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La encrucijada de la Unión Europea

Paulatinamente, el siglo XXI se va desenvolviendo hacia procesos de impacto global que nos amenazan con puntos de inflexión, con discontinuidades, que pueden llevar a la humanidad hacia situaciones indeseables.

Nadie podía imaginar antes de la crisis del 2008/9 que Europa estaba ad portas de sufrir shocks que la hicieran trastabillar, como la propia crisis financiera y el colapso de las economías de algunos de sus miembros, la migración, el terrorismo y las reacciones populistas y nacionalistas.

En el artículo de Stubb, el ex Primer Ministro de Finlandia, que compartimos líneas abajo, encontramos las advertencias necesarias como para ir prestando atención a estos desarrollos, que no nos dejarán fuera del ámbito de sus impactos. En los próximos días, seguiremos revisando estos temas que deben llevarnos a una oportuna reflexión.   

 

La supervivencia de Europa depende de la defensa de la democracia por sus líderes

Alexander Stubb

Ex Primer Ministro de Finlandia

Financial Times

15 de setiembre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

“La cumbre de Bratislava debe ser vista como un paso en el camino a la renovación”

Finance ministers of EU countries and other participants pose for a group photo during an Informal Meeting of Ministers for Economic and Financial Affairs (Informal ECOFIN) in Bratislava, Slovakia on September 09, 2016. / AFP PHOTO / VLADIMIR SIMICEKVLADIMIR SIMICEK/AFP/Getty Images

Es imposible subestimar la importancia y el simbolismo de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bratislava. Hace un cuarto de siglo, el continente estaba lleno de esperanzas. El muro de Berlín había caído, la Unión Soviética se había derrumbado y la revolución de terciopelo había dado lugar a la amistosa división de Checoslovaquia. Bratislava rápidamente se convirtió en la capital de Eslovaquia.

Europa oriental y central se encontraba en transición hacia algo mejor. La democracia liberal y la economía de mercado habían demostrado su superioridad sobre los regímenes comunistas autoritarios. La UE pasaría de un club exclusivo de 12 países a una unión de 28.

Hoy en día, el sentimiento general de todos los que se encuentran en defensa del mundo libre parece ser uno de desesperación. Los populistas están incitando el miedo y están ganando los corazones de muchos votantes. El nacionalismo, anti-globalización, el racismo y la xenofobia están en movimiento. Brexit y Donald Trump son solo una manifestación de lo que vendrá.

¿Deberían los defensores de la democracia, la economía de mercado y la globalización abandonar toda esperanza? La respuesta corta es, absolutamente, ¡NO! Pero mucho dependerá del liderazgo que muestren las instituciones de la UE y sus miembros en los próximos meses. 

Esta reunión debe ser vista como el primer paso en un largo camino hacia la renovación: una UE sin el Reino Unido, una UE que necesita demostrar por qué sigue siendo el medio mas exitoso para manejar las relaciones entre los estados-nación. Para cimentar el camino, los líderes europeos deben transmitir tres mensajes claros.

En primer lugar, abordar el Brexit sin apuros. Es el evento más significativo en el proceso de integración desde el Tratado de Maastricht. Habrán impredecibles consecuencias políticas, económicas y legales de largo alcance. Dejemos a Gran Bretaña que descifre qué tipo de relación quiere con la UE. Dejemos que la UE trate de entender lo que significa la vida sin el Reino Unido.

En segundo lugar, centrarse en los aspectos básicos. La legitimidad de la UE se basa en su capacidad para obtener resultados. El crecimiento económico, la creación de empleo y la seguridad son la prioridad. Si uno de estos es visto como débil, sufre toda la unión. Si la UE se muestra incapaz de hacer frente a la crisis migratoria, la economía o el terrorismo; entonces, emergerán otras opciones. Y, por desgracia, tales alternativas tienen más que ver con el rechazo de la democracia liberal.

En tercer lugar, hacer una fuerte defensa de los valores europeos. Los actuales defensores de la democracia liberal, la economía de mercado y la globalización son pocos y dispersos. Parte del lenguaje utilizado en Occidente, incluso entre los líderes de la UE, hace que el déspota tradicional se vea como un defensor de la democracia y de la convivencia pacífica. Muchos líderes de Europa Central y del Este se consideraron héroes en la lucha contra el comunismo. Sin embargo, algunos le están dando la espalda a los mismos principios por los que lucharon. Esto debe cambiar para que Europa pueda sobrevivir.

En la situación dada, la UE tiene la tendencia de avanzar en tres etapas: crisis, caos y solución subóptima. En un mundo post-Brexit, estamos entre las etapas uno y dos. El tiempo se acaba, pero no es demasiado tarde para cambiar de rumbo.

Esta semana hemos visto los diferentes enfoques de la crisis: el institucionalismo de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea; el pragmatismo de Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo; y el flagrante nacionalismo de Nicolas Sarkozy, el ex presidente francés que busca otra oportunidad de llegar al Palacio del Elíseo. Este fue un anticipo del debate en Bratislava.

Los objetivos básicos de la UE -paz, prosperidad y seguridad- no han cambiado. Estos objetivos se han logrado en gran parte porque los líderes que actuaron después de 1945 tuvieron el coraje de unir sus soberanías y descansar en instituciones comunes. Hoy más que nunca, tenemos que defender esos objetivos. En una era de globalización sería una farsa, revertir hacia un artificioso nacionalismo y a las propuestas populistas.

Para todos los líderes reunidos en Bratislava: por favor piensen seriamente en lo que hemos logrado en los últimos 25 años. Atesórenlo, defiéndanlo y, sobre todo, a mejórenlo. Es hora de  hacer a Europa grande otra vez. Lampadia




¿El fin de la globalización?

El comercio mundial lleva varios años a la baja y continúa cayendo, como afirmó tangencialmente Christine Lagarde, directora del FMI, a los países del G20 en su reunión en Hangzhou, China, hace unos días. El proteccionismo, como reacción a la crisis financiera del 2008, es uno de los protagonistas de esta situación y está trayendo como consecuencia la desaceleración del comercio mundial.

La denuncia de Lagarde de los “ataques populistas” contra la globalización fue el hilo conductor de esta cumbre: “La manera como China ha conseguido sacar a 700 millones de la pobreza para formar una clase media, por ejemplo, es una historia que no se incluye en el discurso que ahora se oye”.

¿El fin de la globalización?

Fuente: The Fiscal Times

Y es que fenómenos políticos como el Brexit y discursos aislacionistas como los de Donald Trump parecerían indicar que la globalización se está revirtiendo.  Un artículo reciente de TX Hammes, profesor e investigador de la Universidad de la Defensa Nacional en los Estados Unidos, recordó recientemente como la globalización representó fuentes de generación de riqueza para el mundo y sacó a muchos millones de la pobreza, y no obstante, hoy en día una combinación de política y presiones sociales en los países ricos parece estar revirtiéndola.

La integración comercial y financiera ha integrado efectivamente los mercados globales y han producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, como una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de habitantes y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Se estima que en 20 años podamos superar del todo la pobreza.

El Financial Times recientemente publicó un artículo (traducido y glosado líneas abajo), que afirma que “Un análisis del Peterson Institute for International Economics indica que los índices de comercio mundial en relación con la producción no han tenido cambio alguno desde 2008, haciendo que éste sea el más largo período de un estancamiento tal desde la segunda guerra mundial. De acuerdo con Global Trade Alert, incluso el volumen del comercio mundial se estancó entre enero de 2015 y marzo de 2016, aunque la economía mundial continuara creciendo.”

Por lo tanto, Martin Wolf concluye que el impulso hacia una mayor integración económica se ha estancado y en algunos aspectos se ha revertido. La globalización ya no está impulsando el crecimiento mundial. Si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo.

Debemos prepararnos para defender el libre comercio y la globalización para proteger el crecimiento económico y la superación de la pobreza de los países emergentes como el Perú. Lampadia

La marea de la globalización está cambiando

La liberalización del comercio se ha estancado y se observa un constante aumento de las medidas proteccionistas

Por Martin Wolf

Publicado en Financial Times

6 de setiembre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

¿Se ha revertido la marea de la globalización? Ésta es una cuestión de vital importancia. La respuesta está estrechamente relacionada con el estado de la economía mundial y con la política de Occidente.

La migración plantea problemas bastante específicos. La era de la globalización no estaba acompañada de un compromiso general en pro de la liberalización de los flujos de personas. Por esta razón voy a concentrarme en los flujos comerciales y de capital. La evidencia en estas áreas parece completamente clara. La globalización ha llegado a un estancamiento y, en algunas zonas, está dando marcha atrás.Un análisis del Peterson Institute for International Economics indica que los índices de comercio mundial en relación con la producción no han tenido cambio alguno desde 2008, haciendo que éste sea el más largo período de un estancamiento desde la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo con Global Trade Alert, incluso el volumen del comercio mundial se estancó entre enero de 2015 y marzo de 2016, aunque la economía mundial continuará creciendo. El saldo de activos financieros transfronterizos alcanzó el 57 % de la producción mundial en 2007, cayendo a 36 % en 2015. Por último, la inversión extranjera directa (IED) se han mantenido muy por debajo del 3.3 % de la producción mundial alcanzado en 2007, aunque el saldo sigue aumentando, lentamente, en relación con la producción.

Por lo tanto, el ímpetu hacia una mayor integración económica se ha estancado y en algunos aspectos se ha revertido. La globalización ya no está impulsando el crecimiento mundial. Si, en efecto, este proceso está llegando a su fin, o incluso está dando marcha atrás, no sería la primera vez desde la Revolución Industrial, a principios del siglo XIX. Otro período de globalización se produjo durante una era de imperios, a finales del siglo XIX. La Primera Guerra Mundial puso fin a este período y la Gran Depresión lo destruyó. Uno de los principales enfoques de la política económica y exterior de EEUU después de 1945 fue recrear la economía mundial, pero esta vez entre estados soberanos y guiada por instituciones económicas internacionales. Si Donald Trump, quien ha acogido el proteccionismo y ha denigrado a las instituciones globales, fuera elegido presidente en noviembre, representaría el repudio de un eje central de la política estadounidense de la posguerra.

Teniendo en cuenta los antecedentes históricos y las actuales políticas comerciales, sobre todo en EEUU, es natural preguntarse si lo mismo pudiera ocurrir a la época más reciente de la globalización. Eso nos exige comprender las causas.

Parte de la razón de la desaceleración es que muchas oportunidades han disminuido, si no agotado, radicalmente. Por ejemplo, cuando lo principal de la producción de manufacturas de mano de obra intensiva migra de los países ricos, el crecimiento comercial de dichos productos cae. Del mismo modo, cuando el auge de inversión más grande en la historia del mundo, el de China, se ralentiza, lo mismo ocurre con la demanda de numerosas materias primas. Eso va a afectar tanto sus precios como sus cantidades. Una vez más, el fin del más grande auge de crédito mundial de la historia seguramente conducirá a una disminución de las participaciones de activos financieros transfronterizos. Por último, después de décadas de IED, una serie de empresas habrá aprovechado la oportunidad y habrá tenido éxito o, en importantes casos, habrán fracasado.

Sin embargo, ésta no es la historia completa. La liberalización del comercio se ha estancado y se puede observar un constante aumento de las medidas proteccionistas. La crisis financiera trajo consigo medidas reguladoras, muchas de las cuales están destinadas a frenar los flujos financieros transfronterizos. Es probable que el aumento del sentimiento xenofóbico y la ralentización del comercio reduzcan el crecimiento de la IED. En resumen, las políticas son menos favorables.

Y la política tampoco favorece a la globalización. Una vez más, EEUU es la parte central de la historia. Trump es, sin duda, el candidato a la presidencia de EEUU más proteccionista desde 1930. Pero, de manera reveladora, Hillary Clinton (una de las creadoras del “giro hacia Asia” de EEUU), actualmente está en contra del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) del que alguna vez fuera una gran defensora. El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés), que se está negociado entre EEUU y la Unión Europea (UE), se encuentra ahora en serios problemas. La ronda de negociaciones comerciales multilaterales de Doha está moribunda. Y, sobre todo, importantes segmentos del público occidental ya no creen que el aumento del comercio los beneficie. La evidencia reflejada en los ingresos reales relativos y en el ajuste al aumento de las importaciones le proporciona cierto apoyo a este escepticismo.

En el mejor de los casos, la globalización se ha estancado. ¿Es posible que pueda incluso dar marcha atrás? Sí. Requiere la paz entre las grandes potencias. Algunos también argumentan que requiere una potencia hegemónica: el Reino Unido antes de 1914 y EEUU después de 1945. En un momento de desempeño económico deficiente en los principales países de altos ingresos, de aumento de la desigualdad, y de grandes cambios en el equilibrio de poder global, otro colapso debe ser posible. Consideremos el impacto de cualquier combate entre EEUU y China sobre el mar de China Meridional, aunque tal calamidad sería aterrorizante por mucho más que sus estrechos efectos económicos.

¿Es importante el estancamiento de la globalización? Sí. La era de la globalización ha presenciado la primera caída de la desigualdad global de los ingresos de los hogares desde principios del siglo XIX. Entre 1980 y 2015, el ingreso real promedio mundial aumentó en un 120%. Las oportunidades que ofrece la globalización son vitales. Nuestro futuro no puede consistir en ensimismarnos, aislándonos los unos de los otros.

La falla, una muy profunda, radica en no haber asegurado que las ganancias de la globalización no fueran compartidas más equitativamente, en particular en las economías de altos ingresos. Igualmente deplorable fue el fracaso de no proteger a los afectados adversamente. Pero no podemos detener el cambio económico. Además, el impacto del aumento de la productividad y de nuevas tecnologías sobre los empleos y sobre los salarios ha superado con creces el del aumento de las importaciones. La globalización no debe convertirse en el chivo expiatorio de todos nuestros males.

Sin embargo, ahora se ha estancado, al igual que las políticas que la impulsaban. Podría revertirse. Sin embargo, incluso un estancamiento frenaría el progreso económico y reduciría las oportunidades de los pobres del mundo. Llevar la globalización hacia el futuro requiere unas políticas domésticas y extranjeras diferentes a las del pasado. El futuro de la globalización depende de una mejor gestión. Pero, ¿sucederá? ¡Alas!, no estoy optimista.

Lampadia

 




La igualdad de género empieza con una buena educación

La igualdad de género empieza con una buena educación

Un reciente artículo del Financial Times afirma que un estudio psicológico en distintas universidades de EEUU habría concluido que “los estudiantes varones asumían que sus compañeros masculinos sabían más sobre el material del curso que las estudiantes de sexo femenino – incluso cuando las mujeres obtuvieron mejores calificaciones”.

Esto resalta un gran problema: a pesar de los grandes avances en los derechos de la mujer, todavía existe una gran brecha que cerrar con respecto a la gran desigualdad de género. Además, según el estudio reseñado, es importante hacer hincapié en la necesidad cambiar la mentalidad de los hombres hacia los derechos de la mujer, empezando en las aulas de clase.

La predisposición de los hombres de asumir que sus pares masculinos son más inteligentes que las mujeres es preocupante. Como afirma el Financial Times, “los estudiantes de hoy crecerán, tomarán  decisiones de contratación y de promociones y darán forma a las políticas públicas”. ¿Qué podemos esperar de una generación de egresados con esta mentalidad? ¿Qué pueden esperar las mujeres?

Las niñas y las mujeres, algo más de la mitad de la población mundial, contribuyen en gran medida a la economía como consumidores, trabajadores, empresarios y mediante la entrega de una gran cantidad de trabajo no remunerado dentro y fuera de sus hogares. Al mismo tiempo, las niñas y las mujeres constituyen la mayoría de los pobres del mundo, reciben un salario muy inferior al de los hombres, trabajan más tiempo y, en algunos lugares, tienen menos acceso a la educación y la salud. Hace algunos días, en Lampadia publicamos un artículo de Melinda Gates sobre su compromiso con la necesidad de empoderar a las niñas y mujeres del mundo, que aún no tienen el status y las condiciones de vida ni el  reconocimiento que merecen. Ver: Igualdad de género: Otra apuesta de la Fundación Gates

Para que el mundo pueda continuar progresando, tenemos que brindarles a las niñas y mujeres las mismas oportunidades que se les da a los hombres. Esto no sólo las beneficiará a ellas, sino a la sociedad en conjunto. Ver en Lampadia: La hora de la igualdad de género es hoy (8:00 a.m.)             

Invertir en ellas es la mejor y más efectiva inversión para el desarrollo. Por ejemplo, según el World Economic Forum, las mujeres utilizan el 90 % de su salario en sus hijos y en la salud, la educación y el bienestar de su familia, mientras que los hombres sólo invierten un 30 a 40 %. La eliminación de las barreras que impiden a las mujeres insertarse de manera equitativa al mercado laboral puede aumentar la productividad hasta en un 25%.

Por lo tanto, este es un tema que no se puede ignorar. La inversión en la participación económica de las mujeres es una de los mejores caminos para la reducción de la pobreza y un crecimiento económico inclusivo. Lampadia

¿Por qué los hombres piensan que otros hombres son más inteligentes?

Los visitantes caminan delante de una instalación. Imagen: REUTERS / Miro Kuzmanovic

Escrito por Danielle Paquette

Publicado en Washington Post

17 de febrero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

El antropólogo Dan Grunspan estaba estudiando los hábitos de los estudiantes cuando notó una tendencia persistente: Los estudiantes varones asumían que sus compañeros varones sabían más sobre el material del curso que las estudiantes de sexo femenino – incluso cuando las mujeres obtuvieron mejores calificaciones. “El patrón simplemente me gritó,” dijo.

Así, Grunspan y sus colegas decidieron cuantificar el nivel de este sesgo de género en el aula, en la Universidad de Washington y en otras partes.

Después de encuestar a aproximadamente 1,700 estudiantes de tres cursos de biología,  encontraron que los hombres se dieron constantemente más crédito entre sí del que otorgan a sus compañeras de clase femeninas que son igualmente inteligentes.

Los hombres sobre-calificaban a sus pares en tres cuartos de punto de GPA (puntaje de notas americano), según el estudio publicado este mes en la revista PLOS ONE. En otras palabras, si Johnny y Susie ambos tenían A, recibirían la misma cantidad de aplausos de estudiantes de sexo femenino – pero Susie sería registrada como una estudiante ‘B’ a los ojos de sus pares masculinos, y Johnny se vería como una estrella de rock.

“Está pasando algo inconsciente”, dijo Grunspan. “Durante 18 años, estos [jóvenes masculinos] han sido socializados para tener este prejuicio.”

El ser de sexo masculino, agregó, “es una especie de impulso”. Por lo menos a los ojos de otros hombres.

Las encuestas le preguntaron a cada estudiante que “nomine” a sus compañeros de clase más capaces en tres momentos durante el año académico. ¿Quién conocía mejor el tema? ¿Quiénes fueron los alumnos de más alto rendimiento?

La igualdad de género

Para ilustrar la diferencia de percepciones entre sus pares, los investigadores compararon la importancia de las calificaciones del estudiante a la hora de ganar una nominación. El típico estudiante recibió 1.2 nominaciones, con un promedio de 1.3 para los hombres y un promedio de 1.1 para las mujeres.

Las estudiantes mujeres les dieron a otras estudiantes mujeres un reconocimiento equivalente a 0.04 GPA – demasiado pequeño como para indicar cualquier preferencia de género, dijo Grunspan. Los estudiantes varones, sin embargo, otorgaron a sus compañeros estudiantes de sexo masculino un reconocimiento equivalente a un incremento promedio de 0.76.

“En esta escala”, afirma el informe, “el sesgo de género de los presentadores masculinos es de 19 veces el tamaño de los presentadores femeninos”.

Las “celebridades” del aula – definidas en el estudio como los estudiantes con el mayor reconocimiento – eran mayoritariamente hombres. Los hombres dominaron los tres primeros puestos en las tres categorías, mientras que las mujeres alcanzaron su punto máximo en el número 4.

En una clase, el hombre más reconocido, por así decirlo, obtuvo 52 nominaciones, mientras que la mujer más famosa consiguió nueve.

Los investigadores también examinaron qué estudiantes hablaban más en las salas de lectura, que podían acomodar hasta a 700 estudiantes. El aumento en la visibilidad de sexo masculino, pensaron, podría conducir a un mayor reconocimiento de sexo masculino.

Los hombres levantan la mano más a menudo, al menos según recuerda el profesor. Sin embargo, después de controlar las variaciones en las notas y la participación, los estudiantes varones siguieron recibiendo un mayor reconocimiento de los otros hombres que sus pares femeninas.

Grunspan afirma que el refuerzo de los profesores y los compañeros es de enorme importancia en la educación y el desarrollo profesional de una persona joven. Un simple “puedes hacerlo”, tanto para hombres y mujeres, podría significar la diferencia entre empujarlo a través de la adversidad o renunciar.

“Nuestro trabajo implica que el frío ambiente para las mujeres no va a pasar ni desaparecer  pronto”, escribieron los investigadores.

Lampadia

 




Llegan los Cobots a la fuerza laboral

Llegan los Cobots a la fuerza laboral

(Los robots de colaboración)

En Lampadia venimos explicando la llegada de los robots a la fuerza laboral desde ya hace algún tiempo. Ver: El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’ y El inexorable ascenso de los robots . Ahora tenemos que hablar de una nueva generación de robots: los cobots (robots de colaboración). Están diseñados para trabajar junto a los trabajadores humanos, ayudándolos con una variedad de tareas. Las pequeñas y medianas empresas ya están dispuestas a adoptar esta tecnología y algunos analistas esperan que este nuevo proceso  tenga un crecimiento masivo en los próximos años.

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Fuente: revistadigital.inesem.es

En una reciente edición especial del Financial Times, se les dio un protagonismo único para explicar detalladamente su gran importancia en la disrupción del empleo en distintos sectores, especialmente en la manufactura. Se explica que las mayores razones para la propagación del uso de cobots es que pueden ser colocados junto a los humanos en puestos de trabajo de montaje de  maquinarias y electrónica, son rápidos en maniobras rutinarias y se les puede programar fácilmente sin necesidad de codificación, además de ser perfectos para manejar rutinas repetitivas, trabajos aburridos y tareas desafiantes ergonómicamente. Además, los cobots están ganando popularidad debido a sus reducidos costos, principalmente porque los sensores y la potencia de las computadoras han bajado sus precios y por lo tanto son más asequibles para empresas de todos los tamaños.

Además, un estudio llevado a cabo por investigadores del MIT en una fábrica de BMW demostró que los equipos compuestos de seres humanos y robots que colaboran pueden ser más productivos que los equipos compuestos de seres humanos o robots solos. El proceso cooperativo reduce el tiempo de inactividad humana en 85%.

En la actualidad, las ventas de robots de colaboración representan el 5% del mercado global de robots pero existen fuertes expectativas de crecimiento para el futuro. De hecho, se espera que la aceptación de los cobots y también de drones en el mercado cause un significativo crecimiento en la robótica no industrial.  El sector de la robótica colaborativa aumentará más o menos diez veces entre 2015 y 2020, pasando de más de US $ 1 mil millones en 2014 a US$ 95 millones en 2020. Algunos analistas sugieren un crecimiento más rápido: los cobots se convertirán en el producto más vendido en la industria en unos dos años. TechNavio, una firma de investigación de mercado británica, pronostica que el mercado mundial de los cobots crecerá a una tasa anual de 50% al 2019.

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Fuente: www.autoalliance.org

Mientras que industrias enteras se ajustan a estos cambios, la mayoría de los empleos están experimentando una transformación fundamental. Algunos trabajos se ven amenazados por ser redundantes, otros crecen rápidamente y muchos de los empleos existentes también están pasando por un cambio en las habilidades necesarias para hacerlos. (Ver en Lampadia: Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)). El debate sobre estas transformaciones es a menudo polarizado entre los que prevén ilimitadas nuevas oportunidades y los que prevén la dislocación masiva de puestos de trabajo. (Ver: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

Por ejemplo, Citi Group estima que con las nuevas transformaciones  al sector de la banca, los bancos estadounidenses y europeos podrían eliminar casi 2 millones de puestos de trabajo en la próxima década. (Ver gráfico inferior)

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Entonces, la pregunta ahora es cómo las empresas, el gobierno y los individuos reaccionarán a estos desarrollos y transformaciones. Para evitar un caso extremo negativo (cambios tecnológicos acompañados de escasez de talentos, desempleo masivo y una creciente desigualdad), lo primordial será la constante actualización de conocimientos y la mejora de las habilidades de los trabajadores actuales.

Aunque mucho se ha dicho acerca de la necesidad de una reforma en la educación básica en el  futuro, simplemente no es posible detener la actual revolución tecnológica para esperar a la fuerza laboral de la próxima generación. En lugar de ello, es fundamental que las empresas tomen un papel activo en el apoyo a sus empleados actuales a través de re-entrenamiento y que los individuos adopten un enfoque proactivo para su propio aprendizaje durante toda sus vida, además de que los gobiernos creen un ambiente propicio para incentivar estos esfuerzos.

En palabras de Klaus Schwab, “la revolución tecnológica actual no tiene por qué convertirse en una carrera entre los humanos y las máquinas, sino más bien debería ser una oportunidad para que el trabajo sea verdaderamente un canal a través del cual la gente reconoce su potencial. Para asegurar que logremos esta visión, debemos ser más específicos y mucho más rápidos en comprender los cambios en curso y ser conscientes de nuestra responsabilidad colectiva para dirigir nuestros negocios y comunidades a través de este momento de transformación.” Ver en Lampadia: Los retos de la Cuarta Revolución Industrial

Líneas abajo compartimos un artículo del Financial Times que ilustra un poco más la participación de los cobots en el mundo laboral.

Conoce a los ‘Cobots’: los seres humanos y robots juntos trabajando en fábricas

Escrito por Peggy Hollinger, editora

Financial Times

05 de mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Mechanical engineer Jesse Rochelle works with a Robot called Baxter which automates production at the Stenner Pumps factory Thursday April 21, 2016 in Jacksonville, Florida.

Dándole una mano: ingeniero mecánico Jesse Rochelle trabaja con Baxter en la fábrica Stenner Pumps en Jacksonville, Florida

Recorrer la fábrica de SEW en Baden-Württemberg es como pasar a través de un túnel del tiempo. Por un lado, la luz es tenue y los trabajadores permanecen de pie en largas cadenas de montaje repitiendo la misma tarea una y otra vez. Por otro, una flota de camiones de robots se transporta alrededor de la planta de producción, abasteciendo las rediseñadas estaciones de trabajo.

En estas pequeñas células, un empleado solo, ayudado por una mesa de trabajo robótica, monta un sistema de propulsión prácticamente completo que se utiliza para energizar la producción de todo, desde automóviles hasta Coca Cola. En otra parte, un brazo robótico llamado Carmen ayuda a los trabajadores a cargar las máquinas o recoger los componentes de contenedores.

Acá, la luz es más brillante, y los trabajadores dicen ser más felices. “Todo está justo donde lo necesito. No tengo que levantar las piezas pesadas “, dice Jürgen Heidemann, que ha trabajado en SEW durante 40 años, desde que tenía 18. “Esto es más satisfactorio porque yo estoy haciendo todo el sistema. Sólo lo hice una parte del proceso a la antigua”.

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Heidemann es uno de una nueva generación de empleados industriales, aprendiendo a trabajar lado a lado con la última generación de sistemas robóticos. Tradicionalmente, los robots industriales han permanecido detrás de las jaulas, principalmente porque su gran peso y movimientos rápidos los hacen peligrosos para la interacción humana. Han requerido programadores altamente capacitados para establecer sus tareas y, una vez instalado, rara vez se mueven.

Ahora, con un peso más ligero y una versión móvil, están llegando a las fábricas para colaborar de manera segura con los trabajadores humanos gracias a los avances en la tecnología de sensores y visión, y potencia de cálculo. Si te interpones en su camino, se detendrán.

Se pueden programar con una tableta o simplemente moviendo sus brazos en el patrón requerido; no es necesario una codificación. Y si se necesita el robot en una parte diferente de la fábrica – a diferencia de los pesados brazos robóticos ​​que pueblan las fábricas de automóviles del mundo y están atornillados al suelo – se pueden mover fácilmente.

Los Cobots, el nombre de las máquinas de colaboración, son tan nuevos que representan sólo una fracción de las ventas mundiales de robots industriales: menos del 5 por ciento de los 240,000 vendidos el año pasado.

Pero los fabricantes dicen que estos flexibles robots – a un precio promedio de $ 24,000 cada uno, según Barclays – tienen el potencial de revolucionar la producción, en particular para las pequeñas empresas que representan el 70 por ciento de la fabricación mundial.

La mayoría de las empresas han tenido dificultades para automatizarse dado el alto costo asociado con la robótica tradicional. Sin embargo, si consideramos que el sueldo promedio de un  trabajador de fábrica en los EEUU es de US$ 11.80 por hora y £ 7.40  en el Reino Unido (de acuerdo con el sitio web de comparación de salarios PayScale), una recuperación de la inversión en estos niveles de precios más bajos puede ser una cuestión de meses. James Stettler, analista de Barclays Capital, estima que el mercado de Cobots podría crecer de poco más de US$ 100 millones el año pasado a US$ 3 mil millones para el año 2020. 

“Muchas personas han estado esperando este tipo de avance”, dice Jesse Rochelle, ingeniero de fabricación en Stenner Pump, una empresa con sede en Florida que emplea a 90 personas. Stenner adquirió Baxter, un COBOT de dos brazos hecho por Rethink Robotics con sede en Boston, hace 18 meses.

El nuevo trabajador de la compañía está siendo utilizado para colocar las piezas directamente de la fabricación al embalaje, reduciendo la manipulación humana en un 75 por ciento. Como Baxter no tiene que trabajar detrás de una cerca o detenerse cada vez que un ser humano está cerca, los empleados de Stenner pueden continuar con otros trabajos. “Hemos reducido significativamente el tiempo de ciclo desde la materia prima hasta el producto terminado”, dice.

Rochelle añade que los robots de colaboración de bajo costo son una gran ayuda para las pequeñas y medianas empresas, tales como Stenner, que tienen que competir con rivales de mercados de bajo costo. “El uso de cobots en pequeñas empresas permite que… como mínimo los trabajos sean de carácter local “, dice.

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Sin embargo, no se puede escapar al temor de que la llegada de los robots vuelva redundante la fuerza de trabajo de grandes sectores. Los economistas Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, han estimado que cerca de la mitad de los empleos en Estados Unidos podrían estar en riesgo de automatización.

La aparición de robots altamente adaptables podría aumentar el riesgo. Los avances en la tecnología ‘de agarre’, la máquina de aprendizaje y la inteligencia artificial, inevitablemente, ayudarán a corregir algunas de las debilidades de los cobots de hoy en día. La manipulación de cables, textiles o el cambio de tareas sigue siendo un reto para los robots industriales. Un estudio encontró que un robot tardó 20 minutos para doblar una toalla, por ejemplo.

Las compañías niegan que los cobots reemplazarán a los trabajadores, más bien los describen como ayudantes de los puestos de trabajos “aburridos, sucios y peligrosos” que los seres humanos no les gusta o están mal equipados para realizar. Sin embargo, muchos son reacios a mostrar sus trabajadores robóticos, tal vez por temor de la publicidad adversa a medida que exploran las formas en que esta nueva fuerza de trabajo puede ser utilizada. Varios denegaron la solicitud del Financial Times para verlos en acción.

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Muchos sindicatos ni siquiera han empezado a considerar las implicancias de la colaboración entre humanos y robots. “Va a pasar y las pérdidas de empleo podrían ser terribles en algunas áreas”, dice Tony Burke, secretario general adjunto del sindicato Unite. “Pero el problema es que nadie realmente sabe.”

Joe Shelton, un gerente de la planta automotriz de Nissan en Tennessee, dice que los manipuladores de materiales estaban ansiosos cuando se introdujeron los vehículos guiados autónomas en la fábrica. “Sentían como que estaban tomando sus puestos de trabajo”, dice. Ahora, sin embargo, ” son muy receptivos a ellas. Trabajan de la mano”. Nadie fue despedido, insiste, más bien la vida laboral de 30 años de la fábrica se ha fortalecido. El tiempo necesario para volver a configurar un nuevo modelo se ha reducido de más de un año a cuestión de días gracias al sistema logístico robótico más flexible, dice.

En Airbus, el fabricante europeo de aviones, un robot móvil atado a un lado de un fuselaje realiza decenas de miles de agujeros necesarios para sostener un avión de pasajeros, mientras que los seres humanos trabajan junto a él.

Stéphane Maillard, quien durante 13 años ha trabajado en el montaje de aviones, dice que el robot no ha sustituido su trabajo. “Se ha cambiado la forma de trabajar”, dice “Antes era muy manual. Ahora se trata más de pilotar el robot. El 100 por ciento de nuestros operadores nunca volvería.”

El grupo está probando un robot sobre ruedas que se mueve por el interior de la aeronave para etiquetar donde tienen los trabajadores que instalar los soportes – una posición que debe tener una precisión al milímetro.

Los seres humanos pueden sentirse tranquilos por la reciente decisión de Mercedes-Benz de sustituir a los robots con humanos en algunas funciones. Las máquinas no eran lo suficientemente ágiles como para seguir el ritmo de la creciente demanda de productos personalizados, mientras que los seres humanos pueden “reprogramarse” a sí mismos en una fracción de segundo. “Nos estamos alejando de tratar de maximizar la automatización, con personas que de nuevo toman un papel más importante en los procesos industriales “, dice Markus Schaefer, jefe de planificación de la producción de automóviles. “Cuando las personas y las máquinas cooperan, como cuando una persona guía a un robot automático, somos mucho más flexibles y podemos fabricar muchos más productos en una línea de producción. La variedad es demasiado para las máquinas”.

Los científicos del MIT han demostrado la veracidad de la experiencia de Mercedes-Benz. Trabajando con otro fabricante alemán de automóviles, BMW, los investigadores encontraron que los equipos robot-humanos eran aproximadamente 85 por ciento más productivos que cualquiera de los dos solos.

De vuelta en Baden-Württemberg, Heidemann confía en que su humanidad garantizará su propio puesto de trabajo – no importa lo inteligentes que se conviertan las máquinas. La tarea de montar un motor de engranajes es más delicada de lo que parece. “Se necesita destreza, se necesita sentir. Un robot podría dañarlo “, dice.

Por otra parte, el futuro a largo plazo no es realmente su preocupación. “Me retiro en seis años”, dice con una amplia sonrisa. “En esos seis años no va a pasar.” Lampadia




Polarización entre ‘perdedores’ y élites

Polarización entre ‘perdedores’ y élites

Líneas abajo publicamos un artículo muy fuerte de Martin Wolf, el principal comentarista económico del Financial Times, en el que critica duramente a las élites de derecha e izquierda de los EEUU y otros países ricos.

Wolf acusa a estas élites de haberse alejado de los ciudadanos e identifica los graves riesgos que las pobalciones desencantadas caigan en los ominosos abismos del populismo.

En verdad, la debilidad del liderazgo global es muy preocupante. Por ejemplo, entre los líderes más notorios de hoy, por un lado tenemos a Putin (de Rusia) acusado de asesinato y de mil tropelías más; y por otro, a un posible presidente de EEUU, que tendría vocación de asesino, pues declara que: “Podría pararme en mitad de la Quinta Avenida [en Nueva York] y disparar a la gente y no perder votos”. No dejemos de tener en cuenta una última declaración muy despectiva de Putin hacia nosotros los latinoamericanos: “y ahora nos viene una porquería de América Latina” [Zika].

El mundo está en una etapa de muchos cambios y ajustes. No es un momento cualquiera. La historia nos enseña que un aspecto crucial es tener buenos líderes en momentos difíciles, como los tuvimos durante la Segunda Guerra Mundial con Winston Churchill.

Este debate tan complejo en sus implicancias es el que determina posiciones muy particulares sobre los temas de pobreza, desigualdad, el capitalismo, el Estado del Bienestar y otros, en los países más desarrollados. Lamentablemente, muchas veces, por descuido o mala intención, se extrapolan a nuestra realidad, algo de lo que tenemos que cuidarnos.

Para el Perú, los próximos cinco años serán determinantes de nuestro futuro y de la calidad de vida de nuestros hijos y nietos. Ahora tenemos que elegir las nuevas autoridades con especial meditación y esmero. 

Los perdedores económicos se rebelan contra las élites

Martin Wolf

Financial Times

26 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Los populistas ‘nativistas’ no deben ganar. Conocemos esa historia: definitivamente termina muy mal

Los perdedores también tienen votos. Eso es lo que significa democracia – y con razón. Si se sienten lo suficientemente engañados y humillados, votarán por Donald Trump, el candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano en los EEUU, Marine Le Pen del Frente Nacional en Francia o Nigel Farage del Partido Independiente del Reino Unido. Hay quienes, en especial la clase obrera nativa, se dejan seducir por los cantos de sirena de los políticos que combinan el nativismo de la derecha dura, el estatismo de la extrema izquierda y el autoritarismo de ambos.

Por encima de todo, rechazan a las élites que dominan la vida económica y cultural de sus países: a aquellos reunidos la semana pasada en Davos para el Foro Económico Mundial. Las consecuencias potenciales son aterradoras. Las élites tienen que pensar en respuestas inteligentes. Puede que ya sea demasiado tarde para hacerlo.

[En los países más desarrollados…] Durante mucho tiempo, los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos “programas de ayuda social”, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. Los proyectos de las élites de izquierda han sido la inmigración liberal (de nuevo), el multiculturalismo, el laicismo, la diversidad, la elección sobre el aborto y la igualdad racial y de género. Los libertarios toman las causas de las élites de ambos lados; es por eso que son una pequeña minoría.

En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.

Branko Milanovic, ex funcionario del Banco Mundial, ha demostrado que sólo dos segmentos de la distribución del ingreso mundial prácticamente no tuvieron aumentos en sus ingresos reales entre 1988 y 2008: los cinco percentiles más pobres y los que se encuentran entre el  percentil 75 y 90. Este último incluye a la mayor parte de la población de los países de altos ingresos.

[Esto quiere decir que quienes perdieron más en términos relativos, fueron los más pobres y los que ya tienen ingresos altos, excepto los más ricos, que junto con el restante 60% (de los pobres no extremos y la clase media), fueron más bien los que ganaron. Ver el gráfico]. 

Del mismo modo, un estudio realizado por el Instituto de Política Económica en Washington muestra que la compensación de los trabajadores ordinarios se ha quedado muy por detrás del aumento de la productividad desde mediados de la década de 1970. Las explicaciones son una mezcla compleja entre la innovación tecnológica, comercio, cambios en el gobierno corporativo y la liberalización financiera. Pero el hecho es incuestionable. En los EEUU (pero también, en menor medida, en otros países de altos ingresos), los frutos del crecimiento se concentran en la parte superior.

Por último, la participación de los inmigrantes en las poblaciones ha aumentado considerablemente. Es difícil argumentar que esto ha traído grandes beneficios económicos, sociales y culturales a la masa de la población. Pero, sin duda, se han beneficiado los que están en la parte superior, incluidas las empresas.

A pesar de ofrecer apoyo a las prestaciones sociales (se podría pensar que es algo muy valioso para las clases trabajadoras nativas), la respetable izquierda ha perdido cada vez más su apoyo. Esto parece ser particularmente cierto en los EEUU, donde los factores raciales y culturales han sido particularmente importantes.

La “estrategia sureña” de Richard Nixon, ex presidente republicano de EEUU, destinada a atraer el apoyo de los blancos del sur, generó resultados políticos. Pero la estrategia central de la élite de su partido -la explotación de la clase media (especialmente hombres) exacerbaron el cambio racial, de género y cultural- está dando un fruto amargo. El enfoque en la reducción de impuestos y la desregulación ofrece poco consuelo a la gran mayoría.

Los ideólogos republicanos se quejan que Trump no es un verdadero conservador. Ese es precisamente el punto. Él es un populista. Al igual que los principales candidatos, propone recortes de impuestos inalcanzables. De hecho, la noción de que los republicanos se oponen al déficit fiscal parece absurda. Pero, sobre todo, Trump es proteccionista en el comercio y hostil a la inmigración. Estas posiciones apelan a sus seguidores, ya que entienden que tienen un activo valioso: su ciudadanía. Ellos no quieren compartir esto con innumerables forasteros. Lo mismo es cierto para los partidarios de Le Pen o Farage.

Los nativistas populistas no deben ganar. Conocemos la historia: termina muy mal. En el caso de los EEUU, el resultado tendría graves consecuencias mundiales. América fue el fundador y sigue siendo el garante de nuestro orden liberal mundial. El mundo necesita desesperadamente un liderazgo bien enfocado de EEUU. Trump no puede proporcionar esto. Los resultados podrían ser catastróficos.

Sin embargo, incluso si ese resultado se evita este año, las élites han sido advertidas. Los de la derecha toman grandes riesgos al cultivar la rabia popular por asegurar la reducción de impuestos, aumento de la inmigración y una regulación más débil. Las élites de la izquierda también están tomando riesgos al ser vistos sacrificando los intereses y valores de la sufrida masa de ciudadanos por el relativismo cultural y el control laxo de las fronteras.

Los países occidentales son democracias. Estos estados todavía proporcionan los fundamentos jurídicos e institucionales del orden económico mundial. Si las élites occidentales desprecian las preocupaciones de los muchos, este último retirará su consentimiento para los proyectos de las élites. En los EEUU, las élites de la derecha, después de haber sembrado vientos, están cosechando tormentas. Pero esto ha ocurrido sólo porque las élites de izquierda han perdido la lealtad de las clases medias nativas.

No menos importante, la democracia significa el gobierno de todos los ciudadanos. Si los derechos de residencia, aún más, de ciudadanía no están protegidos, este peligroso resentimiento crecerá. De hecho, ya lo ha hecho en muchos lugares. Lampadia

 

 




Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias

Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias

Terminando con nuestra cobertura del WEF en Davos sobre la cuarta revolución industrial, compartimos en Lampadia un video (y su transcripción en español), en el que Murad Ahmed, del Financial Times, entrevista a Erik Brynjolfsson, Director de la Iniciativa de la Economía Digital del MIT, sobre el aumento de la inteligencia artificial (IA), la forma en que va a transformar las industrias de todo el mundo y lo que conllevaría la también llamada ‘segunda ola’ de la robótica.

“La cuarta revolución industrial” abarca una gran cantidad de interesantes y prometedoras innovaciones tecnológicas en distintos campos, incluyendo inteligencia artificial, aprendizaje de máquinas, robótica, nanotecnología, impresión 3-D, genética y biotecnología. Estas tecnologías no sólo están evolucionando más rápidamente que nunca, sino que se superponen de un modo en que crearán una gran disrupción de la economía mundial, comenzando por los puestos de trabajo. Durante la conferencia del Foro Económico Mundial, se predijo que estas tendencias, junto con otros cambios socioeconómicos y demográficos, no conducirán al crecimiento del empleo, sino a una pérdida neta de más de 5 millones de puestos de trabajo en las 15 principales economías desarrolladas y emergentes para el 2020.

Esperamos que este diálogo ayude a ilustrar la importancia de este tema y sus consecuencias para todos nosotros.

Video publicado por el Financial Times

20 de enero 2016

Transcrito y traducido por Lampadia:

Entrevistador: En el Foro Económico Mundial en Davos, uno de los temas clave es el desarrollo de la Inteligencia Artificial y cómo esta transformaría las industrias en todo el mundo. Para conversar de este tema, se encuentra conmigo Erik Brynjolfsson del MIT.

Erik, usted es el autor del best-seller  “La Segunda Era de la Máquina”, pero también hemos tenido una serie de entrevistas sobre el IA, donde hemos dicho que esta tecnología va a darse y que sólo  falta tiempo, ¿qué es diferente ahora?

Erik: Ciertamente estamos viendo una explosión de interés, pero vale la pena señalar que incluso durante las conversaciones sobre la IA, la tecnología siguió avanzando, tal vez no estaba en los titulares, pero ahora lo estamos viendo no sólo en los titulares, no sólo en los laboratorios, sino también en nuestras vidas. Estamos empezando a ver los autos que se conducen solos, si uno camina por las calles, se ven a personas que hablan en sus teléfonos y no estamos hablando con otra persona sino con una máquina y esperan que éstas les respondan. Eso nunca ha había pasado en la historia. Las máquinas están diagnosticando cáncer y otras enfermedades: todo esto son  cosas que nunca hemos visto antes.

Entrevistador: Primero comentaste la primera ola de la IA, de cómo las máquinas ayudan a los seres humanos. Ahora háblanos de la segunda ola. Cuéntanos qué es.

Erik: Bueno, en la revolución industrial, las máquinas han comenzaron a automatizarse a sí mismas. Podemos citar a Andrew McAfee y a mí, en lo que hemos llamado “La Segunda Era de la Máquina”, como el momento en el cual las máquinas tienen una capacidad mental: el pensamiento. E incluso dentro de la segunda era de las máquinas, se puede distinguir aún más la primera ola: cuando tuvimos que enseñarle a las máquinas exactamente qué hacer; tuvimos que escribir paso a paso el código de cómo se sacan los impuestos. La nueva ola es diferente, porque las máquinas están empezando a aprender por su cuenta. Ellas están reconociendo rostros sin que les digamos exactamente qué buscar, sino analizando gran cantidad de ejemplos e interpretándolos. Así están aprendiendo sobre el lenguaje, están detectando fraudes y, esta ola, en la cual las máquinas se están enseñando a sí mismas, es fundamentalmente diferente a todo lo que hemos visto en la historia.

Entrevistador: Si las máquinas pueden pensar por sí mismas y aprender en la marcha, tampoco tendrán ninguno de los defectos de los seres humanos, por ejemplo tienen memoria perfecta. Por lo tanto, ¿no es una preocupación que las máquinas de IA sean mejores en todos los trabajos posibles y vuelvan redundantes a los seres humanos?

Erik: Bueno, quiero ser completamente claro: estamos a un largo, largo tiempo para que las máquinas sean mejores que nosotros en todo. Las máquinas no pueden recoger un centavo de una mesa con facilidad. ¿Alguna vez las has visto subir las escaleras? Hay cosas que un niño de dos o tres años puede hacer fácilmente, pero que las máquinas todavía no pueden, por lo que hay muchas cosas en las que nosotros tenemos ventaja, sobretodo en cosas como la creatividad y las habilidades interpersonales, motivar a la gente. Por lo tanto, veo grandes categorías en las que los seres humanos seremos mejores que las máquinas durante décadas. Ahora, eso no quiere decir que las máquinas no estén avanzando rápidamente en éstas características, especialmente en tareas rutinarias de procesamiento de información y pronto, tal vez en la conducción de camiones, por lo que son potencialmente millones de empleos los que se verán afectados. Lo que significa que tenemos que crear millones de nuevos puestos de trabajo en esas categorías en las que dije que los seres humanos son mejores que las máquinas.

Entrevistador: Por lo tanto, las tecnologías, a menudo hago este argumento de que la IA y las nuevas tecnologías crearán nuevos puestos de trabajo en el futuro, pero es difícil para los responsables políticos a pensar en esto sin saber cuáles podrían ser esos nuevos puestos de trabajo. ¿Tienes alguna idea?

Erik: Bueno, para ser justos, es mucho más fácil imaginar puestos de trabajo existentes y pensar cómo pueden ser automatizados que imaginar un trabajo completamente nuevo que nunca existió antes, así que si eso es difícil para mí, un profesor en el MIT, también será difícil para un periodista. Hay personas cuyo trabajo consiste en darse cuenta de eso y los llamamos emprendedores. Se les ha ocurrido una gran cantidad de nuevos tipos de puestos de trabajo. Por ejemplo, entrenar gente en internet, eso es algo que no hemos visto antes. Estamos viendo más y más tipos de tareas creativas donde la máquina hace parte del trabajo y el ser humano hace otra parte; por ejemplo, averigua sobre el plegamiento de proteínas, eso están haciendo. Pero este es definitivamente un reto y no debería ser mitigado o minimizarlo. Es un reto importante para nosotros pensar en los nuevos puestos de trabajo que sustituirán a los anteriores.

Entrevistador: Mientras se da esta gran disrupción, habrá una enorme ola de población afectada por el desplazamiento de empleos y otras cosas que traerán dificultades a sus vidas. ¿Cuál es tu consejo para los formuladores de políticas para hacer frente a este cambio épico?

Erik: Bueno, empieza con simplemente reconocer la enormidad del desafío que tenemos por delante. Hay una marea de cambio tecnológico que está por venir, lo veo en los laboratorios y sé que va a salir y que afectará pronto al resto del mundo, por lo tanto, los hacedores de políticas tienen que tomar en serio el hecho de que van a haber grandes disrupciones en las industrias y en los tipos de trabajos que están disponibles y hay un montón de cosas que podemos hacer en términos de reinventar la educación, concentrarnos más en las habilidades creativas e interpersonales que he descrito antes, impulsando el espíritu emprendedor para inventar nuevos puestos de trabajo, podemos pensar en nuevas formas de impulsar la investigación y desarrollo básico. Creo que en última instancia, tendremos que ser más cuidadosos con el sistema tributario y en cómo distribuimos la riqueza en la sociedad. Todos estos son los desafíos a los que nos enfrentamos más pronto que tarde.

Entrevistador: Muchas gracias, Erik.

Erik: Ha sido un verdadero placer.

Lampadia

 




Caídas del cobre y petróleo superan expectativas

Caídas del cobre y petróleo superan expectativas

Según Larry Summers, ex Secretario del Tesoro de los EEUU y ex Rector de Harvard, “normalmente los mercados son más volátiles hacia finales de año, para calmarse luego, al inicio de un nuevo año. No este año. Los mercados de EEUU y Europa, cerraron de bajada el viernes, después de una semana muy dura, a pesar de un buen reporte del empleo en EEUU. La semana pasada vimos una caída dramática de la bolsa y moneda chinas. El petróleo bajo incluso a la luz de tensiones mayores entre Irán y Arabia Saudita”. Del Financial Times: Oil price to slide towards $20 a barrel, warns Morgan Stanley, Anjli Raval and David Sheppard in London, 11 de enero 2016. 

Pues ayer lunes el proceso se agravó aún más. El petróleo (WTI) bajó a US$ 31.13 por barril y, por diferentes razones, los bancos Morgan Stanley, Goldman Sachs, Citigroup y Bank of America Merrill Lynch, pronosticaron que el precio del petróleo podría bajar hasta US$ 20 por barril. Lo que es peor para el Perú, el cobre rompió la barrera de US$ 2.0 por libra, después de haber encontrado un buen nivel de resistencia a lo largo de las últimas semanas. Ver los siguientes gráficos del Financial Times para ambos commodities durante los últimos tres años: 

Financial Times: Una frenada en China, que lideró el crecimiento de la demanda de petróleo en la última década, ha añadido temores de un menor consumo y una sobre-oferta masiva, incluso después de una caída de su precio de 70% durante los últimos 18 meses. Esto puede llevar a otra ronda de debilidad de los commodities, dice Longson, del Morgan Stanley. “Fuertes temores de un aterrizaje duro de China y de otros mercados emergentes, han sido tomados en cuenta”, añadió Michael Wittner, analista de la Société, el banco francés.

Afortunadamente el oro todavía se resiste a romper la barrera de los US$ 1,000 la onza. Ver el siguiente gráfico del Financial Times de ayer:

Lawrence Summers, en el Financial Times, el 10 de enero 2016, asevera en su artículo: Heed the fears of the financial markets, que los mercados están más volátiles que los fundamentales que pretenden evaluar. “El economista Paul Samuelson dijo bromeando hace 50 años: ‘el mercado de valores ha predicho nueve de las últimas cinco recesiones”.

Agrega Summers: Los mejores ejecutivos manejan sus compañías con un ojo en la rentabilidad de largo plazo, no en el precio diario de sus acciones. Y los hacedores de políticas públicas lo hacen mejor cuando se concentran en fortalecer sus fundamentales económicos, en vez de hacerlo en función de las fluctuaciones diarias de los mercados.

Sin embargo, como los mercados evalúan permanentemente el futuro y agregan los puntos de vista de un inmenso número de participantes, muchas veces dan señales de alarma cuando cambian las condiciones. Los hacedores de políticas que descartan los movimientos del mercado como meras especulaciones, cometen errores graves. Si bien los mercados pueden dar falsas alarmas y no deben ser tomados sin criterio, esencialmente, la sabiduría convencional nunca reconoce la aproximación de tormentas.

Summers: “Las señales deben ser tomadas en serio cuando se mantienen y vienen de muchos mercados. Puede ser concebible que el desarrollo chino refleje sicología de los mercados y pobres reacciones de políticas y, que la respuesta de los mercados globales sea por contagio, pero lo dudo. La contribución de China a la demanda global de commodities bajará”.

“La experiencia sugiere que el mejor indicador de los prospectos futuros de la economía son las decisiones de sus ciudadanos acerca de mantener su capital en el país o exportarlo. La moneda china, el renminbi, está bajo presión porque los chinos estás deseosos de llevar su dinero al exterior. Si no fuera por el uso de reservas del gobierno chino, su moneda habría caído más”.

Dado el tamaño de China y su potencial volatilidad y el poco espacio para medidas monetarias convencionales, el riesgo global para la performance económica de EEUU, Europa y de muchos mercados emergentes, es tan alto como puedo recordar de algún otro momento. Los hacedores de políticas deben esperar lo mejor y planear para lo peor”.

En Lampadia estamos muy atentos a la evolución de los tres precios indicados líneas arriba, los del cobre, oro y petróleo, que configuran de manera muy importante el escenario económico global para el Perú, con largamente más impacto que los movimientos de tasas de interés de la FED (el banco central de EEUU).

Probablemente el impacto más dramático es la rotura de la barrera de los US$ 2.0 por libra del cobre. Lamentablemente, esto puede presagiar mayores dificultades, a las ya existentes para la recuperación de nuestros proyectos mineros. En un escenario más débil de precios, pronto tendremos que considerar, si somos racionales, una revisión completa de las trabas a las inversiones mineras y petroleras. La minería es y seguirá siendo nuestro más importante motor de crecimiento económico, crecimiento al que no podemos renunciar. No olvidemos que un 7% de China equivale a 3.2 veces el PBI anual del Perú y, que por lo tanto, más allá de la coyuntura, debemos apuntar a aprovechar nuestros recursos naturales y generar la alquimia del desarrollo integral. En los últimos años hemos perdido magníficas oportunidades de inversión en importantes proyectos que ahora debieran estar en su fase productiva, generando los recursos que tanta falta nos hacen. Es momento de señalar y denunciar los daños originados por los anti mineros, ya sean los de aquellos ideologizados, los de los acólitos del inconcebible pos-extractivismo o los de los oportunistas de la política barata; así como los de las ciegas y débiles comparsas de la política de turno.  Lampadia    

 

 

 




La formación de un nuevo gobierno en España

La formación de un nuevo gobierno en España

Las elecciones del último domingo en España han dejado a los españoles en una situación de incertidumbre sobre la formación del nuevo gobierno. Si bien el partido de gobierno, el PP, ha obtenido la primera mayoría, ésta no le alcanza para mantener el control de la cámara política y poder así formar un nuevo gobierno.

Otro cambio de la situación previa es el debilitamiento del tradicional bipartidismo. El PP y el PSOE siguen siendo las dos mayores fuerzas, pero la irrupción de Podemos y Ciudadanos han cambiado la aritmética política de España.

Rajoy, el actual jefe de gobierno y líder del PP, ha declarado que recoge el mandato electoral para tratar de formar el nuevo gobierno. Sin embargo, este objetivo presenta muchas dificultades e incertidumbres. Según la Constitución española, el plazo para formar gobierno es de dos meses desde la primera votación para nombrar al nuevo Primer Ministro. Éste necesita conseguir mayoría absoluta en la primera votación, pero de no lograrse, puede ser elegido por mayoría simple, de lo contrario se tiene que ir a un nuevo proceso electoral.

El PSOE ya adelantó su voto en contra. Por su lado Podemos y Ciudadanos tratarán de hacer valer sus posiciones estratégicas y negociar acciones de gobierno favorables.

Las opciones futuras son muy variadas y tienen distintos impactos. El diario británico, Financial Times (FT), publicó ayer un análisis de las opciones más probables, que comentamos a continuación. (How Spain can form a government in a fractured political system, de Tobias Buck, 21 de diciembre). Los cuadros del FT han sido traducidos por Lampadia.

Con una Probabilidad de 3/5 (60%): Un gobierno de minoría

Esta opción es precaria en su capacidad de mantener gobierno por cuatro años y de poder llevar a cabo las políticas que permitan consolidar la recuperación económica de España.

Con una Probabilidad de 2/5 (40%): Un gobierno de izquierda

Una eventual alianza de gobierno con muchas dificultades de manejo por las diferencias conceptuales que separan a las partes, entre ellas la cuestión de la separación de Cataluña.

Con una Probabilidad de 1/5 (20%): Un gobierno del bipartidismo

Una opción que, más allá de las irreconciliables diferencias programáticas e históricas entre ambos, podría ser un eventual suicidio del PSOE, pues dejaría el espacio de la izquierda en manos de Podemos.

Con una Probabilidad de 3/5 (60%): Un nuevo proceso de Elecciones

Una opción que al amenazar con eventuales cambios en la votación popular puede generar una pérdida de posiciones del PSOE y Ciudadanos, que ya venían en un proceso de erosión de sus preferencias en los días previos a las elecciones. Esta posibilidad podría hacer que para evitar dicho riesgo, tanto el PSOE como Ciudadanos, se avengan a negociar alguna de las opciones indicadas más arriba. Lampadia

 

 




Una mirada a China sin tantos prejuicios

Una mirada a China sin tantos prejuicios

El análisis sobre la evolución y perspectivas de China de David Pilling, del Financial Times, que publicamos a continuación, nos ayuda a entender su nuevo espacio en el concierto global sin los lentes oscuros con los que muchas veces se ve su rol por parte de EEUU y los países Europeos.

La presencia determinante de China en los acontecimientos económicos, sociales y políticos es incuestionable e inevitable. Como dice Kishore Mahbubani, el decano de la Universidad Lee Kuan Yew de Singapur, cuando aparece una nueva potencia hay dos opciones de política, el tradicional y usual en la historia, de resistencia y enfrentamiento, o el de convergencia, buscando la suma positiva.

Hasta ahora, lamentablemente, tememos la primera opción como la más probable. Ojalá, la humanidad sepa ponderar esta situación debidamente. Lampadia   

Celebremos el ascenso de la imperfecta y febril China

Escrito por David Pilling, publicado en Financial Times el 16 de diciembre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

A pesar de todos los riesgos, debemos celebrar su ascenso a ser la segunda economía más grande del mundo

Es fácil imaginar que el tren de carga de la economía China pueda descarrilarse. Cuando llegué a Asia hace 14 años, mucha gente en Japón, donde la economía era entonces tres veces el tamaño de la de China en términos nominales, predecían precisamente eso. Seguramente pensaron que el sistema debería derrumbarse bajo sus propias contradicciones.

Era, después de todo, una economía dirigida por el Estado, propensa a una mala asignación de capital y dependiente de una inversión derrochadora. Tenía un aparato político represivo que gastaba más en seguridad interior que en la defensa nacional.

La ira de los funcionarios del partido comunista iba creciendo, muchos de los cuales estaban metidos en corrupción y participaban en el acaparamiento de tierras en una escala masiva. Medido crudamente, la economía estaba produciendo un crecimiento sorprendente. Sin embargo, estaba envenenando el aire, el agua y, no en pocas ocasiones, a los propios ciudadanos de China.

No hay nada de ese análisis que esté equivocado. La conclusión, sin embargo, de que las tensiones inherentes llevarían a un caos social y derrumbarían el sistema fue una ilusión.

Subestimó los logros del partido comunista en traer mejoras tangibles a las vidas de cientos de millones de personas. Se subestimó, también, la fuerza de su mensaje patriótico: que, después de más de 100 años de humillación, China había logrado, finalmente “levantarse”, según auguró Mao Zedong.

Debido a algunas medidas, en lugar de derrumbarse, China ha ido viento en popa, de fortaleza en fortaleza. Su producción es más del doble del tamaño de la de Japón. En términos de paridad de poder adquisitivo, superó a los EEUU el año pasado, por lo que es la mayor economía del mundo. En sólo 15 años, su producto bruto interno per cápita ha pasado de un 8 % del nivel de EEUU al 25 %.

En Japón, muchos esperan en secreto que China cometa un error. No sin razón, temen un poderoso vecino vengativo con el libro de historia en la mano. Sin embargo, en América y Europa, también algunos han sido culpables de suponer que China es un castillo de naipes.

Libros con títulos como The Coming Collapse of China (El Venidero Colapso de China) han sido guías durante años. Es posible señalar los defectos y las injusticias del sistema autoritario sin predecir su inminente desaparición. En algún momento, el Partido Comunista cederá a otra cosa. Todas las dinastías caen. Sin embargo, con toda seguridad va a permanecer en el poder más tiempo del que muchos esperan.

El ascenso de China es el evento más importante de nuestra época. En las mentes de muchos occidentales, se vio ensombrecida por la amenaza del terrorismo y por una revolución tecnológica que trajo consigo regalos binarios de oportunidad y destrucción. Sin embargo, las consecuencias de la renovación de una nación que contiene una quinta parte de la población del mundo serán profundas, llevando el centro de gravedad del mundo de oeste a este.

Económicamente, ya ha transformado las perspectivas de los productores de materias primas desde Angola a Australia, a pesar de la reciente caída de los precios de los commodities por la desaceleración de China.

Políticamente, ha cambiado los cálculos de casi todas las naciones. EEUU ha girado a Asia incluso mientras sus diplomáticos ponderan la viabilidad de continuar las garantías de seguridad incondicionales para Japón y Taiwán. Atraídos por el imán de los negocios y el poder, el Reino Unido ha desafiado a Washington al unirse a un banco chino diseñado para desafiar el orden de posguerra,  personificado por las instituciones de Bretton Woods.

China ha demostrado que el éxito de Japón puede ser emulado, si bien no igualado, en una escala mucho más grande

Hay riesgos para el ascenso de China. Hay dos que destacan. El primero es la guerra. El récord de la humanidad en el ajuste hacia potencias emergentes no es bueno. A medida que se vuelve más fuerte, Pekín no aceptará la Pax Americana, al menos en lo que considera su área natural de influencia. Las posturas de China y EEUU alrededor de las islas artificiales en el Mar Meridional de China es un signo de lo que vendrá. Al igual que brotes de un nacionalismo enojado dirigido a Japón.

El segundo es el medio ambiente. Es comprensible que los chinos aspiren a un nivel de vida como el de EEUU, con los autos y las refrigeradoras de tamaños americanos. Lo mismo ocurre con los 1.3 mil millones de indios y cientos de millones más en Asia, África y América Latina. No está claro que el planeta pueda sostener tales ambiciones. Sin significativos avances tecnológicos, probablemente algo tendría que ceder. Esto nos lleva de nuevo a los conflictos.

A pesar de todos los riesgos, el ascenso de China debe ser celebrado. El Japón de la posguerra demostró al mundo que la prosperidad y la modernidad no fueron del dominio exclusivo de los blancos europeos y americanos. China ha demostrado que el éxito de Japón puede ser emulado, si abien no igualado, en una escala mucho más grande.

Este podría parecer un momento extraño para celebrar. ¿No se está viniendo a pedazos el modelo chino? El crecimiento ha caído más rápidamente de lo que muchos habían imaginado. Podría caer mucho más todavía. Eso podría precipitar una crisis financiera. La deuda se ha duplicado desde 2009. No fue difícil cubrir las grietas en el sistema con un crecimiento de dos dígitos. En 3 por ciento, podría no ser tan fácil.

Incluso si se evita la crisis completa, China simplemente puede quedarse atascada. Su fuerza laboral se está reduciendo. Su población está envejeciendo rápidamente. En sólo 15 años, casi una cuarta parte de su población tendrá más de 65. ¿No parecen ahora los fatalistas, adivinos?

En realidad, China no tiene que hacer gran cosa para cambiar el mundo. Debido a la magnitud de su población, si su gente a alcanza sólo la mitad del nivel de vida de los EEUU, su economía sería el doble de grande.

The Rise and Fall of Great Powers (Auge y caída de las grandes potencias), por el profesor Paul Kennedy de la Universidad de Yale, sugiere que el poder militar y diplomático será lo siguiente. Aquellos que buscan fisuras en el sistema, las encontrarán en abundancia. Aquellos que imaginan que “la amenaza china” está a punto de desaparecer, se sentirán decepcionados. L

 

 




Las dificultades para el desarrollo de las infraestructuras

Las dificultades para el desarrollo de las infraestructuras

El Financial Times (FT) acaba de publicar un análisis integral sobre los problemas que inhiben la cobertura de las brechas de infraestructuras en todo el planeta, tanto en los países más desarrollados como en los emergentes. El déficit de infraestructuras es un problema global y las soluciones para enfrentarlos, como las que tenemos que superar los peruanos, deben hacer sentido para los actores globales como instituciones multilaterales, inversionistas y evaluadores de riesgos, tanto como para los actores locales, empezando por los ciudadanos, reguladores y políticos.

El informe del FT que presentamos líneas abajo, traducido y glosado por Lampadia, muestra los niveles de brechas no satisfechas en todo el mundo y hace una buena descripción de los principales problemas que hay que superar. De hecho establece que los gobiernos no tienen la capacidad financiera para superarlas y que es indispensable recurrir al sector privado. El mecanismo más adecuado resulta ser, como en el Perú, las APP (Asociaciones Público Privadas), pero este camino no está exento de dificultades.

De hecho subsisten limitaciones fiscales, dadas las necesidades de cofinanciamiento por el Estado, así como las dificultades de acceso a un financiamiento que tiene que comprometerse antes de que se genere ningún retorno, la fijación de los ingresos de los inversionistas, la fijación y aceptación de los pagos por servicios y/o peajes por parte de la población, la falta de estabilidad de reglas de juego (fundamental para inversiones de tan largo plazo) y la veleidad e irresponsabilidad de políticos populistas que pueden desequilibrar cualquier cometido de largo alcance.

Por estas dificultades es que en Lampadia, después de analizar un informe al respecto de The Economist: “The trillion dollar gap” (La brecha del trillón de dólares), de marzo del 2014, publicado en nuestro portal en abril 2014, propusimos una forma de enfrentar una buena parte de estos problemas, especialmente los de financiamiento, involucrando a las instituciones multilaterales para superar las limitaciones fiscales,  reducir los riesgos políticos y de imagen con la población. Ver: Sobre como financiar e invertir US$ 80,000 millones.  

En esta ocasión, después de haber reseñado hace pocos días, el importante Primer Congreso Internacional de Infraestructuras y Desarrollo, que recalculó nuestra brecha en US$ 160,000, es muy importante evaluar las experiencias internacionales y la identificación de las trabas más usuales (Ver en Lampadia: A ponernos al día en infraestructuras), presentamos el análisis del FT y nos comprometemos a convocar a un debate sobre las dificultades indicadas y sus eventuales soluciones, en el futuro inmediato para compartir sus conclusiones con nuestros lectores. Ver a continuación el análisis del FT:

 

Infraestructura: Cubriendo la brecha

Por John Authers, publicado en Financial Times el 9 de noviembre 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

¿Por qué existe todavía un déficit anual de US$ 1 millón de millones de inversión en proyectos del sector público?

Los políticos y los inversionistas están de acuerdo: existe una “brecha de infraestructuras”, es global y es cerca de US$ 1 millón de millones por año. Desde los EEUU y Europa hasta el mundo emergente, hay una acumulación de proyectos atrasados que se necesitan para impulsar el crecimiento, mientras que los inversionistas institucionales están desesperados por encontrar inversiones (como por ejemplo en infraestructuras) que les ofrezca un retorno que no esté relacionado con la volatilidad del mercado y los mercados de bonos.

Sin embargo, el déficit se mantiene. El Foro Económico Mundial estima una necesidad global de US$ 3.7 millones de millones en inversión en infraestructuras cada año, mientras que sólo se invierte US$ 2.7 mil millones, en su mayoría por los gobiernos. Según el Banco Mundial, la inversión en 2015 se mantendrá igual o disminuirá en comparación con 2014. La consultora McKinsey estima que en los próximos 15 años, la necesidad de los países del G-20 para proyectos de infraestructuras (de alrededor de US$ 60 millones de millones), no será cubierta en aproximadamente US$ 20 millones de millones. 

“Los desafíos son tanto del lado de los proyectos como de la oferta de capital”, dijo Bertrand Badré, director gerente del Banco Mundial, en su reunión anual en Lima el mes pasado. “Simplemente no hay suficientes proyectos viables.”

Para cualquiera que haya sufrido con cortes de energía, haya comprado botellas de agua de los vendedores ambulantes o haya luchado el estancamiento en las ciudades de mercados emergentes, la idea de que hay muy pocos proyectos es increíble. En los EEUU, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles estima que el envejecimiento y la infraestructura inadecuada (desde los problemas de energía hasta atascos en el tráfico) le costaría a cada familia americana US$ 28,000 en ingresos para el año 2020 si las tendencias de inversión permanecen iguales.

La infraestructura de Estados Unidos se remonta a los grandes programas de construcción de la década de 1930 y 1950 y muchos de ellos se encuentran en un estado vergonzosamente pobre. El año pasado, el vicepresidente estadounidense Joe Biden se quejó de que “si se le vendara los ojos a alguien caminando a través del aeropuerto de La Guardia en Nueva York, diría: ‘’Tengo que estar en algún país del tercer mundo. No estoy bromeando”. Las autoridades locales están tratando de recaudar dinero para una gran remodelación, incluyendo la demolición del edificio de la terminal central, a través de una asociación público-privada.

En el mundo emergente, el gasto en infraestructuras se ha convertido en una cuestión geopolítica, llevando a China a poner en marcha el Banco de Inversión en Infraestructura de Asia para competir en el financiamiento de proyectos. Para muchos países, los proyectos en materia de transporte, energía, agua, saneamiento y conectividad a Internet son vitales para el desarrollo. Incluso en Europa, donde la infraestructura pública tiende a estar en mejores condiciones, la inversión privada ha caído en los últimos 10 años, según Standard & Poors. La necesidad más obvia, sin embargo, no siempre se traduce en proyectos en los que el sector privado puede o va a invertir.

Incentivo a la inversión

“No hay absolutamente ninguna correlación entre la magnitud de las necesidades de infraestructuras y las oportunidades para el sector privado”, dice Jim Barry, director de infraestructuras de BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo, que comenzó a invertir en infraestructuras en 2012 y ahora tiene US$ 8 mil millones en el sector.

Los críticos dicen que los gobiernos a menudo vienen con una lista de proyectos, pero no hacen un buen trabajo para convencer a los inversionistas adversos al riesgo que el proyecto es necesario, o que será suficientemente rentable. Por lo tanto, el dinero permanece embotellado en las instituciones, los proyectos siguen sin construir y la brecha de infraestructuras se ensancha.

“Es realmente un obstáculo de las políticas públicas. Tienen que ser pagados y los gobiernos tienen que encontrar una fuente de ingresos”, dice Cherian George de FitchRatings. “Si hubiera un marco financiero y fiscal sostenible, los fondos y la deuda estarían allí en un día.” [Ver nuestro análisis original sobre el tema en el que proponíamos una solución fiscal que permitiera facilitar el flujo de los proyectos: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones].

“Los Fondos de Pensiones y de capital privado están diciendo ‘tenemos el dinero – dennos los proyectos”, dice Rohan Malik, director de Ernst & Young de mercados emergentes. “La pregunta es, ¿cómo podemos ayudar a que los gobiernos alisten los proyectos?”

Para los gobiernos, tratar con el sector privado presenta un dilema político fundamental – cobrarle al público por bienes que consideraban anteriormente como gratis es impopular.

La Costa de Marfil tomó la valiente decisión de elevar su gasto en infraestructuras de aproximadamente 2 a 6 % del PBI el año pasado. Esto vuelve más difícil pagar los programas redistributivos, pero en un país con una cobertura eléctrica de tan solo 43 % y donde sólo el 8 % de las carreteras están pavimentadas, el gobierno decidió que era esencial. Durante los próximos cuatro años, tiene el objetivo de poner en práctica 94 proyectos valorizados en US$ 25 mil millones, aunque sólo 14 de ellos son elegibles para APPs.

“Incluir al sector privado es importante, pero tenemos que ser capaces de cubrir el costo de estos proyectos con una buena estructura de precios”, dijo Nialé Kaba, la ministra de Economía y Finanzas de la Costa de Marfil. “En mi país, la infraestructura pública era gratuita. Hay muchos grupos de presión”.

Esto significa, dice, que el sector privado tiene que ser razonable en sus expectativas de ingresos y que los políticos tienen que vender sus proyectos a los votantes. “Si este diálogo no es lo suficientemente franco, el gobierno no va a ser capaz de establecer los precios adecuados. También tenemos que sensibilizar a la población local y decirle a la gente que estas APPs son necesarias”.

Ese peligro es más grave para los inversionistas en la era de las redes sociales como Twitter. “La presión transmitida a través de los medios sociales es la principal fuente de los gobiernos. . . [de] lo que la gente llama “riesgo político”, dijo Thierry Deau, de Meridiam Group, que maneja tres grandes fondos de infraestructuras para las instituciones. “La sociedad civil es activa y es importante que los gobiernos y el sector privado  participen.”

Hay muchos obstáculos potenciales. La manipulación de los precios de un proyecto puede dar lugar a un desastre financiero. Las autopistas construidas en México entre los años 1980 y 1990 con financiación privada terminaron quebrando ya que el público se resistió a los altos peajes y utilizó carreteras alternativas gratuitas que eran más lentas.

El sector público en general también tiene que recaudar algo de dinero antes de pedirle apoyo al sector privado, pero las necesidades de infraestructuras están aumentando al igual que el gasto público está frenado por la austeridad y los problemas de crédito. S&P, en un informe el mes pasado, encontró que entre 2003 y 2012, 16 países de la eurozona cortaron inversiones en transporte en medio de aumentos de la deuda del gobierno general y créditos del sector privado al gobierno como proporción del PBI. ‘Asequibilidad’ y ‘austeridad’ fueron las razones más citadas por el déficit de financiamiento. 

Luego está el problema político. Es probable que la vida útil de una pieza de infraestructura sea mucho más larga que la de un gobierno democrático. Así que para los funcionarios del Banco Mundial, puede ser más fácil vender la idea de proyectos de infraestructura cuando los inversores pueden estar seguros de que no va a haber un cambio de gobierno pronto.

Vientos en contra

Incluso sin obstáculos, existe el riesgo de que los políticos intenten reescribir los términos de un acuerdo. En Europa, España redujo de forma retroactiva los subsidios para los productores de energía solar, causando la ira de los fondos de pensiones, Francia trató de reducir los peajes de la Autoroute y Noruega cambió la normativa para el ingreso de oleoductos poco después de la recaudación de fondos de los inversionistas.

Pero los gobiernos tienen razón en temer los compromisos a largo plazo que exigen los inversionistas que vienen con grandes pagos a empresas privadas por muchos años después de que las instalaciones se hayan construido. La iniciativa de financiación privada del Reino Unido logro con éxito el financiamiento, pero afrontó un largo periodo de impopularidad política.

La demanda para invertir en las infraestructuras de instituciones es clara. Una encuesta realizada el mes pasado a grandes fondos de pensiones por la consultora Create en Londres encontró que el 38 % tenía la intención de aumentar su inversión en infraestructuras durante los siguientes tres años – volviéndolo más popular que el capital privado, fondos de cobertura o la mayoría de fondos. Las compañías de seguros por sí solas han dirigido una asignación de US$ 80 mil millones al año en infraestructuras.

Amin Rajan, quien elaboró el informe Create, dice que uno de los principales obstáculos para convertir la demanda en realidad es la tendencia de los gobiernos “de cambiar objetivos todo el tiempo”. Los fondos de pensiones no están preparados para asumir los complejos riesgos políticos involucrados, dice.

El riesgo no es tanto la agitación política sino la posibilidad de que los gobiernos tengan dudas sobre los contratos a largo plazo y traten de transferir los riesgos adicionales a los inversionistas que están interesados ​​principalmente en proyectos de infraestructuras de bajo riesgo.

“Las personas interesadas en las infraestructuras tienden a compararlo con la renta fija [tener un bajo riesgo y retorno], no con el capital privado”, dijo Gavin Wilson, jefe de la sección de gestión de activos de la Corporación Financiera Internacional. “Las personas no se impresionan por los altos retornos porque lo que realmente quieren es menor riesgo.”

Ese es un problema grave, especialmente en los mercados emergentes, donde un nuevo puerto o autopista es una oportunidad para conseguir un alto rendimiento, pero no es una inversión de bajo riesgo como un bono. Al mismo tiempo, las infraestructuras, con un ingreso que tiende a subir en línea con la actividad económica, es vista como una cobertura contra la inflación, lo que hace más difícil atraer a los inversionistas en situaciones que, como la de ahora, se avecina que los precios podrían permanecer bajos durante algún tiempo.

Otro problema es que los proyectos de infraestructuras necesitan prácticamente todos sus fondos por adelantado, mucho antes de cualquier pago de compensación, que puede tomar décadas. “Es una diferencia fundamental con otros negocios y servicios y completamente diferente a la salud o la educación. Todo el dinero tiene que llegar antes de que haya nada concreto”, dijo Wilson.

“Es menos sobre si hay financiamiento y más sobre la calidad de los proyectos”, dijo Dimitris Tsitsiragos, vice-presidente del IFC (el brazo financiero del Banco Mundial). “Hacer que el proyecto sea viable desde el inicio es fundamental, ya que es la condición que lo hará sostenible.”

Los bancos multilaterales de desarrollo desempeñan un papel clave en esta área. En lugar de ayudar con la estructuración de productos financieros, pueden asesorar sobre la creación de un “pipeline” de proyectos prioritarios, y asegurarse de que sea lo suficientemente fuerte como para ganar respaldo.

“Hay contratos [a menudo] muy complejos y se necesita una mayor estandarización”, dice Barry de BlackRock. “Eso no existe en los EE.UU. Hay cierto progreso, pero se necesita algún elemento de intervención federal para crear los elementos de estandarización y un marco legal”.

Ampliando

La estandarización es aún más importante en los mercados emergentes. Esto ha desatado una campaña para crear grandes fondos con suficientes proyectos para reducir el riesgo mediante la diversificación. Tanto el IFC como Meridiam están construyendo fondos que, eventualmente, podrían contener un máximo de 20 proyectos. Ellos ayudarán a diseñar los proyectos antes de buscar otros socios de inversión.

Una solución más radical está siendo fomentada por los fondos de pensiones canadienses, quienes están tratando de eliminar por completo al intermediario. Caisse de dépôt et placement du Québec, que administra más de US$ 250 mil millones en activos de fondos de pensiones, lanzó este año una filial para gestionar toda la preparación del proyecto en sí.

“El gobierno define la iniciativa de la política pública, como por ejemplo para algún tipo de infraestructura de transporte público”, dice Michael Sabia, presidente ejecutivo de CDPQ. “Luego escogemos uno y planificamos el proyecto y hacemos la ejecución. Financiamos el proyecto con los socios, somos propietarios y operamos la puesta en marcha”.

El objetivo, compartido por muchos, es que las infraestructuras evolucionen hacia una clase de activos reconocidos. “Si se reconoce como una inversión ajustada a un riesgo estable entonces el dinero fluirá en el tiempo”, dijo Badré, del Banco Mundial. “La falta de infraestructuras es aún más costosa. Solo hay que preguntarle a una familia sin agua potable o sin electricidad para iluminar su hogar.” L

 

 




La Ruta de la Seda: Una nueva avenida de desarrollo global

La Ruta de la Seda: Una nueva avenida de desarrollo global

Por ‘La Ruta de la Seda’ han fluido los bienes, personas e ideas entre Oriente y Occidente durante muchos siglos, pero su relevancia para el mundo moderno ya se había opacado. Después de todo, hasta hace poco, EEUU, Japón y Europa todavía eran considerados como los motores de la economía global. Las rutas marítimas y aéreas eran las vías del futuro. También fue la razón por la que Asia, partes de Europa y África fueron vistos como un mundo periférico. Las percepciones de hoy son muy distintas. El mundo exige una nueva gran comunidad que lleve el desarrollo en dirección al interés mutuo.

 

Es en este contexto que China ha tomado la iniciativa de desarrollar de ‘Un cinturón, Un camino’ (OBOR por sus siglas en inglés: One Belt, One Road), que es considerado como el evento económico más importante del siglo XXI. La Ruta de la Seda marítima moderna es el principal proyecto del actual presidente chino, Xi Jinping. Está dirigido a fomentar la colaboración a lo largo de la histórica Ruta de la Seda y las rutas marítimas.

El ‘cinturón’ atraviesa Asia, Europa y África, conectando a la vibrante y creciente economía asiática con la desarrollada Europa. La estrategia de ‘OBOR’ es una política clave de la administración de Xi, tiene como objetivo impulsar la conectividad y el comercio entre China y 65 países con una población total de 4,400 millones mediante la construcción de infraestructuras, impulsando vínculos financieros y comerciales.

En el Doceavo Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo, el Presidente Wang Jiarui, dijo que los países participantes deben verlo como una oportunidad para forjar un destino común a través de la inclusión. Él dijo: “Esto no tiene la intención de ser un nuevo orden mundial, sino impulsar el desarrollo para todos los países que forman parte de la iniciativa.”

El énfasis en la implementación del proyecto está en el concepto de los tres ‘No’s, que incluyen la NO injerencia en los asuntos internos de otras naciones; segundo, que China NO busca aumentar su esfera de influencia y que el país NO busca una hegemonía o dominación.

“La iniciativa es armónica e incluyente. Aboga por la tolerancia entre las civilizaciones, respeta los caminos y modos de desarrollo elegidos por los países participantes y apoya el diálogo entre diferentes civilizaciones bajo los principios de la búsqueda de acuerdos y arreglo de  diferencias, aprovechando las fortalezas de cada uno “, dijo Jiarui.

De acuerdo con el proyecto original emitido por la Comisión de Desarrollo Nacional y Reformas de China, la iniciativa muestra que defiende los cinco principios de coexistencia pacífica de las Naciones Unidas, que incluyen el respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial de cada uno, no agresión mutua, la no injerencia mutua en sus respectivos asuntos internos, igualdad y beneficio mutuo. “Los proyectos de conectividad de la iniciativa ayudarán a alinear y coordinar las estrategias de desarrollo de los países, el potencial de mercado de la región, promoverán la inversión y el consumo, crearán demanda y oportunidades de empleo, desarrollarán pueblos y mejorarán los intercambios culturales con un mutuo aprendizaje y permitirán mejorar la confianza y el respeto entre mutuo para vivir en armonía, paz y prosperidad “, afirma el proyecto original.

Sin embargo, hay quienes temen que Pekín quiere crear redes de infraestructuras centradas en China para ampliar su propia influencia económica y política en el mundo y especialmente en Europa y Asia. Esto es principalmente debido a la falta de información. China no ha sido muy clara. Según el Financial Times, el documento “proporciona una gran cantidad de detalles en algunos aspectos (como por ejemplo, cuándo se llevarán a cabo ferias de libros) pero es irregular en otros (como qué países están incluidos). Perú, Sri Lanka e incluso el Reino Unido se incluyen en algunas versiones de mapas semi-oficiales, pero quedan fuera de los demás.”

Para empresas de todos los tamaños, la oportunidad de Asia no tiene paralelo. La conclusión es clara: si no estas haciendo negocios con Asia; deberías empezar, porque tus competidores sí lo están haciendo.

Según una encuesta reciente de ANZ, una empresa Australiana, el 48 % de las empresas que ya están en Asia dicen que los ingresos de sus operaciones en Asia fueron superiores a sus ingresos nacionales. Además, 76 % de las empresas que se han expandido en Asia dicen que sus ganancias han aumentado sustancialmente.

Asimismo, el 38 % de las pequeñas empresas lograron un retorno de su inversión en 12 meses, mientras que el 59 % de las medianas y el 39 % de las empresas de mayor tamaño lograron esto en un plazo de tres años. Otro dato importante es que, de las empresas australianas que no se encuentran en Asia, el 88 % dijo que estaba considerando expandirse para allá en los próximos tres años.

Las empresas que planean e investigan su estrategia de expansión en Asia están mucho mejor posicionadas para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo y una mayor rentabilidad que sus contrapartes cuyas operaciones quedan enfocadas a nivel nacional.

Desde que China lanzó su política de ‘Un Cinturón, Un Camino’ en 2013, hemos visto nuevas vías de infraestructuras y evolucionar el comercio. Fuera de China, países a través de la región están empujando sus propios vínculos comerciales para aprovechar estas nuevas rutas. Asia es el hogar de 60 % de la población mundial y las ciudades de la región están transformándose más rápido que nunca.

El Perú está en condiciones de aprovechar estas oportunidades, pero no debemos permitir que se nos pase el tren. Como afirma el historiador israelí Yuval Noah Harari en Diálogo sobre la Tecnología y el Futuro, “Países que, como China, perdieron el tren de la Revolución Industrial, 150 años más tarde han conseguido recuperar el terreno perdido, en gran medida, en términos económicos, gracias a la mano de obra barata. Esta vez, quienes pierdan el tren no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”. Lampadia

 

A continuación compartimos un artículo del Financial Times que analiza a detalle la estrategia de comercio de ‘La Ruta de la Seda’:

El Gran juego de China: Camino a un nuevo imperio

Por Charles Clover y Lucy Hornby. Publicado en Financial Times el 12 de octubre de 2015.

Traducido por Lampadia

 

Una Ruta de la Seda moderna es la ‘marca’ de la política exterior de Beijing

“Los graneros en todos los pueblos están llenos de reservas y las arcas están llenas de tesoros y el oro, valorizados en miles de millones”, escribió Sima Qian, un historiador chino que vivió en el siglo primero antes de Cristo. “Hay tanto dinero que una innumerable cantidad de cuerdas utilizadas para amarrar las monedas se pudren y rompen. Los graneros en la capital se desbordan y el grano se malogra y no se puede comer”.

Él estaba describiendo los legendarios excedentes de la dinastía Han, una época caracterizada por la primera expansión de China en el oeste y el sur y el establecimiento de las rutas comerciales que más tarde se conocieron como la Ruta de la Seda, que se extendía desde la antigua capital de Xi’an hasta la antigua Roma.

Avanzando rápidamente dos milenios, se dice lo mismo de la expansión de una China que cuenta con un nuevo creciente superávit. No hay cuerdas para sostener sus US$ 4 millones de millones (US$ 4 trillions) de reservas en moneda extranjera – el más grande del mundo – y, además de graneros desbordantes, China tiene excedentes masivos de cemento y acero y oferta inmobiliaria.

Después de dos décadas de rápido crecimiento, Beijing está de nuevo mirando más allá de sus fronteras para el comercio y oportunidades de inversión y, para ello, está utilizando de nuevo su antigua grandeza imperial más conocida como la metáfora de la “Ruta de la Seda”. La creación de una versión moderna de la antigua ruta comercial se ha convertido en la marca de la política exterior de China bajo la presidencia de Xi Jinping.

“Es uno de los pocos términos que la gente recuerda de las clases de historia que no esté relacionado con el poder duro. . . y es precisamente a esas asociaciones positivas a las que los chinos quieren hacer hincapié “, dice Valerie Hansen, profesora de historia de China en la Universidad de Yale.

La gran idea de Xi

Si se toma la suma total de los compromisos de China a su valor nominal, la nueva Ruta de la Seda se convertirá en el mayor programa de diplomacia económica desde el Plan Marshall liderado por Estados Unidos para la reconstrucción de Europa en la posguerra, que abarca decenas de países con una población total de más de 3 mil millones de personas. La escala demuestra una gran ambición. Pero en el contexto de una economía tambaleante y la creciente fuerza de su ejército, el proyecto ha adquirido gran importancia como una forma de definir el lugar de China en el mundo y sus relaciones – a veces tensas – con sus vecinos.

Económica, diplomática y militarmente, Pekín utilizará el proyecto para afirmar el liderazgo regional en Asia, dicen los expertos. Para algunos, se explica el deseo de establecer una nueva esfera de influencia, una versión moderna de “El Gran Juego” del siglo 19, donde Gran Bretaña y Rusia se enfrentaron por el control de Asia central.

“La Ruta de la Seda ha sido parte de la historia de China, que se remonta a las dinastías Han y Tang, dos de los más grandes imperios chinos”, dice Friedrich Wu, profesor de la Escuela S Rajaratnam de Estudios Internacionales en Singapur. “La iniciativa es un recordatorio oportuno de que China, bajo el Partido Comunista, está construyendo un nuevo imperio.” [Ver en Lampadia: El Orden Mundial de Henry Kissinger]

De acuerdo con ex funcionarios, la gran visión para una nueva Ruta de la Seda comenzó en las entrañas del Ministerio de Comercio de China. Buscando una manera de lidiar con el exceso de capacidad en los sectores del acero y de fabricación, los funcionarios de comercio empezaron a tramar un plan para exportar más. En 2013, el programa recibió su primer reconocimiento de nivel superior cuando el Xi anunció la “Nueva Ruta de la Seda”, durante una visita a Kazajistán.

Desde que el presidente le dedicó un segundo discurso importante al plan presentado en marzo (mientras aumentaban las preocupaciones sobre la desaceleración económica) ha aumentado hasta convertirse en una política significativa y adquirió un nombre más imponente: “Un Cinturón, Un Camino”. El cinturón se refiere a la ruta comercial terrestre que une el centro de Asia, Rusia y Europa. El camino, curiosamente, es una referencia a una ruta marítima por el Océano Pacífico y el Índico occidental.

En algunos países Beijing está presionando a una puerta abierta. El comercio entre China y los cinco estados de Asia Central – Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán – ha crecido de forma espectacular desde 2000, llegando a US$ 50 mil millones en 2013, según el Fondo Monetario Internacional. Ahora China quiere construir las carreteras y tuberías necesarias para suavizar el acceso a los recursos que necesita para continuar su desarrollo.

Xi comenzó a ofrecer más detalles sobre el plan a principios de este año con el anuncio de US$ 46 mil millones en inversiones y líneas de crédito en un corredor económico entre China y Pakistán, terminando en el puerto de Mar Arábigo de Gwadar. En abril, Pekín anunció planes para inyectar US$ 62 mil millones de sus reservas de divisas en los tres bancos de políticas estatales que financiarán la expansión de la nueva Ruta de la Seda. Algunos proyectos, que ya están en la mesa, parecen haber sido cooptado en el nuevo esquema de burócratas y empresarios que están luchando para vincular sus planes a la política de Xi.

Ellos sólo están poniendo un nuevo lema en cosas que he querido hacer desde hace mucho tiempo“, dijo un diplomático occidental.

“Es como un árbol de Navidad”, dice Scott Kennedy, director adjunto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. “Se pueden plantear muchos objetivos políticos, pero nadie ha hecho un análisis económico adecuado. El dinero del gobierno que están invirtiendo no es suficiente; esperan traer capital privado, pero, ¿querrá invertir el capital privado? ¿Va a ganar dinero? “

Además de ofrecer una visión de la ambición de China, la nueva Ruta de la Seda presenta una ventana para visualizar cómo se realiza la política macroeconómica en Beijing – a menudo en el camino, con los burócratas corriendo para dar cuerpo a declaraciones vagas ya veces contradictorias de lo alto. “Parte de esto es de arriba hacia abajo, parte de esto es de abajo hacia arriba, pero no hay nada en el medio hasta ahora”, dice un ex funcionario chino.

“El resto de la burocracia está tratando de ponerse al día con dónde Xi ha plantado la bandera”, dice Paul Haenle, director del Centro Carnegie-Tsinghua en Beijing. “Esto es algo que Xi anuncia y luego la burocracia tiene que hacer algo con ella. Tienen que poner la carne en los huesos”.

Algunas pistas surgieron en marzo, cuando la poderosa Comisión de Desarrollo Nacional y Reforma, órgano central de planificación de China, publicaron un documento torpe, “Visiones y acciones en forma conjunta para construir el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima el siglo 21”. Proporciona una gran cantidad de detalles en algunos aspectos (como por ejemplo, cuándo se llevarán a cabo ferias de libros) pero es irregular en otros (como qué países están incluidos). Perú, Sri Lanka e incluso el Reino Unido se incluyen en algunas versiones de mapas semi-oficiales, pero quedan fuera de los demás.

Sin embargo, sí parece existir una lista completa. El 28 de abril, el Ministerio de Comercio anunció que los países en la Ruta de la Seda representan el 26 por ciento del comercio exterior de China, una estadística muy precisa. Pero, una solicitud del Financial Times para obtener detalles más específicos sobre la lista de naciones quedó sin respuesta.

Todavía no hay indicios de cómo se llevará a cabo – a través de su propia burocracia, o como departamentos separados en diferentes ministerios y con diferentes políticas. Dado que los gobiernos extranjeros y bancos multinacionales esperan con impaciencia las declaraciones de Delfos desde Beijing para entender lo que significa, la vaguedad y la confusión no ha pasado desapercibida.

“Si queremos hablar de la Ruta de la Seda”, dice un diplomático de un país vecino, “no sabemos a quién llamar.”

Como los intereses económicos del país se expanden en el extranjero, su aparato de seguridad masiva y militar probablemente se llevará a un papel regional mayor. China no tiene bases militares extranjeras e insiste firmemente en que no interferirá en la política interna de ningún país. Pero, por primera vez, un proyecto de ley antiterrorista ha legalizado el desplazamiento de soldados chinos en suelo extranjero, con el consentimiento de la nación anfitriona.

La milicia de China también está ansiosa por recibir su porción de la generosidad política y fiscal que acompaña al nuevo impulso de la Ruta de la Seda. Un ex funcionario de Estados Unidos dice que fue dicho por los generales de alto rango en el Ejército Popular de Liberación que la estrategia de Un Cinturón, Un Camino tendría un “componente de seguridad”.

Los proyectos en zonas inestables inevitablemente probarán la política china de evitar enredos de seguridad en el exterior. Pakistán ha asignado 10,000 soldados para proteger los proyectos de inversión chinos, mientras que, por ahora, en Afganistán las tropas estadounidenses han protegido una mina de cobre en la que China ha invertido.

La construcción de puertos en países como Sri Lanka, Bangladesh y Pakistán ha llevado a algunos analistas a preguntarse si el último objetivo de China es de un doble uso de instalaciones de logística naval que podrían poner en servicio el control de las vías marítimas, una estrategia llamada la “cadena de perlas”.

El logro de la confianza de los vecinos recelosos como Vietnam, Rusia y la India no es un hecho, y constantemente está siendo socavada por la flexión muscular sostenida por China en otros lugares. En el Mar del Sur de China, por ejemplo, los enfrentamientos navales se han incrementado por las agresivas reclamaciones marítimas de Pekín.

Exceso de capacidad Exportación

La teoría de Lenin de que el imperialismo es impulsado por excedentes capitalistas parece ser cierta, curiosamente, en uno de los últimos países (ostensiblemente) leninistas del mundo. No es casualidad que la estrategia de la Ruta de la Seda coincida con las secuelas de un auge de la inversión que ha dejado gran exceso de capacidad y la necesidad de encontrar nuevos mercados en el extranjero.

“El crecimiento de la construcción se está desacelerando y China no tiene que construir muchas nuevas autopistas, ferrocarriles y puertos, por lo que tiene que encontrar otros países en los que sí“, dice Tom Miller, de la consultora Beijing GaveKal Dragonomics. “Uno de los claros objetivos es conseguir más contratos para las empresas de construcción chinas en el extranjero.”

Al igual que el Plan Marshall, la nueva iniciativa de la Ruta de la Seda parece diseñada para utilizar golosinas económicas como una manera de hacer frente a otras vulnerabilidades.

Las fronteras occidentales de China y sus vecinos de Asia Central son el hogar de vastas reservas de petróleo y gas. La región de Xinjiang, la cual se encuentra en algunos de las mayores reservas de energía de China y es crucial para el proyecto de la Ruta de la Seda, es también el hogar de una población musulmana uigur intranquila que es culturalmente turca, mucho más pobres que los habitantes de la costa de China y que buscan una ruptura con Beijing. La región ha sido protagonista de graves brotes de violencia en los últimos años. 

Un empuje en el centro de Asia va a llenar en parte el vacío dejado por la retirada de Moscú después de la guerra fría, seguido de retirada militar de Washington en Afganistán el año próximo. Con Beijing diciendo que se enfrenta a una creciente amenaza terrorista, la estabilización de la región en general es una prioridad.

Pero, al hacerlo, China heredará el mismo problema de la gallina y el huevo que ha plagado a los EEUU en sus intentos de “construcción nacional” – tener que preguntarse si la seguridad y la estabilidad es un requisito previo para el desarrollo económico, o si, como parece creer Beijing, puede pacificar los conflictos locales con un mar de inversión y gasto en infraestructura.

La lucha contra el islamismo radical

Si este método no funciona, China se enfrentará a algunas alternativas sombrías – se dará la vuelta y saldrá, o se arriesgará a ser abrumado en compromisos de seguridad y política local. Ha dejado claro que no quiere reemplazar a los EEUU en Afganistán ni se ve a sí misma como un policía regional. “China no va a caer en los mismos errores”, dice Jia Jinjing, especialista en el sur de Asia en la Universidad Renmin de Pekín.

El desarrollo económico, los estrategas de Pekín argumentan, eliminará el atractivo del islam radical en China y Pakistán, Afganistán y Asia central. Pero los críticos señalan que las políticas culturalmente insensibles, una enorme presencia de seguridad y estrategias económicas que beneficien a las comunidades chinas a expensas de los locales hasta el momento sólo han aumentado las tensiones en Xinjiang, la región del desierto que tiene 22 por ciento de las reservas petroleras nacionales de China y el 40 por ciento de sus depósitos de carbón.

Las carreteras y oleoductos en todo Pakistán y Myanmar en última instancia, permitirá a China evitar otra vulnerabilidad estratégica – el cuello de botella del estrecho de Malaca, a través de los cuales pasan cerca de 75 por ciento de sus importaciones de petróleo. En la actualidad, la mitad del gas natural de China llega por tierra desde el centro de Asia, gracias a una estrategia costosa por los predecesores de Xi para reducir la dependencia de las importaciones por vía marítima.

Mientras que algunos vecinos darán la bienvenida a la inversión, no está tan claro que vayan a querer el exceso de capacidad de China. Muchos están desempleados y fábricas propias de acero de bajo rendimiento, o ambiciones de desarrollar su propia industria en lugar de importar de otra persona.

La inversión a gran escala también podría desencadenar preocupaciones sobre la apertura de las compuertas de dominio económico chino – como lo ha hecho en Myanmar y Sri Lanka – y, por extensión, la influencia política. Pero China espera que la atracción de gasto masivo resultará ser un incentivo demasiado grande para que sus vecinos se puedan resistir.

“Ellos [Pekín] no tienen mucho poder blando, porque pocos países confían en ellos”, dice Miller. “Ellos no pueden o no quieren usar el poder militar. Lo que tienen es una enorme cantidad de dinero”. L




El BCRP, la isla de excelencia del aparato público

El BCRP, la isla de excelencia del aparato público

En estos tiempos de angustia por la salud del país, llegó días atrás, una grata noticia para el Perú. La revista internacional The Banker (propiedad del prestigioso Financial Times), galardonó al presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, como el Banquero Central del Año 2015 a nivel global. El reconocimiento le llega a Velarde al cumplir un poco más de ocho años al frente del banco (fue designado presidente el 6 de setiembre del 2006 y ratificado el 17 de julio del 2011), pocos meses después de que injustificadamente se le exigiera reducir su sueldo. Más allá de esta anécdota, The Banker elogia la forma en que este lúcido y ponderado economista condujo la política monetaria del país en medio de las turbulencias financieras globales y el enfriamiento económico del país. Un mérito enorme.

Como señala en su comunicado, “The Banker destaca los esfuerzos y logros del Banco Central de Reserva del Perú, que navegó en un entorno cambiante adoptando las medidas monetarias necesarias con prontitud. Precisó además, que el BCRP intensificó su trabajo para promover el crédito en moneda nacional y mejorar la estabilidad del sistema financiero del país, algo que, a causa de las tasas de crecimiento recientes de Perú y el alto nivel de dolarización del crédito corporativo, es una tarea particularmente difícil”.

“Mantener la inflación baja, en comparación con otros países, y a pesar de la depreciación del sol en los últimos años, fue un desafío (…). Hemos tenido una inflación subyacente muy baja (…) cerca de un 2% desde el 2001, con la inflación general (por debajo de 3%), la más baja en la región a pesar de que el Perú ha sido la economía de más rápido crecimiento (en América Latina) en los últimos años”, señala Velarde en una entrevista concedida a The Banker.

Y es cierto, en los últimos diez años, los de mayor crecimiento del país en más de un siglo, la inflación promedio no superó el 3 por ciento mientras que nuestra tasa de crecimiento acarició un promedio de 7% anual. Este ha sido, sin duda, un mérito del BCRP, el cual, desde su nueva Ley Orgánica de los años 90, se constituyó en el ancla de la economía del país, logrando crear un largo período de estabilidad macroeconómica que los peruanos no conocíamos y sin la cual, no se podría haber logrado los niveles de inversión y crecimiento que hemos gozado.

Nada de esto hubiera sido posible, si es que el BCRP no fuera, probablemente, nuestra isla de excelencia en el Estado peruano. Sucesivos gobiernos han entendido la necesidad de respetar su autonomía constitucional y su Ley Orgánica.

Ambos instrumentos, promulgados en 1993, indican expresamente  que la finalidad del BCRP es preservar la estabilidad monetaria. El Banco Central tiene una meta anual de inflación de 2.0 por ciento, con un rango de tolerancia de un punto porcentual hacia arriba y abajo. Como ha señalado, Richard Webb  La  Ley Orgánica del Banco Central de Reserva del Perú de 1993 le hizo caso a Milton Friedman. No impuso al BCR un piloto automático, pero sí acotó su margen de maniobra. Al referirse a la finalidad del Banco, la ley sólo menciona un objetivo, el de “preservar la estabilidad monetaria”. Punto.

Recordemos que anteriormente, el BCRP era un instrumento político del gobierno de turno. Una caja sin fondo para financiar el populismo y los caprichos de los gobernantes. Antes de su actual regulación, terminamos con reservas internacionales negativas, e inclusive, este “templo” de la economía peruana fue severamente afectado por la corrupción.

Adicionalmente, la ley le asigna las siguientes funciones: regular la moneda y el crédito del sistema financiero, administrar las reservas internacionales a su cargo, emitir billetes y monedas e informar periódicamente al país sobre las finanzas nacionales. Pero, quizá lo más importantes es que la Carta señala  que para que el BCRP pueda cumplir con su finalidad es necesario que sea autónomo.

En países que todavía sufren de condiciones políticas regresivas o que están impregnaos de populismo, como hemos constatado durante los últimos años en varios países vecinos, se plantea instrumentalizar, o simplemente se avasalla a los bancos centrales para ponerlos al servicio de intereses de corto plazo de sus gobiernos, contrariando los intereses de Estado, que por su naturaleza, son necesariamente de largo plazo. Nuestra historia del último medio siglo y nuestra actual debilidad institucional, nos obligan a ser escrupulosos en el tratamiento de nuestro Banco Central, tal como se ha hecho durante los últimos cinco gobiernos. Julio Velarde ha revestido esta función con grandes honores. Lampadia