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¿Camino a una Tercera Guerra Mundial?

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La trampa anti globalización

Absurdamente, todos los días empeoran las críticas a la globalización y el libre comercio en los países más ricos. Ambas, son las nuevas banderas de la ola de populismo que aqueja a las democracias occidentales más desarrolladas.

Como hemos comentado anteriormente en Lampadia, un factor que no se menciona en los rebotes periodísticos es el de la ‘cuarta revolución industrial’, que ya empieza a mostrar sus impactos en la composición del empleo. Europa no llega a resolver la caída del empleo y es probable, que mientras continúe sobre-regulando e inhibiendo la innovación, no pueda corregirla. Por su lado EEUU, según información muy reciente  que ya hemos publicado, está ya casi en pleno empleo y su clase media está creciendo nuevamente.

El tema anti comercio internacional y anti globalización es muy peligroso para países como el Perú. Ver en Lampadia: El sándwich que amenaza a los países emergentes. Las críticas están basadas fundamentalmente en falsedades, como puede verse en el análisis de The Economist que compartimos líneas abajo, en el que se afirma:

“Un estudio de 40 países encontró que los consumidores más ricos perderían el 28% de su poder adquisitivo si terminara el comercio transfronterizo; pero aquellos que están en el decil inferior perderían el 63%”.

Además del artículo indicado, estamos adjuntando una serie de cuadros de The Economist que permiten hacer una buena lectura del tema.

Como sabemos por experiencia en el Perú, por la debilidad de la política, los procesos electorales vienen deteriorándose en todo el mundo. Lamentablemente, en tiempos que traen estos riesgos, no tenemos mejores clases dirigentes y medios de comunicación, para que, con compromiso cívico y pensamiento crítico, nos ayuden a evitar que poblaciones poco informadas caigan en las trampas políticas que nos asechan.

Esperamos que el siguiente artículo y nuestro seguimiento del tema, contribuyan a paliar los vacíos de análisis e información indicados.

Anti-globalización: ¿Por qué se equivocan?

Los críticos de la globalización dicen que sólo beneficia a las élites. De hecho, el mundo menos abierto perjudica sobre todo a los pobres.

The Economist

1 de octubre, 2016

Traducido y glosado por Lampadia

En setiembre de 1843, el Mercurio de Liverpool, Inglaterra, informó sobre una gran manifestación pro libre comercio en la ciudad. El Anfiteatro Real estaba repleto. John Bright, el MP (miembro del parlamento) recién elegido, habló elocuentemente sobre la abolición de los aranceles de los alimentos importados, haciéndose eco de los argumentos presentados por The Economist, un periódico novato. Bright explicó  “cómo los albañiles, zapateros, carpinteros y todo tipo de artesanos sufren si se restringe el comercio del país”. Su discurso de Liverpool fue ovacionado abrumadoramente.

Es difícil de imaginar, 173 años más tarde, a un político occidental que sea ovacionado por la defensa del libre comercio. Ninguno de los candidatos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos es un campeón. Donald Trump, incoherente en tantos frentes, es claro en esta área: la competencia desleal de los extranjeros ha destruido puestos de trabajo en casa. Él amenaza con desmantelar el NAFTA, (el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica), retirarse de la Asociación Trans-Pacífico (TPP) e iniciar una guerra comercial con China. Para su descrédito, Hillary Clinton, ahora denuncia el TPP, un pacto que ayudó a negociar. En Alemania, uno de los mayores exportadores del mundo, miles de manifestantes salieron a las calles a principios de este mes para marchar en contra del acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos.

La reacción contra el comercio es sólo un síntoma de la ansiedad generalizada por los efectos de la apertura de las economías. El voto por el Brexit de Gran Bretaña refleja la preocupación por el impacto de la migración sin restricciones sobre los servicios públicos, el empleo y la cultura. Las grandes empresas están siendo golpeadas por usar espacios del exterior para evadir impuestos. Estas críticas contienen algo de verdad: se debe hacer más para ayudar a aquellos que pierden por la apertura. Pero hay una gran diferencia entre mejorar la globalización y reversarla. La idea de que la globalización es una estafa que sólo beneficia a las corporaciones y a los ricos, difícilmente puede estar más equivocada.

La verdadera política pro-pobres

La prueba de los beneficios de la globalización para los pobres es la gran mejora en el nivel general de vida en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, que fue sustentada por una explosión en el comercio mundial. Las exportaciones de bienes aumentaron del 8% del PBI mundial en 1950 a casi el 20% del medio siglo más tarde. El crecimiento impulsado por las exportaciones y la inversión extranjera han arrastrado a cientos de millones fuera de la pobreza en China, y transformado las economías desde Irlanda a Corea del Sur.

Claramente, los votantes occidentales no se sienten muy reconfortados por esta extraordinaria transformación en la suerte de los mercados emergentes. Pero en casa, también, los beneficios del libre comercio son indiscutibles. Las empresas exportadoras son más productivas y pagan salarios más altos que las de que sólo sirven el mercado interno. La mitad de las exportaciones de Estados Unidos se dirige a países con los que tiene un acuerdo de libre comercio, a pesar de que sus economías representan menos de una décima parte del PBI mundial.

El proteccionismo, por el contrario, perjudica a los consumidores y hace poco por los trabajadores. El beneficio del comercio es mucho mayor para los pobres que para los ricos. Un estudio de 40 países encontró que los consumidores más ricos perderían el 28% de su poder adquisitivo si terminara el comercio transfronterizo; pero aquellos que están en el decíl inferior perderían el 63%. Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, el costo anual para los consumidores estadounidenses de cambiar a neumáticos no chinos después de que Barack Obama estableció aranceles antidumping en 2009, fue de alrededor de US$ 1,100 millones. Eso equivale a más de US$ 900,000 por cada uno de los 1,200 puestos de trabajo “salvados”.

La apertura ofrece otros beneficios. Los migrantes no sólo mejoran sus propias vidas, sino también las economías de los países receptores: los inmigrantes europeos que llegaron a Gran Bretaña desde 2000 han sido contribuyentes netos al fisco, sumando más de £ 20,000 millones (US$ 34,000 millones) a las finanzas públicas entre el 2001 y 2011. la Inversión Extranjera Directa (IED) ofrece la competencia, tecnología, gestión del conocimiento y empleos, que es por lo que decepcionan las políticas excesivamente cautelosas de China con la IED

¿Qué has hecho por mí últimamente?

Nada de esto implica negar que la globalización tiene sus defectos. Desde la década de 1840 los defensores del libre comercio han conocido que, aunque beneficia a la gran mayoría, algunos pierden. Muy poco se ha hecho para ayudar a estas personas. Tal vez una quinta parte de las pérdidas de 6 millones de empleos netos en la manufactura estadounidense entre 1999 y 2011 provino de la competencia china; muchos de los que perdieron su trabajo no encontraron otros. En retrospectiva, los políticos de Gran Bretaña estuvieron demasiado despreocupados acerca de las presiones en los servicios públicos por la migración de los nuevos miembros de la UE en el este de Europa. Y aunque no haya protestas en las calles alrededor de la velocidad y la inconstancia en las mareas de capital a corto plazo, su flujo y reflujo a través de las fronteras han demostrado a menudo ser perjudiciales, sobre todo en los países endeudados de la zona euro.

Se debe hacer más para hacer frente a estos inconvenientes. Estados Unidos gasta un magro 0.1% de su PBI, una sexta parte de la media de los países ricos, en programas de reciclaje de los trabajadores y en ayudarles a encontrar nuevos puestos de trabajo. En este contexto, es lamentable que ni Clinton, ni Trump ofrezcan políticas para ayudar a aquellos cuyos trabajos se han visto afectados por el comercio o por la tecnología más barata. En materia de migración, tiene sentido seguir el ejemplo de Dinamarca de vincular los ingresos de los gobiernos locales con el número de ingresantes, por lo que las tensiones en escuelas, hospitales y viviendas pueden aliviarse. Muchos ven a los firmantes de normas de pactos comerciales como una afrenta a la democracia. Pero hay maneras en que reglas compartidas pueden mejorar la autonomía nacional.  Armonizar las normas sobre cómo se grava a las empresas multinacionales, daría a los países mayor control sobre sus finanzas públicas. Un enfoque coordinado para controlar los flujos de capital volátiles restablecería el dominio sobre la política monetaria nacional.

Estas son las respuestas sensatas a los mercachifles del proteccionismo y nacionalismo. La peor respuesta sería que los países le den la espalda a la globalización. Las razones de la apertura siguen siendo las mismas que cuando este periódico fue fundado para apoyar la derogatoria de las Leyes del Maíz. Hay más, y más, variadas oportunidades en las economías abiertas que en las cerradas. Y, en general, mayores oportunidades hacen que la gente esté mejor. Desde los 1840s, los proponentes del libre comercio han creído que las economías cerradas favorecen a los poderosos y perjudican a las clases trabajadoras. Ellos estuvieron acertados entonces. Ellos lo están ahora.

Ver líneas abajo una serie de cuadros publicados por The Economist que complementan la información del análisis.

Lampadia

 




Virreinato o Colonia – ¿Qué fue el Perú?

Los relatos que distorsionan la historia o que la cambian nos acompañan desde siempre. La historia es una sucesión de eventos que en conjunto forman una realidad. Desde la perspectiva actual, se puede apreciar o no un evento específico, pero no se debería negar, cambiar o torcer.

Hace algunos años, un alto funcionario del gobierno de China, de visita en el Perú, nos comentó como su historia había tenido giros y procesos totalmente distintos y opuestos, pero enfatizó que todo formaba parte de esa historia, ya se tratara del imperio chino, del caos del feudalismo, la invasión japonesa, la guerra civil, el comunismo o la adopción de la economía de mercado.

En el Perú hemos construído mitos en los que ensalzamos algunos períodos de nuestra historia y otros que, o pasamos por alto o distorsionamos. Cosa en la que, por supuesto, no cayeron un Basadre o María Rostworowski, entre otros. Este es el caso de cómo calificamos el período de 280 años entre la caída del Imperio de los Incas y la proclamación de la República. En general nos referimos a este período, con sentimiento de culpa, llamándolo ‘Colonia’ y con un cierto tinte esclavista.

La verdad es un poco diferente. Este importante período de nuestra historia debería ser visto como el de un ‘Virreinato’, tal como lo explican líneas abajo los historiadores Rafael Sánchez-Concha, Fausto Alvarado y el venezolano Guillermo Morón. Veamos:     

“El Perú no fue una colonia sino un reino más dentro del imperio ibérico”

Universidad Católica San Pablo (UCSP), Arequipa

10 agosto, 2015

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Historiador Rafael Sánchez – Concha en Maestría en Historia de la UCSP

“El Perú no fue una colonia sino un reino más dentro del imperio Español, un reino con la condición de vicerreino o virreinato. Inicialmente fue una gobernación a partir de la conquista  emprendida por Pizarro, llamado genéricamente el reino del Perú, dividido en la Nueva Castilla y la Nuevo Toledo”, así lo aclaró el historiador Rafael Sánchez – Concha.

El profesor  con especialidad en historia virreinal fue uno de los docentes de la Maestría en Historia que se imparte en la Universidad Católica San Pablo, y que se inició en marzo. La maestría es una de las tres de esta condición que se imparten  en el país y la única fuera de Lima.

El ponente explicó que en la época hispánica el Perú era prácticamente la mitad del imperio español y tenía un papel sumamente protagónico por ser abastecedor de minerales, como la plata extraída de riquísimos yacimientos como el de Potosí, Huancavelica, y Hualgayoc, entre otros,  y por ser el más importante centro administrativo, del poder virreinal, del poder judicial y del poder inquisitorial de la América del Sur. La Real Audiencia de Lima, que es la base territorial del Perú actual, tenía por audiencias sufragáneas la de Quito, Charcas y Chile. “Hay que valorar esta época histórica ya que como decía Jorge Basadre: ‘el Perú se forja en el virreinato’. El  virreinato es el punto de partida de la actual nación peruana. Es allí cuando se da el proceso de mestizaje (“síntesis viviente”), el influjo ibérico y los elementos comunes con otros países iberoamericanos donde surge la cultura del barroco”, comentó el historiador.

La población indígena en la época virreinal

El historiador Sánchez – Concha aclaró también que en la época virreinal, a pesar de los obvios e innegables abusos, a los indígenas le asistían derechos y  contaban con la protección de sus curacas, además existía un funcionario virreinal llamado el protector de indios. Es en la época republicana con la llegada de Simón Bolívar, que se eliminó esta institución, sin embargo los indígenas siguieron pagando tributos hasta 1854 en el gobierno de Ramón Castilla.

“No se puede tapar el sol con un dedo, es cierto que hubo excesos, pero a diferencia de lo ocurrido en el poblamiento de la América del Norte por parte de los ingleses, los conquistadores españoles integraron a los nativos a su sistema social, político y religioso, a través de la evangelización y la hispanización. No hubo un plan de exterminio sistemático como en Norteamérica, por eso tampoco se puede decir que el Perú fue una colonia”, detalló.

Si bien el descenso demográfico de la población indígena tuvo como una de sus causas la guerra de conquista, también hubo otros factores mucho más importantes como las enfermedades que llegaron previamente al tercer y definitivo viaje de Pizarro de 1532, a los cambios del patrón de vida y al mestizaje.

La religión tuvo un papel importante en esta etapa de la historia. La conquista fue asumida como una cruzada como una proyección de la reconquista española, por ello la cristanización fue muy fuerte. La  religión formó parte de la política mediante el imaginario social conocido como el cuerpo místico de la República, que es Estado, Iglesia y Sociedad.

El protagonismo de Arequipa

En la época virreinal, Arequipa tuvo especial protagonismo. Arequipa se constituyó sobre las bases del Contisuyo en las primeras décadas del siglo XVI. A decir del historiador, su valor también está en su vocación por la intelectualidad, en sus grandes hombres y autores como Ventura Travada y Córdoba, los visitadores de los Collaguas, y el trabajo evangelizador de los Franciscanos, con su magnífico convento de La Recoleta.

En Arequipa también se produjo una fuerte concentración de la república de españoles (peninsulares y criollos). Destacó en el virreinato por su religiosidad, a través de las múltiples vocaciones de santidad como el de la Beata Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, el hermano jesuita Gonzalo Báez, Sor Juana de San José Arias y el indígena juandediano Ignacio de la orden de San Juan de Dios, que se santificó en el hospital de su congregación en la ciudad blanca.

La vocación conventual de la ciudad se puede apreciar hasta la actualidad en monasterios como Santa Catalina, Santa Teresa, Santa Rosa, entre otros.

La misma tesis sobre sobre la naturaleza del Perú como un reino del Imperio Español, fue sustentada por Fausto Alvarado Dodero en su libro: Virreinato o Colonia.

A este mismo libro se refirió Roxanne Chessman en un artículo que publicó en El Comercio, destacando el debate generado por Alvarado. Ver captura de pantalla:

 

Pero, el gran historiador y escritor latinoamericano, el venezolano Guillermo Morón, ha defendido esta tesis en su larga producción bibliográfica. Morón, de 90 años es uno de los más destacados historiadores del nuevo mundo. Por encargo de la OEA, dirigió la ‘Historia General de América’, que se publicó en 36 tomos en 1992. Entre sus obras tenemos Historia de Francisco y otras Maravillas, El Gallo de las Espuelas de Oro, Catálogo de Mujeres, Los Hechos de Zacarías y Ciertos Animales Criollos (Wikipedia).

Hoy seguimos construyendo mitos, ver nuestra nota de hoy: Otra Máxima Mentira (Chaupe -Grufides- vs. minería)

Lampadia




Venezuela se queda sola

Venezuela se queda sola

El régimen chavista ha perdido influencia política en la región

Por: Alfredo Meza (Caracas)

(El País, 18 de Diciembre de 2014)

En su primera reacción el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha querido subrayar “la valentía” del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al reanudar de lleno las relaciones diplomáticas entre ese país y Cuba, y lo ha calificado “como el gesto más importante de su presidencia”. El gobernante venezolano, quien asiste en Argentina a la cumbre del Mercosur, puso el acento en la liberación de los tres cubanos presos en Miami por espionaje que han sido liberados como parte de las negociaciones. “Ya están en su tierra, libres, dignos, es una victoria de la moral, de la ética de la resistencia, de la lealtad a los valores, es una victoria de Fidel, del pueblo cubano”, ha manifestado.

Maduro ha elogiado a Obama como nunca antes y rescató el pasaje del discurso en el cual el gobernante estadounidense señala el fracaso del embargo como política para aislar al régimen cubano. “Pareciera una rectificación histórica lograda, de acuerdo a lo que están diciendo, con la ayuda del papa Francisco, nuestro Papa”, dijo. Ha sido apenas un alto en las tensas relaciones que mantienen ambos países desde 2001, cuando el entonces presidente Hugo Chávez criticó la guerra iniciada por Washington en Afganistán tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York.

La noticia se produce en medio de una cruzada que ha iniciado Maduro para tratar de convertir en una agresión a la Nación el anuncio de sanciones del Senado estadounidense a 56 altos funcionarios del régimen de Caracas, aún pendiente de la sanción del Ejecutivo de ese país para convertirse en ley. Las respuestas a esa moción de la bancada republicana han sido variadas: desde un acuerdo de rechazo aprobado por la mayoría chavista en la Asamblea Nacional hasta la quema de las visas de turista (https://www.youtube.com/watch?v=gkl-71VxjJA) propuesta en la televisora oficial por Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios.

Con el fin del embargo aún pendiente, Venezuela comienza a quedar como el único ariete del discurso antiimperialista en América. Cuba ha terminado de dar un paso definitivo hacia el progresivo regreso de la democracia, lo que supone un cambio en el escenario internacional de impredecibles consecuencias. La Habana ha advertido los riesgos de depender en exclusiva de las veleidades de la economía venezolana, cuyo flujo de ingresos depende de los precios del petróleo. Con la más reciente caída de la cotización del crudo parecía más perentoria la necesidad de cortar la total dependencia del dinero venezolano.

Con esa capitulación del régimen de La Habana también queda la interrogante de si se mantendrá en el tiempo el apoyo político cubano a la estrategia internacional de Venezuela, habida cuenta de las más recientes expresiones del gobierno de Caracas hacia Washington. Apenas el lunes Maduro, recordando las versiones más procaces de Hugo Chávez, había dicho: “agarren sus visas y métanselas por donde les quepan, yanquis insolentes”. “Ahora se abre un importante ejercicio de compresión de las consecuencias del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre esos países”, afirmó en su cuenta de Twitter el politólogo chavista Nicmer Evans al conocer la noticia.

La analista Elsa Cardozo advierte retrocesos en el discurso antiimperalista venezolano. Desde Estados Unidos, recuerda, proviene principalmente el flujo de recursos que mantiene a flote a la economía venezolana y debe cuidar esas relaciones. “No es tan sencillo que siga asumiendo la estrategia imperialista internacional. Venezuela ha perdido mucha influencia política y económica a pesar de que recientemente se hizo de un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o del acuerdo de entregar petróleo subsidiado a los países del Caribe cambio de apoyo a sus iniciativas. Proyecta una crisis económica y política y mucha conflictividad”, agrega.

Cardozo apela al pragmatismo que en situaciones similares a la actual ha aplicado el chavismo. Una vez superadas podía retomar su discurso antiestadounidense porque Cuba seguía a su lado, acompañándolo con un apoyo casi paternal. Esta vez todo luce distinto. ¿Habrá consultado este paso Castro con su par Maduro cuando este acudió a la cumbre del ALBA en La Habana el fin de semana pasado?