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El maltrato hacia los médicos a nivel internacional

El maltrato hacia los médicos a nivel internacional

En contra de la que debiera ser la profesión más valorada en tiempos de pandemia, ha resultado ser de las más vulneradas tanto física como psicológicamente en buena parte del mundo rico y del emergente.

Un reciente artículo publicado por The Economist (ver líneas abajo) muestra cómo en países como Australia, China, EEUU, el Reino Unido y la India, resulta cada vez más sacrificada la carrera médica por el creciente e histórico maltrato que ha tenido la sociedad civil hacia ella, una queja que se encuentra más bien asociada al fracaso integral de los sistemas de salud pública.

Lo que es peor estos ataques han sido amplificados en estos países por la presente crisis, la cual induce a la discriminación hacia todo el personal de salud arraigado por la presunción de ser portadores del nuevo coronavirus.

Felizmente en nuestro país no se han presentado hasta ahora casos de violencia hacia la profesión médica; por el contrario, se ha observado en las últimas semanas a una ciudadanía que ha mostrado mucho respeto hacia ellos, un hecho que debe destacarse a la luz de la experiencia de los países anteriormente mencionados.

No debiéramos pues escatimar en seguir salvaguardando y valorando a nuestros doctores, los cuales, a pesar del colapso de los hospitales y demás centros de salud públicos a nivel nacional, se encuentran actualmente arriesgando su propia vida y la de sus familias para dar pronto tratamiento a los pacientes que desarrollan síntomas más graves por el covid 19. Lampadia

Amenazas médicas
Los trabajadores de la salud se convierten en objetivos inesperados

El daño en ellos puede durar mucho después de que la pandemia haya disminuido

The Economist
11 de mayo, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Uno fue golpeado en la cara en un autobús de Chicago. Dos fueron apedreados por una multitud en la ciudad india de Indore. Cinco hombres rociaron con lejía a otro en Filipinas. Al menos 21 en México han sido agredidos. En un momento en que los políticos los elogian y los ciudadanos confinados en sus hogares los aplauden con aplausos e imágenes de arcoíris, los médicos, las enfermeras y otros trabajadores de la salud de todo el mundo se encuentran bajo amenaza de ataques violentos y bajo una terrible tensión psicológica. Desde Australia hasta China, los gobiernos y los hospitales han tenido que tomar medidas extraordinarias para garantizar la seguridad de su personal, incluso mientras luchan por controlar la pandemia mundial.

El covid-19 ha dejado a los trabajadores de la salud más visibles —y vulnerables— que nunca. Con un tercio de la humanidad encerrado en las últimas semanas, son algunos de los únicos viajeros en las carreteras o el transporte público, conspicuos en matorrales de colores brillantes o túnicas blancas. Los médicos son objetivos fáciles para los frustrados, agraviados o asustados. Los ataques a menudo se tratan como incidentes aislados, pero resaltan un problema creciente: los sistemas de atención médica en todo el mundo han tenido problemas en los últimos años, tanto con el aumento de la violencia como con el costo psicológico del personal.

Las cifras son claras. La Organización Mundial de la Salud estima que hasta el 38% de los médicos en todo el mundo han sufrido violencia física en algún momento de sus carreras. En muchos lugares es peor. En 2019, uno de cada siete empleados del NHS en Inglaterra dijo que habían sido atacados físicamente por un paciente o un miembro del público en los últimos 12 meses. Uno de cada tres médicos australianos reportó abusos similares en el período de un año. Más del 75% de los médicos de la India dicen que han enfrentado la amenaza de violencia en el trabajo. Después de que una doctora fuera asesinada a puñaladas en un hospital de Beijing a fines de 2019, China introdujo una nueva ley que prohíbe las amenazas contra los trabajadores médicos.

El miedo al contagio, amplificado por la desinformación, parece estar provocando más violencia durante la pandemia. A menudo, los ataques físicos van precedidos de ataques verbales, ya que los médicos y las enfermeras son señalados por supuestamente propagar la enfermedad. Otros parecen nacidos de la frustración. El personal de los hospitales en Australia informó que los pacientes ansiosos tosieron y escupieron deliberadamente mientras esperaban para hacerse la prueba de la enfermedad.

Sin embargo, los problemas más profundos dejan a los médicos y enfermeras vulnerables a los ataques. En muchos países, las percepciones de los médicos se han deteriorado en las últimas décadas. China terminó con los subsidios estatales para sus hospitales en la década de 1990, luego de lo cual se comercializaron rápidamente. Esto condujo a una disminución de la confianza, ya que se sospechaba que los médicos se preocupaban más por ganar dinero que por cuidar a sus pacientes. Un fenómeno similar se ha visto en la India. Ciertamente, algunos médicos han abusado del sistema. Pero los tropos de médicos corruptos y negligentes se han convertido en narraciones fáciles de recurrir para políticos y medios de comunicación sensacionalistas. En los países donde las personas carecen de fe en el sistema de justicia, los ataques en los hospitales pueden atraer a los pacientes que sienten que nunca podrán pasar el día en la corte. Una clase media en expansión en todo el mundo ahora exige más de los profesionales médicos de lo que pueden dar. Incluso la arquitectura de los hospitales modernizados, como las salas de emergencia a las que se puede acceder fácil y rápidamente, también los hace más vulnerables a los ataques.

En respuesta, los sistemas de salud han tomado medidas extremas para proteger a su personal. Algunos hospitales en China ahora les enseñan defensa personal. El gobierno de la India actualizó las leyes en abril para negar la fianza a los acusados de violencia contra el personal de atención médica. Algunas salas de emergencia en EEUU han instalado detectores de metales. Y los administradores en Australia han comenzado a decirle al personal que no use sus uniformes médicos fuera de los hospitales.

Estas preocupaciones se suman al costo mental y emocional que la pandemia está exigiendo. En las zonas más afectadas, muchos médicos trabajan incluso más horas de lo habitual. Los trabajadores de primera línea tienen un alto riesgo de contraer covid-19, empeorado por la escasez crónica de equipos de protección personal. Muchos han perdido colegas por el virus. Algunos, temerosos de infectar a sus seres queridos, se han aislado de sus familias durante largos períodos de tiempo. En un estudio de 1,257 trabajadores de la salud que trataron a pacientes de covid-19 en China en el apogeo de la crisis del país, más del 70% experimentó angustia psicológica. Y en varios países, médicos y enfermeras han sido despedidos o amenazados después de hablar sobre el liderazgo deficiente y la falta de equipos. En Rusia, tres médicos se han caído de las ventanas del hospital después de presentar quejas públicas; dos de ellos murieron. Los medios locales informaron esto como accidentes o suicidio.

El trabajo de salud puede ser difícil en el mejor de los casos. Más del 40% de los médicos estadounidenses experimentaron síntomas de “agotamiento”, caracterizados por agotamiento emocional, abstinencia y escepticismo, en 2019. Según el Dr. Colin West de la Clínica Mayo en Minnesota, el agotamiento a menudo se debe al exceso de trabajo, el estrés y la burocracia que limita la interacción con los pacientes; los médicos se sienten menos capaces de ayudar a quienes están a su cuidado.

La pandemia ha creado horrores agudos. En algunas áreas, la falta de recursos significa que los médicos han tenido que racionar la atención vital. En Italia, donde el 10-25% de los pacientes hospitalizados con covid-19 requirieron ventilación, a veces durante varias semanas, hubo informes de médicos que lloraban en los pasillos por las decisiones que tenían que tomar. Muchos han hablado sobre el dolor de ver a los pacientes morir solos. Dichos traumas pueden causar “daño moral”, el término utilizado para la angustia psicológica causada por la acción, o la inacción, que viola las creencias de uno. Aplicada por primera vez a la experiencia de ciertos soldados en tiempos de guerra, la lesión moral puede contribuir a problemas como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Los médicos que luchan pueden encontrar ayuda difícil de encontrar. En todo el mundo, los médicos y las enfermeras se quitan la vida a tasas significativamente más altas que la población general. La Dra. Clare Gerada, quien preside “Doctors in Distress “, una organización benéfica británica, atribuye el problema, en gran parte, a la falta de tiempo y espacio que se les brinda a los médicos y enfermeras para discutir el impacto emocional de sus trabajos.

Muchos funcionarios de salud, conscientes de la presión sobre los médicos, han tratado de proporcionar líneas de ayuda y otro tipo de apoyo. Muchos expertos temen que tales medidas se eliminen una vez que se reanude el servicio normal. El Dr. Andrew Molodynski, un psiquiatra que supervisa la política de salud mental de la Asociación Médica Británica, señala que muchas afecciones como el TEPT requieren un tratamiento cara a cara constante. El daño económico sufrido durante la crisis dificultará la provisión de dicho tratamiento y otros cuidados de salud mental a largo plazo.

Incluso cuando los casos de covid-19 caen, es probable que la carga de trabajo de los médicos se mantenga alta, ya que los hospitales se esfuerzan por proporcionar la atención suspendida durante la respuesta al covid-19. La amenaza de violencia solo aumentará la carga. Para aquellos que atacarían a los médicos, Brad Hazzard, el ministro de salud de Nueva Gales del Sur, lo resumió sin rodeos. “Cuando vea que esa persona con uniforme en un hospital podría estar colocando un tubo en la garganta para mantenerlo con vida, desearía no haber hecho lo que hizo”. Lampadia




Salud pública… a empezar de cero

Salud pública… a empezar de cero

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 1 de mayo de 2020
Para Lampadia

Tuvo que ocurrir una pandemia – como la que estamos viviendo – para tomar conciencia del nivel de corrupción enquistada en el sistema nacional de salud pública. La inoperancia del Estado en cuanto a compras de insumos y equipos para el diagnóstico de pacientes sintomáticos, las idas y venidas en las compras de respiradores mecánicos, y las compras de mascarillas sobrevaloradas – y de pésima calidad – fueron la gota que derramó el vaso. La gente – con razón – dice… “el sistema de salud es una porquería”. Y agrega… “hay que reformarlo todo”.

De acuerdo, pero ¿cuál es la propuesta? Existe el Instituto Nacional de Salud. Pero no… el INS es un organismo del Ministerio de Salud. ¡He ahí el problema! El Ministerio de Salud es una institución inoperante, inestable, recontra burocrática… y muy corrupta.

Por ello, no solo el INS, sino la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD), el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS), y – por supuesto – los hospitales y otros organismos del MINSA, no funcionan. En buena cuenta… la politiquería ha malogrado la salud pública en el país.

Los Gobiernos Regionales no debieran seguir al mando de los hospitales del MINSA. El tiempo lo ha demostrado… ¡no son capaces! Aunque lo mismo sucede en Lima. El MINSA tampoco ha sido capaz de administrar bien los hospitales de la capital.

Hay que crear una institución autónoma – de cero – que se encargue de la salud pública a nivel nacional. ¡No queda otra! Para ello habría que replicar el modelo del Banco Central de Reserva (BCR). Me refiero a su autonomía técnica y administrativa, y a su profesionalismo, meritocracia, independencia… y todo lo demás.

La idea sería blindar a la nueva institución de la politiquería. Hay que evitar que cuando cambien los Ministros de Salud – que dicho sea de paso, cambian a cada rato – los ministros entrantes pongan y saquen a su antojo a directores y funcionarios del ministerio… y de todos los organismos adscritos al MINSA. A eso se debe – en gran medida – el fracaso del sistema de salud en el país.

La institución a la que me refiero también debería de blindarse de la influencia de organismos como el Colegio Médico y la Federación Médica… entre otras.

A los hechos me remito. En Ica, el Colegio Médico y la Federación Médica eran parte de la mafia de la salud. Los médicos que abandonaban los hospitales en horarios de trabajo, y que derivaban a los pacientes a sus clínicas privadas, y que sustraían subrepticiamente medicamentos de las farmacias de los hospitales, eran – aunque usted no lo crea – directivos del Colegio Médico y de la Federación Médica.

Afortunadamente – como en todas las instituciones públicas – hay muy buena gente en el Estado. Hay excelentes profesionales de la salud… médicos, enfermeras, y técnicos. El problema es que están opacados por la corrupción enquistada en los cargos directivos de los hospitales públicos… y del MINSA.

Con ellos – con los excelentes médicos, enfermeras y técnicos – hay que rehacer el sistema nacional de salud. Pero – previamente – hay que salir de la podredumbre moral antes mencionada.

En Ica procedimos así y nos fue muy bien. Un excelente equipo de dirección en cada hospital hizo la diferencia entre el fracaso heredado y el éxito logrado. En nuestro caso, los equipos de dirección provinieron de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (SERVIR)… una excelente fuente de gerentes públicos – íntegros e idóneos – ampliamente capacitados para mejorar los servicios hospitalarios de todo el país.

Está clarísimo. La política peruana – incapaz de diferenciarse de la politiquería clientelista y corrupta – es la causa principal de los males en nuestro sistema de salud pública.

Ergo, una institución nacional de salud autónoma, altamente profesional y meritocrática – tipo BCR – podría ser la solución. Lampadia




Solo entendiendo la realidad podemos apostar a ganador

Solo entendiendo la realidad podemos apostar a ganador

En las últimas décadas, desde la vigencia de la Constitución de 1993, hasta el 2011, en que se produce una inflexión hacia la sobre-regulación y la desconfianza en la inversión privada, el Perú aprovechó, como pocos países de la región, uno de los periodos más propicios para el crecimiento de su economía.

Además del crecimiento, esto permitió el aumento de los ingresos y de la inversión (especialmente en las regiones), el crecimiento de la clase media, la reducción de la deuda externa, el incremento de nuestras reservas, el aumento de las exportaciones, y alcanzar el grado de inversión.

Lamentablemente, en 2016, el gobierno de PPK, devolviendo favores a los Humala, le ocultó al país la situación de nuestra economía, en el proceso de transferencia. Este grave error, no permitió que tomáramos debida nota de los cambios y correcciones que debían hacerse, algo fundamental para validar, popular y políticamente, las necesarias reformas que permitieran relanzar la economía hacia la inversión (pública y privada) y el crecimiento. Peor aún, a fines del 2016, el MEF enfrió la economía (el ‘friaje de Thorne’), haciendo bajar el nivel de inversión y la demanda interna.

El 2017 estaba llamado a que enmendemos y avancemos, pero nos agarró el ‘niño costero´ y el escándalo de corrupción, organizado por el imperialismo de la izquierda brasileña y sus empresas constructoras. Pero, además, nos afectó severamente, la falta de acumen del gobierno (agudeza, perspicacia e ingenio –RAE; o la habilidad para entender y juzgar las cosas rápida y claramente –Oxford Dictionary). Hacia fines de año, se sumó a esto, la crisis de la vacancia-indulto, que terminó de paralizar el país.

¿Cómo le fue a la economía en el 2017?

Según un reciente informe del INEI titulado “Informe Técnico Indicador de la Actividad Productiva Departamental” sobre el crecimiento regional del tercer trimestre del 2017, la economía peruana aumentó en 2.5%, en el tercer trimestre, principalmente por el comportamiento positivo de ocho departamentos que fueron Apurímac (9.3%), Arequipa (9.0 %), Loreto (7.0%), Lambayeque (6.1%), Áncash (5.9%), Junín (5.3%), La Libertad (2.6%) y Lima (1.1%), que concentraron el 65.3% de la producción nacional.

Como se aprecia en el informe del INEI sobre el crecimiento de las regiones, no quedan dudas sobre el impacto positivo de la minería en el crecimiento del conjunto de la economía, el empleo y los encadenamientos con otros sectores.

Como hemos explicado anteriormente, la caída del crecimiento de la economía, que ahora todos extrañan, se originó, fundamentalmente, debido a la inflexión producida en la inversión minera por el pésimo manejo político de las inversiones del gobierno de Ollanta Humala. Hoy hemos vuelto a la realidad de la carencia de recursos y déficit fiscal. Los ingresos del Estado ya no son suficientes para cubrir nuestras necesidades de gastos operativos (mayores sueldos) y de inversión pública en requerimientos sociales indispensables.

A estas alturas todos sabemos que al caerse la inversión minera se afectó toda la economía. Esa es una relación causa-efecto que hay que analizar y mostrar para que la población no se vuelva a dejar engañar.

Según el estudio del INEI, el departamento de Apurímac creció en 9.3% sustentado principalmente por el subsector minero debido a la mayor extracción de cobre de la minera Las Bambas, así como, por el aumento de la extracción de plata y oro de la minera Anabi.

Por su lado, Arequipa, la segunda región con mayor crecimiento, presentó un incremento de 9.0% impulsado por el subsector minero, debido a la mayor extracción de molibdeno y cobre por la minera Cerro Verde. Y el departamento de Áncash aumentó en 5.9% influenciado por el subsector minería debido a la mayor extracción de zinc, cobre, plomo y plata reportado por la empresa Antamina; y la producción de oro por la minera Barrick Misquichilca.

Arequipa y Apurímac lideran el crecimiento en el tercer trimestre, así como ocurrió en el 2016. La producción de cobre de Apurímac y Arequipa se incrementó 7.4% y 10%, respectivamente, en el tercer trimestre. El resultado de las dos regiones de mayor caída se debió al desempeño de su sector minero.

Junin y La Libertad también. Junín creció en 5.3% principalmente por el subsector minero debido a la mayor extracción de cobre y molibdeno realizado por la minera Chinalco Perú y La Libertad se incrementó en 2.6% por la mayor extracción de oro en la Compañía Minera Los Andes Peru Gold y la Compañía Minera Poderosa, y plata en la Minera Barrick Misquichilca.

Por su lado, Lima creció solo 1.1% en el tercer trimestre del año, la menor tasa desde el 2009, lo cual evidencia una sostenida desaceleración. El crecimiento trimestral promedio entre el 2011 y el 2013 fue 6.8%. El resultado del tercer trimestre del 2017 se explica, principalmente, por la contracción de los sectores manufactura (-2,5%) y electricidad, gas y agua (-5,8%).

El caso de Cusco es clamoroso. Por algo más de 10 años creció al mismo ritmo que China, alrededor de 10% anual. El 2017, Cusco fue la región de peor desempeño, con una caída de 6.7%. Entre las razones de desempeño, el INEI sugiere que se debe a la menor actividad minera en la extracción de plata y cobre por la Compañía Minera Antapaccay, así como el subsector hidrocarburos por la baja explotación de gas natural y líquidos de gas natural. Además, también decreció el subsector electricidad y los sectores Transporte, Almacenamiento, Correo y Mensajería; Construcción y Agropecuario.

Algunas conclusiones

El IPE analizó este informe y llega a la conclusión que “a partir del reporte, se identifican tres tendencias principales: la recuperación de las regiones afectadas por el fenómeno de El Niño costero y de la zona oriente, la moderación del crecimiento de las regiones mineras, y la sostenida desaceleración de la región Lima.”

La situación actual es bastante complicada. La proyección del crecimiento para el 2017 se ha revisado hacia abajo varias veces. El año comenzó con un anuncio del Banco Mundial que proyectaba un crecimiento del PBI del Perú de 4.2%. Para febrero, seis entidades ya habían reducido su previsión de crecimiento a aproximadamente 3.5%. Por su lado Apoyo Consultoría prevé que, en la región sur, la demanda interna fluctúe entre cero y uno por ciento. Esto en un año de elecciones regionales.

Además, en noviembre el PBI creció tan solo 1.78% (se esperaba un 2.4% de crecimiento) y decepcionó al mercado, siendo la minería el mayor motor de crecimiento. Por lo tanto, es prácticamente imposible que alcancemos el 2.8% proyectado por el Ministerio de Economía y Finanzas y el 2.7% que esperaba el Banco Central de Reserva.

Por su lado, los ahorros del gobierno en el BCR disminuyeron en US$5,716 millones en el 2017, que es equivalente a una reducción del 38% frente al 2016. “Esto [la reducción de los ahorros] es una señal de alerta macroeconómica porque estamos consumiendo ahorros de forma acelerada”, afirmó recientemente Luis Alberto Arias, ex superintendente de la Sunat. Esto es una alerta sobre la salud de la sostenibilidad fiscal, considerando que la suma es equivalente al 2.6% del PBI.

Asimismo, la demanda interna también muestra debilidad, y la inversión pública se mostró más débil de lo previsto en el último mes del año y solo creció 6.3%. Todo esto se ha traducido en una caída en la confianza empresarial, que mostró niveles mínimos de nueve meses en diciembre, influenciada por los problemas políticos de los últimos meses.

La situación es pues, verdaderamente grave, el Perú se ha alejado de su positivo ciclo de inversión y expansión y, en el mejor de los casos, se encamina a un crecimiento mediocre de menos de 4% anual a partir del 2018. Un factor clave para el crecimiento del Perú será el impacto en la confianza y evitar que la inversión pública y privada disminuya, lo cual podría peligrar con la inestabilidad política actual.

A diferencia de inicios de siglo, en que supimos atraer inversión, ahora estamos desperdiciando una excelente oportunidad para crecer. Es cierto que las cotizaciones de los metales ayudan, por ejemplo, un dólar adicional por libra de cobre, significa mayores exportaciones por unos US$ 6,000 millones, de los cuales, el Estado se queda con algo menos del 50%, algo cerca de 1.2% del PBI. Muy importante. Esta situación permite también, inversiones menores en ampliaciones y otras, pero mientras el país no tenga una conducción política con visión y liderazgo, así como consecuente con nuestras necesidades, no se avanzará con los proyectos más grandes, como Tía María, Quellaveco, Michiquillay, etc., que son los proyectos que pueden llevarnos a recuperar buena parte del crecimiento.

La verdad es que los pobres del Perú, debieran estar marchando para reclamar al gobierno su falta de capacidad para permitir que los grandes proyectos se echen a andar, así como reclamando a los anti-mineros por sus acciones anti-inversión.

Como dijimos en Lampadia el 15 de agosto pasado, Solo el crecimiento salvará al Perú. El Perú no puede resignarse a la mediocridad, nuestra tarea por el desarrollo integral y la búsqueda del bienestar general nos exigen algo mejor, máxime, teniendo los recursos y el potencial para emprender una gran revolución productiva.

Pero nuestra mayor preocupación es que ahora solo queda un camino para la recuperación del crecimiento y la armonía social y política (ver en Lampadia: No apuntemos a un crecimiento mediocre):

  • Un plan de acción concertado entre el Ejecutivo y el Congreso
  • Un programa de comunicación gobierno-ciudadanía sobre la situación, posibilidades de mejora y la necesidad de mantener la paz social y apoyo a los proyectos de inversión
  • Un pacto tripartito: Ejecutivo-Congreso-Sistema Judicial (Fiscalía y Poder Judicial) para enfrentar con firmeza los conflictos político-sociales, que permita, por ejemplo, desarraigar de sus localidades a los violentistas que capture la policía y poder procesarlos en Lima.

Tenemos que pensar en grande, un país de múltiples y grandes necesidades, y con infinitas posibilidades de desarrollo productivo, no puede resignarse a la mediocridad ni a la anomia social. Hay que ponerse delante de los problemas, con fuerza de espíritu, sentido de urgencia y confianza en el futuro. Lampadia




Nuevos paradigmas educativos de la medicina

Nuevos paradigmas educativos de la medicina

La educación médica ha experimentado una metamorfosis en las últimas décadas. El entorno de aprendizaje se ha alejado del aula tradicional con un profesor transmitiendo conocimiento a los alumnos. La multiplicación de información y la tecnología permiten que el acceso a los elementos cognitivos pueda darse fuera de clase y se complemente la educación propiciando el desarrollo de habilidades orientadas a resolver problemas, trasladar el conocimiento de un contexto a otro, trabajar en equipo e infundir la capacidad de auto educarse y adaptarse para aprovechar la permanente creación de nuevos conocimientos.

Fuente: etdea.edu.co

Este cambio radical en la educación médica ha sido impulsado por la Asociación Médica Estadounidense (AMA), la cual está activamente involucrada en educar a sus miembros sobre este nuevo enfoque basado en competencias y su aplicabilidad a la capacitación y la educación médica continua. (Ver la publicación de The New EnglandJournal of Medicine, que compartimos líneas abajo).

Fuente: semana.com

La importancia de este cambio es que la AMA está redefiniendo su metodología de enseñanza para educar, liderar cambios positivos y crear personas más competentes en una carrera que es crucial para todos. Este mismo cambio, estos nuevos paradigmas, deberíamos verlos en las aulas de otras carreras profesionales y en la educación escolar.

El acceso al conocimiento, detrás del toque de una tecla o un comando de voz, permite que la práctica profesional se potencie sabiendo cómo aprovechar las miríadas de datos, información y documentación de casos, para situaciones concretas en contextos distintos a los presentados. Esto requiere nuevas habilidades, la combinación de la capacidad de almacenamiento, procesamiento y búsqueda de la cibernética, con la curiosidad y capacidad de análisis del ser humano.

Fuente: educacion-practica.blogia.com

La adopción de estos paradigmas para todos los espacios de aprendizaje, incluyendo el escolar, es el gran reto que permitiría que nuestros niños y jóvenes formen parte del mundo del conocimiento, la innovación y las nuevas profesiones, que marcarán el desarrollo de vidas plenas en los países más prósperos.

Por ejemplo, en el Perú, Innova Schools ya adoptó los nuevos paradigmas: Los niños pasan la mitad del día en clases pequeñas, de 30 personas, centradas en la resolución de problemas y la colaboración entre alumnos, con un aporte importante del maestro, como facilitador. La otra mitad del tiempo es para el aprendizaje autónomo, utilizando sitios web como Khan Academy y Time To Know (Tiempo de Saber).

Lamentablemente, esta transformación viene siendo resistida desde nuestros gobiernos, en los que la educación ha sido capturada por elementos ideologizados, que entienden los espacios de educación, como campos de formación de ciudadanos que suscriban las ideas de visiones estatistas y anti modernas.

Además, siendo que la innovación viene muchas veces desde el sector privado, se desarrolló una gran resistencia al liderazgo de la educación privada, tanto en el espacio escolar como en el universitario. Todo esto se exacerbó con el gobierno de Humala, primero con el radicalismo de la ministra Salas, y luego con el popular Saavedra, que llegó a decir: “Lleven a sus hijos a escuelas públicas, que brindan mejor educación”, llenó el ministerio de consultorías de la PUCP, impuso un currículo para el siglo XX, apoyó regimentación de las universidades, que ha prohibido hasta el ciclo de verano, obliga a carreras de cinco años y establece su sometimiento a una dictadura arbitraria del Sunedu.

En Lampadia hemos insistido numerosas veces sobre la necesidad de emprender una verdadera revolución educativa si queremos nivelarnos con los estándares educativos de los países más avanzados y enfrentar los retos que traerá la cuarta revolución industrial a nuestros pobres.

Lamentablemente, dada la falta de pensamiento crítico de la sociedad y la limitada participación de nuestra clase dirigente en el debate nacional, nos hemos dejado llevar por la ilusión de los emprendimientos del Estado, que están muy lejos de la gran movilización social que debemos desarrollar.

Este tema va muy ligado a nuestra propuesta de que los jóvenes requieren un “salto cuántico”, o un “Big Bang”, como se propuso en CADE 2014 en la presentación de la “Visión del Perú para el tercio de siglo” y en los consejos de LantPritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo, en el mismo evento, respectivamente. Ver en Lampadia: Educación y Habilidades para el Futuro y Líneas de acción y compromisos para la educación del siglo XXI.

El futuro del Perú depende de cómo formemos a nuestros jóvenes. Esperamos que el gobierno pueda tomar conciencia de las reformas que necesitamos asumir para iniciar la inmensa tarea de dar a las nuevas generaciones los beneficios y capacidades que nos ofrece el mundo del siglo XXI. Lampadia

Diciendo adiós a las clases en la Facultad de Medicina –
¿Cambio de paradigma o moda pasajera?

Richard M. Schwartzstein, M.D., y David H. Roberts, M.D.
The New EnglandJournal of Medicine 
17 de agosto de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

“Sea un médico, no se requiere tomar clases”. Este titular de la Universidad de Vermont sobre su propuesta de un nuevo enfoque para la educación de médicos, generó una gran controversia. Aunque esta propuesta de cambio es más drástica que la reforma del plan de estudios que se lleva a cabo en otras escuelas de medicina, el abandono de los cursos tradicionales basados ​​en clases presenciales, en las escuelas de medicina de EEUU, ha estado en marcha durante más de tres décadas. La transformación empezó con la introducción de aprendizajes basados en problemas; y, más recientemente, la enseñanza basada en clases ha sido sustituida cada vez más por el aprendizaje en equipo, educación interprofesional y ejercicios que integran la medicina clínica y las ciencias básicas. Pero, ¿están los nuevos cambios propuestos basados ​​en evidencias, o son simplemente la última moda en la educación médica? ¿Deben evitarse todas las clases?

Hoy en día, la mayoría de los médicos reconocen que la información biomédica disponible excede lo que una persona puede aprender y retener en la mente. Sin embargo, todavía están pendientes las respuestas sobre la cantidad de contenidos que los estudiantes deben aprender, si ese aprendizaje se puede realizar de mejor manera en las aulas tradicionales, y qué más se requiere para que los estudiantes de medicina se conviertan en exitosos profesionales, durante una vida de aprendizajes y adaptación. La ubicua presencia de la tecnología personal e institucional permite un acceso rápido a la información médica y permite que los educadores se enfoquen en ayudar a los estudiantes a desarrollar una comprensión más profunda de la salud y las enfermedades humanas, de habilidades para resolver problemas, y de la capacidad de transferir el conocimiento aprendido en un contexto, a otro. Los educadores que dan una clase tradicional con docenas de diapositivas de PowerPoint con contenidos pesados, pueden confundir lo que enseñan con lo que aprenden los estudiantes: el hecho de que un maestro haya presentado una información no significa que los alumnos lo hayan aprendido. De hecho, la teoría de la carga cognitiva sugiere que nuestros cerebros están limitados en la cantidad de información que pueden procesar a la vez;60 diapositivas en 45 minutos pueden parecer una forma eficiente de enseñar, pero es poco probable que sea una manera efectiva de aprender.                                                                                                      

Los estudiantes que aprenden material nuevo pueden ser despistados por la ilusión de saber y la falacia de comprender. Cuando los estudiantes escuchan o leen material fluido y bien presentado, es común que crean que ahora dominan su contenido. Sin embargo, cuando se enfrentan con un problema que requiere la aplicación de esa información, pueden darse cuenta de que, en el mejor de los casos, su comprensión es superficial.

Para promover una comprensión más completa y mejorar las habilidades para resolver problemas y aprendizaje auto-dirigido (habilidades críticas para un médico que practicará entre 30 y 50 años y, en el caso de ejercicios de aprendizajes auto-dirigidos, un nuevo requisito de acreditación establecido por el Comité de Enlace sobre Educación Médica), las escuelas de medicina han comenzado a enfatizar el aprendizaje activo y las actividades basadas en el equipo. La adquisición de información se produce en gran parte fuera del aula: de acuerdo con los principios derivados de la ciencia cognitiva, el contenido fáctico se presenta en asignaciones de estudio que no son abrumadoramente largas y el contenido es intercalado con preguntas o problemas que aseguren que los estudiantes puedan evaluar su nivel de comprensión.

En el salón de clases, el instructor puede facilitar el aprendizaje, pero este debe ser impulsado en gran parte por el alumno. Los ejemplos de casos son importantes para establecer la relevancia del material. Las preguntas pueden plantearse de una manera que requieran la búsqueda de información, lo que solidifica la memoria, pero también obliga a los estudiantes a ver la información desde una nueva perspectiva y transferirla al contexto del caso en cuestión. En lugar de hacer preguntas que comiencen con “qué o cuál” (por ejemplo, “¿Cuáles son las causas de la hipotensión?”), los instructores pueden usar preguntas “cómo” y “por qué” (por ejemplo, “¿Cómo piensan sobre el control de la presión arterial?”; “¿Por qué este paciente sería hipotensor en estas condiciones?”). Pedirles a los estudiantes que comparen un nuevo caso o ejemplo con uno que discutieron la semana anterior facilita aún más la transferencia de conocimiento. Las preguntas para las cuales puede haber múltiples respuestas correctas pueden ser las más convincentes, porque alientan la discusión y la generación de hipótesis contrastantes. Se debe permitir que los estudiantes tengan suficiente tiempo para que trabajen en grupos discutiendo opiniones, prueben ideas (las suyos y de otros), y empiecen a aprender como pensar como un médico. Estas actividades requieren más esfuerzo de parte de los estudiantes que memorizar hechos, pero también son más efectivos para aprender y retener conocimientos.

Este enfoque llamado de aula-invertida, es adecuado para los estudiantes que son miembros de la generación millenial. Estos jóvenes adultos son nativos digitales: han crecido con la tecnología y están íntimamente familiarizados con ella. Entrenados para formar parte de equipos, prosperan en entornos colaborativos. Están acostumbrados a encontrar información en línea y aprender mejor de contenidos visuales atractivos que los mantiene enganchados y se presenta en segmentos cortos (como videos con una duración de menos de 10 minutos). Las clases tradicionales pierden rápidamente la atención de muchos de estos estudiantes y un estudiante no enganchado, no está aprendiendo.

Los resultados iniciales de este enfoque han sido alentadores, particularmente en los cursos de ciencias de la universidad y en una docena de escuelas de medicina que están implementando nuevos planes de estudios utilizando estos métodos pedagógicos. En un ensayo aleatorizado y controlado que comparaba una versión temprana del aula-invertida con los tutoriales de aprendizaje tradicionales basados ​​en problemas, los estudiantes encontraron que el entorno de aprendizaje alternativo era más atractivo e inspirador. Los estudiantes que habían tenido un rendimiento relativamente bajo en cursos anteriores tenían una estadística de mejoría significativa en los puntajes de sus exámenes, posiblemente porque interactuaron mejor con sus compañeros y compartieron sus ideas. Los profesores que utilizan un enfoque de aula-invertida a menudo se sienten liberados de la tiranía del requisito de “cubrir” todo. Dado que la adquisición de información es realizada por el alumno fuera de clase, las interacciones entre profesores y alumnos pueden centrarse en contenidos difíciles de entender y en la aplicación de nuevos conceptos a problemas del mundo real.

Entonces, ¿han muerto las clases? Si “clase” se refiere a la imagen tradicional de un profesor parado y hablando frente a un grupo grande de estudiantes que están absorbiendo información de forma pasiva, entonces sí, creemos que las escuelas de medicina deberían abandonar en gran parte ese formato de enseñanza. Pero si describe sesiones de aprendizaje interactivo de grupos grandes con estudiantes que se prepararon de antemano, con preguntas frecuentes dirigidas a la audiencia, el tiempo reservado para la discusión grupal y el uso de sistemas de respuesta de la audiencia (para encuestar a los estudiantes sobre una pregunta para evaluar su comprensión, por ejemplo), entonces creemos que un formato interactivo de estilo de clase debe seguir siendo una opción y puede ser una herramienta de enseñanza efectiva.

Al mirar hacia el futuro de la educación médica, creemos que es importante evitar el fanatismo con respecto a los enfoques pedagógicos, incluida la insistencia en que los métodos de aprendizaje basados ​​en equipos deben cumplir con criterios específicos o que no se permita ninguna desviación del aprendizaje basado en problemas puros. A menudo podemos servir mejor a nuestros estudiantes fusionando elementos de varios métodos, como el aprendizaje basado en equipo o basado en casos y sesiones interactivas de aprendizaje en grupos grandes, en lugar de sentirnos obligados a adherirnos a un formato particular. Pero también debemos usar enfoques basados ​​en evidencia siempre que sea posible y evaluar rigurosamente nuestras innovaciones, reconociendo que los resultados importantes pueden incluir la participación de los estudiantes y las habilidades para resolver problemas, la dinámica del equipo y el entorno de aprendizaje tanto como los puntajes de los exámenes. En nuestra vida cotidiana como médicos, nuestro objetivo es crear una cultura de mejora continua de la calidad. Deberíamos esforzarnos por crear la misma cultura en nuestras vidas educativasLampadia

 




Salud: APP+BATA BLANCA para el gran salto de servicio

Salud: APP+BATA BLANCA para el gran salto de servicio

La reforma del sistema de salud es una tarea pendiente que ya no puede ser ignorada. La calidad de los servicios de salud  en ESSALUD no cumple con estándares mínimos de servicio para citas, operaciones quirúrgicas y procesos médicos. El sector está en crisis; tienen que trabajar en condiciones precarias, con gran parte de los equipos malogrados y con escasez de medicinas esenciales. Sin embargo, ya existe en el Perú una solución que ha probado brindar una gran mejoraría en la calidad del servicio de salud: un modelo de concesión de salud vía APPs que incluye el diseño de los hospitales, su construcción, equipamiento y servicios médicos en la modalidad ‘bata blanca’.

Esta estrategia de servicios de salud, le permite al Estado fijar las características y estándares de todas las infraestructuras (locales, y equipamiento), y de los estándares  operativos (plazos de atención y niveles de satisfacción). Todo, previos concursos internacionales públicos, y la especialización del Estado en la supervisión del cumplimiento de la metas de salud fijadas, a costos, hasta mejores que los asumidos por el Estado en sus operaciones directas.

Este sistema, desde su adopción en los hospitales de ESSALUD en el Callao y Villa María del Triunfo, ha sido resistido por el staff de ESSALUD y sobre todo por los médicos, que lo califican como “la privatización de los servicios de salud”, para desdibujarlo y meterlo en el callejón de la política que hace décadas destruyó la calidad de los servicios públicos. La verdad es otra:

  • “Nunca se pierde el carácter público del servicio”
  • En la operación de los hospitales de ‘bata blanca’, el personal, médicos, enfermeras y técnicos, son peruanos, mejor capacitados y equipados para brindar un mejor servicio
  • Cada hospital del sistema recibe una asignación nominativa de asegurados, lo que induce a la muy importante tarea de desarrollar un servicio de prevención

Como en todos los demás casos de servicios públicos, cuando el Estado da el servicio, nadie controla su calidad ni sus costos, pero en el sistema de APP+BATA BLANCA, el Estado fija los estándares, supervisa y controla.

No es aceptable que, teniendo una experiencia de APP+BATA BLANCA muy exitosa en el tema más sensible a las necesidades sociales: la salud, ni por eso, nos hemos volcado a multiplicarla. En Lampadia ya hemos analizado dos ejemplos muy exitosos de las APP que milagrosamente lograron pasar las vallas de la mentalidad estatista, los hospitales de ‘Bata Blanca’ de ESSALUD, Alberto Leopoldo Barton Thompson y Guillermo Kaelin de la Fuente. Ver en Lampadia: APPs en salud: Poniendo a la población por delante y Las APP han generado servicios de salud de alta calidad. Estos son los mejores hospitales del Estado (y probablemente también, del sector privado) que se hayan construido en nuestra historia.

El esquema central en ambos hospitales es que se han desarrollado creando incentivos muy positivos que determinan un modelo “Ganar-Ganar”. El contrato establece una asignación o pago fijo al operador por cada asegurado sin importar el número o tipo de atenciones. De esta manera se crea la necesidad de que el operador promueva que su población (de clientes) sea lo más sana posible, pues a mejor salud de su población, habrá menos asistencias y por lo tanto mayores ingresos para el operador. Un esquema brillante: muy positivo para la población, pues recibirán atención de salud preventiva y de buena calidad; positiva para el operador, pues podrá generar mayores márgenes con una mejor salud y satisfacción de sus clientes; y muy positivo para ESSALUD (que se debate en una gravísima crisis de servicio), pues con un costo fijo puede generar una gran calidad de servicio sin correr el riesgo de los sobrecostos que generan la imprevisión, la ineficiencia y/o la corrupción.   

El esquema funciona porque se evalúan distintas métricas constantemente, a diferencia de otros hospitales públicos. Si se revisa el contrato (ver contrato), las exigencias requeridas se basan en los siguientes indicadores (solo mostramos los principales):

Además, el contrato fija objetivos absolutmente inalcansables en el servicio público. La base de analisis se basa en los siguientes indicadores:

  • Máximo 8 días para una resolver una queja resuelta satisfactoriamente
  • Meta de 30 días de espera para una operaciones quirúrgicas.
  • No más de 7 días para el reingreso de un paciente

Tan solo hay que darle una mirada al cuadro inferior (que es parte de un Informe del operador, titulado ‘GESTIONANDO LA SALUD DE LAS PERSONAS: Modelo APP en Salud Integral’), que se presentó en el III Congreso Internacional de Infraestructuras que integra a más peruanos, organizado por AFIN, para ver la diferencia entre un hospital con APP sin gestión clínica (bata gris) y uno con gestión clínica (bata blanca). Claramente, el nivel de éxito entre ambos, en cualquiera de sus indicadores (equipos, servicios, tecnología, atención, etc.) es abismal y no queda duda de cuál sistema funciona mejor.

Pero, ¿ha aprovechado esta experiencia el gobierno para difundirla como ejemplo de lo que significa una APP para la población? No, en verdad está muy escondida de la opinión pública. Lo que es más, el propio ESSALUD no pretende replicar el éxito en los nuevos hospitales, que está desarrollando en la modalidad de ‘Bata Gris’ (que excluyen los servicios médicos).

Lamentablemente, esta iniciativa ha desatado la tradicional resistencia: El Sindicato Nacional de Médicos afirmó que “los hospitales APP de Villa María del Triunfo y Barton del Callao nos cuestan S/. 300 millones al año y no han solucionado problemas de pacientes.” Esto es una mentira ya que, según cálculos realizados por Essalud en el año 2015, el costo operativo de los Hospitales APP es menor al costo que asumiría la Institución de gestionar y administrar un modelo similar. Esto genera ahorros para Essalud, con una muy mejor calidad de atención:

Otro de los grandes mitos es que se perdería el carácter público del servicio. Esto es parte del gran miedo de la ´privatización’, que todavía aterroriza a gran parte de la población. La verdad es que bajo el esquema de contratos (bata blanca), nunca se pierde el carácter público del servicio.

En realidad, solo se trata de contratar la operación, la gestión, del establecimiento, a cambio del cumplimiento de metas fiscalizables. Es la manera de servir mejor al ciudadano. La acusación de “privatización” esconde el temor a perder las prebendas que una gerencia privada desterraría, o a tener que incorporarse a un régimen de trabajo más disciplinado y exigente, o quién sabe si al aprovechamiento de mafias (según reiteradas denuncias), que se perennizan por la ausencia de controles  De hecho, por ejemplo, se reducirían las posibilidades de vender servicios por lo bajo o de desviar pacientes hacia la práctica privada (que significa que la privatización ya existe; pero es la privatización para el usufructo de los médicos).

Por ejemplo, en los casos de los Hospitales Kaelin y Barton, construidos y administrados por consorcios privados, tienen un sistema de incentivo correcto: reciben un pago capitado (por cada persona del área asignada al hospital), de modo que les conviene hacer prevención a fin de que la gente no se enferme y de esa manera incrementar las utilidades. Utilidades y salud se complementan, se refuerzan mutuamente. Pero los ospitales son del Estado y de lo que se trata es sólo de una concesión temporal.

En realidad, los hospitales y establecimientos, e incluso las redes, deberían ser administrados por empresas privadas contratadas para ese fin por medio de contratos de gerencia. De esa manera los huecos se cerrarían y habría más recursos para pagar mejor a los médicos. Y habría más eficiencia, más productividad y mucha mejor atención al usuario, que es lo que en realidad interesa. Esto se puede observar claramente en los cuadros inferiores.

Cabe recalcar que los Hospitales Kaelin y Barton son los que lideran la encuesta de satisfacción con mayor porcentaje de mejoras percibidas por los asegurados. De acuerdo al cuadro líneas abajo, el Hospital Kaelin ocupó el primer puesto de Implementación de estándares para mejorar la atención de los asegurados.

 

Es lamentable que, a pesar de las indudables ventajas del modelo, aún existen fuertes resistencias al uso de APP+BATA BLANCA para la atención de salud que, en realidad, es una alternativa efectiva para proveer infraestructura, equipamiento y servicios de calidad en el sector salud. Se debiera estar multiplicando el esquema.

Los peruanos no podemos seguir aceptando malos servicios de salud, teniendo la posibilidad de mejorarlos sustancialmente con la colaboración de esquemas más efectivos que pueden ofrecerse despolitizando los servicios públicos. Con APP+BATA BLANCA se pueden fijar metas de cobertura, calidad, tiempos de atención y todos los indicadores de servicio, que son imposibles de lograr con los servicios estatales, penetrados por mafias que debemos desterrar a la brevedad, como una obligación moral. Lampadia




Solo el crecimiento salvará al Perú

Solo el crecimiento salvará al Perú

Frenazo de la economía, caída de los ingresos del Estado, reclamos salariales, la educación es prioritaria, la salud también, ¿y los policías?, las infraestructuras ¿? ¡HELP!

Del cuero salen las correas
Necesitamos generar más recursos para poder cubrir todas las necesidades. Si nos quedamos con una ‘torta’ pequeña, una economía sin crecimiento no alcanzará. Pero todos los demandantes hablan de porcentajes. Yo quiero 6%, y yo 5%, pero ya se va el 40%, la suma supera el 100%. ¿Cómo hacemos?

(Alfredo) Más cuero
Pero Alfredo no tiene ni arroz, y ya se fue. 
Zavalita, ¡Qué no nos jodan otra vez!

Los criollos dicen, cuando nos regalan una marinera: “No hay primera sin segunda”. Con la economía tenemos que hacer lo mismo, generar una segunda ola de crecimiento.

Vamos por el siete. 7% de crecimiento por año, la magia del interés compuesto permite que se multiplique:

7 X 10 = 70,            pero 710 = 100        ¡BINGO!

Tenemos que crecer al 7% por año y duplicar nuestros ingresos en 10 años.

Ojo, no es lo único que tenemos que hacer, pero por ahí empieza. Sin recursos nos arrancharíamos lo que queda y no avanzaríamos como todos esperamos.

¿Podemos crecer alto y sostenido?

Veamos algunos ejemplos del potencial productivo del Perú:

  • Agro-exportaciones
    En 180,000 hectáreas producimos el mismo valor que otros países en 2’500,000; nosotros en uvas, arándano, mango, capsicum, maracuyá, mandarina, espárragos, alcachofas, palta y cebollas; ellos en soya, trigo, maíz amarillo, azúcar y arroz. Ver: Gráfico de Comercio Exterior Agropecuario 2016. Evidentemente, podemos multiplicar nuestra producción varias veces.
  • Productos forestales
    Nosotros exportamos menos de 200 millones de dólares por año, Chile exporta más de 8,000 millones de dólares. Nuestro potencial es por lo menos cinco veces el de Chile. Solo en madera podemos exportar US$ 40,000 millones anuales.
  • Minería
    Tenemos parados muchos proyectos. Los cálculos de la cartera de proyectos llegan a US$ 46,996 millones. Podemos multiplicar nuestra producción por tres y más. Además, el Perú es básicamente resiliente a los ciclos de precios, pues nuestros costos de producción son de los más bajos del mundo y producimos una canasta diversificada de productos minerales, metales básicos y metales preciosos. Absolutamente ideal.
  • Energía
    Otra vez, nuestro potencial productivo es muchas veces lo que producimos actualmente y lo que podemos consumir. Podemos ser el principal centro de producción de energía de América del Sur, con el desarrollo de hidroeléctricas en la vertiente oriental de los Andes, gas, petróleo, geotermia, energía solar, etc.
  • Turismo
    Sólo recibimos al 1.7% del turismo mundial. Póngale la cifra a nuestro potencial y calcule su impacto…

Si desarrollamos nuestro potencial productivo, podemos generar los recursos fiscales para cubrir todas las necesidades en educación, salud, infraestructuras, etc.

Si nuestros gobernantes y nuestros líderes les mostraran a nuestros ciudadanos lo que podemos hacer, lo que podemos conseguir, cómo podemos mejorar nuestro nivel de vida, cómo podemos superar la pobreza; cómo podemos ser uno de los países más ricos del mundo y gozar de nuestra geografía, nuestra diversidad, nuestros colores y nuestros sabores, ¿quién se atrevería a parar el desarrollo?, ¿quién se atrevería a detener las inversiones?, ¿podrían los burócratas seguir dificultando las gestiones de los ciudadanos y empresas?, ¿podrían los malos periodistas seguir petardeando todo lo que se mueve?, ¿podrían los pocos peruanos híper-politizados, continuar saboteando nuestro bienestar con impunidad?

Crecer no es lo único que necesitamos, pero en el contexto de nuestros retos de desarrollo, podemos afirmar sin ambages:

¡Solo el crecimiento salvará al Perú!

  • Si entendemos el potencial de nuestro país, estamos seguros que no dejaríamos que nadie interrumpa nuestro destino de grandeza para todos los peruanos.
  • Le cantaríamos la cartilla a nuestros limitados gobernantes.
  • Como ciudadanos responsables con el destino de sus hijos, y nietos, pasaríamos a la acción cívica, a opinar, a proponer y poner el hombro para terminar la gesta de nuestro desarrollo integral en lo económico, social e institucional.

No podemos llegar a nuestras efemérides con las manos vacías.

  • En 2021, el Bicentenario de la Independencia debemos estar claramente encaminados al bienestar general.
  • En 2024, el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho y de la Independencia de nuestra América, debemos hacer una ‘gran fiesta latinoamericana en Huamanga’ y celebrar: ‘Ayacucho sin Pobreza’.

¡Empecemos a parar a los enemigos de nuestras realizaciones!

¡Empecemos a poner el hombro por nuestro destino!

¡Empecemos a invertir y crecer y cubrir nuestras necesidades sin arrancharnos nada entre nosotros!

¡Acción Ahora! Lampadia




Hora ‘cero’ para un sector clave para los pobres

Ya hemos explicado cómo se produjo la destrucción de la dignidad de nuestros servidores públicos y el deterioro de sus servicios a los ciudadanos. Uno de los casos más clamorosos es el del cuidado de la salud, que no solo no llega a todos los peruanos, peor aún, la calidad de sus servicios y la falta de compromiso con los ciudadanos es patética e insoportable para una sociedad que se respete. Ver en Lampadia: La desgracia de nuestros servidores públicos.

Por enésima vez, los gremios de los médicos (Federación), incluyendo al Colegio Médico, optan por una confrontación política con el conjunto de la sociedad, a la que chantajean cortando servicios esenciales mediante huelgas (desde el 4 de julio) y otras acciones más aún más radicales. La disculpa, como siempre, es la mejora del prepuesto del sector, incrementos salariales, compra de insumos para los hospitales y la mejora de las infraestructuras. Pero la verdadera motivación de sus afrentas es evitar la reforma del sector salud y mantener sus privilegios a costa de los sufridos ciudadanos.

Los servicios de salud, tanto del MINSA como de Essalud (con la excepción de sus hospitales que operan mediante APPs de ‘bata blanca’), no cumplen con estándares mínimos de servicio para citas, operaciones quirúrgicas y procesos médicos. Buena parte de los médicos trabajan medio turno en los servicios públicos y el resto de sus jornadas lo hacen en prácticas privadas.

Es cierto que el sector está en crisis; tienen que trabajar en condiciones precarias, con gran parte de los equipos malogrados y con escasez de medicinas esenciales.

Fuente: larepublica.pe

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Fuente: larepublica.pe

¿Qué está pasando en el sector salud?

La calidad de los servicios de salud deja mucho que desear. Esto se traduce en que la demora y el maltrato en la atención sean los principales problemas reportados (como se puede ver en el gráfico inferior). Tanto los profesionales de salud como los usuarios recomiendan un mayor número de médicos.

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Por otro lado, según el informe del IPE del sector salud, la brecha en infraestructuras sigue siendo muy amplia, “Se ha avanzado poco en reducir el déficit de hospitales, tan solo 484 menos personas por hospital en casi 20 años (…) Actualmente la demanda excede la oferta de servicios de salud. Es necesario ampliar y mejorar la infraestructura del sector. Se recomienda la creación de hospitales estratégicos provinciales, puestos y centros de salud dirigidos a ciudades pequeñas con el fin de aumentar la cobertura y evitar el abarrotamiento en grandes hospitales.”

En Essalud, un operación quirúrgica puede demorarse en practicarse, más de un año. Una vez que el paciente se admite en el hospital, tiene que cuidar su cama por largos días para no perder el turno de la sala de operaciones. Más allá de la información oficial, es necesario ver las denuncias de pacientes maltratados que se multiplican todos los días en las redes sociales. 

El verdadero enfoque del MINSA debería incluir APPs, los cuales son más efectivos. Lamentablemente el sector público sigue siendo muy resistente a promover la participación del sector privado en los servicios de salud. Por ejemplo, habiendo tenido ESSALUD un tremendo éxito en sus dos hospitales de ‘bata blanca’ (modelos de concesión de salud, que incluye construcción, equipamiento de las infraestructuras y servicios médicos), ha descontinuado el proceso y está retrocediendo a esquemas de ‘bata gris’ (Consiste en la construcción de la infraestructura de salud a cambio de la gestión de los servicios no médicos como limpieza, lavandería, mantenimiento, seguridad, restauración, etc).  Este cambio de enfoque es para aceptar las presiones de los gremios de médicos y enfermeras que mantienen bajo su control sus servicios médicos. Ver en Lampadia: Asociaciones Público Privadas: Una solución efectiva ‘HOY’.

Fuente: Quincenario de AFIN N° 206

Actualmente ya existen dos complejos hospitalarios gestionados bajo el modelo de APP por EsSalud que están generando muy buenos resultados en la prestación de salud en el Perú. Son los complejos son el hospital especializado Alberto Leopoldo Barton Thompson en el Callao y el hospital Guillermo Kaelin de la Fuente en Villa María del Triunfo, junto con sus respectivos Policlínicos.

Fuente: Quincenario de AFIN N° 206

Sus niveles de satisfacción (según sus pacientes) superan el 90%, algo difícil de imaginar en los hospitales nacionales y en muchas clínicas privadas. “Ocupan el 3° y 4° lugar del Ranking de Establecimientos de EsSalud con mayor número de consultas atendidas en 2016 a nivel nacional, y sus respectivos policlínicos ocupan las posiciones 8° y 11°. En conjunto representan 33 % de las consultas atendidas por los primeros 12 establecimientos en el país. El Ranking considera a los más de 400 establecimientos con los que cuenta actualmente ESSALUD”.

Fuente: Quincenario de AFIN N° 206

El concepto bajo el cual se han desarrollado estas APP crea incentivos muy positivos que determinan un modelo “Ganar-Ganar”. El contrato establece una asignación o pago fijo al operador por cada asegurado sin importar el número o tipo de atenciones. De esta manera se crea la necesidad de que el operador promueva que su población (de clientes) sea lo más sana posible, pues a mejor salud de su población, habrán menos asistencias y por lo tanto mayores ingresos para el operador. Un esquema brillante: muy positivo para la población, pues recibirán atención de salud preventiva y de buena calidad; positiva para el operador, pues podrá generar mayores márgenes con una mejor salud y satisfacción de sus clientes; y muy positivo para ESSALUD (que se debate en una gravísima crisis de servicio), pues con un costo fijo puede generar una gran calidad de servicio sin correr el riesgo de los sobrecostos que generan la imprevisión, la ineficiencia y/o la corrupción. Ver en Lampadia: Las APP han generado servicios de salud de alta calidad y APPs en salud: Poniendo a la población por delante.

Cabe recalcar que los Hospitales Kaelin y Barton son los que lideran la encuesta de satisfacción con mayor porcentaje de mejoras percibidas por los asegurados. De acuerdo al cuadro líneas abajo, el Hospital Kaelin ocupó el primer puesto de Implementación de estándares para mejorar la atención de los asegurados.

Según AFIN: “Las estadísticas mostradas evidencian la mejora en el acceso a servicios, eficiencia y calidad que ofrece la incorporación del modelo APP de bata blanca en el Sector Salud, sin que se pierda el carácter de servicio público, dada la modernidad y calidad en instalaciones, equipos y atención a los pacientes que brindan”.

Críticas al modelo de ‘bata blanca’

El pasado 20 de julio, EsSalud promulgó una norma que aprueba la creación del ‘Comité de Promoción de la Inversión Privada’, un grupo de trabajo que buscará alianzas público–privadas para brindar servicios de salud a miles de asegurados a nivel nacional. 

Lamentablemente, esta iniciativa ha desatado la tradicional resistencia: El Sindicato Nacional de Médicos afirmó que “los hospitales APP de Villa María del Triunfo y Barton del Callao nos cuestan S/. 300 millones al año y no han solucionado problemas de pacientes.” Esto es una mentira ya que, según cálculos realizados por Essalud en el año 2015, el costo operativo de los Hospitales APP es menor al costo que asumiría la Institución de gestionar y administrar un modelo similar. Esto genera ahorros para Essalud:

Fuente: Quincenario de AFIN N° 206

Conclusiones

Es lamentable que, a pesar de las indudables ventajas del modelo, aún existen fuertes resistencias al uso de APPs para la atención de salud que, en realidad, son una alternativa efectiva para proveer infraestructura, equipamiento y servicios de calidad en el sector salud. Se debiera estar multiplicando el esquema. 

El sector salud (MINSA, EsSalud y el SIS) debe ser declarado en emergencia para ser reestructurado integralmente. Esta labor debería ser conducida por la actual ministra Patricia García, pues tiene las capacidades necesarias para hacerlo y ya se ha compenetrado con la realidad del sector.

Los peruanos no podemos seguir aceptando malos servicios de salud, teniendo la posibilidad de mejorarlos sustancialmente con la colaboración de esquemas más efectivos que puede ofrecer el sector privado, al que se le pueden fijar metas de cobertura, calidad, tiempos de atención y todos los indicadores de servicio, que son imposibles de lograr con los servicios estatales, penetrados por mafias que debemos desterrar a la brevedad. Lampadia




El vandalismo existe. La integridad también… en Ica

El vandalismo existe. La integridad también… en Ica

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 21 de julio de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

¡Vaya que el tema de los paros vandálicos está en boca de todo el mundo! Ciertamente, los paros en el Cusco han sido los más sonados, pero los huelguistas de Puno, Apurímac, Ayacucho, Junín… y hasta de la propia Lima no se han quedado atrás. Pareciera que nada de lo que nos rodea está exento de ese mal llamado vandalismo.

Pero no. No todo es vandalismo en nuestro país. En Ica – por ejemplo – tenemos casos notables de integridad profesional, que contrastan – como el día y la noche – con la miseria moral de algunos personajes de nuestro entorno.


Fuente: RPP

Me refiero – de manera muy especial – a nuestros médicos y maestros que – en su inmensa mayoría – no acataron los paros convocados por la Federación Médica Peruana (FMP) y el Sindicato Unitario de Trabajadores por la Educación del Perú (SUTEP).

Y digo “de manera muy especial” porque – ciertamente… tanto médicos como maestros – tienen motivos de sobra para protestar. Los niveles salariales en ambos sectores – y en general, en todo el sector público del país – son bajísimos. La “Deuda Social” se está pagando a cuenta gotas. Sin embargo, en lo que a la Región Ica concierne, más primó el compromiso con los pacientes y los estudiantes, que los legítimos derechos de nuestros profesionales de salud y educación.

Es muy interesante lo que está pasando en nuestra región. El liderazgo – del bueno – y el orden y disciplina en el trabajo está revolucionando el servicio público a nuestros ciudadanos. Dicho sea de paso, a muchas autoridades se nos califica en función de las obras que realizamos… parques con más cemento que jardines, hospitales que después no hay quién los opere, palacios municipales, etc. No importa si la obra sirve o no… el tema es hacer obras. Y si detrás de ellas hay sendos negociados… no hay problema. Así piensan muchos.

Sin embargo, pocos se fijan en la gestión pública. Es decir, en la calidad del servicio público… entre los que destacan nítidamente la atención a los pacientes que acuden a nuestros centros de salud, y la educación de nuestros niños y jóvenes que merecen una formación integral y de calidad. En síntesis, la gestión de la salud y la educación.

A ese respecto, Ica está demostrando que – a pesar del poco presupuesto… que es realmente poco – sí se puede mejorar el servicio de estos dos sectores fundamentales para el bienestar de la población.

A los huelguistas sólo se les ha escuchado cantaletas como Falta de Presupuesto, Aumento Salarial, Falta de Equipos, Falta de Medicamentos, etc. Ah – y para no perder la costumbre – también exigen las cabezas de las Ministras de Salud y Educación. Pero ni una palabra de corrupción e indolencia en sus propios integrantes.

Me refiero a médicos que abandonan sus centros de trabajo y cobran como si hubieran trabajado, médicos que derivan a pacientes a clínicas privadas para cobrarles indebidamente, médicos que se roban medicinas y equipos de nuestros hospitales públicos para usarlos en sus prácticas privadas, médicos que se coluden con malos proveedores para comprar medicamentos en exceso… ¡unos delincuentes!

Pues bien, en Ica también tenemos médicos de esa calaña. Felizmente, pocos comparados con la gran cantidad de médicos estupendos que atienden muy bien a los pacientes. Pero – a diferencia de otras regiones – en Ica estamos denunciando a los servidores corruptos, y – eventualmente – sancionándolos. Y gracias a ello, todo está cambiando en nuestros hospitales… y para mejor. Lo mismo está sucediendo en educación, y en todas las direcciones del Gobierno Regional.

Como dije alguna vez… sí se podía. Era cuestión de liderazgo para separar la paja del trigo, y trabajar con gente honesta, capaz y servicial. Como nuestros médicos y maestros que atendieron normalmente a sus labores durante las últimas huelgas. Eso se llama integridad profesional… y moral. ¡Enhorabuena! Lampadia

 

 




¿A quién defiende el Colegio Médico de Ica?

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 30 de junio de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

La directora del Hospital Regional de Ica ha sido denunciada. Eso no debiera sorprender a nadie. La gestión pública en Ica es así. Los funcionarios públicos recibimos muchas – y muy variadas – denuncias ante el Ministerio Público… por abuso de autoridad, lavado de activos, malversación de fondos, peculado, colusión, cohecho, corrupción, y muchos etcéteras más. 

Sin embargo, el caso de la Doctora Diana Bolívar – la directora denunciada – es sui géneris. Ella no ha sido denunciada – maliciosamente – ante el Ministerio Público, como es mi caso y el de varios funcionarios del Gobierno Regional. Ella ha sido denunciada ante el Colegio Médico de Ica. Y el Colegio – por la celeridad y tono de su notificación – parece respaldar a los denunciantes.

Médicos y trabajadores preocupados e inconformes por la designación
de la nueva directora del hospital regional. huachos.com

¡Increíble! La médico – colega – que está poniendo orden y disciplina en el hospital más importante de la región; la que está liderando el proceso de mejoramiento de la atención a los pacientes; la que está combatiendo las mil fechorías que – desde toda la vida – se cometían en el hospital; la que está combatiendo faltas tan graves como cobros indebidos, robos de medicinas y equipos médicos, la que está descubriendo sobrecompras de medicamentos próximos a su vencimiento, abandonos de trabajo, etc., ha sido denunciada – pongan atención – por “faltar a los Preceptos Deontológicos en la Práctica Médica, Respecto al Trabajo Médico, Trabajo Clínico, y del Trabajo Administrativo”. Así dice una notificación cursada a la denunciada, y firmada por el presidente del Colegio Médico de Ica.

Hospital Regional de Ica muetra  el sistema que maneja para la entrega de tickets
Doctora Diana Bolívar, Directora del Hospital Regional de Ica; Fernando Cillóniz B., Gobernador Regional de Ica

Aclaremos… la Doctora Bolívar no ha sancionado a nadie. Es la Secretaría Técnica del Hospital Regional de Ica – como corresponde – la que ha iniciado procesos disciplinarios a algunos funcionarios y trabajadores del hospital, ante indicios de faltas tipificadas como graves en la legislación laboral de nuestro país.

Inclusive… los procesos disciplinarios acaban de iniciarse. Recién están en proceso de investigación, y los imputados – de acuerdo a ley – tienen todo el derecho de hacer los descargos que consideren pertinentes. Obviamente, si no son capaces de refutar las imputaciones, ahí sí serían sancionados como corresponde.

Lo cierto es que las notificaciones han generado un cambio de actitud muy positivo para los pacientes, quienes – por si no lo recuerda el Colegio Médico – son la razón de ser de todo hospital que se precie de ser una institución digna y eficiente. Obviamente, algunos procesados están preocupados. Por algo será. Todo parece indicar que están con rabo de paja. Ellos jamás esperaron el tatequieto que han recibido. Pero ya era hora. El maltrato a gente enferma, adolorida – y encima, pobre – es un acto cruel y perverso, por lo que debe ser sancionado con rigor.

El hecho es que la Doctora Bolívar está logrando lo que ningún director logró en toda la existencia del hospital. Para empezar, ningún hospital de nuestra región acató el paro recientemente convocado por la Federación Médica del Perú, y respaldado – para variar – por el Colegio Médico. Al contrario… los médicos, enfermeras y personal de servicios asistieron puntualmente a sus puestos de trabajo y la atención a los pacientes fue del 100%. ¡Qué orgullo trabajar con gente así! Últimamente, la cantidad de intervenciones quirúrgicas y atenciones hospitalarias ha aumentado significativamente. Ya los médicos no derivan a los pacientes a consultorios o clínicas privadas, para cobrarles indebidamente. Y – lo más importante – los pacientes se sienten mejor atendidos.

Antes de que la Dra. Bolívar asumiera la dirección del hospital, el Colegio Médico jamás dijo “esta boca es mía”. Todo Ica sabía – y se quejaba – de la corrupción que imperaba en el hospital, y del pésimo servicio que brindaban algunos médicos y enfermeras de la institución. Sin embrago, ante ello el Colegio Médico… ni tosió.

Por ello, la pregunta ¿a quién defiende el Colegio Médico de Ica? es pertinente. Si creemos en la expresión bíblica “por sus obras los conoceréis” me queda claro que el Colegio Médico de Ica NO defienden a los pacientes.

Los funcionarios públicos estamos para mejorar el bienestar de la ciudadanía. Y los funcionarios del Hospital Regional están para mejorar el bienestar de los pacientes, y sus familiares. Por ello, la denuncia a la Doctora Bolívar no tiene ningún asidero. Más bien… apesta a mafia podrida. Lampadia




Médicos en huelga contra reforma que permitirá mejorar sus sueldos

Médicos en huelga contra reforma que permitirá mejorar sus sueldos

Jaime de Althaus
Para 
Lampadia

Insensibles aparentemente a la situación del país y a la salud de los pacientes, el Colegio y la Federación Médica lanzan a los médicos a una huelga nacional. ¿Qué piden? El incremento del presupuesto del sector en circunstancias en que los ingresos fiscales han bajado; aumento de sueldos fuera de todo sistema meritocrático y de productividad y, no podía ser menos, la destitución de la ministra de Salud, Patricia García.

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Fuente: El Comercio

Es cierto que los médicos ganan relativamente poco, pese a los aumentos recibidos en los últimos años. Pero también es cierto que trabajan solo 4 horas, una herencia de épocas en las que el Estado carecía totalmente de recursos y que ya no se justifica. Menos aun que se mejore la escala salarial fuera de todo sistema de medición del desempeño y la productividad. Ver en Lampadia: La tragedia de los servidores del Estado.

Lo que parece no entenderse es que los médicos podrían ganar más si el sector se reformara y racionalizara, que es a lo que precisamente se oponen. Rechazan, por ejemplo, lo que llaman “la privatización de los servicios de salud”, un fantasma que se usa para alertar contra todo lo que pueda significar introducción de modelos de gestión que exijan evaluaciones y resultados.

Parte del problema es que el Colegio Médico ha asumido un enfoque gremialista desde que ha estado presidido por anteriores líderes de la Federación, distorsionando el manejo de una profesión que no puede orientarse únicamente desde una visión mercantil ideologizada y menos aun de corto plazo.

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Iracundo (¿médico?) Palomino, ex dirigente de la Federación y del Colegio Médico

La primera víctima de la resistencia a la racionalización y modernización de los servicios fue el ex jefe del Seguro Integral de Salud (SIS), Edmundo Beteta, luego de que descubriera y pusiera coto a la cantidad de prácticas corruptas y desviaciones a clínicas privadas allegadas a algunos médicos, antes financiadas por el SIS. Médicos de las clínicas San Pablo, por ejemplo, a las que se les ha cerrado el banco del SIS, están, entre otros, detrás de esta huelga. También quiso poner orden en el tarifario del SIS, y eso ya fue demasiado.

Coladera: medicamentos

Lo que no se advierte es que si se cierra los huecos por donde se perdían los recursos del SIS habrá más recursos para subir las remuneraciones. Hay huecos en todas partes. Por ejemplo, en la adquisición y control de la administración de medicamentos. Un caso fue el de la metmorfina, para el tratamiento de la diabetes. El ministerio hizo un cálculo riguroso de la cantidad que se necesitaría para este año, y resulta que esa cantidad no alcanzó ni para 5 meses. ¿Qué había pasado? Pues, nuevamente, corruptelas: pacientes que van a un establecimiento, les dan el medicamento por tres meses, y luego acuden a otro establecimiento o médico, y les vuelven a dar los mismos medicamentos, que probablemente venden baratos a las farmacias cercanas. Para prevenir estas corruptelas el ministerio está tratando de implementar un sistema informático integrado que identifique al paciente, al médico, el diagnóstico recibido y los medicamentos recetados (existe un sistema, el SISMED, pero es incompleto y no se usa, la información no se registra). A esto se une la historia clínica electrónica que se está implementando gradualmente. 

De otro lado, ocurre que, salvo algunos años en que se hicieron compras corporativas de medicamentos, por lo general cada hospital compra sus medicamentos y sus insumos, y contrata los servicios que necesita como lavandería, por ejemplo. La idea del Ministerio es que todo eso se haga de manera corporativa, para ahorrar dinero. Por ejemplo, este año se han hecho cinco compras corporativas por un valor de 800 millones soles, con un ahorro de 80 millones. Por supuesto, eso afecta intereses también, aunque libere recursos para aumentar a los médicos. Con todo, esos 800 millones sólo representan el 75% de las compras. El restante 25% lo siguen ejecutando los hospitales o Regiones directamente por su cuenta.

El ministerio, además, está construyendo indicadores de eficiencia para determinar cuál es la demanda precisa de medicamentos e insumos, y cuál debe ser el rendimiento de los servicios. Se ha determinado, por ejemplo, que por alguna razón se gasta bastante más anestésicos por operación de lo que debería. Hay forados por todos lados porque nada se medía.

Contratos de gerencia

En realidad, los hospitales y establecimientos, e incluso las redes, deberían ser administrados por empresas privadas contratadas para ese fin por medio de contratos de gerencia. De esa manera los huecos se cerrarían y habría más recursos para pagar mejor a los médicos. Y habría más eficiencia, más productividad y mucha mejor atención al usuario, que es lo que en realidad interesa. Pero los forados se defienden. Resisten. La ministra García ni se atreve en pensar en una reforma como esta. Ella cree que bastaría con especializar la gestión formando administradores públicos de salud.

Clínicas en los hospitales

Por eso ocurre, por ejemplo, que las farmacias de los hospitales venden a personas de fuera, sin receta, a precios más bajos que los del mercado. Esto porque los “ingresos directamente recaudados” se han institucionalizado desde que en la época de la hiperinflación los hospitales carecían de recursos. Muchos crearon unas clínicas privadas al interior de ellos atendidas por los mismos médicos del hospital, con la idea de recaudar ingresos para ayudar a financiar la parte gratuita. Eran las clínicas “Robin Hood”: atendían a personas con más capacidad adquisitiva para financiar a los pacientes de menores ingresos. Pero esto se prestó también a diversas de corruptelas, la más escandalosa de las cuales se reflejó en el caso Moreno (el ex asesor presidencial) del hospital Loayza. Había un incentivo a dejar que se malogren los equipos del hospital para derivar consultas a la clínica privada. Pues bien, la ministra dispuso recientemente cerrar esas clínicas privadas, cortando de raíz las mencionadas corruptelas y afectando a los médicos que recibían ingresos legítimos o ilegítimos por esa vía.

Uno de los negocios de los hospitales es, por ejemplo, el de las tomografías. Al parecer, existe una gran demanda por ellas. Mucha gente las pide casi como si tuvieran un poder curativo. A más tomografías realizadas, más ingresos recibe el hospital por parte del SIS. Aquí hay, para comenzar, la necesidad de ajustar las tarifas a su valor real para no regalar dinero. Y precisar mejor en qué casos realmente se requieren.

Separar financiación de prestación

Todo esto tiene que ver con un cambio mayor, que es el de separar la financiación de la prestación del servicio. Es decir, darle a todo el sector la estructura de un seguro, universal, de modo que el fondo que financie debe saber exactamente cuánto cuesta cada prestación y asegurarse de que haya sido bien indicada, tal como lo hace un seguro. De esa manera habrá menos filtraciones de recursos y se gastará solo lo necesario. Con la ventaja de que el usuario podrá ir a cualquier establecimiento, público o privado, que recibirá el pago establecido correspondiente por la prestación realizada.

Ese es un cambio fundamental, tanto desde el punto de vista del ahorro de recursos como de la mejora en la atención, porque los servicios públicos se esforzarán por tratar bien al paciente. Pero, por eso mismo, acaso, es resistido por los médicos. Lo satanizan con el nombre de “privatización”, cuando aquí  lo que interesa es la calidad del servicio en interés de los usuarios.

Atención primaria

Pero, además, lo que se requiere es un cambio de modelo, hacia la prevención. Lo de las tomografías es un ejemplo de cómo el presupuesto tiende a concentrarse en los hospitales de tercer nivel, en atenciones caras. La gran reforma del sector pasa por bajar el centro de gravedad del sistema a los establecimientos de primer nivel, a la prevención. Pero allí hay menos negocio. La pregunta es como diseñar un sistema de incentivos que haga atractivo a los médicos bajar al primer nivel. Valorizar más el despistaje que la tomografía o la curación, por decir algo. Una forma podría ser la que se aplica en los dos hospitales concesionados de Essalud, que reciben una cantidad por paciente asignado en su área de influencia de modo que lo que les conviene es que las personas no se enfermen para no gastar en la curación. Pero que además ofrecen algo muy importante, una calidad de servicio a los pacientes, que es muy superior a los servicios brindados por el Estado en todas sus formas, pues todos están regulados en los contratos de concesión. Ver en Lampadia: Las APP han generado servicios de salud de alta calidad.

El sistema de Salud debe estar orientado a la salud, no a la enfermedad. A que la gente no se enferme. De esa manera resultaría mucho menos costoso y habría recursos para aumentar las remuneraciones de los médicos. Pero parece que este es un razonamiento muy complicado de entender.

Justamente, la revolución tecnológica en el campo de la medicina está cambiando el paradigma de lo curativo o correctivo, por un enfoque preventivo. Pero no es fácil recoger estos cambios si los servicios de salud se politizan. Tal vez deberían revisarse las regulaciones a las que están sujetos el Colegio y la Federación MédicaLampadia

 

 




Por fin… tenemos liderazgo en el Hospital Regional de Ica

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 9 de junio de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

La profesión médica es propia de gente abnegada, solidaria, inteligente y – sobre todo – honesta… muy honesta. La medicina – dicen algunos – es como un apostolado… una profesión superior. A ese respecto, en Ica – y en todo el país – tenemos muchos médicos y enfermeras que cumplen a cabalidad todos los atributos de su noble profesión… y muchos más.

Pero no en todos los casos. Recordemos a Moreno, el médico – ex asesor presidencial – que lucraba impunemente con el Seguro Integral de Salud. Pues bien, en Ica – lamentablemente – también tenemos médicos y enfermeras de baja estofa. Aunque – felizmente – son los menos.

La pregunta es ¿por qué tenemos malos elementos en nuestros centros de salud, si la medicina es como se dice… un apostolado? ¿De dónde salieron los médicos que hace poco sacaron – a empellones – a los pacientes del Hospital del Socorro, simplemente porque les vino en gana hacer un paro intempestivo? ¿Qué rol juegan los periodistas cómplices de las mafias enquistadas en el sector salud? O peor aún… ¿qué pito tocan los congresistas y consejeros que se ponen del lado de las mafias, cuando se sabe de qué pie cojean?    

Dado que no tengo una respuesta “médica” al respecto, daré cuenta de lo que estamos haciendo para mejorar la atención en el Hospital Regional de Ica, donde laboran más de mil personas, y se atienden a ¡700 pacientes diariamente!

Empecemos por lo propositivo. Después de cuatro administraciones fallidas – básicamente por actitudes permisivas y pusilánimes de los directores anteriores – por fin tenemos el liderazgo que tanta falta nos hacía. En apenas tres semanas, la Dra. Diana Bolívar – la flamante directora del hospital – ha logrado lo que ningún director logró en toda la existencia de nuestro principal centro de salud regional. ¡Se acabaron las colas!

HOSPITAL REGIONAL DE ICA IMPLEMENTA PROGRAMA “COLA CERO

Sí; aunque nuestros detractores chillen de cólera… se acabaron las colas interminables que los pobres iqueños tenían que hacer para ser atendidos. O mejor dicho… para ser maltratados.

Un sistema computarizado de programación de citas ha sido implementado, con óptimos resultados. Para lograr una cita médica, ya no se necesita ir de amanecida al hospital. Basta una llamada telefónica o una reserva vía Internet para merecer una fecha y hora de atención, y – lo mejor de todo – para recibir un servicio digno.

Los testimonios de los pacientes – y sus familiares – son muy gratificantes. RESPETO… es todo lo que pedían los ciudadanos que acudían al Hospital Regional, y gracias al liderazgo y sensibilidad de nuestra nueva directora y su equipo… lo tienen.

Los artífices de este gran logro son las personas; no el dinero. Seamos objetivos. La inversión en equipamiento fue mínima. El Software estaba disponible – sin costo – en el Ministerio de Salud. Solo había que pedirlo, instalarlo y operarlo.  

Ahora bien, para lograr el objetivo final – cual es, mejorar la atención a los pacientes – había que poner orden y disciplina en la institución. Era imposible lograr cualquier mejora en salud, con gente corrupta e indolente como los mencionados al inicio de esta nota. A ellos los estamos sancionando con todas las de la ley. Nada de abusos o arbitrariedades. Las faltas graves están perfectamente tipificadas en la legislación laboral, y quien incurra en ellas está recibiendo la sanción correspondiente… amonestación, suspensión temporal, o – en caso de falta grave – destitución definitiva.

Repito. En el Hospital Regional de Ica lo que ha cambiado son las personas. Mejor dicho… la actitud de las personas. La Dra. Bolívar y su equipo, y todo el personal involucrado en la atención de los pacientes… desde los vigilantes, hasta los médicos especialistas, pasando por las enfermeras, técnicos, personal administrativo, etc. Ellos son los gestores de este gran cambio.

Ya tenemos a nuestros hospitales de Nasca e Ica con “cero colas”. Faltan Palpa, Pisco y Chincha. Pues ¡allá vamos… con la mirada puesta en los pacientes! Lampadia




La clamorosa situación de la salud en el Perú

La clamorosa situación de la salud en el Perú

En el último CADE, la Ministro de Salud, Patricia García (MPH, PhD) hizo una vibrante presentación del sector salud que queremos destacar porque  a diferencia de las presentaciones de otros ministros, no hubo auto-bombo, fue transparente y descarnada, y mostró el desastre que hemos acumulado en un sector fundamental para la calidad de vida de los peruanos, del que conocíamos poco y se nos habían vendido muchas mentiras. No nos olvidemos cómo, hasta hace poco, se enseñoreaban los funcionarios del sector en los medios, blandiendo datos falsos (tanto del sector como de ESSALUD).

Pues bien, nuestros indicadores son de horror, veamos algunos datos:  

Lo peor es que esto se da en medio de la ‘cuarta revolución industrial’ un espacio de la historia en que la tecnología está permitiendo un salto cualitativo en las condiciones de salud de los seres humanos. Pero, para que los peruanos podamos beneficiarnos de estos desarrollos, necesitamos tener una mejor base de salud, tanto en cobertura como en nivel de servicios. Pues bien, en los últimos lustros, en que hemos tenido importantes recursos económicos, no solo hemos perdido la posibilidad de hacer mejoras, inclusive hemos retrocedido y hemos permitido que buena parte de esos recursos se los lleve la corrupción.

Se vienen nuevos tiempos para los que tenemos que estar a la altura por una exigencia moral con nuestra población. Este será un mundo donde la prevención será muy importante y la mejora en la calidad de vida marcará un antes y un después de la tecnologización de la salud, y los peruanos debemos ser parte de este gran salto.

Fuente:  dexon.org

Por otro lado, como mostró la ministro, el cambio de perfil etario de nuestra población, con el aumento de poblaciones mayores, nos pone más exigencias. Veamos:

La ministro García, propone una agenda de transformación del sector en las siguientes líneas:

Ver la presentación de Patricia García: PDF Salud para Todos, en nuestra sección Documentos de Lampadia.

Ver su presentación en el CADE:

Desde un punto de vista de estrategia de desarrollo y de responsabilidad moral, deberíamos declarar en emergencia todo el sector de salud, incluyendo ESSALUD.

No es admisible, por ejemplo, que la Federación Médica se de el lujo de hacer huelgas inhumanas. O que las mafias de médicos se opongan a las APP de ‘bata blanca’, para mantener sus privilegios. O que las enfermeras y técnicos sigan usufructuando medias jornadas de labores. O que los horarios de atención de la salud se acomoden a los trabajadores y  o a los pacientes. O que los peruanos tengan que esperar largos meses para atenciones médicas urgentes e importantes. O que la corrupción se pasee en uno de los servicios públicos más importantes.

Apoyemos a Patricia García, la flamante Ministro de Salud, a emprender una revolución en el sector de salud pública. En otra ocasión revisaremos la salud privada, donde se están produciendo algunos procesos delicados con los aumento de costos de la atención en clínicas, el consiguiente aumento de las primas de seguros médicos y la eventual pérdida de protección de los ciudadanos mayores. Lampadia