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De una isla sin futuro a líder del desarrollo

Pocos creyeron en la pequeña ciudad-estado de Singapur cuando se le otorgó la independencia en 1965. Tiene un terreno pequeño y no tiene recursos naturales. Pero, en tan solo 50 años, la antigua colonia británica se transformó en un importante centro financiero y tecnológico. Ahora, Singapur ha sido llamada la historia de desarrollo más exitosa del siglo XX.

Comparando 1965 y el 2015 Fuente: kompasiana

El economista Milton Friedman describió a Singapur como un ejemplo de cómo lograr un verdadero desarrollo. “Si comparas las condiciones de la gente en un lugar como Singapur con las condiciones de la gente en un lugar como China o Indonesia, verás que la libertad económica es un componente muy importante de la libertad total”, dijo en la BBC en la serie Free to Choose en 1980.

Comparando 1965 y el 2015 Fuente: Blazepress

Singapur es una historia de éxito del libre mercado. Los bajos impuestos, las pocas restricciones de capital y las políticas liberales de inmigración la han convertido en uno de los lugares más cosmopolitas de la Tierra.

En Lampadia hemos escogido 5 características clave para explicar su éxito y que consideramos relevantes para pensar en los lineamientos de desarrollo del Perú.

I. Servicio Público – Meritocracia
Singapur tiene uno de los mejores estándares de vida del planeta, buscan a sus futuros funcionarios públicos desde los colegios. Identifican a los mejores alumnos, les dan todas las becas posibles y gastan una fortuna entrenándolos. Los que llegan a los cargos más altos reciben remuneraciones espectaculares, que pueden llegan a US$ 2´000,000 anuales. Son funcionarios orientados hacia un manejo racional de las políticas públicas, con una mentalidad práctica, imbuidos de las mejores prácticas de los más eficientes funcionarios del sector privado y que tienen muy claro, que el desarrollo integral y duradero del país dependerá, fundamentalmente, de la fortaleza del sector privado que alienten y promuevan.
Ver en Lampadia: Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

II. Estado de Derecho – Imperio de la Ley
Es un modelo extraordinario de Imperio de la Ley. Singapur se ubica entre los puestos más altos a nivel global en un índice del Imperio de la Ley, realizado por el World Justice Project. Las dos categorías principales en las que sobresale son: el orden y la seguridad.

La realidad es que un Imperio de la Ley eficaz es el fundamento de las comunidades de paz, equidad y oportunidades. El éxito de Singapur al posicionarse como hub de la globalización depende críticamente de la integridad de los sistemas legales que hacen cumplir los contratos y protegen la propiedad privada y pública. Su éxito económico se basa en la estabilidad y equidad de sus normas legales. Las principales corporaciones del mundo llevan sus oficinas y capital sin problemas al país porque están bien protegidos por la ley de Singapur.

Muchos critican la dureza de algunas de sus normas, y desvalorizan sus logros por la mano férrea con que su fundador, Lee Kuan Yew, desarrollo la institucionalidad del país. Pero no reconocen que hace mucho tiempo, establecidas las normas correspondientes, la ley se aplica sin que las autoridades tengan capacidad discrecional en su aplicación. 

III. Educación de Vanguardia
Su exitoso modelo educativo es admirado en todo el mundo. En 2015, obtuvieron el primer puesto en el ranking mundial de escuelas, con los resultados basados ​​en matemáticas y ciencia. Sus estudiantes brillan en los primeros puestos de las pruebas internacionales de educación más exigentes, como las PISA, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Y es que la educación es más que solo notas o calificaciones. También se enfocan en tener habilidades ‘blandas’ como: la comunicación, la colaboración, el pensamiento crítico, la creatividad, las artes y ser capaces de adaptarnos y relacionarnos con los otros. Crear conexiones no solamente en términos de relaciones interpersonales, sino ser capaces de entender la perspectiva de los otros. Así logran preparar a los jóvenes para el futuro incierto que les espera, que será muy diferente a la realidad actual, especialmente con los grandes avances de la Cuarta Revolución Industrial.

IV. Economía de Mercado y Bienestar Social
Al momento de su independencia, en 1965, el PBI per cápita apenas superaba los US$500. Cinco décadas después, es de más de US$56,000 per cápita. Según el índice de competitividad del World Economic Forum, Singapur es la segunda economía más competitiva del mundo.

Fuente: El Economista

Entonces, ¿cómo es que Singapur tuvo tanto éxito? La respuesta simple es: Un liderazgo excepcional. Singapur acogió el comercio exterior y la inversión privada. Las multinacionales consideraron que Singapur era un centro natural y se les incentivó a expandirse y prosperar.

Singapur utilizó su posición estratégica cerca de las líneas comerciales del sudeste asiático para convertirse en un gigante financiero, tecnológico y de materias primas. El imperio de la ley, los reglamentos empresariales integrales, la estabilidad política y la apertura a las innovaciones han hecho que sea el destino favorito de muchas empresas multinacionales.

El éxito de Singapur también se puede ver en los indicadores sociales. Redujeron su mortalidad infantil más rápidamente que cualquier otra sociedad, pasando de 35 por 1,000 nacidos vivos en 1965 a 2.1 en 2015. Su esperanza de vida también mejoró radicalmente, pasando de 67 años en 1965 a 82.4 años en la actualidad. Hay muchas otras áreas donde los estándares sociales de Singapur están en la cima del ranking. Singapur tiene el índice de propiedad de vivienda más alta de cualquier país del mundo, con 90% de los residentes viviendo en hogares propios.

V. Integración cultural y religiosa
Una encuesta nacional publicada el año pasado encontró que la mayoría de los singapurenses intentan vivir los ideales multirraciales y creer en la meritocracia. Más de siete de cada 10 ciudadanos de Singapur creen que el éxito personal es independiente de su raza o etnia, según la encuesta encargada por Channel NewsAsia y el Institute of Policy Studies.

Eso es un hallazgo notable para Singapur, cuya población es 74.2% china, 13.3% malaya, 9.2% india y 3.3% otros. Es también la nación más religiosamente diversa del mundo, según un análisis de 2014 realizado por el Pew Reseach Center, con una población formada por grandes porciones de budistas, cristianos, musulmanes e hindúes.

¿Cómo logró una integración multicultural? Una respuesta es la integración de vivienda forzada. En Singapur, el 85% vive en viviendas públicas muy decentes, en su mayoría propietarias, y las cuotas raciales significan que cada bloque, recinto y enclave caen en línea con los porcentajes de población étnica nacional mencionados anteriormente. Esto obliga a que personas de etnias y religiones diferentes vivan juntas.

El fundador de Singapur, Lee Kuan Yew, afirmaba que: “Los singapurenses deben permanecer abiertos y darle la bienvenida a aquellos que fortalecerán nuestro equipo y ayudarán a nuestros hijos vivir en un mejor lugar. Por su lado, los extranjeros deben esforzarse en integrarse a nuestra comunidad. Deben adquirir nuestros valores sociales, nuestros valores culturales, adoptar nuestras normas sociales y comprometer su lealtad y amor a Singapur”.

Conclusiones
Hoy, cuando las personas visitan Singapur y ven una ciudad-estado moderna, tienden a asumir que Singapur siempre fue así. En realidad, Singapur era uno de los países más pobres y desafortunados cuando se logró la independencia en 1965. No tenía recursos naturales.  Por esta razón, es útil estudiar la experiencia de Singapur. Si Singapur, contra todo pronóstico, tuvo éxito, otros países pueden hacerlo también. Lampadia

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Singapur piensa y planea su futuro
Hasta los campeones de Singapur buscan mejorar
10 razones que explican el éxito de Singapur
El verdadero modelo de Singapur
Aprendamos el sentido común de la modernidad
Excepcionalismo de Singapur según The Economist




El poder económico gira hacia el Asia

Desde los desarrollos políticos de Gran Bretaña con el Brexit y de EEUU con Trump, que de alguna manera marcan una regresión de sus políticas internacionales hacia el interior de sus países, alejándose de importantes espacios de interés en el plano internacional, así como del libre comercio y la globalización, en Lampadia estamos compartiendo con nuestros lectores, producción intelectual del Asia, especialmente desde Singapur, que goza de una perspectiva privilegiada en el debate político este-oeste que se empieza a formar.   

Fuente: Shutterstock

Días atrás publicamos la visión del 2017 desde el Asia y las ideas de Kishore Mahbubani, el gran intelectual singapurense sobre las relaciones de oriente y occidente, preparado para Davos 2017. Ahora presentamos líneas abajo un interesante artículo de Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur, quien afirma que, a pesar de los múltiples políticos que han culpado a la globalización y el libre comercio por una supuesta creciente desigualdad económica dentro de las economías desarrolladas, en realidad es la mejora de la igualdad de ingresos entre todas las naciones lo que ha creado esta tendencia a una reacción populista de proteccionismo.

Según Quah, “Durante los años noventa, existía una brecha de ingresos de 70% entre las economías emergentes y el G7. Esa brecha se redujo a menos del 14% en 2016 y desaparecerá en 2020”. La verdad es que el proceso de integración mundial se está consolidando, sin importar cuanto quiera negarlo Donald Trump. Los ajustes de las instituciones multilaterales son necesarios para que se permita una mejor gobernanza global y la convergencia entre las dos mayores potencias mundiales, EEUU y China, es esencial para la armonía y el mayor bienestar global.

Sin embargo, como afirma el profesor Quah, “los americanos comunes y corrientes se preocupan – a un nivel profundo e instintivo – de que ellos, o al menos sus líderes electos, lleguen a estar a cargo, y lleguen a escribir las reglas del juego. Otros en todo el mundo los están alcanzando, y lo que ahora está en las cartas es un futuro compartido, genuinamente global, donde ninguna nación es excepcional o indispensable”.

En efecto, en su último libro, ‘Orden Mundial’, Henry Kissinger nos advirtió que un estudio de Harvard mostraba que históricamente, de 15 casos de interacción entre una potencia emergente y una establecida, 10 terminaron en guerra. Y agregaba que no era sorprendente que hoy pensadores estratégicos significativos, a ambos lados, consideraran que el patrón histórico hacía inevitable el conflicto.

Por su lado Mahbubani, nos decía que estábamos construyendo una nueva y mejor civilización, que nadie habría pensado hace unos años que Singapur podría ser tan próspero como Londres. Pero aún había una gran resistencia a hablar de una gobernanza global que permitiera y cuidara la consolidación de la armonía entre occidente y oriente.

Más vale darse cuenta a tiempo de la dirección e intensidad de los nuevos vientos, que en nuestra opinión alterarán profundamente el mundo que se estaba construyendo: uno que era favorable al espacio de desarrollo que necesitan países como el Perú. Lampadia

A pesar de Trump, el poder económico seguirá girando hacia Asia en 2017

Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur

Publicado en Quartz

8 de febrero de 2017

Traducido y glosado por Lampadia

Si Estados Unidos se vuelve más proteccionista -tal vez porque piensan que el comercio está dejando que otros ganen mientras ellos pierden-, el Asia emergente buscará otros acuerdos de seguridad “, predice el profesor Quah. “¿Se beneficiará China de este nuevo equilibrio? No le hará daño a China, no”.

El mes pasado fue un fabricante de refrigeración. Este mes son los fabricantes de automóviles. Hasta ahora, el Presidente ha cumplido con sus promesas de campaña en dirigirse a las empresas que obtienen su fuerza de trabajo en el extranjero.

Durante mucho tiempo, Trump ha proclamado que quiere detener el ‘offshoring’ mediante la renegociación de acuerdos comerciales “injustos” y presionar a las firmas con sede en Estados Unidos para que repatrien sus operaciones en el extranjero -y, lo que es más importante, los empleos extranjeros- a los Estados Unidos.

Sería conveniente desechar gran parte de su discurso como posturas políticas. La campaña de Trump no fue la única en culpar a la globalización, ni tampoco fue el primero -políticos de ambos partidos tienden a demonizar los acuerdos comerciales en lugar de vender sus beneficios. Y a pesar de algunas regresiones altamente promocionadas por empresas como Carrier y Ford, pocos caracterizarían un ‘shakedown de empresa por empresa’ como una forma eficaz de debilitar las fuerzas del comercio mundial.

Aun así, la embestida muestra un sentimiento anti-globalización muy preocupante.

A raíz del Brexit, el ascendente nacionalismo europeo y las elecciones estadounidenses, se ha escrito mucho sobre la amenaza del populismo al crecimiento del comercio mundial y las instituciones económicas internacionales establecidas después de la Segunda Guerra Mundial. Hay una serie de explicaciones para este ‘giro hacia adentro’. Muchos han culpado a la creciente desigualdad económica dentro de las economías desarrolladas –parte de la culpa sería la subcontratación o la transición tecnológica.

Otros postulan que un factor motivador puede ser una disminución de la desigualdad. Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur, y Kishore Mahbubani, decano de la escuela, culpan a la mejora de la igualdad de ingresos en todas las naciones como la causa del aumento del populismo. Durante los años noventa, existía una brecha de ingresos de 70% entre las economías emergentes y el G7. Esa brecha se redujo a menos del 14% en 2016 y desaparecerá en 2020.

Mahbubani y Quah proponen que el cambio en el poder -incluyendo el poder adquisitivo- de las naciones más ricas a las economías emergentes y al este de Asia es una idea inquietante para los ciudadanos de los países desarrollados.

“Los americanos comunes y corrientes se preocupan – a un nivel profundo e instintivo – de que ellos, o al menos sus líderes electos, lleguen a estar a cargo, y lleguen a escribir las reglas del juego”, dice el profesor Quah. “Otros en todo el mundo los están alcanzando, y lo que ahora está en las cartas es un futuro compartido, genuinamente global, donde ninguna nación es excepcional o indispensable”.

Sólo el tiempo determinará cómo se llevará a cabo este cambio. No obstante, el actual clima anti-globalización plantea algunas preguntas para Asia, que, al menos hasta ahora, se ha beneficiado en gran medida de la globalización. Si el retorno al mercantilismo se acelera y el comercio mundial se ralentiza, ¿girará Asia? Y si el Oeste se aparta de impulsar soluciones internacionales, ¿llenarán otros esos zapatos?

“El Oeste solo representa el 12% de la población mundial. El 88% vive fuera del Oeste. 

Y, en total, sus condiciones de vida nunca han sido mejores.” – Kishore Mahbubani

“No es un juego de suma-cero.  No lo volvamos así.” – Danny Quah

Hay una idea de que las economías emergentes de Asia han crecido sólo porque los asiáticos exportan a los consumidores estadounidenses y que el consumo es demasiado débil en Asia para apoyar el crecimiento sostenible. Pero igual que en cualquier otra economía, los economistas nos dicen que, cuando los ingresos disponibles crecen, también lo hará el consumo.

“La demanda interna se ha mantenido notablemente resistente en la mayor parte de la región, apoyada por el aumento de los ingresos reales”, dice Changyong Rhee, Director del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI. La demanda externa no será ayudada por la muerte de la Asociación Transpacífica, y el reequilibrio de China continuará teniendo efectos en el comercio mundial. Pero no se puede negar que la economía de Asia seguirá desempeñando un papel importante en la economía mundial a medida que sus mercados emergentes y fronterizos continúen creciendo.

De hecho, China, que habría sido excluida del TPP, ahora tendrá más posibilidades de impulsar el comercio con sus socios regionales. Los canales comerciales de Asia tienen un largo alcance, y sólo se fortalecerán si iniciativas como “One Belt, One Road” y la Asociación Económica Regional Amplia son exitosas.

A medida que Asia crece, la concentración de consumidores y los mercados en rápida expansión necesitarán infraestructuras e industrias para apoyarlos. Al mismo tiempo, a medida que el neo-mercantilismo occidental tome forma, las compañías estadounidenses tendrán que decidir cómo será su papel.

En una entrevista con el Wall Street Journal, John Dulchinos, vicepresidente de fabricación digital de Jabil, proveedor de empresas como Apple y Electrolux SA, dice: “En ningún otro país se puede escalar tan rápidamente. Uno tiene la capacidad de moverse rápidamente y hay una cadena de suministro de electrónica muy fuerte en Asia, centrada en China”.

Ya sean estadounidenses o asiáticos, las industrias que tengan éxito serán aquellas que no enfrenten a los humanos contra las máquinas, sino que usen la velocidad y precisión para permitir que los seres humanos funcionen mejor. Asia ha aprendido esa lección: es el centro mundial de manufactura avanzada y logística sofisticada.

Además, China es ahora el mayor mercado consumidor de teléfonos inteligentes y otros aparatos. Y sin importar el este o el oeste, los negocios astutos buscarán siempre capitalizar  las oportunidades disponibles. Asia tiene muchas. Lampadia




Excepcionalismo de Singapur según The Economist

Probablemente Singapur ha sido el país más exitoso del mundo durante los últimos 50 años. Hoy tiene el mejor estandar de vida del planeta, funcionarios públicos del mejor nivel (seleccionados meritocráticamente) un reconocido Estado de Derecho, los menores niveles de corrupción en el mundo y un sector privado innovador y pujante.

Teléfonos inteligentes, autos inteligentes, ciudades inteligentes… la etiqueta de “smart” (“inteligente”) se ve en una gama cada vez más amplia de la vida contemporánea. Esta es la tendencia a futuro que denotará qué países mejorarán y cuáles se quedarán atrapados en el pasado. Singapur busca innovar y ser disruptivo constantemente a pesar de ser uno de los países más exitosos del planeta. Ahora está en busca de algo totalmente nuevo para sus segundos 50 años de vida: ser la “nación inteligente”.

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Marina Bay, Singapur.  Fuente: thehoneycombers.com

Como hemos difundido en publicaciones anteriores, Lee Kuan Yew dirigió un Estado bastante autoritario, pero además de alcanzar éxitos económicos y sociales espectaculares, Singapur logró ser uno de los países más ordenados y con menos corrupción del mundo. Uno de sus desarrollos más importantes ha sido el establecimiento de la meritocracia entre los funcionarios públicos. Ver en Lampadia: 10 razones que explican el éxito de Singapur e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

Singapur también es uno de los países más impolutos y ordenados de Asia. Hasta hace poco el chicle estaba prohibido, así como fumar en la vía pública fuera de las zonas habilitadas para ello. Cruzar la calle por fuera del paso peatonal lleva sanción, al igual que comer en el metro. Con tantas exigencias, multas y órdenes, no es de extrañar que esta sea hoy una ciudad modelo. Los diferentes barrios que la componen: indio, árabe o chino, demuestran que no sólo ya no hay tensión racial, sino que esta pequeña ciudad asiática ha resurgido gracias a la mezcla de culturas y una dedicación al trabajo. Ver en LampadiaSingapur piensa y planea su futuro y Pensamientos sobre la sociedad del futuro.

En la reunión de APEC tuvimos en Lima a su Primer Ministro, quién representó lo que llamamos ‘sentido común de la modernidad’. 

Hotel Marina Bay Sands, Singapur. Fuente: www.marinabaysands.com

El ejemplo de Singapur es muy importante para el Perú, especialmente en medio de la necesidad de terminar de definir el camino de un nuevo gobierno. Por ello, compartimos un artículo de The Economist sobre el balance del gobierno de Lee Kuan Yew y los retos de sus próximos 50 años. Interesante ver como un país tan exitoso se avoca a pensar en como tener un futuro aún mejor. Lampadia

El excepcionalismo de Singapur

Para continuar floreciendo en su segundo medio siglo, la milagrosa ciudad-estado del sudeste asiático necesitará cambiar sus caminos, sostiene Simon Long

The Economist
18 de julio de 2015
Traducido y glosado por
Lampadia

A los 50 años, según George Orwell, todos tienen la cara que se merecen. Singapur, que celebró su aniversario número 50 como país independiente el pasado 9 de agosto, puede estar orgulloso de su vigor juvenil. La vista desde la piscina infinita en el techo de Marina Bay Sands, un hotel de tres torres, casino y centro de convenciones, es futurista. Un bosque de rascacielos resplandece a la luz del sol, templos de globalización que llevan los nombres de algunos de sus profetas: HSBC, UBS, Allianz, Citi. Se elevan por calles muy transitadas donde el tráfico fluye suavemente. Abajo se encuentra la Marina Barrage, la cual mantiene el mar del río Singapur serpenteando a través de lo que queda del antiguo centro colonial de la ciudad. En la distancia se ven bloques de gran altura, donde viven la mayoría de los singapurenses. El mar está lleno de buques, transbordadores y portacontenedores. Al oeste se encuentra uno de los puertos de contenedores más activos de Asia y un enorme complejo de refinería y petroquímica. En la punta oriental de Singapur, tal vez el aeropuerto más eficiente del mundo. Pero la vista sigue siendo sorprendentemente verde. El orgullo del gobierno de crear una “ciudad en un jardín” no parece tan fantástico. 

Singapur es, para usar una palabra que sus líderes favorecen, un lugar “excepcional”: la única ciudad-estado que funciona plenamente en el mundo; un verdadero centro mundial del comercio, finanzas, transporte y viajes; y el único entre los países más ricos del mundo que nunca ha cambiado a su partido gobernante. En su reunión del 1 de mayo, su primer ministro Lee Hsien Loong afirmó que “para sobrevivir hay que ser excepcional”. Este informe especial examinará los diferentes aspectos del excepcionalismo de Singapur y se preguntará si su supervivencia está realmente amenazada. Argumentará que Singapur está bien situado para prosperar, pero que en su segundo medio siglo enfrentará amenazas muy diferentes a las que enfrentó en su nacimiento accidental, no planificado, hace 50 años. Ellos requerirán respuestas muy diferentes. El mayor peligro que enfrenta Singapur puede ser la complacencia -la creencia de que las políticas que han tenido tanto éxito durante tanto tiempo pueden ayudarlo a negociar un nuevo mundo.

En 1965 Singapur se vio obligado a abandonar una corta federación con Malasia, el país al norte, al que se unía con un puente. Lee Kuan Yew, que se convirtió en primer ministro de Singapur, siempre había visto su futuro como parte de Malasia, llevando a su país a una federación con su vecino en 1963. Pero tuvo que ajustar su pensamiento cuando Singapur fue expulsado en 1965. Para entonces, se había convencido de que Singapur, de mayoría china, siempre estaría en desventaja en un gobierno dominado por malayos.

La muerte de Lee en marzo de este año, de 91 años, atrajo homenajes de todo el mundo. Pero Lee habría estado más orgulloso de la reacción en Singapur. Decenas de miles de personas hicieron cola durante horas en el calor bochornoso o la lluvia torrencial para visitar su ataúd en homenaje. La multitud mostró otro milagro: Singapur, un país que nunca estuvo destinado a ser, compuesto por inmigrantes racialmente diversos -una mayoría china (alrededor del 74%) con minorías sustanciales de malayos (13%) e indios (9%) – había adquirido una identidad nacional. Las multitudes no sólo estaban de luto por Lee; celebraban un improbable patriotismo.

Lee Kuan Yew mismo definió la excepcionalidad de Singapur. Como primer ministro hasta 1990, construyó un sistema político a su imagen. En línea con su máxima de que “la poesía es un lujo que no podemos permitirnos”, fue implacablemente pragmático, lo que le permitió gobernar (sobre todo) como un benevolente dictador. La Ley de Seguridad Interna de la era colonial ayudó a aplastar a la oposición a partir de los años sesenta. El Parlamento ha sido más una cámara que hacía eco que un control del poder ejecutivo. Ningún candidato de la oposición ganó un asiento hasta 1981. La prensa nacional camina de puntas en la línea del gobierno; las demandas por difamación han intimidado y a veces han arruinado a los políticos de la oposición y han golpeado la última línea de la prensa extranjera (incluyendo The Economist).

Singapur, a veces se bromea, es “Asia-lite”, en el corazón geográfico del continente, pero sin el caos, la suciedad, el agua del grifo y el tráfico. También ha sido una “democracia-lite”, con todas las formas de competencia democrática, pero despojada del bullicio desordenado -y sin la sustancia. Parte del “excepcionalismo de Singapur” es un sistema de gobierno unipersonal legitimado en las urnas y, 56 años después de que el Partido de Acción Popular (PAP) de Lee tomara el poder, enfrenta poca amenaza inmediata de perderlo. El sistema tiene muchos defensores en casa y en el extranjero. Singapur tiene muy pocos delitos y prácticamente ninguna corrupción oficial. Se sitúa en la parte superior de la mayoría de los indicadores de “desarrollo humano”, como la esperanza de vida, la mortalidad infantil y el ingreso por persona. Sus líderes buscan mantenerse en altos estándares. Pero es discutible si el sistema construido por Lee puede sobrevivir en su forma actual.

Afronta dos desafíos distintos. Una es la falta de balances de poder en el caso de una fuerte oposición política. Bajo la influencia del incorruptible Lee y sus colegas, el gobierno sigue siendo limpio, eficiente e imaginativo; pero para asegurar que se mantenga así, una  democracia sustantiva puede ser la mejor esperanza. En segundo lugar, la confianza en el PAP, como lo demuestra la elección más reciente en 2011, ha disminuido. El partido ha sido dañado por dos de sus propios éxitos. Uno de ellos es de la educación, donde sus escuelas, colegios y universidades, tan admirados, han producido una generación de ciudadanos altamente educados y cómodos que no tienen mucha tolerancia con el estilo de gobierno del PAP. En un jubiloso mitin anual para hacer campaña por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) el 13 de junio, una multitud estimada en 28,000 personas mostró su desprecio divertido por el conservadurismo social iliberal que el PAP ha impuesto. Los singapurenses más jóvenes también se irritan ante la censura y ya no tienen tanto miedo de las consecuencias de oponerse al PAP.

Un segundo éxito del PAP que ahora le juega en contra, es un gran aumento en la esperanza de vida, ahora entre los mayores del mundo. Esto ha aumentado el número de ancianos, algunos de los cuales ahora sienten que el PAP ha roto una promesa central que les había hecho: que a cambio de estar obligados a ahorrar una gran parte de sus ganancias, disfrutarían de una jubilación despreocupada. Y no sólo los ancianos han comenzado a cuestionar las políticas del PAP. Muchos ciudadanos de Singapur se sienten incómodos por el rápido flujo de inmigrantes. Estas preocupaciones apuntan a los dos problemas más importantes y vinculados de Singapur: la escasez del espacio y el rápido envejecimiento de la población.

Lampadia




Aprendamos el sentido común de la modernidad

El Perú acaba de llevar a cabo una exitosa reunión APEC 2016, enfrentando la amenaza de las tendencias aislacionistas y proteccionistas en el mundo, con eventos como el Brexit y las recientes elecciones presidenciales de EEUU, las cuales encarnan la reacción anti libre comercio y globalización, la integración de las economías y la libre circulación de personas. Tras el Foro, ha quedado claro que las 21 economías del Asia-Pacífico se mantendrán comprometidas con el avance de la globalización económica y el libre comercio como mecanismo de crecimiento y desarrollo en nuestras naciones, faltando ver si los EEUU de Trump serán parte de ello.

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Fuente: www.channelnewsasia.com

Una de las estrellas del evento fue el Primer Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, hijo del fundador de este exitoso país, Lee Kuan Yew, fallecido el año pasado que coincidió con el 50 aniversario de su nacimiento. Singapur, como hemos comentado varias veces en Lampadia, representa hoy día los mejores atributos de desarrollo integral en el mundo. Tiene uno de los mejores niveles de educación, los mejores funcionarios públicos, un Estado de Derecho impecable, un sector privado altamente desarrollado y probablemente el mejor estándar de vida del planeta. (Ver: Singapur piensa y planea su futuro e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú).

En nuestra opinión, Singapur expresa adecuadamente el espíritu de APEC y su Primer Ministro, Lee Hsien Loong es probablemente quién mejor explica sus objetivos. Efectivamente, Lee  se mostró en Lima como líder y precursor de la cooperación económica en Asia-Pacífico y el mundo, y pidió a los demás miembros que aprovechen el rol de Asia-Pacífico como motor de crecimiento, y trabajen por una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva.

Esbozó los planes que APEC podría emprender para abordar las preocupaciones de la globalización y el crecimiento inclusivo, como parte de su agenda post-2020. Esto incluye un mayor apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan el 97% de las empresas y emplean a la mitad de la población mundial, y la mejora de los servicios domésticos, en particular lo que Lee llamó como “las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y las relacionadas con el sector manufacturero”.

En su discurso, en el primer bloque de Apec, “The DNA of Global Growth”, Lee en marcó tres grandes temas: Primero, que hay lugares en el mundo que siguen creciendo, y que Asia es uno de ellos; dos, que tenemos que seguir dependiendo de la tecnología y la globalización, incluso cuando nos adaptamos a sus consecuencias y disrupciones; y tres, tenemos que seguir promoviendo la cooperación económica y la integración.

Lee nos dijo que pensar que las antiguas reglas pueden aplicarse al nuevo mundo, sin ningún cambio, es poco realista. Pero, creer que las actuales regulaciones son totalmente innecesarias, como proclaman algunos de sus acólitos, tampoco es lo correcto.

Asia continúa creciendo

Lee resaltó que mantiene una perspectiva positiva sobre el crecimiento de Asia. Su población es joven, las economías se están desarrollando impulsadas por una creciente clase media y una rápida urbanización, y China sigue creciendo (más lento que antes, pero 6.5% es una cifra importante). Su iniciativa ‘One Belt One Road’ es una iniciativa prometedora que generará demanda e inversión en la región. Por otro lado, la India es un nuevo motor de crecimiento: ha recuperado su impulso de crecimiento y ha puesto en marcha una dinámica más competitiva entre los diferentes estados y regiones del país. Ver en Lampadia: China e India, dos excelentes socios para el Perú y China: Un Gigante cambia de Piel

Tecnología y globalización

El segundo punto del Primer Ministro de Singapur es uno que ha estado presente durante todo el Foro: la globalización. Según Lee, debemos explotar la tecnología y globalización, porque éstas siguen siendo las formas más eficaces de continuar creciendo y desarrollándonos. “Solo mejoraremos haciendo las cosas mejor, a través de nuevas técnicas, nuevos descubrimientos científicos, nuevos productos y nuevas formas de trabajar juntos.”

Agregó que los miembros del APEC también podrían hacer más para facilitar el comercio digital, “porque la economía digital jugará un papel más importante en la creación de buenos empleos para nuestros trabajadores con las habilidades adecuadas para las economías digitales”, agregó Lee.

Para esto, destacó la importancia de la educación y el desarrollo de habilidades del futuro, ya que en un entorno en el que la globalización y la tecnología se introducen en los procesos de trabajo, es importante capacitar continuamente a trabajadores para fortalecer sus capacidades tecnológicas. Ver en Lampadia: Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI y La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta.

Integración Económica

El tercer punto, y uno de los objetivos del APEC, es seguir buscando la integración económica. Lee destacó que el integrar las economías en el APEC ha brindado prosperidad a sus miembros: impulsando el crecimiento y generando empleos. APEC propicia que los bienes, servicios, la inversión y las personas se muevan fácilmente a través de las fronteras. Sus miembros facilitan el comercio a través de procedimientos aduaneros más rápidos en las fronteras; climas de negocios más favorables y reglamentos de alineación de normas en toda la región. Asimismo, el foro trabaja para ayudar a que todos los residentes de la región del Asia Pacífico participen en el crecimiento económico. Ver en Lampadia: El Perú da la bienvenida al APEC.

La cooperación económica abarca muchos ámbitos: el desarrollo de los recursos humanos, la conectividad, el intercambio de mejores prácticas y, por supuesto, el impulso del comercio. Lee afirmó que “sigo creyendo que la liberalización del comercio es una propuesta ‘ganar-ganar’, y muy importante para conseguir el crecimiento en el mundo.”

Conclusiones

Hemos resaltado especialmente las palabras y consejos del Primer Ministro de Singapur, porque encierran para nosotros los peruanos, el sentido común de la modernidad, de la opción por la prosperidad de todos los ciudadanos, los sabios equilibrios entre Estado y sector privado, la prioridad de la educación y la importancia del Imperio de la Ley. 

Ahora no podemos equivocarnos en la dirección de nuestras relaciones comerciales, debemos profundizarlas y acrecentarlas. El APEC nos ha brindado la gran oportunidad de consolidar estratégicamente la presencia del Perú en el Asia-Pacífico, zona de gran importancia para el país, y que brinda un mercado diversificado para el desarrollo de nuevos productos de exportación, el comercio de servicios y la atracción de inversiones, entre otros.

En Lampadia estamos convencidos que el ‘libre mercado’ es fundamental para nuestro desarrollo. Los países emergentes como el Perú, con economías y poblaciones relativamente pequeñas, solo pueden desarrollarse integrándose a los mercados globales, lo que permite traer recursos económicos de los bolsillos más ricos a los menos plenos de nuestros ciudadanos. Esto es especialmente cierto en el caso del Perú, un país que puede producir miles de productos de buena calidad, para intercambiarlos por recursos para nuestro desarrollo integral.

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Fuente: pbs.twimg.com

Al cierre del APEC, Pedro Pablo Kuczynski afirmó que “Esta ha sido una reunión productiva en un momento clave en la historia económica del mundo, debido a las tendencias contra el comercio exterior que hemos visto en algunas elecciones recientes en países importantes”. Lampadia




¿Se llegará a formar una gobernanza global?

¿Se llegará a formar una gobernanza global?

En esta ocasión compartimos el contenido de otro capítulo del libro publicado en Singapur en ocasión de sus ‘bodas de oro’, con miras a sus primeros cien años en 2065. En esta pieza de ficción se proyecta la filosofía de Lee Kuan Yew, su fundador, para imaginar ciertos acontecimientos que podrían llevar a un nuevo orden global.

El artículo de Tom Plate nos presenta una serie de instituciones que podrían formarse en la medida en que la humanidad vaya superando situaciones graves de crisis como un ‘segundo ataque nuclear en 2045’.  Algunas de estas instituciones son:

  • Corte de Apelaciones Global
  • Concierto de Convergencia de 2025
  • Organización Mundial de la Diplomacia
  • El Planeta Tierra Político (Sustituto de la estructura hobbesiana de Westfalia)

Un Nuevo Orden Mundial, gracias a Lee Kuan Yew

Publicado el 3 de agosto de 2015

Escrito por Tom Plate (ver nota biográfica al final del artículo)

Publicado en el libro “SG100: la visión de pensadores líderes de Singapur en 2065”

Traducido y glosado por Lampadia

 

¿Cuál podría ser el panorama geopolítico al 2065? Un veterano observador del Pacífico mira en la bola de cristal con un toque de fantasía.

Vamos a empezar imaginando… un día de verano en 2065 [en Singapur].

Dos diplomáticos caminan afuera de un edificio del gobierno como si llevaran el mundo estuviera sobre sus hombros. Son funcionarios de carrera del Ministerio de Asuntos Exteriores, que parecen preocupados y agotados. Son sólo diplomáticos, sino Plenipotenciarios Especiales (SP por sus siglas en inglés). Ellos tienen el poder para ejecutar las resoluciones finales sobre difíciles conflictos, que forman parte los problemas territoriales más difíciles en el Mar del Sur de China, y actúan como representantes de la Corte de Apelaciones Globales (GAC) formada, después del segundo ataque nuclear de 2045, sobre la decadencia de la segundo ataque nuclear de 2045como un logro brillante del histórico ‘Concierto de Convergencia de 2025’.

Estos súper-cerradores tienen una de los puestos más difíciles del planeta y son bien recompensados, siguiendo el sistema meritocrático de compensación de Singapur para los trabajadores del Estado. Su encargo es evitar la guerra mediante la guía establecida por el GAC. Singapur, donde se creó el Concierto de Convergencia en 2025, tiene el honor de tener a 2 de 11 SP.

Su destino es la sede de la Organización Mundial de la Diplomacia (WDO). El exitoso sucesor de la no tan exitosa Naciones Unidas, plantado en una isla, designada como territorio internacional, frente a Shanghai.

Las sesiones plenarias de la WDO se llevan a cabo con la asombrosa nueva tecnología Magnet, sucesor estéreo 3D de Skype; sólo las sesiones globales o ceremoniales anuales se llevan a cabo en Shanghai. El hacinamiento de egos crea problemas.

En Shanghai, los dos diplomáticos explicarán la decisión del GAC en el delicado tema de los OGMs (organismos genéticamente modificados) de atún entre Vietnam y Filipinas. Es muy probable que cuando hayan terminado, las dos partes acepten la resolución y se alejen dignamente.

Al 2065, al parecer, el ‘Planeta Tierra Político’ ha conseguido aterrizar en la realidad y abandonar la antigua selva hobbesiana de Westfalia.

El gran cambio político vino al mundo de una manera inesperada.

Se inició en 2025, una década después de la muerte del fundador de Singapur, Lee Kuan Yew, con motivo de una “conferencia de política internacional”, celebrada en su memoria. El evento buscaba reflexionar y celebrar su sabiduría e innovaciones nacionales e internacionales.

Con el incesante problema del cambio climático, las aterradoras tormentas monetarias, las  constantes peleas en el Mar del Sur de China y el dramático colapso de la ONU – el consenso fue que era hora de un gran cambio, y el tiempo y lugar para que el cambio era ahora … aquí … en Singapur.

La Escuela de Políticas Públicas de Lee Yew Kuan ofrece la plataforma perfecta, con su aura de misión y rigor intelectual. Desde su fundación en 2004, había trabajado con diligencia para establecer una norma regional rigurosa para los estudios de política. Se volvió un ícono de inteligencia flotando encima de los océanos vecinos de la mediocridad política. En 2025, la reputación de la escuela se estableció firmemente.

En su discurso de despedida después de 21 años en el cargo, del decano saliente de la escuela titulado ‘Convergencia o Catástrofe’, estableció el escenario para el retiro del primer ministro de Singapur, que evocó la creencia de su padre en la vocación casi religiosa de servicio público. “Afecta profundamente la vida de las personas,” recordó. Siguiendo la lógica del discurso del decano, el primer ministro pidió un nuevo orden mundial: “El Concierto de Convergencia”.

Un seminario paralelo había añadido un elemento extraño pero útil. El líder del seminario fue un periodista que había entrevistado a Lee Kuan Yew un buen número de veces y había escrito un libro sobre él. Lo que el libro omitió deliberadamente – afirmó el periodista – fue una conversación en la que LKY insistió se mantenga en secreto hasta mucho después de su muerte, por su contenido idealista. Resultó que, en sus últimos años, Lee había escrito notas secretas sobre la eventual reorganización de la  gobernanza global.

Nadie creyó en las afirmaciones del cuaderno secreto del periodista; después de todo, era un americano, – y por lo tanto sujeto a los vuelos de la imaginación narrativa. Y, por supuesto, nadie encontró el supuesto cuaderno secreto. Pero la sola idea empujó a la conferencia a actuar como si la creación de un nuevo orden era el último deseo del legendario líder.

Por lo tanto, los asistentes, en colaboración con los expertos de la escuela LKY, elaboraron el proyecto final para la Corte de Apelación Global, que emitiría decisiones vinculantes para las disputas geopolíticas. Las resoluciones serían ejecutadas por diplomáticos cuyas distinguidas carreras los preparara para el servicio internacional en el WDO (quienes para ganar la designación tenían que pasara una serie de rigurosos exámenes – al estilo de Singapur).

Su trabajo en la aplicación de las decisiones del GAC sería respaldado – en última instancia – por la autoridad conjunta de China y los Estados Unidos; la Junta de Jefes del WDO trabajando juntos como una fuerza unitaria, con China básicamente centrada en la extensión de Asia y los EEUU en todas partes excepto en Europa, debido a la revitalizada Unión Europea y África, con su sorprendente alto desempeño, con la Unión Africana. (La estrecha cooperación entre China y los EEUU fue la línea de fondo requerida para cualquier nuevo orden – inconcebible sin ella).

La administración del concierto de Convergencia vino de un sistema global de puestos meritocráticos, con formación y reentrenamiento continuos y liderazgo disciplinado para el cuerpo de SPs.

A pesar de la evolución gradual de un vigoroso sistema bipartidista global, Singapur mantiene el liderazgo del Concierto de la Convergencia en las convenciones políticas anuales.

Al estilo de las ciudades-estado de Florencia, Milán y Venecia de los siglos 14 y 15, Singapur se convirtió en un ejemplo que ayudó a dar forma a la nueva geopolítica mundial.

Esto, al parecer, fue el mejor legado que un legendario primer ministro fundador pudiera haber querido dejar atrás, con cuaderno secreto o no.

El profesor Tom Plate es un periodista veterano y observador de los asuntos del Pacífico. De 1989-1995, fue editor de las páginas editoriales del diario Los Angeles Times. Luego pasó a escribir una columna sobre las relaciones de Estados Unidos con Asia y el Pacífico.  Ahora es un distinguido académico de Estudios de Asia y el Pacífico de la Universidad de Loyola Marymount en Los Ángeles. Ha escrito más de 10 libros, incluyendo una serie de entrevistas con los líderes asiáticos que incluyen conversaciones con Lee Kuan Yew.

Lampadia

 




Si queremos ser grandes, hay que mirar las estrellas

Si queremos ser grandes, hay que mirar las estrellas

En los últimos años hemos revisado las realizaciones de Singapur. En general, en el Perú, nos comparamos con nuestros vecinos y en la mayoría de los casos con Chile, que desde la modernización de su política hace 40 años, marcó la pauta de desarrollo de la región.

Efectivamente, Chile avanzó mucho en crecimiento y disminución de la pobreza, pero si nosotros queremos salir de pobres, tenemos que estudiar a los países más exitosos del planeta. En esa lista está Singapur, que después de cumplir 50 años con grandes realizaciones, de la mano de su fundador Lee Kuan Yew, está pensando en sus tareas para que los siguientes 50 años sean igualmente notables.

Como dice el autor del siguiente artículo, Peter Ho, el éxito de Singapur radica en las fuertes instituciones de gobierno [meritocracia], un sector privado competitivo a nivel mundial [apertura económica] y una población bien educada [educación para el futuro]. Lampadia

Foto publicada por CNN:”¿Por qué Singapur tiene los niños más inteligentes del mundo?”​

 

Se busca: Una nueva Generación de Pioneros, audaz para cambiar de mentalidad

Peter Ho. Asesor del Centro de Futuros Estratégicos, creado por la División de Servicios Públicos para desarrollar las capacidades del sector público para futuros retos estratégicos.

Publicado en SG 100: Leading Thinkers envision Singapore in 2065

Traducido y glosado por Lampadia

 

Una población que está envejeciendo. Un cambio climático que está elevando los niveles del mar. Una tecnología siempre presente. En este nuevo mundo, Singapur necesita una generación lo suficientemente audaz como para cambiar la mentalidad de las personas.

La muerte de Lee Kuan ha generado una enorme cantidad de reflexión sobre cómo transformó Singapur de un remanso del Tercer Mundo a una ciudad-estado del primer mundo en menos de dos generaciones.

Pero como dijo el mismo Lee: “El pasado no estaba predestinado. Tampoco lo está el futuro. Hay tantos problemas inesperados por delante, como los que habían en el pasado…”

No podemos predecir el futuro. Cualquier persona querría saber cómo saldrán las cosas en 10 a 20 años. ¿Qué más que pronosticar el mundo 50 años en el futuro?

Lo mejor que podemos hacer es identificar las tendencias clave que podrían tener un impacto significativo en el mundo y en la sociedad. Al ser conscientes de las tendencias, incluyendo a las emergentes, podremos posicionarnos para aprovechar las oportunidades que puedan surgir y hacer frente a los retos cuando se producen.

Hay tres grandes tendencias que siento que tendrán un impacto decisivo en Singapur, y el mundo, en los próximos 50 años. Sus trayectorias a largo plazo no se pueden predecir con certeza, pero están empezando a trazar caminos que sugieren que su impacto será significativo y que cambiarán la dinámica actual.

Demografía

La primera tendencia es la demografía. Hay muchos ángulos, pero uno de los más críticos es el envejecimiento. Singapur es una de las sociedades de más rápido envejecimiento del mundo. En China, una de cada cuatro personas será mayor de 65 años, en comparación con uno de cada cinco, hoy. La Organización Mundial de la Salud prevé que la proporción de personas por encima de 65 años de la población mundial se duplicará de 11 % a 22 % en 2050.

A medida que las poblaciones de todo el mundo envejecen y las tasas de fecundidad reducen el aumento de la juventud, los gobiernos se enfrentan al dilema de cuidar a una población envejecida por una parte y asegurar el talento y mano de obra para generar crecimiento económico por otra.

Tendrémos que pensar de manera audaz y disruptiva.

Una posibilidad es pensar cómo podemos animar a más gente a contribuir con Singapur. Estonia, más pequeño que Singapur, introdujo un régimen de “e-residencia” que se está describiendo como “e-ciudadanía”. Permite a los no ciudadanos que residen en otros lugares llevar a cabo transacciones, tanto gubernamentales como comerciales, que pueden generar actividad económica en Estonia.

Singapur está desarrollando activamente un plan maestro de envejecimiento integral que no sólo abarca el cuidado de la salud y la adecuación de la jubilación, sino también el empleo, el voluntariado, la infraestructura urbana y la investigación científica.

Se quiere transformar el problema de la longevidad en un recurso poderoso. Pero tenemos que tratar esto no como un problema del futuro, sino como uno que debemos luchar ahora.

Otro aspecto de la tendencia demográfica es la urbanización. Para el año 2012, el 50 por ciento de la población mundial vivía en ciudades. El ritmo de la urbanización global continúa sin cesar. Un informe de las Naciones Unidas sobre Tendencias Mundiales de Urbanización 2014 revela que el porcentaje de población que vive en las ciudades llegará al 66 % en 2050. El 90 % del aumento se concentrará en los países en desarrollo de Asia y África.

Singapur es, sin duda, una de las pocas ciudades en el mundo moderno que ha tenido éxito en la creación de un entorno urbano de calidad a pesar de ser una de las más densamente pobladas. Pero tiene retos importantes por delante, tendrá que renovar donde es necesario y actualizar y experimentar donde se pueda. Vamos a tener que probar nuevas tecnologías y arreglos sociales.

Debemos dejar de lado las soluciones que funcionaron en el pasado, para experimentar con otras nuevas que no tienen precedentes. Una vez más, los singapurenses serán llamados a sacrificar la comodidad del corto plazo, con las disrupciones que implican los programas pilotos, las pruebas y los experimentos.

Cambio climático

La segunda tendencia es el cambio climático. Este ya no es un debate abstracto entre los científicos, economistas y políticos. Para Singapur, al igual que para muchos otros países de todo el mundo, se ha hecho real.

En el largo plazo, el desafío no son las inundaciones, sino el aumento del nivel del mar. Como una isla, partes de Singapur estarán en riesgo cuando suban los niveles del mar. Sin embargo, donde hay riesgo, también hay oportunidad.

Si tenemos que construir diques para prevenir que el aumento de las aguas inunde parte de Singapur, ¿por qué no pensar de manera sinérgica y “global del conjunto del país”, e incorporar otras funciones en estos diques a costos incrementales, como carreteras, almacenamiento de agua y túneles de servicios comunes?

Tecnologías post-industriales

La tercera tendencia es la tecnología post-industrial (informatización y las tecnologías de la información). Estas tecnologías están cambiando a un ritmo de la Ley de Moore, que indica que la potencia de computación se duplica cada dos años.

En los últimos años, las tecnologías emergentes, tales como la inteligencia artificial (IA), la robótica, la impresión 3D, Big Data, análisis de datos y la Internet de las cosas están despegando. Los avances en la robótica significan que, en un futuro próximo, los empleos que antes podrían hacerse solamente con trabajadores humanos serán asignados a los robots.

A principios de este año, los investigadores australianos anunciaron la creación del primer motor de jet en el mundo hecho en una impresora 3D. El ‘Internet de las cosas’ se está convirtiendo rápidamente en la ‘Web de todo’, la generación de enormes cantidades de datos – Big Data – desde una cantidad cada vez mayor de sensores interconectados que también interactúan e impactan el mundo real. En combinación con el análisis de datos, esto dará lugar a la nueva ola de avances de productividad mediante la automatización.

Singapur se ha estado preparando para este momento desde hace muchos años. Una comunidad de investigación y desarrollo vibrante, junto con una cultura fuertemente emergente de la innovación y el espíritu empresarial, posicionará a Singapur para explotar estas tecnologías post-industriales.

Pero también es inevitable que estas tecnologías tengan un impacto perjudicial. Se van a crear nuevos puestos de trabajo, pero volverá a otros redundantes. La gente tendrá que adquirir nuevas habilidades y nuevos conocimientos. El aprendizaje permanente en un mundo de tecnologías que cambian rápidamente no será retórica sino una realidad.

En un mundo en línea 24/7, constantemente rodeado de innumerables sensores y objetos inteligentes, todos conectados a Internet – Internet de los objetos – tendrán el reto de las nociones tradicionales de privacidad. Para aprovechar plenamente los beneficios de estas tecnologías, no es suficiente tener planes y políticas ambiciosas. Se necesita una conversación madura sobre el impacto de la tecnología sobre cuestiones como la privacidad, la seguridad y el empleo.

Pero no puede haber ningún absoluto. El cambio está ocurriendo rápidamente. Por tanto, es imperativo encontrar un objetivo de consenso y pragmático en la tecnología que tome las preocupaciones de la sociedad y satisfaga las necesidades de la economía.

Los riesgos

Estas tendencias generarán muchos riesgos y peligros, incluso al producir oportunidades. Hay un riesgo del que Singapur debe estar alerta.

Los países (más grandes) de origen de sus principales grupos étnicos están avanzando rápidamente con el mundo desarrollado. En cincuenta años en el futuro, los singapurenses pueden ser atraídos por el canto de sirenas e irse como trabajadores extranjeros y “nuevos ciudadanos” a otros países. Por otra parte, los singapurenses podrían replantear su lugar en este nuevo y emocionante mundo y asumir la competencia, como hicieron sus antepasados ​​ 50 años antes.

El exceso de introspección podrían ocasionar tirar por la borda muchas ventajas que poseemos y perder las oportunidades que se presenten en el futuro.

El legado de Lee Kuan Yew radica en las fuertes instituciones de gobierno que edificó [meritocracia], un sector privado competitivo a nivel mundial [apertura económica] y una población bien educada [educación para el siglo XXI]. Mientras que los retos de los próximos 50 años son reales, necesitamos una nueva generación de pioneros que tengo fe en Singapur y que lidere su país.

Mi creencia es que Singapur seguirá siendo un lugar de acogida para estos sueños y un país donde nuestras esperanzas se convierten en nuevas realidades.




Una ciudad inteligente necesita nuevas ideas

Una ciudad inteligente necesita nuevas ideas

Teléfonos inteligentes, autos inteligentes, ciudades inteligentes… la etiqueta de “smart” (“inteligente”) se ve en una gama cada vez más amplia de la vida contemporánea. Esta es la tendencia a futuro que denotará qué países mejorarán y cuáles se quedarán atrapados en el pasado. Singapur busca innovar y ser disruptivo constantemente a pesar de ser uno de los países más exitosos del planeta. Ahora está en busca de algo totalmente nuevo para sus segundos 50 años de vida: ser la “nación inteligente”.

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Singapur es probablemente uno de los mejores ejemplos del mundo en desarrollo urbano. Es una nación pequeña, densa, tecnológica y, lo más importante, cuenta con un claro compromiso por parte del gobierno.

Lee Kuan Yew, su fundador, siempre instó a tomar más riesgos, un componente vital de los tres atributos de su competitividad global: el espíritu empresarial, la innovación y la gestión. “La economía de EEUU ha tenido tanto éxito debido a la cultura de la empresa y la voluntad de arriesgarse”, dijo Lee en una entrevista con el New York Times en 2001. “Creo que cambiar la mentalidad (de Singapur) va a ser una trabajo muy arduo”.

Pues, logró cambiar la mentalidad a un país por el que nadie daba medio. Hoy Singapur es una estrella, uno de los países más desarrollados del mundo. Veamos más de Singapur, aprendamos de ellos y sigamos sus pasos para lograr un mejor futuro.

Para esto, compartimos un artículo del libro “SG100? Leading thinkers envision Singapore in 2065”(Singapur – 100 años), en el que los autores abordan el futuro de la nación y las posibles tendencias a futuro. Lampadia

Personas inteligentes, Nación inteligente y un Singapur inteligente

Por Carlo Ratti y Mateo Claudel

Publicado en el libro ‘SG100? Leading thinkers envision Singapore in 2065’

Traducido y glosado por Lampadia

Carlo Ratti es un arquitecto e ingeniero basado en Cambridge, Turín, Singapur y Londres. Dirige el Laboratorio ‘Senseable City’ en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y encabeza el Consejo de la Agenda Global del Foro Económico Mundial sobre el futuro de las ciudades.

Mateo Claudel, con sede en Cambridge, Massachusetts, es investigador en el Laboratorio ‘Senseable City’. Durante los últimos cinco años, ha sido parte de la Alianza Singapur-MIT para la iniciativa de Investigación y Tecnología, en la que trabaja dentro del comité ‘Futuro de la Movilidad Urbana’.

“En 50 años, ¿cómo ven la evolución de las ciudades?” empezó diciendo el correo electrónico. “¿Puedo pedirles que se pongan sus gafas futurísticas o de inmersión en 3D, sus lentes de cinco sentidos?

Con estas preguntas, nuestra editora de The Straits Times nos invitó a predecir el futuro de Singapur. Su correo continuó con las investigaciones más puntuales sobre la intersección de la tecnología y el espacio urbano – las llamadas “ciudades inteligentes”.

Las preguntas (o sugerencias, más bien) sugieren transformaciones profundas en la isla, desde energías renovables hasta aviones no tripulados, desde el transporte hasta la política. “¿Habrá incluso ciudades como la conocemos, o simplemente ciudades ‘Biopolis’ dentro de domos gigantes, con un clima controlado artificialmente? ¿O es que las ciudades polarizadas por la desigualdad serán divididas en biosferas separadas?”

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Ciudades del Futuro, por 3D Perspectives

Sin duda son preguntas importantes, ya que estamos entrando en una nueva era de transformación urbana basada en la tecnología digital. Por lo tanto, nos pusimos nuestras gafas futuristas y las ajustamos al 2065. Para entonces, las grandes revoluciones en la convergencia del mundo digital y físico – revoluciones que ya han comenzado – podrían ser una realidad.

Esto podría impulsar a  transformaciones en todo, desde la movilidad a la energía, el agua para la gestión de los residuos y el compromiso cívico.

Avanzando en autos sin conductor

Entre la gran cantidad de posibilidades, queremos destacar tres. La primera es en el ámbito de la movilidad.

Singapur tiene una larga historia de innovación en el campo del transporte. Fue pionero en la tarificación vial, cuando en la década de 1970 se impuso un área de concesión de licencias sobre los vehículos que entran a la ciudad. En 1998, se introdujo el Electronic Road Pricing (ERP), que utiliza tecnología avanzada para escanear a los autos y cobrarle a los conductores una tarifa basada en el tiempo y la demanda de tráfico total.

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ERP tuvo un impacto dramático en la congestión de las carreteras, esquemas similares han sido utilizados como inspiración en todo el mundo, desde Estocolmo hasta Londres y Milán.

Desde entonces, Singapur se ha centrado en los últimos avances en la movilidad, especialmente en automóviles de auto-conducción (o autónomos). En 2014, el Gobierno convocó a un comité de alto nivel llamado el‘Committee for Autonomous Road Transport’de Singapur, conocido como CARS (por sus siglas en inglés) – algo que podemos predecir con certeza es que el Singapur de 2065 no será menos proclive a los comités y acrónimos.

Mientras escribimos esto, a mediados de 2015, la tecnología de conducción autónoma ya ha madurado hasta un punto donde puede ser probada e implementada de manera viable en espacios urbanos reales.

En lugar de ser un “auto por familia”, un vehículo podría ser compartido por la gente de un barrio, un clúster de oficinas o incluso una comunidad de redes sociales.

Dos estudios recientes realizados por el equipo de Movilidad de Futuro Inteligente del Instituto de Tecnología de Massachusetts (del MIT) trataron de modelar y probar este futuro de compartir vehículos. Muestran que (en teoría) la demanda de transporte de una gran ciudad como Londres, Nueva York o Singapur podría satisfacerse con sólo una quinta parte de la cantidad de automóviles que se encuentran en uso hoy en día. Si los autos sin conductor compartidos se convierten en una realidad, para 2065, las ciudades de todo el planeta serán capaces de recuperar gran parte del espacio que está actualmente utilizado en estacionamientos. Las calles pueden ser alineadas con los espacios públicos, mini-jardines o parques de energía renovables.

ANÁLISIS DE RESIDUOS

Otra área de la transformación en las ciudades podría ser la de los residuos y gestión de residuos.

Hoy en día, la cadena de suministro global se ha vuelto muy sofisticada –la fabricación y el montaje globalizado significa que los productos y componentes viajan a través de la faz de la tierra, a menudo por separado, antes de ser ensamblarlas y, finalmente, llegan a las manos de un consumidor.

Mientras que ahora las empresas le hacen un seguimiento a los componentes antes de ensamblarlos, no se tienen mucho conocimiento de lo que ocurre con la basura – lo que podría llamarse la “cadena de eliminación”.

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Tecnología para la óptima gestión de los residuos, por Urbiotica

Inspirado por el reciente proyecto Trash Track del MIT, podemos imaginar un futuro cercano en el que cada objeto está etiquetado y se le hace un seguimiento en línea. Los productos pueden ser rastreados a través de todo su ciclo de vida. Piense en su teléfono móvil – si se etiquetan sus componentes, puede ser desmontado después de ser cambiadopor un nuevo modelo, y cada componente podría entonces ser reciclado o dado una segunda vida en un aparato diferente.

El reciclaje podría llegar a ser casi omnipresente, ya que los elementos individuales son procesados ​​y reutilizados por separado.

Además, los dispositivos digital-biológicos nos pueden dar una gran comprensión de la salud en zonas urbanas enteras. Otro proyecto del MIT llamado “Underworlds”, por ejemplo, está probando la integración de los monitores inteligentes en un lugar inesperado – las alcantarillas.

La “plataforma inteligente de aguas residuales” recoge y analiza la información bioquímica de las aguas residuales. En las aguas residuales de una ciudad se refleja una amplia gama de actividades humanas y puede surgir toda una serie de aplicaciones de toma de muestras de aguas residuales y secuenciación.

Una aplicación temprana podría ser la predicción de brotes infecciosos antes de que surjan los síntomas. Las alertas tempranas en los centros urbanos pueden reducir significativamente los costos médicos de una comunidad, salvar vidas y ayudar a prevenir las pandemias. Los investigadores pueden estudiar la forma en que se desarrollan las enfermedades no transmisibles, ya que los biomarcadores para enfermedades como la obesidad y la diabetes pueden ser medidos y seguidos.

PAREDES FLUIDAS

Incluso la arquitectura de Singapur puede comenzar a cobrar vida en el futuro. Los edificios actuales operan por aproximación, satisfaciendo el pico de la demanda en lugar de la necesidad real, ya sea con la iluminación o la temperatura o el espacio.

Por ejemplo, si una persona está en una habitación, todo estará iluminado y con temperatura controlada. Una pequeña clase de nueve estudiantes usarán la misma habitación que una clase de 30. A medida que nuestros edificios se vuelven cada vez más digitales, serán capaces de responder mejor a nuestro comportamiento.

Para lograr esto, la arquitectura será físicamente más flexible: Piensen en paredes y techos y tabiques plegables y desplegables. Los edificios son una especie de “tercera piel” – después de nuestra piel biológica y nuestra ropa –que ha sido rígida toda su vida.

Con mejor data, el entorno construido podrá adaptarse a nosotros:una arquitectura viva que se adapta a la medida de sus habitantes. La arquitectura podría envolverse alrededor de nosotros, en base a nuestras necesidades. Los sistemas de control de clima futuro, por ejemplo, van a percibir la ubicación de las personas y crear zonas térmicas personales de comodidad.

Los espacios dinámicos podrían cambiar de tamaño y configuración para adaptarse a las necesidades de las personas, convirtiéndose en una cafetería, una oficina o una sala de cine en diferentes momentos del día.

Para una ciudad con espacio limitado, como Singapur, borrar la rigidez de los espacios arquitectónicos permitirá que se derive un mayor valor por la misma superficie.

El espacio construido no sólo será responsivo, sino que también reunirá data. Esto será especialmente relevante en Singapur, donde la población está envejeciendo rápidamente.

Con monitores que siempre estarán prendidos y vinculados directamente a un hospital, los pacientes pueden ser más libres, vivir cómodamente en casa, mientras que un médico a distancia está constante en servicio.

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Una posible ciudad del futuro, Gizmodo

Autos sin conductor compartidos. Basura que tiene un seguimiento y revela el movimiento de las enfermedades. Paredes y edificios que se adaptan alrededor de nuestras necesidades.

Estas son todas las visiones de futuro de la vida urbana, ¿pero, sucederán? La respuesta honesta es no, probablemente no. Nuestro escenario del futuro en este ensayo no se basa en la predicción, sino en la extrapolación – escuchar las débiles señales de la vanguardia de la tecnología actual y proyectar la forma en que podrían desarrollarse en el futuro, sobre todo a medida que interactúan entre sí.

Los autos sin conductor, por ejemplo, se están probando en Singapur, al igual que los sensores de basura y la arquitectura fluida está progresando.

Tomamos en cuenta la dirección del progreso actual, como un vector de orientación para nuestras ideas acerca de Singapur en 50 años. Esto nos da una dirección, pero eso no quiere decir que estas ideas llegarán a suceder.

En el año 1900, el periódico Boston Globe publicó un artículo titulado ‘Boston al final del siglo 20’, un retrato brillante de la futura ciudad. El autor, Thomas Anderson, imaginó dirigibles flotando suavemente sobre aceras móviles y un correo neumático que despachaba de todo, desde periódicos hasta los alimentos – no se hizo realidad.

Las gafas futuristas se ven empañadas por un simple hecho: Las innovaciones más importantes tienden a pasar por una disrupción – ideas tan radicales que oscurecen la línea de visión de las tendencias y la extrapolación. Nadie podría haber predicho el descubrimiento del Internet y su impacto en nuestra sociedad, por ejemplo. No importa cómo nos imaginamos la ciudad del futuro, sin duda va a tener un aspecto diferente.

Para el Singapur de 2065, leyendo los archivos de The Straits Times, ¿pareceremos tan tontos como Thomas Anderson? Tal vez, pero este esfuerzo no es ciertamente inútil. Extrapolando e imaginando un futuro urbano, podemos trabajar de forma colectiva en una discusión sobre cómo debe desarrollarse nuestra ciudad. Una Nación inteligente – para utilizar el lema acuñado el año pasado por el Gobierno – es tan inteligente como sus residentes.

Juntos, podemos decidir lo que es o no es deseable – explorando posibles escenarios que nos ayudarán a transformar el presente.

Si el axioma de Alan Kay es cierto – “la mejor manera de predecir el futuro es inventarlo” – entonces es importante involucrar a la mayor cantidad de puntos de vista e ideas y voces que podamos. Este artículo podría ser completamente ridículo, pero parte de la discusión provocada por The Straits Times de hecho podría ser un paso importante hacia la invención de la Singapur de 2065.




Activismo de la Confiep de Singapur

Activismo de la Confiep de Singapur

Federación Empresarial de Singapur (SBF) plantea sus  recomendaciones para los próximos 50 años

Singapur acaba de celebrar sus primeros 50 años de vida con justificada pompa y alegría. Este pequeño país-isla ha logrado, de la mano de su fundador Lee Kuan Yew, fallecido solo meses antes de las bodas de oro, un estándar de vida extraordinario, con un PBI pc de US$ 56,284 y una esperanza de vida de 84 años. La base del éxito de Singapur está en la orientación de su economía: abierta al mundo y a la inversión privada, un modelo educativo de primer nivel, meritocracia entre los funcionarios y trabajadores del Estado y una férrea disciplina institucional que prácticamente ha evitado toda forma de corrupción. (Ver en Lampadia: 10 razones que explican el éxito de Singapur).

Ahora, el gobierno, el sector privado y académico, se proyectan para establecer la visión y estrategia de desarrollo de los próximos 50 años: SP100 (Singapur-100 años al 2065). 

Visión de Singapur al 2065 por destacados pensadores

El Perú, con casi cuatro veces más años de vida que Singapur, es aún un proyecto inacabado y en gran medida poco exitoso. Un ‘país en construcción’ con problemas en sus cimientos. Es casi ocioso reiterar nuestras debilidades institucionales, nuestro atraso en educación y salud, las deficiencia del Estado y, por supuesto, nuestra pobreza relativa a esa extraordinaria experiencia de desarrollo de una pequeña isla por la que nadie daba medio. 

Hoy estamos en medio de un gran desorden: Se ha debilitado aún más la confianza en nuestras instituciones y en nuestros líderes. Hemos parado el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Se nos viene una ‘cuarta revolución industrial’ que será disruptiva del empleo y la educación. Las ideologías siguen turbando nuestra visión de desarrollo. Y estamos en un proceso electoral con 19 candidatos que empezando la campaña, ya muestran, en muchos casos, terribles debilidades, nos llenan de diagnósticos superficiales y proponen todo tipo de barbaridades.

Uno esperaría que ante semejante escenario, nuestra sociedad civil tomara cartas en el asunto y participara propositivamente en el debate nacional. Pero sucede todo lo contrario, la sociedad civil ha apagado sus reflectores y megáfonos. ‘Mutis por el foro’. No se escucha a nuestros gremios empresariales ni a nuestros académicos e intelectuales.

Esto no debe seguir. Por ello estamos mostrando en esta nota el ejemplo de Singapur, un país exitoso avenido a pensar institucionalmente en su futuro. Todavía tenemos tiempo de reaccionar. Por ejemplo, IPAE podría difundir la propuesta de: “Visión del Perú al Tercio de Siglo”, que se presentó en CADE 2014, debidamente aprobada por su directorio y que duerme el sueño de los justos.

¡Vamos, no es momento para colocarse de costado! Lampadia

Propuestas de la Federación Empresarial de Singapur

Por Lee U-Wen

Publicado por The Business Times de Singapur

6 y 7 de enero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La Federación Empresarial de Singapur (SBF) ha emitido una propuesta al Gobierno para reforzar la competitividad global de Singapur.

En un documento de 32 páginas publicado hace pocos días, el SBF hizo hincapié en la necesidad de emprender una “revisión profunda” de las estrategias existentes en el país y buscar nuevas respuestas para hacerles frente.

“Prevemos un Singapur ‘enchufado’ en la economía global y apoyando a muchos tipos diferentes de empresas, utilizando la tecnología y palanqueando nuestra propiedad intelectual que nos hace singularmente competitivos”, dijo el diario.

Las recomendaciones fueron preparadas por 28 asociaciones de comercio y cerca de 70 líderes empresariales, académicos y economistas durante seis meses y se refieren al corto, mediano y largo plazo.

En el corto plazo, la propuesta insta al gobierno a ayudar a las empresas que tendrán aumento de costos de mano de obra.

En el mediano y largo plazo, el documento pide al gobierno crear una economía que no esté limitada por las fronteras geográficas de Singapur y que desarrolle el país como un hub (centro) de liderazgo, investigación y desarrollo, innovación y actividades de crecimiento.

El nuevo gobierno tiene ahora un nuevo y fuerte mandato. No hay mejor momento que ahora para tomar medidas audaces y decisivas que fortalezcan la posición de Singapur en la economía global, ahora y en el largo plazo, dijo el presidente de SBF Teo Siong Seng.

La SBF plantea: Invertir parte de los fondos de pensiones (Fondo Central de Previsión) en el mercado de valores local (en Singapur, por ley, solo se pueden invertir en el exterior). Nombrar un ministro que supervise los esfuerzos del gobierno para el desarrollo de las empresas locales y usar más de las reservas para ayudar a las empresas a que se expandan en el extranjero.

También afirman que hay un cierto margen para explorar el desarrollo de una nueva plataforma de mercado de valores que haga frente a la brecha entre las empresas líderes y las más pequeñas, denominadas de “clase media”. Estas empresas son aquellas que han logrado un rendimiento estable, pero que por su tamaño tienen dificultades para competir por financiamiento.

Es necesario que más empresas locales extiendan sus alas en el extranjero:  “necesitamos una buena ‘puesta en escena’ para ayudar a nuestras empresas que vayan al extranjero,” dijo Teh Kok Peng. “No se está pidiendo la intervención indebida del gobierno. Si la intervención se realiza con incentivos adecuados, las empresas pueden lograr un buen desempeño en el extranjero y aprender a tomar riesgos y fracasar”, añadió.

“A pesar de todas las dificultades, queremos animar a nuestras empresas a asumir los retos y aventurarse en el extranjero, si pueden. Pero tenemos que actuar con decisión o arriesgarnos a un fracaso mayor en los próximos años”, dijo Teo.

SBF: Construyendo el espíritu empresarial desde temprano en las escuelas

Hay una necesidad de seguir fomentando una mentalidad y una cultura más empresarial en Singapur, y este esfuerzo podría comenzar en la escuela primaria, dijo  la SBF. Introduciendo programación, ingeniería y robótica desde temprano en las escuelas primarias y secundarias, para permitirle a los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades en la creación de soluciones.

Se señaló que las iniciativas gubernamentales existentes fueron dirigidas en gran parte al lanzamiento de empresas start-ups y al crecimiento de ellas aquí, pero es igual de importante ayudar a ampliar los servicios para servir a los mercados más allá de las costas de Singapur.

Sobre la cuestión de la preparación del talento, el SBF sugirió que el gobierno ofrezca becas más públicas. La SBF señaló que los funcionarios públicos podrían trasladarse a trabajar en el sector privado, así tendrían una “mejor comprensión” de las preocupaciones del sector.

“Las condiciones de negocio a nivel local y regional serán un gran reto con el débil crecimiento de la economía mundial, como se prevé para los próximos tres años. Ahora es un momento para buscar ajustes de política que mejoren el tránsito de las empresas al futuro económico de Singapur”. Lampadia

 

 




Singapur piensa y planea su futuro

Singapur piensa y planea su futuro

Comentario de Lampadia

Probablemente Singapur ha sido el país más exitoso del mundo durante los últimos 50 años. Hace pocos meses ha celebrado su cincuentenario, solo meses después del fallecimiento de su fundador y líder, Lee Kuan Yew.

Como hemos difundido en publicaciones anteriores, Lee Kuan Yew (maestro de Deng Xiaoping de China) dirigió un Estado bastante autoritario, pero además de alcanzar un éxito económico y social espectacular, Singapur logró ser uno de los países más ordenado y con menos corrupción del mundo. Uno de sus desarrollos más importantes ha sido el establecimiento de la meritocracia entre los funcionarios públicos. Ver en Lampadia: 10 razones que explican el éxito de Singapur e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

Conferencia “The Future of us” en Singapur, mostrando el futuro del horizonte de  la ciudad en hologramas.

El ejemplo de Singapur es muy importante para el Perú, especialmente en medio de un proceso electoral. Por ello, compartimos un artículo de Peter Schwartz sobre los retos de los próximos 50 años de Singapur. Interesante ver como un país tan exitoso se avoca a pensar en su futuro. (Schwartz es un líder global en pensamiento futurista y estrategia de negocios. Su libro “The Art of the Long View” fue pionero en la planificación por escenarios. Ha sido jefe de planeamiento de Royal Dutch/Shell).

¿Ciudad del mundo o del olvido?

Escrito por Peter Schwartz

Publicado en el libro: SG100? [100 años de Singapur]

Editado por Chua Mui Hoong.

Traducido y glosado por Lampadia

 

El Singapur de 2065 podría ser una capital mundial de torres relucientes, talento creativo, mucho poder, influencia y riqueza; el centro más importante de una región de paz y prosperidad; y una inspiración para aquellos que sueñan con lo que se necesita para construir una mejor sociedad.

O, contrariamente, al 2065, Singapur podría ser una gloria ya desvanecida, no un mal lugar para vivir, pero con mejor pasado que futuro.

Hay una tercera posibilidad, la de una ciudad desarrollada con un crecimiento lento, pero eso  llevaría a la ciudad-estado hacia un declive lento pero inexorable.

¿Hacia dónde va Singapur? ¿Cuáles son las tendencias que marcarán sus posibilidades? ¿A qué debe aspirar en los próximos 50 años?

Como futurista, asociado por más de tres décadas con Singapur, he tenido el privilegio de mantener conversaciones periódicas con su primer Primer Ministro, Lee Kuan Yew, e intercambiar puntos de vista sobre hacia dónde se dirige el mundo. El éxito de Singapur se debe en gran medida a su liderazgo, convirtiéndose en uno de los más grandes líderes políticos y económicos del siglo 20. Murió en marzo del año pasado y el reto será sostener su legado.

Yo diría que Singapur se ha estado moviendo en la dirección correcta, manteniéndose abierto al talento e incentivando la innovación. La pregunta es si es que eso se puede sostener.

Desde su independencia en 1965, sus principales aspiraciones fueron la seguridad, estabilidad y prosperidad. Para el futuro, Singapur necesita tener sueños que continúen atrayendo al talento. Para que esos sueños se vuelvan realidad, tienen que unirse con las fuerzas motrices y el espíritu que dan forma a los nuevos tiempos, como lo hicieron durante su independencia.

¿Qué determinará si Singapur se convierte en una ciudad de nivel global o cae en el olvido? ¿Qué fuerzas moldearán su futuro? Algunas están fuera del control de su, como el equilibrio de poderes global y la estabilidad regional. Otros – como la calidad de la gobernanza o la capacidad para explotar nuevos conocimientos – están bajo el control de Singapur.

Fuerzas a largo plazo

Hay algunas fuerzas a largo plazo que son predecibles. La población no puede crecer mucho más, podría añadir alrededor de otro millón de personas, en su mayoría inmigrantes y sobre todo jóvenes. La población actual será inevitablemente mayor. Incluso si la mayoría siguen siendo sanos, fuertes y permanecen en la fuerza laboral por más tiempo, muchos serán tan mayores a mediados de siglo que aumentará considerablemente el nivel de dependencia. Al 2065, Singapur tiene que estar preparado para gestionar una población muy mayor y enferma  e invitar a jóvenes inmigrantes para sostener una población que envejece.

Como parte de mi trabajo con el Centro para los Futuros Estratégicos de la Oficina del Primer Ministro, estudié el impacto del cambio climático. La necesidad de adaptarse también es predecible. El clima será muy variable y aumentará el nivel del mar.

En cuanto a la energía, espero que la era de los combustibles fósiles ya haya terminado para el 2065. A menos que haya un gran avance en la energía renovable, Singapur será un país totalmente eléctrico, incluyendo los autos eléctricos, generados por la energía nuclear.

Incertidumbres por delante

Mientras algunas tendencias son predecibles, la mayoría son inciertas. La primera pregunta es si la economía va a ser capaz de sostener el crecimiento económico y si ese crecimiento será equitativo.

50 años de crecimiento lento todavía dejarían a Singapur increíblemente rico. Pero la creación de una vasta riqueza en manos de sólo unos pocos no será considerada como éxito.

Para que el crecimiento sea equitativo, tendrán que salir adelante nuevas industrias que empleen a un gran número de personas en trabajos de alto valor. Las personas necesitan ser entrenadas para llenar esos puestos de trabajo. No hay ninguna garantía de éxito en ambos retos.

La vieja economía industrial dará paso, inevitablemente, a una nueva economía basada en  ideas y habilidades en alta tecnología, salud, finanzas y turismo. Singapur está bien posicionado para tomar ventaja en los cuatro escenarios.

La incertidumbre más importante, bajo control de Singapur, es la continuación del éxito del sistema político y la gobernanza. Después del nacimiento de la nación, se cumplió con la visión de la primera mitad del siglo. ¿Podrá continuar así durante los segundos 50 años?

El éxito es el peor enemigo del cambio. ¿Por qué molestarse en cambiar cuando las cosas  funcionan? Pero es justamente ahí dónde se tiene más margen de maniobra y recursos para actuar. ¿Cómo debe hacer Singapur para no convertirse en una burocracia sofocante casada con el status quo? ¿Hará la burocracia espacio para los jóvenes ambiciosos? ¿Cómo puede el gobierno moverse y adaptarse al ritmo del mundo moderno? ¿Las iniciativas como la ‘Smart Nation’ de Singapur, será un modelo permanente del futuro gobierno? ¿El alto rendimiento y la casi ausencia completa de corrupción, lograrán sostener la legitimidad del sistema con su  pueblo?

Las respuestas a todas estas preguntas no están determinadas y serán hechas por la gente, la calidad de liderazgo y por eventos más allá de su control.

Las fuerzas más vitales y fuera de control de Singapur son la política y la economía de la región. La mayoría de las tendencias regionales en los últimos años han sido bastante positivas económica y políticamente. ¿Seguirán sus vecinos y socios, mejorando o recaerán en la incompetencia, la corrupción, la pobreza y la conflictividad? En el primer caso se dan las condiciones propicias para el éxito. El último escenario haría que sea muy difícil tener éxito.

En el peor de los casos, un gran conflicto que involucre a grandes países como China, Japón, India o Estados Unidos dañaría enormemente las perspectivas de la región y de Singapur. Por otro lado, el aumento de la integración y la coherencia puede inducir a todos a acelerar el crecimiento y la prosperidad.

La incertidumbre final es qué papel va a jugar Singapur en el mundo. Ya es un ejemplo de éxito para el desarrollo de muchas otras ciudades. Pero si se estanca y es atrapada por su propio éxito, su ejemplo se desvanecerá.

Si utiliza la plataforma de su éxito para aspirar a un papel aún más importante, entonces seguirá siendo un ejemplo brillante de cómo construir el éxito y seguir atrayendo el talento que necesita para sobresalir.

5 maneras de ser una capital mundial

Al 2065, el 80 por ciento de la población mundial vivirá en las ciudades.

Las ciudades están donde nacen las ideas, donde ocurre el crecimiento y donde se abordan los problemas. Entre las muchas grandes ciudades del planeta, solo unas pocas se destacan como las más importantes, incluso si no son las capitales de sus países. Estas incluyen Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Shanghai, Bombay y Sao Paulo. A ellas va el talento más brillante y es dónde se está creando el futuro.

En esta competencia entre ciudades, una ciudad-estado en la que escasea la tierra y no hay recursos minerales, no está en desventaja. Singapur puede competir con las mejores ciudades. ¿Cómo?

Singapur puede aspirar a una combinación de cinco objetivos para los que está bien posicionado. La medida del éxito no es cuántos puestos de trabajo son creados directamente. Más bien se trata de atraer el talento necesario para crear un ecosistema económico de constante evolución de nuevos sectores.

El mejor ejemplo de esto es el Bay Area de San Francisco, en el que vivo. El talento fluye y atrae aún más talento, conduciendo a una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. Esto es en lo que Singapur ya se está convirtiendo y lo que necesita para seguir creciendo.

Una población que envejece a nivel mundial va a querer el acceso a la mejor atención médica del planeta. Singapur ya es un centro de salud para la región con rápido crecimiento en investigación y desarrollo.

Singapur también ha realizado importantes inversiones para ampliar sus capacidades en  educación e investigación. En una economía mundial impulsada por el talento y nuevas ideas, Singapur tiene el potencial de ser otro Silicon Valley, generando tanto investigación básica como las ideas que crean valor económico, nueva riqueza y estatus. No es difícil imaginar el día en que los singapurenses – o las personas que trabajan en Singapur – ganen premios Nobel y creen el próxima Intel o Google.

Muchas de las grandes ciudades del mundo son el hogar de instituciones globales como las Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud. El mundo necesita una Agencia de Protección Ambiental. Singapur podría ser su hogar.

Debido a su ubicación en el ecuador, Singapur es un lugar ideal para lanzar cohetes a órbitas terrestres. Al 2065, el costo de orbitar habrá caído drásticamente y más actividades económicas y turísticas se basarán en el lanzamiento orbital. Singapur podría ser un gran puerto espacial.

Finalmente, Singapur tiene una de las mejores organizaciones policiales, militares y de inteligencia de la región. Los problemas de seguridad seguirán siendo fundamentales para la estabilidad regional. El tamaño pequeño de Singapur le da la ventaja de ser considerado como ‘no amenazante’. Además, ya se le reconoce como especialmente competente.

Singapur podría dirigir nuevos esfuerzos de seguridad regional para hacer frente a la delincuencia y las tensiones interestatales. Lo peor que le puede pasar sería una guerra regional destructiva o un aumento dramático en el crimen. Su liderazgo en materia de seguridad podría ayudarlo a mitigar esos riesgos.

Al juntar todas estas fuerzas, es posible describir dos posibles futuros:

  • Si Singapur no logra convertirse en la potencia económica de las nuevas industrias, si su Gobierno se vuelve esclerótico y corrupto, si la región es caótica y violenta y si se aspira a mantener sólo el status quo – entonces, al 2065, Singapur será una ciudad olvidada e irrelevante de la que saldrá talento, una nación en decadencia, con un poco de gracia.
  • Si, por el contrario, tiene una transición exitosa a la economía de las ideas; si la vitalidad, la competencia y la legitimidad de su gobierno se mantienen; si la región es estable y próspera, entonces será una verdadera capital mundial, la ciudad del futuro en 2065.

La elección está en manos de la gente de Singapur. Lampadia




Una mirada a China sin tantos prejuicios

Una mirada a China sin tantos prejuicios

El análisis sobre la evolución y perspectivas de China de David Pilling, del Financial Times, que publicamos a continuación, nos ayuda a entender su nuevo espacio en el concierto global sin los lentes oscuros con los que muchas veces se ve su rol por parte de EEUU y los países Europeos.

La presencia determinante de China en los acontecimientos económicos, sociales y políticos es incuestionable e inevitable. Como dice Kishore Mahbubani, el decano de la Universidad Lee Kuan Yew de Singapur, cuando aparece una nueva potencia hay dos opciones de política, el tradicional y usual en la historia, de resistencia y enfrentamiento, o el de convergencia, buscando la suma positiva.

Hasta ahora, lamentablemente, tememos la primera opción como la más probable. Ojalá, la humanidad sepa ponderar esta situación debidamente. Lampadia   

Celebremos el ascenso de la imperfecta y febril China

Escrito por David Pilling, publicado en Financial Times el 16 de diciembre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

A pesar de todos los riesgos, debemos celebrar su ascenso a ser la segunda economía más grande del mundo

Es fácil imaginar que el tren de carga de la economía China pueda descarrilarse. Cuando llegué a Asia hace 14 años, mucha gente en Japón, donde la economía era entonces tres veces el tamaño de la de China en términos nominales, predecían precisamente eso. Seguramente pensaron que el sistema debería derrumbarse bajo sus propias contradicciones.

Era, después de todo, una economía dirigida por el Estado, propensa a una mala asignación de capital y dependiente de una inversión derrochadora. Tenía un aparato político represivo que gastaba más en seguridad interior que en la defensa nacional.

La ira de los funcionarios del partido comunista iba creciendo, muchos de los cuales estaban metidos en corrupción y participaban en el acaparamiento de tierras en una escala masiva. Medido crudamente, la economía estaba produciendo un crecimiento sorprendente. Sin embargo, estaba envenenando el aire, el agua y, no en pocas ocasiones, a los propios ciudadanos de China.

No hay nada de ese análisis que esté equivocado. La conclusión, sin embargo, de que las tensiones inherentes llevarían a un caos social y derrumbarían el sistema fue una ilusión.

Subestimó los logros del partido comunista en traer mejoras tangibles a las vidas de cientos de millones de personas. Se subestimó, también, la fuerza de su mensaje patriótico: que, después de más de 100 años de humillación, China había logrado, finalmente “levantarse”, según auguró Mao Zedong.

Debido a algunas medidas, en lugar de derrumbarse, China ha ido viento en popa, de fortaleza en fortaleza. Su producción es más del doble del tamaño de la de Japón. En términos de paridad de poder adquisitivo, superó a los EEUU el año pasado, por lo que es la mayor economía del mundo. En sólo 15 años, su producto bruto interno per cápita ha pasado de un 8 % del nivel de EEUU al 25 %.

En Japón, muchos esperan en secreto que China cometa un error. No sin razón, temen un poderoso vecino vengativo con el libro de historia en la mano. Sin embargo, en América y Europa, también algunos han sido culpables de suponer que China es un castillo de naipes.

Libros con títulos como The Coming Collapse of China (El Venidero Colapso de China) han sido guías durante años. Es posible señalar los defectos y las injusticias del sistema autoritario sin predecir su inminente desaparición. En algún momento, el Partido Comunista cederá a otra cosa. Todas las dinastías caen. Sin embargo, con toda seguridad va a permanecer en el poder más tiempo del que muchos esperan.

El ascenso de China es el evento más importante de nuestra época. En las mentes de muchos occidentales, se vio ensombrecida por la amenaza del terrorismo y por una revolución tecnológica que trajo consigo regalos binarios de oportunidad y destrucción. Sin embargo, las consecuencias de la renovación de una nación que contiene una quinta parte de la población del mundo serán profundas, llevando el centro de gravedad del mundo de oeste a este.

Económicamente, ya ha transformado las perspectivas de los productores de materias primas desde Angola a Australia, a pesar de la reciente caída de los precios de los commodities por la desaceleración de China.

Políticamente, ha cambiado los cálculos de casi todas las naciones. EEUU ha girado a Asia incluso mientras sus diplomáticos ponderan la viabilidad de continuar las garantías de seguridad incondicionales para Japón y Taiwán. Atraídos por el imán de los negocios y el poder, el Reino Unido ha desafiado a Washington al unirse a un banco chino diseñado para desafiar el orden de posguerra,  personificado por las instituciones de Bretton Woods.

China ha demostrado que el éxito de Japón puede ser emulado, si bien no igualado, en una escala mucho más grande

Hay riesgos para el ascenso de China. Hay dos que destacan. El primero es la guerra. El récord de la humanidad en el ajuste hacia potencias emergentes no es bueno. A medida que se vuelve más fuerte, Pekín no aceptará la Pax Americana, al menos en lo que considera su área natural de influencia. Las posturas de China y EEUU alrededor de las islas artificiales en el Mar Meridional de China es un signo de lo que vendrá. Al igual que brotes de un nacionalismo enojado dirigido a Japón.

El segundo es el medio ambiente. Es comprensible que los chinos aspiren a un nivel de vida como el de EEUU, con los autos y las refrigeradoras de tamaños americanos. Lo mismo ocurre con los 1.3 mil millones de indios y cientos de millones más en Asia, África y América Latina. No está claro que el planeta pueda sostener tales ambiciones. Sin significativos avances tecnológicos, probablemente algo tendría que ceder. Esto nos lleva de nuevo a los conflictos.

A pesar de todos los riesgos, el ascenso de China debe ser celebrado. El Japón de la posguerra demostró al mundo que la prosperidad y la modernidad no fueron del dominio exclusivo de los blancos europeos y americanos. China ha demostrado que el éxito de Japón puede ser emulado, si abien no igualado, en una escala mucho más grande.

Este podría parecer un momento extraño para celebrar. ¿No se está viniendo a pedazos el modelo chino? El crecimiento ha caído más rápidamente de lo que muchos habían imaginado. Podría caer mucho más todavía. Eso podría precipitar una crisis financiera. La deuda se ha duplicado desde 2009. No fue difícil cubrir las grietas en el sistema con un crecimiento de dos dígitos. En 3 por ciento, podría no ser tan fácil.

Incluso si se evita la crisis completa, China simplemente puede quedarse atascada. Su fuerza laboral se está reduciendo. Su población está envejeciendo rápidamente. En sólo 15 años, casi una cuarta parte de su población tendrá más de 65. ¿No parecen ahora los fatalistas, adivinos?

En realidad, China no tiene que hacer gran cosa para cambiar el mundo. Debido a la magnitud de su población, si su gente a alcanza sólo la mitad del nivel de vida de los EEUU, su economía sería el doble de grande.

The Rise and Fall of Great Powers (Auge y caída de las grandes potencias), por el profesor Paul Kennedy de la Universidad de Yale, sugiere que el poder militar y diplomático será lo siguiente. Aquellos que buscan fisuras en el sistema, las encontrarán en abundancia. Aquellos que imaginan que “la amenaza china” está a punto de desaparecer, se sentirán decepcionados. L

 

 




Otra de las trampas en que cayó nuestro país

Otra de las trampas en que cayó nuestro país

Comentario de Lampadia

El pobre liderazgo de nuestro país nos hizo tropezar con todas las piedras que algunos políticos y economistas equivocados, o mal intencionados, sembraron en la segunda mitad del siglo XX en diversas partes del mundo. Entonces, abrazamos todas las ideas equivocadas y terminamos generando un “apagón de producción e inversión” (60s, 70s y 80s) que marcó el empobrecimiento generalizados de todo el Perú: ciudadanos, empresarios y Estado.

La promoción de ideas como el no alineamiento, la sustitución de importaciones, el crecimiento endógeno, el proteccionismo, la integración entre pobres e iguales, el Estado empresario, etc., crearon una suerte  de lluvia ácida que malogró buena parte de los cerebros de más de una generación. Fue así, como importamos estos conceptos  que Moisés Naim llama “ideas muertas”.

Por más increíble que pueda parecer, todavía tenemos en la política peruana gente que sigue anclada en estos paradigmas mentales. Desde los años 60, el mundo ha visto historias de éxito extraordinarias. Varias olas de países salieron de la pobreza, empezando por los tigres asiáticos y terminando con las repúblicas subyugadas por el  imperio soviético, como Polonia. En el camino, se dio la gran transformación económica de China hace 40 años. El liderazgo de Deng Xiaoping, inspirado por Lee Kuan Yew de Singapur, permitió el despegue chino que todos admiran. Lee instauró la meritocracia en el Estado (pagando los mejores sueldos a sus funcionarios), la tolerancia cero con la corrupción y un crecimiento económico que los llevó a superar la calidad de vida de los estadounidenses.

Los peruanos hemos vivido en carne propia el impacto de las ideas muertas y de las que nos llevaron de regreso a la racionalidad económica, la apertura comercial, la inversión privada y el fomento de las exportaciones.

Esperamos que el tropezón de los últimos años eligiendo a alguien que proponía y respiraba las mismas ideas equivocadas, que, ciertamente, no llegó a implantar en integridad, pero que rompió nuestro ciclo virtuoso de crecimiento, sea la última lección que nos permita tomar con seguridad y persistencia el camino del desarrollo integral, sostenible y duradero.

La siguiente nota del Economist Espresso, nos permite recordar y reaccionar…

 

El nuevo orden: África y Asia se unen

Publicado en The Economist Espresso

 

Hace sesenta años, los líderes de 25 países de Asia y África, la mayoría de ellos recientemente independizados, se reunieron en Bandung, capital de la provincia de Java Occidental de Indonesia. El Movimiento de Países No Alineados, una confederación de países que no manifestaron bandos durante la Guerra Fría, surgió de esa reunión. Hoy, los delegados de más de 80 países de los dos continentes, incluyendo 34 jefes de Estado, marcarán el aniversario de diamante de la conferencia. En 1955 Asia y África representaron menos de una cuarta parte del PBI mundial; hoy su participación es de alrededor de dos quintas partes. El comercio entre Asia y África creció de 13.9 mil millones dólares en 1990 a $ 276.6 mil millones en el 2014, impulsado por algunas de las economías nacionales de más rápido crecimiento en el mundo (Etiopía encabeza la tabla en 2014 con 10.3%). Y así como hace 60 años la conferencia produjo una fuerte denuncia del colonialismo, este miércoles el presidente de Indonesia inició el procedimiento pidiendo un “nuevo orden económico internacional…  abierto a nuevas potencias económicas emergentes.”

 

 

 




El verdadero modelo de Singapur

El verdadero modelo de Singapur

Minxin Pei en Project Syndicate

La muerte de Lee Kuan Yew, el padre fundador de Singapur, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre su legado -y, quizá más importante, sobre si ese legado se ha entendido correctamente.

Durante sus 31 años como primer ministro, Lee diseñó un sistema único de gobierno, equilibrando intrincadamente autoritarismo con democracia y capitalismo estatal con libre mercado. Conocida como “el modelo Singapur”, la marca de gobernanza de Lee suele caracterizarse erróneamente como una dictadura unipartidaria sobreimpuesta a una economía de libre mercado. Su éxito a la hora de transformar a Singapur en una ciudad-estado próspera suele ser invocado por los regímenes autoritarios como un justificativo para su control férreo de la sociedad -algo que en ningún lugar es más evidente que en China.

De hecho, el presidente chino, Xi Jinping, está implementando una agenda transformadora sumamente influenciada por el modelo Singapur -una guerra implacable contra la corrupción, medidas severas contra el disenso y reformas económicas pro-mercado-. El Partido Comunista Chino (PCC) encuentra en Singapur una visión de su futuro: la perpetuación de su monopolio sobre el poder político en una sociedad capitalista próspera.

Pero el modelo Singapur, como lo entienden las autoridades de China, nunca existió. Emular el modelo de gobierno de Lee -en lugar de su caricatura animada- exigiría permitir un sistema mucho más democrático del que alguna vez toleraría el PCC.

El verdadero secreto del genio político de Lee no fue el uso habilidoso que hizo de prácticas represivas, como iniciar demandas legales contra los medios o sus oponentes políticos. Esas tácticas son frecuentes y ordinarias en regímenes semi-autoritarios. Lo verdaderamente revolucionario que hizo Lee fue utilizar las instituciones democráticas y el régimen de derecho para frenar el apetito predatorio de la elite gobernante de su país.

A diferencia de China, Singapur permite que los partidos de la oposición participen en elecciones competitivas y libres (aunque no necesariamente justas). En la última elección parlamentaria de 2011, seis partidos de la oposición ganaron un 40% de los votos en total. Si el Partido de Acción Popular (PAP), el partido fundado por Lee, perdiera su legitimidad debido a una mala gobernanza, los votantes de Singapur podrían sacarlo del poder.

Al llevar a cabo elecciones competitivas regulares, Lee efectivamente estableció un mecanismo de autorregulación y responsabilidad política -les dio a los votantes de Singapur el poder para decidir si el PAP debería permanecer en el poder-. Este mecanismo de regulación ha mantenido la disciplina al interior de la elite gobernante de Singapur y hace que sus promesas suenen creíbles.

Lamentablemente, el resto del mundo, en su mayoría, nunca le reconoció como corresponde a Lee el haber diseñado un sistema híbrido de autoritarismo y democracia que mejoró marcadamente el bienestar de los ciudadanos de su país, sin someterlos a la brutalidad y opresión a la que han recurrido muchos de los vecinos de Singapur.

China haría bien en adoptar este modelo, introduciendo un grado considerable de democracia y fortaleciendo la obediencia del régimen de derecho. Los 1,400 millones de habitantes de China se beneficiarían inmensamente si sus gobernantes adoptaran instituciones y prácticas políticas al estilo de Singapur. Esto implicaría, como mínimo, legalizar a la oposición política organizada, introducir elecciones competitivas en intervalos regulares y crear un sistema judicial independiente.

Emular a Lee le permitiría a China lograr un inmenso progreso y volverse una sociedad más humana y abierta con un futuro más prometedor. Tristemente, casi no existe ninguna posibilidad de que esto ocurra, al menos no en lo inmediato. Cuando los líderes de China citan el modelo Singapur, lo que tienen en mente se limita a la perpetuación de su poder. Quieren los beneficios de la dominancia política, sin los controles impuestos por un contexto institucional competitivo.

Lee puede haber sido escéptico respecto de los beneficios de la democracia, pero frente a ella no era visceralmente hostil; entendía su utilidad. Por el contrario, los líderes de China ven en la democracia una amenaza ideológica existencial que se debe neutralizar a cualquier costo. Para ellos, permitir incluso un grado módico de democracia como medio de imponer cierta disciplina a la elite es un acto suicida.

Desafortunadamente, Lee ya no está con nosotros. Sería bueno imaginarlo explicándoles a los líderes de China lo verdaderamente innovador del modelo Singapur. Obviamente, esa opción no existe. Pero le correspondería al PCC -aunque más no sea por el simple respeto hacia uno de los grandes estadistas de Asia- impedir la apropiación de la marca Singapur al servicio de una agenda completamente diferente.