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PARA LOS NEGOCIOS EN EL 2022 Y SU REFLEJO EN PERÚ

PARA LOS NEGOCIOS EN EL 2022 Y SU REFLEJO EN PERÚ

Claudia Navas
Analista de riesgos de Control Risks para Perú 
Para
Lampadia

Como cada año, en Control Risks realizamos un mapa de riesgos o RiskMap a nivel mundial. En el 2022, los seis riesgos globales para los negocios girarán alrededor de: 

  • el gran reposicionamiento geopolítico; 

  • el incremento de estados frágiles y disfuncionales; 

  • un ambiente más diverso y complejo de amenazas de seguridad como resultado del COVID-19; 

  • crecientes amenazas cibernéticas descontroladas; y 

  • riesgos asociados al cambio climático y a 

  • la sostenibilidad empresarial. 

Éstos también se manifestarán en Perú, por lo cual es fundamental que el sector empresarial se asegure de estar preparado y contar con los análisis y planes de mitigación necesarios para blindar sus operaciones de cambiantes y complejos escenarios de riesgo. 

  1. Perú en el ajedrez geopolítico

Para Control Risks, el mundo experimentará un reposicionamiento geopolítico en la medida en que Estados Unidos, China y la Unión Europea se redefinen como superpoderes, no sólo en lo que representan sino también en dónde y cómo lo harán. ​América Latina probablemente será un territorio de disputa, especialmente teniendo en cuenta el desafío global de la transición energética y las oportunidades y recursos apetecidos que ofrece la región para materializarla. Pese a la falta de un norte claro del gobierno del Presidente Pedro Castillo (en particular en lo que tiene que ver con su política exterior) las visitas del expresidente boliviano Evo Morales y sus aliados, dan cuenta de que la izquierda latinoamericana ve que el Perú podría tener rol fundamental en ese reposicionamiento geopolítico, en afianzar los lazos de la región con China y retar aquellos establecidos con Estados Unidos. 

Para las empresas, esta dinámica las tocará en varios aspectos. Desde asegurar el suministro de energía, garantizar la resiliencia de la cadena de suministro, lograr la sostenibilidad, brindar un liderazgo basado en valores compartidos, garantizar la seguridad y acelerar el crecimiento más allá de la pandemia. La geopolítica dará, entonces, forma a las oportunidades y a los riesgos para los negocios en todos los frentes.

  1. Fragilidad estatal

La pandemia exacerbó la ya limitada capacidad de los estados de responder a choques externos y manejar retos domésticos. Esto es particularmente relevante en América Latina y en el Perú, uno de los países más afectados por la pandemia en la región. Pese a las grandes promesas de Castillo de cerrar las brechas sociales y económicas del Perú (particularmente en las zonas rurales), la ineficiencia del Estado de proveer bienes y servicios a lo largo y ancho del país aún es un tema por resolver. Lo que implica que el sector privado estará aún más solo navegando en medio de la incertidumbre política y las crecientes demandas sociales, mientras la criminalidad y activismo se acrecientan frente a un estado que seguirá siendo lento e ineficiente. 

  1. Amenazas de seguridad a partir del COVID y los talibanes

La perturbación económica y social que causó el COVID-19 profundizaron divisiones que -actualmente o en el pasado- activaron conflictos y alentaron el extremismo violento como aquel que perpetran los talibanes, o en la región, grupos armados como los grupos residuales de las FARC o el ELN. La carrera a la presidencia del Perú, marcada por “el terruqueo” y una profunda polarización política, da cuenta de que las divisiones que otrora llevaron y mantuvieron al país en vilo del terrorismo, permanecen vivas. A nivel global y en el Perú, la crisis también distrajo y restó valor a los esfuerzos de gobiernos contra el terrorismo y la criminalidad transnacional. En el país, esto se ve reflejado en el aumento de los cultivos de coca -alcanzando niveles históricos en 2020- en parte debido a menores esfuerzos en materia de erradicación asociados a la inestabilidad política y a la gestión de la crisis sanitaria. Pese a que las amenazas de crimen y terrorismo en el Perú aún son limitadas (comparadas con estándares regionales), éstas permanecen latentes y pueden activarse si el gobierno no tiene la capacidad o la voluntad política suficiente para anticiparlas.  Las empresas se verán entonces aún más expuestas al crimen y la inseguridad. 

  1. Amenazas cibernéticas descontroladas

En 2022, el aumento de las amenazas cibernéticas a nivel mundial se convertirá en una cuestión de supervivencia para las organizaciones. Para las empresas, apropiarse de la defensa contra estas amenazas es clara como el agua: están solas. Los estados no logran disuadir el comportamiento agresivo a medida que proliferan las capacidades cibernéticas ofensivas entre un número creciente de actores estatales y no estatales. A esto se suma la tendencia de colaboración que avanza rápidamente entre los estados y los ciberdelincuentes en varias jurisdicciones. Estas crecientes capacidades disruptivas avanzan en paralelo con un área disponible cada vez más grande para perpetuar ataques, en la medida en que el mundo avanza rápidamente hacia la digitalización.

Aunque subestimadas, las amenazas cibernéticas son un problema creciente en el Perú que merecen mucha más atención del gobierno y del sector privado. Según la empresa de ciberseguridad ESET en su reporte sobre las amenazas cibernéticas y la seguridad corporativa en 2021 en América Latina, el Perú concentró el 30% de las detecciones de ransomware a nivel empresas en Latinoamérica durante 2020, siendo la más alta seguido por México, Venezuela, Brasil y Colombia.  Perú también se destaca en la región por amenazas de spyware y la proliferación de las amenazas informáticas en torno a minería de criptomonedas. Esto resalta la importancia de que las empresas deban darle más peso y atención a crecientes y cambiantes amenazas cibernéticas.

  1. Cambio climático

Eventos naturales a causa del cambio climático representarán crecientes riesgos operacionales para las compañías. Muchas empresas han respondido a estos eventos de manera táctica, y en la medida que llegan. Sin embargo, la presión sobre las empresas para que desempeñen su papel en la lucha contra el cambio climático será más intensa, y la necesidad de estar preparados para su impacto es fundamental, de la mano con un número ilimitado de partes involucradas que afrontan los mismos riesgos. El riesgo operativo impulsado por el clima se encuentra ahora en el centro de cualquier estrategia eficaz de mitigación de riesgos a largo plazo. La contaminación del aire, del agua, del suelo, la erosión y la deforestación son las principales amenazas ambientales en el Perú, además de las capacidades institucionales limitadas para atender grandes desastres, aunado a que varias regiones y municipalidades del país aún carecen de planes de manejo de desastres y riesgos ambientales. Esto implica que las empresas deberán no sólo estar preparadas sino, además en algunos casos, dinamizar la coordinación interinstitucional a nivel local para mejorar la preparación y mitigación de riesgos asociados al cambio climático. 

  1. Sostenibilidad corporativa

El escrutinio alrededor del cumplimiento de estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se está expandiendo más allá de Estados Unidos, Asia y Europa. En Perú, la implementación de criterios ESG es aún deficiente, pese a que los riesgos son muy altos teniendo en cuenta, entre otras, las profundas brechas de género, étnicas, y urbano-rurales que aún persisten. La victoria de Castillo expresó el sentimiento de una gran parte de la población peruana de que éstas y otras brechas se cierren, y el rol de sector privado en este proceso podría ser fundamental. La falta de liderazgo y claridad por parte del gobierno de Castillo representa una oportunidad perdida para alinear al sector privado en torno a ESG y a sus promesas de cambio. Esto implica que las empresas deberán esforzarse aún más para asegurar que están actuando en beneficio de las comunidades del entorno donde operan, sobre todo teniendo en cuenta una mayor exposición a riesgos reputacionales y de integridad bajo un gobierno que opera bajo incentivos populistas.  

 

Ver video aquí: https://youtu.be/nqzjrj6LGn0

Lampadia

 



ANGUSTIA DOMINICAL

ANGUSTIA DOMINICAL

Jaime Spak
Para Lampadia

Recuerdo en mi época de alumno de primaria, que los domingos me venía una especie de angustia, y se debía o porque no había acabado las tareas o porque el descanso de fin de semana se estaba acabando y había que retornar al colegio. 

No podía evitarla a pesar que disfrutaba del ambiente escolar y de mis compañeros. 

En estos días nos sucede lo mismo cada domingo, pues sabemos que en los programas políticos informaran sobre algún escandalo gubernamental o congresal.

Este domingo, por ejemplo, aparte de la terrible noticia del terremoto de 7.5 grados en Amazonas, tuvimos estas tres perlitas:

  • Castillo se sigue reuniendo en secreto en la casa de Breña con personas de dudosa reputación, entre ellas una mujer que ha ganado licitaciones millonarias en los últimos días. También lo ha hecho con su ministro de defensa. Eso es ilegal y debe de explicar urgentemente a la opinión publica. 

Sabemos que no lo hará.

  • Bruno Pacheco, no solo se le encontró US$ 20,000 en efectivo en al baño de palacio sino también S/ 80,000.00 en sus cuentas bancarias personales. 

Nos enteramos que durante 04 años fue tesorero en el Asentamiento Humano Ramón Castilla y todo lo recaudado personalmente por él, nunca llego a las arcas vecinales.

Imagínense la catadura moral de una persona que le roba a los más humildes.

Este personaje fue hasta hace una semana secretario de la presidencia. Esto huele a podrido.

  • Un grupo de allegados de Evo Morales ingresa clandestinamente al Perú sin pasar por los controles migratorios respectivos. ¿Con que objetivo ingresan estas personas?, obvio para seguir agitando el ambiente y generar mayor inestabilidad

Desde que asumió Castillo no ha habido una semana tranquila, ni siquiera si lo hubiéramos soñado tendríamos tanta desazón de aproximarnos a las noticias.

Mientras estuvo Bellido de Presidente de Consejo de Ministros, no hubo un fin de semana que mediante sus twits no nos pusiera con los pelos de punta por las barbaridades que posteaba.

Castillo nos está demostrando que la corrupción no tiene tinte político y uno es culpable por comisión o por omisión.

Si nos ponemos a analizar los escándalos que se producen sobre todo en el partido de gobierno, es porque el presidente tiene un serio problema de gobernabilidad, la conclusión es que la mayoría de los congresistas de Perú Libre tampoco pensaron en ser elegidos, sino fuera por esa locomotora que fue Castillo.

Los discursos de estos congresistas, son puro dogmas, totalmente arcaicos, como si estuviéramos regresando a la época previa a la caída del muro de Berlín y de la desaparición de la Unión Soviética. 

Los peruanos no nos merecemos esto.

El Perú es un país tan rico, que a pesar de la cantidad de corrupción en los gobiernos anteriores pudimos crecer en los últimos 20 años y bajar la pobreza. 

Imagínense lo que hubiéramos logrado sin corrupción.

La gran diferencia entre nuestro país y algunos países en vías de desarrollo es que mientras acá solo estamos pensando en el pasado, en los otros países se piensa en el futuro.

No vemos posibilidad de lograr cierta estabilidad en el país si se sigue considerando gente inadecuada para los puestos públicos, de tal forma que el congreso en vez de trabajar en leyes que sean positivas para la mayoría debe de estar ocupando su tiempo en interpelar ministros. 

El presidente en lugar de evaluar esta situación le echa la culpa a los demás de su desastrosa gestión: al congreso le dice “¿qué han hecho ustedes en estos 100 primeros días?”, sin sopesar que por culpa de su incapacidad no tienen posibilidad de hacer mucho pues la debacle económica está a la vuelta de la esquina.

Los más grave es que miembros de Perú Libre han aprovechado la elección para ingresar al congreso, y denostar a los empresarios y a la actividad privada, indicando que son los culpables de todos los males.

Lo que no entienden (o no desean entender) es que la empresa privada es la que genera la mayor riqueza del país y que el estado debe de mantener una excelente relación con ese sector, para que exista mayor inversión y eso genere nuevos puestos de trabajo que coadyuvara en una mejor calidad de vida de la población.

Esa política anti minera de la primera ministra lo que ha hecho es que siga la incertidumbre, que el dólar vuelva a subir y que ningún inversionista extranjero desee ver al Perú como posibilidad de inversión.

Perú es un país minero, ¿ustedes se imaginan lo que progresaría el país si los proyectos Conga y Tía María entre otros, estuvieran operando?

Los millones de dólares en regalías y canon para las zonas deprimidas harían que el Perú se recupere de este marasmo de gente improvisada que nos está gobernando.

La angustia dominical se puede convertir en angustia diaria si el presidente sigue en esta absurda confrontación con la clase productiva del país y sigue encendiendo la pradera cada vez que visita una región del país y en lugar de dar un discurso como jefe de estado, lo da como candidato a la presidencia.

Es un hecho que Castillo no cambiara, no tiene la capacidad para ello y para colmo los congresistas oficialistas están en clara confrontación entre ellos con divisiones y problemas insalvables.

Nunca se ha visto tantos escándalos en tan poco tiempo, encontrar miles de dólares en efectivo en el baño del secretario de palacio, nos hace pensar cuantos más tendrá en su casa o en algún lugar seguro para que no lo sorprendan

 Es decir, este personaje en solo tres meses ya había enquistado la corrupción en el palacio de Gobierno.

Castillo dice: “a mí me ha elegido el pueblo, no las mafias ni el dinero de la corrupción “.

Sin embargo, no se ha dado cuenta que la corrupción ya lo infecto con este virus, y no hay vacuna posible que la detenga ni tampoco que la cure.

En otra circunstancia este escándalo haría que el presidente salga a los medios a aclarar y poner mano firme. 

Su silencio lo hace cómplice. 

Su hombre de mayor confianza hace negocios sucios delante de sus narices.

Castillo no entiende que su gobierno de izquierda no tiene porque solo convocar a gente lumpen, hay políticos de izquierda moderna que le pueden ayudar a sacar adelante esta empresa que rebasa su capacidad.

Pienso que Castillo cada día que se levanta, debe de hacerlo con una angustia en la que piensa: ¿en qué me he metido?

Pues señor Castillo para salir de estas angustias diarias, tiene que convocar a gente competente para que pueda trabajar en el Estado o que se atenga a las consecuencias.

La vacancia está a la vuelta de la esquina. Lampadia

 

 



Evo y el Turismo

Evo y el Turismo

Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para
Lampadia

Este es el primero de una serie de artículos que demuestran por qué Evo Morales no es bienvenido al Perú. 

El propósito desestabilizador y la fuerte influencia que el MAS (Movimiento Al Socialismo, -partido de Evo-) trata de ejercer en el Sur Peruano, no deben ser tolerados por los peruanos bien nacidos.

Evo ya destruyó a su país (que antes de la pandemia tenía casi 40% de pobres, ahora debe estar en más del 50% -más del doble que nuestro país-), y pretende hacer lo mismo con Perú, pues sólo en pobreza progresa el socialismo.

Aprovecha la presencia de Castillo en Palacio, y apela a la pretendida “hermandad de nuestros pueblos”.

Turismo:
Si hay dos países que son por vocación absolutamente destinos complementarios para el turismo; éstos son Perú y Bolivia. Y si hay una actividad que por naturaleza distribuye los ingresos a través de altas tasas de generación de empleo y prosperidad, ese es el Turismo.

Compartimos el lago navegable más alto del mundo. Compartimos raíces históricas. Tiawanaku ha sido un primer intento de confederar las Naciones andinas antes del tawantinsuyu. Tenemos recursos arqueológicos, culturales y naturales similares. El salar de Uyuni es una maravilla, y su visita es por naturaleza complementaria a los atractivos de Perú.

En la década de los 80, los empresarios de ambos países entendimos que la mejor forma de promover el turismo en esta parte del mundo, era juntos. Unimos esfuerzos de promoción. Lanzamos programas y ofertas, impulsamos mercados en Latinoamérica (Brasil) y Europa.
Asistíamos juntos a Ferias internacionales.

Las empresas bolivianas eran líderes en transporte turístico lacustre (Crillon tours, lanzó viajes por Aliscafo, y Transturin, por catamaranes turísticos).  Los Ríos de la selva boliviana (Beni y Mamoré) tenían cruceros fluviales.  Esa infraestructura está ahora deteriorándose en los puertos lacustres y fluviales.

Recientemente una empresa privada boliviana abrió vuelos al salar de Uyuni. Hoy lamentablemente cancelados. La creatividad de los bolivianos hizo que se construyan hoteles de SAL (que después fueron dinamitados por antisociales, con la complacencia de las autoridades).  

La infraestructura aérea boliviana es aún envidiable.  Tiene tres aeropuertos internacionales (El Alto en La Paz, Viruviru en Santa Cruz y Wilsterman de Cochabamba-este con dos pistas-)
La compañía estatal (Lloyd Aéreo Boliviano), fue en los años 80 la primera línea internacional en hacer vuelos regulares a Cusco. Frecuentemente entraban vuelos chárter de Sao Paulo, (con escala por las regulaciones aerocomerciales).

Perú y Bolivia, se consolidaron no sólo destinos complementarios, sino que Machupicchu tuvo una puerta alternativa por Bolivia (cuando el terrorismo de Sendero luminoso, cerró el acceso por Lima).

En resumen: en aquellos años, se construyó una fuerte relación entre nuestros dos destinos, y la tendencia era a consolidar, no sólo con equipamiento e infraestructura complementarios, sino con fuertes flujos crecientes de turismo internacional, principalmente europeos,
pero también americanos.

¿Qué hizo Evo?

Una de sus primeras decisiones fue imponer la necesidad de obtener una VISA de turismo para ciudadanos de muchos países del mundo. El pretexto era una pretendida reciprocidad, por dignidad, pues, si Estados Unidos requiere VISA a Bolivia, este “país soberano” debe también
exigir la VISA.

La decisión tenía una motivación claramente política y le ha costado al país, el colapso de su industria turística. Esto se ve, en las cifras (menos de 700,000 turistas en el 2018, incluidos los visitantes de frontera).

En los últimos 20 años, no hay inversiones importantes en Hotelería y Turismo.
La compañía aérea (Lloyd) ha sido quebrada, con la intervención del Estado, y sustituida por otra (BOA) cuya prioridad no es la conectividad para el Turismo. La clara hostilidad hacia otras compañías (AMASZONAS), ha hecho que se cancelen destinos internacionales y sean sumidas en una grave crisis. En la visión “soberana y patriótica” del Señor Morales no cabe el Turismo, pues la considera actividad “alienante”. Por el contrario, el Perú ha crecido sostenidamente, y sus cifras son seis y media veces más altas.

¿Y ahora, qué está haciendo Evo en el Perú?

Desde hace muchos años, su influencia en el altiplano peruano, bajo el pretexto de construir una Nación Aymara trinacional, encontró eco en dirigentes extremistas como el ex gobernador Walter Aduviri, condenado por la Justicia Peruana.

Recordemos que luego del AYMARAZO, la violencia desatada en el altiplano, hizo inviable cualquier recuperación del Turismo en Puno. El año 2014, se contabilizaron casi 70 días de PARO GENERAL, donde ninguna actividad era posible. Es decir… ese año tuvo sólo 295 días en Puno.
Eso influyó en que la dinámica del Turismo en esa Región, se detenga casi en seco.  Y todo por los discursos violentistas de los dirigentes Aymaras azuzados por Evo Morales.

Ahora quiere seguir dinamitando el Turismo, y escoge Ollantaytambo (puerta de ingreso a Machupicchu) para su asamblea de RUNASUR. Sus “bases” son las comunidades rurales, y “Los porteadores”, que son precisamente activos agentes económicos del Turismo. Sin embargo, muy susceptibles a escuchar discursos anti empresariales, escondidos bajo el pretexto de la “dignidad”.

¡EVO… NO ERES BIENVENIDO!!!  Lampadia




La obsesión de Evo Morales con el Perú

La obsesión de Evo Morales con el Perú

J. Eduardo Ponce Vivanco
Embajador® y ex Vice Canciller del Perú
Para Lampadia

Tres días antes de la cumbre peruano-boliviana entre los presidentes Pedro Castillo y Arce Catacora, Evo Morales reunió a una multitud de radicales y  activistas de los pueblos indígenas en un local sindical de Buenos Aires para lanzar RUNASUR como plataforma de la “America Plurinacional de los Pueblos para los Pueblos”. Se levanta sobre los escombros de UNASUR, sepultada el 2018 por los mismos estados que la crearon el 2011.

Su partida de nacimiento es  un  manifiesto panfletario contra el imperialismo yanqui al que acusa de “condicionar a los Gobiernos de turno a entregar los recursos y riquezas naturales a las transnacionales”, de “políticas de racismo y facismo para exterminar a los pueblos”, y de sancionar a democracias tan ejemplares como la venezolana.  El texto bautismal de RUNASUR* es una vulgar filípica  contra el progreso, la modernidad y la realidad. Al presentarlo Morales afirmó que “La America Plurinacional no es compatible ni con el capitalismo ni con el imperialismo”, y aventuró una sentencia: “Las políticas de EEUU van fracasando. La guerra contra el comunismo, contra el socialismo, fracasa”.

Como “Runa” es la palabra quechua que identifica al varón indígena, se puede asumir que indica una asociación creada para el hombre. Pero lo singular de RUNASUR es que nace como un intento pueril de postrar al Estado-Nación y sus instituciones soberanas, movilizando a las llamadas “nacionalidades” originarias (etnias), y a los movimientos sociales, sindicatos beligerantes, izquierdistas radicales y los grupos que quieran treparse al anárquico tumulto de los pueblos, como gustan decir los populistas que pretenden representarlos.

La copiosa lista de participantes en la reunión en Buenos Aires parece no incluir a ningún peruano, aunque según la detallada crónica que publica “Hildebrandt en sus trece”  (“Métete Evo”)  hay algunos que han contribuido en los trabajos preparatorios del encuentro del 3 de noviembre, que culminó con el sorpresivo y desconsiderado anuncio de Morales  convocando a una reunión ¡en el Cuzco!  el 20 y 21 del próximo diciembre.

Con la llave de plata que ha recibido de Pedro Castillo, el Hermano Evo entra al Perú cuando le conviene o cuando nuestro presidente necesita su ayuda para promover una asamblea constituyente “a la boliviana”. Lo que nadie habría imaginado es que tuviera el escandaloso y desautorizado atrevimiento de organizar un evento político  como el que ha decidido celebrar en la antigua capital del Tawantinsuyo sin informar siquiera al Gobierno peruano que encabeza el maestro de Chota.

Indigna que nuestra diplomacia no haya condenado severamente la conducta de Evo Morales, rechazando su permanente intromisión en la política nacional. Esa penosa indiferencia de Torre Tagle ha permitido que el ex presidente boliviano y sus aliados del castro – chavismo preparen inconsultamente el multitudinario encuentro político que pretenden realizar en nuestro territorio, lo que ofende nuestra dignidad soberana. Por más embarazoso que resulte para el país, los medios deberían averiguar si los preparativos se han perpetrado con la intervención de personajes políticos tan afines al gobierno nacional como el Canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, y otros que se mencionan en la crónica “Metete Evo” que aparece en la edición 565 del semanario “Hildebrandt en sus trece” (páginas 10 y 11).

No debería sorprender, entonces, que un despacho de la Agencia EFE anticipe que la proyectada reunión de RUNASUR en el Cusco contaría con la presencia del Presidente Alberto Fernández de Argentina, el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa y el ex Vicepresidente García Linera de Bolivia – además de los personajes que representen a Venezuela -.

El toque folclórico.-

La “América Plurinacional de los Pueblos para los Pueblos” también es presentada por Evo con la misteriosa denominación de “Abya Yala”,  vocablos exóticos de los indígenas panameños Kuna para designar el continente americano, que Morales aprovecha para magnificar la dimensión que busca dar a su iniciativa.

La movida también cuenta con la vertiente femenina que fue inaugurada en la “I Cumbre de mujeres Abya Yala”, en Bolivia, seguida de un segundo encuentro celebrado en Perú con la participación de la Primera Dama y la Ministra de la Mujer (ver fotografía líneas abajo). Fue la contribución peruana a la folclórica revolución cultural que predica el Hermano Evo bajo el manto engañoso de la “plurinacionalidad”.

La estrategia.-

La pluralidad de nacionalidades en una sola nación es un concepto equívoco de la nueva constitución que las izquierdas están decididas a concretar mediante la asamblea constituyente corporativista por la que Perú Libre y los agitadores del MAS boliviano hacen una abierta y permanente campaña en el sur del país.

La estrategia de la plurinacionalidad y la “diplomacia de los pueblos” es radical y fantasiosa. Apunta a superar la institución fundacional del Estado Nación nacido con Tratado de Westfalia (1648) que terminó con el caótico orden feudal y la inhumana servidumbre que azotaron la vieja Europa. En ese primer congreso diplomático surgieron y se implantaron los conceptos y las instituciones que cimentan la soberanía nacional y la integridad territorial, vigas maestras del Estado Nación que prevalece como elemento nuclear del sistema político internacional.

La interesada ligereza política con que se manipulan las etnias, atribuyéndoles la categoría de naciones (aymara, mapuche o achuar, por ejemplo), es lo que impulsa el ingrediente de la “plurinacionalidad” que, de común acuerdo con Pedro Castillo y Perú Libre, el MAS boliviano quiere instilar en el sueño de una nueva constitución para subyugar al Perú e integrarlo al eje castro-chavista.

Es una táctica subterránea para sobrepasar a los Estados y gobiernos nacionales mediante la elevación del número y rango de actores políticos con pretensiones autonómicas. Los denominan genéricamente “pueblos”, y les confieren el derecho de autogobernarse por encima de las autoridades del gobierno central y de interactuar a través de lo que llaman la “diplomacia de los pueblos”. Es una estrategia típicamente subversiva para resistir la fuerza de las instituciones del Estado Nación, al que pretenden ignorar.

El futuro cercano.-

Además del castro-chavismo, Evo cuenta con dos aliados regionales de mayor peso: el mexicano Lopez Obrador y el peronista Alberto Fernandez (ambos lo asilaron después de su escandaloso fraude electoral de 2019) y con potencias extra regionales interesadas en pescar a río revuelto.

Con el apoyo de esta coalición y el activismo de los agitadores que el MAS boliviano coordina desde su privilegiada sede partidaria en Cusco (inaceptable pero cierto), Morales prepara el momento de satisfacer su  ambición geopolítica de dominar el sur del Perú. Desde que su obsesión de salir al mar por Chile fue sepultada en la Corte de La Haya, su mirada se concentró en apoyar a los Mapuches y los aymaras contra el gobierno de Santiago y, sobre todo, en el propósito de cooptar al gobierno de Castillo y a los peruanos del sur proclives a la izquierda, asociándolos a la  mitología plurinacional que quiere potenciar con RUNASUR a partir del espacio andino.

El paisaje podría complicarse pronto si el triunfador de las elecciones que Chile celebrará en esta semana fuera el candidato derechista Antonio Kast, que según las últimas encuestas vencería a todos sus rivales.

Por la vecindad y los antecedentes históricos de la relación chileno-boliviana y su incidencia en el Perú, nuestra diplomacia está obligada a observar este escenario con la objetiva frialdad de los profesionales de carrera en Lima y aquellos que tenemos apostados en nuestras embajadas en esos países. Por eso es tan lamentable que uno de los tres primeros nombramientos diplomáticos del gobierno de Castillo recayera en las manos inexpertas y políticamente sesgadas de la señora Carina Palacios Quincho, ex Directora de la Agencia Agraria Jauja del gobierno regional de Junín, quien por evidente indicación del Secretario General de Perú Libre, se ha convertido en la Embajadora del Perú en La Paz.  Para apreciar la grave irresponsabilidad que supone ese nombramiento, basta recordar que uno de los pocos embajadores políticos que la antecedieron en el cargo fue el ex Presidente José Luis Bustamante y Rivero.

La intriga.-

La elección de Pedro Castillo, el candidato de un partido miembro del Foro de Sao Paulo como Perú Libre, generó grandes expectativas en el Socialismo del Siglo XXI y el eje castro-chavista. Era previsible entonces que las primeras tensiones que surgieron con Vladimir Cerrón, Secretario General del partido de gobierno, inquietaran a sus aliados naturales, y que su preocupación se acrecentara al ver el cúmulo de desaciertos y la caótica ejecutoria del presidente novato de un país capital para extender su proyección política regional.

Según la plausible versión del Semanario de Hildebrandt, la reunión de CELAC en México ofreció la oportunidad de calmar ese  creciente desasosiego, alimentado por varios de los epígonos de  Cerrón, como el ex Premier Bellido, que advertían una desviación pro-caviar de Castillo. Compartieron sus desvelos con el ecuatoriano Rafael Correa y con Evo Morales y pidieron su amistosa intervención para enderezar al Jefe de Estado y resanar su relación con el ex Gobernador de Junín. No tuvieron éxito.

No es difícil imaginar que el resentimiento del defenestrado Bellido y su condición de quechuahablante y congresista por Cusco lo hayan empujado a buscar un activo papel para que  RUNASUR, la indeseable opereta de Evo Morales, se realice en la capital del Tawantinsuyo, patrimonio histórico de todos los peruanos.

No es solo por razones de dignidad nacional que se debe frustrar el aparatoso montaje que el socialismo radical está preparando en nuestro territorio. Es porque no podemos permitir que el Perú sea arrastrado por un ilusorio experimento indigenista que abomina el progreso y pretende regresarnos a la  utopía de la Pachamama y a la igualdad de todos en la pobreza.

*https://ate.org.ar/evo-morales-y-la-cta-a-encabezaron-un-nuevo-encuentro-internacional-de-runasur/




La importancia de la oposición frente a Pedro Castillo

La importancia de la oposición frente a Pedro Castillo

El futuro del Perú sigue ensombrecido ante lo que parece será la proclamación de Pedro Castillo como presidente de la República en los próximos días por un JNE que persistentemente rechaza las solicitudes de nulidad presentadas por Fuerza Popular,  ignorando las evidentes irregularidades en el proceso electoral.

Lo cierto es que la prensa internacional ya viene advirtiendo los riesgos del ascenso de un partido comunista – como Perú Libre – al poder en nuestro país. The Economist ha publicado un artículo recientemente – compartido líneas abajo – que esboza con claridad por qué los demócratas no pueden vacilar un pelo en ejercer fuerte oposición a la amenaza autoritaria que representa Castillo, que como menciona, muestra el mismo actuar que sus pares bolivarianos en su momento como Hugo Chávez y Evo Morales.

Es lamentable por ejemplo cómo hace unos días el Congreso se tiró para atrás en la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional, algo que hubiera podido ser un fuerte contrapeso frente a las atrocidades inconstitucionales que quiera acometer Castillo en los próximos meses, además de por supuesto el Congreso. No sólo porque la actual composición del Tribunal Constitucional ya venció hace 2 años, sino porque ha dejado mucho que desear en su accionar en los últimos meses, por ejemplo validando el cierre inconstitucional del Congreso por parte de Vizcarra.

Ahora bien, volviendo al mencionado artículo, si bien The Economist cae en la equivocada retórica sobre la división del país (ver Lampadia: El Perú no está partido en dos), sí cabe rescatar su reflexión respecto a la absurda afrenta que quiere llevar a cabo Castillo con la Asamblea Constituyente. Esta medida de aprobarse en el Congreso, como ya hemos mencionado en otros artículos, paralizaría al país 2 años en un período en el que se necesita más gobernabilidad y audacia para acabar de una vez por todas con la pandemia, a través de la vacunación masiva, así como para recuperar rápidamente nuestra economía y mejorar los ingresos, por ejemplo destrabando la minería para aprovechar el superboom de commodities, relanzando el turismo que también se espera rebote fuertemente cuando los paises desarrollados vacunen al 100% sus poblaciones, entre otras medidas.

Debemos pues ser vigilantes frente a las arremetidas políticas que querrá llevar a cabo el próximo gobierno, de lo contrario, nos cogerán distraídos y puede que ya no haya vuelta atrás como en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Veamos el artículo de The Economist. Lampadia

Continúa el enfrentamiento en Perú por el resultado electoral

La lucha amenaza con socavar la democracia

The Economist
10 de julio, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Para que una democracia sobreviva, necesita demócratas. Cuando gran parte de los campos políticos opuestos comienzan a verse unos a otros como enemigos a los que aplastar, en lugar de meros adversarios con los que competir pacíficamente, la democracia se ve gravemente amenazada. Ese fue el caso en España en la década de 1930, en vísperas de su guerra civil, y en Brasil y Chile en el período previo a los golpes militares de 1964 y 1973, respectivamente. En las últimas semanas, Perú ha parecido preocupantemente inestable, después de que una campaña electoral polarizada dividiera al país por la mitad.

El conteo oficial dio la victoria en una segunda vuelta el 6 de junio a Pedro Castillo, un maestro y líder sindical que se postula para un partido de extrema izquierda, por solo 44,000 votos (de 17.6 millones) sobre su oponente conservadora, Keiko Fujimori. Los partidarios de Fujimori han pasado el último mes clamando fraude. Quieren anular 200,000 votos de Castillo, alegando que fueron falsificados. Pero el día de las elecciones, los observadores internacionales no encontraron irregularidades graves. EEUU y la Unión Europea han elogiado el desarrollo de las elecciones. Los abogados de Fujimori no han presentado pruebas de fraude. Nadie se ha presentado para respaldar sus afirmaciones de que las firmas se falsificaron. El tribunal electoral ha rechazado hasta ahora las acusaciones. Parece dispuesto a declarar presidente a Castillo.

¿Aceptará el bando conservador la derrota? Fujimori ha dicho que respetará el fallo del tribunal, aunque cuando perdió por estrecho margen en 2016 se propuso frustrar al centrista que la derrotó. Otros han sido más crudos. En un hecho extraño, Vladimiro Montesinos, el corrupto jefe de espías cuando el padre de Fujimori gobernó Perú como autócrata en la década de 1990, apareció en una llamada telefónica grabada desde su celda de la prisión a un colaborador para proponer sobornar a miembros del tribunal electoral. Decenas de oficiales militares retirados firmaron el mes pasado una carta en la que pedían a las fuerzas armadas que no reconocieran a un presidente “ilegítimo”. Un ex candidato presidencial ha pedido “una alianza cívico-militar”. Esto huele a intentar derrocar a la democracia en nombre de su defensa. “Es muy peligroso empezar a cuestionar las reglas”, dice Paula Muñoz, politóloga de la Universidad del Pacífico en Lima.

Pero también hay razones legítimas para que los demócratas se preocupen por el señor Castillo, y también hay razones urgentes, ya que es él quien asumirá la presidencia el 28 de julio. Su partido es marxista-leninista. Su fundador y líder, Vladimir Cerrón, pasó una década en Cuba. Su programa incluye nacionalizaciones a gran escala. Cerrón está siendo investigado por denuncias de financiamiento ilegal de campañas (que él niega). Los partidarios organizados de Castillo incluyen seguidores de un movimiento sucesor de Sendero Luminoso, un grupo terrorista cuya insurgencia costó unas 70,000 vidas entre 1980 y 1992.

Castillo no utilizó la segunda vuelta para moverse de manera convincente al centro. En lugar de distanciarse de Cerrón, en una reunión el mes pasado acordó que compartiría el poder con él. Las declaraciones de Castillo han sido contradictorias. “No somos comunistas, no vamos a quitarle la propiedad a nadie”, dijo antes de reunirse con líderes empresariales. “Respetaremos esta constitución”. Días después dijo que su primer acto como presidente sería pedirle al Congreso que convoque a una asamblea constituyente para redactar una nueva constitución “con el olor, el color y el gusto de la gente”. Este fue el dispositivo que utilizaron los populistas de izquierda como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales para concentrar el poder y tratar de gobernar indefinidamente como autócratas.

La posición de Castillo es más débil que la de esos líderes. Ganó solo el 15% de los votos en la primera vuelta de las elecciones; sus aliados ocupan 42 de los 130 escaños del nuevo Congreso. Ganó solo porque muchos peruanos moderados no pudieron votar por Fujimori. Pero puede aprovechar la fuerza del sindicato de maestros y los ronderos (vigilantes rurales). Y tendrá acceso a recursos estatales.

En el mejor de los casos, el resultado probable es una gobernanza caótica y deficiente. Castillo ha mostrado poca capacidad para construir alianzas o un equipo capaz de gobernar. Se hará cargo de un país que aún se recupera de la pandemia y la recesión asociada. Los peruanos quieren un gobierno que se ocupe de sus problemas, en lugar de embarcarse en una nueva constitución que las encuestas muestran que la mayoría no quiere.

En ese caso, la pregunta es cuánto tiempo podrá tolerar el país a un presidente incompetente. El Congreso ha expulsado a dos presidentes en los últimos cinco años. En poco tiempo, los peruanos podrían volver a las urnas. O pueden enfrentarse a algo mucho peor. Lampadia




Presidente Sagasti, no desperdicie la oportunidad

Presidente Sagasti, no desperdicie la oportunidad

Alejandra Benavides
Para Lampadia

En octubre de 2019, Bolivia llevó a cabo un proceso electoral, que fue empañado por irregularidades, que se esclarecieron luego de una auditoría realizada por la OEA. Debido a la presión popular, fue el mismo Evo Morales quien solicitó esa auditoría, y tras publicarse el informe preliminar de la OEA sobre las distintas formas de manipulación electoral, Morales decidió convocar a nuevas elecciones y renovar a todo el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El 20 de octubre de 2019, la OEA emitió el informe final “Análisis de Integridad Electoral”, sobre los comicios en Bolivia. Ahí se describe a detalle las irregularidades encontradas durante y posterior a los comicios, a través del análisis de una muestra de casi 5,000 actas. Sólo a raíz de esa auditoría es que se pudo llegar a la verdad – a pesar de que finalmente en las nuevas elecciones convocadas, el tinterillo de Evo Morales, Luis Arce, salió elegido Presidente. En la primera parte del Resumen Ejecutivo de la OEA resalta lo siguiente:

“Se detectaron irregularidades en el llenado de actas de escrutinio y cómputo que afectan la integridad de las mismas. En un ejercicio que buscó analizar posibles adulteraciones o manipulaciones se revisó una muestra de 4692 actas. En este análisis se identificaron 226 actas en las que dos o más actas de un mismo centro de votación, fueron llenadas por una misma persona, denotando una acción intencional y sistemática para manipular los resultados electorales y transgrediendo las atribuciones de los Jurados de Mesa determinadas por ley. Las actas corresponden a 86 centros de votación de 47 municipios del país. La suma de sus votos válidos es de 38.001, del cual el 91% (34.718) fueron adjudicados al Movimiento al Socialismo (MAS).

Se detectó la inclusión de inhabilitados en la lista de electores para consulta de actas de mesas. Es decir, la base de datos del Cómputo Oficial contenía tanto la lista de habilitados como inhabilitados.

Se registraron al menos 37 actas del voto en el exterior que presentaban inconsistencias con el número de ciudadanos que sufragaron. Es decir, las actas reflejaban un número distinto de votos que el total de votantes en las listas índice.”

Además, dentro de sus Conclusiones sostienen:

“El equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los comicios en dos planos. A nivel de las actas, a partir de la alteración de las mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del procesamiento de los resultados, a partir del re direccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas. A ello se suman irregularidades graves, tales como la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible.”

Podríamos estar hablando de Perú, si es que no supiéramos que se trata de Bolivia. Y por eso es imprescindible una auditoría independiente. No sólo por la cantidad de evidencia sobre la intencionalidad de Perú Libre para aprovecharse del sistema a través de acaparamiento de mesas, sustitución de identidad, impugnaciones infundadas, entre otros, sino porque dos tercios del país cree que hay indicios de fraude. Esta falta de credibilidad en el proceso (y en el resultado) es razón suficiente para que el Presidente Sagasti pida una auditoría, y deje su cargo el 28 de julio como un real demócrata que sentará el camino para una reconciliación entre peruanos. Esperemos que no desperdicie esta oportunidad. Lampadia

Referencias

http://www.oas.org/es/sap/deco/Informe-Bolivia-2019/0.1%20Informe%20Final%20-%20Analisis%20de%20Integridad%20Electoral%20Bolivia%202019%20(OSG).pdf

https://www.noticiasfides.com/nacional/politica/evo-resuelve-anular-las-elecciones-renovar-todo-el-tse-y-llama-a-pacificar-el-pais-402306




Los neutrales

Los neutrales

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Aunque sorprendió a algunos, el pronunciamiento de Mario Vargas Llosa –y de su hijo Álvaro- a favor de Keiko Fujimori, era de esperarse. MVLL ha mantenido una crítica persistente a Alberto Fujimori, y luego a su hija, durante tres décadas, pero en circunstancias como esta, cuando el Perú está seriamente amenazado por un grupo extremista, que no oculta su intención de establecer una dictadura chavista, no ha dudado en asumir una clara posición en defensa de la democracia y el libre mercado.

Desgraciadamente no es el caso de varios otros que siguen consumidos por el odio, el rencor y el resentimiento, por agravios reales o supuestos, y anteponen ese encono a la supervivencia del país y, probablemente, a la suya propia.

Como no les es posible pronunciarse a favor de Pedro Castillo y sus secuaces, que son claramente enemigos de la democracia, asumen una absurda posición de neutralidad, censurando a ambos candidatos, generalmente cargando más las tintas contra Keiko Fujimori.

En una situación en que la encuesta de Ipsos pone a Castillo once puntos adelante, ponerse al medio o llamar a votar blanco o viciado es, por supuesto, favorecer a al que va primero. En la práctica están apoyando al engreído de Evo Morales y Nicolás Maduro.

Otros también hacen lo mismo, aunque en privado dicen que luego se van a decantar por Fujimori, pero hay que exigirles garantías o simplemente “hacerla sufrir”. Eso, naturalmente, es una completa necedad. A siete semanas de las elecciones, teniendo los herederos de Sendero Luminoso una ventaja apreciable, no se puede perder un minuto para asumir claramente una postura en defensa de la democracia y el libre mercado y rechazar a los que quieren destruirlos.

Varios medios de comunicación están jugando un papel nefasto. Escudados en una supuesta objetividad periodística, en realidad están ayudando descaradamente a Castillo. Primero, lo idealizan, presentándolo como un apacible maestro rural, con sus gallinitas, su burrito y sus ojotas, un hombre del pueblo preocupado por el pueblo.

Esa imagen bucólica es falsa. Y se comprueba fácilmente comparándola con la del agresivo dirigente sindical de 2017, que no vestía con poncho ni sombrero, y se arrojaba al suelo en las manifestaciones para fingir que había sido agredido por la policía.

Tampoco lo investigan, ni a él ni a sus socios, como han hecho hasta el cansancio –y muchas veces mal intencionadamente, propalando información falsa o dudosa- con Keiko Fujimori.

No es la gran prensa la que ha publicado que Castillo es gerente de una empresa constructora. Ni que el dueño del partido, Vladimir Cerrón y sus familiares cercanos integran una red de corrupción en Junín, que se ha beneficiado del poder político que tuvo como gobernador regional. Ni destacan su pésima gestión en una región con ingentes recursos del canon minero.

Solo cabe terminar con la conocida cita de Dante Alighieri: “Los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”. Lampadia




Las elecciones en Bolivia

Las elecciones en Bolivia

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre las elecciones en Bolivia.

Participa como invitado Juan Claudio Lechin, escritor y analista boliviano, junto con Jaime de Althaus y Aldo Defilippi.

 




Ni la historia, ni la libertad tienen fin

Ni la historia, ni la libertad tienen fin

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

En las últimas semanas, algunos émulos de Fukuyama, anuncian el fin del liberalismo en ensayos y columnas, que “followers” comparten en las redes sociales. Stiglitz, para diferenciarse habla más bien del “fin de neoliberalismo y del renacimiento de la historia”. AMLO, el otoñal gobernante mexicano que habla de “Economía Moral” y otorga al mismo tiempo un inmoral asilo al tramposo Evo Morales, también pontifica acerca del fin del neoliberalismo.

Todos los que escriben, y los que comparten, olvidan que ni la historia, ni la libertad tienen fin. Ignoran algo que es aún más importante: que las expresiones sociales de los últimos días en Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia, y las que sigan, pese a que en varios casos estén influenciadas y auspiciadas por agitadores internacionales, sólo son posibles porque los que protestan son ciudadanos libres. Así es, por paradójico que parezca, las protestas sociales que sacuden parte de América Latina solamente son posibles porque aun existen ciudadanos libres en esos países.

Los indígenas ecuatorianos eran libres de expresarse y de excederse como lo han hecho en su absurda protesta contra un incremento del precio de los combustibles que buscaba frenar el contrabando a los países vecinos como el Perú. Eran libres de seguir o no a sus dirigentes radicalizados o de quedarse en sus casas, aun cuando a estos niveles de organización social existan ciertas formas de coacción grupal. Sin embargo, difícilmente es posible pensar que indígenas y jóvenes ecuatorianos hayan quedado exentos del libre albedrío, para hacer lo que han hecho.

Los niños bien de América Latina, los chilenos, son libres de expresarse hasta el punto de destruir todo aquellos que los hacía creerse superiores al resto de los latinoamericanos. Aun cuando algunos de ellos coreen que son hijos de Fidel, Chávez o del Che Guevara y lo hagan precisamente porque son libres de expresarse sin ir a ejecución extrajudicial, saben perfectamente que en Santiago, Concepción o Valparaíso no correrán la suerte de los jóvenes, estudiantes y homosexuales que han perecido en manos de aquellos cuyos nombres invocan.

Los ciudadanos bolivianos, pese a 12 años de asfixia populista, encontraron espacios para la libertad y repudiaron el fraude escandaloso de Evo Morales. Fue su deseo de ser libres el que los impulsó a protestar a riesgo de su vida. Inclusive, aunque parezca paradójico y contradictorio, los vándalos del MAS (el partido de Evo Morales), a quienes el autócrata insta a protestar para “dejar sin comida a las ciudades”, lo hacen porque son seres libres de hacerlo o no. Son irresponsables y cometen un crimen al atentar contra sus semejantes para defender a un autócrata cobarde que renuncio y huyó, pero son libres de hacer lo que están haciendo.

Quienes ayer han protestado en algunas ciudades de Colombia, siguiendo los dictados e instigaciones de los propulsores de la “brisa boliviariana”, no son robots que actúen bajo el impulso del combustible venezolano. Son ciudadanos libres, libres también de equivocarse y hacerle el juego a la estupidez latinoamericana.

A todos ellos, los relatos colectivos les hacen creer que actúan movidos por propósitos colectivos superiores, afanes de justicia, propósitos morales superiores a lo material o deseos de equidad. Esos relatos no les dicen que actúan, ante todo, porque son libres y porque su libertad les permite salir a las calles a expresarse, a protestar, a confrontar y hasta a destruir. El relato les oculta que sin libertad no podrían salir a pedir justicia, equidad o bienestar. El relato les oculta que la verdadera chispa que hay detrás de todo es su libertad individual. Obviamente, el relato les oculta con más celo todavía, que el uso irracional e irresponsable de la libertad que hemos visto en Chile, en Ecuador y en las hordas del MAS boliviano, los puede conducir por “el Camino de la Servidumbre” del cual ya advirtió Hayek al mundo entero y que la espontaneidad del orden social también puede generar el caos y el desorden.

Mientras haya seres humanos en este mundo habrá libertad y mientras haya deseos de libertad, habrá liberalismo, que no es otra cosa que el culto a la libertad personal y el repudio a la coacción injustificada. Hablar entonces del fin de la historia, de su renacimiento o del fin del neoliberalismo es un relato más que no se condice con una realidad como la latinoamericana donde sus ciudadanos, ejercen, hoy más que nunca, su libertad.

La responsabilidad, que es la otra cara de la moneda, los llevará más temprano que tarde, a asumir las consecuencias del ejercicio absurdo, violento y destructivo de la libertad. Cuando tengan que seguir pagando tributos en Ecuador para compensar el drenaje de recursos que generan los subsidios a los combustibles, cuando tengan que demorar como en el resto de américa latina más tiempo en llegar a sus universidades o centros de trabajo por la inoperatividad de las estaciones de metro destruidas en Santiago o cuando deben confrontar la cárcel por incendiar plantas de hidrocarburos para buscar el retorno del autócrata boliviano, estos ciudadanos latinoamericanos entenderán que la libertad nos permite hacer muchas cosas, inclusive ser estúpidos. Y que esa tendencia o propensión natural, no tiene fin, a pesar de lo que se diga en las redes sociales. Lampadia




Ciudadanos unidos defendiendo su libertad frente a una autocracia sin fin

Ciudadanos unidos defendiendo su libertad frente a una autocracia sin fin

Fausto Salinas Lovón
Exclusivo para Lampadia

La disputa por la sucesión de Evo Morales no había logrado unir a los políticos bolivianos que se presentaron divididos a las elecciones del 20 de octubre pasado. Las visiones limitadas, los apetitos personales y los intereses de grupo impidieron en Bolivia (como sucede en otras partes del continente), que la oposición sea una alternativa política unitaria y contundente frente al autoritarismo marxista. Sin embargo, el espanto frente a una autocracia sin fin (que se quitó la careta con el escandaloso fraude electoral perpetrado por Evo Morales y orquestado por sus patrones de La Habana, Caracas y potencias injerencistas), si logro hacer lo que sus políticos no hicieron: unir a los ciudadanos bolivianos.  (Boliviano: si no los une el amor que los una el espanto frente a una autocracia sin fin. Lampadia 18.10.2019)

Los políticos que eran funcionales a Morales con su espíritu de facción y su afán de figuración se unieron para pedir primero la segunda vuelta y luego, nuevas elecciones y la renuncia de Evo. Las clases medias que toleraban la aventura indigenista en la medida en que la macroeconomía no fue destruida como si sucedió en Venezuela, despertaron. Los jóvenes, a quienes adormecía el encanto del relato indigenista y la gesta antiimperialista, también salieron del letargo.  Los ciudadanos bolivianos en esta primavera de octubre demuestran que saben hacer lo más importante en la vida: luchar por su libertad.

  • Primero fueron los potosinos que hicieron huir en moto y luego en helicóptero al entonces candidato reeleccionista Evo Morales Ayma.
  • Luego, tras el fraude, los ciudadanos de Oruro y Sucre fueron los primeros en alzar su voz, a los que se sumó su policía, que no ha estado dispuesta en esa última región boliviana a reprimir a sus hermanos que piden algo elemental: elecciones limpias y trasparentes.
  • Luego fueron Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, La Paz, entre otras zonas del país.
  • Finalmente 8 de 9 regiones se pusieron de pie y mediante marchas, protestas y el grito unánime de que “No nos da la gana de vivir en dictadura como la venezolana”, exigieron primero la segunda vuelta electoral que la patética presidenta del organismo electoral boliviano negó al pueblo de ese país. Luego el reclamo ha ido tomando un calibre mayor y frente a las evidencias de fraude, se exige la renuncia misma de Evo Morales y su camarilla. Sendos Cabildos abiertos así lo exigen.

La prensa boliviana ha jugado el papel que le corresponde a la prensa seria. Ha puesto en titulares el fraude y la represión del Mas (la organización político social de Morales para conquistar y no dejar el poder). El diario Potosi de la ciudad de ese mismo nombre, El País de Tarija, Los Tiempos de Cochabamba, El Diario, el Deber de Santa Cruz, entre otros, no han ocultado esa verdad a cambio de jugosos contratos publicitarios como sucede en nuestro país.

El ejército boliviano, dando muestras de que no todo esta podrido en América Latina (por ahora), hasta el momento no se ha prestado al fraude. No se sabe si es por un genuino afán institucionalista o si es simplemente porque su precio aún no ha sido alcanzado o existe la amenaza a que sus altos jefes militares pierdan los visados norteamericanos, país donde viven sus familias. A diferencia de sus pares venezolanos que enjugados en millonarios sobornos y negocios sostienen al régimen de Maduro o de sus pares peruanos, que no dudaron en sonreír en la foto para la aventura autoritaria que disolvió el Congreso, los militares bolivianos se han quedado por el momento en sus cuarteles, en espera de un desenlace democrático o que su precio, seguramente más elevado, sea amortizado con petrodólares caribeños. Creamos y esperemos que sea lo primero.

En estas dos semanas, jóvenes, profesionales, trabajadores, obreros, frentes cívicos, partidos de oposición, indígenas, mujeres, millones de bolivianos marchan en las calles de las ciudades bolivianas con las únicas armas que la libertad concede: el raciocino y la voz. El dictador los enfrenta con hordas de asalariados militantes de su partido transportados en buses por el gobierno y provistos de palos, púas, municiones y armas entregadas por las propias autoridades gubernamentales. Morales está dispuesto a llevar a su país a la guerra civil o la secesión si es necesario, con tal de no desoír el mandato de sus patrones: debe cuidar la finca si es necesario con el precio de su vida y la vida de miles de bolivianos.

Pero, Bolivia resiste. Está dando una demostración de fuerza y dignidad que hay que tomar muy en cuenta y de la cual hay mucho que aprender.

Pero, Bolivia no puede resistir sola. Necesita del resto de América. Por ello, no es casual que previamente se haya alborotado Ecuador, se haya neutralizado al Grupo de Lima dinamitando desde dentro la estabilidad política peruana, ni es casual que se incendie Santiago con aceleradores químicos y con sincronización talibana. Los orquestadores saben que para defender los enclaves hay que llevar el fuego, el conflicto y el ruido lejos, mejor si es donde están los que más critican. Por ello, también preocupa el silencio de Guaidó y la oposición venezolana, que resulta útil en estos momentos a los fines intervencionistas en Bolivia y Chile.

Los ciudadanos libres de América Latina tenemos el deber de contribuir a que la resistencia boliviana no sea efímera, vana, pasajera. Nuestra voz es muestra primera arma. Nuestras ideas son nuestros fusiles y las podemos disparar en las redes sociales para contrarrestar el fuego sostenido del relato que se nos impone desde La Habana y se financia desde Caracas. Tenemos los 120 caracteres para librar batalla. Tenemos el voto para sacar de la vida política a los primos, hermanos, socios o lacayos de Maduro, Castro, Chávez o Morales que vendrán en el Perú y en otros países en las siguientes elecciones. Tenemos el poder de nuestra elección de compra, dejando de comprar los diarios y revistas que le hacen el juego a la brisa bolivariana o glorifican autócratas. Tenemos el poder de apagar nuestros televisores cuando las guaripoleras de los autócratas y del relato izquierdista pontifican desde los altares de su medianía. Tenemos la opción de no quedarnos callados en la charla familiar o la reunión de promoción donde unos cuantos repiten lugares comunes y balbuceos antiimperialistas desde sus polos Tomy o sus zapatillas Nike. Tenemos el poder de elegir por ejemplo a quienes acaben el nexo entre gobierno y prensa, con el cual se adormece al pueblo y se consigue la hegemonía. Tenemos el poder de dejar de comprar los productos que auspician a la prensa funcional al relato.

Los latinoamericanos libres tenemos muchas armas ciudadanas para defender nuestro continente y nuestra libertad. Tenemos muchas armas para apoyar la resistencia boliviana y no seguir siendo funcionales al relato marxista con nuestro silencio o nuestra indiferencia. Podemos seguir siendo tontos útiles o despertar. Bolivia nos esta demostrando, por ahora con más fuerza que el sufrido pueblo venezolano, que se puede despertar y levantar la voz.

Bolivia Resiste. Estamos contigo. Lampadia




¿Primera derrota electoral de Evo Morales?

¿Primera derrota electoral de Evo Morales?

El recuento preliminar a más del 80% de los votos de las elecciones generales de nuestro país vecino, Bolivia, prevé resultados que la prensa internacional ya venía vaticinando en los últimos días: una segunda vuelta, producto de la ajustada diferencia que habría entre el número de votos alcanzados por el líder oficialista, Evo Morales y su partido Movimiento al Socialismo (MAS) y el líder de la oposición, Carlos Mesa, cuya coalición política, Comunidad Ciudadana, busca impedir un cuarto mandato de Morales.

Última Hora: Sin embargo, parece que se estaría consumando un fraude que le daría el gobierno a Evo Morales.

Y es que el descontento de los bolivianos – como venimos advirtiendo en Lampadia: BOLIVIANO: Si no los une el amor, que los una el espanto,  Una ciudad liberal en Boliviaya era palpable en los últimos años en varios segmentos de la población, por razones políticas y económicas.

Como mencionamos, en relación al aspecto político, el populorum ya no le era tan favorable ni funcional a Morales puesto que, como todo líder autoritario, ha tenido que recurrir a una interpretación discrecional de la constitución para perpetrarse en el poder y ganar legitimidad, además de su constante manipulación del poder judicial y de los medios de prensa, siendo ambos importantes contrapesos de una democracia. Ello sin mencionar el amplísimo rechazo que obtuvo un referéndum constitucional del 2016 que no le daba la razón para el continuismo de su gobierno.

Por el lado económico, si bien su modelo de desarrollo – sustentado en un control creciente del Estado en importantes sectores estratégicos como el gasífero y el eléctrico – le permitió a Bolivia tener un crecimiento sostenido desde el 2006, este ha sido endeble al lado de los resultados de modelos de Estado subsidiario como el adoptado por nuestro país.

Sin embargo, más importante aún es señalar que este crecimiento es a largo plazo insostenible por los ingentes esfuerzos de recursos públicos a los cuales tiene que apelar para seguir operando. Prueba de ello es el pico de 8% del PBI en el que el déficit fiscal cerraría el presente año, como bien ha destacado The Economist, en un artículo que compartimos líneas abajo. Ello, aunado a una caída de la demanda mundial de exportaciones de commodities – producto de la guerra comercial China-EEUU – agotaría de una vez por todas el modelo de capitalismo de estado cimentado por Evo desde que asumió su mandato.

Por supuesto, como es costumbre en la popular revista británica, el artículo al que nos referimos también ahonda la crítica al aspecto político por sus constantes quebramientos del orden democrático en años pasados.

Esperamos que, en la segunda vuelta electoral a producirse en diciembre del presente año, los bolivianos tomen conciencia de estos hechos y no asienten las bases de una autocracia que ya lleva 14 años asentada en el poder, cometiendo excesos a las libertades fundamentales. Lampadia

El peligro de Morales
El boliviano Evo Morales enfrenta su batalla de reelección más dura hasta el momento

Después de 13 años de su gobierno, los votantes se están inquietando

The Economist
19 de octubre, 2019
Traducido y comentado por Lampadia

“Bolivia es una nación insurreccional”, declara Norma Berno, una mujer pequeña con ojos penetrantes en una “manifestación por la democracia” el 10 de octubre en La Paz, la capital administrativa. A principios de la década de 2000, se manifestó a favor de nacionalizar las grandes reservas de gas de Bolivia, una causa cuya popularidad allanó el camino para que Evo Morales, un cocalero y organizador sindical, se convirtiera en el primer presidente indígena del país en 2006.

Ahora algunos insurrectos se están volviendo contra él. En la manifestación por la democracia, celebrada en el 37 aniversario del fin de la dictadura militar, Berno se unió a decenas de miles de manifestantes en la Plaza San Francisco para tocar las vuvuzelas y lanzar insultos al presidente ausente. Entre sus principales quejas están la mala calidad de los servicios públicos, la falta de trabajos formales y la decisión del presidente de postularse para un cuarto mandato, desafiando la constitución y una votación de referéndum en 2016. “Pensé que iba a cambiar el país para mejor”, dice ella. “Estaba equivocada.”

Morales ciertamente ha traído cambios. Las ganancias de las exportaciones de gas, que nacionalizó al comienzo de un boom mundial de productos básicos, se redistribuyeron a los pobres. Desde que llegó al poder, la proporción de la población que vive con menos de US$ 1.90 por día se ha reducido en dos tercios, a 6%, según el Banco Mundial. Una nueva constitución amplió los derechos de los pueblos indígenas, que constituyen quizás la mitad de la población. Las mujeres ahora ocupan la mitad de los escaños en el congreso. El gobierno construyó carreteras, aeropuertos y teleféricos, teleféricos que atraviesan La Paz. Eli, una mujer indígena que vende banderas antigubernamentales en la manifestación por la democracia, está agradecida, a pesar del mensaje en sus mercancías. Ella dice que los teleféricos, y la indulgencia del gobierno hacia los vendedores que venden productos de contrabando, le permiten ganarse la vida.

El presidente cuenta con votantes como ella para reelegirlo el 20 de octubre, cuando también se celebrarán elecciones legislativas. Ganó las últimas tres elecciones con más de la mitad de los votos en la primera vuelta. Su Movimiento al Socialismo (en adelante, MAS) tiene mayoría en el Congreso. Ahora las encuestas sugieren que puede no alcanzar el umbral necesario para evitar una segunda vuelta, que se celebraría el 15 de diciembre: 40% con una ventaja de diez puntos sobre su rival más cercano.

Su derrota sería catastrófica para Bolivia, dice el vicepresidente, Álvaro García Linera. Él llama al presidente “un tejedor” de diferentes grupos sociales, regionales y económicos. “La ausencia de Evo generaría una especie de desmembramiento social y convulsiones que son características de la historia de Bolivia”, dice.

Su ausencia es ahora pensable por una mezcla de razones. Muchos bolivianos dan por sentada su prosperidad. Esa prosperidad está ahora bajo amenaza. Sobre todo, a muchos les preocupa que Morales pretenda convertirse en presidente de por vida. Él es “el camino hacia el autoritarismo, y nosotros somos el camino hacia la democracia”, dice su principal retador, Carlos Mesa, un ex presidente aficionado a la lectura.

La economía de Bolivia ha crecido en un promedio de casi un 5% anual desde 2006. A diferencia de los presidentes de izquierda en Argentina, Brasil y Ecuador, Morales no se permitió el tipo de gasto excesivo que resulta en una breve euforia seguida por inflación y recesión. “Somos responsables no porque el FMI nos diga que lo seamos, sino porque la inflación ataca más a los pobres”, dice Luis Arce, ministro de Economía. El crecimiento se ha mantenido fuerte en el período actual de Morales (ver gráfico).

Pero su magia está perdiendo potencia. Los ingresos por exportaciones de gas han caído. El déficit fiscal de este año será de casi el 8% del PBI. El gobierno anuncia un plan, llamado Agenda Patriótica, para alentar la inversión privada en industrias como plásticos y baterías de litio. Pero el estado aún invierte más que el sector privado. “Bolivia quiere unirse a la primera revolución industrial, pero el mundo ya está en la cuarta o quinta”, dice Gonzalo Chávez, economista de la Universidad Católica de La Paz.

Un impulso para expandir la producción de soja y carne para alimentar la demanda de China alentó a los agricultores a quemar franjas de la Amazonía boliviana. Desde agosto, estos incendios han destruido 5 millones de hectáreas (12 millones de acres) de bosque, un área más grande que Costa Rica. Esto contribuyó al desencanto de los votantes indígenas. Decenas de manifestantes caminaron 450 kilómetros (280 millas) desde Chiquitania, una región en el este de Bolivia, hasta Santa Cruz, el centro agrícola del país. Joaquín Orellana, uno de sus líderes, acredita al presidente por obligar a las élites “a tenernos en cuenta”. Pero, “nos ha abandonado ahora”.

Podía conservar el poder a pesar de la decepción de los votantes. En parte eso se debe a que la oposición está fragmentada y deslucida. Mesa, su principal oponente, es poco conocido en las zonas rurales remotas. “Apenas ha salido en público en los últimos ocho meses”, se queja un miembro de su círculo íntimo. El control cada vez más estricto de Morales sobre el estado y otras instituciones se suma a su ventaja. Cuenta con el respaldo de los sindicatos y utiliza la publicidad del gobierno para dirigir los medios. El poder judicial hace su voluntad. Las vallas publicitarias con la imagen del presidente, pagadas por el gobierno, son omnipresentes. En las últimas semanas ha estado entregando alimentos, computadoras, hornos e incluso tractores gratuitos en todo el país.

Los monitores internacionales verán el voto de Bolivia, por lo que es poco probable que haya fraude generalizado. Pero eso no significa que sea justo. Los miembros del tribunal electoral son leales a Morales. Recientemente prohibieron la publicación de una encuesta que lo mostraba con una pequeña ventaja sobre Mesa. Los partidarios del presidente y los candidatos de la oposición han prometido salir a la calle si pierden. “Estoy preocupado por el día después de las elecciones”, dijo el embajador alemán, Stefan Duppel, a la prensa boliviana. Es probable que el MAS pierda su mayoría absoluta en el Congreso. Si el presidente es reelegido, le resultará más difícil gobernar. La Sra. Berno agradecería el fin de su monopolio de poder. “Bolivia ya no es un bastión de Evo Morales”, dice ella. “Estamos hartos de él”. Lampadia




BOLIVIANO: Si no los une el amor, que los una el espanto

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Bolivia y el Perú son dos países medianos de América Latina que ocupan el 8° y 6° lugar, respectivamente, en cuanto a superficie y el 8° y 4° lugar, en población.

Según los datos comparativos de ambos países (https://datosmacro.expansion.com/paises/comparar/peru/bolivia) existen diferencias sustanciales entre ambos países en indicadores de desempeño económico y social que podrían llevarnos a pensar que el Perú le lleva ventaja a Bolivia:

  • PBI PERU  6 veces el PBI Bolivia (190 MM Euros vs 34 MM Euros).
  • PBI per cápita PERU es el doble del boliviano (5,965 Euros versus 3,000 Euros)
  • DEUDA EXTERNA per cápita PERU similar al boliviano pese a que tenemos una deuda externa 3 veces más grande.
  • PERU EXPORTA 6 veces lo que exporta BOLIVIA (40 MM Euros vs 6 MM Euros)
  • En PERU el GASTO PUBLICO solo es el 21% de un PBI más grande. En BOLIVIA es el 38.60 % de un PBI MENOR. Producen menos y gastan más.
  • EL PERU ha avanzado y tiene 20.5% de pobres. BOLIVIA tiene 35.2%, según datos de CEPAL.
Existen por cierto algunos indicadores en los que el desempeño boliviano es mejor: desempleo y homicidios, sin embargo, la superioridad de las cifras del Perú es nítida.

Podemos decir entonces que se trata de dos países medianos, uno de los cuales ha tenido un mejor desempeño económico que el otro. Sin embargo, esta superioridad es relativa si nos comparamos con Brasil, México, Colombia o Argentina que tienen extensiones mayores a las nuestras o con Chile, Uruguay o Panamá, que, siendo países más pequeños, tienen un mejor desempeño que nuestros dos países.

¿Que puede explicar entonces la diferencia sustancial en el desempeño de estos dos países medianos de América Latina?

El Perú, desde 1993, optó por una economía social de mercado sin intervencionismos estatales, de deshizo de empresas públicas que en el quinquenio 85-89 le habían generado un déficit que, a valor presente representaría 3,500 millones de dólares (Lampadia Justicia en déficit), se abrió al mundo, atrajo inversión privada externa y nacional y movilizó al sector privado para empujar la economía. Este modelo, algunos de cuyos datos hemos reseñado en esta comparación, se mantiene ralentizado y mediatizado pero vigente.

En Bolivia, al mismo tiempo, entre 1993 y 1997, Gonzalo Sánchez de Lozada dio un paso similar y llevó a cabo unas reformas económicas y un ajuste estructural que le hubieran permitido avanzar sin contratiempos a una economía de libre mercado y abierta al mundo.

En el Perú, el modelo no cambio pese a los intentos denodados de la izquierda de torcerlo hacia un modelo boliviano.  En Bolivia, en cambio, el modelo sólo duró unos años y aunque Sánchez de Lozada volvió al poder el 2002, tuvo que renunciar sitiado por el autoritarismo callejero de Evo Morales que elaboró un explosivo cocktail social compuesto de cocaleros, campesinos, sindicatos, asesores cubanos y petro dólares enviados por su mentor Hugo Chávez. A causa de esto, Morales tomó el poder tiempo después y estatizó los recursos naturales, las  idroeléctricas, las pensiones y aunque no fue tan estúpido como Maduro de destruir la macroeconomía, ahuyentó la inversión privada y convirtió al Estado en nuevo protagonista de la economía boliviana.

La respuesta es muy sencilla. El mejor desempeño económico peruano tiene que ver con la funcionalidad de nuestro modelo económico y su carácter pro pobre (redujo en 30% pobreza), que las cifras confirman, pero que el relato izquierdista quiere desconocer. Ese mismo relato, azuzado desde La Habana y financiado desde Caracas, exporta la idea del milagro económico boliviano a pesar de que las cifras comparativas (que son las que importan) nos muestran un pobre desempeño del modelo boliviano. Lo grave es que ese modelo, pese a ser dispendioso en recurso públicos, no ha reducido la pobreza, sino que la ha incrementado. Todo un espanto.

¿Como se explica entonces que Evo Morales pueda ser reelecto este 20 de octubre, si ni las cifras, ni la voluntad ciudadana lo acompaña, ya que el 51.3% de la población le dijo no a la Reelección?

Aquí algunas razones:

  • La voluntad del pueblo solo sirve cuando es favorable al autócrata. Cuando le es esquiva buscan la ley, o su interpretación forzada como ocurrió en este caso a través de una cuestionable sentencia del Tribunal Constitucional Boliviano que habilita la cuarta postulación del autócrata boliviano.
  • Los relatos pueden construir realidades paralelas. Pueden convertir un desempeño económico pobre en un milagro, si sirve para mantener la “moral revolucionaria”. Además de los cuentistas que inventan relatos interesados, las sociedades (y Bolivia no es la excepción) requieren “clases medias” y “políticos funcionales” que no advierten el peligro y sea con su indiferencia o su egoísmo, permiten que las cosas sucedan. Finalmente, esto es posible porque hay mayorías que pierden la capacidad de tal y dejan que su voluntad sea desconocida.

Los BOLIVIANOS están más cerca que nunca de cambiar su destino. Pueden seguir creyendo en su relato y despertar algunas décadas después, tan medianos como hoy, cuando al autócrata le hayan salido barbas y algunos jóvenes ingenuos lo lleven estampado en el pecho en las calles de Bruselas o Madrid sin saber a que revolución o genocidio pertenecen.

También pueden despertar hoy y darse cuenta en bien despiertos, mirando el mundo de al Lado, en vigilia, que su relato no los ha hecho mejores y cambiar su destino.

Ojalá que (como dijo Borges), si no los une el amor, los una el espanto por una autocracia sin fin que quiere Evo Morales y sus aliados extranjeros y se unan para derrotarlo en las ánforas. Lampadia