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Hasta los campeones de Singapur buscan mejorar

Hasta los campeones de Singapur buscan mejorar

En tan solo cinco décadas, Singapur pasó de ser una de las naciones más pobres y subdesarrolladas del planeta a una próspera, industrializada y moderna, cuyo exitoso modelo educativo, entre muchos otros logros, es admirado en todo el mundo. En 2015, obtuvieron el primer puesto en el ranking mundial de escuelas, con los resultados basados ​​en matemáticas y ciencia. Sus estudiantes brillan en los primeros puestos de las pruebas internacionales de educación más exigentes, como las PISA, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero ahora, el mismo Ministerio de Educación de Singapur quiere impulsar un cambio radical en su educación.

Y es que la educación es más que solo notas o calificaciones. Es tambien tener habilidades como: la comunicación, la colaboración, el pensamiento crítico, la creatividad, las artes y ser capaces de adaptarnos y relacionarnos con los otros. Crear conexiones no solamente en términos de relaciones interpersonales, sino ser capaces de entender la perspectiva de los otros.  Es por este motivo que el Ministerio de Educación de Singapur ha publicado un video que hace hincapié en la importancia del esfuerzo como indicador de éxito.

Enseñar no es sólo acerca de centrarse en la nota final; se trata de dotar a los estudiantes con las habilidades para hacer frente a los desafíos de la vida. Ver cómo mdm pua es el apoyo y orientación enseñado a 15 años de edad, shirley aceptar y aprender del fracaso, la inspiración para escribir su propia historia de éxito.
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El anuncio, publicado en el Día del Maestro, cuenta la historia de una alumna, Shirley, que tiene dificultades con el curso de geografía. Su profesora, la Señora Pua, trabajó con ella arduamente para mejorar y aprender. Sin embargo, vuelve a salir desaprobada en el examen. La Señora Pua le dice a Shirley que no se entristezca, ya que el esfuerzo puede ser más importante que las calificaciones.

Este mensaje tan importante se da en un país que fomenta una carrera académica desde una edad muy temprana. Por ejemplo, el paso de la escuela primaria a la secundaria se regula mediante un examen llamado PSLE (Primary School Leaving Examination). Es una prueba que se toma a los 12 años. En función de los resultados, los alumnos pasarán a secundaria en una de las tres vías siguientes: Express, NA (Normal Academic) o NT (Normal Technical). La mayoría de los ‘Express’ terminarán entrando en la universidad, mientras que la mayoría de NA y NT terminarán en la formación profesional o en la técnica, respectivamente, salvo quien decida ponerse a trabajar a los 16 años.

La crítica del anuncio es justamente que la educación en Singapur está muy enfocada a las calificaciones, y por supuesto, este país tan exitoso no se duerme en sus laureles. Ya están viendo como enriquecer la educación para complementar los logros tradicionales.

En Lampadia venimos insistiendo para que nuestra sociedad entienda que necesitamos en educación necesitamos emprender una verdadera revolución. No podemos seguir teniendo una educación para el siglo XX, basada en currículos obsoletos (a pesar de ser de muy reciente diseño), centrada en el rol educador del maestro y no en el importante rol de facilitador. Tenemos que enseñar por proyectos que interrelacionen los conocimientos y reforzar el entrenamiento en capacidades blandas.

No es aceptable que los peruanos no tengamos claridad sobre lo que se necesita y que sigamos convalidando el error. ¡Revolución Educativa Ahora! Lampadia

Ver líneas abajo la publicación de la BBC al respecto:       

¿Podrá un spot cambiar la forma de pensar de los singapurenses sobre la educación?

Por Yvette Tan

BBC News

8 de Setiembre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

El sistema educativo de Singapur está considerado como uno de los mejores en el mundo. Fuente: Youtube

Un anuncio publicitario que desafiando la manera en que los singapurenses ven la educación ha puesto a hablar al país.

El sistema educativo de Singapur, uno de los mejores en el mundo, es conocido por su énfasis en las notas y exámenes. Pero un video por el Ministerio de Educación (MOE por sus siglas en inglés) sugiere que la actitud podría estar cambiando.

El corto, basado en una historia real, muestra a la Señora Pua, una profesora de la geografía, haciendo lo mejor posible para alentar y ayudar a su estudiante Shirley, que sigue fallando en sus pruebas.

El vídeo se centró en Shirley y la Sra Pua, su profesora de geografía que la tomó como discípula. Fuente: Youtube

A pesar de no pasar sus exámenes, Shirley fue alabada por su arduo trabajo y determinación para tener éxito. Fuente: Youtube

A pesar de todo su arduo trabajo, entusiasmo y progreso, Shirley todavía vuelve a fallar su siguiente examen, pero se siente alentada por la Señora Pua, quien le afirma que el éxito no se trata de sacar buenas notas sino de hacer todo lo posible.

“Me alienta ver al Ministerio transmitir este mensaje – Es un pequeño paso hacia un objetivo mayor, donde los estudiantes reciben una educación integral más allá de los conocimientos académicos. ¡Felicitaciones!” dijo un mensaje en la página de Facebook del Ministerio de Educación en respuesta al video.

“Me gustó que el anuncio no terminara dramáticamente, [con la estudiante] logrando notas  altas. ¡Inspirador!” dijo otro comentarista.

“Sollozando como un bebé”, dijo otro.

‘Intenten convencer a los padres ‘

El Ministerio de Educación dijo que el video, publicado el pasado viernes con motivo del Día del Maestro de Singapur, buscaba “reforzar el desarrollo integral de los estudiantes”.

“Nuestros maestros siempre se han centrado en la formación del carácter y de hacer una diferencia en las vidas de nuestros estudiantes en la escuela y más allá”, dijo.

El país también ha venido implementando nuevos programas para las escuelas secundarias, con un mayor valor atribuido a las artes y la educación al aire libre.

Pero algunos dicen que todavía hay mucho camino por recorrer antes de cambiar las actitudes sociales.

En la década de 1960, Singapur tenía analfabetismo generalizado, ahora tiene los mejores resultados escolares de todo el mundo

“Este anuncio es tan engañoso. He visto a los profesores comunicarse con los padres si a sus hijos no les va bien en el colegio. El sistema educativo de Singapur es una locura”, dice una publicación en Facebook.

“Esto es sólo un anuncio,” dijo otro post. “En realidad, basado en mi propia experiencia, a los maestros les gusta sofocar a los estudiantes más que animarlos.”

“Intenten convencer a los padres”, dijo otro.

Los niños comienzan la carrera académica a una edad temprana en Singapur

Fuente: GettyImages

Una encuesta reciente del gobierno muestra que las familias en Singapur gastan conjuntamente aproximadamente $ 1.1 mil millones de dólares de Singapur (US$ 827 millones) al año en clases particulares, casi el doble que hace una década.

Y funciona – Singapur consiguió el primer puesto en 2015 en el ranking mundial de escuelas, con los resultados basados ​​en matemáticas y ciencia. El Reino Unido fue puesto 20 y EEUU, 28.

Nicholas Ong, que se graduó del Anglo-Chinese School (Independiente), una de las escuelas de Singapur, dijo que “los niños que crecen en Singapur empiezan la carrera académica a una temprana edad”.

“Mis padres no me imponen muchas exigencias académicas, pero siempre había una presión subliminal de la sociedad para obtener buenas calificaciones”.

Un profesor en una universidad en Singapur, que no quiso dar su nombre, dijo a la BBC que el anuncio podría alentar a “una nueva narrativa entre los habitantes de Singapur sobre la educación: que el proceso es tan importante como el resultado”.

“Creo que el Ministerio de Educación se dirige en la dirección correcta al reconocer, e incluso hasta cierto punto, afirmar que existen diversas rutas en la vida más allá de una centrada en las calificaciones. [Pero] los padres y los estudiantes a menudo avivan el fuego de la tensión sobre las notas a causa de una estrecha definición de lo que puede ser el éxito”. Lampadia




Minedu: ¡Saca las manos de la educación privada!

Editorial de Lampadia

En Lampadia, amparados en la opinión de expertos en educación de distintas partes del mundo, hemos explicado en detalle que la educación escolar pública no solo adolece de ínfimos niveles de calidad, sino que también está basada en metodologías obsoletas, inhibidoras de la innovación y la creatividad. El magisterio sigue adscribiendo a la ‘lucha de clases’ (por estatuto) y las regulaciones son de filosofía castrense, verticales y centralistas. Todo lo contrario de lo necesario para formar ciudadanos capaces de progresar en el siglo XXI.

Además, hemos denunciado que el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, nunca reconoce el aporte del sector privado a la educación y solo se refiere a ella para destacar la supuesta “mala calidad” de algunas escuelas privadas.

Durante el proceso electoral, cuestionamos la voceada permanencia de Saavedra en el ministerio. Explicamos que el ministro más importante para los próximos cinco años es el de educación, pues a diferencia de los demás, sus falencias pueden hacer daños estructurales y de largo plazo. Luego de la ratificación de Saavedra en el cargo por el gobierno de PPK, supusimos que el ministro por lo menos morigeraría su inclinación contra el sector privado. Sin embargo, pareciera que está sucediendo lo contrario: ahora tenemos a un Saavedra ‘recargado’ que, aunque lo niegue, pretende hacerse de armas que le permitan constreñir la educación privada o someterla a una suerte de aplanadora regulatoria.

En un momento histórico en que la tecnología permite una formación individualizada en el Perú, se pretende regimentarla (ver: Más propuestas disruptivas para la educación). Ahora nos enfrentamos a un novísimo proyecto de reglamento de la educación privada que el mismo ministro defendió en RPP y que a pesar de las críticas no retira aún. Veamos la situación creada:

La proporción de alumnos que estudia en las escuelas privadas viene subiendo aceleradamente. Pasó de un 21% el 2005 a casi un 30% el 2015. Y en Lima Metropolitana el trasvase a la educación privada es aun más veloz, alcanzando nada menos que un 53.6% en la actualidad.[1] La inversión del sector privado en educación escolar supera el 3% del PBI. Es posible que algunos funcionarios en el ministerio de Educación vean este crecimiento con preocupación, y quizá por esa razón redactaron un proyecto de reglamento de la educación privada que buscaría contener esa expansión a la mala, imponiendo regulaciones imposibles de cumplir no solo por la escuela privada sino menos aun por la pública.

Es cierto que el Ministro  Saavedra, luego de las críticas, ha declarado que el mencionado texto, que contiene 48 páginas de faltas y sanciones, no es más que un borrador que va a ser modificado con  las observaciones formuladas por los privados, pero lo que preocupa es que una propuesta así haya podido nacer en el seno del ministerio. El destacado experto en educación, León Trahtemberg, ha declarado que el reglamento es “un horror”. Dicho proyecto no solamente persigue y acosa al sector privado, tratando siempre de encasillarlo, obstaculizándola innovación y socavando libertades, sino que además lo regula hasta en lo más nimio. Veamos:

  1. El proyecto de reglamento establece, en su artículo 5.4, que es condición indispensable “Contratar únicamente como docentes a personas que cuenten con un título profesional en educación o en pedagogía, o con un título profesional de carreras afines a los cursos que van a dictar…”. Pero ocurre que muchos profesores de la educación privada son egresados o bachilleres universitarios o incluso magisters sin título profesional que, sin embargo, tienen más conocimientos y enseñan mejor que profesores con título pedagógico y no pueden enseñar “legalmente”. 

    Según el proyecto de reglamento, si un profesor no tiene título profesional, por más que sea bachiller o incluso tenga una maestría, la institución podría ser clausurada. Esto es absurdo.  ¿Qué va a pasar con todos estos profesores “no profesionales”? ¿Van a quedarse sin trabajo? 

No olvidemos, que una escuela es tan buena como la calidad de sus maestros. Estadísticamente no son los mejores estudiantes quienes estudian educación; ni siquiera los que tienen vocación por esta disciplina optan por ella. Sin embargo, algunos al terminar su carrera terminan trabajando en escuelas.  ¿En un país con escasez de profesores de calidad no es mejor modificar la ley para permitir este aporte o, en todo caso, crear ciclos cortos de capacitación “pedagógica” en las universidades o institutos que permitan regularizar esta situación? 

  1. El proyecto de reglamento dispone también clausurar los colegios que incumplen los metros cuadrados exigidos por ambiente, pero los parámetros son tales que son incumplibles para la mayor parte. Así, por ejemplo, si tenemos una secretaría en un ambiente de 9 m2 y no 10 m2, pues el colegio queda clausurado.  Lo mismo si no se tiene cinco metros cuadrados por alumno en un laboratorio, taller o biblioteca, algo que carece de sentido: con 30 alumnos, por ejemplo, un laboratorio tendría que medir 150 m2.  El Ministerio debería preocuparse por modificar la norma que establece esos metrajes, que es en definitiva la que genera estos excesos.  De otro lado, si en un aula hay un alumno de más en relación a lo establecido en la norma técnica, se clausura el colegio de inmediato.
  1. Se disponen sanciones si se aumenta el número de horas lectivas. Resulta que los colegios privados, que tenían que cumplir con el programa educativo oficial, recurrieron a dictar más horas para introducir innovaciones. Así se pasó de 40 a 48 horas semanales. Pues el nuevo reglamento, después de que se han incorporado las innovaciones al estándar, prohíbe dictar una sola hora más, amenazando con grandes multas.
  1. Los colegios no pueden tomar ninguna medida contra los deudores más allá de judicializar el tema. ¿Es correcto que un alumno asista todo el año sin pagar? ¿Cómo hacen los colegios para cumplir puntualmente con sus obligaciones si los padres no pagan las pensiones? Es como ir a una clínica y estar internado por varios meses, pero sin pagar ni tener seguro o ningún tipo de garantía, o salir de compras al súper mercado y llevarse la carretilla llena sin pagar… ¿No debería el Minedu defender a los colegios privados?
  1. Las sanciones a los colegios privados llegan hasta 100 UITs (S/. 395,000), monto impagable para casi la totalidad de colegios del Perú. No se respeta el principio de proporcionalidad entre la multa y la gravedad de la falta o la reincidencia. Y, por cierto, no vemos cómo eso podría desterrar la informalidad; solo afectará a los colegios serios.

Como toda actividad de producción de bienes y servicios nacionales, una cierta proporción de la educación  se desenvuelve de manera informal, es decir, al margen de muchas de las leyes y reglamentos que regulan su funcionamiento (Minedu, Mintra, Sunat, Municipalidades, etc.). Sin embargo, día a día, compite victoriosamente con la educación pública a pesar de que la primera es pagante y la pública es gratuita. Sería interesante ver qué pasaría con los colegios públicos si se les aplicara la misma normatividad que a los privados. ¿Cuántos evitarían ser clausurados?  

La política general del gobierno del presidente Kuczynski tiene como importante finalidad combatir la informalidad, no destruirla. En su caso, el ya famoso “proyecto de reglamento de la educación privada” convierte a Ministerio en el gran perseguidor de la educación privada informal y, de paso, acosador del formal, dotándolo de las armas más contundentes para anularlo. ¿No es mejor tolerarlo y más bien mejorar la educación pública para que, aprovechando la ventaja de la gratuidad de la enseñanza, obligue a las escuelas privadas a subir sus estándares?  Sobre todo, si día a día la población le ratifica su “confianza” pagando lo que puede ser un servicio gratuito. 

En el último CADE por la Educación hemos visto al Ministro Jaime Saavedra y a su Vice Ministro Juan Pablo Silva insistir en la misma actitud regulatoria y persecutoria. Como existen informales, regulemos y acosemos a los formales. A pesar de ser ambos destacados economistas, hasta el momento no se han percatado de que a mayor  regulación, mayor informalidad. La regulación implica aumento de costos y ello lleva, ineluctablemente, a expulsar a los colegios con menos recursos de la formalidad. No es con regulación como vamos a desaparecerlos. Es mejorando la oferta de la educación pública, que en muchos casos ni siquiera existe allá donde campea la informalidad. El Minedu regula siempre pensando en los colegios más caros de Lima, establece normas  o permite que las cree el Congreso sin oponerse a ninguno de esos atropellos en contra del sector. Es claro que no ven con buenos ojos la participación del sector privado en educación, sea con o sin fines de lucro. 

A muchos educadores les preocupa el tema de la innovación en educación y el proyecto de reglamento no lo contempla para nada. El Ministerio debería promover más la innovación en lugar de convertirse en un ente policial dedicado a perseguir colegios y a parametrarlos completamente. El Minedu, dado que no puede cubrir toda la demanda, podría promover más la intervención de privados en la gestión pública. Por ejemplo, fomentando Asociaciones Público Privadas para administrar redes de colegios públicos, al estilo Fe y Alegría, algo que se resiste a hacer.

El Perú requiere un Minedu que lidere la educación y no un ente policial más. Respecto al sector privado, debería ser un ente promotor y facilitador. Debería además agradecerle todo lo que hace por la educación de nuestros niños y jóvenes. El Estado tiene ya demasiados problemas en el sector público como para estar destinando su tiempo a un sector donde los padres saben defenderse y pueden acudir al Indecopi, incluso anónimamente.

Lampadia

 

[1] INEI, Estadísticas Sociales, Educación, y http://escale.minedu.gob.pe/magnitudes




Una revolución educativa sin costos adicionales

Una revolución educativa sin costos adicionales

En Lampadia venimos insistiendo en la necesidad de hacer una revolución educativa que nos permita una transformación acelerada la calidad de la enseñanza.

En las últimas semanas hemos presentado:

En nuestros análisis hemos enfatizado que en un país con las deficiencias educativas que tenemos no se puede seguir despreciando el aporte de la educación privada a la mejora de la enseñanza, como hacen el ministro y su sector. La educación privada aporta una inversión del 3% del PBI y está generando experiencias exitosas, muchas de ellas dirigidas a alumnos de familias de ingresos reducidos, como son los casos de Fe y Alegría, Innova Schools y Futura Schools. Además de los desarrollos innovadores y pioneros de centros educativos como el Colegio Áleph, liderado por León Trahtemberg.

Muchas de estas experiencias están creando estrategias y procesos educativos que debieran ser alentados por el Estado y, evaluados de cerca para aprovechar las técnicas que puedan adaptarse y escalarse a nivel nacional en la educación pública.

Como siempre, muchos descuentan esa posibilidad porque sería muy costosa, difícil de lograr con el sindicato único o, imposible por la preparación de los maestros. Sin embargo, todos estos desarrollos educativos contratan a los mismos maestros que trabajan el los colegios públicos. En esencia lo que hacen es inspirarlos, capacitarlos y motivarlos. Nuestra gente puede haber recibido una educación de mala calidad, pero hay muchas experiencias en educación y salud, que demuestran que los peruanos tienen condiciones naturales que les permiten transformarse positivamente con capacitación y ambientes aleccionadores.

Líneas abajo compartimos el video (y su trascripción en español) de TedTalk, en el que Seema Bansal relata la transformación acelerada de la calidad educativa del estado Haryana de India,  que tiene la misma población del Perú. Transformación lograda con elementos al alcance de todos y sin recurrir a grandes inversiones. El siguiente cuadro presenta las cifras de Haryana y el Perú.  

Veamos la presentación de Seema Bansal:

Video emitido en TedTalk

Mayo 2016

Transcrito en inglés por TedTalk

Traducido y glosado por Lampadia

 

0:11 Así que todos tenemos nuestros propios prejuicios. Por ejemplo, algunos de nosotros tendemos a pensar que es muy difícil transformar los sistemas de gobierno fallidos. Cuando pensamos en los sistemas de gobierno, se tiende a pensar que son arcaicos, pegados a sus costumbres y que, tal vez, el sistema de liderazgo es demasiado burocrático como para poder cambiar las cosas. Pues bien, hoy quiero desafiar esa teoría. Quiero contarles una historia de un sistema de gobierno muy grande que no sólo está en camino a reformarse, sino que también ha mostrado resultados bastante espectaculares en menos de tres años.

0:47 Así es como se ve un salón de clases en una escuela pública en la India. Hay 1 millón de escuelas de este tipo en la India. Incluso para mí, que he vivido toda mi vida en la India, es muy doloroso entrar a una de estas escuelas. Cuando los niños tienen 11 años, el 50% de ellos están tan atrasados en su educación que no hay ninguna esperanza de recuperación. Niños de 11 años que no pueden hacer una simple suma, no pueden construir una frase gramaticalmente correcta. Estas son las cosas que ustedes y yo esperaríamos que un niño de 8 años sea capaz de hacer. Cuando los niños tienen 13 o 14, tienden a abandonar la escuela. En la India, las escuelas públicas no sólo ofrecen educación gratuita, también ofrecen cuadernos, libros y comida gratis, a veces incluso becas en efectivo. Y, sin embargo, el 40% de los padres hoy en día están optando por sacar a sus hijos de las escuelas públicas y pagar de sus bolsillos para ponerlos en escuelas privadas. A modo de comparación, en un país mucho más rico, los EEUU, ese número es sólo el 10%. Esa es una gran prueba de que el sistema de educación pública de la India está fallando.

1:58 Dadas estas circunstancias, recibí una llamada en el verano de 2013, de una señora absolutamente brillante llamada Surina Rajan. Ella era, en ese momento, jefa del Departamento de Educación Escolar en un estado llamado Haryana en la India. Así que ella nos dijo: “Mira, yo he estado dirigiendo este departamento durante los últimos dos años. He intentado varias cosas y nada parece funcionar. ¿Podrías ayudarme?”

02:23 Vamos a describir un poco a Haryana primero. Haryana es un estado que cuenta con 30 millones de personas. Tiene 15,000 escuelas públicas y más de 2 millones de niños en dichas escuelas públicas. Así que, básicamente, con esa llamada telefónica, prometí ayudar a transformar a un estado y a un sistema que era tan grande como el Perú o Canadá. A medida que empecé este proyecto, era muy consciente de dos cosas. Uno, que nunca había hecho nada como esto antes. Y dos, muchos otros habían intentado, quizá sin demasiado éxito. A medida que mis colegas y yo analizábamos todo el país y buscábamos en todo el mundo, no pudimos encontrar otro ejemplo que pudiéramos recoger y replicar en Haryana. Sabíamos que teníamos que elaborar nuestro propio proyecto.

Fuente: TedTalk

03:11 Pero de todos modos, nos metimos de lleno en el proyecto y salieron todo tipo de ideas. La gente dijo, “Vamos a cambiar la forma en que contratan a los maestros, vamos a contratar a nuevos directores y formarlos y enviarlos en viajes internacionales de aprendizaje, vamos a poner la tecnología dentro de las aulas.” Hacia el final de la primera semana, teníamos 50 ideas sobre la mesa, todas increíbles, todas parecían correctas. No había manera de que pudiéramos ser capaces de implementar 50 cosas.

03:38 Así que dije: “Espera, detente. Primero vamos a decidir qué es lo que estamos tratando de lograr.” Así que, tras un largo debate, Haryana se fijó un objetivo: Al 2020, queremos que el 80% de nuestros hijos estén nivelados en el conocimiento correspondiente de su grado. Ahora, los detalles de la meta no importan, lo que importa es lo específica que fue la meta. Porque realmente nos permitió tomar todas las ideas que estaban siendo arrojados a nosotros y decir cuáles poner en práctica. ¿Acaso esta idea apoya esta meta? Si es así, vamos a mantenerla. Pero si no lo hace o no estamos seguros, vamos a ponerla a un lado. Tan simple como suena, el tener un objetivo muy específico ha permitido que seamos realmente muy concentrados en nuestro viaje de transformación. Y mirando hacia atrás en los últimos dos años y medio, ha sido un enorme efecto positivo para nosotros.

04:30 Así que ya teníamos la meta y ahora teníamos que averiguar cuáles eran los problemas, lo que no funcionaba. Antes de ir a las escuelas, mucha gente nos dijo que la calidad de la educación era deficiente, ya sea porque los maestros eran perezosos, porque no entraban en las escuelas, o eran incapaces, que en realidad no sabían cómo enseñar. Pues bien, cuando fuimos a las escuelas, encontramos algo completamente diferente. La mayoría del tiempo, casi todos los profesores en realidad estaban dentro de las escuelas. Y cuando hablé con ellos, me di cuenta de que eran perfectamente capaces de dar clases elementales. Pero ellos no estaban enseñando. Fui a una escuela donde los maestros estaban supervisando la construcción de un aula y de un baño. Fui a otra escuela donde dos de los maestros habían ido a una sucursal bancaria cercana a depositar dinero de la beca en las cuentas de los niños. Al mediodía, la mayoría de los maestros estaban gastando todo su tiempo en conseguir que se prepare la comida del mediodía, supervisado ​​y sirviéndoles a los estudiantes.

5:29 Así que les pregunté a los maestros, “¿Qué está pasando, ¿por qué no enseñan?” Y ellos respondieron: “Esto es lo que se espera de nosotros. Cuando un supervisor viene a visitarnos, estos son exactamente las cosas que revisa. ¿Se ha limpiado el inodoro, se ha servido la comida? Cuando mi director va a una reunión en la sede, estas son exactamente las cosas que se discuten”.

05:51 ¿Lo ven? Lo que había sucedido era que, en las últimas dos décadas, la India había estado luchando contra el reto del acceso, tener suficientes escuelas, la matrícula, lograr que los niños asistan a las escuelas. Por lo que el gobierno puso en marcha toda una serie de programas para hacer frente a estos retos y los maestros se convirtieron en los ejecutores implícitos de estos programas. No explícitamente, pero implícitamente. Y ahora, lo que realmente se necesitaba no era capacitar más a los maestros o controlar su asistencia, sino decirles que lo más importante era que vayan a las aulas y enseñen. Tienen que ser monitoreados y medidos sobre la calidad de la enseñanza y no en todo tipo de otras cosas.

06:37 Así que, mientras que avanzábamos a través del sistema educativo, profundizamos cada vez más y encontramos algunas de esas causas fundamentales y determinantes, que fueron dando forma a cómo se comportaba la gente en el sistema. Y nos dimos cuenta de que si no cambiábamos esas cosas concretas, podíamos hacer una serie de otras cosas: podíamos capacitar, podíamos poner la tecnología en las escuelas; pero el sistema no iba a cambiar. Y hacer frente a estas cuestiones fundamentales no evidentes se convirtió en una parte clave del programa.

07:05 Por lo tanto, ya tenemos el objetivo y los problemas, y ahora se necesita averiguar cuáles son las soluciones. Obviamente no queríamos reinventar la rueda, por lo que dijimos: “Vamos a mirar alrededor y ver lo que podemos encontrar.” Y nos encontramos con estos hermosos, pequeños experimentos piloto en todo el país y en todo el mundo. Pequeñas cosas realizadas por las ONGs, por las fundaciones. Pero lo que también fue interesante fue que ninguno de ellos realmente escalaba. Todos ellos se limitaban a 50, 100 o 500 escuelas. Y aquí, buscábamos una solución de 15,000 escuelas.

07:40 Así que buscamos por qué, si estas cosas realmente funcionan, ¿por qué no escalan? Lo que sucede es que cuando una ONG típica entra, no solo trae su experiencia, sino también trae recursos adicionales. Podrían traer dinero, gente o tecnología. Y en las 50 o 100 escuelas que operan, esos recursos adicionales en realidad crean una diferencia. Pero, imaginemos que la cabeza de esta ONG va a la cabeza del Departamento de Educación de las Escuelas y dice: “Oye, ahora vamos a hacer esto para 15,000 escuelas.” ¿De dónde va a encontrar el dinero para escalar esta realidad para 15,000 escuelas? No tiene el dinero adicional, no tiene los recursos. Y por lo tanto, las innovaciones no escalan. Así que desde el principio del proyecto, lo que dije fue: “Todo lo que hagamos tiene que ser escalable, tiene que funcionar en todas las 15,000 escuelas.” Y, por lo tanto, tiene que funcionar dentro de los presupuestos existentes y los recursos del Estado. Mucho más fácil decirlo que hacerlo. (Risa)

08:47 Creo que este fue sin duda el momento en que mi equipo me odiaba. Pasamos largas horas en la oficina, en los cafés, a veces incluso en bares, rascándonos la cabeza y diciendo: “¿Dónde están las soluciones?, ¿cómo vamos a resolver este problema?”

09:03 Al final, creo que encontramos soluciones a muchos de los problemas. Voy a dar un ejemplo. En el contexto de un aprendizaje efectivo, una de las cosas que la gente habla es del aprendizaje práctico. Los niños no deben memorizar las cosas de los libros, deben hacer actividades y eso es una forma más eficaz de aprender. Lo que básicamente significa darle a los estudiantes cosas como cuentas, barras y ábacos. Pero no teníamos los presupuestos para darles eso a 15,000 escuelas, 2 millones de niños. Necesitábamos otra solución. No podíamos pensar en Nada. Un día, uno de nuestros miembros del equipo fue a una escuela y vio a un maestro recoger palos y piedras del jardín exterior y llevarlas al aula y a los estudiantes. Ese fue un gran momento ‘eureka’ para nosotros. Así que, ahora, después de cada concepto en los libros de texto en Haryana hay una pequeña caja con instrucciones para los maestros diciendo, “Para enseñar este concepto, esta es una actividad que se puede hacer. Y, por cierto, con el fin de hacer realidad esta actividad, esto es lo que se puede utilizar en su entorno inmediato, ya sea en el jardín exterior o el interior de la sala de clase, que se puede utilizar como ayuda para el aprendizaje de los niños”. Y vemos a los maestros en todo Haryana usando muchas de estas cosas innovadoras con las que pueden enseñarles a los estudiantes. Así que, lo que hemos diseñado, fuimos capaces de ponerlo en práctica en todas las 15,000 escuelas desde el primer día.

10:31 Ahora, esto me lleva a mi último punto. ¿Cómo se implementa en 15,000 escuelas y 100,000 maestros? El departamento solía tener un proceso que es muy interesante. Me gusta llamarlo “La Cadena de la Esperanza”. Escribirían una carta en la sede y la enviarían al siguiente nivel, que son las oficinas del distrito. Se esperaría que un oficial obtuviera la carta en cada una de estas oficinas de distrito, la abriría, leería y luego la remitiría al siguiente nivel, que es la sede de bloque. Y entonces es de esperar que en la oficina de bloques, otra persona recibiera la carta, la abriría, leería y la remitiría finalmente a los 15,000 directores. Y entonces es de esperar que los directores recibieran la carta, la entendieran y comenzaran a implementarla. Era un poco ridículo. Ahora, sabíamos que la tecnología era la solución, pero también sabíamos que la mayoría de estas escuelas no tienen una computadora o correo electrónico. Sin embargo, lo que los maestros tienen son teléfonos inteligentes. Están constantemente en SMS, en Facebook y en WhatsApp.

11:39 Entonces, lo que sucede ahora en Haryana es que todos los directores y maestros se dividen en cientos de grupos de WhatsApp y cuando algo necesita ser comunicado, se publica en todos grupos. WhatsApp comunica explosivamente. Se puede comprobar inmediatamente que lo ha recibido, que lo ha leído. Los profesores pueden hacer preguntas de aclaración de forma instantánea. Y lo que es interesante es que no sólo la sede responde estas preguntas. Otro maestro de una parte completamente diferente del Estado puede responder. Todos están actuando como grupo de compañeros de todo el mundo, y las cosas están funcionando. Hoy en día, cuando se va a una escuela en Haryana, las cosas se ven diferentes. Los maestros están de vuelta dentro de las aulas, están enseñando. A menudo con técnicas innovadoras. Cuando un supervisor viene a visitar el salón de clase, él o ella no sólo comprueban la construcción del baño, sino también la calidad de la enseñanza. Una vez por trimestre, todos los estudiantes de todo el estado son evaluados con respecto a su aprendizaje y las escuelas que obtienen buenos resultados son recompensadas. Y las escuelas que no lo están haciendo tan bien se ven obligadas a participar de conversaciones difíciles. Por supuesto, también reciben apoyo adicional para poder hacerlo mejor en el futuro. En el contexto de la educación, es muy difícil ver resultados rápidamente.

13:02 Cuando la gente habla de cambios sistémicos a gran escala, hablan de períodos de 7 años y 10 años. Pero no en Haryana. En el último año, se han realizado tres estudios independientes, todos midiendo el aprendizaje, que indica que algo fundamental, algo único, está sucediendo en Haryana. Los niveles de aprendizaje de los niños han dejado de disminuir, y han comenzado a subir. Haryana es uno de los pocos estados en el país que está mostrando una mejora, y ciertamente el que muestra la mayor tasa de mejora. Estos siguen siendo las primeras señales, hay un largo camino por recorrer, pero nos da mucha esperanza para el futuro. Hace poco fui a una escuela, y cuando me iba, me encontré con una señora, su nombre era Parvati, madre de un niño, y ella estaba sonriendo. Y yo dije: “¿Por qué sonríes?, ¿qué está pasando?” Y ella dijo: “No sé lo que está pasando, pero lo que sí sé es que mis hijos están aprendiendo, se divierten, y por el momento, dejaré mi búsqueda de una escuela privada para enviarlos.”

14:08 Así que regreso al punto de partida: ¿Pueden los sistemas de gobierno transformarse? Desde luego que sí. Creo que si se les da las herramientas adecuadas, pueden mover montañas.

14:18 Gracias.

Lampadia




La calidad de los maestros: Clave para la educación escolar

La calidad de los maestros: Clave para la educación escolar

Hace una generación, los maestros podían estar seguros de que lo que le enseñaban a sus alumnos les brindarían las habilidades necesarias para el resto de sus vidas. Hoy en día, los profesores tienen que preparar a los estudiantes para adaptarse a un mundo cambiante, para trabajos que todavía no han sido creados, para utilizar tecnologías que aún no se han inventado y para resolver problemas sociales que no podemos ni imaginar. Y muchas de las dificultades sociales y económicas del mundo también empiezan en las puertas de las escuelas.

Es hora de que los gobiernos, los sindicatos de docentes y los organismos profesionales redefinan el rol de los profesores y creen un sistema que ayude y prepare a los maestros a desarrollarse en sus carreras y satisfacer las necesidades de los estudiantes del siglo XXI.

Lamentablemente, en el Perú seguimos inspirados por las ideas del siglo XX (control central, regimentación y uniformización). Además, la educación pública sigue secuestrada por un sindicato clasista, politizado y reivindicativo que ya no tiene razón de existir desde el punto de vista del reto de mejorar aceleradamente la educación en el Perú. Efectivamente, por décadas hemos maltratado y descuidado al maestro, pero en el futuro necesitamos convertirlo en el punto de apoyo de la palanca que nos permita impulsar una revolución educativa. Una de las piezas centrales del proceso educativo, como lo plantea The Economist, en el ensayo que reproducimos líneas abajo.

Teniendo las necesidades y retos que tenemos, el gobierno sigue desalentando y hasta combatiendo la participación del sector privado en la educación, a pesar de que en los últimos años se han desarrollado experiencias privadas que han producido maestros de excelente calidad de los mismos egresados de las escuelas normales que trabajan en el Estado, solo con buena dirección, sentido de misión y buena capacitación. Los esfuerzos del sector privado han logrado, además, incorporar al proceso educativo los estándares y las tecnologías más avanzadas del mundo, con ofertas de valor cada día más accesibles a las clases menos pudientes.

El Ministerio de Educación, en vez de promover más desarrollos privados y acercarse a los existentes para proyectar estas experiencias exitosas al resto de la sociedad mediante APPs o cualquier otra forma de colaboración, cegados por ideologías decimonónicas o por ‘ideas muertas’, pretenden apagar las únicas luces que hemos producido para marcar el camino de la gran gesta educativa que debemos emprender.

En los últimos días, en Lampadia hemos publicado varios análisis sobre la educación escolar en el Perú. Hemos comparado la visión del actual ministro de educación con la de un experto de Harvard, presentado las ideas de Ken Robinson sobre como preservar la creatividad de los niños y una entrevista de la Hora N a Gonzalo Galdós de Futura Schools. Ver en Lampadia:

La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta

¿Las escuelas matan la creatividad?

Educación para los nuevos tiempos

Ahora presentamos el reciente informe de The Economist sobre la reforma educativa, que pone todo el énfasis en la formación de los maestros. El informe plantea que, hasta ahora, el trabajo del maestro ha sido relativamente descuidado, con todo el foco en los cambios estructurales o de infraestructura. Baja sustancialmente el peso que se pone en el nivel de inversión. Y dice que las inversiones en los sistemas escolares son completamente irrelevantes si no se cambian el ‘cómo’ y ‘qué’ aprenden los niños. Por eso, lo que importa es lo que los profesores hacen y piensan. La respuesta, al final, siempre está dentro de las aulas.

The Economist afirma que el dinero es menos importante de lo que parece. Esto es una gran diferencia con lo afirmado por Saavedra hace tan solo unos días en una entrevista con Semana Económica. El problema, a diferencia de lo indicado por nuestro popular Ministro, no es el dinero. Los maestros en Finlandia, por ejemplo, ganan el sueldo promedio de la OCDE y son el epítome mundial de la buena educación. Lo importante es tener un balance entre horas de trabajo y sueldo; además de una buena preparación académica. En Shanghai, por ejemplo, los maestros no recibirán bonos o un ascenso a menos que puedan demostrar que colaboran entre ellos para mejorar en sus métodos de enseñanza y que además sus estudiantes obtengan mejores rendimientos.

Lo que logremos en educación en los próximos años será determinante de la calidad de vida de nuestros ciudadanos. No dejemos de informarnos y de participar en la formación de una nueva visión sobre el camino que debemos emprender. Lampadia

La reforma educativa

Enseñando a los maestros

La buena enseñanza se ha visto siempre como una habilidad innata. Pero los reformadores están demostrando que los mejores profesores se hacen, no nacen.

Publicado por The Economist

11 de junio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

A los niños de 11 y 12 años, en su clase de matemáticas, Jimmy Cavanagh parece ser un maestro nato. Es cálido pero firme. Su voz es fuerte. Las respuestas correctas lo hacen sonreír. Y sin embargo, no es su ánimo lo que explica por qué sus alumnos en la North Star Academy en Newark, Nueva Jersey, pueden esperar ir a la universidad, a pesar de que el 80% de sus familias necesitan ayuda para pagar las comidas escolares.

Cavanagh es el producto de una nueva manera de formación de profesores. En lugar de gastar su tiempo reflexionando sobre el significado de la educación, él y sus compañeros se han perfeccionado en el arte de dictar clases. Sus docenas de técnicas perfeccionadas cubren todo, desde la disciplina para asegurarse de que todos los niños piensen arduamente. No se desperdicia ningún segundo. Los maestros de North Star pueden parecer naturales, pero son todo lo contrario.

Son o han sido como muchos de sus colegas de North Star, Cavanagh está inscrito en la Escuela Superior de Educación de Relay. Junto con instituciones similares en todo el mundo, Relay está aplicando las lecciones de la ciencia cognitiva, educación médica y entrenamiento deportivo para el suministro de mejores maestros. Al igual que los médicos en las salas de enseñanza de los hospitales, sus estudiantes a menudo se entrenan en excelentes instituciones y aprenden de compañeros experimentados y de alto calibre. Su técnica se calibra, practica y entrena, y es evaluada sin descanso como con un atleta de alto nivel. Jamey Verrilli, que dirige la rama de Newark del Relay (hay otras siete), afirma que el método enseña la docencia como lo que es: no un don innato, ni un refugio para aquellos que, como el viejo dicho afirma, “no lo pueden hacer”, pero “un arte increíblemente intrincada, compleja y hermosa”.

Hola, Mr. Chips

Hay pocas artes más necesarias. Muchos factores determinan el éxito de un niño, pero en las escuelas, nada importa tanto como la calidad de la enseñanza. En un estudio actualizado el año pasado, John Hattie de la Universidad de Melbourne analizó los resultados de más de 65,000 artículos de investigación sobre los efectos de cientos de intervenciones sobre el aprendizaje de 250,000 alumnos. Él encontró que el hecho de que los padres se preocupen mucho por el tamaño de las clases o uniformes hace poca o ninguna diferencia en el aprendizaje de los niños (ver tabla). Lo que importa es la “experiencia docente”. Las 20 maneras más eficaces identificadas por el estudio para mejorar el período de aprendizaje en las escuelas, dependen de lo que lo hace el  maestro en el aula.

 

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Eric Hanushek, economista de la Universidad de Stanford, ha estimado que durante un año académico los alumnos enseñados por maestros en el percentil 90 por efectividad, aprenden el equivalente de los contenidos de 1.5 años de estudio. Los enseñados por maestros en el percentil 10 aprenden el equivalente de medio año de contenidos. Se han encontrado resultados similares en países desde Gran Bretaña hasta Ecuador. “Ningún otro atributo de las escuelas tiene tanta influencia en el rendimiento de los estudiantes”, dice.

A las familias ricas les resulta más fácil compensar los malos profesores, por lo que una buena enseñanza ayuda mayormente a los niños más pobres. Tener un maestro de alta calidad en la escuela primaria podría “subsanar” el impacto de la pobreza en las calificaciones de la escuela, según el estudio co-escrito por Hanushek. Thomas Kane, de la Universidad de Harvard, estima que si los niños afroamericanos fueran enseñados por el top 25% de los profesores, la brecha entre negros y blancos se cerraría en ocho años. Añade que si el profesor estadounidense promedio fuera tan bueno como los que están en el cuartil superior, la brecha en resultados de las pruebas entre Estados Unidos y los países asiáticos se cerraría en un plazo de cuatro años.

Dichos estudios hacen hincapié en el poder de la buena enseñanza. Sin embargo, una pregunta ha perseguido a los políticos: ¿los buenos maestros nacen o se hacen? Los prejuicios sugieren la primera opción. Los malos maestros son presentados como perezosos y personas que odian a los niños. Los buenos e inspiradores maestros, por su parte, se presentan como dotados con dones sobrenaturales. El 70% de los estadounidenses piensan que la capacidad de enseñar es más el resultado del talento innato que de la formación.

[En el Perú existen experiencias educativas sumamente exitosas. Por ejemplo, hemos dado cuenta de Innova Schools (Ver en LampadiaLa Capacitación produce milagros). Una cadena de 23 colegios privados creada por el Grupo Interbank de Carlos Rodríguez Pastor, la cual ofrece educación de alta calidad (debidamente medida) en las zonas emergentes. Pone a disposición de los alumnos la mejor infraestructura, modelos educativos de avanzada con tecnología de punta, maestros altamente capacitados y énfasis en valores.]

Elizabeth Green, autora de “Construyendo un mejor maestro”, lo llama el “mito del maestro nato”. Esta creencia hace que encontrar un buen maestro sea como buscar oro.

Hay una buena dosis de sentido común en esto. En ciudades como Washington, DC, la remuneración ligada al rendimiento y (más importante) al despedido de los peores maestros ha impulsado mejoras en los resultados de las pruebas. Pero depender de la contratación y el despido sin abordar las formas en que los maestros enseñan es poco probable que funcione. Los ‘expertos’ en política educativa han descuidado lo que uno de ellos llama “la caja negra del proceso de producción” y otros llaman “el aula”. Abrir esa caja negra muestra dos verdades importantes: Un buen trozo de lo que los profesores (y otros) piensan sobre la enseñanza está mal, y las formas de enseñar mejor (a menudo mucho mejor) se pueden aprender.

En 2014, Rob Coe de la Universidad de Durham, Inglaterra, indicó en un informe sobre qué hace que una enseñanza sea buena y porque muchas técnicas de uso común en el aula no funcionan. Alabar sin mérito, agrupar por capacidades y aceptar o fomentar “estilos de aprendizaje” diferentes de los niños son métodos ampliamente utilizados, pero son malas ideas. También lo es la noción de que los alumnos pueden descubrir ideas complejas por sí mismos. Los maestros deben impartir el conocimiento y el pensamiento crítico.

Aquellos que lo hacen, encarnan seis aspectos de una grandiosa enseñanza, como identifica Coe. La primera y la segunda preocupación son sobre sus motivos y sobre cómo seguir adelante con sus compañeros. La tercera y cuarta involucran el buen uso de su tiempo, fomentando el buen comportamiento y altas expectativas. Lo más importante, sin embargo, son el quinto y sexto aspectos, la instrucción de alta calidad y el llamado “conocimiento didáctico del contenido”, una mezcla de conocimiento de la materia y el oficio de enseñanza. Su esencia la define Charles Chew, uno de los “maestros masters principales” de Singapur, un grupo de élite que guía a las escuelas de la isla: “Yo no enseño física; Yo enseño a mis alumnos cómo aprender física”.

Las ramas del árbol de Aprendizaje

Maestros como Chew sondean a todos los estudiantes. Asignan tareas de escritos cortos que fomentan que los niños piensen y permiten que los maestros evalúen el progreso. Sus clases se planifican con un objetivo claro y una estrategia de cómo llegar a él con el liderazgo del maestro, pero interactivamente. Ellos anticipan los errores, tales como la tendencia a mezclar residuos y decimales. Los niños tienden a distraerse, por lo que varían las formas en que practican cosas, ya que la ciencia cognitiva ha demostrado que esto ayuda a la retención a largo plazo.

Estas técnicas funcionan. Un informe de la OCDE publicado en febrero se encontró  que existe una relación entre el uso de este tipo de estrategias de “activación cognitiva” y las altas calificaciones en los países ricos. El uso de memorización o el aprendizaje entre alumnos era común en los alumnos rezagados. Un estudio reciente realizado por David Reynolds compara la enseñanza de matemáticas en Nanjing y Southampton, donde trabaja. Encontró que en China, se utilizó “la interacción de toda la clase” el 72% de las veces, en comparación con sólo el 24% en Inglaterra. Estudios anteriores realizados por James Stigler, psicólogo de la UCLA, encontraron que las aulas estadounidenses estaban llenas de preguntas de “qué”. En Japón, los maestros preguntaron más “por qué” y “cómo”, preguntas que comprueban que los estudiantes entiendan lo que están aprendiendo.

Según Marie Hamer, jefa de la formación del profesorado: “Con demasiada frecuencia, a los maestros se les dice en qué mejorar, pero no se les da una orientación clara sobre cómo hacer el cambio”.

David Steiner, del Instituto Johns Hopkins de Políticas de Educación, en Baltimore, caracteriza a muchas de las instituciones de formación de maestros de Estados Unidos como “esclerótica”. Es más fácil ganar un título de educador, que lograr las notas que las universidades de Estados Unidos les piden a sus atletas. Algunos países son mucho más selectivos. Lograr ser aceptado para un grado de educación en Finlandia es casi tan competitivo como entrar a MIT. Pero incluso en Finlandia, los profesores por lo general no se encuentran en el tercio superior de los graduados en matemáticas o habilidades literarias.

En Estados Unidos y Gran Bretaña, la formación ha sido fuerte en teoría y leve en prácticas en el aula. Rod Lucero de la Asociación Americana de Escuelas de Formación de Profesores (AACTE), admite que las prácticas no están a la altura de la “práctica clínica”.

Esto encaja con un patrón de investigación de Kane, que revela ser “casi constante”: los nuevos maestros carecen de capacidades de manejo de la clase y habilidades para  instruir. “Los cirujanos comienzan en cadáveres, no en pacientes vivos”, señala Kane.

“Hemos pensado mucho acerca de cómo enseñar a jóvenes de 22 años,” dice Scott McCue, que dirige Sposato. Él y sus colegas han organizado una buena enseñanza en una “taxonomía” de cosas de qué hacer y decir. “De las 5,000 o más cosas incluidas en una enseñanza sorprendente”, dice Orin Gutlerner, director fundador de Sposato, “queremos asegurarnos de que puedan hacer las 250 más importantes”.

El plan de estudios de las nuevas escuelas se ve influenciado por gente como Doug Lemov. Un ex profesor de inglés y fundador de una escuela en Boston, Lemov utiliza pruebas de puntuación para identificar algunos de los mejores maestros de América. Después de visitarlos y analizar los videos de sus clases para averiguar exactamente qué hicieron, creó una lista de 62 técnicas. En muchos de ellos, los elementos básicos son la atención de los alumnos. Los “mejores” hacen que los profesores reciban a los alumnos en la puerta; una “voz fuerte” explica que los maestros más eficaces se quedan quietos cuando hablan, utilizan un registro formal, tienen un lenguaje ‘económico’ y no terminan sus frases hasta tener la atención plena en sus clases.

Pero la mayor parte de las técnicas de Lemov tienen el propósito de aumentar el número de alumnos que piensan en una clase y la cantidad de tiempo que lo hacen. Técnicas tales como una  “llamada fría” y “girar y hablar”, donde los alumnos tienen que explicar sus pensamientos rápidamente a un compañero, dan los entrenamientos cognitivos, comunes en las aulas de Shanghai y Singapur, que frecuentemente salen en la mejor posición en las comparaciones internacionales.

Este nuevo enfoque se asemeja en cierto modo al espíritu colectivo de las mejores escuelas de Asia. Pocos profesionales están tan aislados en su trabajo, o tienen tan poca información, como los maestros occidentales. Hoy en día, el 40% de los maestros de la OCDE nunca han enseñado junto a otro maestro, observó un estudio. Simon Burgess, de la Universidad de Bristol, dice que la enseñanza sigue siendo “una profesión a puertas cerradas”, añadiendo que los sindicatos de maestros han hecho que sea difícil para los observadores tomar notas en clase. Como resultado, quienes sufren las consecuencias son los alumnos, dice Pasi Sahlberg, un ex alto funcionario del departamento de educación de Finlandia. Él atribuye gran parte del éxito de su país es la cultura de la colaboración de los docentes finlandés.

Además de permanecer aislados, los profesores carecen de esquemas bien definidos para mejorar. Gutlerner señala que la enseñanza es la única profesión que le exige lo mismo a los novatos como a los veteranos con 20 años de experiencia. Gran parte de lo que pasa por “desarrollo profesional” es muy débil, al igual que los sistemas de evaluación. En 2011 un estudio en Inglaterra encontró que sólo el 1% de los cursos de formación de profesores ayudaba a convertir una mala práctica en la buena enseñanza.

El New Teacher Project sugiere que después de la detonación de mejoras al inicio de sus carreras, los maestros rara vez mejoran. Esto puede ser porque no saben que tienen que mejorar. Tres de cada cinco profesores de bajo rendimiento en los Estados Unidos piensan que están haciendo un gran trabajo. El exceso de confianza es común en otros lugares: nueve de cada diez profesores de la OCDE dicen que están bien preparados.

No tiene porque ser de esta manera. En un amplio estudio publicado en marzo de Roland Fryer de la Universidad de Harvard encontró que “una gestión del desarrollo profesional”, donde los maestros reciben instrucciones precisas, junto con información específica, bajo la tutoría de un profesor líder, tuvo un fuerte efecto positivo.

Tales ambientes están presentes en las escuelas como Match y de North Star- y en áreas tales como Shanghai y Singapur. Los incentivos correctos ayudan. En Shanghai, los maestros no serán promovidos a menos que puedan demostrar que colaboran. Sus mentores no serán promovidos a menos que puedan demostrar que sus estudiantes y maestros mejoran. Es útil tener el tiempo necesario. Los maestros en Shanghai enseñan sólo 10-12 horas a la semana, menos de la mitad del promedio de 27 horas de América.

Sin humor negro

En muchos países, la manera de salir adelante en una escuela es pasar a la gestión. Los superintendentes de distrito ganan más dinero que los maestros, aunque su impacto en la vida de los alumnos es menor. Singapur tiene una trayectoria profesional independiente para los profesores, por lo que los mejores no salen del aula.

 

En la siguiente tabla se pueden apreciar los datos que muestra el gráfico de The Economist para cada país incluido en el gráfico superior, al que hemos agregado la referida al Perú:

Los nuevos modelos de formación de profesores que darán inicio a esas carreras aún tienen que ser evaluados a fondo. La evidencia preliminar es alentadora, sin embargo. Relay y Sposato, ambos han establecido la mejora de los resultados de los estudiantes  como un requisito para la graduación de sus practicantes.

Steiner señala, sin embargo, que aún no está claro si estos nuevos maestros son “a prueba de escuelas”: eficaces en escuelas pero carecen de la intensa cultura de retroalimentación y la práctica de lugares como Match. Esta es una gran advertencia para la OCDE, dos tercios de los profesores creen que sus escuelas son hostiles a la innovación.

De esta manera, los reformadores esperan que finalmente puedan mejorar la educación a gran escala. Hasta ahora, el trabajo del maestro ha sido relativamente descuidado, con todo el foco en los cambios estructurales. Sin embargo, las interrupciones en los sistemas escolares son irrelevantes si no se cambian el cómo y qué aprenden los niños. Por eso, lo que importa es lo que los profesores hacen y piensan. La respuesta, después de todo, está en las aulas.

 

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Olvidémonos de los elegantes uniformes y las clases pequeñas. El secreto de las notas estelares y estudiantes prósperos son los profesores.

Una nueva generación de formadores de maestros está fundando una ciencia rigurosa de la pedagogía. El objetivo es hacer que los profesores ordinarios mejoren, al igual que los entrenadores deportivos ayudan a los atletas de todos los niveles a mejorar su mejor marca personal. Si se hace bien, esto va a revolucionar a las escuelas y cambiar vidas.

Por el contrario, la idea de mejorar el promedio de los maestros podría revolucionar toda la profesión. En todo el mundo, son pocos los maestros lo suficientemente bien preparados para enseñarle a los niños. En los países pobres, muchos casi ni reciben formación de ningún tipo. Un informe reciente encontró que 31 países en los que más de un cuarto de los profesores de colegios de primaria no llegaban a las normas nacionales mínimas.

Lo que los maestros no pueden aprender en las universidades y escuelas normales, rara vez lo aprenden en el trabajo. Se convierten en mejores maestros en sus primeros años al enfrentarse a alumnos reales en aulas reales, pero después las mejoras disminuyen. Esto es en gran parte porque las escuelas descuidan a sus alumnos más importantes: los propios maestros.

Si esto va a cambiar, los maestros necesitan aprender cómo impartir conocimientos y preparar a las mentes jóvenes para recibir y retener información. Los buenos maestros establecen metas claras, hacen cumplir las normas de comportamiento y administran su tiempo sabiamente. Utilizan técnicas de instrucción ya probadas para asegurar que todos los cerebros estén trabajando todo el tiempo, por ejemplo, haciendo preguntas en el aula con “llamadas en frío” en lugar de confiar en los mismos alumnos que levantan siempre la mano.

Inculcar estas técnicas es más fácil de decir que de hacer. La enseñanza, al igual que otras habilidades complejas, la ruta de dominio no es una teoría abstrusa sino una práctica intensa, basada en conocimiento de la materia y métodos pedagógicos. Los alumnos deben pasar más tiempo en el aula. Los lugares donde los alumnos tienen un mejor rendimiento, por ejemplo, en Finlandia, Singapur y Shanghai, ponen a los profesores nuevos a través de un aprendizaje exigente.

Las instituciones de formación de maestros tienen que ser más rigurosas- como cuando hace un siglo las facultades de medicina elevaron el calibre de los médicos mediante la introducción de planes de estudios sistemáticos y proporcionando experiencia clínica.

También se necesitan grandes cambios en las escuelas para asegurar que los maestros mejoren a lo largo de sus carreras. Los mejores instructores afinan su oficio a través de observación y entrenamiento. Ellos aceptan la retroalimentación- algo que los sindicatos no deberían resistir.

El dinero es menos importante de lo que parece. Los maestros en Finlandia, por ejemplo, ganan alrededor el promedio de la OCDE. Pero asegurarse que los mejores se queden en el aula, probablemente, en la mayoría de lugares, significar salarios más altos. Las personas que prosperan con los alumnos no deben tener que convertirse en administradores para obtener un aumento de sueldo. Y una mayor flexibilidad en los salarios haría más fácil atraer a los mejores profesores a las peores escuelas.

La mejora de la calidad del maestro promedio podría aumentar el prestigio de la profesión, la creación de un círculo virtuoso en el que los graduados más talentosos busquen unirse a ella. Sin embargo, las mayores ganancias vendrán de la mejor preparación de los nuevos maestros y la mejora de ellos se verá en las aulas. La lección es clara; ahora sólo necesita ser enseñada.Lampadia

¿Qué fomenta mejores profesores: salarios más altos o menos horas de trabajo?

Publicado por The Economist

11 de junio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

traer a las personas más brillantes y motivadas a la docencia es una lucha en muchos países. Se culpa, a menudo, la baja remuneración, especialmente cuando se combina con largas jornadas de trabajo. Las dificultades de reclutamiento de maestros es nombrada como un argumento para justificar por qué los alumnos de algunos países tienen malos rendimientos en la escuela. Pero los datos de la OCDE, un club de países ricos (en su mayoría) sugieren que, al menos en lo que respecta a resultados educativos, ni menos horas ni más paga cambia las cosas. Los alumnos japoneses y surcoreanos compiten por los primeros puestos de la clasificación PISA de escritura, cálculo y conocimiento científico de alumnos de 15 años. A sus maestros se les paga casi lo mismo, pero trabajaron horarios muy diferentes: 54 horas por semana en Japón, en comparación con 37 horas en Corea del Sur. Los alumnos de Estonia, que tiene los maestros con los salarios más bajos en el grupo, tienen un mejor performance que los de Holanda, donde los salarios de los maestros son cinco veces más altos y las horas iguales. Incluso cuando se toma en cuenta el PBI por persona, Holanda es inusualmente generosa con los profesores y Estonia inusualmente tacaño.

Entonces, ¿qué deberían hacer los profesores que quieren más tiempo libre y una mejor remuneración? Los profesores de dos tercios de los países del grupo se beneficiarían trasladándose a Holanda (los otros tendrían que trabajar más horas después de migrar). Los profesores portugueses reducirían su jornada de trabajo por más de tres horas si se trasladaran a Italia, mientras que verían recortados sus salarios por un mero 2%. Los profesores británicos que, como la mayoría de sus compatriotas, se resisten a la idea de aprender un nuevo idioma, también tienen opciones. Trasladarse a Canadá les brindaría un aumento salarial de 41%; a Estados Unidos, 29%; o Australia, 19%. Sólo que aquellos que decidieran por Canadá tendrían que trabajar más tiempo por el dinero extra- sólo media hora más al día.

Aclaración: Las horas semanales en la tabla son las horas de trabajo efectivo, reportados por los profesores. Esta información ha sido añadida a la tabla después de ser publicada originalmente.




Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

“Haz mejorado mucho, pero todavía sigues siendo malo”.

Le dijo Gonzalo Galdós a un amigo tenista pero, lo lamentable, es que tenemos que concluir lo mismo sobre la educación escolar en el Perú.

Efectivamente, así lo demostró hace pocos días en Lima, Lant Pritchett, el experto de la Universidad de Harvard que nos comentó que en las evaluaciones PISA estamos 100 puntos por debajo del 10% más atrasado de Dinamarca, el promedio de la OCDE y, que tal como estamos haciendo las cosas, solo mejoramos un punto por año. ¿100 años para nivelarnos? Ver en Lampadia: La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta.

La siguiente entrevista de Jaime de Althaus a Gonzalo Galdós, promotor y presidente Ejecutivo de Futura Schools, una cadena de colegios que “ofrece educación de calidad y pensiones accesibles, para niños de clase media emergente”, nos muestra las limitaciones de la educación en el Perú y las trampas ideológicas que entorpecen su superación.

Galdós nos dice que se siente profundamente decepcionado con la actitud del Ministerio de Educación, pues teniendo un reto tan grande por delante, que requiere la participación de todos los peruanos, tiene un dilema de corte ideológico entre la educación pública y privada.

Además afirma que en el país hay muy buenos profesores, que lo que necesitamos es gestores educativos. También tenemos que liberalizar la educación para que profesionales (no docentes, como un matemático)   puedan enseñar en nuestros colegios.

Igual sucede con la nueva ley universitaria de Mora y Saavedra, por la cual, un profesor de la Universidad de Harvard, tampoco puede enseñar a tiempo completo en el Perú.

“Hay un sesgo ideológico en contra de la participación del sector privado en educación”. Veamos la entrevista:

Con otro enfoque, el de la creatividad, Sir Ken Robinson nos hace notar que la orientación de la educación en el Perú, va en sentido contrario de lo que necesitamos para lograr una educación que empodere a nuestros niños para ese nuevo futuro tan retador e incierto que nos trae la revolución tecnológica en ciernes. Ver en Lampadia: ¿Las escuelas matan la creatividad?.

En contraste con estas visiones, veamos lo que nos dice el popular Ministro Saavedra sobre el rol del sector privado en educación: (Fuente: SEMANAeconómica.com, entrevista de Javier Albán a Jaime Saavedra, Ministro de Educación, 15 de junio, 2016).  

¿Cuál es el rol del sector privado para lograrlo?

Hay varios roles. El más importante es pagar sus impuestos. [INCREÍBLE] Los países que la han hecho son los que han logrado tener un sistema educativo público de alta calidad, gratuito y para todos. La vez pasada decía en el directorio de la Confiep que si esa presentación la estuviese haciendo en Canadá, la diferencia sería que los hijos de todos los empresarios allá estarían en un colegio público. El Perú la va a hacer el día en que cualquier persona rica o pobre decida poner a su hijo en un colegio privado sólo si está más cerca, pero si no es por eso, que pueda ponerlo en uno público y esté muy bien.

El problema que tenemos aquí es que la recaudación es relativamente baja. El Estado es relativamente pequeño, porque existe una informalidad muy grande. No es un asunto de tasas necesariamente, pero hay una informalidad grande. Tenemos que corregir eso como estructura también para tener los recursos necesarios para poder mejorar nuestra educación pública. También hay un rol a través de programas de responsabilidad social de las empresas, con las que hemos trabajado de manera más cercana durante los últimos años. [O sea, ¿el problema es de dinero?].

¿Qué ejemplos de iniciativas privadas destacaría?

El más representativo es el trabajo que hace Empresarios x la Educación, que aglutina recursos de un grupo grande de empresas y hacen distintos tipos de intervenciones en conjuntos de colegios, y está bien coordinado con el trabajo del ministerio. Hay un programa de lectura del BBVA que es interesante también. [El ministro nunca reconoce el aporte del sector privado a la educación, con la cual ya hemos superado una inversión del 6% del PBI en educación. No menciona ni a los excelentes colegios de Fe y Alegría ni a los de Innova Schools o Futura Schools].

Creo que hay un rol adicional para el sector privado. No solamente debe estar preocupado e interesado en que la educación mejore. Eso ya se ha logrado. (…) Necesitamos tener una suerte de obsesión con que el proceso de reforma educativa se consolide y la calidad de la educación [pública] mejore, (…). [De eso se trata, por eso mismo no se debe inhibir el aporte privado].

En otras preguntas de Semana Económica, el ministro enfatiza que en su opinión, tanto para educación escolar y universitaria, lo que necesitamos es poner más dinero. La verdad es que necesitamos mucho más que eso.

En nuestra opinión, lo primero que hay que hacer es lograr que el país tome conciencia de nuestra realidad, del tremendo atraso que llevamos y de las dificultades que tendremos que vencer para superarlas.

En segundo lugar, debe organizarse una gran gesta nacional por la educación, un ‘pacto social por la educación’, que busque el apoyo de la población para emprender una verdadera revolución.

Sobre las metas que debemos ponernos y la orientación estratégica que debemos adoptar, empecemos por recoger las recomendaciones de Lant Pritchett y Ken Robinson, según hemos reseñado líneas arriba.

Sobre los próximos cinco años de gobierno queremos enfatizar que en opinión de Lampadia, el ministro más importante del gabinete debe ser el de educación. La gestión de todos los demás entra, de alguna manera, dentro de rangos previsibles que difícilmente pueden implicar un daño grave a los intereses de largo plazo del Perú. En cambio, un Ministro de Educación inadecuado, sí puede afectar gravemente la estructura del bienestar futuro de nuestra población, especialmente, la de los más pobres. Los daños de una mala gestión educativa en los próximos años pueden ser fatales en el largo plazo.

Por eso, dijimos el 31 de mayo pasado que para hacer la revolución educativa que debemos emprender con urgencia, necesitamos: Una nueva visión, un nuevo ministerio, un nuevo ministro y una clase dirigente más consecuente. 

Lampadia




Harald Helfgott resuelve un problema de 271 años

Harald Helfgott resuelve un problema de 271 años

Jóven peruano pasa a la galería de los grandes matemáticos de la historia. Resuelve un problema que nadie pudo hacer por 271 años. Helfgott mostró su vocación por las matemáticas, que también pueden ser bellas, desde muy pequeño.

Ojalá podamos compartir esta hazaña con muchos jóvenes y entusiasmarlos a entender mejor las matemáticas.

Líneas abajo compartimos la publicación de la BBC, republicada en La Tercera de Chile:

Harald Helfgott, el matemático peruano que resolvió un problema de 271 años de antigüedad

Pierina Pighi, BBC Mundo, 7 septiembre 2015

Harald nació en Lima, Perú, pero desarrolló su carrera entre Estados Unidos y Europa. Fue el primer latinoamericano y el científico más joven en ganar la Cátedra Humboldt. Foto cortesía Ministerio de Educación de Perú.

Cuando tenía ocho años, el peruano Harald Helfgott se planteaba preguntas matemáticas que el resto de sus compañeros tal vez se harían recién en la secundaria.

¿Por qué 0.99999 hasta el infinito podía ser igual a 1? ¿Cómo hallar la raíz cuadrada de -1? ¿Cómo hallar la raíz cuadrada de un número imaginario?

Harald encontraba las respuestas y se sentía maravillado: “Era un gran placer responder a mis propias preguntas en el colegio”.

El matemático Helfgott, nacido en Lima en 1977, asistió a una escuela de la capital peruana y con los años potenció su curiosidad matemática hasta tener como resultado una brillante carrera.

Estudió becado en la Universidad de Brandeis, Estados Unidos, llevó un doctorado en Princeton y un post doctorado en Yale, y se convirtió en investigador en el Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia.

Este año, Helfgott fue el primer latinoamericano y el científico más joven en ganar la Cátedra Humboldt, que dota a sus beneficiarios con US$3.9 millones por responder a una pregunta que rompía la cabeza de los científicos hace casi 300 años: “¿Es cierto que todo número impar mayor que cinco puede expresarse como la suma de tres números primos?”.

Harald Helfgott:”Era un gran placer responder a mis propias preguntas en el colegio”. Foto cortesía Ministerio de Educación de Perú.

La pregunta nacía de la llamada Conjetura débil de Goldbach.

En 1742, el matemático prusiano Christian Goldbach envió una carta a su colega suizo Leonhard Euler en la que proponía que todo número par mayor que dos puede escribirse como la suma de dos números primos y que todo impar mayor que cinco puede escribirse como la suma de tres primos.

Ninguno de los dos estudiosos pudo comprobar las afirmaciones, por lo que quedaron como conjeturas.

La segunda fue conocida como “débil” porque estaba incluida en la primera, que comenzó a llamarse “fuerte”.

“El trabajo serio para comprobar la conjetura débil comenzó a principios del siglo XX. Antes, nadie sabía ni por dónde comenzar”, dice Harald Helfgott.

En 2005, este matemático comenzó a estudiar el trabajo de otros científicos que habían comprobado la conjetura débil para cierta cantidad de números.

El enunciado de Goldbach sonaba muy simple, pero probarlo para todos los números impares hasta el infinito era muy complejo.

Lee también: ¿Cuál es el resultado matemático más asombroso?

Harald comenzó a buscar una prueba el 2006.

Carta del científico Golbach a su colega Euler, en un intento de resolver la famosa conjetura matemática. Foto cortesía Ministerio de Educación de Perú.

En febrero de 2012, cuando ya estaba muy cerca de encontrarla, se levantaba muy temprano todos los días para dedicarse a esta tarea y llegaba a su oficina por las tardes.

Solo aquí revisaba su correo electrónico y buscaba información, pues había suspendido la conexión a Internet en su casa, para no distraerse.

En la noche, volvía a concentrarse en el trabajo de la conjetura hasta la hora de dormir.

En junio de 2013, por fin halló la respuesta y demostró en un trabajo de 79 páginas que la conjetura débil de Goldbach era cierta.

¿Para qué sirve demostrar la conjetura?

La demostración de la conjetura en sí misma tal vez no sirva para nada.

“Más bien las ideas o herramientas aplicadas para hallar la demostración son las que serán útiles para la teoría de números o en algunos casos fuera de ella”, explica Harald.

Gracias a su trabajo, el matemático peruano ha sido invitado a dar charlas en Australia y varios países de América, Europa y Asia.

Ahora está investigando sobre teoría de números en el Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada (IMPA) de Río de Janeiro, Brasil.

En unas semanas, partirá a la Universidad de Göttingen, Alemania, para dar clases y dividir los fondos de la Cátedra Humboldt en nuevas investigaciones matemáticas.

El matemático peruano ha sido invitado a dar charlas en Australia, América del Sur, Estados Unidos, Europa y Asia. Foto cortesía Ministerio de Educación de Perú.

Harald también ha recibido una beca del Consejo de Investigación de Europa, que invertirá en multiplicar los conocimientos de la teoría de números.

En su tiempo libre, Harald cocinará platos peruanos para sus amigos y retomará sus clases de tango básico.

¿Intentará ahora demostrar la conjetura fuerte de Goldbach?

“Falta desarrollar herramientas, ideas para comprobarla”, dice.

“No creo que esté al alcance de la comunidad matemática por el momento”.Probarla podría tomar otros tres siglos. L




Educación: sigue maltrato, regimentación y sorpresa

Educación: sigue maltrato, regimentación y sorpresa

El bienaventurado Ministro de Educación y la Comisión de Educación del Congreso participaron en sorpresivo plan para cambiar el Sistema de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE), aprobando (en la comisión congresal) una norma apoyada por el Ejecutivo, sin debate alguno y pidiéndole al pleno que la apruebe en 48 horas.

Desde que un militar tomó a su cargo el tema de la educación en el Congreso, el Perú no de(mora) en mirar hacia atrás, a aquella época en que la dictadura militar imponía sus ideas con la pistola encima de las mesas de diálogo.

Mientras el mundo se transforma con una revolución tecnológica sin precedentes, que abarca de manera especial a la educación, donde los expertos globales declaran que no “sabemos que tipo de profesionales debemos formar para el [incierto] futuro”, mientras el concenso global se inclina por abrir espacio a la innovación y la libertad, multiplicando los caminos de la formación escolar y universitaria; en el Perú, nuestras autoridades se portan más como jefes de cuarteles y pretenden regimentar la educación a su gusto pretendiendo uniformizar los procesos y haciendo cambios entre gallos y media noche.

Uno de los temas que merece mayor debate, participación y reflexión en el mundo de hoy es la educación. Tanto por su importancia para el conjunto de la sociedad como por las incertidumbres del futuro. Pero, parece que en ‘Perulandia’ los gobernantes creen que no necesitan opiniones de nadie, ni debates ni ideas claras para legislar sobre educación.

Como ilustración de este despropósito adjuntamos el comunicado de FIPES (Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior).

 




Sin hábitos de lectura no alcanzaremos el desarrollo

Sin hábitos de lectura no alcanzaremos el desarrollo

Para seguir creciendo, el Perú necesita ser más competitivo. Para ello es imprescindible mejorar la calificación y educación de nuestros profesionales, técnicos y obreros. Como hemos señalado en repetidas oportunidades, la clave está en la educación. Así lo demuestran las historias de superación de Japón, Corea, Singapur y de vecinos como Chile. Incluso nuestro espectacular desempeño en la última década estuvo acompañado de la formación de cuadros gerenciales y técnicos realizada, en gran medida, por universidades e institutos privados.  La importancia de la educación para el crecimiento ha sido reconocida por importantes grupos empresariales peruanos que han apostado por invertir en este campo decididamente.  Hoy la inversión privada en este rubro asciende al 3% del PBI, el mismo monto que destina el Estado. Por tanto el 6% del producto ya se invierte en Educación. Aún así, los retos son inmensos. Uno de ellos es el escaso hábito de lectura de los peruanos. Un indicador crucial para determinar la  capacidad y potencial de nuestra población.

De acuerdo al Consejo Nacional de Educación (CNE) los peruanos leemos menos de un libro por persona anualmente (el promedio es 0.86). Esta cifra está a contra corriente de la alfabetización. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la tasa de analfabetismo descendió de 10.7 en el 2001 a 6.2% en el 2013. Entre los jóvenes de 15 y 24 años el analfabetismo alcanza solo el 3%, cifra baja, evidentemente, sostiene el especialista Osmar González. Uno de nuestros problemas se encuentra, entonces, en el escaso hábito de lectura.

La última encuesta de Ipsos realizada a Jefes del Hogar en el 2012 reveló que solo el 19% de estos lee un libro completo al año en el Perú. Una cifra que habría descendido respecto a años anteriores (24% el 2010, 25% el 2009).

El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc, organismo dependiente de la UNESCO) efectuó el 2013 “un estudio comparativo de cada país, sobre el comportamiento y los hábitos de lectura”. Los resultados no pudieron ser más desalentadores. La gran conclusión del informe es que “la mitad de habitantes de América Latina reconoce que no lee libros”. El país con el peor desempeño es México, dónde el 73% de su población no lee. Luego viene el Perú con 65%. Es decir solo el 35% de los peruanos consume libros. Esta cifra está refrendada por un estudio de Arellano Marketing, el cuál halló que un 26% de limeños declaraba que “nunca había leído un libro en su vida” y que solo el 1% de ellos evaluaría la posibilidad de comprarlos.

Que lejana esta situación al mejor de la región: Chile que tiene solo un 20% de no lectores de libros, por encima de incluso de Uruguay (34%), Argentina 45% y Brasil (50%). Chile, también tiene el mayor promedio de lectura de libros al año, 5.4. Le siguen Argentina (4.6), Brasil (4.0), México (2.9) y Colombia (2.0).

Una realidad completamente inversa a la de Japón que ocupa el primer lugar en el hábito de  lectura, según la UNESCO. El 91% de su población está acostumbrada a leer. En Europa los primeros son los suecos (80%), les siguen los finlandeses (75%) y los británicos (74%). El promedio europeo es de 70%. España solo llega al 61%.

Mientras que los japoneses leen en todo lado. Lo hacen en los aviones, en las paradas de autobuses, en los parques… es común ver a un ciudadano japonés con un libro en la mano, un e-book o un ordenador portátil (un japonés leerá en un año entre 46 y 47 libros), los peruanos no lo hacen casi nunca. Salvo diarios. De acuerdo al Cerlalc , el 71% de los peruanos leen periódicos. Eso explica porque en nuestro país se imprime el diario de mayor tiraje hispanoamericano: El Trome, con un millón de ejemplares vendidos diariamente.

El 79% de la población que reside en Lima lee diarios al menos una vez por semana, arrojó un  estudio sobre “Hábitos, usos y actitudes hacia la prensa escrita” efectuado por Ipsos en el 2012. Entre las secciones predilectas por los lectores aparecen la primera página, deportes (en el caso de los hombres), espectáculo (sección preferida por el sexo femenino), así como noticias nacionales e internacionales. Asimismo, el estudio revela que el 32% de los encuestados no ha leído un artículo o columna de algún periodista.

Un diagnóstico alarmante y que lamentablemente es estructural. El gran historiador peruano, director de la Biblioteca Nacional y Ministro de Educación, Jorge Basadre, en Producción Bibliográfica del Perú, 1937-1938, advertía de nuestra escasa producción editorial y casi nulo hábito de lectura. No mucho ha mejorado desde entonces, salvo los niveles de escolaridad y alfabetismo. Nuestra inclinación hacia el libro en cambio, ha variado poco.

“Leer es una creación humana. No es natural, sino una práctica social que cambia en cada momento de la historia, en cada comunidad y en cada contexto, aunque la palabra sea la misma. No es lo mismo lo que hacemos ahora que lo que hacíamos hace cincuenta años o lo que haremos dentro de otros cincuenta”, explica Daniel Cassany, profesor e investigador de Análisis del Discurso de la Universidad Pompeu Fabra y autor de En_línea. Leer y escribir en la red (Anagrama)”, señala El País.

Sí es así, entonces ¿qué debemos hacer para que la lectura se convierta en una práctica social en el Perú?

Primero habría que indicar que la lectura no es un hábito suficientemente reconocido en el país. De alguna manera, el ser estudioso, el ser un lector ávido no es bien valorado. Al contrario hasta se llega a estigmatizar y se hacen burlas de quién lee. Como señala, Álvaro Lasso, director de la editorial Estruendomudo: “En los colegios te hacen ver que la lectura es una cuestión negativa: está esa famosa frase de ‘ándate a leer a la biblioteca de castigo’”. Esta situación debe cambiar dramáticamente. No es casual que los países más lectores sean aquellos en los que el ser estudioso sea sumamente valorado. Mientras no se arregle esta situación será difícil mejorar nuestros índices de lectura.

Es vital que las personas entiendan que la lectura los llevará al éxito y al reconocimiento.

El otro tema tiene que ver con el acceso. Como todo hábito, uno lo desarrolla con más facilidad en la niñez. Si los niños se divierten con la lectura, será difícil que luego se aparten de ella. El papel de las escuelas es crucial, pero también el de los padres, los diarios y la Cámara del Libro. No solo entregando material, sino preparando ediciones en la que los niños encuentren lo que les interesa. Luego poco a poco se debe ir complejizando la lectura. El Plan Lector elaborado por el Ministerio de Educación es una buena iniciativa que debe ser continuada.  

Actualmente, países como México y Brasil han empezado a desarrollar campañas enormes para mejorar sus índices de lectura. Igualmente España, que padece una serie crisis en su industria editorial, reclama una mayor intervención estatal para que ayude a mejorar los hábitos lectores. Allí, El País ha señalado, recientemente, que “una de las grandes deudas de la democracia es no haber incentivado la lectura”. Creemos que, igualmente, esta también es una deuda de la democracia peruana. Una deuda que debe saldarse cuanto antes si deseamos alcanzar el tren del desarrollo. Lampadia




Tenemos que emprender una revolución educativa

Tenemos que emprender una revolución educativa

En el último CADE se hicieron dos magníficas presentaciones sobre el tema de educación, uno de los más importantes déficits de nuestro desarrollo social. Una fue hecha por el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, y la otra a cargo Lant Pritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo Internacional. Asimismo, la educación fue uno de los elementos más importantes en la propuesta de “Visión del Perú al Tercio de Siglo” de IPAE.

El Ministro nos explicó que su sector es responsable del futuro de 7.5 millones de estudiantes, 62,000 locales educativos y 320,000 docentes. Agregó que el 30% de escuelas no cuenta con electricidad, el 75% no tiene internet y el 40% carece de agua. En términos reales, el salario de los maestros es un tercio del que gozaban en los años 60. Calcula que el déficit de infraestructuras educativas llega a 63,000 millones de soles (10% del PBI).

Es muy claro que el ministro está haciendo un gran esfuerzo por administrar este tremendo reto. Ha logrado avanzar en la evaluación de 130,000 maestros, según los resultados ha ascendido 25% con un aumento que llega hasta el 40%, ha establecido un bono de desempeño, ha evaluado a directores de colegios, está estableciendo la jornada completa en 1,000 escuelas, desarrollando 13 colegios de alto rendimiento en diferentes zonas del país, e incluyendo el aprendizaje de inglés, entre otros procesos.

Todo esto es digno de reconocimiento y del mayor apoyo de parte de la sociedad. La pregunta que todos tenemos que hacernos es: ¿si esto es suficiente para remontar los desastrosos niveles de calidad, expresados en los resultados de la prueba Pisa en comprensión lectora y en matemáticas?

Para ayudarnos a entender el problema es importante destacar los comentarios de Lant Pritchett. El experto nos comentó que hemos avanzado mucho en cobertura, pero esta sirve poco si no logramos que mejoren las competencias. Nos dijo que la meta inmediata debiera ser alcanzar 511 puntos en habilidades matemáticas de la prueba Pisa, el nivel actual de Vietnam. El Perú, que está en el último lugar de 66 países evaluados con solo 368 puntos. Agregó, que si mejoramos 4.4 puntos por año, nos tomaría 30 años llegar al nivel de Vietnam (una o dos generaciones adicionales perdidas).

Es fácil entender que esta perspectiva es inaceptable, sobre todo habida cuenta del avance tecnológico que se viene en el mundo en los próximos años.

Pritchett agregó que necesitamos un sistema de “estrella de mar” (organismo que no tiene cerebro, no tiene control central). Este sistema debe dar espacio para la novedad, su evaluación y legitimización. Debe ser un sistema abierto, funcional y debe mostrar resultados positivos. “Se debe evitar el control central del proceso educativo, debe ser lo más local posible, generar una gran presión por resultados, respaldarse en una red profesional, soporte técnico y un financiamiento flexible”. Comentó que la educación privada puede ser adecuada, pero no basta si no se arregla el conjunto del sistema educativo.

Finalmente, nos indicó que debiéramos empezar por tener una visión clara sobre adonde queremos llegar, que necesitamos una reforma del tipo “Big Bang” y que el gradualismo no nos llevará a ninguna parte.

El Big Bang de Pritchett nos recuerda que hace 19 años, en CADE 95 en Cusco, Juan Luis Londoño, economista y político colombiano, experto en el diseño e implementación de políticas sociales y en el análisis de políticas en los campos de seguridad social, salud, educación, pobreza y mercados de trabajo, Ministro de Protección Social, del gobierno de Uribe, QEPD, nos propuso que emprendiéramos un “Shock Educativo”. Por su lado IPAE, en su propuesta de visión de futuro nos planteó la necesidad de hacer una “Revolución Educativa, un Salto Cuántico”. Tres propuestas que nos dicen que una mejor realidad solo puede ser el resultado de una gran metamorfosis.

Para colmo de males, la educación peruana está controlada por dos “patrones”: la burocracia estatal y el sindicato monopólico del SUTEP, que hasta el día de hoy mantiene en su estatuto su compromiso con la LUCHA DE CLASES.

Algunas propuestas

1.  Apoyar al Ministro Saavedra en una de las tareas más difíciles que tenemos que resolver los peruanos.

2.  Concientizar a la opinión pública sobre la naturaleza del PROBLEMA, sobre el desenganche que amenaza a nuestros jóvenes del resto de la humanidad, si no logramos una mejora sustancial en el menor tiempo posible.

3.  Los líderes de opinión y los medios deben ayudar a crear las condiciones políticas que permitan que se tomen decisiones efectivas vis a vis al reto de la revolución que hay que emprender y no limitadas por el statu quo, que más bien sean asumidas con valor, firmeza y persistencia.

4.  Buscar mecanismos ingeniosos, que permitan romper el yugo del SUTEP sobre los maestros y descentralizar (abrir el sistema, como sugiere Pritchett), evitando que el cambio lleve al fortalecimiento de otras cúpulas como las APAFAS y el manejo político de los gobiernos regionales y locales.

5.   En esta línea podrían usarse, así sea temporalmente, los vouchers educativos que empoderan a los padres de familia en forma individual.  Esto permitiría crear unidades de presión sobre el sistema de múltiples elementos “alumno-padre-colegio”, que ayuden a consolidar el cambio con la mejor legitimidad posible.

¡No podemos esperar 30 años para alcanzar el nivel educativo actual de Vietnam, ni seguir condenando a nuestros jóvenes a la minusvalía! Lampadia