1

Cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas

Cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre cómo parar la bomba de tiempo congresal de leyes populistas.

Participa como invitado Pablo Secada, economista, junto con Sebastián Otero y Jaime de Althaus, asociados de IIG.

Las opiniones vertidas en este programa no necesariamente representan la opinión institucional de IIG sobre los temas tratados.




La ‘barbaridad’ de la mayor cobertura de la Ley Servir

La iniciativa del Ejecutivo, refrendada por el Tribunal Constitucional, de instaurar un régimen general para todos los servidores del Estado, incluyendo a los trabajadores del Banco Central de Reserva (BCRP),  para que formen parte de la Ley del Servicio Civil (Ley Servir) es (en palabras de Julio Velarde, Presidente del BCRP) “una barbaridad”.

La ley, dirigida supuestamente a promover la meritocracia en el Estado, pretende homogenizar los tres regímenes laborales generales: la Carrera Administrativa (D.L. 276), de la actividad privada (D.L. 728) y la Contratación Administrativa de Servicios (CAS, del D.L. 1057). Y también los otros 12 regímenes especiales (profesores, profesionales de la salud, magistrados, fiscales, diplomáticos, servidores penitenciarios, militares, policías, entre otros). Esta norma también incluiría a los congresistas, personal de la Sunat y la SBS. 

Una de las mayores críticas es que se generaría espacio para mayor intervención política de los gobiernos en el régimen laboral del Estado, contrariando el objetivo de meritocracia. El abogado laboralista, Alberto Hurtado Chancafe, explica esto diciendo que “la situación será inestable porque cualquier gobierno podrá imponer su propia evaluación a los trabajadores y así despedir a muchos de ellos”. Además, estos empleados perderían sus derechos adquiridos y otros beneficios importantes.

Sin embargo, la crítica más importante es que si el Ejecutivo pudiera entrar a evaluar al personal por mandato de esta ley (la cual pretende promover la meritocracia en ámbito laboral), destruiría la autonomía del BCRP, tema que ha sido crucial para la solidez macroeconómica del país. El BCRP es una de las pocas entidades verdaderamente meritocráticas. En realidad, es la base de su proceso de selección. Pablo Secada explica esto diciendo que “A los jóvenes se les contrata cuando salen de la universidad, se les brinda un curso y permanentemente hay evaluaciones promoviendo a los mejores. Toda la carrera en el (Banco) Central es en base a la meritocracia que [en teoría] promueve la ley Servir”.

Velarde agregó que un fallo de ese tipo “afecta la autonomía del Banco Central y desestabiliza el país”, pues entonces su presupuesto dependería completamente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Además, afirmó que “el BCR es una institución que se ha caracterizado por eso [la meritocracia], no ha habido una sola persona que ha estado entrando por una recomendación o alguno de estos factores. Quisiera ver cuántas instituciones públicas podrían decir lo mismo. Quisiera ver si Servir tiene éxito en 20 o 25 años, tendría una suerte si logra ser lo que es el Banco Central ahora.”

 En Lampadia estamos completamente en contra de este  fallo del Tribunal Constitucional y de cualquier intromisión política en el BCRP y las otras pocas instituciones que han logrado estar a salvo de la proverbial mediocridad de los servidores del Estado. Líneas abajo compartimos un artículo de opinión del IPE que sustenta los daños que produciría esta Ley.

SI NO ESTÁ ROTO, NO LO ARREGLES

Publicado en IPEOpinión

03 de mayo de 2016

 

La independencia constitucional de la que goza hoy el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) no es un simple capricho de los legisladores. La función del ente emisor es tan importante que debe ser blindada de las voluntades políticas de turno tanto como sea posible. Las consecuencias de menoscabar la independencia del banco las vivió ya el país en la década de los ochenta.

En este sentido, el reciente fallo del Tribunal Constitucional (TC) que incorpora al BCRP y a otras instituciones en el régimen laboral del Servicio Civil (Servir) resulta cuestionable a diferentes niveles. En el caso del banco, desde el punto de vista legal, no queda claro en qué medida la sentencia del TC es compatible con su autonomía, garantizada por su Ley Orgánica y por el artículo 84° de la Constitución Política del Perú. Las autoridades del BCRP han pedido ya una aclaración al respecto.

Desde el punto de vista práctico, resulta un sinsentido forzar a la institución pública que mejores estándares de meritocracia ha exhibido en las últimas décadas a sustituirlos por otros con resultados más inciertos. Las políticas de atracción y retención del mejor talento han sido tan efectivas en el BCRP que no sería descabellado pensar más bien en la fórmula inversa: que Servir busque adoptar algunas de las prácticas del banco.

La construcción de instituciones meritocráticas dentro del aparato estatal, qué duda cabe, es una necesidad urgente. En ese sentido, las políticas de Servir pueden ser un avance para fortalecer a las entidades públicas, sobre todo fuera de la ciudad capital. Ello no impide, sin embargo, reconocer que existen instituciones cuyo mandato constitucional les permite aplicar regímenes laborales ad hoc y que han venido operando con suma eficiencia gracias a ellos. Como dice la vieja frase, no arreglemos lo que no está roto. Lampadia




Futuro de los jubilados en la picota

Futuro de los jubilados en la picota

Como informamos el 12 de noviembre pasado, ver en Lampadia: Réquiem por las pensiones decentes y seguras, el Congreso de la República votó ‘unánimemente’ por eliminar, en la práctica, el sistema privado de pensiones.

Como debiéramos recordar, antes de la creación del sistema privado, los peruanos no teníamos la opción de tener una pensión decente. El sistema estatal estaba quebrado, el dinero de los descuentos de los trabajadores se usaba en cualquier cosa y la cobertura era mínima.

Con el Sistema Privado de Pensiones (SPP), que se basa en un sistema de acumulación individual, se ha logrado que la gran mayoría de sus afiliados tenga mejores pensiones. A diferencia del sistema público de la ONP, en que el 30% de los afiliados no recibirá ni un Sol de pensión (por no aportar un mínimo de 20 años), el SPP, devuelve el íntegro de lo aportado al 100% de sus afiliados.

Más allá de varios temas menores que debieran evaluarse y mejorarse, el SPP tiene un gran problema estructural: la baja cobertura de la población trabajadora. Efectivamente, el mayoritario segmento de los trabajadores independientes, del llamado sector informal, no se afilian voluntariamente, como se estableció desde el primer día, pues sus evaluaciones individuales de ahorro actual (para pensión futura) versus gasto y o inversión corriente, los lleva a preferir lo último.

La eventual facultad de retirar el 95.5% de los fondos acumulados en el SPP al llegar a la edad de jubilación, hará que la gran mayoría de los afiliados opte por retirar sus fondos. Eso quitará todo sentido al ahorro forzoso para pensiones que ya no se darían como tales. Por lo tanto, muchos peruanos podríamos carecer de algún sistema pensionario, a no ser que sea algo como Pensión 65, que a todas luces sería largamente insatisfactorio.

Lo más increíble de la norma del Congreso es que no se ha pensado sobre las consecuencias futuras de esta medida, ni se han evaluado opciones de mejora, como, por ejemplo, la planteada por Lampadia, de usar parte de los pagos de IGV como aportes individuales al sistema de pensiones. Ver las distintas publicaciones que hemos hecho al respecto:

En el país de los mitos, los falsarios son reyes

Una pensión para todos, como se debe,

Propuestas para mejorar el sistema,

El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo.

Por otro lado hay que recordar que el origen de la falta de cobertura se da por la naturaleza del sistema laboral peruano que nos ha llevado a un altísimo nivel de informalidad, que es muy difícil de superar con medidas tradicionales y timoratas. Por ejemplo, ver las declaraciones de Pablo Secada, sobre la posibilidad de usar el IGV para formalizar el empleo.

Esperamos que el gobierno observe la ley por el bien de largo plazo de todos los peruanos. El camino sensato hacia delante, debe ser el que el Congreso de la República convoque a un gran debate nacional, en distintos estamentos de la sociedad y ojalá, luego, forme un grupo de expertos para que evalúen todas las opciones, le expliquen a los ciudadanos sus implicancias y asesoren al Estado en el diseño de una solución final.

Es sorprendente la irresponsabilidad con la que algunos analistas apoyan la ley del Congreso, como por ejemplo, Juan Mendoza de la Universidad del Pacífico, quien se multiplica en los medios con argumentos pobres. Por un lado dice que lo de antes era muy malo, pero como no le gusta el sistema, justifica su apoyo a la norma congresal diciendo que no cree que la gente retirará sus fondos. Peor aún, no plantea ninguna solución a la futura demanda de pensiones que tarde o temprano tendremos que enfrentar. Este tipo de opiniones y las de los puristas que no consideran que se debe establecer un sistema de ahorro forzoso, deberían contemplar la posibilidad de desarrollar un debate nacional, antes de aplaudir una decisión más política que técnica.

Para ilustrar a nuestros lectores de un diálogo alturado al respecto, presentamos líneas abajo la entrevista de Jaime de Althaus a David Tuesta, Jefe de la Unidad de Inclusión Financiera del BBVA Research.

Luchemos por nuestra ideas, pero sometámonos a un debate serio. Lampadia

 




Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Por José Carlos Reyes

(Gestión, 18 de Febrero de 2015)

Economista estima que la economía crecería entre 3% y 3.5%. Advierte que aún no se recupera, pues el PBI desestacionalizado cayó tanto en noviembre como en diciembre del 2014.

El Gobierno podría volver a fallar en cumplir la meta de crecimiento trazada para este año, e incluso también será difícil que se supere la tasa de expansión de 2.3% registrada en el 2014.

Para el economista Pablo Secada, este 2015 el PBI crecería solo “un cachito más” que el año pasado: “entre 3% y 3.5%”. Ello debido a que los últimos datos del INEI no muestran una recuperación y tampoco repunta la confianza empresarial.

Refirió que si se observa el PBI desestacionalizado -que compara el PBI de un mes con el anterior- en diciembre y noviembre pasados la economía retrocedió, a diferencia de lo ocurrido en meses previos (ver cuadro).

“En noviembre y diciembre la actividad económica retrocedió. Entonces, hemos terminado el año no recuperándonos, sino retrocediendo”, indicó a Radio Exitosa.

Incertidumbre

Asimismo, Secada subrayó que actualmente la confianza empresarial está “estancada”, y si en algún momento se recupera, sus efectos en la economía se sentirían recién luego de dos trimestres.

“No es que mañana mismo se gira el cheque. El dinero entra en dos trimestres. Por ejemplo, mientras pides la maquinaria y llega, luego recién la pagas”, anotó.

Cabe recordar que tanto el Ministerio de Economía (MEF) como el Banco Central de Reserva estiman que este año el PBI crecería alrededor de 4.8%, impulsado por la recuperación de la minería y pesca, la baja del precio del petróleo, el avance de las obras de infraestructura y los efectos del paquete fiscal lanzado a fines del 2014.

Sector externo “no ayuda

No obstante, Secada remarcó que este año el “sector externo no ayudará”, pues se prevé una baja en la demanda, incluida la de los minerales, del mercado chino y europeo. “Si bien no es un panorama de crisis, como en algún momento lo dijo el presidente, la economía mundial no te va a ayudar. Básicamente, lo que te queda es el consumo privado y el gasto público”, sostuvo.

Pero advirtió que en el primer caso el consumo privado ha venido desacelerándose, al crecer antes a 6% anual y ahora a solo 4%. Mientras que el gasto público viene avanzando muy lento, no solo a nivel de las regiones y municipios, sino también de parte del gobierno central (Gestión 12.02.2015). “Entonces, no sabemos de dónde va a salir el crecimiento (adicional para este año)”, anotó.

“Fallas” en concesiones

Secada, analista del Instituto Peruano de Economía (IPE), también advirtió sobre fallas en los contratos de concesión de los proyectos de infraestructura elaborados a nivel del MEF y el Ministerio de Transportes para luego ser promovidos en ProInversión. “El diseño es pobre, los contratos están mal hechos, pues no se define bien de quién es el riesgo. Por ello, al final, se presentan pocas empresas postoras”, anotó el analista.