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Universidad de Piura… 50 años educando, creciendo, y sirviendo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 10 de junio de 2019
Para Lampadia

Este año la Universidad de Piura cumple 50 años de vida institucional… ¡nada menos! 50 años educando, creciendo, y sirviendo.

La UDEP… bueno fuera que más universidades peruanas sean de su talla. No hay, sino que poner un pie dentro de sus instalaciones para respirar el aire inconfundible de excelencia e integridad – tan propios – de la Universidad de Piura. Pasar del mundanal ruido a cualquiera de sus campus, produce una sensación de bienestar especialísima… que hay que vivirla para contarla.

Efectivamente, el campus Piura, el campus Lima, y el PAD – la Escuela de Dirección – en Monterrico, tienen una atmósfera especialísima que – aparte de paz y bien – propicia el estudio, la innovación, la amistad… y un profundo amor por el Perú. Yo doy fe de ello.

La excelencia se da en todas sus instalaciones y en todas sus carreras. Todos los niveles de estudio – pregrados, maestrías, y doctorados – son excelentes. Los cursos de extensión, diplomados, congresos y eventos… todo es excelente en la UDEP. En educación, economía y administración, comunicaciones, derecho, humanidades, ingeniería, medicina… la Universidad de Piura hace – tal cual reza su lema – mejores personas, mejores profesionales.

Es impresionante ver cómo ha crecido la UDEP desde que inició actividades en 1969. Recuerdo – como si fuera ayer – cuando algunos amigos emigraron a Piura para estudiar sus carreras profesionales en la – entonces – novísima universidad. Yo acababa de ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Y por ello doy gracias a Dios. Porque ¡vaya que la UNI abre puertas a sus egresados! ¡Y qué puertas!

Pero la UDEP es también una gran abre-puertas. Conozco a muchos estudiantes y profesionales egresados de la Universidad de Piura – jóvenes o no tan jóvenes – que vienen aportando grandemente al país con sus valores y conocimientos.

La semana pasada estuve por allá con ocasión del XXII Simposio Internacional de la Uva de Mesa (SIUVA Norte 2019). Y la verdad – como siempre – la pasé muy bien en Piura. Sin embargo ¡qué fea herida está dejando la fallida “Reconstrucción con Cambios”! La imagen del Estado inoperante, indolente, corrupto – y todo lo demás – es decepcionante. Eso de priorizar la confrontación entre el Gobierno Central, el Congreso, y el Poder Judicial; y desatender la reconstrucción del Norte es una ofensa a los miles de damnificados del Niño Costero del 2017.

En fin. Esperar poco – o nada – del Estado. A esa conclusión llegamos en el SIUVA Norte 2019. Nosotros mismos somos. Me refiero a la ciudadanía organizada y empoderada. El Estado no lo va a hacer. La reconstrucción de la infraestructura dañada por el Niño Costero 2017 va a tardar una eternidad. Mientras tanto, a arreglárselas como puedan.

A ese respecto, el sector agroexportador norteño se ha recuperado estupendamente. Y sin ninguna ayuda del Estado. Después de la tremenda caída en las exportaciones de uvas de mesa en la temporada 2017 / 2018 – precisamente por el desastre del Niño Costero – la campaña 2018 / 2019 denota una asombrosa recuperación.

En resumen, Piura va muy bien en lo privado. Pero mal – muy mal – en lo público. Muy bien en fruticultura de exportación. Excelente en educación universitaria, con la Universidad de Piura a la cabeza. Pero pésimo en asuntos del Estado. ¡Una lástima! Lampadia




La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

La Reconstrucción: ¿Será posible en el 2018?

Leopoldo Monzón Ugarriza
Proesmin SAC
Para Lampadia

En enero y febrero del 2017 cuando arreciaron las lluvias en el Perú, advertimos que esto era algo que sucedía año tras año y que en la última década había dejado más de S/ 50,000 Millones en pérdidas. Entonces recomendamos de urgencia elaborar un plan y ejecutarlo de inmediato. El mismo que debía tener acciones de prevención, de reconstrucción y de construcción de un nuevo país más ordenado, en base al cuidado y protección de los ciudadanos.

Fuente: Diario El Correo /febrero 2017

Estas recomendaciones, muy a nuestro pesar, no fueron escuchadas por el ejecutivo y solo la Provincia de Lima y la Municipalidad de Lurigancho se decidieron a desarrollar planes integrales, que se concluyeron en agosto del 2017 con la entrega del documento correspondiente por parte del alcalde la Lima a la autoridad de reconstrucción con cambios. Este documento detallaba las obras de prevención y reconstrucción, y de construcción de la nueva Lima en las cuencas del Rímac, Chillón y Lurín. Increíblemente, todo terminó en algún archivo, y solo se hizo un informe y se programó un muy exiguo presupuesto, que no soluciona ni el 5% de lo planeado.

Modelo de intervención en Cerro AAHH José3 Carlos Mariátegui, San Juan de Lurigancho.
Imagen 33: situación actual, cerros de Lima, invasión de laderas y
construcción de viviendas sin planificación, en zonas de riego

Fuente: Proesmin S.A.C. agosto 2017 / imágenes de Informe

La semana pasada, el caudal del Rio Rímac creció causando algunos daños en diferentes quebradas de las zonas de Chosica y Chaclacayo, ante esto apareció el alcalde de Lurigancho-Chosica, con diversos estudios entregados a la autoridad de la reconstrucción actual, la respuesta de la autoridad de reconstrucción con cambios fue que el estudio carecía de la información requerida, la cual era indispensable. Ante ello, la conclusión es que no se ha avanzado nada y peor aún, todo el esfuerzo realizado se ha perdido.

Fuente: Diario La República enero 2018

Durante la misma semana, un equipo de profesionales de PROESMIN visitó la zona de Sechura, en Piura, encontrando que la población aún no ha visto ningún resultado de la reconstrucción y que el 90% de los daños continúan en el mismo estado. Peor aún, no existe una hoja de ruta y menos un plan estructurado para revertir lo sucedido.

Fuente: Proesmin S.A.C. enero 2018 / Sechura – Piura

Ante lo expresado nos rehusamos a dejar las cosas como están. Es el momento en que el Gobierno Central, Autoridades Locales y Consultores, se sienten en una mesa a resolver los problemas. Por lo pronto, para Lima, Ica, Chosica, Sechura, Corredor Sur de Antamina, etc. Ya existen propuestas y proyectos y, si hubiera que hacer correcciones, se hacen de inmediato. En menos de 15 días se tendrían los resultados y las obras podrían empezar en 60 días, con lo que se podría resolver lo más álgido. Por otro lado, para el resto del país, afectado por los desastres, en 60 días se podría tener un modelo ajustado a la realidad.

Por ello señores es necesario poner manos a la obra. ¿Quién asumirá las responsabilidades de no hacer nada? ¡Ya se acabaron las excusas! Lampadia

 



El desarrollo de nuestras fronteras

El desarrollo de nuestras fronteras

Hace pocos días, el Ministerio de la Producción consideró necesario retirar su conformidad al desarrollo de un centro comercial de propiedad de extranjeros en Tacna, dada la interpretación de una disposición constitucional que viene desde 1920.


Fuente: landscare.org

El eventual desarrollo de dicho centro comercial originó una serie de movilizaciones de grupos minoritarios de Tacna, dado que la mayoría de los tacneños, según encuestas reportadas por Ipsos, está a favor de su desarrollo. Además de las movilizaciones de tacneños, llama la atención el involucramiento en el tema de organizaciones académicas y de ciertos grupos de élite, como el llamado Grupo Basadre, que usurpando el espíritu peruanista de nuestro insigne historiador Jorge Basadre, se presentan como anti-chilenos radicales, cuando Jorge Basadre nunca lo fue.

Líneas abajo compartimos con nuestros lectores el lúcido artículo de Alfredo Torres sobre una prohibición inconveniente.

El veto constitucional que impide la inversión privada extranjera en zona de frontera

Una prohibición centenaria

Alfredo Torres
Presidente ejecutivo de Ipsos Perú
El Comercio, 20 de agosto de 2017

“El Perú tiene nueve regiones que ven limitado su desarrollo por la interpretación vigente del artículo 71 de la Constitución”.

“Por Tumbes y Tacna ingresan en conjunto 1,2 millones de turistas al año. La cifra podría duplicarse para el 2021 si se abren esas economías a la inversión extranjera”. (Ilustración: Giovanni Tazza).

La historia ha demostrado reiteradamente que los países que más progresan son los que abrazan la modernidad, mientras que los que se quedan rezagados son los que se aferran al pasado y se encierran en sus fronteras. El Perú ha venido haciendo en las últimas décadas valiosos esfuerzos por abrirse al mundo, logrando así reducir significativamente la pobreza, sin embargo, todavía conserva ideas y normas de otros tiempos. Uno de estos casos es el artículo 71 de la Constitución que establece que los extranjeros no pueden adquirir ni poseer ningún tipo de propiedad dentro de los 50 kilómetros de las fronteras, salvo caso de necesidad pública y con aprobación del Consejo de Ministros.

Cuando se rastrea el origen de esa norma, se llega a la Constitución de 1920, nueve años antes de que el Tratado de Lima resolviese el retorno de Tacna al Perú. Era lógico que el Perú tomase precauciones entonces, para evitar que más chilenos se afincasen en Tacna y pudiesen votar en el esperado plebiscito del retorno a la patria. La desconfianza fronteriza continuó, con altibajos, hasta fines del siglo XX, con lo cual la disposición se mantuvo en las constituciones de 1933, 1979 y 1993. Felizmente, nuestras relaciones con los vecinos cambiaron radicalmente con el acuerdo de paz firmado entre el Perú y Ecuador en Brasilia en 1998 y el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya del 2014 que cerró el diferendo marítimo entre el Perú y Chile

Sin embargo, la vieja disposición subsiste, frenando el desarrollo de las ciudades de Tacna y de Tumbes –que quedan dentro de los 50 kilómetros de frontera– y de innumerables poblaciones en esas regiones y en Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Puno. Al impedirse esta inversión no se pueden instalar, por ejemplo, hoteles de cadenas internacionales, que serían muy útiles para atraer un mayor flujo de turistas de los países vecinos. Tampoco se puede recibir inversión extranjera para construir un centro comercial o un cine si no puede demostrar su utilidad pública y previa aprobación del Consejo de Ministros.

Precisamente, en estos días el Gobierno ha frenado la construcción de un centro comercial en Tacna como reacción a la oposición cerrada de comerciantes –la mayoría informales– temerosos de enfrentar una competencia moderna, acompañados de algunos veteranos políticos, militares retirados e intelectuales nacionalistas. Unos y otros empezaron a organizar marchas, artículos y pronunciamientos para oponerse al proyecto en defensa de la patria, como si un centro comercial representase un riesgo para la seguridad nacional. 

En todas las encuestas efectuadas en Tacna –incluida una de Ipsos– se encuentra que la mayoría está de acuerdo con que se permita una inversión extranjera para construir un nuevo centro comercial. El apoyo popular es lógico: el centro comercial generaría 5 mil puestos de trabajo formales y una notable mejora en su calidad de vida. Lamentablemente, el apoyo de la mayoría no es suficiente. Como ocurrió con el aeropuerto de Chinchero, bastó con que políticos ansiosos de figuración acusaran al gobierno de ‘lobbista’, de querer favorecer a inversionistas privados, para que se desate una crisis que llevó a la caída de dos ministros y a que el proyecto se paralice. Los mismos políticos oportunistas y algunos más contrarios a la inversión privada tenían en el proyecto de Tacna –si el Consejo de Ministros lo aprobaba– la excusa perfecta para pedir la censura del Gabinete acusándolo no solo ya de ‘lobbista’ sino de antipatriota.

El gobierno se ha salvado de un riesgo político mayor, pero a costa de frenar el desarrollo de Tacna. Comprensiblemente, los tacneños están ofuscados. El ministro de la Producción, Pedro Olaechea, ha declarado que no podemos quedarnos congelados en los años 20, que la norma es absurdamente restrictiva, que debemos buscar una solución integral y definitiva para el desarrollo de todas las fronteras, que los gobernadores pueden plantear al Congreso que se declare de necesidad pública la inversión extranjera en su región. La ruta es plausible, pero hay que actuar rápido.

Por Tumbes y Tacna ingresan en conjunto 1.2 millones de turistas al año. La cifra podría duplicarse para el 2021 si se abren esas economías a la inversión extranjera en turismo y comercio, con la consiguiente creación de miles de empleos formales y mejora de la calidad de vida de la población. El Perú tiene nueve regiones que ven limitado su desarrollo por la interpretación vigente del artículo 71 de la Constitución. Todas con oportunidades para progresar en diversos sectores sedientos de inversión.

 Esta semana se reúnen los gobernadores regionales con el Gobierno Central en el GORE Ejecutivo. Es una excelente oportunidad para revisar el tema. Los congresistas de las regiones de frontera deben también sumarse a esta causa. El desarrollo del siglo XXI no puede seguir frenado por una prohibición centenaria.

Veamos algunos párrafos de dos publicaciones que destacan lo absurdo de la disposición constitucional indicada:

  • En el año 2009 el Tribunal Constitucional emitía una sentencia por la cual un ciudadano italiano quedaba impedido de registrar un inmueble a su nombre, predio que heredó de su madre, también italiana, debido a que el inmueble está ubicado en Tacna y como extranjero no puede ser propietario ni poseedor de tierras que están ubicadas a menos de 50 Km. de la frontera, salvo que sea necesidad pública (Artículo 71 de la Constitución).
  • Hace días la compañía Sodimac, parte del grupo chileno Falabella, compró el 100% de las acciones de la empresa Maestro Perú por un valor total de S/. 1,404 millones, el paquete adquirido incluye las 30 tiendas de Maestro entre ellas la tienda de la ciudad de Tacna, ubicada en la Prolongación 2 de mayo a unos 31 Km. de la frontera, convirtiéndose así, quizás sin proponérselo, en la primera de su tipo en tener una tienda en una ciudad peruana fronteriza.

Ver: La compra de Maestro por Sodimac y el artículo 71 de la Constitución, por Félix Villanueva

  • El artículo 71 no solo limita la propiedad, sino también el alquiler de inmuebles. Si uno revisa en detalle la norma, esta especifica que “los extranjeros no pueden adquirir ni poseer título alguno”. Jurídicamente hablando, poseer se interpreta como alquilar y esto agrava aún más la situación.

Ver: El desarrollo fronterizo y el artículo 71, por Aldo Fuster

Así es como los peruanos debilitamos nuestro desarrollo, especialmente el de las poblaciones emergentes de nuestras fronteras, causando un daño severo a aquellas menos integradas a la vida nacional, como son las de Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y Puno, que no tienen la misma dinámica de Tumbes y Tacna. Esperamos que en los próximos días se pueda reflexionar adecuadamente sobre esta trampa constitucional.

Lampadia




Hagamos las cosas bien, para un Perú Grande

Esperemos que la desgracia pase pronto y que podamos enfrentar nuestras nuevas tareas con mejores luces de las que nos acompañaron una y otra vez en el pasado. Esta vez no podemos hacer lo mismo de siempre, reconstrucciones apuradas y a medias, que solo nos dejan pasar el trago amargo hasta el nuevo golpe de la naturaleza.

Ahora tenemos que hacer las cosas bien, en grande, y para el muy largo plazo, como se harían en los países más desarrollados.

Por ejemplo, no podemos rehacer la carretera entre Chiclayo y Piura, manteniendo los peligrosos badenes del ‘Niño’ de los 80s. No podemos mantener la quebrada de San Ildelfonso en Trujillo sin canalizarla y preservar la ciudad de estos percances, que se han repetido desde 1925. No podemos seguir sin proteger la carretera Central de los huaycos entre los kilómetros 39 y 44. No pueden dejarse sin descolmatar los ríos y canales de las zonas vulnerables, ni dejar que se malogren los sistemas de drenaje. No podemos permitir que autoridades corruptas e irresponsables, alienten y convaliden el tráfico de terrenos en áreas de alto riesgo.

Fuente: Red Filosófica del Uruguay

Ahora, tenemos que hacer las cosas en grande. Si es necesario, en algunas zonas del norte habrá que hacer carreteras elevadas con puentes altamente resistentes. Tendremos que hacer canalizaciones bien diseñadas y construidas. Tendremos que habilitar nuevas viviendas para las poblaciones que lo han perdido todo y mudarlas de las zonas de alto riesgo a nuevos desarrollos de vivienda popular en áreas seguras y con todos los servicios.

La tarea por delante requiere una serie de importantes definiciones:

  • ¿Quiénes van a fijar los objetivos de la tarea de desarrollo a prueba de ‘niños’?
  • ¿Cómo se va a lograr la reubicación de la población a zonas seguras?
  • ¿Quiénes van a organizar el trabajo y fijar metas y presupuestos?
  • ¿Quién va a dirigir el multi-proyecto?
  • ¿Quiénes lo van a ejecutar?
  • ¿Cómo se va a financiar?

En cuanto a los temas organizativos, es bueno revisar las experiencias exitosas del pasado, como la de los años 60 en Arequipa, con la Junta de Rehabilitación y Reconstrucción de Arequipa, que fue un esfuerzo liderado por su clase dirigente.

La Lección Arequipeña
En el Perú, la efectividad del gobierno de turno para llevar a cabo un proceso de reconstrucción ha sido siempre puesta en duda. El abanico de acusaciones es más o menos constante: desvío de donaciones, falta de ideas, incorrecto planeamiento urbanístico, mal gusto, etc. Los ejemplos de lo contrario son menos frecuentes.

En Arequipa, los sismos del 58 y 60, destruyeron el 90% de las viviendas de los distritos y pueblos de Tiabaya, Tingo, Huaranguillo, Tingo Grande, Sachaca, Alata, Arancota, Pampa de Camarones, Chullo y la urbanización Hunter.  Charcani se quedó sin fluido eléctrico; el sistema de desagüe y distribución de agua de la ciudad se dañó; las torres de la Catedral se rajaron y la Iglesia de Santo Domingo se vino abajo casi por completo.

El gobierno decretó la creación de la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa (JRDA).

Eduardo Bedoya Forga, miembro de la JRDA recuerda: “En la Junta no se hacía política. No había partidos, el partido era Arequipa”. Todos trabajaban ad honorem y eran empresarios arequipeños notables. La asamblea era de quince miembros de los cuales sólo cinco representaban al Estado. El resto pertenecía a instituciones diversas como sindicatos y colegios profesionales”.

La JRDA reconstruyó la ciudad con un sistema denominado “de ayuda mutua”: los propios damnificados participaban en las obras y el Estado proveía los materiales. Se estableció un nuevo sistema de electrificación, y se restauraron los monumentos. El plan de desarrollo contempló la creación de la Fábrica de Cementos Yura, del Parque Industrial y la Variante de Uchumayo. También se elaboraron los estudios completos a nivel de ejecución del Proyecto Majes. Un proceso articulado y desprovisto de intenciones políticas. (Fuente: Giomar Silva).

Se desarrollaron pequeñas irrigaciones repartidas en el departamento, se mejoró el riego, defensa de tierras, bocatomas, canales, estanques y otros. Se creó un programa de crédito artesanal y un Parque Artesanal y de Pequeña Industria. (Fuente: Edward Pari Portillo).

La JRDA fue pues un ejemplo de descentralización, con hombres que trabajaron por amor a su ciudad sin cobrar un centavo a la entidad a la que servían. Lamentablemente hasta hoy no se ha dado un caso parecido con los gobiernos regionales, incluyendo los de la propia Arequipa. (Fuente: ADEPIA).

En nuestra opinión, la lección más importante de la experiencia arequipeña es el involucramiento de la sociedad civil, tanto en la promoción de los esfuerzos de reconstrucción, como en su propia ejecución. En consecuencia, para enfrentar la actual situación, tal vez debiéramos pensar en identificar e involucrar a los ciudadanos notables de cada zona a apoyarse, e inclusive, en la organización nacional que debiera ser liderada por la sociedad civil y no solamente por funcionarios del Estado.

En cuanto al financiamiento

Nuestra primera reflexión es que ahora debemos ‘poner toda la carne en el asador’. En otras palabras, primero debemos estimar los requerimientos de inversión que permitan una solución estructural y de largo plazo, como ha afirmado el primer ministro Fernando Zavala, tanto para los temas de vivienda como para los de las infraestructuras. Luego debemos ver cómo financiar el programa en su integridad.

Es evidente que los daños son cuantiosos. Exagerando, asumamos que para el proceso se necesita canalizar US$ 10,000 millones (S/. 33,000 millones), aproximadamente un 5% del PBI.

Es claro que entre el Fondo de Estabilización Fiscal y la capacidad de endeudamiento del Perú, podemos financiar un 5% del PBI (y hasta 7% del PBI o más) para hacer las tareas correctas.

Otra consideración que se ve como un limitante es el de la posición del Déficit Fiscal, que tendría que ampliarse temporalmente, de forma importante. Sin embargo, por la magnitud de los daños, la envergadura de la tarea, y las capacidades de nuestra economía, se debería poder recibir el respaldo internacional de los organismos multilaterales y calificadores de riesgo.

También se debería considerar la utilización de capital privado para el financiamiento de la inversión.

En cuanto a la generación de recursos fiscales

La situación obliga también a mejorar las perspectivas de crecimiento de la economía. Eso significa, entre otras cosas, que tenemos que propiciar la inversión minera, que tiene la capacidad de movilizar rápidamente el conjunto de la economía y generar recursos fiscales importantes. No nos olvidemos que creciendo al 7% por año, la economía y los ingresos del Estado, se duplican cada diez años.

El Perú necesita un mayor crecimiento para cerrar nuestras brechas. Hace poco, Liliana Rojas-Suárez, reputada economista peruana, publicó un análisis muy oportuno sobre el ritmo de crecimiento necesario para que el Perú pueda cerrar las brechas de ingresos con respecto a los países más avanzados (que compartimos líneas abajo). En un primer caso, con respecto al conjunto de los países más avanzados y en un segundo, con respecto a aquellos países que alcanzaron el status de avanzados recientemente. Como puede verse en el siguiente cuadro resumen de los escenarios analizados por Rojas-Suárez, al ritmo actual de crecimiento de la economía, de alrededor de 4% anual, necesitaríamos entre  78 y 25 años para nivelarnos con los más avanzados o con los que recién lo lograron,  respectivamente. Si crecemos a un 7% anual, necesitaríamos entre 28 y 13 años para nivelarnos.  Ver en LampadiaLa importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Ahora, crecer es un mandato ineludible. Y quienes se opongan a ello, estarán traicionando la recuperación del país, desde esta nueva tragedia. Lampadia




Encontrando solidaridad en un desastre

Nuestro país está pasando por momentos críticos y necesita la ayuda de todos. Las inusuales lluvias a causa del Niño Costero han golpeado fuertemente la costa norte del Perú, inundando hospitales y dejando aisladas a algunas ciudades. Las tormentas están siendo causadas por un calentamiento de las aguas superficiales en el Océano Pacífico y se espera que continúen por otras dos semanas, afectando a más de la mitad de la nación. Sin embargo, a pesar de tantos destrozos, es encomiable como los peruanos estamos siendo tan solidarios con nuestros compatriotas.

Fuente: COEN, Semana Económica

El Perú ha respondido con una enorme campaña en favor de nuestros compatriotas. Mucha gente se unió donando ropa, agua, alimentos, tiempo y manos para recibir, seleccionar y empacar lo recolectado. No solo en organizaciones establecidas como la Cruz Roja, sino en pequeños grupos de personas, que ayudaron como pudieron: en Lima, limpiando las playas de Punta Hermosa, llevando comida y abrigo a ciudades afectas y mediante donaciones en todo el país.

Se crearon distintas campañas como #NuestroPerúunido, #FuerzaPerú, #juntosporpiura, #juntosporPH, #unasolafuerza y #AyudemonosEntrePeruanos. Todas con el mismo objetivo: apoyarnos entre hermanos para salir adelante tras este terrible desastre. Inclusive algunos locales apoyaron:

¿Qué más podemos hacer?
El Perú nos necesita y llegó la hora de actuar. Donar o ser voluntario son algunas opciones. La Cruz Roja activó un sistema de donación online para peruanos y extranjeros: Ingresa aquí. También puedes llevar agua embotellada, comida enlatada, ropa en buen estado, artículos de aseo y mucho más a los puntos de acopio establecidos: los centros comerciales Plaza San Miguel, Jockey Plaza y Mega Plaza, en Lima, así como las instalaciones del Real Plaza en Sullana, Piura, Chimbote, Chiclayo y Trujillo. Otra alternativa es inscribirte como voluntario en #UnaSolaFuerza, el portal del gobierno que reúne información oficial sobre la situación del fenómeno. 

Fuente: Radio Vaticano

Tales respuestas a los desastres revelan una visión alternativa de cómo organizar la sociedad: con la gente común que se unen para ayudar a rescatar y reconstruir sus comunidades. Los desastres sirven como recordatorios de que todo el mundo depende de sus amigos y vecinos. Desastres como el Niño Costero demuestran que otro mundo es posible. La respuesta inmediata al desastre no es individualista ni dirigida por el Estado, sino más bien creada por la gente local ayudándose mutuamente. La cooperación y la solidaridad, visibles después de los desastres, también pueden hacer la vida ordinaria más rica y más resistente. ¡Bravo Perú! 

Lampadia