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Contra la informalidad y la corrupción

Contra la informalidad y la corrupción

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas y Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

Mi primer trabajo apenas terminé los estudios de ingeniería industrial y de sistemas, fue en una firma consultora internacional. Allí trabajé en proyectos de optimización de procesos operativos y administrativos, en diversos tipos de industria y en diferentes países. Una gran experiencia, ya que tuve la oportunidad de ver muy de cerca cómo se puede mejorar significativamente el servicio interno y externo de las empresas y cómo esto repercute claramente en la satisfacción de sus usuarios (clientes) y por ende en sus resultados económicos.

En esa época recién se comenzaba a utilizar la tecnología y la mayoría de los procesos eran aún manuales. Hoy los procesos manuales son casi inexistentes y la eficiencia de estos depende de la tecnología que se utilice. Esto lamentablemente no es cierto en el sector público de nuestro país, donde a pesar de invertirse en tecnología, los procesos están subordinados a un enjambre de requisitos manuales que no hacen otra cosa que hacerlos muy lentos, ineficientes e irracionales. Además, la interconectividad es casi inexistente. La tristemente célebre tramitología estatal.

Esto se conoce como burocracia, del francés ¨bureau¨ que significa escritorio y del griego ¨krátos¨ que significa poder. La burocracia es el poder detrás de un escritorio y burócrata es quien ejerce a su antojo este poder.

Esta burocracia es la principal causa de dos de los peores males que aquejan a nuestro país: la informalidad y la corrupción.

En el Perú la informalidad es practicada por mas del 70% de la población económicamente activa (PEA). Este excesivamente alto número de personas, no tributan, pero tampoco tienen acceso a los servicios estatales. Por su parte la corrupción existe en todos los frentes y a todo nivel, desde la ¨gran corrupción¨ que involucra a todos los poderes del estado, las autoridades civiles y militares y hasta a los empresarios, hasta la llamada ¨corrupción hormiga¨ que es igualmente maligna y que está enquistada en gran parte de la población, especialmente en los que tienen algún tipo de poder, como los burócratas.

Burocracia es lo contrario a eficiencia y es el común denominador en todos los entes públicos. Estas instituciones, que se deben a la población y que deberían servirla en la forma mas eficiente posible, hacen exactamente lo contrario, generando un tremendo malestar, frustración y pérdida de tiempo. Instituciones como los ministerios, las municipalidades, los entes que ¨imparten justicia¨, las comisarías, entre otros, son claros ejemplos de esta maligna burocracia que erosiona nuestro bienestar.

Esta se genera porque quien la ejerce (el burócrata), no tiene ningún incentivo para hacer su trabajo eficientemente. Por el contrario, al tener el poder de hacerlo lento o mal, se le presentan grandes oportunidades de conseguir ventajas personales: la corrupción. Además, esta ineficiencia, que es creada adrede, genera una exagerada contratación de personal a costa del erario nacional. Se calcula que hay mas de 2 millones de empleados públicos, cuando solo es necesario menos de la mitad. Burocracia, corrupción y desmedido gasto público. ¡La combinación perfecta de un aparato estatal nefasto!

La pregunta es: ¿Hay alguna posibilidad de solucionar o por lo menos mejorar esto? La respuesta es: Si, pero solo si se tiene muy claro el propósito, se le asigna una alta prioridad y se usa adecuadamente la tecnología.

Esto, que suena a imposible, tiene grandes posibilidades de conseguirse en nuestro país, aunque parezca mentira. La razón es que el Perú cuenta con los principales requisitos para enfrentarse a un proyecto de esta naturaleza, como veremos mas adelante. ¿Entonces por qué no lo hemos hecho? La respuesta es muy simple: ¡Porque se le terminaría el negocio a la burocracia y por consiguiente a la corrupción!

¿Se imaginan un estado digital, donde todas las entidades públicas estén interconectadas para darle el mejor y mas rápido servicio a todos los ciudadanos? Esto incluiría, no solo los entes que emiten permisos y licencias, sino también los que imparten justicia, salud, educación, seguridad, entre otros. Además, los trámites se harían desde casa y sin papelería. Esto en nuestro país, no solo serviría para eliminar la tramitología y mejorar la eficiencia y el servicio a los ciudadanos, sino que reduciría drásticamente la informalidad y la corrupción. ¡Eso sería lo verdaderamente trascendente!

Esto que parece un propósito imposible, no lo es. Sino miremos el caso de Estonia, un país que se independizó de la Unión Soviética a comienzos de la década de los 90s. Ellos enfocaron en un claro propósito: Convertirse en un país digital, para servir mejor a sus ciudadanos. Hoy, algunos años después, es el país más digital del mundo. El proyecto denominado e-ESTONIA, ha logrado que el 99% de los procesos estatales estén digitalizados e interconectados. Además de estos casi tres mil procesos, se incluyen frentes como salud, educación, finanzas, impuestos y hasta los procesos electorales. Como podrán imaginarse, la burocracia es inexistente y los ciudadanos están muy satisfechos con los servicios que les brinda su estado. ¡Como debe ser!

Un ejemplo puntual, pero que en el Perú serviría muchísimo para reducir la informalidad, es la creación formal de nuevas empresas, incluyendo todas las licencias y permisos necesarios. A través de e-Estonia, este proceso toma menos de una hora y se hace desde casa.

e-Estonia tiene un claro propósito: Conseguir la satisfacción de sus ciudadanos, brindando servicios estatales eficientes y libres de molestias. Para esto tiene un plan nacional centralizado, que es transversal a todos los sectores y empresas estatales y que es dirigido por un CDO (Chief Digital Officer), con rango de ministro de estado.

Según la experiencia de e-Estonia, lo que mas les costo para la implementación, fue conseguir que la mayoría de la población contara con una ¨llave¨, o sea la tarjeta única de identidad. Esto lo consiguieron, poco a poco y actualmente ya cuentan con mas del 98% de sus ciudadanos con llave. La buena noticia, es que en el Perú ya se cuenta con este requisito fundamental, ya que la Reniec ha conseguido que mas del 99% de los peruanos contemos con nuestro DNI. ¡Gran logro!

Otros requisitos importantes son la cantidad de celulares y la conectividad. En el tema de dispositivos estamos bastante bien, ya que en el Perú hay mas de 40 millones de celulares y mas de 25 millones de conexiones de internet. En cuanto a la conectividad, el proyecto de la Red Dorsal de Fibra Óptica está media trabada y requiere de decisiones estatales (¿Les suena conocido el tema?), pero existen líneas privadas de buen nivel. Además, el tema de 5G esta en la puerta y podría ser una gran oportunidad para ser pioneros en la región. Otro tema que está a favor es que en el Perú existe muy buen talento en el frente de tecnología y sistemas, por lo que no sería complicado armar buenos equipos, para que trabajen en este proyecto. Además, podrían crearse incentivos tributarios o similares, para que las universidades y/o los consultores de tecnología dediquen equipos a determinados proyectos, del Plan Nacional de Digitalización (e-PERÚ).

Como vemos, si tenemos muchos de los requisitos para poderlo hacer, solo falta la voluntad del gobierno y las agallas para enfrentar a los que harán la guerra para que esto no prospere: La burocracia y la corrupción.

En las próximas elecciones, hay que fijarnos en los planes que tengan los candidatos en este frente. Para mi está claro que quien no tenga el tema de digitalización del Estado (e-PERÚ), como un objetivo central, es porque quiere que siga reinando la burocracia y, por ende, la informalidad y la corrupción. Lampadia




“e-peru.com” contra la corrupción e inoperancia del Estado

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 26 de abril de 2019
Para Lampadia

La “p” minúscula y la “u” sin acento son cosas de la internet. En todo caso, son cuestiones de forma. En el fondo, lo que queremos es la transformación digital del Estado. Un Estado más electrónico. Más interconectado. Más “on-line”. Un Estado más rápido. Más austero. Más servicial.

Es cuestión de decisión política. Estamos en plena era digital. La “Internet de las Cosas” – “Internet of Things” (IoT) por sus siglas en inglés. – está con nosotros para quedarse, y para evolucionar a ritmo vertiginoso. Nuestra juventud está recontra involucrada en ella. Tenemos comercio electrónico y comunicaciones virtuales por todos lados. Tenemos criptomonedas, vehículos sin conductor, sistemas de reconocimiento facial, cirugía humana por internet, robótica, drones, y mil otras aplicaciones digitales más.

El objetivo en el caso de “e-peru.com” es cero papeles en el Estado. Cero copias certificadas. Cero sellos y firmas de puño y letra. Cero colas interminables. Y – lo más importante de todo – cero coimas.

El ejemplo a seguir es la lejana Estonia. Un sufrido país que formó parte de la Unión Soviética, y que – liberado del yugo comunista – emprendió un extraordinario proceso de desarrollo y modernización basado en la democracia política, la economía de mercado, y la transformación digital del Estado.

Hoy Estonia es la sociedad digital más desarrollada del mundo. Desde su nacimiento, los bebitos reciben su e-identidad, y a partir de allí toda la tramitología de los estonios es digital. La salud, la educación, los registros civiles, los títulos de propiedad, todas las licencias y permisos, la creación de empresas, las elecciones políticas… ¡todo es digital! Incluso los procesos judiciales, y las compras y contrataciones del Estado.

Obviamente, han desarrollado tecnologías de avanzada – muy seguras – para contrarrestar los hackeos informáticos. Sí pues, la corrupción y la criminalidad están en todas partes. ¡Hasta en el ciberespacio! Pero lo cierto y concreto es que – a pesar de ello – no existe tecnología más confiable y efectiva para combatir la corrupción, y mejorar la competitividad de un país, que la digitalización del Estado.

En el Gobierno Regional de Ica – durante la gestión anterior – avanzamos mucho a este respecto. Digitalizamos los trámites documentarios, lo cual nos permitió reducir los tiempos de atención a los ciudadanos. Digitalizamos la gestión hospitalaria. Gracias a ello – y al orden y disciplina que impusimos – eliminamos las colas para consultas externas, y mejoramos mucho el servicio a los pacientes. Asimismo, digitalizamos la tramitación de las licencias de conducir, con lo cual desarticulamos las mafias de los brevetes. Realmente fue una experiencia muy aleccionadora y gratificante.

El problema es que la actual gestión regional está desandando todo lo avanzado en esta materia. Obvio. A la corrupción no le conviene la digitalización. Los corruptos medran del maltrato. Las colas son su botín. La digitalización detecta a los médicos que abandonan los hospitales en horario de trabajo. Las cámaras de video registran a los que desaprueban los exámenes de manejo. La digitalización señala a los malos funcionarios que demoran – a propósito – los trámites burocráticos.

Moraleja: La transformación digital del Estado es muy buena para los ciudadanos. Pero muy mala para los funcionarios corruptos e inoperantes. Así es el tema. Por ello, para combatir la corrupción e inoperancia del Estado ¡vamos con “e-peru.com”! Lampadia




e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia




e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia




¿Y si pudiéramos desarrollar un país desde cero?

Estonia es un pequeño estado báltico con sólo 1.3 millones de habitantes. Pero, en las últimas décadas, este país ha renovado su sistema para adaptarse a las startups. Ahora, es un país europeo con un futuro brillante.

Fuente: Libre Mercado

Cuando Estonia recuperó su independencia en 1991, después del colapso de la Unión Soviética, menos de la mitad de su población tenía una línea telefónica. Dos décadas más tarde, es un líder mundial en tecnología. Los geeks estonios se han incentivado a desarrollar código después del éxito de Skype y Kazaa (una red de intercambio de archivos temprana). Tiene el récord de startups por persona. Sus ciudadanos pagan su estacionamiento con sus teléfonos móviles y tienen sus registros de salud almacenados en la nube digital. La presentación de una declaración de impuestos anual en línea, como el 95% de los estonios, tarda unos cinco minutos. ¿Cómo desarrolló el estado báltico más pequeño una cultura tecnológica tan fuerte?

Fuente: Estonian World

La fundación se estableció en 1992 cuando Mart Laar, primer ministro de Estonia, levantó su débil economía. En menos de dos años, su administración (con una población de una edad promedio de 35 años) le dio a Estonia un impuesto plano a la renta, libre comercio, liquidez y privatización. Las nuevas empresas se pueden registrar sin problemas y sin retrasos, un estímulo importante para el desarrollo de nuevas tecnologías. Estonia construyó un sistema digital propio.

Estonia está decidida a establecer fuertes relaciones con sus clientes en el mundo de los negocios. Ha atraído muchos inversionistas en los últimos años al convertirse en el primer país en ofrecer un sistema electrónico de residencia para personas que quieren iniciar negocios remotos. Esto permite a la gente aprovechar las oportunidades fiscales que trae Estonia, junto con la seguridad de un país con buena reputación para proteger los intereses de las empresas.

El sistema de ‘residencia electrónica’ permite a las personas establecer cuentas bancarias, utilizar direcciones físicas, registrar empresas y firmar digitalmente contratos en Estonia. Es relativamente fácil de obtener, lo que lo hace perfecto para los extranjeros que quieren establecer una empresa en Europa.

Estonia no ha revolucionado solo los negocios. Su sistema educativo está llegando a ser más competente y el gobierno se está dando cuenta de que muchos jóvenes van a buscar mejores oportunidades en EEUU y en otros países. Por lo tanto, para detener la fuga de cerebros, han implementado una serie de políticas en los últimos años para facilitar la configuración y administración de empresas. Han cortado la burocracia y eliminado gran parte de las trabas burocráticas que sufría el país durante la época soviética y los años inmediatamente posteriores a la independencia.

En 2000, cuando el gobierno declaró el acceso a Internet como un derecho humano, la web se extendió en todo el país. El Wi-Fi gratuito se convirtió en algo común. Le siguió el sector privado: la venta de Skype a eBay en 2005, por US$ 2,600 millones, creó una nueva clase de inversionistas estonios, que consiguieron ingresos por decenas de millones de euros de sus participaciones – y han estado utilizando sus experiencias y sus inesperadas ganancias para crear un hub tecnológico. 

Hoy en día, Tehnopol, un centro de negocios en Tallin, la capital de Estonia, alberga a más de 150 empresas de tecnología. Según Taavet Hinrikus, el primer empleado de Skype y cofundador de TransferWise (un servicio de transferencia de dinero entre pares cuyos clientes están repartidos por toda Europa y América), el pequeño mercado interno del país se ha visto obligado a pensar globalmente.

Taavet Hinrikus, el primer empleado de Skype y cofundador de TransferWise. Fuente: Flipboard

Estonia ha tomado un camino único y prometedor. Haciendo elecciones claras, facilitando la inversión y simplificando las cosas, han logrado resultados impresionantes en un período relativamente corto.

Ahora compartimos un pequeño video que explica y resume la gran revolución de Estonia, una vez fuera de la órbita soviética:

Transcripción
Traducida y glosada por Lampadia

Imagine planificar el inicio un nuevo país completamente desde cero. Libre de cualquier sistema económico preexistente, leyes tributarias o gobierno formal. Un país en bancarrota, con su futuro y dirección completamente en manos de su pueblo. Esa es la historia de Estonia.

Era 1991, la Unión Soviética acababa de derrumbarse y Estonia acaba de recuperar su independencia. Pero con pocos recursos y una pequeña población, el país tuvo que encontrar un camino a seguir y, con el inicio de Internet, los líderes de boom decidieron invertir y construir una sociedad electrónica. El primer proyecto fue Tiigrihupe, que tenía como objetivo colocar computadoras e Internet en cada escuela y consiguió que los estonios estén en línea rápidamente. A finales de los 90, todas las escuelas estonias estaban en línea. En 2000, Estonia se convirtió en el primer país del mundo en declarar el acceso a Internet como un derecho humano básico y hoy en día los estonios están conectados en línea a través de una identificación móvil.

“Podemos hacer de todo utilizando la tarjeta de identificación: Podemos votar en línea, en las elecciones. Podemos declarar nuestros impuestos. Podemos registrar negocios. Podemos hacer escuelas electrónicas, policías electrónicos, gabinete electrónico. Lo que sea. Y todos están bastante acostumbrados a eso”.

Todos estos datos personales están protegidos por una tecnología llamada blockchain, una red descentralizada con innumerables canales que es extremadamente difícil de hackear. Y como respaldo, Estonia creará la primera embajada de datos del mundo en Luxemburgo. Una instalación de almacenamiento para albergar una copia de seguridad completa de los datos de Estonia que será capaz de reiniciar el país en caso de un ataque cibernético. El resultado es un país que funciona como una start up tecnológica. Estonia enseña a los alumnos de primer grado a codificar. Tiene la banda ancha más rápida del mundo y el récord de la mayor cantidad de startups por persona. En 2003, dos amigos estonios crearon Skype, la aplicación de video-llamada. Se vendió a Microsoft en 2011 por US$ 8,500 millones, pero en lugar de llevarse el dinero, los ex Skypers re-invirtieron en Estonia. Lanzaron nuevas startups y fundaron un venture capital con su riqueza.

El proyecto principal de Estonia es la creación de su futuro y, cada vez más, su negocio principal. Con la introducción de los e-residentes, Estonia espera invitar a los empresarios a invertir en el país.

“Cada persona en todo el mundo puede solicitar y obtener esta tarjeta de residencia electrónica. De la misma manera que los estonios lo han estado haciendo durante 17 años. Usando esa tarjeta, los residentes electrónicos pueden establecer una empresa, establecer cuentas bancarias, abrir diferentes cuentas de paypal y de esa manera pueden organizar y administrar remotamente su empresa, completamente en línea”.

Hasta ahora, sólo 18,000 personas se han inscrito, pero algunos creen que con 10 millones de residentes electrónicos pagando 100 dólares al mes cada uno, Estonia ni siquiera tendría que imponer impuestos a sus ciudadanos. Es ciertamente un objetivo ambicioso. Sólo un lugar que empezó de nuevo desde cero podría imaginar reinventar la idea de un país como un lugar donde la gente podría sentirse en casa tanto en línea como donde realmente viven. Veremos si el resto del mundo sigue su ejemplo. Lampadia