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La funesta incapacidad moral

La funesta incapacidad moral

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

Muchas personas culpan a la pandemia de todos los males que viene padeciendo el mundo. Por eso creen que pronto todo volverá a la normalidad. La verdad es que esta afirmación está lejos de la realidad, porque el mundo ya se encontraba enfermo antes de que apareciera el Covid para agravar su situación.

La infección ya existía y era de un antiguo mal, que al parecer no tiene cura, pero que en los últimos tiempos se ha venido expandiendo peligrosa y rápidamente. Me estoy refiriendo a la madre de todos los males: LA CRISIS MORAL.

La falta de ética y valores viene tomado al mundo por asalto y lo está destruyendo. Es una enfermedad crónica mucho más peligrosa que cualquier pandemia, ya que no solo afecta al frente sanitario, sino a todos los demás, especialmente al social, al político y al económico. 

Su agresivo avance está lesionando severamente a las personas, instituciones y países del mundo. La desmedida corrupción, el fraude, el abuso del poder, el narcotráfico, el lavado de activos, la compra de voluntades, el contrabando y el crimen organizado vienen arrasando todo lo que encuentran en su camino. Y lo mas grave es que esto se está convirtiendo en la nueva y nefasta normalidad.

Este mal se expande mucho más rápido en los países menos desarrollados y con mayores índices de pobreza, como los de nuestra región. En ellos, estas prácticas son implementadas por la vía política y por personajes que tienen una tremenda incapacidad moral.

Para lograr sus infames planes, penetran todas las instancias del estado con el objetivo de perpetuarse en el poder, apoderarse de las riquezas de los países y convertirlos en viles dictaduras o, peor aún, en narco estados.

Sus tácticas incluyen la mentira descarada, el divisionismo de clases, la compra de voluntades, el fraude electoral, la confusión y el caos y las utilizan aprovechándose de la pobreza e ingenuidad de la población mas vulnerable. No le faltaba razón a Maquiavelo cuando afirmaba que ¨La política no tiene ninguna relación con la moral¨.

En varios países la estrategia está muy avanzada y ya se encuentran completamente sometidos a regímenes totalitarios. Los demás están en diferentes grados de avance. En estos todavía existen algunas alternativas defensivas basadas en la legalidad y en el derecho ciudadano de la voz, la insurrección y el voto.

Sin embargo, el éxito de estos esfuerzos dependerá del nivel de penetración que alcancen los incapaces morales, para lo cual utilizan la táctica de la confusión y el adormecimiento, mientras avanzan subterráneamente con su plan. Las poblaciones tienen que estar muy alertas y defender firmemente sus libertades a como de lugar.

A nivel mundial, los pocos países que se salvan de esta funesta crisis de moral tienen al menos tres factores en común:

  • EDUCACIÓN: Es la primera prioridad y sus índices PISA son muy altos.
  • MORAL: La población practica altos estándares de ética, civismo, disciplina y respeto.
  • PROPÓSITO: Sus gobiernos están enfocados en ¨Bienestar para la población y progreso para el país¨.

Como se puede apreciar, el sistema político y económico utilizado no es uno de los factores claves de éxito. Lo fundamental es quien lo ejecuta. Como apuntó el General francés Charles De Gaulle, ¨La política es un asunto muy serio como para dejarla sólo en manos de los políticos¨.

En pocas palabras, es necesario tener un buen plan estratégico, pero es más importante aún, contar con un equipo probo y profesional para que lo ejecute correcta, oportuna y transparentemente. Por este motivo la capacidad moral es la clave del éxito y lo contrario es el fracaso seguro.

En cuanto al modelo económico, el capitalismo es el que mejores resultados ha tenido en las últimas décadas. Sin embargo, en casi todos los países en que se implementó, se hizo de manera incompleta. Se enfocó en el crecimiento y el desarrollo, pero prácticamente se dejó de lado el complemento social y la sostenibilidad. Un gran error que se tendrá que revisar y reparar en el futuro.

En el otro frente, el sistema económico socialista/comunista ha fracasado rotundamente, sin excepción alguna, en todos los países en que se implementó o que se intentó hacerlo. En ellos, solo se generó mas pobreza, caos y destrucción.

Aquí se aplica perfectamente la famosa frase de Sir Winston Churchill, ¨El capitalismo distribuye desigualmente la prosperidad, mientras que el comunismo distribuye equitativamente la miseria¨

El caso de China, cuna del maoísmo, la doctrina tan amada y predicada por algunos políticos de nuestra región, es un claro reconocimiento del fracaso de su sistema económico. Actualmente mantienen el sistema político comunista, pero es uno de los países más agresivos en el uso del sistema económico capitalista. Esto los ha convertido en la segunda potencia económica del mundo.

Entonces, se hace muy difícil entender porque en nuestra región, los miembros del foro de Sao Paulo insisten en implementar un sistema económico fracasado que hasta uno de sus países símbolo lo han dejado de lado.

¿No será porque quieren conseguir el resultado que han conseguido los miembros de las cúpulas políticas de países como Cuba, Venezuela, Argentina, Bolivia y Nicaragua? Por eso no le falta razón al escritor brasileño Paulo Coelho, quien dice ¨Cuando un comunista dice que acabará con la pobreza, se refiere a la suya¨.

Concluyo con una reflexión que viene muy al caso y que sirve para aclarar de manera contundente el tema de la incapacidad moral:

¨Quien no tiene educación, incurre en incapacidad intelectual. Quien tiene problemas psiquiátricos, incurre en incapacidad mental. Quien tiene problemas serios de salud, incurre en incapacidad física. Pero quien no tiene ética, ni valores, incurre en incapacidad moral¨. Lampadia




El JNE insiste en conducir un proceso turbio

El JNE insiste en conducir un proceso turbio

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Las últimas elecciones han producido la posibilidad de un quiebre dramático en la vida de los peruanos. Las propuestas de Perú Libre (PL) mostraron, sin ningún recato, un programa político extremista inspirado en el marxismo-leninismo, que se llevaría a cabo detrás de un cambio de Constitución, el quiebre de las regulaciones del sector productivo y la eliminación de una serie de instituciones republicanas.

Luego estas propuestas han ido siendo edulcoradas y cambiadas a conveniencia de la coyuntura electoral. PL ha llamado al resto de las izquierdas que, ante propuestas tan extremistas, suenan a muchos como música para sus oídos. Pero no podemos olvidar que estas siempre fueron de una oposición caprichosa, desinformada y hasta falseante, a nuestra economía de mercado.

Como hemos dicho anteriormente, las elecciones se salieron de su curso normal ante la gravedad de la multi-crisis: sanitaria, económica, social y política, creada por el desastroso gobierno de Vizcarra y sus compinches. Situación que llevó a gran parte de la población a la pérdida de confianza en los liderazgos políticos y a una tremenda confusión sobre las relaciones causa-efecto de las políticas públicas. Confusión agravada por la aparente contradicción del crecimiento económico de las últimas décadas, con los pésimos servicios públicos, sobre todo en salud y educación.

No fue suficiente que los peruanos reflexionáramos sobre el desarrollo del país desde el año 1990, en que nuestra incipiente economía de mercado redujo la pobreza de 60% a 20%, además de haber generado muchos otros indicadores positivos (ver en Lampadia: La prosperidad sin precedentes del Perú). La multi-crisis y la narrativa anti mercado de las izquierdas pre modernas, más la manipulación mediática del gobierno Vizcarrista, llevaron a muchos peruanos a abrazar la propuesta política de cambio, como un cheque en blanco, sin reparar que los remedios que planteaba, solo producirían más daños en la calidad de vida de toda la población, pero especialmente en la vida de los más pobres.

Aún así, la elección fue muy ajustada, como presagiaban todas las encuestas. La boca de urna dio la victoria a Fuerza Popular, pero horas más tarde, el conteo de votos daba como ganador a Perú Libre.

Ahí empezaron los problemas, pues el conteo rápido no incluía las actas observadas, mayormente en Lima, donde FP tenía larga ventaja. Algo que podía explicar la mínima variación que volteó el resultado. Lamentablemente, Ipsos no advirtió esto al país, y PL pasó a representarse como ganador final de la contienda. A esto se empezaron a sumar una serie de denuncias sobre irregularidades en distintas zonas del país.

Con toda lógica, FP y una gran mayoría de peruanos planteó la imperiosa necesidad de que el cómputo electoral fuera especialmente cuidadoso y transparente, y que se analizaran en detalle todas las observaciones de irregularidades.

Lamentablemente, la conducción del proceso electoral, adoleció de todo lo contrario.

  • La composición de JNE fue irregular, con solo cuatro miembros y doble voto para su presidente.
  • No se exigieron las mismas reglas a todos los participantes. El JNE fue muy severo con algunos (PPC, Apra, Fernando Cillóniz) y laxo con otros.
  • Se pasaron por alto varias faltas, como no haber descalificado la postulación de Vizcarra al Congreso por no haber renunciado oportunamente. Lo mismo sucedió con la candidata a la primera vicepresidencia de PL. Así mismo, no se descalificó al propio Pedro Castillo de PL, por haber mentido y ocultado información sobre su situación patrimonial.
  • El JNE se ha negado a analizar adecuadamente los reclamos de FP.
  • Se mantuvo de manera arbitraria el límite de las ocho de la noche, en lugar de considerar las 11:59 como la ley permitiría, para rechazar expedientes de FP.
  • Ante denuncias de firmas falsas, el propio presidente del JNE ha llegado a declarar que no existe disposición alguna que prohíba al ciudadano hacer una grafía distinta a su propia firma.
  • Contrariamente a lo usual, la ONPE observó la mayor cantidad de actas en las zonas más educadas, ahí donde ganó Keiko Fujimori, y, en cambio validó actas con errores y vicios en la zona rural y del interior del país.
  • En la revisión de esas actas observadas por lo general no se respetó el principio de salvar el voto.
  • El JNE le niega a FP, acceso a información pública, como son los padrones, evitando que se despejen buena parte de la dudas y resquemores.  

Además, el fiscal supremo Luis Arce Córdova, miembro del pleno del JNE, declinó continuar en el proceso para evitar que sus “votos en minoría sean utilizados para convalidar falsas deliberaciones constitucionales, que son en realidad decisiones con clara parcialización política”. En su carta pública, hizo acusaciones muy graves contra los presidentes de los órganos judiciales y electorales, sobre algunas supuestas irregularidades en el proceso electoral.

Este proceso, evidentemente lleno de irregularidades, para no hablar de algo más grave, ha sido, indebidamente, santificado por el presidente Sagasti, por los negligentes observadores de la OEA y de la Unión Europea. Del mismo modo, apuradamente, los medios internacionales tomaron partido por PL, mediante (hasta groseras) manipulaciones de muchos de sus corresponsales en el Perú, la mayoría de izquierda pre moderna, a pesar de que no representan la línea editorial de sus medios.

La honrosa excepción a estas reacciones del exterior, es la expresada por el Premio Nobel peruano, Mario Vargas Llosa, que apoya a Keiko Fujimori y a todas las gestiones que está haciendo ante la autoridad electoral. Un gesto doblemente valioso, pues MVL representó durante varios lustros, la inspiración de una acérrima oposición a todo lo que se relacionara con el fujimorismo.

Hoy día estamos ante la posibilidad de que se entronice un gobierno de izquierda radical, sin pasar por un proceso electoral claro y transparente. Llama especialmente la atención, la pertinacia, la arbitrariedad y la poca voluntad del JNE para ser transparente y legitimar el proceso electoral.

Por nuestro lado, tenemos que insistir en que se corrijan todas las actitudes oscuras que nublan las elecciones. Deben revisarse todos los reclamos, incluyendo los rechazados por el supuesto vencimiento de plazos y revisarse todos los votos.

¡Nunca es tarde para hacer las cosas bien! Lampadia




Indignación, mal ejemplo, humillación…

Indignación, mal ejemplo, humillación…

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 16 de octubre de 2020
Para Lampadia

Muchos moralistas cuestionan la corrupción – únicamente – por sus connotaciones éticas y morales. Sin embrago, el problema es mucho peor. La corrupción tiene también otras connotaciones… más allá de lo ético y moral. Y de eso se trata el presente artículo.

Efectivamente, la corrupción enquistada en el Estado – y en la sociedad civil – es inmoral, descarada, e indignante. Las coimas, el clientelismo político, y todo lo demás, son actos inmorales, descarados, e indignantes. Y el hecho de que haya mucha gente corrupta, no justifica que uno también lo sea. Y menos cuando se trata del propio presidente de la República.

A ese respecto, la justificación que dio el presidente Vizcarra acerca de las reiteradas e injustificadas contrataciones de Richard Swing fue realmente denigrante. – Pero si muchos lo hacen – dijo el presidente, muy suelto de huesos, para defender las indefendibles contrataciones de su amigo cantante. En ese sentido, la corrupción del presidente tiene una connotación de efecto en cascada de alcances verdaderamente perniciosos. El ejemplo percola de arriba hacia abajo… tanto el bueno, como el malo. Y en este caso, el pésimo ejemplo del presidente ha percolado hacia millones de personas que trabajan en el Estado.  

Pero la corrupción tiene otra connotación que es aún peor que las anteriores: la humillación. En efecto, todo parece indicar que la humillación que conllevaron las contrataciones de Richard Swing está pasando inadvertida. Me refiero a la humillación infligida a los funcionarios del Ministerio de Cultura que tuvieron asistir a las charlas motivacionales de aquel personaje impresentable.

¿Qué habrán sentido los buenos funcionarios del ministerio – que de hecho los hay – cuando vieron a Richard Swing al frente de las sesiones motivacionales? Incluso, antes de las charlas absurdas ¿qué habrán sentido las personas de las áreas administrativas del ministerio al tener que pasar por todos los trámites previos a las contrataciones?

Obviamente, la relación del cantante con su amigo el presidente debió haber trascendido de antemano. De lo contrario, jamás hubieran procedido unas contrataciones tan absurdas e inoportunas. – Esto es una inmundicia – habrán pensado tanto los funcionarios que fueron forzados a contratarlo, como los que tuvieron que asistir a las charlas motivacionales. ¡De allí la humillación! La cual se agrava por provenir del propio presidente de la República.

Es verdad que los funcionarios en cuestión debieron negarse a tal infamia. La lucha contra la corrupción implica que uno pueda perder su trabajo, su reputación… y hasta su seguridad personal y familiar. Como que guardar silencio frente a la corrupción, nos hace cómplices de ella. Entonces, si queremos luchar – de verdad – contra esa lacra universal, debemos estar dispuestos a perderlo todo. Así de bravo es el desafío. Ante la corrupción no caben medias tintas. O estamos contra la ella… o somos parte de ella.

Por otro lado, el presidente Vizcarra no nos puede seguir contando el cuento de que su prioridad es la lucha contra la corrupción. Está clarísimo… él es uno más del montón. ¡Un presidente más! ¡Un coimero más! ¡Un corrupto más! ¡Una lástima más!

Y su actitud frente a la corrupción es triplemente perniciosa. En primer lugar, porque es inmoral y antiética. En segundo lugar, por el pésimo ejemplo para millones de peruanos. Y en tercer lugar – tal como lo hemos visto en el caso de los funcionarios del Ministerio de Cultura – porque es humillante y abusiva.

Sí pues… la corrupción es mucho más que un acto inmoral y antiético. La corrupción es un pésimo ejemplo para la ciudadanía; sobre todo para los niños y jóvenes. Además, la corrupción es abusiva y humillante; tanto para los que tuvieron que cumplir las órdenes de un presidente corrupto, como para los que tuvieron que asistir a las charlas motivacionales de tan pernicioso personaje. Lampadia




¿No se puede… o no nos conviene?

¿No se puede… o no nos conviene?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 20 de septiembre de 2020
Para Lampadi
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Decir que hay peruanos – informales – que no pagan impuestos, no es cierto. Todos los peruanos contribuimos tributariamente al erario nacional. No importa la edad, profesión, condición económica, o lugar de nacimiento. Todo peruano que compra un paquete de galletas o un balón de gas; todo peruano que echa gasolina – o petróleo – a su moto, carro, o camión; todo peruano que usa un celular, enciende un foco de luz en su casa, o se toma una cerveza, paga impuestos.

Claro que hay informalidad – y evasión tributaria – pero no al 100%. Es imposible que un peruano pueda sobrevivir sin adquirir un bien o un servicio que haya evadido todos los mecanismos recaudadores del Impuesto General a las Ventas (IGV) de la SUNAT. No hay forma.

Entonces, como contribuyentes que somos, y en contraprestación por los impuestos que le pagamos al Estado, los peruanos tenemos el derecho – y el deber – de exigirle buenos servicios de agua, limpieza pública, salud, educación, seguridad, justicia… en fin, todo lo que el Estado – supuestamente – debe brindarnos. Incluso, infraestructura como carreteras, hospitales, escuelas, etc. Si no ¿para qué están los municipios, los gobiernos regionales, los ministerios, la policía, y el poder judicial… entre otros?

Aclarado el punto de que el Estado está para servirnos – porque de nosotros sale el cuero para las correas – debemos ser mucho más exigentes en cuanto a la eficiencia y moralidad en el Estado. No puede ser que – con nuestros impuestos, y en plena pandemia – el Estado haya contratado a Richard Swing… “para motivar a funcionarios del Ministerio de Cultura”. Por sólo mencionar un caso emblemático del pésimo uso de nuestros impuestos por parte del Estado.

Porque – como sabemos – el Estado está atiborrado de amigos, cuñados, familiares, y recomendados de miles de autoridades que utilizan al Estado para favorecer a personajes que no sirven para nada; y – peor aún – que no tienen ningún mérito académico, profesional, laboral… más allá de ser amigo – o allegado – de la autoridad que los contrata. ¡Habiendo tanta gente capaz y honesta!

El hecho es que más o menos desde el 2005 – y está documentado en las cuentas del Ministerio de Economía y Finanzas – el gasto del Estado en contrataciones administrativas, consultorías, y todo lo demás – fuera de los ámbitos de Salud, Educación, Seguridad, y Justicia – ha subido de S/. 5,000 millones anuales, a cerca de S/. 35,000 millones por año. O sea ¡7 veces! Incluso, el 2020 – el año en curso… el año de la pandemia – el presupuesto público en esas partidas es el más elevado de toda la serie. ¡No hay derecho que malgasten así nuestros impuestos!

Pero ahí no acaba la cosa. ¿Qué proponen algunos políticos para cubrir el déficit fiscal que – obviamente – se ha disparado ante la brutal caída de la recaudación tributaria, producto de la cuarentena? ¡Aumentad los impuestos!

La pregunta es ¿acaso no hay espacio para reducir algunos gastos en el Estado… tipo Richard Swing? ¿Porqué nadie habla de ello? Incluso – ¡qué desconcertante! – muchos economistas y académicos plantean lo mismo: “hay que subir los impuestos… no queda otra”.

Pues a mi me parece una falta de respeto hacia los contribuyentes – que como expliqué al comienzo de esta nota – somos todos. Me parece una gran irresponsabilidad no tocar el tema de la súper burocratización del Estado durante los últimos 15 años. Me parece pésimo que el presupuesto público del próximo año – 2021 – no contemple ningún ajuste burocrático en dependencias estatales que están por las puras… y que nos cuestan un montón de plata.

“No se puede” dicen algunos políticos cuando se le toca el tema. ¡Falso! La respuesta que no se atreven a decir es “no nos conviene”. Lampadia




Quien avisa no es traidor

Quien avisa no es traidor

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Otra vez en setiembre, el sino de la política peruana nos muestra que la corrupción, el engaño y la traición son una constante.

En esta misma época, en setiembre de 2000, hace apenas 20 años, se conoció como actuaba “detrás de cámaras” el régimen de Alberto Fujimori para ocultar actos de corrupción, mantener el poder y controlar la justicia. Una traición puso a la luz lo que muchos creíamos que sucedía en los entretelones de un gobierno que había logrado valiosos avances económicos para el país, pero que estaba como tantos otros gobiernos peruanos, minado por la corrupción y el engaño.

Veinte años después, nuevamente en setiembre, una traición devela la forma como Martín Vizcarra “acomodaba la realidad”, “preparaba declaraciones” y “faltaba a la verdad” en busca de lo mismo de siempre: ocultar actos de corrupción, mantener el poder y controlar el curso de la justicia. Un gobierno que presumía de moralidad, mostraba que era precisamente de eso qué adolecía.

Está demás decir que a lo largo de estas dos décadas otros audios, videos, declaraciones de testigos, delaciones premiadas y confesiones, han mostrado lo mismo: corrupción y engaño detrás de la escena de la política oficial. Muchas otras traiciones han mostrado el “detrás de cámaras” del toledismo, aprismo, humalismo y de este mismo gobierno, para no hablar de gobernadores regionales, alcaldes, magistrados y fiscales.

  • ¿La traición de Karem Roca Luque a Martín Vizcarra permitirá que muchos peruanos vean que la corrupción y el engaño no pertenecen a uno u otro bando de la política peruana sino a toda ella?
  • ¿Las contrataciones de favor como la del patético señor Richard Swing, harán que muchos peruanos entiendan de una vez por todas que ver al “estado como botín” no es un atributo de algunos políticos sino de muchos de aquellos que quieren llegar al poder?

En “La corrupción que esconde el ruido anticorrupción I y II” (LAMPADIA 13.09.19 y 20.09.19) vimos que el problema de la corrupción era “más amplio, más antiguo y más serio” de lo que el relato maniqueo del presidente Vizcarra quería mostrar para enfrentar a sus opositores.  Dimos evidencias de que el “play list oficial de la música anticorrupción esconde una corrupción mucho mayor y de mayor nivel y que la verdadera lucha anti corrupción “no puede ser una bandera política de supervivencia” como lo fue hasta ayer, sino “una cruzada nacional, amplia, permanente y sin estridencias”.

Muchos peruanos no quisieron entenderlo. Estamos a tiempo de hacerlo.

El último caso de traición conocido ayer probablemente aparte a Martin Vizcarra del cargo, encumbre como presidente temporal al presidente del Congreso y nos ponga el 2021 en manos de algún falso moralizador cuyas radicales promesas sintonicen con el anhelo hipócrita de muchos ciudadanos que quieren combatir la corrupción en la política, sin combatirla previamente en casa.

La corrupción y el engaño seguirán siendo una constante de la política peruana mientras usemos el pronombre equivocado para entenderla: ellos en lugar de nosotros. Cuando entendamos que el problema está en “nosotros los peruanos” y no en “ellos los políticos”, habremos dado el primer paso necesario para comenzar en serio la solución de este problema. Reconocer que la corrupción está en el ADN nacional puede ser muy duro e injusto con muchos, pero es imperativo para enfrentar en serio este problema y no caer en el juego cínico de los políticos, a los cuales sólo la traición de sus allegados desnuda.

Entre tanto, se seguirá aplicando por necesidad aquello de que “quien avisa no es traidor”. Lampadia




Una nueva epidemia se cierne sobre occidente

Una nueva epidemia se cierne sobre occidente

Como comentamos la semana pasada a raíz del retiro de la película ‘Lo que el viento se llevó’ de la cartelera de HBO, el lado occidental del mundo está sufriendo la imposición de una nueva suerte de inquisición que pretende regimentar lo ‘políticamente correcto’, incluso mediante la violencia.

Así como la Unión Soviética reescribió la historia de la Rusia, hoy los nuevos fanatismos pretenden reescribir la historia de occidente.

Tenemos que reaccionar ante esta nueva enfermedad que solo lleva a la supresión de la libertad, la mayor desgracia social imaginable.

La nueva revolución cultural

Fundación para el Progreso – Chile
Axel Kaiser
Publicado en Diario Financiero
18.06.2020

Harald Uhlig, destacado profesor de la Universidad de Chicago y editor del Journal of Political Economy, ha sido expulsado de su puesto en la revista en medio de un escándalo que llegó hasta la presidencia de la American Economic Association. ¿La razón? Uhlig cuestionó la idea de “Black Lives Matter” de abolir las policías en Estados Unidos.

Poco antes, la película “Lo que el viento se llevó” había sido eliminada temporalmente de la cartelera de HBO Max por su supuesto contenido racista. Hace unos días, la cerveza Colonial en Australia era retirada de distribución porque su nombre podía ser interpretado como ofensivo por grupos descendientes de nativos.

“Diversos grupos tienen incentivos para jamás asumir responsabilidad por su propia existencia y culpar a otros de que los agravian; si dejan de declararse víctimas, su estatus se derrumba”

Paralelamente, se tumbaban decenas de estatuas en diversos países, entre ellas, de Cristóbal Colón por ser el origen de todos los males de América, de Mahatma Gandhi por comentarios ofensivos hacia los africanos, de soldados confederados, de filántropos, etc. También se atacaba la estatua de Winston Churchill, bajo acusaciones de racismo y se amenazaba a la autora de Harry Potter J.K Rowling de que no se seguirán produciendo películas de sus libros, por afirmar que el sexo biológico existe.

Estos son tan solo unos pocos ejemplos de la ola de fanatismo religioso que sacude a occidente, sumergiéndolo con rapidez en lo que el filósofo Roger Scruton denominó “una nueva era de oscuridad”. Se trata de una neoinquisición, como la he llamado en un libro reciente analizando en profundidad el fenómeno, que no acepta el diálogo racional como la fórmula para aproximarse a la verdad, porque abraza dogmas de fe cuyo cuestionamiento está prohibido.

El origen intelectual de este impulso purgatorio se encuentra en académicos y pensadores de izquierda cuya visión es que occidente sería una civilización opresiva creada en beneficio del hombre blanco heterosexual para marginar a todos los demás grupos. Estas ideas, repetidas por décadas desde las facultades de humanidades, han logrado alcanzar un punto de inflexión en que han transformado nuestra cultura, desde una basada en la dignidad del individuo, a una fundada en el victimismo tribal.

Si en las culturas del honor el heroísmo era la fuente de reconocimiento social, en las culturas del victimismo, explican los sociólogos Bradley Campbell y Jason Manning, ese estatus lo confiere la condición de víctima. Como consecuencia, alegar que se es oprimido por el orden social del hombre blanco se convierte en una fuente de credibilidad moral, de reconocimiento colectivo y de justificación para demandar todo tipo de ventajas y reparaciones de modo de corregir la supuesta opresión. Por ello, los diversos grupos, añaden los sociólogos, tienen todos los incentivos para jamás asumir responsabilidad por su propia existencia y culpar siempre a otros de que los agravian, pues en el minuto en que dejan de declararse víctimas, su estatus se derrumba.

Es esta ideología, según la cual occidente es una construcción opresiva y donde los diversos discursos y estructuras sociales servirían a los dominadores, la que se encuentra detrás de la purga y censura que lleva adelante la neoinquisición. Se trata, en definitiva, de un colapso de la esfera pública como espacio de diálogo racional y del triunfo del irracionalismo que Karl Popper denunció como consustancial a los movimientos totalitarios del siglo XX. Lo peor es que casi todos se han contagiado de sus premisas, derrumbando así los diques que contenían esta nueva revolución cultural.




Respeto a la institucionalidad

Respeto a la institucionalidad

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Para que una nación pueda desarrollarse adecuadamente, es fundamental que todos sus ciudadanos (y las autoridades no son de una especie diferente) respetemos la institucionalidad.

Nuestra Constitución establece que contamos con tres Poderes del Estado; el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Adicionalmente contamos con organismos con rango constitucional y funciones específicas. Si bien las instituciones a que nos queremos referir no son sólo las mencionadas, es importante este ejercicio descriptivo para que todos podamos comprender que cada quien tiene sus fueros, funciones establecidas, responsabilidades y forma de interrelacionarse.

Nuestra estructura de poderes se asemeja mucho, en el fondo, a las establecidas alrededor del mundo y el respeto a tal estructura y a las relaciones que debe darse entre ellas, se le denomina institucionalidad.

En cualquier institución es fundamental tener claro qué debe hacer, pero lo más importante es que sus miembros tengan más claro; qué NO debe hacer y así concentrar sus esfuerzos para el logro de sus objetivos.

Por ejemplo, el Poder Judicial tiene sus responsabilidades con una mirada enfocada en el pasado. A partir del trabajo, seriedad y probidad con la que sus miembros, jueces y fiscales se conduzcan, generarán no sólo un efecto punitivo y correctivo a los ciudadanos que hayan delinquido, sino que sus investigaciones, acusaciones y sentencias, generarán un impacto educativo en la ciudadanía y conciencia colectiva de la Nación. Por eso es tan importante que sus miembros sean de la mejor calidad moral y preparación profesional. Es universal el concepto que, a los fiscales se les conoce por la calidad de sus investigaciones, la solidez de sus acusaciones y, a consecuencia de estas, por el número de sentencias logradas. Del mismo modo, a los jueces se les conoce por la debida y equilibrada evaluación de las pruebas y la justa aplicación de la ley. De ahí que se repite que; ¡un Juez habla a través de sus sentencias!

Lo inadecuado es que fiscales y jueces se expongan mediáticamente, filtren información, discutan los casos a su cargo con los periodistas y pretendan jugar un rol político. Lo peor es que lo dicho anteriormente ha dado pie a “periodistas”, con apoyo de dueños de medios, a influir con sus comentarios en la opinión pública, para luego hacer pequeñas encuestas que, oh cosa curiosa, van en la dirección de lo reiterado por los comentaristas, para finalmente presionar a los tribunales en uno u otro sentido en sus sentencias. Más criticable aún, si los miembros del Ejecutivo y del Legislativo hacen de su comidilla con los “periodistas”, una inadecuada generación de corriente de opinión política sobre un caso judicial. Claro ejemplo de lo que NO se debe hacer. No es casualidad que en países desarrollados esté ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO grabar, tomar fotos y menos filmar los juicios, cosa que en el Perú es práctica común y parece cosa de gracia.

El poder Legislativo cuyas funciones son; representar, legislar y fiscalizar, tiene la obligación de respetar y hacer respetar sus fueros. Los legisladores deben, entre otras cosas, estudiar seria y profundamente las oportunidades de mejora de la Nación en su conjunto y de los distintos grupos de interés de la sociedad. Plantear iniciativas legislativas que promuevan el crecimiento de nuestro país y la posibilidad de mejora de los ciudadanos con menores oportunidades; cerrando brechas de infraestructura para mejorar la salud, educación, seguridad e impartir justicia.

El poder Legislativo debe también fiscalizar al Ejecutivo en el manejo de los recursos; económicos, humanos y logro de resultados. Los legisladores deben actuar como un Directorio que verifique una adecuada ejecución de los planes y logro de los objetivos planteados, aplicación correcta y oportuna de los recursos económicos bajo estrictas normas legales, morales y éticas. Pero lo que NO debe hacer, es dedicarse a investigaciones que pretendieran competir con las atribuciones propias del sistema judicial. La fiscalización que les corresponde es la de la conducción del país y no la fiscal-policial, pero claro, eso no da cámaras ni notas periodísticas.

Mención especial merece la situación anómala que vive el Perú desde que se disolvió el Congreso y quedó en funciones la Comisión Permanente del Congreso. De un lado por el ATREVIMIENTO del Ejecutivo de “ningunear” a la Comisión Permanente, como si nosotros los ciudadanos y nuestros representantes hubiéramos dejado de existir y no tuviésemos nada que opinar respecto de los actos del Ejecutivo. Pero, no menos grave es la posición asumida por los miembros de la Comisión Permanente, de no analizar los “Decretos de Urgencia” aprobados por el Ejecutivo y discutirlos y ventilarlos ante la opinión pública, para que todos seamos conscientes de lo que este Ejecutivo está haciendo.

Si además incluimos el mamarracho de reforma política que se trata de introducir, después de una campaña de destrucción de la imagen de la clase política (como si los del ejecutivo no fueran parte) y del Congreso durante un año y medio, hasta su disolución. No nos sorprendamos hoy del absoluto desinterés de la ciudadanía por estas tontas elecciones congresales.

El poder Ejecutivo por su parte, tiene fundamentalmente la responsabilidad de fijar los objetivos nacionales y planes de ejecución para el periodo de su mandato y llevar a cabo tal ejecución, con reporte periódico del avance del plan. Ya se ha dicho que, “un objetivo sin un plan es sólo una ilusión” y debe ser medible para poder controlar su avance. Sin lo anterior es imposible premiar o sancionar a los responsables.

¡Aquí tenemos otro vacío de institucionalidad! El presidente se ha paseado por meses pechando al Legislativo, mientras lo tuvo al frente, y está tratando de construir, vía elecciones convocadas, un Congreso más débil, pusilánime y obsecuente que el anterior. Tiene embobada a la población, que aún no se da cuenta que la han utilizado como a un niño cuando le muestran y ocultan las figuritas. El presidente no ha fijado objetivos de su gobierno, no ha diseñado un plan para ejecutarlo y menos ha fijado un cronograma de ejecución para rendir cuentas…, al punto que, al final del año 2019 ha reducido el Presupuesto Institucional Modificado (PIM), para reducir la meta de inversión pública y no quedar tan en ridículo por su incapacidad para ejecutar los proyectos públicos (su tarea principal) que tanta falta hacen a los más pobres del Perú. Hasta la fecha lo único que ha hecho es criticar al Legislativo y al Judicial; a los primeros por “obstruccionistas”, como si, por ejemplo, la no reconstrucción con cambios del norte, tras casi tres años del evento les fuera atribuible, o al Judicial politizando la labor de jueces y fiscales.

Más lamentable aún es que no hayamos sido capaces de avanzar en estos años, ni siquiera con la fijación de objetivos para un progreso económico que permita asegurar que seguiremos reduciendo pobreza a nuestro ritmo potencial. No hemos sido capaces de generar confianza en los agentes económicos, para atraerlos al Perú, aprovechando la debilidad de los demás países del continente. El mensaje auto-complaciente ha sido, en cambio, el denominador común desde el inicio del gobierno de Humala, seguido de una increíble incapacidad de gobernantes y legisladores desde el año 2016 hasta la fecha, para construir un Perú más próspero para nuestros hijos y nietos. A estas alturas ya no sé quiénes fueron más incapaces desde el año 2011 a la fecha, pero son responsables tanto Ejecutivo, como Legislativo y Judicial.

A falta de ideas claras, no se les ocurre mejor cosa que tontear con la mala e inconclusa reforma política mencionada y una (quisiera equivocarme) peor reforma judicial, que, tras un año y medio y dos procesos fallidos, no logra seleccionar siete miembros aceptables para la Junta Nacional de Justicia. Nuevamente, el Ejecutivo no ha actuado en lo que debía, sino que ha intervenido y mal, en lo que no debía.

Peor aún, no sólo este gobierno sino los de un par de décadas atrás, no han sido capaces de plantear una visión al 2050, consensuada con los actores relevantes del país, no tenemos definida una estrategia de largo plazo y no hemos sido capaces de convocar y promover inversión conducente a ella, para continuar reduciendo la pobreza, dar oportunidades de educación, salud y trabajo y además brindar seguridad y justicia.

En el ejecutivo no hay vocación de gobierno y el presidente y sus ministros no saben para qué ocupan los puestos que ocupan y no comprenden siquiera sus roles. Pero, en fin, creo que es tiempo de seguir a Sócrates y aplicar su mensaje; “El secreto para el cambio es concentrar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”.

Creo que, a menos que el presidente haga un claro; examen de conciencia, dolor de corazón, propósito de enmienda, confesión de boca y satisfacción de obra (cosa de la que dudo tenga capacidad), todo lo que estamos soñando no tiene sentido. De ser así, a la ciudadanía del Perú no le queda otra que aplicar lo de Sócrates, ¡olvidarnos de lo viejo (léase este gobierno por inútil e incapaz) y construir algo nuevo! Lampadia




Inteligencia emocional artificial: el futuro de la IA

Inteligencia emocional artificial: el futuro de la IA

Hoy en día, aproximadamente el 52% de los consumidores en todo el mundo utilizan tecnología impulsada por IA. Sin embargo, incluso las tecnologías de inteligencia artificial más sofisticadas carecen de factores esenciales como la inteligencia emocional y la capacidad de contextualizar información como seres humanos. Esta es la única razón por la que IA no ha logrado hacerse cargo de un aspecto importante de nuestras carreras y vidas.

Al integrar la inteligencia emocional con la inteligencia artificial existente, la IA podría dar un paso en la dirección correcta para convertirse en una tecnología transformadora. Por lo tanto, infundir emociones, empatía y moralidad en la IA es el siguiente hito que los tecnólogos desean lograr y se está poniendo una gran cantidad de esfuerzo en el proceso.

Pero, ¿qué es la inteligencia emocional artificial? Es una combinación de inteligencia emocional y artificial. La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer las emociones de uno mismo y de los demás, la capacidad de regular y distinguir varios sentimientos y una guía de nuestro proceso de pensamiento y comportamiento. Es el factor más esencial que nos hace verdaderamente humanos. La inteligencia artificial, aunque es una tecnología creada para ayudar a los humanos y ayudarlos a realizar mejor las tareas, todavía carece de un cierto cociente cognitivo.

La IA, en varios aspectos de nuestras vidas, ha hecho nuestras tareas mucho más fáciles y sencillas. Las máquinas y los robots ya se están utilizando en fábricas y en la producción de varias empresas. Sin embargo, la integración de la Inteligencia Emocional con la IA haría que se pueda utilizar en temas de ventas y servicio al cliente de las empresas.

Debido a que los requisitos de los clientes cambian contentamente, sería muy útil que los ‘chatbox’ y las apps móviles puedan reconocer y responder de manera efectiva a las respuestas emocionales de personas como la ira, la frustración y la irritación, lo que mejora la experiencia del cliente.

En los próximos cinco años, se proyecta que la inteligencia emocional artificial se convierta en una industria multimillonaria, que transforme por completo las industrias, la investigación de mercado, la innovación y el desarrollo de nuevos productos. En un intento por aprovechar el aspecto humano de IA, Amazon, Microsoft y Google ya están en el proceso de contratar comediantes y guionistas para incorporar personalidad y empatía a sus tecnologías.

Los beneficios serán incalculables. Sin embargo, todavía estamos un poco lejos de lograrlo. Por eso, compartimos con nuestros lectores un artículo líneas abajo sobre los beneficios y obstáculos de incorporar la inteligencia emocional en el futuro de la Inteligencia Artificial:

Los límites de la inteligencia artificial emocional

Mar 31, 2017
Leigh Alexander
Medium

Escribo sobre la intersección de la tecnología, la cultura popular y las vidas que hemos vivido dentro de las máquinas. ¡También soy un diseñador narrativo!

Imagen Crédito: Darren Garret

Me han dicho que debo prepararme para el día que una inteligencia artificial tome mi trabajo. Esto me dejará bien indigente y desarraigada o abrumada por una plenitud de tiempo y terror existencial, dependiendo de a quién pidas. Al parecer, es hora de considerar qué tipo de trabajo sólo pueden hacer los humanos, y desesperadamente reorientarnos hacia esos roles, para que no nos quedemos de pie indefensos, como al final de algún juego de sillas musicales robóticas.

El trabajo emocional es una forma de ocupación que se considera con menos frecuencia en estas proyecciones futuras automatizadas. Tal vez esto se debe a que el trabajo que se necesita para sonreír a un cliente grosero o para manejar su angustia es intangible, difícil de cuantificar y monetizar. En no menor medida, los actos de apoyo pasan desapercibidos de la misma manera que una gran cantidad del “trabajo de mujeres” lo hace -aunque en los últimos años se habla que los costos ocultos han ganado ímpetu, en conversaciones sobre la desigualdad laboral.

Gracias a las maravillosas herramientas de la sociedad digital, teóricamente somos capaces de dar y recibir más apoyo que nunca. Las plataformas de medios sociales nos permiten aprender más acerca de uno al otro y mantenernos en contacto constante, por lo que tendemos a asumir que este conocimiento promueve la empatía y la conexión. Nos sentimos más educados sobre los problemas estructurales de desigualdad y sobre las cuestiones humanitarias mundiales. Sin embargo, ¿quién está haciendo el trabajo real de enseñanza?

Para muchas personas, yo incluida, la tecnología moderna y la infraestructura de los medios sociales en realidad no ha hecho la vida más fácil. De hecho, se ha facilitado la demanda de más trabajo emocional sin ningún dinero extra en nuestros cheques de pago. Y como es el caso de casi todo el trabajo, termina siendo la gente menos privilegiada que está haciendo el levantamiento pesado. En Twitter, es sobre todo las mujeres de color, arriesgando el acoso cada vez que hablan, quienes están ofreciendo regularmente lecciones sobre raza, interseccionalidad, o Política. Si te has “despertado” como resultado de pasar tiempo en los medios sociales, fue debido a la labor desagradecida de los voluntarios que servían este contenido, usualmente bajo estrés (y para el beneficio de las plataformas que usan).

Yo también trato de hacer este trabajo, cuando es apropiado. Pero el trabajo emocional también puede ser íntimo, abarcando la energía que las mujeres socializan desproporcionadamente para mejorar los conflictos interpersonales. En la era de Facebook, los desafíos diarios de todas las vidas de mis amigos siempre están justo delante de mí. Se hace difícil fingir que no he visto una llamada de ayuda o apoyo, incluso varias, en el medio de mi día de trabajo real, cuyos límites están comenzando a disolverse. De alguna manera puedo perder horas en diálogo de apoyo con alguien que no es un amigo particularmente íntimo, o en argumentos de Internet para defender mis valores contra extraños que nunca conoceré.

“Paso demasiado tiempo en los medios sociales” es una queja privilegiada en el gran esquema, para estar seguro. Pero en general, mis amigos y yo estamos terminando cada vez más nuestros días conectados y ansiosos, cansado como si hubiéramos trabajado por dinero, pero sintiéndonos más vacío. El porcentaje de mujeres que optan por omitir la maternidad se ha duplicado desde la década de 1970, y aunque hay todo tipo de factores generacionales y económicos involucrados, me pregunto: ¿Qué pasa si las mujeres de hoy sólo sienten que estamos todos sin amor?

En los años sesenta, Joseph Weizenbaum creó un Chatbot terapeutica llamado Eliza en el laboratorio de inteligencia artificial del MIT. Aunque nunca quiso diseñar un terapeuta de inteligencia artificial (IA) “real”, Weizenbaum se sorprendió al ver a su secretaria cada vez mas pegada a Eliza voluntariamente porque la IA ofrecía a los “pacientes” indicaciones suaves sobre sus condiciones, o repetía sus respuestas de nuevo. Lo que se había previsto como una sátira del humo y los espejos detrás de este simulacro de empatía (y, en cierta medida, ciertas técnicas terapéuticas) se convirtió en una carretera de investigación en la psique humana.

Weizenbaum no podría haber predicho que tanta gente mantendría un interés en Eliza, que sentirían un vínculo con ella, que pasarían las próximas décadas escribiendo sus secretos en una pantalla brillante. Ese apego inesperado proporciona una pista importante acerca de nuestras esperanzas para la IA — que queremos mucho, recurrir a ella para el trabajo emocional, y que estamos dispuestos a hacerlo sin importar cuán mal te corresponda.

Durante mucho tiempo hemos estado pensando en cómo la IA podría ser capaz de apoderarse de parte de este trabajo, ya sea atendiendo a los misterios del corazón humano o a las cargas existenciales diarias de una sociedad injusta. Los terapeutas robots, mayordomos, sirvientas, enfermeras y muñecas sexuales son componentes familiares de la fantasía tecno-utópica del futuro, donde las máquinas obedientes realizan todas nuestras tareas indeseables, mientras disfrutamos de vidas de ocio. Pero estas dinámicas familiares en realidad pueden ser sobre la crianza y el cuidado tanto, y tal vez incluso más, de lo que son sobre el servicio o la mano de obra.

En 1985 vi mi primer juguete robótico. Era un osito de peluche llamado Teddy. Ruxpin, que leía en voz alta a los niños gracias a los libros sobre cassettes insertados en su vientre. En los anuncios televisivos, Teddy salía con los niños después de la escuela, mientras que sus padres, presumiblemente, subían las escaleras y los rascacielos de la época; o les leía amorosamente o les cantaba para dormir por la noche, su mandíbula borrosa cliqueando en el tiempo. En ese mismo año, presentada la cuarta película Rocky, en la que el boxeador Sylvester Stallone -ahora rico- infamemente regala a su viejo amigo Paulie un mayordomo robot parlante. Era en los 1980s, esta idea que la plenitud económica podría crear una escalera directamente al futuro de la tecnología y el ocio. El robot real que apareció en la película, Sico, fue creado para ayudar a los niños autistas con la comunicación antes de que cayera presa de la atracción de Hollywood. En la película, Paulie de alguna manera readapta la funcionalmente compleja voz masculina del siervo de en un compañero social de voz femenina, de la que finalmente se encariña (”She Loves Me”, exclama).

Tal vez para el cuidado de los niños, un oso de juguete suave en overoles, puede no tener género. Cuando se trata del mundo de los adultos, seguimos por defecto a la hora de ver tanto el servicio como la crianza como áreas predominantemente femeninas. El porqué la IA de hoy con frecuencia emplea la voz de una mujer es el tema de muchas investigaciones, discusiones y especulación. Se ha dicho que asociamos servicio o sumisión con las mujeres, que un consumidor de tecnología predominantemente masculino consume productos de lujo con el sexo, o que todo el mundo supuestamente sólo responde mejor al sonido de una voz que considera de una mujer. Azuma Hikari, “La respuesta de Japón a Alexa, “es un asistente virtual que le dice a su amo que lo extraña cuando se ha ido, que no puede esperar a que llegue a casa. Ese tipo de cosas no sólo se enredan incómodamente con el sexo y la sumisión, sino también con el compañerismo, el cuidado y el goteo de las interacciones diarias que constituyen el trabajo emocional en la era digital. Queremos que nuestros robots sean mujeres porque ya esperamos conseguir nuestro trabajo emocional de las mujeres.

Me imagino a alguien que se centra en desmantelar el patriarcado y todo eso, pero incluso me siento un poco defraudada cuando sigo el absurdo impulso de decir “gracias” a Alexa, y ella no responde. Por supuesto, Alexa sólo escucha mi voz cuando me oye decir su “palabra de despertar”, de lo contrario podría estar también husmeando todo el tiempo. Pero la interacción todavía se siente estéril sin ese florecimiento extra de trabajo diseñado para tranquilizarme que no he sido una imposición, que mis necesidades son normales. No sólo quiero que toque una canción o me diga el tiempo; quiero que me haga sentir bien por preguntar, también.

Este impulso particular podría no ser propicio para una sociedad sana. En un artículo titulado “El peligro de externalizar el trabajo emocional a los robots, “Christine Rosen cita la investigación de la advertencia de las formas en que dejar que los seres artificiales mantengan nuestras zonas de confort puede homogeneizar el vocabulario de la atención -en otras palabras, si un robot puede sonreír cortésmente al mando, ¿dejamos de apreciar lo que a veces cuesta a un ser humano hacer lo mismo? Todos los Outsourcing arriesgan una devaluación de la mano de obra local — podemos solidarizarnos aún menos, ver nuestra inteligencia emocional regresar, o crear nuevos mensajes sociales extraños sobre quién merece (o puede permitirse) cuidar. Si nuestros asistentes virtuales y obreros emocionales están resultando ser calmantes, mujeres-voz con IA, ¿cerrará ciertas brechas para las mujeres humanas? ¿o las ratificará?

Complicando estas preguntas es el hecho de que los robots, los asistentes virtuales, el software de productividad, los tonos de correo electrónico, los algoritmos de cálculo de datos, y cualquier cosa similar bajo el sol están ahora siendo arados en masa bajo la marquesina de “IA”, cuando muchos son sólo algoritmos crudos o software de coincidencia de patrones. Google espera que un bot pueda ayudar a identificar los comentarios tóxicos de Internet, mientras Facebook está probando una IA que puede detectar a los usuarios que pueden ser suicidas y ofrecer opciones para intervenir. Como Ian Bogost dice que cuando escribe sobre la insignificancia del término IA, estas soluciones son violentamente imperfectas y fácilmente abusadas, artificiales, pero no particularmente inteligentes.

Sin embargo, hay áreas clave de la vida online donde la IA (o software, o algoritmos) muestran un gran potencial para intervenir. El desarrollador creativo de tecnología basado en Portland, Feal Train colaboró con el notable activista de Black Lives Matter,mDeray McKesson en un bot de Twitter llamado @staywokebot, que está diseñado para ofrecer mensajes de apoyo a los activistas negros y sostener parte de la tensión de hacer frente al ruido de los medios de comunicación social; eventualmente tiene como objetivo actuar como una línea frontal para preguntas a nivel de 101 como “¿por qué no importan todas las vidas?”. El bot ya puede decirle a la gente cómo ponerse en contacto con sus representantes locales, y un objetivo para el futuro se ve proporcionando respuestas a preguntas complejas pero comunes sobre la justicia, aliviando a los activistas de las demandas de participar continuamente en esas conversaciones ellos mismos.

Luego está el horror distópico que los moderadores de contenidos enfrentan en plataformas como Facebook, crónicas en detalles especialmente espantosos en este 2014 Wiredarticle. Puede que no se vea como un trabajo agotador o hábil, pero vadear a través de una marcha constante de los genitales, la pornografía infantil, y las decapitaciones sin duda toma su peaje. Actualmente, los algoritmos sólo pueden hacer conjeturas contundentes sobre el tono o el contexto de una broma, una frase o una imagen, por lo que la intuición humana aún importa mucho. El problema, entonces, es que una persona real tiene que mirar cada pedacito que potencialmente viola el contenido, pesando el mérito de cada uno, día tras día. Aquí, una máquina inteligente podría formar al menos una primera defensa, por lo que los moderadores humanos tal vez sólo tendrían que estudiar situaciones más sutiles y más matizadas.

Mitu Khandaker-Kokoris es el director creativo de Spirit AI en Londres, Reino Unido, una compañía de software enfocada en usar la tecnología de IA para desarrollar interacciones de carácter más humanas y plausibles, tanto dentro de mundos de videojuegos como fuera de ellos, en el área tensa de gestión comunitaria. Las comunidades de juego son uno de los muchos espacios complicados donde la gente quiere probar los límites tanto como quieren encontrar lugares culturales en que se sientan seguros. Le alcancé a hablar sobre una de las herramientas de su empresa, Ally, que pretende hacer que todo tipo de plataformas sociales se sientan más seguras y más inclusivas para todos.

“¿Cómo lidiamos con el abuso emocional que la gente dirige uno a otro, y cómo intervenimos en él? En la actualidad es difícil para los moderadores, y es difícil para las personas que son víctimas, tener que esperar a que se resuelva una situación”, dice Khandaker-Kokoris.

Ally propone reconocer algunos de los signos de una interacción potencialmente problemática — no sólo cuando se trata de hablar o de contacto directo, sino también de comportamientos como el acoso o el hostigamiento. A partir de ahí, un personaje de IA, sus parámetros formados por los propietarios del producto en el que vive, le pedirá al objetivo de la conducta si están bien, y si cualquier acción es necesaria.

Este enfoque permite a los usuarios definir sus propios límites individuales, y a la IA aprender de sus interacciones con ellos acerca de cuándo intervenir y para quién. “los límites son súper complejos”, Khandaker-Kokoris dice. “Estamos bien con ciertas cosas en ciertos momentos y no otros, y podría incluso depender del estado de ánimo en el que estás. Así este personaje de IA y sus interacciones con ellos puede ser utilizado como un mediador para sus interacciones con el resto de la comunidad. Creo que es un caso claro en el que podemos reducir la carga emocional tanto en las víctimas como en los moderadores.”

Mientras Khandaker-Kokoris comparte algunas de las dudas que muchos sienten acerca de la externalización del trabajo emocional a la automatización, en general ella y yo coincidimos en que el sector tecnológico necesita seguir trabajando para entender mejor el trabajo emocional con el fin de de-construirlo y, quizás, delegarlo de manera significativa. Hablar con ella me hizo sentir esperanzada de que la intervención selectiva, considerada por la inteligencia artificial podría algún día ayudarme a curar mejores límites personales en un ambiente que es más agotador que nunca, más abrumador y exigente, especialmente para las mujeres y la gente de color.

Mientras tanto, es probable que la industria de la tecnología continúe utilizando las voces de las mujeres para sus productos, pero en verdad no nos escuchan en la vida real, al igual que una nueva ola de asistentes virtuales más inteligentes, seguramente viene hacia nosotros. Para calmarnos y recompensarnos; para nutrirnos del interior de nuestros Smartphones, casas inteligentes, y coches inteligentes.

Por ahora, sin embargo, para aquellos que ya están demasiado cansados de la vida online, la inteligencia emocional de nuestra tecnología todavía se siente como un sueño lejano. Lampadia




Los mercaderes de la moralidad en el Perú

Los mercaderes de la moralidad en el Perú

Las ONG’s pos-extractivistas se presentan en los medios como profesionales desinteresados, comprometidos con la defensa del medio ambiente y de las poblaciones locales. Sin embargo, al analizar su conducta se percibe que sus prioridades reales son muy diferentes de los propósitos que declaran tener. El acceso a donaciones y la visibilidad mediática han resultado ser los principales criterios de selección de las causas a defender, o a abandonar. Detrás de su discurso, sus líderes se comportan como verdaderos “Mercaderes de la Moralidad.” En este artículo analizamos a los pos-extractivistas que operan en Perú a la luz de un brillante estudio de Clifford Bob, PhD del MIT. (Ver más información en nuestro repositorio: Recursos Naturales y Desarrollo).

Los grupos que alcanzan destaque global lo logran a un alto costo, distorsionando sus principios y alienando a sus constituyentes para apelar a los intereses [privados] de los donantes en los países ricos. Clifford Bob.[1]

El comercio de la moralidad es el negocio principal de los grupos post-extractivistas. Mucho de su comportamiento real y de sus inconsistencias políticas, profesionales y morales se explican, por las reglas del mercado en el cual han decidido hacer negocio. Sus constituyentes locales, la población pobre y oprimida a la cual dicen servir, son meros componentes de un juego de imágenes desarrollado en función de sus verdaderos clientes, los donantes de los países desarrollados. Ello viven de donaciones, y para lograrlas tienen que servir a los objetivos e intereses de sus donantes.[2]

Clifford Bob, alumno de Harvard y PhD del MIT, ha escrito un brillante artículo que clarifica la dinámica política y mediática detrás de las causas impulsadas por las organizaciones Pos-Extractivistas, tanto en el Perú como en el extranjero[3] La pregunta que guió su investigación es: Por qué ciertas causas políticas reciben simpatía, atención mediática y fondos, mientras otras no? Su estudio se enfocó en un análisis comparativo de casos dando especial atención a aquellos en los que la naturaleza de las causas era muy semejante. Sus hallazgos han resultado ser útiles para comprender la conducta de los grupos post-extractivistas que operan en Perú.

El autor, mediante múltiples casos, nos muestra como la relación éxito-fracaso[4], en la celebridad de una causa, no es establecida por la importancia de la misma, ni por el número de quienes se consideran agraviados, ni menos aún por el tipo de denuncia que realizan.  Partiendo de un caso muy conocido, el independentismo Tibetano, Clifford muestra que los Tibetanos (del cual el Dalai Lama es una figura muy reconocida) reciben una gran cobertura mediática global, mientras que los Uigures que se encuentran también  bajo dominio chino reciben una cobertura mediática mínima. Un segundo caso estudiado por Bob es la rebelión zapatista en Chiapas cuya fama es muy superior a la fama de la insurgencia del Ejercito Popular Revolucionario en Oaxaca a pesar de las grandes semejanzas entre ambos movimientos.

La respuesta, es decir el grado de éxito, tendría mayor relación con ciertas características propias de las causas célebres, de imagen de sus líderes y su alineamiento con los intereses de las grandes ONG’s internacionales involucradas, y con sus posibilidades de sacar provecho de dicha causa.  En el caso de la lucha por la independencia del Tíbet y la de los Uigures, ambos grupos minoritarios han luchado contra la dominación china, el asentamiento de los chinos provenientes de la etnia Han (la dominante en el país), las políticas de desarrollo del Partido Comunista Chino y las políticas represivas aplicadas en sus regiones.  Sin embargo, los Uigures han fallado en captar la atención y la simpatía de la comunidad internacional. Según el autor, esta diferencia no se basa en la causa que persiguen (que es básicamente la misma) sino más bien en el potencial para recaudar fondos y construir reputación que las grandes ONG’s han encontrado en las respectivas causasEl criterio de selección de los donantes es el potencial de donaciones y prestigio (donaciones futuras) que cada causa tiene en el mercado filantrópico, no la relevancia de la causa para la humanidad.

Los Chaupe versus los Pajares.  ¿Cuál tiene mayor potencial de best-seller?

Un caso local que podríamos analizar con este enfoque es el de la Sra. Máxima Acuña de Chaupe, una mujer que ha sido sistemáticamente utilizada por diversas ONG’s locales en eventos, manifestaciones, representaciones icónicas, producción de contenido hostil a la minería, en medios, etc. La señora Acuña acusa a Minera Yanacocha (una empresa con mayoría de capital estadounidense) de pretender apropiarse abusivamente de su terreno para desarrollar el proyecto Conga.  Un reclamo muy similar fue hecho por otra familia, los  Pajares;[5] el mismo problema, la misma empresa, en la misma región. Sin embargo, el caso de Máxima,  ha tenido mucho más éxito para capturar la atención de las ONG’s fuera del Perú y obtener rebote mediático local. La causa es muy similar y la injusticia argüida también. ¿Qué hace el caso de la familia Chaupe más importante para los pos-extractivistas locales y para sus donantes?

El caso de la familia Chaupe es mucho más fácil de vender a medios y donantes que el caso de los Pajares. Los Chaupe tienen más potencial para recaudar donaciones para las ONG’s e incrementar su reputación.  El ícono Chaupe a ser elevado cumple con varias causas de diversos grupos de interés, aumentando el “mercado de activistas” y de ONG’s interesadas: (1) es mujer, atractivo para las feministas, (2) se opone a la minería (atractivo para los grupos pos-extractivistas), (3) es supuestamente “indígena” (atractivo para los activistas indigenistas), (4) es campesina (atractivo para agrupaciones comunistas o radicales que buscan reivindicar antiguas opresiones contra el campesinado), y (5) es contraria a las trasnacionales (lo que agrada a grupos anti-globalización). Esta visión romántica de la lucha entre la mujer indígena pobre, sola, campesina, indefensa, que vive en armonía con la naturaleza, versus la trasnacional gigante, poderosa, contaminadora del medio ambiente y culpable de la pobreza local, es una réplica de la lucha de David contra Goliat que gusta mucho a las diversas audiencias de activistas, aquí y en los países desarrollados. Ello implica que múltiples sectores activistas tienen incentivos a dar rebote al caso, y que al hacerlo los pone en mejores términos con sus financiadores.

El caso de la familia Pajares es menos llamativo  como producto mediático. Los argumentos que ellos han presentado –más allá de ser o no ciertos– son legales y no apelan a reivindicaciones étnicas, ni a luchas medio ambientales, ni a ningún otro punto de la agenda pos-extractivista.  Los integrantes de la familia presentaron los papeles del juicio en una camioneta 4×4, son además hijos de uno de los hombres con más tierras en el norte del Perú, no están tratando de vivir en la zona, una de las voceras afirma vivir en el extranjero, y no se victimiza ante los medios.[6]  Un “producto” así es difícilmente vendible por las grandes ONG’s, no encaja en la causa de ningún grupo activista en los países desarrollados, y no encaja bien en ningún segmento del mercado de donaciones.

Entendiendo esa lógica, no sorprende que varias ONG’s se hayan plegado a las demandas de Máxima Chaupe.  Por el potencial del producto (la imagen de la señora Chaupe), los instructores la hicieron seguir, como libro de texto, ciertos pasos necesarios para incrementar la relevancia de su figura: le brindaron premios como vehículo de internacionalización de la figura, surgió un “padrino” que la apoyó y guió en el proceso[7] se ha trabajado en la generación de una iconografía (la dama de la Laguna Azul) y de diversos productos audiovisuales relacionados, entre ellos, el documental “La Hija de la Laguna[8], un reportaje en Cuarto Poder y una entrevista con Milagros Leiva.  La señora ha sido llevada a diversas reuniones y presentaciones de activistas de distintas causas, inclusive a Europa en la que fue usada como un recurso muy útil para capturar la atención de una congresista del Partido Comunista Francés, quien incluso visitó las lagunas relacionadas al proyecto Conga el año pasado. La última acción es el ‘regalo’ del diario La República del video del documental indicado, del día 21 de diciembre pasado (ver foto).

ONG’s “ambientalistas” que no se preocupan por el medio ambiente

El mismo criterio mercantil explicado por Bob en las causas que obtienen rebote global es aplicable en la selección de las causas ambientales en Perú.

Si uno busca en la página web de GRUFIDES (ONG protagónica de múltiples  conflictos sociales y que sirvió de plataforma a Marco Arana) encontrará 134 artículos referentes al Proyecto Conga y 46 referentes al Proyecto Tía María, mientras que hay tan solo 15 referencias a la minería informal la cual está trayendo, de manera probada, una verdadera devastación medioambiental.  Ese número extraordinario de artículos refleja la prioridad que GRUFIDES asigna a los dos proyectos que ni siquiera han entrado en operación, que tienen sus EIA aprobados, y siendo que los anti-mineros no cuentan con estudios serios que sustenten los potenciales costos ambientales. Las causas asumidas por los pos-extractivistas se priorizan en función de su potencial en el mercado de donaciones; el país y la población andina son sólo componentes de un discurso comercial. El impacto ambiental es menos relevante que la visibilidad del conflicto ligada a una determinada actividad extractiva.

Un caso similar sucedió en Piura.  La empresa Manhattan que realizaba exploraciones en Tambogrande tuvo que retirarse dado el rechazo por el trabajo de zapa realizado por algunas ONG’s, agrupaciones políticas y diversos aventureros políticos locales, quienes apelaban a la posibilidad futura de que ocurriera cierto grado de contaminación.  El bloqueo del proyecto provocó la entrada masiva de la minería ilegal que hoy está destruyendo en forma desastrosa las zonas donde opera. ¿Dónde están las organizaciones que lucharon por la protección ambiental del valle y de la población de Tambogrande? ¿Por qué los esfuerzos mediáticos y de adoctrinamiento político (llamados “capacitaciones locales”) disminuyeron en función del retiro de la minería moderna? Los resultados desastrosos de Tambogrande no son materia evaluación para los anti-mineros, lo único que extraen como lecciones aprendidas son los métodos para bloquear nuevos proyectos mineros. En la lucha incesante por comercializar ideas en el mercado de donaciones, la coherencia moral y profesional es dejada de lado.

Luchar contra las multinacionales y las multilaterales es más rentable

En otra parte de su articulo Clifford Bob cita el ejemplo de la comunidad Ogoni, en Nigeria. El pueblo Ogoni estuvo luchando por años por representación política ante la indiferencia de la comunidad internacional.  Su destino cambió cuando la empresa trasnacional Royal Dutch Shell entró a operar en sus territorios y los líderes Ogoni modificaron sus reclamos desde una posición de defensa de minorías étnicas  hacia una de protección medioambiental. Varias organizaciones internacionales, entre ellas Greenpeace y Amnistía Internacional, empezaron a darle atención al tema. La causa anterior era muy difícil de vender a sus audiencias globales, mientras que la defensa del medio ambiente en enfrentamiento a una multinacional se alineaba mucho más con las preocupaciones del mundo desarrollado y de los donantes de esas ONG’sAtacar a grandes empresas trasnacionales es una actividad mucho más lucrativa en lo económico y político para las ONG’s que priorizar la representatividad de grupos étnicos africanos, y menos aún hacer algo efectivo en esa dirección.  Como en todo mercado, el cliente (o en este caso el donante) tiene la razón.

Un fenómeno  semejante se dio en el caso peruano, pues durante la Junta de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial se realizó un evento opuesto, titulado “Desmintiendo el Milagro Peruano”[9] el cual contó con la participación de múltiples invitados internacionales incluyendo el célebre Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Los activistas peruanos enfrentaban el problema de que sus actividades se focalizaban en Derechos Humanos, Medio Ambiente y Derechos Indígenas, estando estas temáticas muy alejadas de los debates respecto a políticas económicas que naturalmente se asocian al Banco Mundial y el Fondo Monetario. Sin embargo, la Junta de Gobernadores significó la llegada de una gran cantidad activistas del mundo desarrollado, hostiles a estas instituciones y capaces de canalizar recursos financieros. Había que preparar para estos clientes algo que les mostrara que se está en “la misma lucha” y que las ONG’s peruanas también merecían recibir recursos externos. La solución encontrada fue generar eventos en los que se asociaba el accionar del Banco Mundial y del Fondo Monetario a los actuales “giros de negocio” de las ONG’s peruanas. Se realizaron actividades tales como: “Un panorama del involucramiento del Banco Mundial en cambio climático en Perú y México,” “El rol de la IFC desde los años 90,[10] y los impactos de sus Inversiones en el Perú: El Caso Yanacocha en Cajamarca,” etc.

En estos eventos se trataba de sostener, aún de manera forzada, que las actividades de las ONG’s locales también formaban parte del enfrentamiento contra las multilaterales, es decir se trataba de hacer encajar el “producto” a las preferencias del “mercado” que en esos momentos estaba constituido por extranjeros hostiles al Banco Mundial y el Fondo Monetario.

Conclusiones

La investigación de Clifford Bob confirmó su hipótesis: Las diversas ONG’s que operan en el mercado de donaciones priorizan las causas no por su relevancia sino por la capacidad para atraer la atención en el mundo desarrollado y sus donantes. Como hemos podido verificar, esa lógica también impera en el Perú.  

Según el autor, las ONG’s internacionales buscan figuras que representen sus propios ideales, completen los requerimiento programáticos necesarios para tener “éxito,” o que encajen dentro de sus visiones románticas de rebelión.  Él opina además que las audiencias en el mundo desarrollado están listas para creer en la superioridad de su moral, y en el poder e infalibilidad de sus buenas intenciones. 

Como país en desarrollo no tendríamos que preocuparnos por los problemas de las sociedades desarrolladas, pero sucede que las creencias de algunos segmentos de esas sociedades pueden afectarnos, y objetivamente nos afectan, induciendo a operadores locales, como las ONG’s pos-extractivistas a dedicarse a las causas que ellos pueden comercializar mejor.

Los grupos post-extractivistas locales se han dejado moldear por la lógica de ese mercado, bloqueando la creación de riqueza donde actúan y dejando que se destruya el ambiente donde no encuentran oportunidades de negocio.

Antes de asumir una causa o respaldar a algún personaje promovido por los grupos pos-extractivistas, necesitamos verificar su relevancia y sustento empírico para no terminar consumiendo productos simbólicos que son perjudiciales para nosotros como individuos, como comunidad y como país. Lampadia

 


[1] Bob, C. (2002). Merchants of Morality. Foreign Policy, March-April 2002, p. 26-45.

[2] Recomendamos enfáticamente la lectura del artículo. Es de acceso libre y de lectura amena.

[3] Clifford Bob es actualmente Profesor de Ciencias Politicas de la Universidad de Duquesne.

[4] Una causa “exitosa” en ese artículo, es aquella que logra obtener más atención mediática, simpatía y dinero que otras causas similares.

[5] Quienes denuncian que Minera Yanacocha opera actualmente sobre terrenos que son de su propiedad.

[6] En un reportaje hecho por el programa Punto Final.

[7] Para ella fue Grufides, con su vocera Mirtha Vásquez que es actualmente su abogada en los juicios que lleva contra Yanacocha.

[8] Aunque ella no es el personaje principal de la película, su caso es expuesto en el documental. 

[9] El programa del evento esta disponible en: http://www.mediafire.com/view/aaiyiq7yrc7hob1

[10] IFC es el acrónimo de International Financial Corporation (Corporacion Financiera Internacional), que es la denominación del área de inversiones internacionales del Banco Mundial.