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El insano equilibrio entre Estado y empresas

El insano equilibrio entre Estado y empresas

Como hemos escrito en anteriores oportunidades (ver Lampadia: Los Estados frente al Covid 19), producto de la pandemia y los consecuentes salvatajes crediticios a empresas y subsidios a los hogares provistos por el gobierno, los Estados acrecentaron sus cuotas de poder en todas las economías del mundo, desplazando al liberalismo en el quehacer diario de la política pública.

Sin embargo, como fenómeno social y político, esta mayor influencia de los gobiernos en el mundo empresarial, aunque exacerbado por la pandemia, tiene su origen en otros hechos concretos, como el ascenso de Biden al poder en EEUU y sus políticas proteccionistas, el creciente autoritarismo de la dictadura china a la cabeza de Xi Jin Ping y el giro de políticas en Europa con la visión de Macron hacia las denominadas “industrias estratégicas”.

Un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo hace un recuento de estos hechos, a la vez que explica los retos que encararán las empresas con un Estado que poco a poco va dirigiendo la brújula de sus actividades económicas hacia lo que los políticos consideran correcto para sus sociedades.

Compartimos la crítica de The Economist, en que el camino tomado por muchos de estos países es el incorrecto, en tanto excede el papel de promotor y árbitro que deberían tener los Estados en la economía próspera. Ello como ya conocemos por las experiencias de los regímenes comunistas de la Unión Soviética y que hasta el día de hoy perduran en nuestra región Cuba, Venezuela y Nicaragua, termina desalineando los incentivos de las empresas hacia el mercantilismo y la corrupción perpetuadas por las cúpulas de poder de los estados. Pero sobretodo se observa una nula innovación empresarial, una poca profundización de la calidad de los bienes y servicios provistos y finalmente tampoco se observa la reducción de precios que toda economía de mercado debería proveer hacia sus sociedades.

Esperemos que los gobernantes del mundo tomen en cuenta las reflexiones de The Economist y giren sus políticas en torno a una sociedad más libre en donde el Estado limite su actividad hacia la que debería ser su principal fin, proteger la vida, la libertad y la seguridad de las personas, el derecho a la propiedad y la igualdad de oportunidades. Lampadia

Empresas y gobierno
Bienvenidos a la era del estado mandón

Países de todo el mundo quieren someter a las empresas a su voluntad

The Economist
15 de enero de 2022
Traducida y comentada por Lampadia

Las relaciones entre gobiernos y empresas siempre están cambiando. Después de 1945, muchos países buscaron reconstruir la sociedad utilizando empresas que eran de propiedad y administración estatales. En la década de 1980, frente a la esclerosis en Occidente, el estado se retiró para convertirse en un árbitro que supervisa las reglas para que las empresas privadas compitan en un mercado global, una lección aprendida, en cierto modo, por el bloque comunista. Ahora está en marcha una nueva y turbulenta fase, ya que los ciudadanos exigen acción sobre los problemas, desde la justicia social hasta el clima. En respuesta, los gobiernos están dirigiendo a las empresas para que hagan una sociedad más segura y justa, pero sin controlar sus acciones ni sus directorios. En lugar de ser el propietario o el árbitro, el Estado se ha convertido en el conductor del asiento trasero. Este intervencionismo empresarial mandón es bien intencionado. Pero, en última instancia, es un error.

Las señales de este enfoque están en todas partes, como explica nuestro informe especial. 

  • El presidente Joe Biden persigue una agenda de proteccionismo suave, subsidios industriales y regulación justa, con el objetivo de hacer que el hogar de los mercados libres sea seguro para las clases medias. 
  • En China, la represión de la “prosperidad común” de Xi Jinping está diseñada para frenar los excesos de su auge despreocupado y crear una escena empresarial que sea más autosuficiente, dócil y obediente. 
  • La Unión Europea se está alejando de los mercados libres para abrazar la política industrial y la “autonomía estratégica”. 
  • A medida que giran las economías más grandes, también lo hacen las medianas como Gran Bretaña, India y México. Fundamentalmente, en la mayoría de las democracias, el atractivo de la intervención es bipartidista. A pocos políticos les gusta pelear unas elecciones en una plataforma de fronteras abiertas y mercados libres.

Eso se debe a que muchos ciudadanos temen que los mercados y sus árbitros no estén a la altura. La crisis financiera y la lenta recuperación amplificaron la ira por la desigualdad. Otras preocupaciones son más recientes. Las diez compañías tecnológicas más grandes del mundo son más del doble de grandes que hace cinco años y, a veces, parecen comportarse como si estuvieran por encima de la ley. El trasfondo geopolítico está muy lejos de la década de 1990, cuando la expansión del comercio y la democracia prometían ir de la mano, y de la guerra fría, cuando Occidente y la Unión Soviética tenían pocos vínculos comerciales. Ahora Occidente y la China totalitaria son rivales, pero están económicamente entrelazados. Las cadenas de suministro bloqueadas están provocando inflación, lo que refuerza la percepción de que la globalización está demasiado extendida. Y el cambio climático es una amenaza cada vez más apremiante.

Los gobiernos están rediseñando el capitalismo global para hacer frente a estos temores. Pero pocos políticos o votantes quieren volver a la nacionalización a gran escala. Ni siquiera Xi está interesado en reconstruir un imperio de plantas de hierro y acero dirigidas por comisarios fumadores empedernidos, mientras que Biden, a pesar de su nostalgia por la década de 1960, solo necesita caminar por los puertos obstruidos de la costa oeste de EEUU para recordar que la propiedad pública puede ser caótica. Al mismo tiempo, la pandemia ha visto a los gobiernos experimentar con nuevas políticas que eran inimaginables en diciembre de 2019, desde quizás US$ 5 trillones o más en dádivas y garantías para las empresas hasta orientación indicativa sobre el espacio óptimo de clientes en los pasillos de compras.

Esta apertura de la mente intervencionista se está fusionando en torno a políticas que no alcanzan la propiedad. Un conjunto de medidas pretende mejorar la seguridad, en sentido amplio. La clase de industrias en las que la dirección del gobierno es legítima por motivos de seguridad se ha expandido más allá de la defensa para incluir la energía y la tecnología. En estas áreas, los gobiernos están actuando como planificadores centrales de facto, con gastos de investigación y desarrollo (I+D) para fomentar la innovación local y subsidios para redirigir el gasto de capital. En semiconductores, EEUU ha propuesto un plan de subvenciones de  US$ 52,000 millones, una de las razones por las que se prevé que la inversión de Intel se duplique en comparación con hace cinco años. China busca la autosuficiencia en semiconductores y Europa en baterías.

La definición de lo que se considera estratégico bien puede ampliarse aún más para incluir vacunas, ingredientes médicos y minerales, por ejemplo. En nombre de la seguridad, la mayoría de los países grandes han endurecido las reglas que filtran la inversión extranjera entrante. La red estadounidense de sanciones punitivas y controles de exportación de tecnología abarca a miles de personas y empresas extranjeras.

El otro conjunto de medidas tiene como objetivo mejorar la participación de las partes interesadas. Los accionistas y los consumidores ya no tienen una primacía indiscutible en la jerarquía de grupos a los que sirven las empresas. Los gerentes deben sopesar más el bienestar de otros componentes, incluido el personal, los proveedores e incluso los competidores. La parte más visible de esto es voluntaria, en forma de “ESG” [Environmental, social and corporate governance] códigos de inversión que puntúan a las empresas por, por ejemplo, proteger la biodiversidad, la población local o sus propios trabajadores. Pero estas obligaciones más amplias pueden volverse más difíciles de evitar para las empresas. En China, Alibaba ha prometido una “donación” de US$ 15,000 millones a la causa de la Prosperidad Común. En occidente, el accionarismo puede imponerse a través de la burocracia. Los bancos centrales y los fondos públicos de pensiones pueden evitar los valores de empresas que se consideren antisociales. La agencia antimonopolio de EEUU, que alguna vez solo protegió a los consumidores, está considerando otros objetivos, como ayudar a las pequeñas empresas.

La ambición de afrontar los problemas económicos y sociales es admirable. Y hasta ahora, al menos fuera de China, el gobierno autoritario no ha dañado la confianza empresarial. El principal índice bursátil de EEUU es un 40 % más alto que antes de la pandemia, mientras que el gasto de capital de las 500 empresas que cotizan en bolsa más grandes del mundo aumentó un 11 %. Sin embargo, a largo plazo, se vislumbran tres peligros.

Altas vallas

La primera es que el Estado y las empresas, enfrentados a objetivos en conflicto, no lograrán encontrar las mejores compensaciones. Una empresa de combustibles fósiles obligada a preservar buenas relaciones laborales y empleos puede ser reacia a reducirse, lo que perjudica el clima. Una política antimonopolio que ayude a cientos de miles de pequeños proveedores perjudicará a decenas de millones de consumidores que terminarán pagando precios más altos. Boicotear a China por sus abusos contra los derechos humanos podría privar a Occidente de suministros baratos de tecnologías solares. Las empresas y los reguladores centrados en un solo sector a menudo están mal equipados para hacer frente a estos dilemas y carecen de la legitimidad democrática para hacerlo.

La disminución de la eficiencia y la innovación es el segundo peligro. Duplicar las cadenas de suministro globales es extraordinariamente costoso: las empresas multinacionales tienen US$ 41 trillones en inversiones transfronterizas. Más pernicioso a largo plazo es el debilitamiento de la competencia. Las empresas que se atiborran de subsidios se vuelven flácidas, mientras que las que están protegidas de la competencia extranjera tienen más probabilidades de tratar a los clientes de manera miserable. Si quieres frenar a Facebook, el retador más creíble es Tik Tok, de China. Una economía en la que los políticos y las grandes empresas gestionan el flujo de subvenciones de acuerdo con el pensamiento ortodoxo no es una economía en la que prosperen los empresarios.

El último problema es el amiguismo, que acaba contaminando tanto a la empresa como a la política. Las empresas buscan ventajas intentando manipular al gobierno: ya en EEUU la frontera está borrosa, con más intromisiones corporativas en el proceso electoral. Mientras tanto, los políticos y los funcionarios terminan favoreciendo a empresas particulares, habiendo invertido dinero y sus esperanzas en ellas. El impulso de intervenir para suavizar cada conmoción crea un hábito. En las últimas seis semanas, Gran Bretaña, Alemania e India gastaron US$ 7,000 millones en apuntalar dos empresas de energía y un operador de telecomunicaciones cuyos problemas no tienen nada que ver con la pandemia.

Este periódico cree que el Estado debería intervenir para que los mercados funcionen mejor, a través, por ejemplo, de impuestos al carbono para cambiar el capital hacia tecnologías amigables con el clima; I+D para financiar la ciencia que las empresas no financian; y un sistema de beneficios que protege a los trabajadores y a los pobres. Pero el nuevo estilo de gobierno autoritario va mucho más allá. Sus adherentes esperan prosperidad, justicia y seguridad. Es más probable que terminen en la ineficiencia, los intereses creados y la insularidad. Lampadia




El difícil laberinto de lo “Políticamente correcto”

El difícil laberinto de lo “Políticamente correcto”

Un abuso del lenguaje para impregnar todos los espacios de nuestras vidas con ideologías que pretenden aplanar el conocimiento, el pensamiento y la socialización del ser humano hombre.

Una absurda moda adoptada por los últimos tres gobiernos del Perú, Vizcarra, Sagasti y Castillo; que, en aras de nuestra libertad, rechazamos haciendo uso de nuestra ‘incorrección política’.

Líneas abajo compartimos el análisis de Axel Kaiser, de la Fundación para el Progreso (Chile), un soldado del liberalismo.

Fundación para el Progreso – Chile
Axel Kaiser
Publicado en El Mercurio, 01.08.2021

La transformación de Negrita en Chokita, la advertencia que Disney+ hace antes de ciertas películas —alertando sobre representaciones culturales en algunos de sus filmes clásicos— y el ‘todos, todas y todes’ de los convencionales tienen nexos que los unen. Se enmarcan en un mismo telón de fondo: un debate cultural en torno a conceptos como la identidad, la representación y el lenguaje, uno de los más encendidos de la actualidad.

Son apenas 30 gramos. Una pequeña galleta con crema de vainilla y cobertura de chocolate, cuyos fabricantes decidieron hace algunos días que era momento —’en línea con su cultura de respeto y no discriminación’, comunicaron— de un cambio. La Negrita renacerá como Chokita, para ‘todas y todos’. Pero, así como sostienen algunos que ‘no son 30 pesos, son 30 años’, en este caso podría decirse que no son 30 gramos.

La clásica golosina se convirtió, de un minuto a otro, en una suerte de símbolo de una suma de debates abiertos. La punta de un iceberg, si se quiere, de un campo en que se cruzan discusiones culturales, políticas y sociales. De ahí, por ejemplo, que cuando se comenzaba a hablar de la suerte que corrió la galleta, se terminase dedicando líneas a la Convención Constitucional.

El salto de una cosa a otra no es fácil de seguir y en la maraña conceptual que las conecta se cruzan desde filósofos del posestructuralismo francés, pasando por películas de Disney y los réditos políticos. Los porqués y los cómo, a continuación.

Del meme a la academia

En universidades y centros de estudios, la galleta se masticó más lento. Y dejó sabores distintos. ‘Diría que la cancelación de Negrita lo que refleja es un proceso de profunda descomposición cultural y que amenaza con convertirse casi en una crisis civilizatoria, cuando uno entiende los fundamentos que están detrás de esto’, sostiene el presidente de la Fundación para el Progreso (FPP), Axel Kaiser. ¿Qué corriente es esta? Aquella que han puesto en debate, explica, ‘la necesidad de reflexionar sobre el impacto que tienen ciertos usos lingüísticos, sobre todo en las representaciones de ciertos grupos sociales desaventajados y cómo, entonces, el lenguaje no sería neutro’.

El telón de fondo

Hay veredas distintas desde donde leer el panorama, pero algunos conceptos coinciden: identidades y representación, por ejemplo. Y a su alrededor, se dibujan otros más líquidos como qué es lo políticamente correcto en estos tiempos.

En el esfuerzo de rastrear el origen de esta madeja, varios análisis se remontan décadas atrás. Si se busca una especie de marco teórico, se repiten algunos referentes: el posmodernismo y el posestructuralismo francés de filósofos como Jacques Derrida o Michael Foucault, en que estructuras, palabras y jerarquías se analizan, deconstruyen y cuestionan, dando un lugar preferente a las subjetividades. Enfoques que cruzaron el charco, aterrizaron en los campus estadounidenses y entraron en la misma juguera con otros ingredientes, como los movimientos de protesta y de defensa de minorías. El cóctel resultante es para algunos el terreno en que luego emergerían con fuerza fenómenos como el identitarismo o la corrección política.

Una parte de ese trasfondo fue anticipada por Tocqueville en el siglo XIX: la cultura individualista de la democracia contemporánea, nota él, no lleva solo a una ampliación de las libertades, sino también al reinado de la opinión y eventualmente a un despotismo de la opinión dominante’, sintetiza Manfred Svensson, director del Instituto de Filosofía de la Universidad de los Andes e investigador sénior del IES.

Pero, un minuto. ¿Cuándo se importaron estos fenómenos a Chile? Svensson aventura que un factor clave en la irrupción de estas visiones es ‘la nueva izquierda’. ‘La política de identidad entra también por otras vías, desde luego, pero es de la mano de esta izquierda joven que ha adquirido la presencia pública que tiene’, precisa.

Y tanto en el extranjero como a nivel local, los ojos de muchos de quienes les siguen la pista a estos fenómenos se vuelcan en el mismo lugar: los campus universitarios. ‘La cultura de la cancelación se está tomando poco a poco las universidades, incluso con políticas de corte comisarial, disfrazadas de propósitos inclusivos. La obsesión por la inclusión identitaria termina provocando otras exclusiones y se puede hacer cómplice de prácticas tan violentas como las funas’, advierte el escritor Cristián Warnken.

Con pragmatismo

Por otro lado, dice, ‘los grupos que sostienen políticas de identidad tienen un punto al dar cuenta de que esos grupos normalmente han sufrido de una discriminación que si no es considerada en las prácticas políticas, entonces luego solo se eterniza’, agrega.

LOS MÁRGENES DE LA CORRECCIÓN

¿Aceptado o cancelado?

‘Neoinquisición’. Ese es el concepto que ha trabajado Axel Kaiser —de hecho, le dedicó un libro— en torno a lo que, a su juicio, es la derivación más dura de la llamada corrección política. ‘Estamos entrando en una era de irracionalidad completa, porque la tesis central de esta filosofía, que creo firmemente que es el posmodernismo, es que no hay una verdad. Todo es un discurso, narrativas’, dice. ‘Esta es la gran ironía. Pretendiendo negar que existe una verdad, que se puede conocer a través de la razón, mediante la lógica y la evidencia, planteas al mismo tiempo una verdad que es absoluta. Primero, que no existe esa verdad y segundo, que todo es opresión’, agrega.

Lo vincula —como recoge el ‘Decálogo de la neoinquisición’, que creó la Fundación para el Progreso— con la llamada ‘cultura de la cancelación’, en que aquello que escape a los parámetros trazados por estas miradas o que resulte ofensivo, se vuelve un blanco. Para muchos, un eco de la ficción que planteaba ‘La mancha humana’, de Phillip Roth. ¿Algunos ejemplos? Libros, películas y otras creaciones que miradas bajo ópticas de estos días, no pasan la prueba. Como ‘Lo que el viento se llevó’, cuestionada por su tratamiento de la esclavitud y plantear estereotipos racistas.

Para Kaiser, esto es ‘completamente incompatible con la democracia liberal. Las ideologías identitarias que son colectivistas son incompatibles con la idea de un ciudadano que tiene idénticos derechos a los otros (…). Eso es una sociedad opresiva, ahora sí de verdad, porque estás utilizando la ley y el poder político para crear grupos que tengan jerarquías o estatus distintos’.

En primera persona

¿Cómo define lo políticamente correcto? Para el escritor, es ‘una expresión de la peligrosa tendencia a la unanimidad que comienza a extenderse en el ámbito universitario, político e intelectual. Nada más asfixiante y empobrecedor del debate de ideas que la unanimidad’.

‘Eso va a formar generaciones que nunca se verán enfrentadas a pensamientos distintos, con baja tolerancia a la discrepancia’, advierte.

Y sostiene: ‘Me resisto a callarme por miedo a ser funado o linchado en las redes sociales y siento que esto está ocurriendo con muchos intelectuales y profesores universitarios que practican una vergonzante y humillante autocensura’.

ESCAÑOS RESERVADOS, CUOTAS Y OTROS MECANISMOS

Una era marcada por las identidades

Una pieza clave en este debate cultural es la llamada política de la identidad. La define Peña en su libro como un término acuñado para ‘describir la presencia en la esfera pública de cuestiones en apariencia diversas como el multiculturalismo, el movimiento feminista, el movimiento gay, etcétera, esas diversas pertenencias culturales en torno a las cuales las personas erigen su identidad’.

‘La idea subyacente es que los seres humanos en realidad no comparten una misma naturaleza, sino que se forjan al amparo de distintas culturas a las que la cultura dominante habría subvaluado como una forma de someter y dominar a sus miembros’, complementa. Se configura así, escribe el rector de la U. Diego Portales, ‘un extraño fenómeno consistente en que la identidad queda atada a alguna forma de daño que convierte al sujeto en víctima y a la condición de víctima en la fuente de reclamos contra el discurso ajeno. La etnia, el género, la preferencia sexual son, por supuesto, factores sobre los que suele erigirse alguna forma de dominación; pero una cosa es identificarlos de esa manera y otra erigirlos en fuentes de la propia identidad y reclamar para que se los proteja contra el discurso ajeno’.

Mientras que algunas interpretaciones valoran que la paridad sea ‘un piso y no un techo’, como plantearon varios convencionales, otros ven en este tipo de medidas un dejo de ‘victimismo’.

Manfred Svensson, investigador del IES, profundiza en este último concepto. Para él, no es claro que este enfoque permita avanzar de forma efectiva en los objetivos que se propone. ‘Obviamente hay un sentido positivo de la preocupación por la inclusión y la tolerancia. Pero no creo que esas prácticas vengan de la mano de la política de identidad, sino que más bien responden a una mentalidad opuesta: las culturas victimistas son por definición culturas de baja tolerancia. Por lo demás, es interesante que por mucho que se hable de ‘visibilizar’ a los postergados, esta mentalidad en los hechos vuelve invisibles a quienes no se ajustan a sus estrechas categorías’, sostiene.

La tensión también la han mirado intelectuales en el extranjero. Douglas Murray, pensador británico, advirtió en estas mismas páginas que ‘en el momento en que se llega a la igualdad, cuando por fin se la alcanza, no pueden vivir en ella. Los movimientos de minoría no son capaces de vivir en ambientes de igualdad’. En una veta política distinta, Camille Paglia, quien se describe como trans, también ha sido crítica de estas miradas.

Una cancha distinta

Otro debate reciente en la Convención también muestra la tensión en torno a quiénes deben estar representados en cargos de poder. Aunque finalmente se aprobó la propuesta de la mesa, que por la vía de patrocinios permitía llegar a la vicepresidencia a distintos sectores, hubo críticas de convencionales sobre la posibilidad de que la derecha llegara a estar representada.

Sobre la paridad, destaca que ‘más que si es piso o techo, me acomoda que haya un marco de discusión nuevo, donde se tiene que ir ajustando el funcionamiento, pero la cancha es distinta y eso lo celebro’.

LA DISCUSIÓN ABIERTA EN TORNO AL LENGUAJE INCLUSIVO

Del todos y todas, a ‘les compañeres’

Corría el segundo período de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet cuando el tema se instaló con fuerza.

El mundo se movió rápidamente y apenas un par de años después, en 2018 —el mismo en que la ola feminista desbordó las universidades— tanto Bachelet como el Presidente Piñera dieron un paso más allá.

Tres años más y Chile ve conformarse a su Convención Constitucional un domingo 4 de julio. Su vicepresidente, el abogado Jaime Bassa, hace uso de la palabra y cuando acude a la primera persona plural, instala la expresión que mantiene hasta estos días: nosotras.

¿Doblado, con ‘e’ o con ‘x’?

En Chile —en España también, en todo caso— está lejos de generar consenso, pese a lo extendidas que varias de estas expresiones están en algunos segmentos, como los grupos más jóvenes o los movimientos de izquierda.

Todavía genera ruido en algunos sectores.

La cientista política y directora ejecutiva del think tank Espacio Público, Pía Mundaca, pone el foco en que ‘no hay que tenerle miedo a discutir lo que está sobre la mesa’.

Sobre el lenguaje, en particular, añade: ‘Creo que nada de lo que está pasando está establecido (…) vamos a ir construyendo’.

‘Sería un engendro’

El escritor Cristián Warnken argumenta que desde el punto de vista lingüístico no hay ‘ningún fundamento para imponer en instancias tan importantes como la Convención un lenguaje ‘otro’ que no sea el español que conocemos. Ese uso arbitrario no solo es molesto, sino incorrecto. ¿Por qué tendríamos que aceptarlo?’.

Los cambios morfosintácticos del idioma, continúa, ‘demoran siglos en producirse; no es una élite —cualquiera esta sea— que puede arrogarse el derecho a destruir y maltratar las bases morfosintácticas de un idioma que es de todos, de una comunidad y de un país’.

‘Una Constitución redactada con ese lenguaje sería un engendro que solo generaría rechazo y escarnio en gran parte de la población que no se sentiría representada por él. Lampadia




El cierre de escuelas puede ser devastador

El cierre de escuelas puede ser devastador

A pesar del levantamiento de la cuarentena y el reinicio casi pleno de actividades económicas, el cierre de escuelas continúa en nuestro país, y si bien el mes pasado el MINEDU emitió una norma que establece los protocolos para el reinicio de las instituciones educativas en zonas rurales sin conectividad de internet y casos de covid 19, esta no es vinculante pues queda a criterio de las DRE autorizar el retorno.

Probablemente, al igual que muchos otros gobiernos de la región, se tiene la creencia que, gracias al dictado de clases a distancia, como está sucediendo con la estrategia pedagógica Aprendo en Casa, los muchachos podrán empalmar sin ningún problema cognitivo el próximo año sus clases presenciales.

Pero la realidad es que este desfase de hasta un año de paro educativo presencial, como parece será el caso por la suspensión del año escolar, no solo destruirá capital humano, que de por si ya es deficiente en un país de tercer mundo como el nuestro, sino que exacerbará las desigualdades ya existentes sobretodo en los primeros años de escolaridad (ver Lampadia: El prejudicial cierre de escuelas). La educación a distancia nunca se comparará a la presencial no solo por las obvias carencias de infraestructura y equipamiento digital en los hogares más remotos y pobres, sino porque hasta hoy en día, en ningún país del mundo – ni en los más avanzados como Corea del Sur en este ámbito – la educación a distancia tiene mejores resultados en los aprendizajes que la presencial.

Cabe resaltar que hay muchos otros efectos colaterales, a su vez, que no hemos nombrado y que aflorarán tanto en el corto como en el largo plazo, con especial énfasis en los países de bajos ingresos. Un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo incide en varios de ellos, a destacar, aumento del embarazo adolescente e incremento del trabajo y abuso infantil en el corto, y pérdida de salarios futuros e incremento en la deserción escolar en el mediano-largo.

Así como las pésimas cifras de crecimiento del PBI y de empleo en Lima de los últimos meses volcó al gobierno a levantar la cuarentena rápidamente, las advertencias de The Economist deberían dirigirlo a diseñar e implementar a la brevedad un plan de reinicio de colegios, considerando aforos máximos y redistribución de mobiliario en las aulas, así como protocolos sanitarios que permitan prever los contagios. No podemos despojar a nuestros chicos de la mejor arma para salir adelante en sus vidas como es la educación. Lampadia

Aprende hoy, gana mañana
El cierre de escuelas en países pobres podría ser devastador

Y los gobiernos están confundiendo su respuesta

The Economist
18 de julio, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

De los 1,500 millones de niños obligados a abandonar la escuela por cierres de seguridad en todo el mundo, 700 millones se encuentran en países en desarrollo. Al igual que los alumnos de los países ricos, su educación está sufriendo. Pero las consecuencias en los lugares pobres serán mucho peores. Antes de la pandemia, había más niños en la escuela que nunca, según Robert Jenkins, jefe de educación de Unicef, el fondo para niños de las Naciones Unidas. Después de esto, casi 10 millones de niños en 40 países podrían nunca volver a la educación formal, estima Save the Children, una organización benéfica.

El impacto económico de la pandemia ha obligado a muchos a abandonar sus estudios a favor del trabajo. Entre 2000 y 2020, el número de niños en el trabajo en todo el mundo cayó en un 40%, principalmente porque más iban a la escuela. El covid-19 está deshaciendo ese progreso. En la República Democrática del Congo, un número creciente está ayudando a sus padres en las minas, dice Stephanie Shumsky del Pact, un grupo de ayuda. Otros están siendo reclutados en milicias. En Jordania, los jóvenes refugiados sirios trabajan en granjas.

Los expertos están más preocupados por el efecto en las niñas. En los pocos lugares que han reabierto las escuelas, como Vietnam y Costa de Marfil, los maestros dicen que las niñas están notablemente ausentes. Algunas se casan o están siendo casadas. Snehalaya, una ONG india, dice que su línea directa de emergencia ha sido inundada con informes de esto desde que las escuelas cerraron en marzo. Entregar una hija a un nuevo esposo significa una boca menos para alimentar. Con las escuelas cerradas, las hijas ociosas pueden entablar un romance o ser víctimas de asalto sexual. Los padres que trabajan obligados a dejar a sus hijas en casa todo el día solos preferirían casarlas antes que arriesgarse a la vergüenza del sexo premarital, dice Girish Kulkarni, fundadora de Snehalaya.

Otras están quedando embarazadas, algunas después de ser violadas por familiares o vecinos mientras estaban en cuarentena en su hogar, dice Alice Albright de Global Partnership for Education, un grupo paraguas con sede en Washington, DC. Mientras las escuelas están cerradas, las niñas ya no están en contacto con maestros que podrían ayudarlas en tales circunstancias. Durante la crisis del ébola en Sierra Leona en 2014, cuando también se cerraron las escuelas, los embarazos adolescentes aumentaron entre un 11% y un 65%, según una variedad de estudios. Extrapolando a partir de estos datos, los investigadores de Save the Children creen que podrían aumentar en un 25% como resultado de covid-19.

El daño económico de los niños que abandonan la escuela será enorme. El Banco Mundial estima que, si las escuelas permanecen cerradas durante cinco meses, los alumnos perderán US$ 10 trillones de ganancias futuras en el dinero de hoy. Eso podría aumentar si covid-19 no se frena y las escuelas permanecen cerradas por más tiempo.

A muchos gobiernos les resulta difícil lograr que los niños aprendan nuevamente. Los países más pobres enfrentan desventajas obvias al enseñar lecciones de forma remota. En algunos lugares, el acceso a Internet es irregular. En la capital indonesia, Yakarta, el 87% de los niños pueden conectarse en línea, dice Nadia Fairuza, del Centro de Estudios de Política de Indonesia, un think tank, pero en Papua, la provincia más grande de Indonesia, la cifra es inferior al 30%.

Por lo tanto, la pandemia está ampliando la brecha preexistente entre la cantidad de niños ricos y pobres que aprenden. Una encuesta realizada el mes pasado por Datafolha, un encuestador, reveló que mientras el 74% de los alumnos en Brasil participan en algún tipo de aprendizaje a distancia, a menudo a través de WhatsApp, que se reduce a solo el 52% en el pobre norte amazónico.

Se les pide a muchos padres y estudiantes que hagan lo imposible. Francis Aruo, un padre de 32 años y padre de cinco hijos de Rumuruti, un pequeño pueblo en el centro de Kenia, recibió la orden del director de sus hijos de comprar una computadora. Le costaría más del triple de sus ahorros. Incluso si pudiera pagar la computadora, una conexión a Internet confiable no es fácilmente accesible en Rumuruti. Aruo puede permitirse el lujo de tener suficientes datos para ejecutar WhatsApp en su teléfono; no puede permitirse el lujo de descargar lecciones.

Algunos gobiernos han fallado incluso en tratar de ayudar a los niños a aprender desde casa (ver mapa). Otros han tardado en ponerse en marcha. El gobierno de Ghana solo lanzó su programa de radio a distancia el 15 de junio, tres meses después del cierre de las escuelas.

Reabrir las escuelas también es difícil. En junio, solo alrededor de la mitad de los países pobres dijeron que tenían un plan para hacerlo, según una encuesta de la ONU y el Banco Mundial. El distanciamiento social es complicado cuando 50 o 60 alumnos a menudo se agrupan en una sola clase. En África subsahariana, menos del 30% de las escuelas tienen instalaciones para lavarse las manos.

Los gobiernos están abriendo muchas otras cosas antes de las escuelas. En Kenia, los juerguistas pueden ir al pub por una cerveza y un poco de nyama choma (carne a la parrilla), pero el gobierno dice que las escuelas permanecerán cerradas hasta 2021. En Pakistán, el gobierno ha permitido que se abran madrassas, dirigidas por poderosos grupos religiosos, pero no instituciones mainstreams. Las fábricas de ropa abrieron en Bangladesh hace más de dos meses, pero las escuelas permanecen cerradas. Los escolares y sus padres carecen de la influencia política de los propietarios de las fábricas, o de hecho, de los sindicatos de docentes, que generalmente se resisten al regreso al trabajo.

Poner en marcha las escuelas requerirá dinero, lo cual es escaso. Solo el 8% de los países más pobres informan que están reclutando nuevos maestros para ayudar con la reapertura, en comparación con casi el 40% de los ricos, según la misma encuesta realizada por la ONU y el Banco Mundial. Los gobiernos con problemas de liquidez están más preocupados por impulsar sus sistemas de salud ya sobrecargados. En el nuevo presupuesto de Bangladesh, anunciado el mes pasado, la cantidad asignada a la educación no se modificó como parte del PBI.

Aún así, algunos gobiernos están haciendo progresos. Los ministerios de educación en Dominica, Granada, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas en el Caribe oriental están trabajando con proveedores privados de telecomunicaciones para implementar Internet gratis para estudiantes y distribuir dispositivos móviles a los más pobres. Ruanda espera que una oferta de almuerzos gratis lleve a los niños a la escuela. Mozambique está dando a las niñas productos sanitarios. Incluso repartir bocadillos o lápices puede marcar la diferencia.

Aprendizaje de la vieja escuela

La experiencia ayuda. Sierra Leona usó la programación de radio durante el brote de ébola del país en 2014. Fue fácil reiniciarlo, dice David Moinina Sengeh, ministro de educación del país. La preparación para la reapertura de las escuelas comenzó incluso antes de que cerraran. Sengeh reclutó a un ejército de conductores de autobuses para transportar a los niños, cuyas familias se habían mudado durante el encierro, de regreso a las aldeas y pueblos donde estaban sus escuelas.

También se apresuró a revocar una ley que prohíbe que las niñas embarazadas vayan a la escuela, ofreciendo incentivos a las madres adolescentes para que regresen a sus estudios y agregando clases de educación sexual a las lecciones transmitidas por radio para reducir la probabilidad de que las niñas queden embarazadas. Sengeh ve la pandemia como una oportunidad para garantizar que todos, en todas partes, reciban una buena educación. El covid-19 le ha dado al gobierno el “empuje” que necesita para que esto suceda, dice. Otros podrían aprender de él. Lampadia




Las aplicaciones de seguimiento de contactos

Las aplicaciones de seguimiento de contactos

Entre las medidas que se encuentran implementando los gobiernos para la rápida detección de los casos de contagio de coronavirus destaca el lanzamiento de las denominadas “aplicaciones de seguimiento de contactos”.

Si bien han demostrado ser útiles para aislar los casos sospechosos – contribuyendo a aplanar las curvas de contagio – en países como Corea del Sur o China, hay ciertos factores que deben tomar en cuenta los hacedores de política antes de lanzarse a masificarlos en las poblaciones de sus países.

Un reciente artículo publicado por The Economist incide en varios de ellos, haciendo énfasis en las implicancias que tales aplicaciones tienen sobre la privacidad de los datos personales y el limitado uso que tiene en zonas con baja cobertura. Asimismo, muestra cómo su aún prematuro desarrollo podría inducir tanto al error como a reducir el aislamiento social, justamente algo que debe evitarse en la pandemia.

Es fundamental que el gobierno tome nota de estas advertencias, ajuste a la luz de ellas el actual aplicativo que lanzó en abril, a través de la PCM, que identificaba las zonas de riesgo por contagio e informe a la ciudadanía de los posibles riesgos que conllevarían su uso. Como concluye acertadamente The Economist “En una pandemia, la experimentación con nuevas respuestas de salud pública, como la vigilancia masiva, debe hacerse con cuidado, en caso de que posteriormente resulte tener efectos secundarios desagradables.” Lampadia

Escapando del encierro
No confíes en las aplicaciones de seguimiento de contactos

Los gobiernos están poniendo sus esperanzas en una tecnología que podría resultar ineficaz y peligrosa

The Economist
16 de mayo, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Todo sucede más rápido en una crisis. Frente al covid-19, los fabricantes de vacunas están cortando tantas esquinas como pueden de forma segura. Los medicamentos antivirales se están apresurando en ensayos clínicos. Aun así, pasarán meses hasta que haya algo disponible. Con 297,000 personas registradas muertas, la espera es agonizante. Pero la precaución es crucial. La historia de la medicina está llena de tratamientos prometedores que, cuando se probaron, no funcionaron o incluso causaron daños.

Muchos gobiernos esperan que la salvación pueda llegar antes, con aplicaciones de rastreo de contactos en teléfonos inteligentes, incluso mientras se disputa el control de Apple y Google sobre la tecnología. Estas aplicaciones se pueden usar para automatizar el difícil proceso de localizar personas que han estado en contacto con las personas diagnosticadas con covid-19, que es vital para controlar el virus. Países desde Bahrein y Bulgaria hasta Indonesia e Islandia han desarrollado tales aplicaciones.

Son una idea atractiva. Sin embargo, las aplicaciones de rastreo de contactos también son una invención médica no probada que se introducirá sin el tipo de garantías a las que están sujetos los nuevos medicamentos. La información inexacta puede inducir a error a los funcionarios de salud y a los ciudadanos de maneras que pueden ser tan dañinas como cualquier droga fallida. Los gobiernos deben proceder con cuidado.

La cobertura es una complicación. Los epidemiólogos consideran que las aplicaciones podrían ser útiles si alrededor del 60% de las personas las usan. Sin embargo, incluso en Europa, donde la adopción es más alta, solo el 76% de las personas tienen suscripciones de Internet móvil. Ese número es menor entre los ancianos, los más vulnerables al covid-19. Una encuesta reciente sugirió que menos de la mitad de los estadounidenses usaría una aplicación de rastreo de contactos.

La precisión también es un problema. Dichas aplicaciones están diseñadas para escuchar los teléfonos móviles cercanos, registrando un contacto si otro dispositivo se acerca lo suficiente. Sin embargo, la intensidad de las señales de radio utilizadas para hacer esto se ve afectada por todo tipo de cosas además de la distancia. Los cuerpos humanos impiden la transmisión, por ejemplo, lo que significa que un teléfono en un bolsillo se comportará de manera diferente a uno en una mano.

Eso podría dificultar la calibración del sistema, y un error tendría consecuencias. Demasiado sensible y corre el riesgo de un diluvio de “falsos positivos”: contactos considerados cercanos y significativos que en realidad eran distantes e irrelevantes. Demasiado indulgente, y los casos genuinos de transmisión viral pasarán desapercibidos.

Además, las aplicaciones mismas pueden cambiar el comportamiento. Una aplicación demasiado tranquilizadora podría alentar a las personas a salir antes de que sea segura. La privacidad debe sopesarse con la transparencia, por razones médicas, así como por la libertad civil. Corea del Sur publica resúmenes detallados de casos descubiertos por sus rastreadores de contactos. Un salto reciente en los casos se relacionó con un hombre que visitó clubes nocturnos gay. La corriente resultante de invectiva homofóbica podría disuadir a otros de cooperar con las autoridades, electrónicamente o de otra manera.

Los esfuerzos de algunos gobiernos, incluidos los de Gran Bretaña, Francia y Alemania, se han visto complicados por Apple y Google, que entre ellos dominan casi todos los teléfonos inteligentes del planeta. Las empresas han hecho de la privacidad una prioridad, ya que consideran que los usuarios serán anónimos y la información se almacenará principalmente en dispositivos en lugar de cargarse en repositorios centrales. Eso ha enfurecido a muchos funcionarios. La centralización ofrece ventajas, dicen. Y en cualquier caso, ¿por qué los codificadores en Silicon Valley anulan las decisiones tomadas por expertos médicos y funcionarios electos?

Como regla general, los gobiernos tienen razón al preocuparse por el poder inexplicable de los gigantes tecnológicos. En este caso, sin embargo, el enfoque cauteloso de Google y Apple es sensato. En una pandemia, la experimentación con nuevas respuestas de salud pública, como la vigilancia masiva, debe hacerse con cuidado, en caso de que posteriormente resulte tener efectos secundarios desagradables. Con el software de alta tecnología, la precaución es tan valiosa como lo es con las píldoras y las pociones. Lampadia




Soluciones sencillas para que todos tengamos agua

Soluciones sencillas para que todos tengamos agua

Carlos Paredes Gonzales
Coordinador Nacional
Sierra Productiva
Para Lampadia

La pandemia del coronavirus que azota a 183 países del mundo, ha puesto el tema del agua en un lugar de extrema prioridad. Transcribo de La Gaceta de Salamanca, “Un grupo de expertos de Naciones Unidas ha avisado este lunes (23 marzo) de que la pandemia global del coronavirus no podrá pararse si no se proporciona agua a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Dado que lavarse las manos con jabón y agua limpia es vital en la lucha contra el Covid-19, los gobiernos de todo el mundo deben proporcionar un acceso continuo y suficiente agua a las poblaciones que viven en las condiciones más vulnerables, han solicitado los expertos de la ONU. La lucha mundial contra la pandemia tiene pocas posibilidades de éxito si la higiene personal, la principal medida para prevenir el contagio, no está al alcance de los 2 mil 200 millones de personas que no tienen acceso a servicios de agua potable”, han agregado.

Naciones Unidas realiza una medición que le denomina Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). Los datos del 2018 ubican al Perú como el sexto peor país de América Latina, detrás de Nicaragua, Honduras, Bolivia, Guatemala y Haití. Andamos muy mal calificados en la combinación de factores como son dotación de alimentos, calidad nutricional, ingresos, agua y saneamiento, calidad de vivienda, educación, salud y conectividad.

En Lima más de un millón de personas no tiene conexiones de agua de flujo continuo. El agua que poseen les es distribuida mediante camiones cisternas llamados aguateros que almacenan en bidones y cilindros. Esta carencia se mantiene así por décadas. Candidatos y toda nueva autoridad promete resolver y nadie cumple. Este sistema se extiende a gran parte de las zonas marginales de las grandes ciudades del país.

En zonas rurales del Perú, no existe agua potable. Donde hay red de conexión domiciliaria, esencialmente capitales de distritos y centros poblados (alrededor de 2 mil), es solamente agua entubada, de dudosa calidad. No hay plantas potabilizadoras. En los tanques donde se almacena agua para ser distribuida, le ponen, irregularmente, dosis de cloro. Esta agua, de mala calidad, abastece hogares e instituciones educativas.

El Perú rural tiene 2 millones 300 mil unidades productivas cuyo 97% son de agricultura familiar. Cada unidad productiva es un hogar que es distante el uno del otro. El Perú tiene 126 mil centros poblados. El 55% se encuentra entre los 3,500 y 5,000 metros de altitud. Una minoría de hogares tiene instalaciones de agua corriente, que es agua entubada de dudosa calidad, sin tratamiento alguno. La inmensa mayoría acarrea agua día a día de algún manantial u otra fuente.

Alternativas de solución.

1. Area rural

a. Reservorio unifamiliar con 3 conexiones

En Sierra Productiva existe propuesta y experiencia de manejo integral del agua. Consiste en captar agua de una fuente permanente, principalmente manantiales, para almacenarla en un reservorio unifamiliar. Se colocan 3 conexiones:

  • La primera conduce el agua a un tanque elevado cercano a la vivienda, y de allí se hace una línea de distribución para cocina, baño y lavabo. Se instala un nano filtro que permite purificar el agua al 100% de pureza.
  • La segunda conexión es para riego tecnificado por aspersión y goteo, con lo cual la unidad productiva familiar asegura dar un salto al progreso porque podrá cultivar los 365 días del año, ampliar diversidad de cultivos y tener crianzas tecnificadas, lo cual asegura buena alimentación, elevación de la productividad, mejora sustantiva de los ingresos y abastecimiento de mercados locales y regionales.
  • La tercera conexión sirve para conducir agua a bebederos de crianzas mayores y menores.

Destaquemos que la innovación productiva en base al riego tecnificado de pequeña envergadura, hará que la chacra provea ingresos no monetarios expresados en alimentos abundantes y diversificados a todos los integrantes de cada familia, equivalente a 500 soles por mes, e ingresos monetarios de mil soles al mes por venta de excedentes, durante el primer año, lo que se incrementará en años siguientes.

Cuán desamparados estamos que ante la pandemia del coronavirus que el Estado hace ingentes esfuerzos financieros para dar 380 soles por familia por una sola vez, cuando con opciones innovadoras podemos lograr una solución integral, sostenible y generadora de nuevo valor para beneficio de los consumidores del Perú y el mundo.

b. Eco-baño

Al mismo tiempo, la totalidad de hogares de las 2 millones 300 mil unidades productivas deberán tener un desagüe óptimo a través de instalación de eco-baño que permite que la habitación de baño se ubique dentro de la vivienda y que desde una taza de baño, con arrastre hidráulico conduzca esas y las otras aguas de uso doméstico a un tanque donde se realiza una purificación anaeróbica y esas aguas ya tratadas van a un campo secundario para segunda purificación esta vez aeróbica y de allí se recogen aguas cristalinas que permiten ser utilizadas en el riego. No se contaminan aguas superficiales ni del subsuelo.

El eco baño tiene dos opciones. Por vivienda individual o por grupo de viviendas.

A lo anterior hay que agregar la dotación de agua de calidad y baño ecológico en instituciones educativas que en Perú rural son 51,594.

2. Centros poblados, capitales de distritos y capitales de consejos menores:

Si ya se cuenta con agua domiciliaria entubada, colocar en cada hogar el dispositivo de nano filtro para permitir que el agua de dudosa calidad pueda pasar a tener 100% de pureza. Es tecnología no convencional muy sencilla de instalar. Si acaso el agua tuviese contaminación de metales pesados, se agrega en cada hogar la instalación de filtros que eliminan esos agentes dañinos y garantizan agua purificada.

3. Perú urbano

En Lima principalmente y en todas las grandes ciudades que están en la costa, la situación es compleja, pero todo tiene solución.

Casi todas las viviendas sin agua fluida se ubican en zonas altas de la periferia de los distritos. Se requiere ubicar un punto donde se pueda captar agua. Hacer reservorios tipo los que tienen los edificios. Bombear hasta las partes altas. Así ocurre con edificios modernos de hasta 20 pisos o más. ¿Acaso esa tecnología no puede ser replicada para atender la urgencia de agua domiciliaria para familias pobres? Imaginemos centros de bombeo ubicados en batería cada 1,000 metros, para elevar el agua hasta la cumbre de los cerros. Colocar tanques elevados de gran capacidad en 3 ó 4 andenes de modo que sirvan para distribuir agua a todas las viviendas que estén debajo de cada andén y a su vez, desde allí re bombear para seguir elevando el agua hasta llegar a la cumbre de todos los cerros.

En Sierra Productiva, con innovación artesanal, en distritos como Huáncano y Humay en Pisco, en Carabamba en Julcán y en Tayacaja, hemos bombeado agua a 300 y 600 metros de altitud, con varios re bombeos, con una bomba eléctrica de medio caballo de fuerza. La bombita costó 150 soles y en Juliaca las fabrican por 50 soles. Esa experiencia, con mejor tecnología es perfectamente aplicable.

En el mismo ámbito, es perfectamente posible implementar la solución tecnológica denominada “desaladora de agua de mar”.[1] En el mundo existen 15 mil de estas plantas. Los países que más las utilizan son Emiratos Árabes, España y EEUU. Israel, en Ashkelon, tiene la planta más grande del mundo que produce 165 mil m3 por día.

En Perú tenemos una extraordinaria experiencia. Está cerca de Lima. En Chincha. La implementó la minera Milpo hoy llamada Nexa.[2] Transporta el agua de mar luego de que un proceso de ósmosis inversa la convierte en agua dulce, a una distancia de 60 Km que no son llanos porque se elevan hasta 3 mil metros de altitud para llegar al asiento minero Cerro Lindo. Nexa no capta ni un solo litro de las escasas aguas del distrito Chavín y por tanto no perjudica a hogares comuneros ni al uso agropecuario.

En Chile existe una planta en Atacama, en una zona llamada Caldera.[3] Capta agua del mar, le quita la sal por ósmosis inversa y distribuye agua dulce a tres destinos. A Caldera, que se ubica a 93.7 Km de distancia. Luego a Copiapó que está a 76.8 Km y finalmente a Tierra Amarilla que dista 90.3 Km. En suma, distribuye a una red cuya distancia suma 260.8 Km.

El mar en Perú está a muy poca distancia de las grandes ciudades que carecen de agua potable de alta calidad y la cumbre de los cerros donde existen viviendas es máximo la tercera parte de la que Nexa tiene en la mina Cerro Lindo.

¿Qué se requiere para concretar las soluciones planteadas?

  • Voluntad política firme.
  • Reingeniería de normativas tecnocráticas y burocráticas.
  • Reflexión profunda de las lecciones que nos plantea la terrible pandemia que el mundo padece estas semanas que tiene en el agua y el aseo frecuente lavándose las manos con jabón, la principal medida para romper la cadena de contagio del coronavirus.

Si se hiciera lo que aquí se plantea, resolveríamos de paso la anemia y la desnutrición, que tienen en el agua de pésima calidad el principal agente que causa infecciones estomacales agudas provocando entre 2 y 6 diarreas por año, con lo cual se pierden bruscamente micronutrientes que toma largo tiempo recuperarlos y a cada episodio se va mellando la capacidad inmunológica, debilitando a los seres humanos ante epidemias o pandemias como las que ahora ataca a la humanidad entera.

Estas soluciones debieran también ser puestas en prioridad para reactivar la economía, que sufrirá un bajón considerable.

Aunque somos muy escépticos por cómo el Gobierno y el Estado cierran puertas a Sierra Productiva, sería deseable que recojan experiencias validadas y abran las puertas a quienes tienen experiencia por haberlo hecho y saber hacerlo, que son los Yachachiq de Sierra Productiva, que pueden ser protagonistas de este cambio sustancial. El Estado, sus autoridades, sus tecnócratas y burócratas ¿tendrán altura de miras para disponerse a aprender de los que ya demuestran? Gigante reto en tiempos de coronavirus. Lampadia

[1] Desalación de agua de mar: así es como lo hacemos
https://www.youtube.com/watch?v=n8t9nU7wzLw

[2] Planta Desalinizadora de Cerro Lindo
https://www.youtube.com/watch?v=qH_MIPid33w

[3] Planta desalinizadora de agua de mar Atacama
https://www.youtube.com/watch?v=NrEbJqPOAk8




El manejo responsable de la deuda pública

El manejo responsable de la deuda pública

A continuación compartimos un reciente artículo escrito por el notable economista norteamericano y profesor en la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, en el que describe cómo el actual contexto de bajas tasas de interés a nivel mundial está acrecentando el interés de los gobiernos por tomar deuda a un costo casi nulo del dinero.

El mensaje de Rogoff es claro. Una política que en el corto plazo puede ser sumamente tentadora, sobre todo para aquellas economías que crecen en mayor proporción que las tasas de interés, por los posibles usos que podría dársele a tales volúmenes de deuda pública en un contexto de recesión global, pueden tener un altísimo costo puesto que no toma en cuenta ciertos forados fiscales actuales ya existentes. Aquí se encuentran los sistemas de pensiones de reparto que el fisco tiene que financiar anualmente para hacer frente a la demanda de millones de personas, cuya proporción entrante a la jubilación crece a pasos agigantados en los últimos años (ver Lampadia El envejecimiento hay que enfrentarlo).

En ese sentido, el economista propone un manejo prudente de la deuda tomando en cuenta estos costos de oportunidad pero también los riesgos que conllevarían acumular niveles de endeudamiento similares a los de la última crisis financiera del 2008. La deuda al final siempre tiene que pagarse ya sea  con mayores impuestos en el en el futuro o con mayor crecimiento económico, por ende debe sopesarse si el contexto económico actual es el más adecuado para acumular más pasivos en tanto se espera que los próximos años pueda retomarse altas tasas de crecimiento que permitan repagar la deuda sin incrementar impuestos, siendo esta última medida contractiva. Como puede desprenderse de la coyuntura global y la posible recesión con choques permanente de oferta que afectará al mundo en los próximos años (ver Lampadia: Recesión global en 2020), esto no pareciera ser el caso. Lampadia

La deuda del gobierno no es lonche gratis

Kenneth Rogoff
Project Syndicate
6 de diciembre,2019
Traducido y comentado por Lampadia

Con los costos de endeudamiento en mínimos de varias décadas, los gobiernos aparentemente pueden asumir mucha más deuda sin ninguna gran preocupación por las consecuencias a largo plazo. Pero los riesgos y costos reales de un mayor endeudamiento público pueden estar ocultos..

Con las tasas de interés sobre la deuda del gobierno en mínimos de varias décadas, varios economistas líderes han argumentado que casi todas las economías avanzadas pueden permitir que la deuda se desplace hacia niveles japoneses (más del 150% del PBI incluso por la medida más conservadora) sin ninguna gran preocupación sobre consecuencias a largo plazo. Los defensores de una deuda mucho mayor podrían tener razón, pero tienden a minimizar o ignorar todo lo que puede salir mal.

En primer lugar, la nueva visión de la deuda subestima los riesgos para otros reclamantes sobre los ingresos por impuestos públicos, como los pensionistas, que podrían considerarse titulares de deuda junior en el estado de bienestar del siglo XXI. Después de todo, la mayoría de los sistemas de seguridad social son como deudas en el sentido de que el gobierno le quita dinero ahora y promete pagarlo con intereses cuando sea viejo. Y para los gobiernos, esta deuda “junior” es masiva en relación con la deuda del mercado “senior” que se encuentra encima de ella.

De hecho, los gobiernos de los países de la OCDE están pagando actualmente un promedio del 8% del PBI en pensiones de vejez, y un asombroso 16% en el caso de Italia y Grecia. Actuarialmente, los impuestos futuros destinados a pagar pensiones reducen los impuestos futuros destinados a pagar deuda por un múltiplo significativo, aunque muchos gobiernos han estado tratando de ajustar las pensiones a la baja gradualmente, como lo hizo Europa durante la crisis financiera, y México y Brasil lo han hecho bajo coacción más recientemente. Desafortunadamente, el crecimiento lento y el envejecimiento de la población significan mucho por hacer.

Por lo tanto, incluso si parece que los gobiernos pueden endeudarse mucho más sin tener que pagar intereses de mercado significativamente más altos, los riesgos y costos reales pueden estar ocultos. Los economistas Alan Auerbach y Laurence Kotlikoff hicieron un punto similar en una influyente serie de artículos en la década de 1990.

En segundo lugar, y quizás aún más críticamente, la complacencia actual con respecto a una deuda mucho más alta supone implícitamente que la próxima crisis se verá igual que la última en 2008, cuando colapsaron las tasas de interés de la deuda del gobierno. Pero la historia sugiere que esta es una suposición peligrosa. Por ejemplo, la próxima ola de crisis podría derivarse fácilmente de una comprensión repentina de que el cambio climático se está acelerando mucho más rápido de lo que se pensaba anteriormente, lo que requeriría que los gobiernos detuvieran simultáneamente el motor capitalista y gastaran grandes sumas en medidas preventivas y remediación, por no hablar de lidiar con los refugiados del clima. Y la próxima conflagración global podría ser una guerra cibernética, con ramificaciones desconocidas para el crecimiento y las tasas de interés.

Además, la experimentación agresiva con una deuda mucho más alta podría causar un cambio correspondiente en el sentimiento del mercado, un ejemplo de la crítica del economista ganador del Premio Nobel Robert Lucas de que los grandes cambios en la política pueden ser contraproducentes debido a los grandes cambios en las expectativas. Y, francamente, cualquier evaluación realista de los riesgos económicos mundiales actuales debe reconocer que la economía más importante del mundo está en estado de parálisis política, con una toma de decisiones impulsiva que la deja mal equipada para lidiar con una crisis fuera de la caja en caso de que surja.

La conclusión es que no hay garantía de que las tasas de interés caerán en la próxima crisis global.

Ninguno de los argumentos anteriores socava el argumento sólido para invertir ahora en proyectos de infraestructura de alto rendimiento (incluso en educación) que más que se pagan a largo plazo. Mientras los gobiernos se adhieran a criterios sólidos de gestión de la deuda, equilibrando el riesgo y el costo al elegir los vencimientos, las tasas de interés ultra bajas de hoy ofrecen grandes oportunidades.

Pero la afirmación más amplia de que la emisión de deuda del gobierno se ha convertido en un verdadero lonche gratis, similar a las ganancias del gobierno de la emisión de divisas, ha sido exageradamente peligrosa. Si el objetivo de la política gubernamental es reducir la desigualdad, la única solución sostenible a largo plazo consiste en aumentar los impuestos a los que ganan más; la deuda no es un atajo mágico para dar a los pobres sin tomar de los ricos.

Es cierto que en muchas economías avanzadas, las tasas de interés actuales reales (ajustadas a la inflación) sobre la deuda pública están por debajo de la tasa real de crecimiento económico. Por lo tanto, presumiblemente, los gobiernos pueden endeudarse mucho más sin tener que aumentar los impuestos. Después de todo, siempre y cuando el ingreso crezca más rápido que el stock de deuda pública, la simple aritmética muestra que la proporción de deuda a PBI (ingreso) disminuirá con el tiempo.

Sin embargo, las cosas no son tan simples. Las tasas de interés son extremadamente bajas en parte porque los inversores globales están privados de activos “seguros” que aún pagarán en caso  se de una fuerte recesión o una catástrofe económica. Pero, ¿pueden los gobiernos proporcionar ese seguro de forma gratuita si existe el riesgo de que las tasas de interés aumenten en la próxima gran crisis sistémica? Un estudio reciente del FMI de 55 países en los últimos 200 años mostró que, aunque el crecimiento económico superó las tasas de interés de la deuda del gobierno casi la mitad del tiempo, este no fue un buen predictor de si los países encuestados estaban a salvo de los picos de tasas de interés en un crisis.

Por último, pero no menos importante, ¿qué tan seguros pueden estar los inversores de que llegarán primero en la fila en la próxima crisis, como lo hicieron en 2008? ¿El gobierno de los EEUU volverá a poner a Wall Street antes que a Main Street y honrará las deudas con China antes que las obligaciones con los pensionistas?

Las economías modernas tienen muchos usos importantes para la deuda. Pero nunca es una opción libre de riesgos para los gobiernos, razón por la cual debe ser asumida y administrada sabiamente, incluso cuando prevalecen los costos de los préstamos de fondo. Lampadia

Kenneth Rogoff, profesor de Economía y Políticas Públicas en la Universidad de Harvard y ganador del Premio Deutsche Bank 2011 en Economía Financiera, fue el economista jefe del Fondo Monetario Internacional de 2001 a 2003. Es coautor de This Time is Different: Eight Centuries of Financial Folly y autor de The Curse of Cash.




La crisis de la democracia liberal en el mundo

La crisis de la democracia liberal en el mundo

Centro de Estudios Públicos (CEP) Chile
Manuel Castells
Miércoles 6 de noviembre de 2019

El profesor Manuel Castells entrega su visión sobre las explosiones sociales que están viviendo muchas naciones alrededor del mundo y señala que el caso de Chile, no es una excepción.

La visión de Castells es sin dudas una interpretación ilustrada y muy cercana a los fenómenos que se están viviendo en muchas partes: “Lo que sucede es que los ciudadanos no tienen confianza ni en sus parlamentarios ni en sus gobiernos ni en sus presidentes ni sobre todo en sus partidos políticos”. Recomendamos verla:

Manuel Castells, profesor emérito de Sociología de la Universidad de California, Berkeley y profesor de Comunicación en la Universidad del Sur de California es uno de los mayores especialistas del mundo en materia de explosiones sociales. Este sociólogo y economista español, que es también uno de los autores más citados en ciencias sociales, analizó la crisis que está experimentando la democracia liberal en el seminario “Explosiones sociales: una visión global” que organizó el Centro de Estudios Públicos, CEP, el 6 de noviembre pasado.

El intelectual, quien visitó el país invitado por “Puerto Ideas”, acaba de lanzar un nuevo libro La Nueva América Latina, escrita con Fernando Calderón. Castells partió diciendo que no iba a hablar en específico sobre Chile, pero que si podía afirmar que lo que está pasando en nuestro país no es excepcional para nada. “Es un fenómeno global. Por eso, lo primero que les digo es que no se asusten no están solos. Si se hunden, se hunden con todo el mundo. Todo el mundo está así”.

“Los movimientos sociales no son movimientos políticos, los movimientos políticos son políticos, buscan la transformación del Estado. Los movimientos sociales son aquellos que buscan la emergencia, el debate de nuevas formas culturales”, al explicar las características que tiene el fenómeno. Lo que sucede es que los ciudadanos no tienen confianza ni en sus parlamentarios ni en sus gobiernos ni en sus presidentes ni sobre todo en sus partidos políticos. Hay un rechazo unánime de todos los partidos, no son considerados legítimos ni viables.

Lo anterior, señaló, se traduce en tres etapas. “La primera, la crisis de legitimidad política que se expresa en una transformación fragmentada y caótica de los sistemas políticos. La segunda, la emergencia de movimientos sociales, que surgen con nuevos valores de todo tipo. Y la tercera, las explosiones sociales. No se trata de movimientos articulados y en torno a proyectos que intentan cambiar ciertas formas de las instituciones. Simplemente la gente no puede más y explota. Y explota en algunos lugares con violencia limitada en otros con violencias más extrema”.

  • “(La gente) piensa que la clase política se ha encerrado en sí misma, solo hablan entre ellos y no se preocupan de los intereses de los ciudadanos más que para vender una opción en un mercado electoral cada cuatro años”
  • “La democracia anida en las mentes. Si la gente no cree en la democracia, la democracia es superficial. Donde anida el cambio social es en las mentes. Si la gente tiene nuevas ideas eso acaba pasando, por ejemplo, el movimiento feminista”.
  • “Esta violencia no es producto de provocadores profesionales, los hay y hay infiltrados y hay vándalos, pero no es lo esencial. Lo esencial es cuando una fracción de un movimiento mucho más amplio, democrático, pacifico no puede más y entonces se enfrentan a la policía.
  • “No piensen que esto va a pasar, que esto es un mal sueño y desaparece y ya está. Hay causas muy profundas. Las soluciones las tienen que encontrar ustedes, la sociedad chilena, pero nadie piense que con cuatro medidas de algún tipo, esto ya está”.

En el siguiente link se puede ver la conferencia de Manuel Castells:

https://youtu.be/uMgmWgGzZIo

Ver también: Explosiones sociales: una visión global




El gasto militar global en niveles récord históricos

El gasto militar global en niveles récord históricos

Si uno analiza la trayectoria del gasto militar en el mundo en términos reales durante los últimos 30 años se puede constatar fácilmente los niveles récord en los que se encuentra al día de hoy. Los altos niveles de gasto en defensa que eran justificados en épocas en donde los conflictos bélicos internacionales asolaban a los países, ahora han pasado a ser una mera herramienta de influencia de geopolítica global. Este es de hecho uno de los meollos, sino el principal, de la guerra comercial EEUU-China (ver Lampadia: La verdad detrás de la guerra comercial EEUU-China).

¿Cómo está compuesto y qué implicancias tiene para el mundo este creciente direccionamiento de los recursos por parte de los gobiernos hacia el sector seguridad?

Un reciente artículo publicado por The Economist (ver artículo líneas abajo) trata de responder esta pregunta analizando el panorama global de los principales países compradores de armas y cómo la tendencia estadounidense y china está contagiando a que otros países no solo hagan lo mismo sino que además presenten una mayor competencia en dicho sector, incluidos aquellos que, históricamente, nunca fueron considerados como grandes potencias armamentistas.

A partir de este análisis y en líneas generales, el medio británico concluye lo siguiente respecto al gasto militar:

  • EEUU ostenta el liderazgo global, cuyo monto se asemeja a la suma del gasto militar de los siguientes 8 países de la lista.
  • China es el segundo país del ranking, pero es uno de los que ha experimentado mayor crecimiento en la última década. Ello ha suscitado que sus rivales asiáticos también lo sigan.
  • Si bien los países europeos unidos podrían competir con China o EEUU en el rubro, hay una serie de factores que inhibirían su ascenso como el tercer mayor comprador de armas. 
  • Africa, Medio Oriente y Rusia están contrayéndose en participación.

No es de extrañar que la guerra comercial desatada por Trump esté acompañada de un sustancial incremento de gasto militar, lo cual es parte de la misma filosofía nacionalista y populista del gobierno republicano.

Dadas las nefastas consecuencias que han ocasionado las grandes guerras en los países que han participado en ellas, es una barbaridad que en pleno siglo XXI la humanidad esté empecinada en reforzar esfuerzos encausados hacia una guerra armamentista. Esperamos que esta tendencia pueda eventualmente ser revertida. Lampadia

El gasto militar está en auge en todo el mundo
EEUU y China están comprometiendo grandes sumas a sus fuerzas armadas

The Economist
28 de abril, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

EL MUNDO se está armando hasta los dientes. Esa es la conclusión de un nuevo informe publicado el 29 de abril por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), un think tank. El gasto militar global del año pasado ascendió a US$ 1.8 trillones, indica SIPRI, el nivel más alto en términos reales desde que comenzaron los registros confiables en 1988, durante la Guerra Fría, y un 76% más alto que en 1998, cuando el mundo estaba disfrutando de su “dividendo de la paz”. El gasto militar como proporción del PBI mundial ha disminuido en los últimos años, pero eso ofrece pocas garantías en un mundo de creciente tensión geopolítica.

El auge del gasto es impulsado, sobre todo, por la competencia entre EEUU y China por la primacía en Asia. Comenzó con EEUU. En 2018, elevó su presupuesto de defensa, ya de por sí gigantesco, por primera vez en siete años, poniendo fin a una era de ajuste de cinturón impuesta por el Congreso. El impulso reflejó la aceptación del gobierno de Trump de lo que se denomina “competencia de gran poder” con Rusia y China, que requieren armas más sofisticadas y caras, en lugar de las inconclusas guerrillas que había librado desde 2001.

El peso militar de EEUU no tiene igual. Su desembolso de US$ 649,000 millones (en dólares de 2017) fue casi tan grande como los siguientes ocho países combinados, según los cálculos de SIPRI. Incluso eso no sació el apetito del Pentágono. Obtuvo US$ 716,000 millones este año (en dólares corrientes, según lo contó el Departamento de Defensa) y espera un asombroso $ 750,000 millones en 2020, un aumento anual mayor que los presupuestos de defensa de casi todos sus aliados de la OTAN. Eso incluye casi US$ 10,000 millones para operaciones cibernéticas, un 10% de aumento año a año; más de US$ 14,000 millones para el espacio, un salto del 15%; y la mayor solicitud de presupuesto para la construcción naval en dos décadas.

China está muy por detrás. Gasta en aproximadamente entre un cuarto y dos quintas partes de lo de EEUU (la cantidad precisa no está clara, dicen los expertos, porque el gasto chino es muy opaco). Tampoco su gasto militar está creciendo a un ritmo del 10%, como lo hizo en promedio en los años entre 2000 y 2016. Pero ha aumentado sin descanso durante un cuarto de siglo, cambiando por completo el equilibrio de poder en Asia.

Entre 2009 y 2018, el gasto en defensa de EEUU se redujo en un 17% en términos reales, mientras que el de China creció en un 83%, lo que se aceleró bajo el presidente Xi Jinping y superó a todas las demás grandes potencias. “Nadie ha presidido en ningún lugar algo cercano a este nivel de desarrollo militar chino en la historia china antes de Xi”, señala Andrew Erickson, profesor de la Escuela de Guerra Naval de EEUU. Su armada ha sido un particular beneficiario. Entre 2014 y 2018, China lanzó embarcaciones navales con un tonelaje total superior al de todas las armadas indias o francesas, señala IISS, otro think tank. Aun así, el gasto en defensa del país es aún menor en proporción al PBI que el de cualquier otro país dentro de los cinco primeros: 1.9% al 3.2% de EEUU. Eso significa que tiene espacio para crecer, si el ambiente geopolítico se oscurece.

Las reformas militares que Xi introdujo en 2015, incluida una reducción del ejército y la reorganización de la estructura de mando en las líneas estadounidenses, probablemente también le hayan dado a China más por su yuan.

En respuesta, los rivales regionales de China también han abierto sus bolsos. India ahora gasta más que todos los países europeos. El aumento anual de Corea del Sur en 2018 fue el más alto desde 2005. Y el gasto de Japón se incrementará en los próximos cinco años, con nuevas armas ofensivas rompiendo viejos tabúes pacifistas. En total, el gasto militar asiático representa el 28% del total mundial, frente al 9% en 1988.

Mientras tanto, los europeos, después de haber vaciado sus fuerzas armadas después de la Guerra Fría, están actuando juntos. En 2018, los aliados europeos de la OTAN aumentaron el gasto militar en un 4.2% en términos reales, según el IISS. Polonia, que está particularmente preocupada por su vecina Rusia, aumentó el gasto en un 8.9%.

Si el gasto europeo se agrupara, el continente sería la segunda potencia militar más grande del mundo, con un gasto cuatro veces superior al de Rusia. En la práctica, la mezcla de equipos duplicados y desajustados de Europa (los europeos usan 17 tipos de tanques, mientras que EEUU uno) y la continua dependencia de EEUU en áreas clave, como el traslado de tropas y el reabastecimiento de combustible de los aviones de guerra, significa que sus fuerzas armadas son mucho menos que la suma de sus partes.

Sin embargo, no en todas partes se está acumulando armas. El gasto militar en África se redujo por cuarto año consecutivo en 2018, en 8.4%, impulsado por grandes caídas en Angola, Argelia y Sudán, señala SIPRI. Las protestas en los dos últimos países, con ejércitos bajo presión para entregar el poder a los civiles, podrían hacer que los presupuestos militares abultados se exprimieran aún más.

El Medio Oriente también parece estar enfriándose después de años de frenética compra de armas. Aunque SIPRI carece de datos para Qatar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) – dos de los clientes más grandes para las compañías de armas occidentales – y para Yemen y Siria devastados por la guerra, el gasto en el resto de la región cayó un 1,9% en 2018.

Esa tendencia parece probable que continúe. Arabia Saudita, el mayor pez de la región, que dedica un enorme 8.8% de su PBI para defensa, reducirá su gasto militar en un 9.1% este año. Irán, su rival, planea recortes aún mayores, aunque el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), que ha hecho la mayoría de los combates recientes en lugares como Siria, obtuvo un aumento considerable, al igual que el ministerio de inteligencia, que ha estado liquidando disidentes en el extranjero.

La contracción más interesante es, sin embargo, en Rusia. “¿Pueden contar?”, preguntó el presidente Vladimir Putin a sus rivales occidentales en febrero. “Estoy seguro de que pueden. Deje que cuenten la velocidad y el alcance de los sistemas de armas que estamos desarrollando”. Pero a pesar del alarde teatral de los nuevos misiles y del impresionante rearme de la OTAN hacia el oeste, SIPRI calcula que el presupuesto de defensa de Rusia en realidad se redujo en un 3.5% en 2018, lo que lo sitúa fuera de los cinco primeros países por primera vez en más de una década. Esto puede ser el resultado de un rublo debilitante. Pero la larga ola de gastos militares de Rusia parece estar llegando a su fin. Ese es un pensamiento moderado para Putin. Lampadia




Balance de Davos 2019

La Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019 que tuvo lugar en Davos entre los pasados 22 y 25 de enero abordó temas sumamente importantes, de cara a los procesos políticos que actualmente acontecen en el mundo, en un contexto en el que la 4ta Revolución Industrial (4IR) y el cambio climático le exigen a empresarios, gobiernos y sociedad civil trabajar en consenso no solo a nivel nacional sino también con el apoyo de la cooperación internacional.

El foro hizo hincapié en la necesidad de redefinir la globalización para que sea más inclusiva y se puedan superar las críticas actuales, más allá de su verdadera relevancia. En este aspecto, las limitaciones reales del modelo de economía de mercado, se han multiplicado en los espacios del neo populismo.

A diferencia de los medios de comunicación locales, los cuales han mostrado un completo desinterés por difundir los temas discutidos en la reunión, nosotros hemos venido realizando seguimiento a los contenidos más importantes del evento. Ver Lampadia:

Consideramos que contienen valiosas reflexiones, que pueden resultar relevantes para una mejor toma de decisiones tanto para el quehacer de la política pública como para los emprendimientos y los modelos de negocio que quiera llevar a cabo el sector privado.

En esta línea, compartimos un reciente artículo del blog del Foro Económico Mundial que muestra los compromisos y principales iniciativas que han sido emprendidas por los países tras la culminación de la mencionada reunión. Lampadia

Maneras en las que Davos 2019 impactó en el mundo

Imagen: REUTERS / Pascal Lauener (SUIZA – Etiquetas: POLITICS BUSINESS) – BM2E91M0Y9Q01

Oliver Cann
Jefe de Comunicación Estratégica, miembro del Comité Ejecutivo

Foro Económico Mundial (WEF)
25 de enero, 2019
Traducido y glosado por
Lampadia

  • El primer ministro Abe de Japón se comprometió a que la presidencia del G20 (de Japón), lanzara una agenda para la gobernanza global de los datos. Abe dijo que el proceso funcionaría bajo los auspicios de la Organización Mundial de Comercio.
  • Un grupo de más de 70 países confirmó las intenciones de comenzar las negociaciones de la OMC sobre aspectos del comercio electrónico. Poco antes, los miembros del Foro emitieron una declaración en la que pedían un nuevo acuerdo de comercio digital que debería ser ambicioso e inclusivo. La comunidad instó a los gobiernos a avanzar con esta agenda en la OMC para reducir costos y facilitar una mayor participación en la economía digital global.
  • Los líderes de Brasil, Colombia y Perú, junto con el Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, utilizaron una declaración conjunta el miércoles para ofrecer el respaldo a Juan Guiado, líder del Parlamento controlado por la oposición de Venezuela, después de haberse declarado Presidente Interino.
  • El gobierno del Reino Unido anunció un plan de cinco años para hacer frente a la amenaza mundial de la resistencia a los antimicrobianos. El plan prevé contener y controlar la RAM en todo el mundo para 2040.
  • El Foro continuó los diálogos de diplomacia de múltiples partes interesadas con el objetivo de promover los esfuerzos de paz en otras fallas globales clave, incluidos los Balcanes Occidentales y Siria. El Foro también convocó a una comunidad de líderes público-privados para un Diálogo Especial sobre las relaciones entre Israel y Palestina. Con la ayuda del Primer Ministro Abiy de Etiopía, se llevó a cabo un diálogo diplomático en el Cuerno de África.
  • También se iniciaron discusiones sobre el Sahel, la península de Corea, las relaciones entre Europa y Rusia y sobre una nueva arquitectura de desarrollo para el compromiso África-Europa.
  • Muchas de estas conversaciones se continuarán y avanzarán en nuestra próxima Reunión en el Mar Muerto, Jordania, del 6 al 7 de abril, que hemos decidido convertir en una cumbre mundial para la paz y la reconciliación.

Imagen: Foro Económico Mundial / Manuel Lopez

Dando forma a la nueva economía y la sociedad

  • La Iniciativa del Foro, Closing the Skills Gap (Cerrando la Brecha de Habilidades), lanzada en 2017 con el objetivo de volver a capacitar a 10 millones de trabajadores para el 2020, anunció que ya ha asegurado compromisos para capacitar a más de 17 millones de personas en todo el mundo, 6.4 millones de los cuales ya han sido calificados. El Foro también anunció que la iniciativa ahora está apoyando asociaciones público-privadas destinadas a promover habilidades futuras en cuatro países: Argentina, India, Omán y Sudáfrica.
  • El Foro también anunció que estaba expandiendo su red de grupos de trabajo nacionales de Closing the Gender Gap (Cerrando la Brecha de Género) a ocho países; Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Francia, Panamá y Perú.

Ayudando a nuestro planeta

  • Voice for the Planet (Voz para el Planeta), una campaña mundial para construir un movimiento para un nuevo acuerdo para la naturaleza y la gente, se lanzó el martes durante una sesión plenaria con el presidente Al Gore, el primer ministro Ardern de Nueva Zelanda y Anand Mahindra de Mahindra. La campaña obtuvo más de 21,000 promesas individuales dentro de las 48 horas.
  • El Centre for Global Public Goods (Centro de Bienes Públicos Globales) del Foro ayudó a lanzar un proyecto de $ 15 millones para lanzar una industria formal de reciclaje de residuos electrónicos en Nigeria.
  • Perú se unió a la Tropical Forest Alliance (Alianza de Bosques Tropicales) del Foro en un intento por ayudar al país a lograr su objetivo de reducir la deforestación en la Amazonía peruana. El país es el hogar de la segunda área más grande de bosque amazónico después de Brasil.
  • Cinco países asiáticos descargan más plástico en los océanos que ningún otro combinado. The Global Plastic Action Partnership – GPAP (La Asociación Mundial de Acción Plástica) anunció su primera asociación nacional en Indonesia, que se lanzará el 12 de marzo de 2019. Vietnam, presidente de la ASEAN 2020, también se unió al GPAP comprometiéndose con un enfoque de economía circular para hacer frente a la contaminación plástica.

Conformando la Cuarta Revolución Industrial

  • El Centre for the Fourth Industrial Revolution Network (Centro para la Cuarta Red de la Revolución Industrial) del Foro, establecido en 2017, anunció que había crecido a más de 100 empresas y gobiernos, incluidas cinco naciones del G7. UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), OHCHR (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) y WFP (Programa Mundial de Alimentos) se convirtieron en las primeras organizaciones internacionales en unirse.
  • Mientras tanto, esta red también dio la bienvenida a los países de Colombia, Israel y los Emiratos Árabes Unidos como Centros Afiliados para la Cuarta Revolución Industrial: instituciones independientes comprometidas a ayudar a diseñar y pilotar políticas para tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el blockchain.
  • El estado indio de Andhra Pradesh anunció que debía adoptar el Juego de herramientas del Operador Avanzado de Drones: un marco de políticas desarrollado en colaboración con 10 autoridades de aviación civil, ocho organizaciones gubernamentales internacionales y 23 empresas privadas, incluidos los gobiernos de Ruanda y Suiza. El movimiento allana el camino para que Andhra Pradesh incremente la actividad comercial de aviones no tripulados.
  • El C4IR Japón lanzó una nueva iniciativa global centrada en acelerar el desarrollo responsable y sostenible de las ciudades inteligentes.
  • En la reunión anual se lanzó un proyecto piloto para proteger los aeropuertos y otras infraestructuras críticas contra los ataques cibernéticos.
  • Los miembros de la Platform for Good Digital Identity (Plataforma para la Buena Identidad Digital) del Foro anunciaron planes para pilotos de la cadena de suministro que reúnen la identidad digital y los pagos digitales para mejorar la transparencia, acelerar la inclusión financiera y digital de los pequeños productores y recompensarlos directamente por prácticas sostenibles.
  • La ID2020 Alliance lanzó una Marca de Certificación de identidad digital, para incentivar el diseño y el uso de soluciones de identidad digital que se adhieran a los más altos estándares de protección de la privacidad, control de usuarios e interoperabilidad.

En la plataforma del Foro para la Cooperación Público-Privada.

  • Con el respaldo financiero de PACT, el Children’s Investment Fund (Fondo de Inversión Infantil) y el respaldo de 25 organizaciones de la sociedad civil, el Foro lanzó una nueva iniciativa, Preparing Civil Society for the Fourth Industrial Revolution (Preparando a la Sociedad Civil para la Cuarta Revolución Industrial), destinada a ayudar a la sociedad civil a enfrentar los desafíos que presenta el rápido cambio tecnológico.
  • El Foro se asoció con el Banco Mundial y el Comité Internacional de la Cruz Roja para lanzar un Grupo de Alto Nivel sobre Inversión Humanitaria para desbloquear el capital del sector privado para la inversión en economías frágiles.
  • 25 empresas globales anunciaron que trabajarían con Terracycle, un especialista en reciclaje, para lanzar la Iniciativa Loop Alliance, un nuevo concepto de empaque reutilizable. El esquema que involucrará a los clientes que pagan un depósito reembolsable por el empaque duradero sin cargo extra por recolección, recuperará los costos ambientales de producción después de tres o cuatro usos.
  • El Wellcome Trust (Bienvenida Confianza) comprometió $ 200 millones a lo largo de 5 años para mejorar nuestra comprensión básica de la depresión y la ansiedad. La investigación se centrará en las terapias psicológicas que pueden administrarse a una edad temprana y al inicio de la enfermedad, ya que los problemas de salud mental suelen comenzar a una edad temprana.
  • Se anunció una nueva asociación público-privada entre el gobierno de Ghana y Novartis para mejorar y extender la vida de quienes sufren la enfermedad de células falciformes (SCD) en el país. Aproximadamente 1,000 niños nacen con SCD en África todos los días y más de la mitad mueren antes de cumplir cinco años.
  • La Global Youth Alliance fue lanzada en la Reunión Anual por Facebook, Nestlé y Nielsen para apoyar las habilidades de los jóvenes en los países emergentes y desarrollados.
  • Valuable 500, una nueva campaña dirigida a liberar el potencial social y económico de los 1,300 millones de personas en todo el mundo que viven con una discapacidad. Esta campaña buscará inscribir a 500 empresas globales para comprometerse a incluir la discapacidad en sus agendas de la junta directiva en 2019.
  • Ruanda se convirtió en el primer país africano en unirse a la plataforma de comercio global de Alibaba, cuyo objetivo es aumentar el comercio electrónico en los mercados emergentes.
  • Google y SAP anunciaron Circular Economy 2030, una competencia de US$ 400,000 para apoyar a los empresarios que promueven el consumo y la producción sostenibles.
  • Ocho universidades mundiales se comprometieron a establecer una nueva comunidad, la Global Alliance of Universities on Climate (GAUC) con el objetivo de colaborar en la promoción de medidas que apoyen las convenciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los ocho: la Universidad Nacional de Australia; Universidad de California, Berkeley; Universidad de Cambridge; Colegio Imperial de Londres; Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres; Instituto de Tecnología de Massachusetts; Universidad de Tokio, y La Universidad de Tsinghua pretenden incluir más universidades en los próximos años.

Lampadia




La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La tan esperada Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019, evento internacional que reúne a los principales líderes empresariales, jefes de Estado, medios de prensa y líderes de opinión en el mundo, finalmente ha dado inicio, como es de costumbre, en Davos, Suiza.

El tema de este año es “Globalización 4.0: modelando una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. En esta línea, el pasado 20 de enero, el Foro publicó los resultados de una interesantísima encuesta mundial realizada por la empresa Qualtrics, en la que dio cuenta sobre la percepción que tiene la ciudadanía respecto a la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social.

En un contexto en el que los movimientos políticos de corte nacionalista, antiinmigración y proteccionista han tenido y siguen teniendo mucha acogida en varias regiones del mundo, los resultados que arroja la encuesta son sorprendentes y dejan entrever fuertes implicancias de política pública hacia los Estados en materia de globalización, que, de aprovecharlas, podrían moderar el descontento de las poblaciones en sus países, impulsando su confianza en los sistemas democráticos.

En resumen, la encuesta destaca los siguientes hechos empíricos:

  • La mayor parte de la población -72% a nivel mundial- en todas las regiones mundiales, está a favor de una mayor cooperación internacional para lograr un verdadero desarrollo en cada país y también para lograr mejores resultados personales.
  • La inmigración es percibida como un fenómeno positivo, en tanto se considera que el inmigrante es bueno para cada país. En el caso del Perú, esta percepción a favor del inmigrante incide en el  58% de la población.
  • La percepción de que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo con el crecimiento asciende al 80% de la población global. Ello quiere decir que el concepto de “suma cero” en economía -sobre el cual para que unos países estén mejor, otros tienen que estar peor- ha sido descartado en muchas poblaciones alrededor del globo.
  • Se observa una ambivalencia en la percepción respecto a si el cambio tecnológico efectivamente está generando mejoras en la vida de la gente. Así, el 39% de la población mundial cree que este cambio genera igual porcentaje de mejoras como de daños. Asimismo, por lo menos el 49% la población no cree que su trabajo pueda ser reemplazado por un robot.
  • En lo concerniente a la educación, por lo menos la mitad de los encuestados a nivel mundial considera que gran parte de la población en sus países no cuenta con una educación de calidad, adecuada a estos tiempos.
  • En lo que respecta a la existencia de movilidad social en los países, – entendida como la probabilidad de que alguien nacido en condición de pobreza pueda volverse rico, acumulando riqueza – si bien a nivel mundial se tiene una percepción alentadora del tema, existe cierta preocupación en América Latina y Europa, ya que, por lo menos el 60% y 52% de sus poblaciones respectivas, lo consideran como un fenómeno poco común. En el caso del Perú, solo el 21% de la población considera que esto es algo común en la sociedad.
  • Finalmente, una data muy importante que provee la mencionada encuesta es la relacionada a los beneficios de la globalización. Así, el 81% de la población mundial piensa que los gobiernos están haciendo muy poco o nada, a través de regulaciones y legislaciones, para que hayan oportunidades para todos en un contexto de mayor integración entre los países. En el Perú este porcentaje asciende al 68%. Esto claramente debe llamar la atención a los Estados para una mayor acción al respecto. Lampadia

Para mayor detalle de los resultados de esta encuesta publicada por el Foro Económico Mundial ver el siguiente artículo:

Estos 13 gráficos muestran lo que el mundo realmente piensa acerca de la Globalización 4.0.

El panorama general … las personas apoyan un mundo interconectado
Imagen: Brett Zeck/Unsplash

Mark Jones
Jefe de Contenido Digital del World Economic Forum
Traducido y glosado por
 Lampadia
20 de enero, 2019

El auge del populismo, el nacionalismo y el proteccionismo están asociados con un apoyo menguante a la globalización, pero una nueva encuesta para la Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019 muestra altos niveles de apoyo mundial para la colaboración internacional, la inmigración y los beneficios personales de la globalización.

La encuesta, realizada en enero por la firma de encuestas Qualtrics, fue realizada por más de 10,000 personas en 29 países [incluyendo el Perú] que respondieron preguntas sobre la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social. Estos son los principales hallazgos:

1. Los países deben ayudarse unos a otros

Las preocupaciones sobre el auge del nacionalismo y el aislacionismo dominan la agenda política global. Pero la encuesta sugiere que hay una base de apoyo para la colaboración internacional con las mayorías en todas las regiones que están de acuerdo en que los países deben ayudarse entre sí. Ese sentimiento es particularmente fuerte en el sur y este de Asia y en el África subsahariana.

Pregunta: En términos generales, ¿cree que su país tiene la responsabilidad de ayudar a otros países del mundo?
Imagen: Qualtrics

2. La inmigración es un positivo neto

La inmigración es un tema emotivo en muchos países. Pero las mayorías ven la migración como positiva en todas las regiones, excepto en Europa. El apoyo es particularmente fuerte en el sur de Asia y América del Norte.

Pregunta: ¿Diría que los nuevos inmigrantes son en su mayoría buenos o malos para su país?
Imagen: Qualtrics

Imagen: Qualtrics

3. Estamos todos juntos en esto

Se preguntó a los encuestados si otros países deberían considerarse competidores o socios de colaboración cuando se trata de desarrollo. Hubo mayorías abrumadoras para una visión de colaboración notablemente fuerte con América Latina, el sur de Asia y América del Norte.

En términos generales, ¿cree que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo o que si algunos países mejoran, otros empeorarían?
Imagen: Qualtrics

4. La cooperación internacional es beneficiosa para mí

Llevando la idea de la cooperación global un paso más allá, se preguntó a los encuestados si las cosas mejoraban para ellos como individuos cuando sus líderes colaboraban con los de otros países. Las grandes mayorías en todas partes piensan que el liderazgo colaborativo conduce a mejores resultados personales.

Pregunta: En términos generales, cuando los líderes de diferentes países trabajan juntos, ¿es bueno o malo para personas como usted?
Imagen: Qualtrics

5. La ambivalencia sobre si la tecnología está cambiando las vidas para mejor

El cambio tecnológico está impulsando gran parte de la disrupción que afecta a los ciudadanos de todo el mundo. Cuando se les preguntó a los ciudadanos si la nueva tecnología era una fuerza para el bien, los que estuvieron de acuerdo superaron con mucho a los que no estaban de acuerdo. Pero la respuesta más popular en todas las regiones fue una de ambivalencia.

Pregunta: ¿Diría usted que la tecnología hace más daño o hace más bien a la sociedad?
Imagen: Qualtrics

6. Los trabajadores no esperan que los robots tomen el control pronto

Gran parte del debate en torno a la Globalización 4.0 se centra en el cambio acelerado que las nuevas tecnologías aportarán al lugar de trabajo. Pero los trabajadores que se encuentran fuera del sur de Asia no esperan ser reemplazados por los robots en el corto plazo.

Pregunta: Suponiendo que todavía está trabajando, ¿qué tan probable es que esté haciendo el mismo tipo de trabajo que está haciendo hoy, dentro de 5 años?
Imagen: Qualtrics

Pregunta: ¿Cuánto de lo que haces en tu trabajo crees que podría ser hecho hoy por una máquina o un robot?

7. Los gobiernos deben prestar más atención a la educación

En todas las regiones, los ciudadanos piensan que sus sistemas educativos están teniendo demasiados retrasos en el desafío de la Globalización 4.0 en todas las regiones.

Pregunta: ¿Cuántas personas en su país tienen acceso a una buena educación?
Imagen: Qualtrics

8. Tenemos un problema con la movilidad social

Fuera de Asia del Sur, existen preocupaciones sobre la movilidad social, definida como la probabilidad de que una persona nacida pobre pueda enriquecerse. Tales preocupaciones son particularmente agudas en Europa y América Latina.

Pregunta: Pensando en su país, ¿qué tan común es que alguien que empiece pobre, trabaje duro y se haga rico?
Fuente: Qualtrics

En general, la movilidad social se percibe como una preocupación mayor en el mundo desarrollado.

9. Los gobiernos deben hacer más para crear oportunidades para todos

Los beneficios de la globalización no se extenderán a todos a menos que estén vigentes las políticas gubernamentales correctas. Aquí el mensaje claro de la encuesta es que se requiere más acción.

Pregunta: Cuando se trata de leyes y regulaciones para asegurarse de que haya oportunidades disponibles para todos los grupos de personas, ¿diría que el gobierno de su país está haciendo demasiado, muy poco o lo suficiente?

Lampadia




Una campaña por un Internet más libre y abierto

Hace dos semanas, Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web, ha creado una campaña llamada “Contrato para la Web”, con el objetivo de “persuadir a los gobiernos, empresas e individuos a firmar un conjunto de principios de un diseñados para defender un Internet libre y abierto”. De esta manera, espera que el Internet deje de pertenecerse a un grupo muy reducido de instituciones y devolvérselo a la mano democratizadora de los usuarios.

Y es que, según Berners-Lee, los grandes beneficios del Internet se han visto afectados por el uso indebido y negativo por parte de quienes quieren robar datos personales (por medio de phishing), los trolls y los fake news.

Tim Berners-Lee presentando el Contrato para la Web en la conferencia WebSummit en Lisboa

Por lo tanto, lo que propone es reconstruir la confianza en la web y aumentar el acceso a internet en términos justos y asequibles al alentar a los gobiernos, las empresas y los individuos a trabajar juntos. Berners-Lee dijo que los gobiernos, las empresas y los usuarios individuales de Internet tenían un papel que desempeñar. “Algunos aspectos de la política, como la neutralidad de la red, tienen que involucrar a los gobiernos, algunos implican claramente a las compañías: grandes empresas, pequeñas empresas y nuevas empresas”, dijo. 

Actualmente, el contrato está en una fase de borrador que incluye tan solo nueve principios genéricos, pero no incluye el detalle de cómo se controlaría el contenido o los trolls. Esto se debe a que Berners-Lee y su organización, la World Wide Web Foundation, no buscan ser dictadores de qué debería estar o no en el Internet, más bien buscan co-crear el documento con aportes de los principales actores de la industria tecnológica. Un borrador final será publicado en mayo de 2019.

El borrador del contrato es el siguiente (sacado de la web oficial):

Principios para un Contrato para la Web

La web fue diseñada para unir a las personas y poner a libre disposición el conocimiento. Todos y todas tienen un papel que desempeñar para garantizar que la web sirva a la humanidad. Al comprometerse con los siguientes principios, los gobiernos, las empresas y los ciudadanos de todo el mundo pueden ayudar a proteger la web abierta como un bien público y un derecho básico para todos y todas.

Los gobiernos harán:

Asegurarse de que todos y todas puedan conectarse a Internet.

De manera que cualquier persona, sin importar quién sea o dónde viva, pueda participar activamente en línea.

Mantener todo Internet disponible, todo el tiempo.

De manera que a nadie se le niegue su derecho de acceso completo a Internet.

Respetar el derecho fundamental de las personas a la privacidad.

De manera que todos y todas puedan usar Internet libremente, de forma segura y sin miedo.

Las empresas harán:

Hacer que Internet sea accesible y asequible para todos y todas.

De manera que nadie quede excluido del uso y la definición de la web.

Respetar la privacidad y los datos personales de los consumidores.

Para que las personas tengan el control de sus vidas en línea.

Desarrollar tecnologías que apoyen lo mejor de la humanidad y desafíen lo peor.

De manera que la web sea realmente un bien público en donde prevalecen las personas.

Los ciudadanos harán:

Ser creadores y colaboradores en la web.

De manera que la web tenga contenido rico y relevante para todos y todas.

Construir comunidades fuertes que respeten el discurso civil y la dignidad humana.

Para que todos y todas se sientan seguros y bienvenidos en línea.

Luchar por la web.

Para que la web permanezca abierta y sea un recurso público global para las personas de todas partes, ahora y en el futuro.

Aunque el contrato no es vinculante, el objetivo del proyecto es provocar un cambio de actitud en la forma en que los gobiernos, las empresas y los ciudadanos promedio se comportan en Internet. “La idea es que todos sean responsables en el futuro por tratar de mejorar la web de diferentes maneras”, dijo Berners-Lee en la conferencia Web Summit en Lisboa.

La idea de un contrato puede parecer idealista, pero el esfuerzo tiene algunos patrocinadores bastante notables. Entre ellos se encuentran Google y Facebook. Ambos se han enfrentado a críticas continuas sobre la recopilación de datos personales de las personas para publicar anuncios y no han podido proteger la información de terceros. Sin embargo, durante la revelación del contrato, la vicepresidenta de Google, Jacquelline Fuller, dijo: “Todos debemos unirnos. Y esa es la razón por la que Google apoya la fundación web. Creemos que todos pueden apoyar estos principios”.

Berners-Lee se ha convertido en un crítico vocal del panorama actual de Internet. “Los beneficios de la web vienen acompañados de demasiados riesgos: nuestra privacidad, nuestra democracia, nuestros derechos”, como afirma El País de España líneas abajo.

Para abordar estos problemas, Berners-Lee espera que el contrato pueda impulsar a la industria de la tecnología a priorizar los productos que son buenos para la sociedad en lugar de simplemente generar ingresos. Por ejemplo, las redes sociales ya no se convertirán en cámaras de eco, sino que se diseñarán de manera que las personas puedan conocer a usuarios de diferentes culturas, dijo. Los ciudadanos también serán conscientes de “comportarse bien”, agregó.

Entonces, ¿cómo se hará cumplir el contrato? La World Wide Web Foundation planea publicar informes de progreso para monitorear los compromisos con el contrato. Sin embargo, la aplicación real tendrá que venir de la presión pública. Esto podría tomar la forma de empleados de la compañía que se expresen en voz alta o ciudadanos promedio que se responsabilizan, empresas tecnológicas o el gobierno, dijo Berners-Lee.

Ver más sobre los riesgos actuales del Internet y sus impactos, además de cómo lograr tener una Internet que sea abierta, gratuita y segura:

Arreglar el desastre de la Red

La Red, ese prodigioso invento que cambió el mundo, ha descarrilado. Pero algunos pioneros planean un auténtico renacimiento, una vuelta a las esencias. Luchan por un espacio abierto, gratuito, neutral, seguro y construido entre todos

DIEGO QUIJANO

POR DELIA RODRÍGUEZ
EL PAÍS, 25 DE NOVIEMBRE DE 2018

Es noviembre y nos encontramos en Lisboa, en un gigantesco evento sobre la Red y sus negocios. Un hombre usa el escenario para pedir algo que, se le nota, cree importante: que Gobiernos, empresas y ciudadanos le ayuden a arreglar Internet, porque es un desastre. No es un exaltado, ni un apocalíptico, sino sir Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web, un padre preocupado. O, para ser más precisos, “devastado”, como dijo en una ocasión.

Tras una primera época de optimismo, en los últimos años comprobamos cómo la herramienta que iba a cambiar el mundo servía para manipular elecciones, provocar matanzas, destrozar caminos neuronales, hundir economías. Mientras los ciudadanos acaban de aceptar el diagnóstico y empiezan a limitar el tiempo de exposición de sus hijos al móvil, quienes van un paso por delante están construyendo la próxima etapa de Internet, inspirados por aquella primera época, los noventa, cuando casi todo era amateur y las empresas aún no habían llegado. Poco queda, sin embargo, de la inocencia de quien nunca ha visto el lado oscuro.

“No necesitamos una revolución, necesitamos un renacimiento: el renacer de viejas ideas, como el peer-to-peer [es decir, la conexión directa entre ordenadores, sin servidores], en el nuevo contexto de una sociedad digital”, asegura el teórico de los medios Douglas Rushkoff, que en enero publicará el libro Team Human (Equipo humano), un llamamiento a arreglar la sociedad entre todos porque “nuestras tecnologías, mercados e instituciones culturales, que una vez fueron fuerzas para la conexión y expresión humana, ahora nos aíslan y reprimen”.

¿Qué pudo salir mal?

Los creadores del primer Internet hicieron un buen trabajo avanzando grandes problemas y soluciones: la Red debía ser un invento gratuito, abierto y neutral; el acceso, universal para evitar la desigualdad; era bueno desconfiar de las compañías que intentaran robar todo el oxígeno y encerrarnos en jardines vallados que simularan el Internet real; los intermediarios levantaban sospechas; se debía cultivar el procomún (la utilidad pública); Internet no había de ser una herramienta pasiva, sino algo que reescribiéramos entre todos.

Lo que nadie vio venir fueron los móviles (y con ellos, la ubicuidad de la conexión), el ansia de las empresas por devorar nuestro tiempo y nuestros datos, nuestra complicidad por dejarles hacerlo y convertirlas en intermediarias de nuestras relaciones, las consecuencias de conectar tantas emociones no siempre positivas.

Internet nació con un pecado original que degeneró en usuarios infelices, medios de comunicación en extinción y grandes monopolios dispuestos a permitirlo todo con tal de seguir extrayendo oro en forma de datos: un modelo económico basado en la economía de la atención, la gratuidad y la publicidad que en su momento parecía algo no solo inofensivo, sino ideal.

La Red es hoy tan cerrada y monopolística que para muchos es sinónimo de Facebook y WhatsApp…, que pertenece a Facebook. “La gente en muchos países solo sabe conectarse entre sí para beneficio de una empresa de publicidad en California. Es terriblemente triste y representa un fallo profundo”, dice el autor Jaron Lanier. Esas redes “están diseñadas para engañarte, para manipularte; tienen un efecto negativo en tu bienestar emocional, en la política, en el mundo”.

ALAMY STOCK PHOTO / ALLAN CASH PICTURE LIBRARY

¿En qué se equivocaron quienes construyeron Internet? “No sé si sirve de mucho gritarle al joven que uno fue”, responde Lanier, un pionero de la realidad virtual, “pero dejamos Internet muy incompleto, no hicimos lo suficiente”. “Debíamos haber construido funcionalidades como WhatsApp, formas de tener una identidad consistente, de almacenar y controlar tus propios datos, pero, como no lo hicimos, dejamos espacio a los estúpidos monopolios. Eso fue un enorme error”, reconoce.

“Bueno, imagino que somos más vulnerables al inexorable poder del capitalismo corporativo de lo que creíamos. Resultó más fácil que las empresas se adueñaran de Internet, que que Internet se adueñara de las empresas”, dice Rushkoff.

Una Constitución

Lo que anunciaba ese preocupado Berners-Lee este mes en Lisboa era un “contrato para Internet”, una especie de carta de derechos y obligaciones para empresas, Gobiernos y usuarios que se presentará en mayo de 2019, coincidiendo con el momento en que medio mundo tendrá acceso a la Red. Para esa mitad, dice la campaña, “los beneficios de la web vienen acompañados de demasiados riesgos: nuestra privacidad, nuestra democracia, nuestros derechos”.

Aunque de momento ya han firmado empresas como Google y Facebook y más de 80 países y organizaciones, y los compromisos son tan básicos como respetar la privacidad de los individuos, la gran pregunta consiste en si servirá de algo.

“Dejamos Internet incompleto, y espacio a los estúpidos monopolios. Fue un enorme error”
JARON LANIER, PIONERO DIGITAL

“A nadie se le ocurrió que los derechos humanos tenían que tener una parte online”, dice el director de estrategia de la WWW Foundation, José María Alonso. En el panorama internacional —aún espantado al saber que Facebook alimentó el discurso islamófobo que provocó el genocidio de los rohinyás en Myanmar (antigua Birmania), donde el acceso es el primer problema; en el que la neutralidad aún no está garantizada, la libertad de expresión está amenazada y donde existe el serio peligro de una balcanización por la que China y otros países se escindan—, Europa es uno de los lugares más avanzados en la defensa de sus ciudadanos: el Reglamento General de Protección de Datos (GPRD, por sus siglas en inglés) está aprobado desde el pasado mes de mayo. Esta estricta ley de protección de datos se aplicará a todas las empresas que operen en la UE, sin importar el lugar en el que tengan su base.

Descentralizar, distribuir

Fiarse solo de las leyes, tratados y acuerdos voluntarios no parece una estrategia propia de una mente como la de Berners-Lee, y así es: el inventor de la World Wide Web trabaja de forma paralela con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Solid, el más conocido de los proyectos del llamado “Internet distribuido”. Esa idea reúne miles de proyectos que intentan regresar a un Internet peer-to-peer, es decir, verdaderamente dividido entre todos los ordenadores conectados a la Red y no almacenado en los servidores de unas pocas empresas. Es una idea tan antigua como radical. Si Internet vuelve a su idea original, todo puede cambiar. Sin datos no hay negocio.

En el mundo de Solid, por ejemplo, se nos asignará al entrar un identificador personal y un personal online data store (POD), un lugar de almacenamiento de datos individual, sobre el que tenemos control absoluto. A partir de ahí, nada de contraseñas, aplicaciones que no se comunican unas con otras o archivos privados almacenados por oscuras empresas al otro lado del mundo. Todo lo necesario para comunicarnos estará allí.

En ese Internet distribuido todo está aún por hacer, y eso ha atraído las ilusiones de una creciente comunidad de programadores de todo el mundo. “Ahora que hemos experimentado la parte negativa de los intermediarios, es fundamental construir un nuevo Internet que no los necesite”, dice André Medeiros, creador de Multiverse, una red social de código abierto en la que todos los datos de un usuario se almacenan en su propio dispositivo y que puede funcionar incluso sin Internet, saltando de móvil a móvil.

El dinero

Muchos proyectos descentralizados trabajan sobre la tecnología blockchain, una forma segura de trocear, repartir y almacenar datos en red y que, de entre sus infinitas posibilidades, fue aplicada por primera vez para crear criptomoneda. A diferencia de los pensadores del primer Internet, los actuales atacan el problema desde su misma esencia: el dinero.

Además del trabajo desesperado de los medios de comunicación buscando métodos de financiación alternativos a la publicidad, surgen ideas como la de Lanier: por ejemplo, pagar y cobrar por usar y contribuir a las redes sociales o las búsquedas. “Cuando sean los usuarios quienes paguen a las empresas de redes, estas servirán a esos usuarios”, escribe el autor de Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato. El sistema actual, defiende, solo permite que vivan de él las estrellas, pero en una economía profunda y verdadera no solo sobreviven los actores, también el resto de personas que trabajan en la película.

“Llegarán comités transparentes de ética a las empresas y un mayor respecto al usuario”
CARISSA VÉLIZ, INVESTIGADORA

Viejos modelos como las cooperativas o el procomún han vuelto con fuerza. En FairBnB, una alternativa a AirBnb, Ayuntamientos, vecinos y dueños de pisos en alquiler se reparten la propiedad y los beneficios del negocio para intentar controlar sus efectos negativos. También se habla de la posibilidad de crear sindicatos de datos para ganar poder de negociación con las empresas que los necesitan, por ejemplo, para entrenar a sus inteligencias artificiales. Suena descabellado, pero no lo es en Silicon Valley, donde se discute la idoneidad de una renta básica universal que compense los empleos que se perderán por los algoritmos.

La ética

Como ha comprobado Facebook, cuando una empresa es tan grande que su nombre se convierte en sinónimo de Internet, sus problemas pasan a ser de todos. Mientras la red social gana tiempo después de ser desvelada su falta de ética tras  los escándalos de Cambridge Analytica y la propaganda rusa, la gran cuestión es cómo pedirles explicaciones, cómo limitar su poder, cómo asegurarse de que están a la altura de unas responsabilidades que sus fundadores nunca previeron. Una mala decisión de Facebook puede ser fatal para la democracia, y otra de Twitter puede agravar el acoso online o limitar la libertad de expresión.

Carissa Véliz, investigadora de la Universidad de Oxford especializada en privacidad, compara la situación actual con lo sucedido cuando avances técnicos como el respirador artificial pusieron en aprietos a médicos y hospitales y se acabó desarrollando la bio­ética. Llegarán, explica, códigos éticos internacionales, comités transparentes de ética dentro de las empresas y un mayor respeto a la autonomía del usuario. “Estamos en una época muy paternalista de la tecnología, las empresas no preguntan, imponen sus valores y productos”, dice.

Un cambio significativo en el sistema es que los jóvenes ingenieros están dejando de soñar con trabajar para las grandes compañías porque cada vez se hacen más preguntas. “Es muy importante para los programadores pensar en las implicaciones morales y éticas de sus acciones. La tecnología que automatiza la identificación de imágenes puede hacer la sanidad más barata —que es bueno—, pero también cobrarse los puestos de trabajo de los técnicos —lo que puede ser malo—”, señala el profesor y activista Ethan Zuckerman, que enseña un curso sobre las implicaciones de la tecnología en el MIT.

Los disidentes de las grandes empresas también están siendo claves en el cambio. El Center for Humane Technology, formado por exempleados de tecnológicas que, arrepentidos, decidieron cambiar su trabajo por la concienciación, se hizo famoso al denunciar que las aplicaciones se diseñaban de forma deliberada para fomentar la adicción. Hoy, Facebook, Instagram o el sistema operativo del iPhone informan de los tiempos de conexión.

Aunque intelectuales, Gobiernos, empresas y programadores intenten cambiar las cosas, poco se conseguirá si los usuarios no hacen lo mismo. La estupefacción aún dura: ¿quién de aquellos primeros usuarios, al conectarse hace décadas, iba a poder imaginar que tendría que resistirse a un sistema que promovería el contenido más emocional (es decir, el más rentable), incitándole a compartir noticias falsas o perjudiciales, a extender la ira o el abuso o a cederle un porcentaje cada vez mayor de su tiempo de vida?

Fé de errores: el Reglamento General de Protección de Datos (GPRD, por sus siglas en inglés) está aprobado desde el pasado mes de mayo, aunque en una primera versión de este artículo se decía por error que estaba tramitándose.




Nueva Zelanda al Perú: el costo de quedarse a medias

Continuando con nuestra exploración sobre Nueva Zelanda, en Lampadia decidimos analizar específicamente la reforma económica de uno de los países más exitosos económicamente del mundo. En los últimos años, Nueva Zelanda se ha convertido en un país muy atractivo no solo para los ciudadanos que regresan de Australia (su país vecino donde muchos migraron en décadas anteriores), sino también para las personas de todo el mundo. Ver nuestro primer despacho en: ¿Qué sabemos de Nueva Zelanda?.

Fuente: vuelaviajes.com

¿Acaso siempre fue una economía con gran éxito? No.

A fines de los años 70, Nueva Zelanda tenía una de las economías más pobres del mundo occidental; no había lidiado bien con las crisis del petróleo; tenía aranceles elevados y otras barreras a la importación, altos niveles de subsidios agrícolas, una deuda nacional que se acercaba a las proporciones de países del tercer mundo y un sistema de bienestar que el país ya no podría pagar. De 1975 a 1983, la economía apenas creció; lo único que creció fue el desempleo.

En otras palabras, Nueva Zelanda estaba excesivamente regulado, centralizado y con tantas medidas proteccionistas como cualquier país de Europa del Este de esa época. Existían extensos controles de precios y, en promedio, un quinto de todos los productos de consumo tenía precios fijados por el Gobierno; las empresas nacionales tenían protección frente a la competencia de las importaciones; el mercado laboral tenía una pesada regulación basada en criterios redistributivos antes que en productividad; y abundaban numerosas empresas estatales mal administradas, entre otras agudas distorsiones. Entonces, las políticas de Nueva Zelanda, eran muy parecidas a las que sufrió el Perú, entre los años 60 y principios de los 90, que nos llevaron a 30 años de estancamiento.

La crisis fue de tal magnitud que el Gobierno del Partido Nacional tuvo que convocar elecciones anticipadas en julio de 1984. Estas elecciones las ganaría el partido Laborista de izquierda.

Una década de cambios

En 1984 comenzó un período de reformas que ha sido descrito por la OCDE como el más completo emprendido por cualquier país occidental en las últimas décadas. Había un consenso entre los líderes de Nueva Zelanda, tanto del sector público como del privado, de que se necesitaba un cambio drástico y exhaustivo en la gobernanza del país, que ningún grupo de interés único debería ser inmune a los cambios o debería permitirse dictar la agenda.

El cambio de gobierno en 1984 llevó al poder a un gobierno laborista que era una generación más joven que su predecesor, dispuesto a llevar a cabo un cambio drástico. Consideraron que las ideas, las energías productivas y la confianza para que Nueva Zelanda se abriera paso en el mundo solo surgirían de la apertura de todos los sectores de la economía a las fuerzas de la competencia.

Fuente: expansion.mx

El sector público en Nueva Zelanda manejaba todo, los ferrocarriles, la generación de electricidad, el sector de las telecomunicaciones, una caja de ahorros y las minas de carbón. El gobierno solía construir todos los caminos y represas. Algunas estimaciones sugieren que el gobierno participaba en el 60 % de la economía, sin duda en casi todas las principales decisiones de inversión.

En 1984, se adoptó el principio de que el Estado no debería involucrarse en ninguna actividad que el sector privado pudiera ejecutar de manera más eficiente y efectiva, el famoso ‘principio de subsidiaridad’, que el Perú recogió, a medias (para variar), en los años 90.

El primer paso fue la ‘corporativización’ de las empresas estatales, que implicó hacer funcionar a las empresas sobre una base comercial, liberándolas de la burocracia gubernamental, responsabilizando a una junta del sector privado, eliminando la interferencia política, exigiéndoles obtener un beneficio.

El segundo paso fue la privatización o la venta de las empresa estatales y el retiro del gobierno como propietario de desarrollos empresarialesUn principio importante que estuvo en el corazón del proceso de privatización, fue el de ‘regulación mínima pero competencia máxima’. No había ningún deseo de sustituir el monopolio gubernamental por el monopolio del sector privado. Por lo tanto, el gobierno intentó establecer un marco que generaría competencia.

Entre 1988 y 1989 se promulgaron dos leyes claves (la State Sector Act y la Public Finance Act – leyes del sector estatal y de las finanzas públicas respectivamente), que tuvieron como objetivo lograr mayor transparencia en la gestión, otorgarle a los gerentes públicos mayor libertad para cumplir sus metas (incluyendo mayor flexibilidad en el manejo de sus recursos humanos y financieros), y una orientación hacia el logro de resultados. El Gobierno logró además introducir un sistema de incentivos basado en bonos de desempeño o la posibilidad del despido ante los malos resultados. Las regulaciones laborales en el aparato estatal se empezaron a regir por las mismas normas que en el sector privado, acabando con la estabilidad laboral absoluta. El nombramiento de los gerentes se empezó a realizar por un periodo fijo, que no coincidía con el ciclo electoral, para separarlo del proceso político.

Implementando las reformas

El proceso de reforma se llevó a cabo bajo dos gobiernos diferentes. Desde 1984 hasta 1990, hubo un gobierno laborista; desde 1990 en adelante, el gobierno del Partido Nacional. Este retomó el proceso de reforma del trabajo y reformó el mercado laboral. La Ley de Contratos de Trabajo preveía una desregulación integral, no se requería que los empleados se unieran a ningún sindicato, y pocas restricciones legales externas además del derecho contractual y las normas mínimas. El gobierno nacional también reformó el sistema de bienestar. Redujo el valor de los beneficios del gobierno y los enfocó de manera más precisa, incluida la comprobación de medios para garantizar que la asistencia se dirigiera a los más necesitados.

Ambos partidos tomaron medidas para garantizar que, en el futuro, la gestión económica esté lo más separada posible de la política. La Ley del Banco de la Reserva de 1989 aumentó la independencia del Banco de la Reserva y estipuló que la función principal del banco, por la cual el Gobernador sería personalmente responsable, era el mantenimiento de la estabilidad de los precios dentro del 0% a 2%.

La Ley de Responsabilidad Fiscal de 1994 requiere que todos los informes financieros del gobierno estén de acuerdo con la práctica contable generalmente aceptada. Se requiere que el gobierno establezca objetivos a mediano plazo, que actualmente la deuda neta está entre 20% y 30 % del PBI, restableciendo el patrimonio neto del gobierno a niveles positivos, reduciendo el gasto gubernamental a menos del 30 % del PBI, sin aumentar la tasa del impuesto a la renta, y la gestión prudencial de los riesgos que enfrenta el gobierno. En virtud de la Ley de Responsabilidad Fiscal, el gobierno debe publicar un conjunto completo de cuentas anualmente y antes de cualquier elección.

Resultados de años de reforma

En 1994, Nueva Zelanda ya ocupaba el noveno lugar general entre la OCDE en el Informe de Competitividad Mundial. Ocupó el primer lugar en el mundo en políticas gubernamentales diseñadas para desarrollar un entorno empresarial competitivo.

Para el 2016, el fuerte crecimiento económico está siendo impulsado por el auge del turismo, la fuerte migración neta interna, la sólida actividad de construcción y la política monetaria. La posición fiscal es sólida, con una deuda pública baja y un presupuesto equilibrado.

Según el Doing Business, Nueva Zelanda es el mejor lugar del planeta para establecer un negocio. Los indicadores analizan cuánto tiempo se necesita para establecer un negocio, cuántos procedimientos existen, el costo inicial y el requisito de capital. Es el país más rápido (solo medio día), tienen menos procedimientos (solo uno), el costo con el Estado es cero.

Comparación con las reformas del Perú

Por el lado del Perú, nuestra recuperación arrancó en 1993 con la promulgación de la Constitución de 1993 y el regreso de la inversión privada. Los resultados fueron muy rápidos, entre 1993 y 1998, crecimos un promedio de 7.5% anual, hasta que en octubre del mismo año cortamos la cadena de pagos, por una combinación de miedo y torpeza. (Ver en Lampadia: ¡Qué “calato”… ni que ocho cuartos! ). Luego de superar ese bache, volvimos a crecer desde el 2003 hasta el 2013 a tasas muy superiores a las del resto del mundo y muy por encima de la performance regional.

Nuestras reformas en los años 1990, centradas en la reinserción de nuestra economía en el mundo global, la apertura comercial, privatizaciones, una cierta liberalización del mercado laboral y en menores regulaciones estatales, lograron elevar la productividad del país. Las inversiones en infraestructuras permitieron reducir los costos del comercio exterior, elevando la competitividad. Por su parte los servicios públicos privatizados, se tornaron más eficientes y de menores costos, con mayor cobertura y calidad. Mejoró la conectividad del país a través de nuevas redes de telecomunicaciones, se incrementó la generación, transmisión y distribución de energía y se favoreció el desarrollo del sector industrial. Se valoró el aprovechamiento de nuestros recursos naturales, empezando por el de la minería, que fue el principal motor de la economía hasta la instalación del gobierno del nacionalismo. De esta manera se empezó a recuperar la productividad, cerrando la década con un crecimiento anual promedio de 0.8%, después de la caída de la década anterior.

El siguiente cuadro, muestra el impacto de las reformas de Nueva Zelanda y del Perú, comparando algunos indicadores pre y pos reforma para cada país. Pero, además, nos permite apreciar la posición de Nueva Zelanda con respecto al Perú de hoy

Lamentablemente, el Perú nunca completó su programa de reformas. Lo que, es más, desde el año 2000, con el gobierno de Paniagua, regresionamos, multiplicando las regulaciones estatales de las actividades productivas y llevamos el tema laboral al autodestructivo status de la mayor rigidez del mundo.

Una mirada al futuro

Nueva Zelanda ha sido visitada innumerables veces por misiones de muchos países de la tierra desde la década del 90s para evaluar el diseño, implementación y resultados de su gran reforma de Estado, uno de los mejores ejemplos de reformas exitosas. Como hemos manifestado en Lampadia, el Perú tiene la necesidad de re-emprender sus reformas, especialmente en lo laboral, en educación, institucionalidad, y clima de inversión, en todos los temas en los que Nueva Zelanda deslumbra a nivel mundial y tiene mucho que enseñarnos. Años después de la transformación de Nueva Zelanda, creemos que sería de extrema utilidad organizar visitas de estudio, del sector público y del privado, para recoger los elementos políticos y técnicos que hicieron posible el gran salto hacia la prosperidad de este país, que, en los próximos días, esperamos derrotar en las gestas futbolísticas. Lampadia