en potencia?

R. ¡Tanto como la mujer una manipuladora caza-ricos en potencia! En todo individuo existe una capacidad muy elevada de hacer el mal. La pregunta es: ¿por qué se difunden estas ideas sobre los hombres?

P. ¿Por qué?

R. El 95% de los delitos son cometidos por el 5% de la población. La mayoría de esos criminales actúa una o dos veces. Pero existe un pequeño segmento que actúa de forma serial. Depredadores sexuales. Pederastas. Psicópatas que dejan un reguero de víctimas. A partir de ahí, cualquiera puede convertir a todos los hombres en depredadores al manipular la definición de “violencia sexual”. Porque no hay un hombre en el planeta que no haya hecho alguna vez un avance sexual no correspondido. En parte por torpeza o falta de sofisticación. En parte porque no sabía cuál iba a ser la respuesta.

P. Hoy eso basta para forzar la dimisión de un ministro o liquidar la carrera de un actor.

R. La izquierda posmoderna exige a la vez expresión sexual ilimitada, de cualquier gusto o color -ahí está el Orgullo Gay- y seguridad sexual absoluta. A ver cómo cuadran ese círculo. Su última ocurrencia es una maravilla: el consentimiento afirmativo. Cada paso y etapa de un encuentro amoroso o sexual debe quedar debidamente registrado para evitar equívocos. ¡Es tan orwelliano! Sólo un pobre ingenuo de 13 años puede considerar que esto es no ya positivo, sino viable. A veces da la impresión de que nuestra cultura ha sido tomada por gente con graves trastornos de personalidad. Lo digo seriamente. Clínicamente.

P. ¿Cómo definiría el #MeToo?

R. Actrices vestidas de riguroso negro… Eso sí, de forma sexualmente provocadora… Hollywood, quejándose de manipulación sexual… ¡Hollywood, que se erigió literalmente sobre la manipulación sexual! Parece una broma. Pero vamos a hablar en serio. Existe un fenómeno que he visto en mi consulta… A ver, esto podría causarme un problema… Algunas mujeres no saben decir que no. Son mujeres vulnerables o dañadas, que se exponen una y otra vez. Tienen relaciones anómalas, no sólo con los hombres. Una mujer está en casa. Llega el repartidor. Es amable y simpático. Y acaba teniendo con él una relación sexual que no supo cómo evitar y de la que al minuto se arrepiente gravemente. No es culpa suya. Ni del repartidor. Ni de nadie. Es un fenómeno más frecuente de lo que parece y en las universidades se agrava por el consumo de alcohol.

P. La verdad es compleja. Salvo que aceptemos que todas las mujeres, y todos los hombres, por cierto, somos débiles, incapaces de expresar nuestra voluntad y sentimientos, o incluso de jugar con las palabras y los tiempos.

R. Creo que fue Mike Pence el que dijo que no se reuniría a solas con una mujer a puerta cerrada. La gente se escandalizó. A mí me han aconsejado lo mismo cientos de veces. Yo paso, porque me parece ofensivo, para mí y desde luego para las mujeres. Para eso, pongamos una cámara en cada despacho. O mejor aún: impongamos la obligación de que todo encuentro sexual sea grabado y colgado en YouTube, así nadie podrá tener la más mínima duda de que cada fase del acto se desarrolló de forma perfectamente cordial, civilizada y consentida.

P. ¿Qué le pareció el manifiesto de las actrices francesas en respuesta al #MeToo?

R. No lo conozco.

P. Se lo enviaré. Distingue entre el acoso sexual y el derecho a importunar.

R. El derecho a importunar es elemental. Como el derecho a ofender. Se lo dije a la entrevistadora de Channel 4 con la que tuve una discusión, digamos, intensa.

P. Viral.

R. No hay derecho a pensar sin derecho a ofender. Porque nada de lo que yo pueda decir será universalmente aceptado y asumido. ¿Y quién decide qué es ofensivo? Tu interlocutor. ¿Y si hablas con mil personas? Como mínimo una de ellas se ofenderá. ¿Y entonces qué haces? Dejas de hablar. Te limitas a decir obviedades: “este suelo parecería ser de color gris”. Con un agravante: cuando acaba el debate empieza la bronca.

P. ¿Y qué papel juegan los medios?

R. Lo que necesitamos en los medios es pocas personas súperinteligentes dispuestas a decir la verdad. Lo que tenemos son hordas de columnistas de segunda poseídos por el miedo y la ideología. Y pronto dejarán de ser leídos y escuchados.

P. Su libro es un tratado de responsabilidad contra la cultura de la sobreprotección.

R. Otro legado de la progresía: una generación de mimados y quejicas, cero preparados para encarar la vida. Esos padres edípicos, que hacen un pacto con su niño: “No nos abandonarás jamás y a cambio nosotros haremos todo por ti”. Puro egoísmo envuelto en mimos. El resultado es que los niños crecen sin madurar. No tienen sentido de la responsabilidad. Son victimistas. Se vuelven inútiles y acaban resentidos.

P. ¿Y cómo se inculca el sentido de la responsabilidad?

R. Mi mensaje a los jóvenes es sencillo. Espabilad. Dejad de pudriros en casa. Dejad de quejaros y de culpar a los demás. Sed honrados, rectos y disciplinados. Haced algo útil. Asumid vuestra responsabilidad. Buscad sentido a la vida. Haced como las langostas: caminad erguidos con los hombros hacia atrás.

P. Lo que no dicen los políticos.

R. Lo que deberían decir. Porque al mundo le sobran niños. Lo que necesita son hombres adultos.

Lampadia




Tracemos un claro ‘divortium aquarum’

Tracemos un claro ‘divortium aquarum’

Después de las elecciones de abril del 2016, los políticos peruanos cometieron el grave error de no respetar el mandato del voto popular y optar por políticas pro democracia y pro mercado. Máxime, si el gobierno anterior había desandado el camino del desarrollo integral y paralizado la inversión y el crecimiento.

En el caso del gobierno de PPK, se crearon brechas con Fuerza Popular y se pasó a coquetear con los perdedores de la opción electoral, las desorientadas izquierdas, que habían planteado el cambio de Constitución y políticas anti mercado y anti inversión privada.

Lamentablemente, este coqueteo continúa hasta días recientes. Por ejemplo, Mercedes Araoz, declaró hace pocos días que iban a buscar el diálogo, y que porque no se podía hacer esto con la izquierda.

Pero, el gobierno recibió otra ‘cachetada’, como la que le dio Gregorio Santos a PPK, al día siguiente de la primera vuelta electoral, cuando declaró que lo visitaría en la cárcel, y Santos dijo que no lo recibiría. Pero el gobierno sigue esperando que la izquierda le dé una mano. No importa que ellos fueran los que plantearon la vacancia.

Pero lo que ya supera todos los límites, es la pasividad del gobierno con las actitudes y planteamientos de las izquierdas de los últimos días. Los del Frente Amplio (que no es ni ‘frente ni amplio’), vuelven a pedir la vacancia. Y los de ‘Nuevo Perú’, se juntan en Cajamarca, con Verónika Mendoza a la cabeza, con Gregorio Santos, uno de los radicales que destrozó el crecimiento de Cajamarca, y que, desde su libertad, por fallas procesales, ha estado incendiando el llamado corredor minero del sur.

Nuestras fuentes nos dan la siguiente información:

  • Se estarían organizando movilizaciones radicales y bloqueo de carreteras
  • Una escalada de protestas contra el gobierno de PPK, con la participación de Santos, del etnocacerismo y de Joys Edward Quiroga Vargas, presidente del centro de intercambio cultural Inkarrislam
  • Cuestionamientos a los contratos de estabilidad jurídica con el propósito de desestabilizar la minería
  • Ver las expresiones del aviso de Cunarc-Perú:

“Sistema neoliberal (…) nuevas elecciones presidenciales y congresales (…) fundar una nueva república con una nueva constitución (…) exigir que se vayan todos (…) realizar la asamblea constituyente de los pueblos del norte (…) fortalecer las rondas campesinas, que deberán ampliar sus alianzas con otros sectores progresistas”

A esto hay que agregar las expresiones de la resiente junta de Santos, Verónika Mendoza y otros, en Cajamarca, que entre otras perlas, plantean nuevamente el cambo de constitución.

Está pues muy claro, que las izquierdas de todo pelaje y los movimientos anti sistema se quitaron sus caretas y, aprovechando la debilidad del gobierno de PPK, pretenden liderar un ‘putch’ para desestabilizar al país.

Por lo tanto, ha llegado la hora de trazar una línea divisoria con todas esas propuestas y con sus propiciadores. El Perú tiene que optar por defender los deseos de las grandes mayorías de peruanos, comprometidos con una democracia que respete los cánones de nuestra Constitución y, una economía de mercado que respete la inversión privada para recuperar el crecimiento de la economía y consolidar el desarrollo integral y sostenible.

El gobierno de PPK no puede seguir coqueteando con esas izquierdas desestabilizadoras. Fuerza Popular debe parar sus aprontes populistas y asumir las propuestas reformadoras que planteó su plan de gobierno. Los medios de comunicación deben dejar de actuar como cajas de resonancia de la verborrea de las izquierdas y movimientos anti patriotas. La clase dirigente no politizada, debe hacer escuchar su voz para ayudar a los ciudadanos entender la gravedad del momento que vivimos y orientar la acción ciudadana hacia la sensatez y la prosperidad.

Tracemos una buena línea que marque la diferencia entre las necesidades de los peruanos de buena voluntad y los aventureros que solo juegan a la captura del poder, para implantar sus empobrecedoras y decimonónicas ideas. Lampadia




EEUU se encierra y China se postula al libre comercio

Hasta hace pocos meses, cuando se hablaba de la relación del Asia con occidente, o de China con EEUU, ésta se refería al crecimiento de China y su eventual primer lugar en la economía global. A esos pensamientos y análisis, hay que sumarle hoy día la evolución política, que lleva a EEUU a alejarse del libre comercia, y a China, a pretender liderarlo.

Este proceso ya no se puede entender desde el punto de vista de la retórica occidental. Si el liderazgo económico y político se mueve al Asia, debemos escuchar a los líderes intelectuales del Este.

¿Quién mejor para ilustrarnos sobre esta (nueva) realidad que nuestro conocido intelectual de Singapur, Kishore Mahbubani?

Recordemos que Mahbubani estuvo en Lima el 2009, ver su presentación en Lampadia. El escribió en “The New Asian Hemisphere” (El Nuevo Hemisferio Asiático) y en The Great Convergence (La Gran Convergencia), su tratado sobre la necesidad de que la geopolítica global vaya tendiendo hacia la convergencia entre occidente y oriente. Lamentablemente, lo que está sucediendo es todo lo contrario. Líneas abajo compartimos el artículo que Mahbubani preparó para la actual edición del World Economic  Forum.

Fuente: www.world-governance.org

Mahbubani, propone actualizar las instituciones mundiales —Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OMC— adaptándolas a la ascensión del resto e, igualmente, actualizar el pensamiento de Occidente, “En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.”

“Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible.”

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Fuente: www.theamericanconservative.com

Lo que defiende Mahbubani no es crear nuevas instituciones que consagren el traslado mundial de poder, sino remediar el “déficit democrático” del sistema antiguo. Mientras que el populismo aumenta en Occidente, (dando como resultado situaciones como Trump y el Brexit), no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África. Y, como resalta Mahbubani, “Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. El 88% restante vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.”

De esta manera, Mahbubani propone una convergencia y una mayor democracia global, al igual que Niall Ferguson en ‘Civilización: Occidente y el resto’ donde propone la idea de que el formidable progreso económico de China irá abriendo el camino a la democracia política. Mahbubani aboga por un proceso de convergencia. Ver sus ideas al respecto en Lampadia: WEF: ¿Se detendrá la gobernanza global en un mundo multipolar? y Mahbubani: “No nos equivoquemos con China”

Lo que se necesita es un verdadero compromiso global. Esto implica que ningún país establezca la agenda mundial y que la gobernabilidad se vuelva más difusa. Esto crea un “orden” mundial multipolar, donde el control de los recursos se concentra en diferentes centros de poder, cuyo peso económico se ve reforzado por los acuerdos comerciales intra-regionales.

¿Cómo, entonces, se podría asegurar la gobernabilidad global en un mundo multipolar?  “A medida que el mundo se vuelve cada vez más pequeño, necesitamos una mejor gobernanza mundial”, afirma Kishore Mahbubani.

En Lampadia seguimos a Mahbubani desde hace varios años. Nuestro país no tiene una vocación internacionalista y estamos bastante lejos de seguir los acontecimientos globales, pero los movimientos tectónicos que pasan por nuestros ojos, deben llevarnos a desarrollar una mejor visión de los hechos y a estar preparados para participar en el diseño de las políticas globales, como pronto, seguramente, va a ser necesario. Lampadia

Sí, este es el siglo del Asia.

Pero todavía hay motivos para el optimismo de occidente

An illuminated cube bearing the Chinese flag is seen in the entrance foyer of the London Stock Exchange in London

La ascensión de Asia. Eso no significa que Occidente tenga que ser pesimista
Fuente: REUTERS / Peter Nicholls

Kishore Mahbubani, 
Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur
Foro Económico Mundial
13 de enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

La gran cuestión de nuestro tiempo es simple: ¿debemos, todos los 7 mil millones de nosotros, sentirnos optimistas o pesimistas sobre el futuro de la humanidad?

La respuesta del mundo está dividida. Muchas sociedades occidentales se están ahogando en el pesimismo. Por el contrario, el resto nunca ha sido más optimista. Esto representa una inversión del patrón de los siglos anteriores, donde Occidente siempre fue más optimista. ¿Qué ocurrió? ¿Y qué nos dicen los hechos?

Los hechos son claros. La condición humana nunca ha estado mejor. La pobreza mundial está disminuyendo constantemente. En 2015, superamos ampliamente el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas de reducir a la mitad la pobreza mundial. Según la NIC, la pobreza extrema podría reducirse a la mitad para el año 2030.

Las clases medias globales están explotando: de 1,800 millones en 2010 a 3,200 millones en 2020 y 4,900 millones en 2030. La tasa de mortalidad infantil mundial ha disminuido de un estimado de 60 muertes por mil nacimientos en 1990 a 32 en 2015. Esto se traduce en más de 4 millones de muertes infantiles menos por año. Si fuéramos racionales y objetivos, estaríamos celebrando la condición humana actual.

La auto-contemplación de Occidente

¿Por qué no celebramos? Una respuesta simple es que los intelectuales occidentales que dominan el discurso intelectual global sólo son conscientes de los desafíos a corto plazo de sus sociedades, no de las promesas globales a largo plazo. Francis Fukuyama ilustra esto bien. En un ensayo escrito después de la elección de Donald Trump, dice: “La derrota electoral de Hillary Clinton ante Donald Trump marca un hito, no sólo para la política estadounidense, sino para todo el orden mundial. Parece que estamos entrando en una nueva era de nacionalismo populista, en la que el orden liberal dominante que se ha construido desde la década de 1950 ha sido atacado por las mayorías democráticas enojadas y energizadas. El riesgo de caer en un mundo de nacionalismos competitivos e igualmente enojados es enorme, y si esto sucede, marcaría una coyuntura tan trascendental como la caída del Muro de Berlín en 1989. “[Nota: énfasis añadido.]

Por favor, estudiemos cuidadosamente sus palabras. El está confundiendo la condición de Occidente con la condición del mundo. Es cierto que el populismo ha aumentado en Occidente. Eso explica a Trump y el Brexit (y posiblemente Le Pen). Pero no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África.

Más importante aún, Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. 88% vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.

Tomemos tres de los países más poblados de Asia: China, India e Indonesia. Las vidas de casi 3 mil millones de personas en estos países nunca han sido mejores. Y van a mejorar mucho en las próximas décadas, como muestra el gráfico.

La década de 2010 a 2020 es probablemente la mejor década que Asia haya experimentado. La población de clase media asiática va a pasar de 500 millones en 2010 a 1,750 millones en 2020. En resumen, Asia va a añadir 1.5 veces la población total de Occidente a la población de clase media mundial en una década.

¿Por qué está pasando esto? Una respuesta simple es el triunfo de la razón. La difusión de la ciencia y la tecnología occidentales lo demuestra más claramente. En el nivel más básico, los seres humanos en todo el mundo pueden ver los beneficios de la medicina occidental moderna. Como resultado, la razón está reemplazando a la superstición. En todas las esferas de la vida humana, desde las políticas económicas hasta la gestión ambiental, desde la educación hasta la planificación urbana, las prácticas óptimas occidentales están siendo adoptadas casi universalmente por todas las sociedades.

Entonces, ¿por qué todo el pesimismo?

Si el mundo está mejorando, ¿por qué el Oeste se vuelve más pesimista? La respuesta simple es que Occidente ha seguido una estrategia profundamente defectuosa desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Al igual que los defensores británicos de Singapur en la Segunda Guerra Mundial, apuntaron sus armas al mar en el Sur cuando los japoneses vinieron por tierra desde el Norte.

Para dejar este punto aún más claro, Occidente pensó que había ganado una colosal y épica lucha con su dramática victoria en la Guerra Fría. Como resultado, no se dio cuenta de que, al mismo tiempo, una lucha aún mayor había comenzado con el “retorno” de Asia. China decidió volver a unirse a la economía mundial en los años ochenta. La India lo hizo en los años noventa. El regreso de 3 mil millones de asiáticos, obviamente, iba a sacudir la economía global. Occidente no se dio cuenta.

No se dio cuenta porque las mentes occidentales estaban intoxicadas con un opiáceo insalubre de triunfalismo. El famoso ensayo de Francis Fukuyama “El Fin de la Historia” capturó este error. Como resultado, Occidente desarrolló una estrategia intervencionista defectuosa hacia el resto. Muchas de las intervenciones llevaron al desastre. Michael Mandelbaum señala que “el historial de la administración Clinton no fue alentador: prometió el orden en Somalia y lo dejó en caos. Fue a Haití para restaurar la democracia y la dejó en anarquía. Bombardeó Bosnia por el bien de la unidad nacional, pero presidió una partición de facto”.

Y el 11 de septiembre empeoró las cosas. Sedujo a los asesores neoconservadores de George W. Bush para invadir Irak, después de invadir Afganistán. Una década más tarde, los europeos vieron a dos tercios de sus refugiados proceder de tres países: Irak, Afganistán y Siria.

Pero ese no era el verdadero desastre. Mientras que los pensadores estratégicos occidentales estaban distraídos, no vieron que el acontecimiento más importante en 2001 no fue 9/11. Fue la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio. La entrada de casi mil millones de trabajadores al sistema comercial mundial obviamente daría como resultado una masiva “destrucción creativa” y la pérdida de muchos puestos de trabajo.

Trump y Brexit son, por lo tanto, los resultados naturales y lógicos de una estrategia occidental defectuosa de no tratar con los desafíos económicos reales a Occidente. Mientras Occidente estaba distraído, China emergió. Según las estadísticas del FMI, en 1980, en términos de PPP, la participación de EEUU en el PBI mundial era del 25%, mientras que la de China era del 2.2%. En 2016, la participación de Estados Unidos se ha reducido a 15.5%, mientras que la de China ha aumentado a 17.9%.

El declive relativo de Occidente

Por lo tanto, hay razones estratégicas sólidas para el pesimismo occidental: de 1820 a aproximadamente 1980, el poder económico occidental creció de manera constante o mantuvo una enorme posición dominante a nivel mundial. En las últimas tres décadas, el PBI combinado de América del Norte y Europa Occidental se redujo de 51.5% en 1990 a 33.45% en 2014.

Un cambio estratégico aún más destructivo sucedió al mismo tiempo. Mientras que los trabajadores en Occidente sufrieron pérdidas de empleo y el deterioro de los ingresos, la élite occidental se convirtió en súper ricos de la globalización acelerada y el regreso de Asia.

RW Johnson describe bien cómo sufrieron los trabajadores estadounidenses: “Entre 1948 y 1973, la productividad aumentó un 96.7% y los salarios reales un 91.3%, casi exactamente al mismo paso. Eran los días de abundantes empleos en el acero y la industria automotriz cuando los trabajadores podían permitirse enviar a sus hijos a la universidad y verlos ascender a la clase media. Pero de 1973 a 2015 -la era de la globalización, cuando muchos de esos puestos de trabajo desaparecieron en el extranjero- la productividad aumentó un 73.4%, mientras que los salarios aumentaron sólo un 11.1%. Desde 2000, los salarios pagados a los graduados universitarios han caído. “

Una razón para ser optimista

Las preguntas existenciales que Occidente enfrenta hoy en día son bastante simples. ¿Está todo perdido? ¿Disminuirán constantemente el poder y la influencia occidental? ¿O hay esperanza para Occidente? ¿Puede beneficiarse también del resurgimiento del resto?

La respuesta simple es que Occidente puede beneficiarse de la oleada del resto. 12% de la población mundial puede ser arrastrada por el restante 88%. Para lograr esto, los líderes occidentales y expertos necesitan hacer muchos ajustes psicológicos significativos.

En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.

Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible. Lampadia

 




Petrolão: El mayor escándalo de la historia de Brasil

Brasil está viviendo un proceso de limpieza de la exacerbada corrupción instalada por Lula da Silva del PT en los más altos círculos políticos y empresariales, desde instancias judiciales de menor rango, pues Lula copó las cortes mayores sin contar con la autonomía de los jueces regionales.

 

La suerte de los procesos y enjuiciamientos liderada por el juez Moro y otros, es clave para el futuro de Brasil y de toda la región. Donde el ‘padrino’ de todas las izquierdas latinoamericanas, supuestos defensores de los pobres y la justicia, terminaron beneficiándose de dineros mal habidos para el financiamiento del Foro de Sao Paulo y las campañas políticas de los partidos de las izquierdas en toda la región.

Marxismo dixit: El fin justifica los medios. Sus buenos alumnos de las izquierdas, marxistas y no marxistas, consideran que sus ‘nobles’ fines les permiten llegar al poder de cualquier manera. Esperemos que con el Lava Jato del Petrolão lleguen a su fin la corrupción y los atajos para alcanzar el poder. Lampadia

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para
Lampadia

La corrupción ha existido a lo largo de toda la historia republicana de Brasil, y el retorno a la democracia en 1985 no sirvió para reducirla, sino que democratizó su práctica en el seno de la aristocracia política brasileña. La impunidad de los políticos y grandes empresarios ha sido una de las características de la democracia brasileña. Como los congresistas y ministros tienen fuero privilegiado, sus juicios tienen que darse directamente en la corte suprema (Supremo Tribunal Federal, STF) generándose así muchos mecanismos para lograr la impunidad.

El STF se ha caracterizado por la lentitud y poco empreño para juzgar a los políticos. Desde 1988 más de 500 políticos fueron investigados por el STF. La primera condena ocurrió en 2010. Una condena en 22 años, no muestra gran productividad ni interés por la justicia. Aún después el desempeño del STF ha sido pobre. Del 2010 hasta hoy, 16 políticos fueron condenados. Pero, solo 8 han sido efectivamente castigados, y solo uno está en prisión, 4 están en prisión domiciliaria, uno ya cumplió su pena, y uno ha sido amnistiado por Dilma, y otro logró anular su sentencia. La impunidad de los políticos es una tragedia para el país.

Los Índices de Transparencia Internacional, aún siendo sobre percepciones y no sobre hechos, pueden ser una referencia aproximada de los niveles de corrupción típicos de Brasil. Brasil era un país de desarrollo intermedio con niveles altos de corrupción antes que el Partido de los Trabajadores (PT) llegara al poder. Esta plataforma de la corrupción preexistente facilitó al PT montar su propio esquema.

Con el PT la corrupción adquiere nuevas dimensiones pasando de una práctica informal entre algunos políticos y algunas empresas, a un sistema institucionalizado y normado de relación entre tres partidos políticos (PT – Partido de los Trabajadores, PP – Partido Progresista y PMDB – Partido del Movimiento Democrático Brasileño), y las grandes empresas contratistas que realizaban obras públicas. Con el PT, la corrupción se tornó política de Estado.

El PT y la Corrupción

A diferencia de los demás partidos, para el PT el montaje de los sistemas de corrupción entre las empresas y los partidos ha sido parte de su misma concepción política y parte fundamental de su proyecto político. El historiador Marco Antonio Villa ha llegado a afirmar públicamente que el PT tenía y tiene un “Proyecto Criminoso de Poder”, y que, más que un partido político, el PT pareciera ser una organización criminal con objetivos políticos. Veamos algunos ejemplos de cómo el PT transformó la corrupción en política de Estado.

Para el PT la corrupción incluía, pero no se reducía al enriquecimiento ilícito de sus militantes, sino que integraba a los más altos niveles jerárquicos del partido y del Estado brasileño. En el partido la corrupción era una de las responsabilidades del tesorero nacional del partido. A nivel del Estado, la corrupción era una de las funciones de los Ministros de Finanzas y del Ministro de la Casa Civil, equivalente al primer ministro en el Perú. No es gratuito que estén en la cárcel los tres últimos tesoreros del PT, uno de los Ministros de Finanzas de Lula y ex-Primer Ministro de Lula y de Dilma, Antonio Palocci, el ex-Primer Ministro de Lula, José Dirceu, y el ex-Ministro de Finanzas de Dilma, Guido Mántega. Las personas encargadas de manejar las finanzas públicas (Ministerio de Finanzas y Primer Ministros) eran también personas con responsabilidad central en los esquemas de corrupción del partido. Dilma, antes de ser Presidente, fue Primer Ministro de Lula y Presidente del Directorio de la Petrobras. Esta fusión de altas funciones de Estado dentro de los mecanismos de corrupción del partido ha sido una “innovación” en la política brasileña. Algo así no había existido antes del PT.

El Mensalão

El primer gran escándalo de corrupción del PT fue el Mensalão, un sistema de corrupción política dedicada a comprar votos de congresistas para ampliar su base política aliada. Los pagos a los congresistas eran del orden de US $50 mil mensuales, y beneficiaban a congresistas de cuatro partidos: Partido Progresista (PP), al Partido Liberal (PL), al Partido Laboral Brasileño (PTB), y al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Gracias a un video de la revista Veja, el escándalo se destapó en 2005. Al investigar el Mensalão se descubrieron otros esquemas de corrupción en los cuales participaba el PT: el escándalo de los Correos, el chantaje y asesinato del alcalde de Santo André (Sao Paulo), Celso Daniel, el escándalo de los Fondos de pensión del Banco de Brasil, el esquema del Plan Safra Legal (otro Banco), donaciones millonarias de dólares a Cuba, y el escándalo de los Bingos. Todos esos escándalos estaban relacionados entre si, e involucraban altos mandos del PT. Cuando esos casos vinieron a la opinión pública nacional se sintió confundida, pero las habilidades populistas del PT permitieron capear la crisis y estabilizar el gobierno de Lula.[i]

El escándalo del Mensalão mostró al Primer Ministro de Lula (Ministro de la Casa Civil), José Dirceu, como el cerebro del esquema de corrupción, y obligó su renuncia, y luego después, trajo su prisión. El núcleo del PT responsable del esquema de corrupción era José Dirceu, José Genuino (Presidente del PT) y Delúdio Soares (Tesorero del PT). El ex-jefe del marketing político de Lula, Duda Mendonça, se vio involucrado y tuvo que distanciarse de Lula, para no afectarlo. Fue una gran pérdida para el PT, pues Mendonça era extraordinariamente astuto.

Uno de los efectos más importantes del Mensalão fue que destruyó la imagen de José Dirceu, quien parecía ser el más indicado para la sucesión de Lula, su potencial alfil. La caída de Dirceu dejó al PT sin candidato a la presidencia, y abrió espacio para que Dilma Rousseff, una persona muy limitada, resultase siendo la candidata presidencial del PT en el 2011.

Mientras el escándalo del Mensalão se propagaba, e importantes líderes del PT eran enjuiciados o iban a prisión, el partido, bajo el comando de Lula, trabajaba arduamente organizando un nuevo esquema de corrupción mucho más grande y complejo, un esquema que posteriormente sería conocido como Petrolão. Esta respuesta del PT al escándalo del Mensalão dejó claro la importancia que el partido atribuía a los mecanismos de corrupción.

Petrolão

El Petrolão, montado en torno a la Petrobras, operó entre 2004 y 2014, y resultó siendo el mayor esquema de corrupción de la historia de Brasil, y uno de los mayores del mundo. Para tener una idea de la destrucción de valor ocasionado por la corrupción en la Petrobras, podemos comparar el valor comercial de Petrobras en el 2008 (»US $250 mil millones) con su valor actual (»US $37 mil millones).[ii] La desvalorización del Real, de un 60%, explica parte de esta caída, y la baja del precio del petróleo explica otra parte, pero otra gran parte de esa pérdida es el costo de la corrupción.[iii]

¿Cómo se descubrieron los crímenes? Desde el 2008 en que la Policía Federal venía investigando a un grupo de cambistas que hacían lavado de dinero para políticos de alto rango en Brasilia y trabajaban ligados a una red de grifos de esa ciudad. Esos grifos tenían máquinas de lavar carros conocidas como “Lava Jato” en Brasil y como “car-wash” en los Estados Unidos.

En esas investigaciones sobre lavado de dinero descubrieron que un cambista bien conocido por la PF, Alberto Youssef, había dado una camioneta Range Rover Evoque como regalo a un ex-director de la Petrobras (Paulo Roberto Costa). Un regalo tan caro despertó sospechas de que era parte de un esquema mayor. Fue entonces (17 de marzo de 2014) que el Procurador General de la República (Fiscal de la Nación), Rodrigo Janot decidió crear la Fuerza Tarea “Lava Jato” conducida por la Policía Federal de Curitiba, Estado de Paraná, especializada en delitos financieros, y que estaba investigando un ex-diputado federal involucrado en lavado de dinero. Lava Jato cambió el Brasil.

A través de Paulo Roberto Costa y Alberto Youssef, Lava Jato, descubrió el esquema de corrupción montado en la Petrobras. En ese esquema, todos los contratos obras, compras de maquinaria y operaciones internacionales de Petrobras implicaban un pago de soborno a tres directores: Paulo Roberto Costa, por el Partido Progresista (PP), Renato Duque, por el Partido de los Trabajadores (PT), y Nestor Cerveró por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Los sobornos se estandarizaron en 3%, donde 2% era para el PT y 1% se dividían entre PP y PMDB. Los sobre-precios de los contratos eran decenas de veces más grandes que los sobornos, y las pérdidas de la Petrobras eran aún mayores.

En realidad, los directores de Petrobras y líderes de los partidos políticos, especialmente del PT, organizaron un verdadero festín con los contratos de Petrobras y con las empresas contratistas que hacían obras y prestaban servicios a la Petrobras. En ese festín, los tesoreros del PT se hicieron famosos por andar con mochilas y maletas para recoger el dinero de la corrupción en las oficinas de las empresas, en el más puro estilo de los narcos y mafiosos. Para su mala suerte, las oficinas de las empresas tenían video cámaras que documentaron sus idas y venidas, y sus técnicas para ocultar sus actividades

El caso de la Refinería de Pasadena es ilustrativo de los daños a Petrobras. El 2005 la empresa belga Astra Oil compró una refinería en muy mal estado por US $42 millones. El 2006, la Petrobras compró el 50% de las acciones de dicha refinería por US $360 millones (17 veces el precio original), firmando un contrato leonino. Después Petrobras quiso romper el contrato y fue judicialmente obligada a pagar US $820 millones por los otros 50%. Astra Oil recibió un total de US $1,180 millones por una refinería que le costó US $42 millones. Esta operación estuvo a cargo de Nestor Cerveró, Director por el PMDB. Según su confesión, Dilma, como presidente del Directorio de Petrobras, “tenía todas las informaciones sobre la refinería.” Él afirmó, además, que “Dilma conocía en detalle los negocios de Petrobras.” Sin embargo, hasta hoy Dilma no ha sido formalmente acusada en la Operación Lava Jato.[iv]

La investigación sobre la corrupción en la Petrobras puso de manifiesto cómo el PT había decidido financiar su proyecto político, y la absoluta falta de escrúpulo de sus dirigentes y líderes. Esto chocó a mucha gente que creía que el PT era un partido con líderes honestos.

Si bien Dilma no ha sido acusada hasta hoy, Lula ya colecciona cinco acusaciones penales: (1) por intentar obstruir la Operación Lava Jato, (2) por favores recibidos por US $ 1.15 millones de la empresa OAS, en la compra y arreglo de su departamento y otros gastos, (3) por la liberación de préstamos del BNDES en Angola a favor de Odebrecht, (4) por su rol como el cerebro del esquema de corrupción del PT, y (5) Lula, su hijo y su esposa por tráfico de influencias en varias operaciones millonarias.[v] Algunos de esos juicios ya están en proceso y es altamente probable que las sentencias comiencen a ser emitidas aún este año.

El Petrolão ha tenido un impacto demoledor en la percepción de la opinión pública brasileña sobre la calidad ética del PT, de sus socios, y de toda la aristocracia política brasileña. Ha despertado de la población brasileña el interés, antes inexistente, de la población brasileña por conocer y entender como los políticos manejan los recursos públicos, sus impuestos. Con el conocimiento de los escándalos del Petrolão, el interés público por la cosa pública se ha multiplicado en Brasil.

La pérdida de la ventaja ética ha significado un desastre político para el PT, habiendo perdido 60% de los municipios que controlaba, y el 84% de su respaldo electoral (número de votos) en las últimas elecciones municipales, del 2016. Hoy, entre 20% y 25% de la población todavía cree que Lula es honesto y estaría dispuesta a votar por él en el 2018. Sin embargo, los procesos en Lava Jato demoran en promedio menos de un año, y con la carga probatoria existente, es poco probable que Lula logre salir libre de todos esos cincos juicios. Además, sus anti-cuerpos de Lula superan hoy el 50% y se activarían si él llegara a disputar las elecciones el 2018.

[i] https://pt.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A2ndalo_do_Mensal%C3%A3o

[iii] En el mismo período (2008-2016), el precio de la acción de British Petroleum (BP) cayó de US $46.21 a US $38.00. Esta ha sido una caída significativa, pero no se compara con la caída de la Petrobras.

[iv] http://zh.clicrbs.com.br/rs/noticias/noticia/2016/06/em-delacao-nestor-cervero-afirma-que-dilma-mentiu-sobre-compra-da-refinaria-de-pasadena-5824724.html

 




La ‘balcanización’ del Estado

La ‘balcanización’ del Estado

Normalmente en una sociedad, la identificación de un problema o de una carencia conduce a la búsqueda de su solución. Bien se dice: ‘Necessity is the mother of invention’ (la necesidad es la madre de la invención). La humanidad tiene una larga historia de buscar-encontrar-instalar con la que hemos ido creando instituciones y organizando mejor la convivencia social.

Lamentablemente en el Perú, estamos cayendo en respuestas apuradas a los problemas delicados que aquejan a nuestras instituciones, precipitándonos en un pernicioso facilismo. Este es el caso del diseño de las instituciones vinculadas a la lucha contra la corrupción y la protección de los ciudadanos, en las que se estarían instalando una suerte de monarquías laterales al gobierno que podrían llegar a ejercer poderes  absolutos en determinados aspectos de nuestra vida social.

Estos son los casos del Contralor, del Procurador y del Defensor del Pueblo:

  • En el caso de Contralor hemos visto durante las últimas semanas cómo alguien nombrado apuradamente y sin el debido cuidado, pretende extender absurdamente su presencia en los quehaceres de Estado,  amenazando con paralizarlo y malograr la efectiva toma de decisiones de los funcionarios del Estado. Ver en Lampadia: El primer escándalo mediático del nuevo Contralor y Para un Estado efectivo y probo, requerimos otro Contralor.
  • Sobre la Procuraduría se vienen proponiendo nuevas normas que no se están analizando adecuadamente y que encierran importantes peligros para la libertad y protección constitucional de los ciudadanos. Se pretende darle autonomía funcional, técnica y administrativa. Pues en Lampadia hemos compartido una muy importante reflexión al respecto, que nos alerta de las posibles consecuencias que esto puede tener en términos de la libertad de los ciudadanos y el foco de corrupción que puede darse potencialmente alrededor de un poder omnímodo. Ver: Reformas que afectarían nuestras libertades.
  • El nuevo Defensor del Pueblo, ya elegido pero aún antes de juramentar el cargo, ya estaba explicando en RPP (cosa que confirmó días después en una entrevista en El Comercio) como planeaba sacarle la vuelta a la Constitución para adquirir poderes absolutos que no le corresponden, generándose la capacidad de emitir resoluciones vinculantes. Más detalle líneas abajo.

Este proceso nos puede llevar eventualmente a tener espacios de poder absoluto sobrepuestos a las funciones del gobierno, que de alguna manera ‘balcanizarían’ el Estado, al contar con nombramientos por períodos fijos sin capacidad de que los funcionarios puedan ser removidos, excepto por faltas muy graves y acusaciones constitucionales complejas;  ejerciendo capacidades discrecionales absolutas sobre sus fallos, sin segunda instancia; autonomía constitucional, financiera y jurisdiccional y protección constitucional por sus actos, eximiéndoles de responsabilidad por ellos.

Curiosamente, este es también el caso de los alcaldes, que tienen capacidad discrecional absoluta sin que sus decisiones estén sujetas a una segunda instancia. Los ciudadanos y empresas que sufren por sus actos, solo pueden contrastar sus fallos recurriendo al Poder Judicial, en procesos muy largos y de resultados ‘impredecibles’. No es pues de extrañar que la corrupción haya hecho sus guaridas en muchos gobiernos locales.

Sin embargo, en el Perú sí tenemos una institución muy seria que tiene esas capacidades en su ámbito de acción. Se trata del Banco Central de Reserva del Perú, pero sus funciones no recaen en un solo individuo, sino en un directorio, cuyo nombramiento es compartido por los poderes ejecutivo y legislativo.

Este no es, sin embargo, el caso de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, que depende de un solo individuo (hoy día, casualmente, en excelentes manos). Alonso Polar Campos (QDDG), fundador de Macroconsult, opinaba que la SBS debía también tener un directorio, propuesta razonable que nunca se ha analizado.

El principio general de una buena gobernanza es la separación de poderes, de modo de no concentrar en una sola mano, o incluso en una sola institución el manejo de la cosa pública. Otras instituciones  esenciales de la buena gobernanza son la doble instancia, la transparencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad…

Volviendo al caso de Defensor del Pueblo, nos llama la atención prácticamente todo lo que ha declarado desde su elección:

  • Dice que se debe a la ciudadanía. Error. La ‘ciudadanía’ es una entelequia, no existe. El Defensor se debe al ciudadano, al individuo que debe proteger, fundamentalmente del Gobierno.
  • El nuevo Defensor pretende sacarle la vuelta a la Constitución que establece que sus decisiones no son vinculantes. Este abogado, ex decano del Colegio de Abogados, considera que eso es un lástima y ha propuesto hacer la misma trampa que hicieron en México. “Se ha dicho que los informes de la defensoría no son vinculantes. Santisteban dijo que la defensoría tiene el magisterio de la persuasión; correcto, pero hay un nuevo contexto. Qué tenemos que hacer. Si las resoluciones de la defensoría no son vinculantes, tenemos que dar un paso más, como en México, donde tampoco son vinculantes pero un informe defensorial [sic] no es guardado por un funcionario en un cajón. Si no lo va a cumplir, tiene que hacer una expresión de causa de por qué. Se empoderan más las competencias y no son solo documentos” (El Comercio, 11 de setiembre). Esto es inaceptable y esperamos que el país se pare en seco para evitarlo.
  • Además, resulta que el Defensor se ha autonombrado como alguien que quiere regular al sector privado en la formación de precios, la competencia, la calidad de la educación privada, etc., etc. O sea, pretende trocar su función de defender al ciudadano del gobierno, por una estúpida defensa del gobierno, enfrentando lo privado con lo privado, ciudadanos versus empresas privadas, discriminando  entre los servicios del sector público y privado, bajo una aparente concepción ideológica.

Es el colmo que nos pasemos años sin poder nombrar un Defensor del Pueblo para terminar eligiendo a alguien evidentemente inadecuado. Siendo la corrupción uno de nuestros grandes flagelos del país, es el colmo que se haya nombrado apuradamente a un nuevo Contralor que ya mostro sus debilidades y que debieramos ver la manera de cesarlo. No sigamos cometiendo estos errores sobre-empoderando a nuevos funcionarios como el Procurador y otros.

Además de la corrupción, adolecemos de niveles de institucionalidad muy precarios. No es el momento para nombramientos apurados ni para dar espacio a funcionarios alocados que se proyecten como pequeños monarcas. Lampadia