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El mensaje de Dina

Por: Miguel Palomino
La República, 26 de julio del 2023

“Sostener un gobierno por tres largos años a base de promesas populistas es algo que Dina Boluarte no puede darse el lujo de hacer, no con los escasos recursos fiscales con los que cuenta…”.

Cada año, cerca al 28 de julio, los peruanos solíamos estar muy interesados en lo que diría el mensaje presidencial. En los últimos tiempos, sin embargo, el interés ha decaído notoriamente, en línea con la percibida incapacidad y falta de voluntad del Gobierno para anunciar algo relevante.

La disminución en la capacidad de actuar de un gobierno debilitado e impopular ciertamente afecta qué tan relevante pueda ser, pero rara vez deja de ser importante. Es decir, el problema principal se debe a que lo que el gobierno está dispuesto a anunciar es poco relevante. Esto se puede cambiar fácilmente, es sólo cuestión de actitud.

Plantear un número limitado de objetivos claros y atractivos, con mecanismos específicos detallados para lograrlos (para que no sean promesas tiradas al viento), es lo que haría cualquier político con experiencia. Esto permite centrar el debate en torno a las prioridades del gobierno e, igualmente importante, permite saber cuáles son éstas, cosa que hoy no es claro.

Los críticos dirán que no tiene sentido proponer algo que sabemos que no se aprobará, sea debido a la oposición del Congreso o cualquier otra fuerza independiente del ejecutivo. Sin embargo, esto no es cierto por más de un motivo.

En primer lugar, si algo se aprueba o no, será cuestión de negociar con quienes corresponda, esa es la esencia de la política. Incluso si ese algo no se aprobara, quedará claro cuál es el objetivo y quiénes son los que se oponen, ambos puntos siempre beneficiarán al gobierno.

Recordemos que el bajísimo nivel de aprobación actual pone al gobierno en una situación favorable si consigue el respaldo de un grupo grande de la población aun si no tiene a una mayoría (por eso hay que saber escoger los temas). La oposición, aunque mayoritaria, está desunida y eso le puede dar al gobierno mayores cartas para negociar.

¿Con qué tenemos que empezar? Como dije hace unos días en una entrevista en este medio, con convicción y liderazgo. La convicción (si uno la tiene) es fácil de lograr, el liderazgo se va construyendo. Entonces, se trata de si la presidente tiene convicción o no. En realidad, sin ésta será difícil iniciar cualquier proyecto y, valgan verdades, Dina Boluarte no parece tener otra que permanecer en el poder y por lo tanto tiene que cambiar el tema la discusión de si ella se queda o se va a algo propositivo.

Por eso será clave que los ministros estén más o menos alineados y no peleándose entre sí. El ministro a cargo del MEF, por ejemplo, parece tener las convicciones que necesitan. Haría bien la presidente, pidiéndole prestadas algunas y materializándolas, para comenzar, en el presupuesto del año 2024, que deberá ser presentado en agosto.

¿Qué temas deben ser los escogidos para este mensaje, entonces? Aquellos con los cuales se pueda mostrar convicción y que sean apoyados por un importante grupo poblacional. Evitando caer, por supuesto, en promesas populistas. Sostener un gobierno por tres largos años a base de promesas populistas es algo que Dina Boluarte no puede darse el lujo de hacer, no con los escasos recursos fiscales con los que cuenta.

Entonces, la presidente deberá escoger unos cuantos objetivos concretos con mecanismos claros para alcanzarlos y anunciarlos a la nación. ¿Cuáles deberían ser? Hay una larga lista de candidatos y ya se han hecho públicos muchos de ellos (por ejemplo Jessica Luna, directora ejecutiva de Comex).

A mi parecer, lo que más les interesa a los peruanos es el empleo, con lo cual lo lógico es que ese sea el tema central. No con promesas de empleo creado ni subsidiado por el gobierno, ya que eso no es empleo de verdad.

Empleo como los 250 mil nuevos puestos de trabajo que se crearían solitos poniendo en marcha proyectos como Majes-Siguas y Chavimochic o con las grandes obras de infraestructura que no necesitan de fondos del estado. Sería un buen comienzo.




Los cadáveres del Cusco

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia

Todas las ciudades tienen cadáveres urbanos que yacen en medio de ellas, inertes, mudos testigos de la inepcia estatal, de la angurria privada, de la corrupción o simplemente de la estupidez.

La ciudad del Cusco, no es la excepción. Al contrario, debe ser una de las ciudades que más cadáveres urbanos tiene y que, año a año agrega más a su larga lista.

  • En la década de los 80´s el grupo León Rupp adquirió una céntrica propiedad, a tres cuadras de la Plaza de Armas, para instalar un hotel más de su cadena. La quiebra de ese grupo y la desgracia de León Rupp convirtieron esa instalación en el primer cadáver urbano del Cusco. Hoy, 40 años después, la edificación a medio construir y los fierros corroídos siguen ahí yacentes, en manos de otro grupo económico, afeando el paisaje urbano.
  • A finales de los 90s, la Sociedad de Beneficencia Pública del Cusco concesionó el Hotel de Turistas del Cusco, la mejor instalación hotelera de la ciudad a una subsidiaria del grupo Consettur, el monopolio que controla el ascenso vehicular a Machupicchu. Más de dos décadas después ese hotel no existe, sus instalaciones han sido destruidas y sus ambientes del primer nivel, en el mejor de los casos sirven para fiestas informales o ferias de poca monta. La ambición de empresarios sin conocimientos hoteleros de alta gama y la incapacidad de funcionarios locales y alcaldes, exhiben este otro cadáver urbano a una cuadra de la Plaza de Armas.

Este siglo, dos proyectos se vislumbraban como señales alentadoras de las inversiones en la ciudad. Un hotel que iba a ser operado bajo la marca de la cadena Sheraton, en la Calle Saphy y un Centro Comercial del grupo Aventura Mall en las áreas no utilizadas de la Estación Ferroviaria de Wanchaq, en el borde sur del Centro Histórico de la ciudad. La impericia de los constructores del primer proyecto los llevó a un entredicho con las autoridades culturales y municipales, que no se resuelve hasta el día de hoy, ni modificando el proyecto, ni demoliendo lo edificado. La construcción, a medias, yace cubierta por arpilleras a dos cuadras de la Plaza de Armas de la ciudad.

Durante el Gobierno de Ollanta Humala, el primer abanderado de la izquierda nacional de este Siglo, se demolió el centenario Hospital Antonio Lorena, para edificar en su lugar uno nuevo. La obra fue encomendada a una de las empresas patrocinadas por Lula desde el Cartel de Sao Paolo, la Constructora OAS, cuyos ejecutivos han declarado ante los jueces que pagaron coimas a las autoridades del partido de Humala para recibir la obra. La construcción quedó a medias desde el 2015 y hoy es un esperpento urbano que ninguno de los gobernadores regionales que han sucedido ha tenido la capacidad de resolver. Los pacientes de ese hospital, llamado “Hospital de los Pobres”, se atienden en unas barracas provisionales, esperando que algún día el Hospital vuelva a atender.

En las últimas gestiones descentralizadas, la Municipalidad del Cusco, sin razón ni sentido de prioridad, desmanteló la centenaria Avenida Pardo para remodelarla. El alcalde Boluarte, apreciado amigo, pero mal gestor, ya se fue y dejó la obra inconclusa, estrangulando la circulación en el centro de la ciudad que tenía a esa Avenida como un paso obligado.

El Gobernador Regional Benavente, tan cercano a Vizcarra, Sagasti y Castillo, rápido en felicitar la elección del corrupto sindicalista de Chota, terminó su gestión dejando paralizada, ralentizada por lo menos, la Vía Expresa que conduce al Aeropuerto de la ciudad. Dejó el cadáver urbano en la entrada de la ciudad, para que los visitantes y turistas sean testigos de la inepcia estatal regional.

Lamentablemente, no son los únicos cadáveres que exhibe el Cusco.

El antiguo local del Festival de la Cerveza Cusqueña, tal vez el terreno más grande del centro de la ciudad, yace también allí inerte. Una mitad fue adquirida con visión y buen criterio por Ricardo Ruiz Caro para edificar el Museo del Tahuantinsuyo. Sus sucesores, encarpetaron el proyecto y el local está abandonado, para usos marginales. La otra mitad fue adquirida por una de las empresas del minero cusqueño Guido Del Castillo Echegaray. A su muerte, es un terreno más sin uso ni destino.

Machupicchu, la joya del turismo nacional, si sus autoridades, la burocracia cultural y los ciudadanos no cambian de actitud, puede ser el próximo cadáver regional, asesinado por mano propia. (Ver La muerte de Machupicchu en Lampadia).

Felizmente la Maravilla del Mundo se resiste a morir. Su majestuosidad aún opaca las vicisitudes que el turista pasa para llegar a visitarla, pero cada vez es más difícil esconder un modelo de gestión deficiente y un entorno que se precariza a diario.

El Aeropuerto Velasco Astete será el próximo cadáver urbano si se permite su cierre para entregar todo el monopolio del acceso aéreo a un solo operador en el nuevo Aeropuerto de Chinchero, que no tiene nuevas vías de acceso a la ciudad. Dejará de ser una alternativa para conectar el Cusco al mundo y será, como los otros cadáveres urbanos, un bodrio urbano lleno de locales públicos, testigo de la voracidad de burócratas y empresarios que lotizarán en mil pedazos el actual aeropuerto, dejarán algunas macetas para hacernos creer que lo convirtieron en un parque y desconectarán el Cusco del mundo, a vista y paciencia de todos.

Una ciudad que fabrica cadáveres urbanos no es un imperio (como creen muchos políticos e intelectuales cusqueños), es una ciudad sin futuro. Puede estar orgullosa hasta el hartazgo de su pasado, pero es una ciudad sin futuro e incluso, sin presente.

Felizmente, a diferencia de los cadáveres humanos que no resucitan, los cadáveres urbanos pueden convertirse en obras, oportunidades, empleos, inversiones, progreso y futuro si las autoridades no cobran coimas para resucitarlos, si los agitadores no los convierten en blanco de sus protestas y si los empresarios ven en ellas oportunidades para hacer negocios y generar oportunidades y no para el saqueo mercantilista que asfixia nuestro país, de Tacna a Tumbes.

El Cusco, mejor dicho, los cusqueños, que están prestos a celebrar su día jubilar, en lugar de entonar himnos y consignas, en lugar de danzar y beber, en lugar de protestar y oponerse, deberíamos reflexionar cómo es que nos estamos convirtiendo en el más grande cementerio urbano del país y qué debemos hacer para cambiar. Este me parece el mejor homenaje a la ciudad. Lampadia




Solo 51.6% de hogares tiene agua las 24 horas del día

Por: Consejo Privado de Competitividad
Perú21, 8 de Junio del 2023

Perú necesita acelerar el cierre de brechas de acceso y calidad de servicios, según informe de CPC. Aseguran que se ha reducido el número de adjudicaciones bajo Asociaciones Público Privada.

Si bien en el Perú el 89% de hogares cuenta con el servicio de agua (con datos al año 2022), solo un 51.6% lo tiene durante las 24 horas del día, reveló el Informe de Competitividad 2023 – 2024 publicado por el Consejo Privado de la Competitividad (CPC).

En ese sentido, explicó que para alcanzar a los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “se requiere invertir 24.2% más que la inversión estimada para infraestructura de acceso básico de agua y saneamiento”.

“Hay necesidad de acelerar el cierre de brechas de acceso y calidad de servicios públicos de forma integral. No obstante, el desembolso público no muestra un crecimiento elevado que se esperaría frente a las amplias brechas existentes”, se lee en el documento.

El informe también reveló que se observa que se ha ralentizado la adjudicación de Asociaciones Público Privadas (APP). Por este motivo, entre 2007 y 2011 el promedio de licitaciones bajo esta modalidad alcanzó los US$1,601 millones, pero entre 2018 y 2022 apenas fue de US$145 millones. “De hecho, el total de proyectos adjudicados también se redujo en ambos periodos pasando de 35 a solo 10″, añadió.

Por otro lado, precisó que, “entre los múltiples desafíos a los que actualmente se enfrenta el gobierno destaca la conflictividad social, que viene registrando una tendencia creciente en los últimos años”.

Este aumento, precisó, es consecuencia de la “deficiente” gestión y manejo de estos problemas.

“Las regiones con menores niveles de servicios en aspectos relacionados con conectividad, salud, educación e instituciones se asocian con un mayor nivel de conflictividad social”, resaltó y destacó la necesidad de que el Estado cumpla un rol efectivo en la prevención.

Tenga en cuenta

Según el CPC, la productividad de una microempresa es el 5% de una gran empresa. En países con regímenes tributarios especiales es de 55.2%.

Asimismo, precisó que la situación económica se agrava con la crisis política que atraviesa el país.




“Narrativa” y “Etiqueta”, la estrategia

Por: José Luis Gil
Peú21, 8 de Junio del 2023

Ellos no apuestan por la democracia para dirigir un país, sino, por la conspiración, la manipulación, el control y hasta el abuso.

En los últimos 30 años, la estrategia del uso de la “narrativa” (historias ficticias) o el “etiquetado” (apodo o nombre agraviante para el adversario) por parte de la izquierda radical y la progresía, ha sido tan potente, eficaz y devastador, que lograron traerse abajo gobiernos y acceder a la presidencia sin haber ganado elecciones como el caso de Sagasti, o con el uso de las traiciones como el caso de Vizcarra. Además, no debemos olvidar la manera flagrante de relativizar los crímenes de su aliada política Susana Villarán o Fernandini, entre otros. O el silencio sepulcral cuando se trata de corruptos de izquierda de los gobiernos regionales o municipales. Y es aquí donde entran a tallar la “narrativas”, las “etiquetas”, porque el ruido y el odio que generan, son suficientes para ocultar sus corruptelas o desastres políticos.

El bloqueo de partidos políticos como el Apra o el fujimorismo, “etiquetándolos” como “organizaciones criminales” con el único propósito de sabotear el legítimo derecho que tiene de participar en elecciones libres es una muestra de la “narrativa”. Esto no significa que no se hayan cometido actos de corrupción, no; se trata del “arte” que tienen de convertir presuntos delitos individuales, en acciones criminales colectivas. A la luz de la incapacidad de los fiscales de probar sus acusaciones, van quedando más dudas que certezas sobre los monstruos que se pretendieron presentar ante la población, y que hoy no pueden lograr ni una sola condena. Las fuertes sospechas sobre el sesgo ideológico de fiscales comprometidos construyen hoy una certeza con poco espacio para rebatirla.

La maquinaria comunicacional que pusieron en marcha impregnó en la mente de muchos ciudadanos, frases como “aprofujimontesinismo”, o “fujiaprismo”, “fujicerronismo”, “terruqueo” (creado por RMP y AAR), “facho”, “ultraderecha” y hasta “Dina asesina”, logrando una permanente actitud hostil y violenta de la población, para conducirlos a una toma del poder de facto. Está claro, pues, que ellos no apuestan por la democracia para dirigir un país, sino, por la conspiración, la manipulación, el control y hasta el abuso. No pasarán.

Finalmente, usar la palabra “facho” para atacar a los contrincantes, demuestra carencia de argumentos y una supina ignorancia respecto a las características del fascismo cuya naturaleza es totalmente contraria a las ideas de libertad. No permitamos que las “narrativas” aplasten el espíritu de los libertarios, de todas las tendencias democráticas no proterrorista ni de radicales de izquierda. Hagamos un gran frente de unidad y reconstruyamos el país, con historias reales, con respeto y con decencia. Sí se puede.




Dejémonos de cuentos

Rafael Rey Rey
Para Lampadia

Llaman “Ley Mordaza”, con intención descalificadora, al proyecto que modifica las sanciones contra la injuria, la difamación y la calumnia. Sostienen que impedirá el libre ejercicio periodístico y las eventuales denuncias de corrupción a través de la prensa. Que atenta contra la libertad de prensa. Yo no pienso así. Creo que el proyecto puede mejorarse, pero de ninguna manera archivarse como pretenden muchos periodistas.

A ver. El derecho humano que engloba al de la libertad de prensa es el “derecho a la información”. Y éste tiene dos aspectos.

El activo, es decir, el derecho “a informar” que tiene toda persona natural o jurídica de opinar y publicar lo que quiera, al que normalmente se hace referencia cuando se habla de libertad de expresión o de prensa.

Pero está también el aspecto pasivo, que es el derecho de “ser informado”. Informado “correctamente” como es obvio. Es decir, con la verdad objetiva cuando se refiere a hechos o a asuntos referidos a otros. Este último derecho, propio de los ciudadanos es, con frecuencia, olvidado y atropellado cuando se miente sobre hechos, o cuando se, difama o calumnia a alguien.

Y las normas que sancionan la difamación y la calumnia tienen la finalidad de hacer respetar este aspecto del derecho a la información, el de ser informado correctamente, que, en nada atenta contra el primer aspecto, el de informar o de opinar.

Analicemos las “mordazas” que dicen que el proyecto introduce a la ley vigente que sanciona la difamación y la calumnia.

La mayoría de los periodistas y medios de comunicación han centrado sus críticas al proyecto casi exclusivamente en el hecho de que, para el caso de difamación o calumnia por medios masivos, eleva en un año tanto el límite inferior como el superior de la pena de prisión. De 1 año a 2 y de 3 a 4 respectivamente. Sin embargo, considerando que quien es sancionado con penas de 4 años o menos no cumple cárcel efectiva, ese cambio, aunque sea lo más llamativo para ser criticado de forma efectista y pintado como un atropello a la libertad, no es eso ni lo principal, ni lo novedoso ni lo positivo del proyecto.

Por eso, en mi opinión, para quitarle ese “argumento” a quienes se oponen al proyecto, éste debería de eliminar la pena de prisión o por lo menos disminuirla, pero mantener la principal novedad que el mismo introduce.

Porque la principal novedad positiva del proyecto es que, a la multa establecida en la ley vigente, añade la aplicación de una reparación civil en favor de la víctima de una difamación o calumnia. Me parece muy justo. La multa es por definición una sanción pecuniaria en favor del Estado. Pero resulta que el difamado o calumniado no es el Estado, sino una persona. La reparación civil, en cambio, es una forma de compensar en algo el daño que se ha hecho al honor de la persona difamada o calumniada. Pero claro, el bolsillo duele. Y, en realidad eso es lo que más genera preocupación y malestar en muchos periodistas. Por eso, para evitar que la reparación sea ridículamente baja, el proyecto debería establecer que se defina en fusión a la unidad impositiva tributaria o a valores equivalentes a los de días multa. Cualquiera que resulte mayor.

Haciendo periodismo me he sentido siempre libre y cómodo para decir lo que pienso y para denunciar irregularidades y delitos sin temor a las normas que sancionan la calumnia y la difamación. Y esto, posiblemente, por una sencilla razón: estoy siempre dispuesto a disculparme y a rectificar cuando cometo un error.

Como ciudadano y como político, en cambio, muchas veces he sido víctima de difamaciones y calumnias y no he conseguido que los autores se rectificaran como era su deber. Es que algunos parecen querer ser intocables, tener patente de corso para difamar sin consecuencias y seguir haciendo del periodismo “el más vil de los oficios”.

Bien haría el Congreso entonces en no asustarse con la oposición al proyecto. Sería mejor anular o reducir las vigentes penas de prisión, y así quitar a los detractores del proyecto el principal argumento para oponerse, pero mantener la inclusión de la reparación civil y añadir la obligación expresa del difamador de rectificar en forma gratuita, inmediata y proporcional, como señala la Constitución.

Sea como fuere, visto el cargamontón contra el proyecto de ley que nos ocupa, es evidente que la frase “otorongo no come otorongo” no solo es aplicable a los congresistas. También lo es a los periodistas. Dicho, por supuesto con todo respeto. El proyecto en cuestión no amenaza la libertad de expresión. Dejémonos de cuentos. Lampadia




Liderazgo fuerte

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

Para salir adelante en situaciones críticas, las naciones requieren liderazgos fuertes. El historiador británico Ian Kershaw analiza en un reciente libro el desempeño de una docena de líderes europeos, incluyendo no solo a los constructores sino también a los nefastos como Lenin, Stalin y Adolfo Hitler. (“Personalidad y poder: Forjadores y destructores de la Europa moderna”, 2022).

Entre los líderes democráticos estudiados por Kershaw, están Winston Churchill, Charles de Gaulle, Konrad Adenauer, Margaret Thatcher y Helmut Kohl. Todos ellos tienen como característica común haber ejercido un liderazgo férreo en momentos decisivos para sus países.

Son conocidos los liderazgos enérgicos de Winston Churchill y Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, en Gran Bretaña.

En Francia, Charles de Gaulle encabezó el Gobierno después de la liberación y, luego de algunos años en el retiro, retomó el mando para resolver la crisis de la Cuarta República y solucionar la guerra de Argelia. Finalmente, resistió con éxito la asonada de mayo de 1968.

Es famoso su imponente liderazgo, que Kershaw resume así: “Su estilo de gobierno se caracterizó por un elevado ritmo de trabajo y una atenta capacidad de escucha y de comprensión de los detalles, lo que, unido al minucioso examen de los argumentos de los ministros y a su extraordinaria memoria, contribuyó a consolidar su autoritarismo instintivo.”

La Alemania de la postguerra tuvo la suerte de contar con un líder de la talla de Konrad Adenauer, un católico conservador que fue alcalde de Colonia hasta que Hitler se hizo del poder y lo destituyó. Después de la guerra, gracias a su formidable liderazgo, el país en ruinas pudo levantarse y reconstruirse, superando su reciente pasado dominado por el nazismo.

Kershaw anota que Adenauer tenía “una tendencia inequívocamente autoritaria. Ya en su época de Colonia mostró rasgos de dictador. Sus adversarios de la izquierda lo llamaban el «Mussolini alemán» o «Duce de Colonia»”.

Y añade, “Creía en el gobierno democrático. Pero, a su juicio, la democracia había que dirigirla, guiarla, manejarla. (…) El carácter de la incipiente democracia alemana occidental llevaba el sello de la personalidad autoritaria de Adenauer. (…) Adenauer combinaba la determinación ideológica con una gran sagacidad táctica, y gestionó las restricciones del sistema democrático con una perspicaz mezcla de manipulación política, seguridad en sí mismo y dirección autoritaria.”

Otro líder alemán que afrontó momentos cruciales para su país fue Helmut Kohl, que estaba al frente cuando se produjo la caída del muro de Berlín y tuvo que lidiar con la reunificación, cosa que no estaba definida en ese momento. Él fue canciller de Alemania Occidental entre 1982 y 1990, y de la Alemania unificada entre 1990 y 1998, más tiempo que nadie desde Bismark.

Según Kershaw, su estilo era “cada vez más autoritario, se basaba muchísimo en las lealtades personales (…) la forma de gobernar de Kohl: una singular combinación de un estilo casi autoritario en la toma de decisiones.”

El punto es que esos líderes marcaron la diferencia entre el éxito y el fracaso en sus países, pues “en el desarrollo de la historia, el liderazgo no ha sido puramente circunstancial, sino un elemento clave.”

En estos casos se trata de líderes que condujeron a sus naciones en el marco de la democracia, pero tuvieron que recurrir a métodos extraordinarios para sacarlas adelante en el contexto de gravísimas amenazas: “al menos algunos de los líderes democráticos más sobresalientes del siglo XX eran por temperamento autocráticos, y que en determinadas circunstancias sus tendencias autoritarias fueron incluso ventajosas. En ciertos momentos críticos, especialmente en la guerra, los procesos políticos lentos y a menudo laboriosos son por lo general inadecuados. Entre los casos abordados aquí, Churchill, De Gaulle y Thatcher tuvieron que tomar decisiones rápidas que, por su propia naturaleza, se saltaban los procedimientos democráticos completos.”

Por supuesto, lo que los diferencia de los dictadores es que no se perpetuaron el poder: “En última instancia, este es el test de los dirigentes democráticos: ¿Están dispuestos a irse si son derrotados o ya no cuentan con el favor de la gente? Los líderes democráticos aquí evaluados se mostraron reacios a dejar el poder. Pero llegado el momento, se fueron… en paz.”

Cómo es obvio, la ausencia de liderazgo en el Perú es una de las principales razones por las que se vive, desde hace años, en una crisis permanente. Lampadia




El caviar nunca debe gobernar

A propósito del reciente intercambio de opiniones sobre los llamados ‘caviares’, estamos rescatando un artículo de Juan Isenrich de hace tres años que sostiene “que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia”.

Efectivamente, quién sabe si el mayor problema de los caviares en el Perú, es que creen promueven más Estado, porque buena parte de ellos, viven del Estado. No creen en la creación de riqueza y como dice Llosa, no saben crear riqueza. 

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia 

Republicado
Juan Llosa Isenrich
Publicado originalmente por Lampadia el 4 de noviembre de 2020

Hay que reconocer que los caviares más notorios de nuestra sociedad han alcanzado posiciones de gestión, influencia y poder dentro del Estado. Se han esforzado por años en hacer notar y hacer valer sus habilidades y conocimientos en diversas materias, tales como la educación, la salud, la filosofía, la sociología, la economía y en muchas otras ramas de las ciencias sociales.

Pero ahora aspiran a más.  Y también nos quieren gobernar poniendo en práctica sus ideas socialistas.

Debemos hacer un esfuerzo para tratar de entender cuál es la causa por la que cuando un caviar gobierna todo sale mal. No parece ser una maldición de dios; debe haber razones para ello. 

Si bien en la Unión Soviética no se les llamó caviares a aquellos que tomaron el poder aprovechándose del desorden al final de la primera guerra mundial, fueron sus líderes con la misma mentalidad quienes hicieron la revolución rusa. Felizmente este experimento ya colapsó, luego de un caos en la producción y por el atropello sistemático de los más elementales derechos individuales. Hoy, con la experiencia vivida, podemos afirmar que no tenían ninguna opción de tener éxito.

La revolución china socialista también fracasó, a pesar de la voluntad de Mao y de los importantes esfuerzos desplegados por sus seguidores. Millones de personas murieron en el experimento y la pobreza de la población no se redujo durante todo el proceso.

Muchos otros países socialistas en Asia y en Europa también fracasaron. Hasta los disciplinados, cultos, expertos y comunitarios alemanes de la República Democrática Alemana sucumbieron a las limitaciones de la producción de bienes y servicios y a la ausencia de las mínimas libertades individuales.

Quedan 2 gobiernos socialistas en el mundo y son Cuba y Venezuela. Seguro que por ahí hay algún otro. Su fracaso es solo cuestión de tiempo. Mejor dicho, ya fracasaron, pero nadie logra botarlos a patadas del poder por su incapacidad para producir, reducir la pobreza y mejorar la vida de sus ciudadanos.

Todos estos países que eran socialistas y que han adoptado economías de mercado libre, ahora progresan a alta velocidad. China está por convertirse en la primera potencia mundial, ya es el primer exportador, su tasa de crecimiento anual es extraordinaria y sacaron a cientos de millones de personas de la pobreza.

El caviar es una persona que tiene un candado mental. Este candado instalado misteriosamente en su sistema cognitivo determina que le resulte imposible siquiera analizar algunos aspectos fundamentales de la sociedad humana y de las motivaciones de los individuos.

El caviar no puede entender lo que es una economía de libre mercado, tampoco comprende cual es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de un país. Le resulta imposible listar los derechos individuales de un ciudadano, sin confundirse con temas como el derecho a la educación, al agua potable, a la salud, al internet, etc.

El caviar está convencido de que el gobierno puede crear riqueza para el progreso de la sociedad. Cree firmemente que los funcionarios públicos tienen la voluntad, la motivación, el coraje y que pueden desplegar el esfuerzo suficiente para crear empresas eficientes y competitivas.

El caviar generalmente es una persona con un cociente intelectual alto, ha estudiado una carrera profesional con esmero y con éxito, es un individuo sensible. No hay ninguna razón para menospreciarlo. Es una tragedia que tenga instalado este candado mental, del cual no es consciente. El caviar puede ser un excelente artista, un muy buen sacerdote, un gran programador de computadoras, y muchas otras cosas más.

Pero los caviares nunca deben gobernar.

Cuando lo hacen cometen errores graves y destruyen el tejido productivo de la sociedad. Lo hacen sin querer, involuntariamente, al tomar decisiones que afectan al país sin haber entendido asuntos básicos como qué es una economía de mercado, cómo los consumidores votan todos los días al elegir libremente los productos que consumen y cuál es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de la nación, quienes con voluntad férrea, coraje e innovación  dedican todos sus esfuerzos para servir a los ciudadanos y están permanentemente motivados a hacerlo, ya que de ello dependen sus ganancias e ingresos.

Las políticas y decisiones gubernamentales de los caviares, en los importantes temas de la creación de la riqueza, abastecimiento y servicio a los ciudadanos, desarrollo de la producción, de la innovación, se basan en conceptos totalmente errados y, como consecuencia de ello, los resultados de estas políticas y estas decisiones serán desastrosos para la sociedad.

Soy un convencido de que la mayoría de los caviares son personas con buenas intenciones. Muchos proceden de familias acomodadas y por ello han tenido las mejores oportunidades para educarse. Si ellos pudieran elegir, no serían caviares. El candado cognitivo no lo escogieron ellos, se los instalaron sin pedirles permiso.

Un ambiente familiar donde todas las necesidades básicas están resueltas, con ingresos familiares estables, comida, seguridad, vestido y afecto, es un campo fértil para la instalación del candado mental.

El jefe de familia, empleado de una empresa o funcionario público, que no vive día a día los retos a los que se enfrentan las empresas, no le transmitirá a sus hijos la motivación suficiente para interesarse en ellas y en el mercado.

Cuando la educación es dogmática en una institución religiosa contribuye a la instalación del candado cognitivo. El enfoque de esta institución no es el desarrollo de sus alumnos para competir en un mercado libre, produciendo bienes y servicios cada día con mayor calidad y menor costo, más bien le dará la mayor prioridad a inculcar los valores de justicia, igualdad, compasión, caridad y apoyo social.

Los programas educativos diseñados por el gobierno, contienen poco sobre el desarrollo de la producción y sus dificultades. Muestran a la sociedad como una maquinaria en funcionamiento automático, donde los principales líderes son los gobernantes.  No se analizan las dificultades que existen para crear riqueza, para crear empresas y para producir. Los héroes son únicamente aquellos que de alguna forma murieron en una guerra. Los líderes de la creación de riqueza y empleo quedan en el olvido dentro del contenido escolar y universitario.

Aquel joven que tuvo el privilegio de recibir toda esta educación familiar, escolar y universitaria, es muy posible que termine siendo un caviar y que, involuntariamente, tenga instalado un candado mental que le impida entender la realidad productiva del país y vislumbrar los caminos que hay que seguir para aumentar la producción, el empleo y en general la riqueza de la nación.

Es difícil para un caviar abrir su candado mental. Él ha tenido éxito en todos sus estudios y trabajos, su ambiente familiar y de los amigos lo felicitan por ello y lo impulsan a seguir adelante. Él se siente un triunfador y está convencido de que tiene mucho que aportar para el desarrollo del país y va por más. No tiene motivación alguna para romper su candado, si ni siquiera sabe que lo tiene.

No tiene los incentivos para emprender el duro camino de estudiar en profundidad cómo se desarrollaron otras naciones y cuáles son las verdaderas motivaciones de los ciudadanos, para lo que yo le recomendaría, con mucho cariño porque el país lo necesita lúcido, que dedique todo un año a estudiar cuidadosamente lo escrito por el inglés Adam Smith en el siglo 18 sobre el desarrollo económico en Inglaterra y, también, a la rusa nacionalizada norteamericana Ayn Rand en el siglo 20 sobre la ética del capitalismo, al que llamó el ideal desconocido. 

Seguramente que Angela Merkel, nacida y educada en la Alemania comunista lo hizo en su oportunidad, al igual que Deng Xiaoping y los principales dirigentes del partido comunista chino, los líderes rusos, polacos, etc. y quién sabe hasta Alan García en su largo exilio en Europa. Este tema debería formar parte del contenido de todos los estudios universitarios.

Pero insisto en que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia. Lampadia




Terminó la temporada de lluvias

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 5 de junio de 2023
Para Lampadia

¿Qué hicimos con las aguas sobrantes de la temporada de lluvias que acaba de pasar? Las dejamos correr y perderse en el mar. Eso es lo que hicimos. O sea, no hicimos nada. Las aguas de lluvias cayeron, discurrieron por quebradas y cauces, formaron huaicos que destruyeron pueblos y caminos, murieron personas y animales… Incluso, en marzo tuvimos el Ciclón Yaku. Un diluvio cayó sobre la Costa Norte.

Ahora… ya no llueve. En nuestro país, en junio nunca llueve. Estamos a inicios del estiaje 2023. Y no lloverá hasta diciembre, cuando empiecen nuevamente las lluvias de verano. Algo lloverá en octubre y noviembre, pero poco. Las escasas lluvias de primavera serán absorbidas íntegramente por los suelos resecos de la Sierra.

 

No obstante, a pesar de las lluvias abundantes que acabamos de tener, no guardamos ni una gota de agua para el estiaje. La Sierra y la Selva sufrirán mucho por los friajes y la falta de agua para riego. Y la Costa esperará sedienta y angustiada la bajada del agua nueva. Así es la naturaleza en nuestro país. Así es… todos los años, desde toda la vida. Sólo los que tenemos pozos o reservorios tendremos agua en el estiaje.

Aunque algunos digan lo contrario, nuestro balance hídrico es positivo. Pero, eso sí, estacional. Tenemos mucha agua en unos meses del año, y muy poca agua – o nada – en otros.

Sin embargo, la cantidad de agua de lluvias que Dios nos regala todos los años, supera con creces las necesidades de agua de la población para todo el año, más la demanda de agua de todas las actividades agropecuarias, productivas, urbanas, ambientales, y demás.

Tenemos agua, mucha agua, agua de sobra. El Perú es uno de los países con más agua a nivel mundial. En materia hídrica, somos un prodigio de la naturaleza.

Sin embargo, muchos agricultores y ganaderos sufren mucho por falta de agua en los estiajes. Y millones de compatriotas no tienen agua potable en sus viviendas.

La pregunta entonces es: ¿si llueve tanto en los veranos, por qué no construimos reservorios en la Sierra – y plantamos bosques y pastizales – para guardar parte de esas aguas abundantes, y disponer de ellas en los estiajes? Y de paso, evitamos huaicos e inundaciones.

Más aún

¿por qué no infiltramos los acuíferos con las aguas sobrantes de las avenidas?
¿Por qué no tratamos las aguas servidas de los pueblos – me refiero a los desagües – y las volvemos aptas para su reutilización, al menos en la agricultura?

En síntesis, el problema del agua en nuestro país es un problema de gestión del recurso. No es un problema de falta de agua.

Bueno pues, en vez de identificar la verdadera causa del problema, hay personas ideologizadas – políticos, académicos, periodistas, dirigentes, etc. – que atribuyen la falta de agua a las empresas agrarias “que se la llevan toda, y dejan sedienta a la población”.

¿Por qué no mencionan palabra alguna acerca del fracaso estrepitoso de las empresas municipales de agua y saneamiento, ni de la corrupción e inoperancia de estas? Su silencio los delata. Claramente, hay muchos opinólogos – que fungen de adalides del agua – que no se atreven a desenmascarar al Estado por su pésima gestión del agua.

Incluso, de parte del Estado hay una obsesión recurrente por declarar en emergencia todo lo que tenga que ver con el agua, tanto por exceso como por defecto. Emergencias por lluvias y emergencias por sequía. Pero, eso sí, no se hace nada al respecto, más allá de las declaratorias de emergencia publicadas en el diario oficial El Peruano. ¡Cómo si un papel con tinta fuera a resolver un problema hídrico!

Seamos sinceros. Nuestro país tiene bastante agua dulce, y muchas veces, demasiada. El problema es que nuestro Estado es inoperante. Y para graficar mejor la inoperancia del Estado en cuanto a la gestión del agua para uso poblacional

¿acaso nuestros hermanos charapas en Iquitos, no padecen de falta de agua potable en sus viviendas, a pesar de estar rodeados de agua dulce por todos lados?

Repito y concluyo. En el Perú tenemos mucha agua… gracias a Dios. Lamentablemente, también tenemos muchos opinólogos ideologizados que no se atreven a decir que tenemos un Estado deshonesto e inoperante, que no sabe cómo gestionar bien el agua que tenemos. Lampadia




Gallina que come huevo…

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Si me preguntaran cuáles fueron los principales errores económicos del gobierno de Alberto Fujimori, yo diría inmediatamente:

  1. No haber privatizado PetroPerú y 
  2. No haber privatizado la gestión de los servicios de agua y desagüe a nivel nacional.

Nos ocuparemos del primero.

La explicación salta a la vista, más allá de lo narrado tan claramente por Carlos Paredes Lanatta, en su libro La tragedia de las empresas sin dueño. Hoy, tres años después del término de su gestión, encontramos que se continúan profundizando los errores, las “metidas de pata” y muchas “metidas de mano”, especialmente durante el período de 16 meses de Castillo en la presidencia.

Lo inevitable viene siendo soportar no solo la pesada carga de una mala gestión, sino de una muy mala inversión, tal como el “proyecto de modernización de la refinaría de Talara”, así llamado por el gobierno de Humala y promovido por Humberto Campodónico, para engañar a toda la ciudadanía del Perú.

Un proyecto que ha demandado US$6 mil millones, pues claramente se trató de una nueva refinería y no de una modernización para desulfurar los combustibles, tal como se hizo en la refinería de La Pampilla con una inversión de US$800 millones.

Los resultados de la mala gestión del Estado en las empresas públicas, saltan a la vista. Tras los retrasos y sobrecostos de un proyecto a todas luces innecesario y no rentable, hoy tenemos una empresa pública descapitalizada, a pesar que ha sido necesario que el fisco le inyecte S/ 4,000 millones de capital y le preste US$ 500 millones. No obstante, sigue con dificultades financieras, y sus problemas de liquidez y solvencia, sólo se superan porque los que pagamos impuestos debemos sufragar los errores de sus gestores. Debemos recordar, que hemos construido una refinería en un país que no tiene reservas de petróleo y no ha fomentado las exploraciones requeridas para alimentar la refinería.

Debemos recordar también, que PetroPerú tiene a su cargo el Oleoducto Norperuano (ONP), infraestructura crítica para justificar exploraciones en la selva, y que a lo largo de más de medio siglo de existencia, no ha recibido el mantenimiento adecuado, no se han hecho las mejoras tecnológicas que permitan un ONP eficiente a costos competitivos, y que es permanentemente atacado por los moradores de las zonas que recorre.

Dicho eso, debemos tener presente que PetroPerú tendrá que invertir aproximadamente US$ 1,500 millones en mantener el ONP y modernizarlo.

En su defecto, deberá ejecutar el plan de cierre de su operación, lo que significa un monto similar, esto es US$ 1,500 millones para desmontar y remediar completamente las áreas impactadas que hoy ocupa, eliminando cualquier pasivo ambiental, incluyendo los residuos de los derrames producidos por propios o extraños. Eso sí, si se opta por esta última alternativa, ya no habrá forma de convocar nuevas inversiones en exploración en la región.

No debemos olvidar, que PetroPerú es una empresa sobreendeudada por construir un elefante blanco como Talara, al que se le está permitiendo operar por 18 meses sin contar con todos los permisos (como a ninguna empresa en el mundo). Que tiene una gran deuda que honrar, y que enfrenta el dilema de modernizar o retirar el ONP y, en estas circunstancias, hay en el país quienes quieren cargarle más problemas.

Ahora resulta que un grupo de iluminados de Perú Libre y Bloque Magisterial (gente que por supuesto jamás ha hecho empresa, ni ha asumido responsabilidades empresariales), quiere que PetroPerú entre a un proceso de “integración vertical”, y para eso se está entrometiendo en la gestión de Perupetro y los procesos de licitación de los lotes cuyos contratos están venciendo.

Independientemente de que, este es un cambio de rumbo estatizante de la actividad petrolera, operar campos petroleros es una actividad de riesgo que requiere experiencia profesional de técnicos y organización, con los que PetroPerú no cuenta desde hace décadas. No los tiene para los lotes de la selva, mucho menos para explotar pozos en plataformas marinas. Es seguro, que PetroPerú requerirá de nuestros impuestos para solventar los déficits que se seguirán generando. Lo más grave, es que el Estado peruano, lejos de destinar nuestros impuestos a cumplir su rol fundamental de atender a las poblaciones más necesitadas en educación, salud y seguridad, los “licuará” en una aventura empresarial de riesgo, claramente no controlado.

La evidencia empírica nos muestra que el Estado, además de estar infiltrado por la corrupción, actúa con gran ineficiencia, y por eso los resultados económicos que reportan sus empresas, han traído como consecuencia una seria rebaja de su calificación de riesgo, a pesar de contar con el respaldo implícito del Estado peruano.

Lo que preocupa más, es que la gente pensante del gobierno (técnicos del MEF), entiende que PetroPerú no debe embarcarse en esta mala aventura, pero hay gente en otro sector del ejecutivo que, en contra de la opinión del MEF, está “empujando” la idea de tal integración vertical. No sólo eso, sino que, en el Congreso, particularmente algunos niños de AP (cuya bancada preside la Comisión de Energía y Minas), está jugando todas sus cartas para lograr este despropósito, y nadie lo está deteniendo.

Ya nos “pasaron por la huacha” la elección del Defensor del Pueblo (ahora le han puesto la puntería al Procurador General del Estado), han negociado a nuestras espaldas dejar sin efecto la censura de cuatro “niños” de Acción Popular (coincidentemente impulsores del despropósito petrolero), están destruyendo el mercado energético manipulando la ley de electricidad, y ahora, quieren embarcarnos en un tremendo despropósito empresarial en PetroPerú.

Me parece que aquí hay un juego peligroso entre el ejecutivo y el congreso, y que debemos levantar nuestra voz de protesta para detenerlo. Si esto continúa así, no habrá forma de financiar sanamente las tareas fundamentales del Estado, y los más pobres sufrirán las consecuencias, pues mientras tanto, seguiremos generando un déficit fiscal muy difícil de controlar y que compromete nuestra estabilidad futura y el control de la inflación, que es el impuesto a los más pobres.

Estamos advertidos, gallina que come huevo, aunque le quemen el pico. Lampadia




“Quien mucho abarca, poco aprieta”

Por: José Luis Gil
Perú21, 1 de Junio del 2023

A Sunat, por ejemplo, se le encargó fiscalizar el ingreso, permanencia, traslado y salida de los insumos químicos.

Hay dos hechos puntuales de instituciones del Estado que relativizan las funciones de la Policía Nacional, y que inciden en el incremento de la inseguridad ciudadana. El primer caso es de Sunat, y el otro, del Ministerio Público. Uno, que ha fracasado en el control de insumos químicos contra el tráfico ilícito de drogas (TID) y la minería ilegal, y el otro, también por tratar de convertir abogados en policías (como fiscales), en detrimento de las capacidades estratégicas, tácticas y operativas de la ciencia policial. En ambos casos utilizan fondos públicos, alientan burocracia improductiva y se duplica el trabajo afectando el objetivo principal: la seguridad de todos peruanos.

A Sunat, por ejemplo, se le encargó fiscalizar el ingreso, permanencia, traslado y salida de los insumos químicos, y el control de insumos contra la minería ilegal, con el DS 1126 de 2012 que firmó Ollanta Humala. Hoy tienen 23 millones de soles al año versus 8 millones de soles para Dirandro PNP (Perú21 30MAY23). Sin embargo, la realidad los ha rebasado. La norma (y los políticos) no tomaron en cuenta que, para esta lucha, se requiere de una fuerza pública con capacidad coercitiva y de atribuciones únicas para la detención de personas. El prejuicio perverso sobre presuntas incapacidades de la Policía Nacional ha sido largamente superado a la luz de sus éxitos en la lucha contra el crimen en los últimos 30 años.

Por otro lado, y desde hace varios años, el Ministerio Público ha sido “favorecido” con poderes casi omnímodos, debido a que paulatinamente van adquiriendo funciones policiales o forenses, como el laboratorio de criminalística, saltándose la Constitución (Art. 166) que dice: “La PNP, previene, INVESTIGA y combate los delitos”; así como el hecho de haber introducido en el Código de Procedimientos Penales la investigación en “sede fiscal”, para que “dirijan” la investigación, cuando en realidad solo asesoran jurídicamente a la PNP, que son los que hacen el verdadero trabajo operativo y documental. Los “registros domiciliarios” después de 6 años, nulas condenas (Odebrecht con fiscales Vela y Pérez), corrupción, delincuentes liberados o juicios perdidos, son una muestra de que quien mucho abarca, poco aprieta.

Estas distorsiones afectan la lucha contra la criminalidad convirtiendo a los verdaderos investigadores policiales en “secretarios” o “mesa de partes”, en clara muestra de que se quiere imponer la ciencia jurídica sobre la ciencia policial. Todo esto debe ser reformado por el Congreso, quienes podrían convocar a expertos policiales como Cluber Aliaga, Jorge Cárdenas, Mandujano, Toribio Paulino y otros, para que tengan una idea clara de lo que debe cambiarse. ¡Sí se puede!




“Caviar para Tanaka, Althaus y León Moya”

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 1 de Junio del 2023

“La caviarada moderna proviene de marxistas pudientes que se moderan y entran a las consultorías, el empleo público y las ONG desde los 90″.

Me sorprende que a estas alturas aún ningún politólogo haya delineado bien la categoría política “caviar”, como también me deja perplejo que varios analistas reputados lo reduzcan a definiciones muy simples (para León Moya son tan solo “izquierdistas de clase alta” y para Althaus lo mismo, añadiéndoles el antifujimorismo) o hasta interesadas (para Tanaka son simplemente mafiosos que luchan contra activistas anticorrupción, definición penosa e interesada para quedar bien con sus amiguitos de la PUCP y el IEP, donde trabaja).

El origen es francés y quien lo importó fue el periodista Herbert Mujica. Y el término es más rico y de origen más añejo de aquel que creen estos analistas: tiene mucho de eso, pero va más allá de solo pitucos blancos metidos a “progres”.

Los “protocaviares” fueron aquellos alrededor del expresidente Bustamante en los 40. O a Basadre y el fallido partido Social Republicano (1946). Los “caviares aurorales” de los 60 fueron la Democracia Cristiana (antes del cisma derechista de 1967, que origina al PPC) y el Socialprogresismo, partidos que acabaron después de sirvientes del dictador Velasco. Un típico intelectual caviar de esa época es Sebastián Salazar Bondy.

Pero el padre putativo de la caviarada peruana fue el jesuita Felipe McGregor, que volvió a la PUCP el corazón de la caviarada cuando fue rector de ese claustro (1963-77), al influjo del Mayo del 68 francés y de “the New Left” yanqui de Berkeley. Por ejemplo, McGregor alentó, junto al decano Jorge Avendaño, el auge de los “Wisconsin Boys” en Derecho, que fueron a estudiar a esa universidad “progre” gringa. La caviarada moderna proviene de marxistas pudientes que se moderan y entran a las consultorías, el empleo público y las ONG desde los 90, cuando no les molestaba trabajar para Fujimori. Luego Paniagua y Toledo las meten al Estado y allí siguen enquistados (como en la academia y la prensa), ya más “choleados” en sus filas y con aliados (los vargallosistas, RMP, AAR, etcétera).




“Lula se equivocó tontamente”

Entrevista a Eduardo Ponce Vivanco
Perú21, 1 de Junio del 2023

El embajador Eduardo Ponce asegura que fue un grave error del presidente brasileño Lula da Silva invitar a Nicolás Maduro a la reunión de presidentes sudamericanos.

¿Lula da Silva hizo bien en integrar a Venezuela a la cumbre y llamar “narrativa” a la dictadura que vive ese país?

Creo que ha cometido un grave error y me llama mucho la atención porque teniendo una Cancilleria tan profesional, el presidente brasileño debió estar informado. Entonces, me parece que la inauguración de su cumbre no ha podido ser más lamentable y equivocada porque ha generado el rechazo de un presidente de izquierda como es Boric Esto es un pésimo cálculo del Brasil de Itamaratiy de Lula al inaugurar la cumbre recibiendo tan ostentosamente al señor Nicolás Maduro.

¿Se puede aceptar la reintegración de Venezuela que aún vive en dictadura?

Creo que haría muy mal Brasil en no escarmentar porque esta feacción ante lo ocurrido tiene que haberle dolido Lula ha estado lejos de satisfacer sus ambiciones lo que quiere es una plataforma que le permita figurar como una suerte de potencia mundial y se ha equivocado tontamente.

El presidente de Uruguay no quiso estrechar la mano al premier Alberto Otárola, ¿ello tiene alguna explicación?

No he visto la imagen, pero me sorprende de una persona como el presidente de Uruguay. No creo que se encuentre alguna explicación a esto o expresiones previas que hayan sido negativas ante una sucesión constitucional a consecuencia del golpe de Pedro Castillo, que fue televisado. De tal manera que las imágenes y el discurso es prueba más que suficiente de lo que se hizo en el Perú. Además, la presentación de Otárola ha sido muy decorosa.

¿Considera importante que la presidenta Boluarte viaje a futuras cumbres?

A mi me parece lamentable que Boluarte no haya viajado por los intereses del pais y la vocería de alto nivel que ejerce la jefa de Estado en este momento. Creo que el Congreso debe encontrar una fórmula satisfactoria para no cerrarle al Perú una puerta importante para estar presente con otras autoridades internacionales.