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La Pfizer de Vizcarra

La Pfizer de Vizcarra

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Una de las más persistentes campañas de difamación que desarrolló la coalición vizcarrista durante el proceso electoral, fue la que tuvo como blanco al doctor Ernesto Bustamante y al periodista Beto Ortiz.

Los acusaron de menospreciar la vacuna china Sinopharm que supuestamente era de muy buena calidad y, peor aún, de llamar a la población para que no se vacune. Incluso los acusaron de ser culpables de la ola de muertos que asoló el país durante los primeros meses del año.

En verdad, las críticas que desarrollaron Bustamante y Ortiz, primero al fracasado ensayo clínico de la vacuna china en el Perú, y luego a la poca eficacia de esa vacuna, eran absolutamente ciertas.

El hecho de que Martín Vizcarra y sus familiares, que se vacunaron clandestina e ilegalmente antes que todos los peruanos con la vacuna china, ahora se hayan inoculado la Pfizer, es una prueba más de esa realidad. Casi nadie confía ahora en la vacuna china.

Y, como era de esperarse, nadie agradece a Bustamante y Ortiz el hecho que, si hoy día millones de peruanos se están vacunando con Pfizer, es gracias a lo que ellos hicieron.

En efecto, a principios de año Francisco Sagasti y su Gobierno aseguraron que se iba a comprar 38 millones de dosis de Sinopharm, persistiendo en afianzar las negociaciones que había iniciado el Lagarto. Pero ante las críticas que recibieron luego de las revelaciones de Bustamante y Ortiz, recularon en silencio y adquirieron las Pfizer, de mayor calidad y menor precio.

Naturalmente, ninguno de los difamadores de la coalición vizcarrista -políticos, periodistas, ONG- se ha rectificado ni lo va a hacer. Están acostumbrados a mentir con desfachatez e impunidad, porque controlan el poder y muchos medios de comunicación. Y, a salirse con la suya. Es decir, a embarrar a personas y grupos, sin que, cuando se descubre la verdad, esta tenga ni la milésima parte de difusión que tuvo la mentira que ellos comunicaron. Así, en gran parte de la población, lo que queda fijado son los embustes y calumnias de la coalición y no la verdad.

Por eso ellos no se rectifican nunca. No les importa la verdad -con la que se llenan la boca- sino sus intereses políticos y económicos, que defienden con ahínco y sin pudor.

Ahora sostienen en todos los tonos que no hay fraude, al tiempo que se niegan a revisar actas y padrones, a que se realice una auditoría independiente, etc. No porque eso sea cierto sino porque conviene a sus intereses.

Para derrotar a la coalición vizcarrista se requiere, entre otras cosas, desmontar persistentemente sus campañas de falsedades. Lampadia




China admite que sus vacunas tienen una efectividad baja

China admite que sus vacunas tienen una efectividad baja

El doctor Ernesto Bustamante y Beto Ortiz tenían razón, las vacunas chinas son de muy mala calidad, según lo admitido por el responsable del control de enfermedades de China.

El gobierno no solo compra malas vacunas a muy alto precio, también oculta y combate la información sobre la calidad de las mismas.

El principal responsable del control de enfermedades del país afirma que Pekín estudia la combinación de vacunas pese a haber sembrado dudas en el pasado sobre las marcas occidentales

Una empleada de Sinovac trabaja en una de las factorías que fabrican la vacuna china en Pekín

La Vanguardia 
BARCELONA, ESPAÑA

En una rara admisión de la debilidad de las vacunas chinas contra el coronavirus, el principal funcionario de control de enfermedades del país ha asegurado que su efectividad es baja y que el gobierno está considerando mezclarlas con otras para darle un impulso. 

Las vacunas chinas “no tienen tasas de protección muy altas”, dijo el director de los Centros para el Control de Enfermedades de China, Gao Fu, en una conferencia que tuvo lugar el sábado en la ciudad suroccidental de Chengdu. 

Pekín ha distribuido cientos de millones de dosis en otros países y también ha tratado de promover las dudas sobre la efectividad de las vacunas occidentales. “Ahora se está considerando formalmente si debemos usar diferentes vacunas de diferentes líneas técnicas para el proceso de inmunización”, dijo Gao.

Según investigadores brasileños, la tasa de efectividad de una vacuna contra el coronavirus de Sinovac, un desarrollador chino, es del 50,4%. En comparación, se ha descubierto que la vacuna fabricada por Pfizer tiene una efectividad del 97%.

Una enfermera prepara una dosis de Sinovac en Shanghai Qilai Shen / Bloomberg

Pekín aún no ha aprobado ninguna vacuna extranjera para su uso en China, donde surgió el coronavirus a fines de 2019. Gao no dio detalles de posibles cambios en la estrategia, pero mencionó el ARNm, una técnica previamente experimental utilizada por los desarrolladores de vacunas occidentales, mientras que los fabricantes de medicamentos de China usaban tecnología tradicional. 

“Todos deberían considerar los beneficios que las vacunas de ARNm pueden brindar a la humanidad”, dijo. “Debemos seguirlo cuidadosamente y no ignorarlo solo porque ya tenemos varios tipos de vacunas”. Gao había plantado previamente dudas sobre la seguridad de las vacunas de ARNm.  En diciembre, fue citado por la agencia de noticias oficial Xinhua diciendo que no podía descartar efectos secundarios negativos porque se estaban utilizando por primera vez en personas sanas. 

Los medios de comunicación estatales chinos y los blogs populares de salud y ciencia también han cuestionado la seguridad y eficacia de la vacuna de Pfizer, que utiliza ARNm. 

Hasta el 2 de abril, unos 34 millones de personas habían recibido las dos dosis requeridas por las vacunas chinas y alrededor de 65 millones habían recibido una, según Gao. 

Los expertos afirman que la mezcla de vacunas, o la inmunización secuencial, podría aumentar la tasa de efectividad. Los ensayos en todo el mundo buscan mezclar vacunas o administrar una inyección de refuerzo después de un período de tiempo más largo. Investigadores en Gran Bretaña están estudiando una posible combinación de vacunas Pfizer y AstraZeneca. Lampadia




¿Como se mide la eficacia o efectividad de las vacunas?

¿Como se mide la eficacia o efectividad de las vacunas?

Jorge Peschiera Cassinelli
Para Lampadia

La diversidad de opiniones acerca de los resultados preliminares del estudio sobre la vacuna Sinopharm me hizo ver la necesidad de entender mejor algunos conceptos básicos y me condujo a buscar información en internet que me parece importante explicar y difundir. Mayores detalles se pueden encontrar en las referencias que incluyo al final.

La eficacia y la efectividad de las vacunas miden la reducción proporcional de casos entre las personas vacunadas. La eficacia mide resultados de estudios realizados en condiciones ideales, por ejemplo, en ensayos clínicos. La efectividad mide resultados de estudios de campo, en condiciones no perfectamente controladas.

Tanto la eficacia como la efectividad de las vacunas (EV) se miden determinando el porcentaje de reducción del riesgo de infección entre las personas vacunadas, en relación con las personas no vacunadas. Cuanto mayor sea el porcentaje de reducción de infecciones en el grupo vacunado, mayor será la eficacia o efectividad de la vacuna.

Para calcular la EV, en primer lugar, se encuentra la diferencia entre a) el riesgo de infección en el grupo de personas vacunadas y b) el riesgo en el grupo de personas no vacunadas. Luego se divide ese número entre el riesgo de los no vacunados. La fórmula se puede escribir como sigue:

La eficacia o efectividad de la vacuna se interpretan como la reducción proporcional de la infección en el grupo vacunado. Una EV del 90% indica una reducción del 90% en la probabilidad de infección, gracias a la vacuna. Esto equivale a una reducción del 90% del número de casos que esperaría si esas mismas personas no se hubiesen vacunado.

Tomemos por ejemplo el estudio de la vacuna Pfizer, cuyos resultados se muestran en el siguiente cuadro:

La efectividad, calculada en base a estas cifras usando la fórmula indicada arriba, da como resultado la efectividad de 95% que se ha venido difundiendo para la vacuna Pfizer.

Espero que esta explicación contribuya a entender mejor los resultados del estudio preliminar de la vacuna de Sinopharm en el Perú y de esa forma elevar el nivel de debate al respecto. Lampadia

Referencias:

  1. Centers for Desease Control (CDC), USA.
    https://www.cdc.gov/csels/dsepd/ss1978/lesson3/section6.html
  2. New York Times
    https://www.nytimes.com/2020/12/13/learning/what-does-95-effective-mean-teaching-the-math-of-vaccine-efficacy.html



El estudio preliminar de la vacuna de Sinopharm habría sido mal interpretado

El estudio preliminar de la vacuna de Sinopharm habría sido mal interpretado

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La revelación de que el estudio clínico de la vacuna Sinopharm llevado a cabo por la Cayetano Heredia (UPCH) arrojaba solo un 11,5% de eficacia en un caso y 33.3% en otro era tan devastadora, que mi reacción fue: esto es demasiado malo para ser real, parafraseando al revés el dicho inglés “to good to be true”. Y mi reacción sigue siendo esa, pese a que en el Perú con frecuencia parece que el abismo es insondable, no tiene fondo, y pese a que la información no ha sido hasta ahora claramente desmentida.

El ministerio de Salud emitió un comunicado en el que se limitaba a defender la autorización dada por la Digemid a la vacuna con el argumento de que el ensayo clínico en los Emiratos Arabes Unidos había encontrado una eficacia 79.34% y que la revista The Lancet había publicado resultados positivos de la vacuna luego de las fases I y II.

Un comunicado del Instituto Nacional de Salud precisaba que el estudio clínico aún no ha concluido y que los investigadores de la Universidad deben aclarar la versión difundida. Finalmente, la doctora Coralith García, investigadora principal de la UPCH, intentó explicar en RPP el estudio, pero no fue clara en decir que las cifras difundidas no indican la eficacia de la vacuna tal como ésta se mide convencionalmente. Como buena científica, resultó muy mal comunicadora. Lo que para ella era seguramente clarísimo, muchos lo entendieron en el sentido de que estaba validando la interpretación que se dio en el programa de Beto Ortiz.

Traduciendo con gran esfuerzo y buena fe su explicación, podemos inferir que lo que quiso decir fue que el 33.3% de eficacia es el porcentaje resultante sobre el total de personas contagiadas, tanto asintomáticas como sintomáticas. Pero los estudios convencionales miden la eficacia solo sobre los sintomáticos. Y, en ese sentido, cuando se incluye sólo a los sintomáticos que requirieron hospitalización, la eficacia estaría alrededor de 91%.

Por su parte, el Canciller Allan Wagner me envió el sábado por la noche una explicación elaborada por la PCM, algo distinta, pero que va en la misma dirección: “Los datos preliminares (muy crudos) del ensayo clínico de la vacuna de Sinopharm en Perú (cepa Beijing) muestran que ésta protege, 33% contra casos leves o moderados (PCR +), 65% contra tomografía de pulmón positiva (equivalente a COVID moderado), y 91% de contra casos severos de COVID. En conclusión, sólo se presentó una parte de la información de un estudio todavía no analizado y con el fin principal de desinformar y hacer daño.”

Pero esta explicación no ha sido de dominio público. En lugar de amenazar al programa o al conductor con acciones legales, como ha hecho la Premier, atentando contra la libertad de expresión, lo que debió hacer el gobierno es desmentir y explicar con claridad las implicancias del estudio preliminar en cuestión. Amenaza, pero no explica.

Todo esto es muy desalentador, y podría llevar a que se abandone las gestiones para traer el resto de las vacunas de Sinopharm. Que, dicho sea de paso, no se habían concretado aún. El lote de 2 millones que se anunció para marzo, no está todavía asegurado, y ya estamos lunes 8. Menos aún las restantes 35 millones de dosis preliminarmente previstas para abril y mayo, o máximo junio.  

De modo que el cronograma firme de llegada de las vacunas queda así, por el momento:

Lo que significa que para junio habremos acumulado algo más de 7 millones de dosis, cantidad claramente insuficiente si queremos prevenir una tercera ola. La única manera de hacerlo es vacunar a la mayor cantidad de gente lo más rápidamente posible. Para lograrlo el gobierno debe juntar esfuerzos con el sector privado para comprar a la brevedad un lote grande de la vacuna rusa y también de otras con las que se está negociando. Ahora más que nunca.

Queda claro que la gran responsabilidad en todo esto la ha tenido el gobierno de Vizcarra, que descartó la oferta de AstraZeneca hecha en setiembre por 30 millones de dosis, y luego en octubre no pagó a Pfizer teniendo el contrato ya firmado. Fuera de haber rechazado la alternativa de la vacuna rusa. Todo eso sí debe ser investigado profundamente. Si el gobierno hubiese ido adelante con esos contratos, hoy ya estaríamos desplegando una intensa campaña de vacunación con el resultado de que los colegios pudiesen abrir presencialmente.

Cuando Sagasti entró, salvo Covax Facility, que llegará recién a fin de este año, no había nada avanzado. El gobierno actual tuvo que comenzar de cero. Y ha logrado avances, pero insuficientes. Es hora de acelerar a fondo en lugar de gastar energías en amenazas legales. Lampadia




Se vislumbra la vacuna contra el covid 19

Se vislumbra la vacuna contra el covid 19

La noticia del anuncio que hizo Pfizer la semana pasada sobre la efectividad del 90% de lo casos de su vacuna del covid ha pasado prácticamente desapercibida en nuestro país, ante la crisis política y social en la que nos hemos visto sumergidos los últimos días con la vacancia presidencial y el afloramiento de diversas marchas en diversos puntos de Lima y otras regiones del territorio nacional.

Vale la pena, sin embargo, dilucidar realmente qué significa este hallazgo, pues pulula mucha desinformación en las redes sobre que la efectividad es supuestamente muy baja – sin dar evidencia de la efectividad de otras vacunas – menospreciando además la innovadora tecnología que subyace a ella y que supone un avance notorio sobre todo para futuras mutaciones que podría experimentar el covid.

Un reciente y esperanzador artículo de The Economist que compartimos líneas abajo destaca los atributos de la vacuna Pfizer, a la vez que hace un llamado a los gobiernos a enfocarse en articular esfuerzos a invertir en  las denominadas “cadenas logísticas de ultra-frío”, pues la vacuna además que supone la inyección dos dosis, debe mantenerse a -70 ° C hasta su uso.

Cabe resaltar que Carlos Neuhaus del Comando Vacuna ya anunció que el primer lote de 50,000 vacunas de Pfizer estaría por arribar en diciembre en nuestro país con la capacidad de frío necesaria, con lo cual se empezaría a vacunar al personal de la primera línea del combate a la pandemia. Sin embargo, también mencionó que no se tiene certeza si se contara con la capacidad de frío restante en los siguientes lotes, que en su totalidad ascenderían a 9.9 millones según el contrato pactado, por lo que urge desde ya asegurar recursos en este tema, así como empezar a hacer llamados a la comunidad internacional para asegurar que esta cadena de frío no sea un problema para la distribución final en los países más afectados por la crisis.

Por lo demás queremos destacar, al igual que hace The Economist, que este notorio avance no hubiera podido ser posible sin la globalización, pues el trabajo de Pfizer, empresa estadounidense, junto a Bionetch, de origen alemana, refleja un claro ejemplo de cómo diversos países pueden expandir sus posibilidades de su aporte a las ciencias de la salud si trabajan juntas por el bien común. Ello sin contar que muchas otras vacunas que siguen la fórmula de Pfizer también se encuentran en camino a ser desarrolladas. Esperaremos ávidos los siguientes meses de mejores noticias en el combate a la pandemia. Lampadia

De repente, esperanza
La promesa de la nueva vacuna covid-19 es inmensa

Pero no subestime el desafío de vacunar a las personas

The Economist
14 de noviembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Transcurrieron nueve largos años entre el aislamiento del virus del sarampión en 1954 y la autorización de una vacuna. El mundo esperó 20 años entre los primeros ensayos de una vacuna contra la polio y la primera licencia estadounidense en 1955. Maravíllese, entonces, de cómo los científicos del mundo están en camino de producir una vacuna que funcione contra el SARS-COV-2, el virus que causa la covid-19, en un solo año.

Y no cualquier vacuna. Los primeros datos de un ensayo en etapa final revelados esta semana por Pfizer y BioNTech, dos compañías farmacéuticas, sugieren que la vacunación reduce las posibilidades de sufrir síntomas en más del 90%. Eso es casi tan bueno como para el sarampión y mejor que la vacuna contra la gripe, con una eficacia de solo 40-60%. De repente, en un invierno oscuro, hay esperanza.

Como era de esperar, las noticias de Pfizer del 9 de noviembre despertaron los alcistas de los mercados. Los inversores abandonaron acciones en Clorox, Peloton y empresas tecnológicas, que se han beneficiado del coronavirus, y en su lugar cambiaron a empresas como Disney, Carnival e International Consolidated Airlines Group, a las que les irá bien cuando el sol vuelva a brillar. La OCDE, un club de países principalmente ricos, calcula que el crecimiento global en 2021 con una vacuna temprana será del 7%, dos puntos porcentuales más que sin ella.

De hecho, hay mucho que celebrar. El resultado de Pfizer sugiere que otras vacunas también funcionarán. Más de 320 están en desarrollo, varios en ensayos avanzados. La mayoría, como la de Pfizer, se centran en la proteína de pico con la que SARS-COV-2 gana la entrada a las células. Si una vacuna ha utilizado esta estrategia para estimular la inmunidad, es probable que otras también puedan hacerlo.

La vacuna de Pfizer también es la primera que utiliza una nueva tecnología prometedora. Muchas vacunas preparan el sistema inmunológico mediante la introducción de fragmentos inertes de proteína viral. Éste consigue que el cuerpo produzca la propia proteína viral insertando instrucciones genéticas contenidas en una forma de ARN. Debido a que puede editar el ARN, la vacuna se puede modificar en caso de que la proteína de mute, como puede haber ocurrido recientemente en los visones. Esta plataforma se puede utilizar con otros virus y otras enfermedades, posiblemente incluido el cáncer, el enfoque original de BioNTech.

Así que celebre lo lejos que ha llegado la biología y lo productivo en cómo puede manipular la maquinaria bioquímica para el bien de la humanidad (más adelante habrá tiempo para preocuparse por cómo se podría abusar de ese poder). Y celebre la potencia de la ciencia como un esfuerzo global. Basándose en contribuciones de todo el mundo, una pequeña empresa alemana fundada por inmigrantes turcos de primera generación ha trabajado con éxito con una empresa multinacional estadounidense dirigida por un director ejecutivo griego.

Sin embargo, a pesar de las buenas noticias, destacan dos grandes preguntas, sobre las características de la vacuna y la rapidez con la que se puede distribuir. Estos son los primeros resultados, basados en 94 casos sintomáticos de covid-19 de entre los 44,000 voluntarios. Las respuestas adicionales deben esperar hasta que el ensayo haya recopilado más datos. Por lo tanto, no está claro si la vacuna detiene los casos graves o leves, o si protege a los ancianos, cuyo sistema inmunológico es más débil. Tampoco se sabe si las personas inoculadas aún pueden causar infecciones potencialmente fatales en quienes aún no han recibido inyecciones. Y es demasiado pronto para estar seguro de cuánto durarán los efectos beneficiosos.

La claridad tomará tiempo. En las próximas semanas, el ensayo debería declararse seguro, aunque se necesitará un mayor control de la vacuna. Las empresas predicen que la inmunidad durará al menos un año. La eficacia superior al 90% es tan alta que esta vacuna puede ofrecer al menos algo de protección a todos los grupos de edad.

Mientras el mundo espera los datos, tendrá que lidiar con la distribución. La vacuna será escasa durante la mayor parte del próximo año. Aunque las vacunas de ARN pueden resultar más fáciles de hacer a escala que las basadas en proteínas, las de Pfizer requieren dos dosis. La compañía ha dicho que podrá producir hasta 50 millones de dosis en 2020 y 1,300 millones el próximo año. Eso suena mucho, pero solo EEUU tiene más de 20 millones de socorristas, personal médico, trabajadores a domicilio y tropas en servicio activo. Quizás una quinta parte de los 7,800 millones de personas del mundo, incluidos dos tercios de los mayores de 70 años, corren riesgo de covid-19 grave. Nadie ha intentado nunca vacunar un planeta entero a la vez. A medida que aumenta el esfuerzo, las jeringas, los vasos médicos y el personal podrían agotarse.

Peor aún, las inyecciones de Pfizer deben almacenarse a temperaturas de -70 ° C o incluso más frías, mucho más allá del alcance de su químico local. La empresa está construyendo una cadena de ultra-frío, pero la logística seguirá siendo difícil. La vacuna viene en lotes de al menos 975 dosis, por lo que es necesario reunir a esa cantidad de personas para su primera inyección y la misma multitud nuevamente 21 días después para una dosis de refuerzo. Nadie sabe cuántas dosis se desperdiciarán.

Mientras haya muy poca vacuna para todos, los gobiernos deben establecer prioridades. Mucho depende de que lo hagan bien, dentro de los países y entre ellos. El modelo sugiere que, si 50 países ricos administraran 2,000 millones de dosis de una vacuna con una efectividad del 80%, evitarían un tercio de las muertes a nivel mundial; si la vacuna se suministrara según la población de los países ricos y pobres, esa proporción casi se duplicaría. Los detalles dependerán de la vacuna. Los países pobres pueden encontrar demasiado costosas las cadenas de ultra-frío.

La respuesta nacional a estos problemas son los comités nacionales para asignar la vacuna de manera óptima. La respuesta global es COVAX, una iniciativa para fomentar la igualdad de acceso de los países a los suministros. Sin embargo, en última instancia, la solución será continuar trabajando en más vacunas. Algunas pueden sobrevivir en refrigeradores comerciales, otras funcionarán mejor en los ancianos, y otras pueden conferir una protección más prolongada, requerir una sola inyección o detener infecciones y síntomas. Todas aquellas que funcionen ayudarán a incrementar la oferta.

Solo cuando haya suficiente para todos, los anti-vacunas se convertirán en un obstáculo. Los primeros informes sugieren que la vacuna causa fiebre y dolores, que también pueden desanimar a algunas personas. La buena noticia es que una eficacia del 90% hace que la vacunación sea más atractiva.

El túnel adelante

Los próximos meses serán duros. Las tasas mundiales de mortalidad registradas han superado su pico de abril. Los gobiernos lucharán con la logística de la vacunación. EEUU es rico y tiene una medicina de clase mundial. Pero corre el riesgo de quedarse corto porque el virus se está propagando allí y porque la transición entre administraciones podría conducir a un caos y retrasos innecesarios. Derrochar vidas cuando hay una vacuna a la mano sería especialmente cruel. La ciencia ha hecho todo lo posible para eliminar el virus. Ahora viene la prueba para la sociedad. Lampadia