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¿Estatismo o economía de mercado?

¿Estatismo o economía de mercado?

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El gobierno de Castilla-Cerrón encarna las confusiones conceptuales que se han venido sembrando en la opinión pública, sobre el rol del Estado y del sector privado en la economía.

Para facilitar el entendimiento de este tema tan importante para la opinión pública y para el propio gobierno, presentamos en esta nota, en base a información del Banco Mundial, evidencias de que los países que promueven economías de mercado, donde la responsabilidad de invertir y crear empresas es fundamentalmente del sector privado, logran mucho mejores resultados económicos y sociales.

Como muestran los siguientes gráficos, los países donde las empresas son privadas, tienen mayores PBI per cápita, salarios mínimos más altos, menos corrupción y menor desempleo.

Es muy importante que entendamos de una vez por todas, como lo explicó Deng Xiaoping en China: “No importa de que color sea el gato, mientras cace ratones”.

Deng Xiaoping condujo la transformación de la economía China, que bajo Mao era un país muy pobre, ridiculizando el eslogan de la Revolución Cultural de los años 60: “es mejor ser pobres bajo el socialismo, que ricos bajo el capitalismo”. Hoy día, gracias al pragmatismo pos Mao, la China está en camino de convertirse en la mayor potencia económica global, habiendo sacado de la pobreza a 900 millones de chinos.

El cuadro anterior muestra que los países que tienen los mejores resultados en este conjunto de indicadores son Singapur y Nueva Zelanda.

  • Singapur pasó de ser un territorio abandonado a líder de bienestar, de la mano de Lee Kuan Yew, quién además fue el inspirador de Deng Xiaoping en políticas de desarrollo.
  • Pero el caso de Nueva Zelanda es aún más aleccionador. Tuvieron la suerte de tener una izquierda moderna que a mediados de los años 80 estableció lineamientos de desarrollo de una economía de mercado. Con ella, se reconvirtieron en un país desarrollado con altos estándares de bienestar. Ver en Lampadia: Legado de una izquierda moderna y liberal – Reformas de Nueva Zelanda 25 años después.

Lamentablemente, el Perú está ahora gobernado por una izquierda que profesa todo lo contrario de lo que podemos ver en los países más exitosos en eliminar la pobreza y en generar altos niveles de vida.

El Perú necesita con urgencia una izquierda moderna. Desgraciadamente, hoy estamos dando un costosísimo salto atrás.

Ojalá un gobierno tan ideologizado como el de Castillo-Cerrón, logre entender que el crecimiento de la economía y el bienestar social, no tienen color. Y si no logran hacerlo, tendremos que ser los ciudadanos quienes forcemos al gobierno a promover la inversión privada y el crecimiento, rechazando aventuras empresariales con los escasos recursos del Estado. Lampadia




2021… un buen año de agua

2021… un buen año de agua

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 28 de mayo de 2021
Para Lampadia

El tema preferido de los agoreros del clima es la sequía. Hay quienes dicen que con el calentamiento global habrá escasez de agua para toda la humanidad. Para esos videntes de desdichas, la agricultura peruana está condenada a una sequía apocalíptica.

El problema es que luego de los anuncios agoreros, no solo no aparece la sequía, sino todo lo contrario; los ríos se cargan de bote a bote – inclusive algunos se desbordan – y los agricultores brindamos por ello.

A los hechos me remito. Todos fuimos testigos de la gran cantidad de agua que transcurrió por nuestros ríos – entre diciembre y abril pasados – camino al mar. Incluso, muchos no ven – seguramente por temas de soroche – la belleza de las lagunas altoandinas llenas, las pasturas de la Sierra verdes y frondosas, y el ganado sano y bien nutrido. Además ¡qué grato resulta medir la recuperación de los acuíferos subterráneos de la Costa, luego de meses de abundancia de aguas de avenida!

Ahora – acabada la temporada de lluvias – entramos al estiaje, y muchos se lamentarán por la escasez de agua. Pregunto: ¿qué hicieron esos quejumbrosos para retener parte de las abundantes aguas de lluvias que tuvieron frente a sus narices y que se perdieron en el mar? La respuesta es… nada.

Entonces, en vez de quejarse – más bien – hay que actuar como corresponde. Desde las cabezadas de nuestras cuencas – en hermandad entre la Costa y la Sierra, tal como lo hicimos entre Ica, Huancavelica y Ayacucho en el período 2015 / 2018 – hasta las desembocaduras de nuestros ríos en el mar, debemos llevar a cabo lo que se denomina la “Siembra y Cosecha de Agua”.

Arriba – donde más llueve – debemos construir muchos reservorios; pequeños, medianos, y grandes. No importa el tamaño, sino el volumen de agua almacenable por todos los reservorios en conjunto. De eso se trata; de guardar la mayor cantidad de aguas de lluvias posible, para disponer de ellas en los estiajes.

También debemos reforestar y revegetar todas las cabezadas y quebradas. La tala indiscriminada de los últimos años ha dejado a nuestros cerros pelados, lo cual – ante cualquier lluvia, por más pequeña que sea – deviene en mortíferos huaicos que arrasan con todo lo que encuentran en su camino. La vegetación compuesta de bosques y pastizales se constituiría así en una gigantesca esponja natural, que retendría el agua de lluvias, y evitaría la erosión de nuestras quebradas.

La agricultura de secano debe cederle el paso a la agricultura bajo riego. Y el riego en sí, debe tecnificarse a todo nivel. Hay que instalar aspersores de agua en las planicies y quebradas altoandinas, y riego por goteo en las partes medias y bajas de nuestros valles estupendos.

Los acuíferos deben manejarse sosteniblemente. En efecto, el subsuelo sirve muy bien para almacenar grandes cantidades de agua. En ese sentido, los acuíferos se rellenan naturalmente; a través flujos de aguas superficiales (ríos, acequias, surcos, etc.) y artificialmente; a través de procesos de infiltración inducida, tal como se está haciendo en Ica, con resultados muy favorables.

Pero el manejo eficiente del agua implica – también – acciones administrativas innovadoras, tales como tarifas diferenciadas, o lo que en su momento planteamos como “tomas libres”. ¿Qué significa eso? Pues que en épocas de abundancia – llámese, en las temporadas de lluvias, como la que acaba de pasar – casi no se debe cobrar por el agua. Y todas las compuertas deben abrirse para que el agua discurra libremente por todos los cauces y acequias.

En cambio, el agua regulada; aquella proveniente de reservorios y represas debe cobrarse a tarifas que cubran los costos de inversión y distribución del agua. De esa forma, promovemos la infiltración de las aguas de avenida, para – precisamente – recargar al máximo los acuíferos, y hacer uso de las aguas subterráneas en los estiajes. Y todo ello, sin afectar las finanzas de las Juntas de Usuarios

Dicho esto, no podría concluir este artículo sin dar gracias a Dios y a la madre naturaleza, simplemente porque después de un 2020 realmente seco, dispusieran que este año 2021… sea un buen año de agua.

La del estribo. ¡No al estatismo controlista e inoperante! ¡No al totalitarismo opresor y corrupto! ¡No al populismo demagógico! ¡No al marxismo – leninismo fracasado en todo el mundo! ¡No al terrorismo sanguinario y su aliado el narcotráfico! ¡No al candidato violentista que con su matonería – en el 2017 – amenazó y forzó a la bruta a los maestros y escolares de Ica para que no vayan a clases!

Este domingo ¡votemos por la democracia! ¡votemos por la libertad! ¡votemos por el Perú! Lampadia




Estatismo y pobreza

Estatismo y pobreza

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 21 de mayo de 2021
Para Lampadia

El 2020 fue un año brutal. A diferencia de lo que veníamos logrando en materia de crecimiento económico y reducción de la pobreza, el año pasado ésta aumentó casi 10% a nivel nacional. El retroceso económico y social fue tal, que ahora – dramáticamente – uno de cada tres peruanos es pobre. ¡Hemos retrocedido diez años! Repito, el 2020 fue un año brutalmente empobrecedor.

Pero escarbemos más acerca del tema. ¿Cuál fue la región que más se empobreció el año pasado? Aunque parezca mentira… Lima. Antes de la pandemia, 14% de los limeños – migrantes la mayoría – eran pobres. Ahora, 28%. ¡La pobreza en Lima se duplicó el año pasado!

La pandemia – ciertamente – tuvo mucho que ver con el empobrecimiento de nuestros compatriotas en todo el país. Pero ¿por qué nos fue tan mal a los peruanos, y a otros no tanto? Me refiero a otros países. ¿Por qué tuvimos la más alta tasa de mortalidad, y la mayor caída económica y productiva… del mundo? ¿Por qué fuimos el país que peor manejó la pandemia a nivel mundial? ¿Por qué?

Por lo que he podido indagar y comparar con otros países, el Perú fue el país que menos recurrió al sector privado – léase empresas – para confrontar la pandemia. El Estado, sólo el Estado, y nadie más que el Estado debía actuar frente a la pandemia. El resto… inmovilización social y confinamiento total. #YoMeQuedoEnCasa. ¡Absurdo!

Efectivamente, nuestro Gobierno fue el que estableció la cuarentena más radical del mundo en materia empresarial, al inicio de la pandemia. Todas las empresas mineras, pesqueras, industriales, constructoras, hoteleras, restaurantes, cines… todas tuvieron que parar compulsivamente, por disposición del Estado. Las únicas excepciones fueron la agricultura, algunos comercios, la salud, y unos cuantos servicios básicos más.

Sigamos escarbando. ¿Cuál fue la región a la que mejor le fue – económicamente – en el 2020? Según un reciente informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Ica fue la región que registró menos pobreza a nivel nacional. Objetivamente – según el INEI – Ica tiene menos pobreza que regiones como Arequipa, Piura, La libertad, incluso Lima Metropolitana. Y ni qué decir si nos comparamos con la pobreza en regiones de la Sierra y Selva del país.

La pregunta es ¿cómo así Ica registró la menor pobreza del país? Y la respuesta es obvia: por sus empresas y sus trabajadores. Y particularmente por su agricultura exportadora, la cual – gracias a Dios – no paró por la pandemia.

Entonces ¿por qué las protestas contra las agroexportadoras de Ica en diciembre pasado? ¿Por qué el presidente Sagasti – feliz – derogó raudamente la Ley de Promoción Agraria, que tanto empleo formal y desarrollo social había generado desde su promulgación en el año 2000?

Atemos cabos. El común denominador detrás de toda esta – aparente – insensatez es la fobia empresarial de parte de nuestras autoridades, secundada – valgan verdades – por algunos periodistas, académicos, políticos, y demás.

Por ello, precisamente – por la fobia empresarial – el Gobierno dispuso la paralización total de actividades empresariales que bien pudieron operar normalmente siguiendo los protocolos de seguridad por todos conocidos: distanciamiento social, protección facial y lavado de manos. Por ello – porque las aborrece – el Gobierno desestimó el ofrecimiento de numerosas empresas de realizar pruebas moleculares de COVID a sus trabajadores. Por ello – al inicio de la pandemia – el Gobierno rechazó los ofrecimientos de algunas empresas textiles de fabricar mascarillas, prendas de vestir y sábanas para uso hospitalario. Y también por ello – en el colmo del estatismo retrógrado y acomplejado – el Gobierno rechazó ofrecimientos de oxígeno y compra de vacunas por parte de empresas mineras.

¡Cuánta pobreza, cuánto odio, cuánta injusticia, cuánta envidia, cuánta muerte nos está trayendo el estatismo a los peruanos! Lampadia




Sin medias tintas frente al estatismo y el totalitarismo

Sin medias tintas frente al estatismo y el totalitarismo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 16 de abril de 2021
Para Lampadia

El estatismo y el totalitarismo – aquí y en todo el mundo – suelen ser hermanos de la corrupción y la barbarie. Van de la mano. Son como el hambre y la necesidad. Los unos no existen sin los otros. El estatismo, el totalitarismo, la corrupción y la barbarie viven en simbiosis… los unos se alimentan y protegen entre sí. Y lo que es peor, el estatismo y el totalitarismo siempre se perpetúan en el poder. Y con ellos desaparecen las libertades, y el poder se ejerce sin divisiones ni restricciones. ¡Chau democracia!

Ejemplos tenemos muchos, pero aquí van los más conocidos y emblemáticos de la historia moderna: la Unión Soviética con Stalin, Alemania con Hitler, España con Franco, Italia con Mussolini, China con Mao, Camboya con Pol Pot, Corea del Norte con Kim Il Sung. Y aquí en el barrio tenemos los casos de Cuba con Fidel Castro y Venezuela con Chávez y Maduro.

Como se ve, hay estatismos y totalitarismos de derecha y de izquierda. El problema es que cada cual es más pernicioso que el otro. Todos son corruptos, arbitrarios y empobrecedores. Todos son abusivos, criminales y hambreadores. Todos son elitistas, clientelistas e ineficientes. La pregunta es ¿queremos los peruanos un totalitarismo estatista como aquellos?

Repito. El estatismo y el totalitarismo siempre degeneran en corrupción y barbarie. Y como se ha visto a lo largo de la historia, las poblaciones de aquellos regímenes se empobrecen hasta el extremo de la hambruna. Por ello, los venezolanos salen masivamente de su país. ¡No tienen qué comer! ¡Lo han perdido todo! ¡No tienen futuro!

El estatismo y el totalitarismo acaban con las libertades, empezando con la libertad de prensa y opinión. Acaban con la propiedad privada. Y con ello desaparecen la iniciativa y creatividad de las personas. Con el estatismo y el totalitarismo desaparece también el principio de la igualdad ante la ley. Y se acaba la democracia y los derechos de las personas.

Nadie niega que haya corrupción y pobreza – y mil males más – en democracias como la nuestra. El punto es que sólo en democracia podemos aspirar a corregir dichas lacras e injusticias. Sólo con libertad de prensa y opinión se puede conocer la verdad. En tiranía es imposible. En tiranía, la verdad es la verdad del tirano. El tirano piensa por el pueblo, no deja pensar al pueblo. Por ello – y por muchas cosas más – no debemos andar con medias tintas frente al estatismo y el totalitarismo.

OTRO SÍ DIGO: Dialogar, consensuar y tolerar son cosas buenas. En realidad, son tres grandes virtudes. Sin embargo, hay casos en que los diálogos resultan una pérdida de tiempo, consensuar se torna imposible, y tolerar – en vez de una virtud – es una muestra de debilidad. Efectivamente, existen diálogos de sordos, consensos utópicos, y tolerancias permisivas. Ese es el caso cuando están de por medio el estatismo y el totalitarismo… por ejemplo.

Efectivamente

  • ¿cómo dialogar con los propulsores de más estatismo del que tenemos en nuestro país, si tenemos un Estado fallido por donde se le mire?
  • ¿Acaso no estamos carentes de agua, salud, educación y seguridad?
  • ¿Acaso no tenemos que recurrir a gobiernos extranjeros para construir hospitales, carreteras y recintos deportivos, ya que nuestro Estado es incapaz de hacerlo de manera eficiente y honesta?
  • ¿Cuándo – a lo largo de la historia – el Estado peruano ha sido eficiente y servicial, de cara a la ciudadanía?

¿Para qué – entonces – quieren algunos estatizar aún más la economía del Perú? ¿Qué tienen los estatistas peruanos en la cabeza? Lampadia




Palabras demonizadas por la retórica estatista

Palabras demonizadas por la retórica estatista

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 29 de enero de 2021
Para Lampadia

El estatismo está rondando nuevamente por el ambiente. La retórica de los estatistas es inconfundible. La demonización – o satanización – de ciertas palabras los delata. Esa es su función… de eso viven. Lo hacen en las escuelas y universidades. La prensa y las redes sociales – salvo escasas excepciones – son sus medios de difusión favoritos. Se expresan también a través del cine, el teatro, y la literatura. Algunos confunden el estatismo con el socialismo, o la izquierda política. Pero no… todos tenemos algo de izquierda o de socialismo.

El estatismo – en cambio – es dogmático, intolerante, cínico, indolente, abusivo, ineficiente, híper burocrático, y… 100% corrupto. No hay estatismo que no termine en tiranía elitista, empobrecimiento generalizado, y violencia. ¿Acaso no fue eso lo que vivimos en los años 70´s y 80´s en nuestro país? Por ello muchos peruanos tenemos razones – más que suficientes – para detestar el estatismo. Sobre todo, los mayores.

La principal función del Estado debe ser administrar justicia y mantener el orden público. A ese respecto, el Estado es fundamental para garantizar el acceso a la salud y educación de todos los peruanos. Sobre todo, de los más pobres. Eso es justicia. En ese sentido – que quede claro – el Estado es indispensable para la vida civilizada de todo país. El tema es su rol… y su tamaño.

El problema de los estatistas es que quieren un Estado que todo lo haga y que todo lo dirija. Para muestra un botón… el pésimo manejo de la pandemia – y la economía – de parte de nuestro Estado que se cree todopoderoso.

Los no-estatistas queremos un Estado que se limite a sus funciones básicas: justicia, seguridad, salud, educación, infraestructura… y paremos de contar. Y que sea eficiente y liberador del talento y la energía de la ciudadanía, en ambiente de libertad.

Bueno pues, volviendo al tema de la demonización – o satanización – de ciertas palabras por parte de los estatistas, aquí va una lista parcial de ellas. “Empresa” por ejemplo. “Empresa Privada” para ser preciso. Los estatistas se erizan con la palabra “Empresa Privada”. Para ellos, las empresas privadas son sólo los empresarios… y punto. Y olvidan que las empresas son también los trabajadores… y sus clientes… y sus proveedores… y los trabajadores de sus proveedores… y los tributos… y sus entornos sociales.

Los estatistas aborrecen también las palabras como “Intermediarios” y “Services”. – Hay que eliminar los intermediarios y los services – predican por todos lados los estatistas, cuando no se dan cuenta que sin ellos el mercado se tornaría inviable. Es decir, los infinitos bienes y servicios que proveen las empresas jamás llegarían a los consumidores, sin la intervención de los intermediarios y los services.

Por otro lado… ¡ni mencionar la palabra “Libre Mercado” o – peor aún – “Iniciativa Privada”! Se desquician. Los estatistas quieren que el Estado produzca todos los bienes y servicios que requiere la ciudadanía, y que todo lo dirija. Incluso, que fije los “precios justos” … ¡como si eso fuera posible!

Las palabras “Meritocracia” y “Flexibilidad Laboral” les produce sarpullido. Para los estatistas, los conceptos de productividad y eficiencia no cuentan para nada. Su slogan favorito es – a igual función, igual remuneración –. Incluso, han llegado al extremo de inventar el “Trabajo Hereditario”. Es decir, si el padre – o la madre – se jubila, enferma, o muere… el puesto lo hereda el hijo. Pues bien, esto – que parece una locura – ocurre en SEDAPAL… una empresa estatal. (Me salió un verso sin esfuerzo).

Y así por el estilo. Los estatistas han demonizado muchas palabras que no tienen – en sí mismas – nada de malo. Incluso, han llegado al extremo de demonizar actividades como la minería, la agroexportación, las AFP´s, y hasta las farmacias y clínicas privadas.

CONSEJO FINAL. ¡Tengamos mucho cuidado con los estatistas! Nos pueden llevar nuevamente a la ruina… como en los 70´s y 80´s. Entonces para detectar un estatista – que no es lo mismo que un estadista – basta ver su reacción al mencionar las palabras mencionadas anteriormente. Si se erizan, se desquician, o les sale sarpullido cuando se les mencionan las palabras en cuestión – incuestionablemente… valga la redundancia – son estatistas. Y con los estatistas… ¡a la distancia! Lampadia




En 1895 Argentina tuvo el PBI per cápita más alto del mundo, ¿qué salió mal?

A fines del siglo XIX, Argentina tenía el PBI per cápita más alto del mundo, seguido por Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda.

Pero en 1945 llegó al poder el General Juan Domingo Perón quién instaló el estatismo, el déficit fiscal y la inflación, llevando a Argentina a una fracción del PBI per cápita de EEUU.

La herencia del peronismo no deja, hasta estos días, que Argentina construya su potencial de desarrollo. Pasa de crisis en crisis, siempre dando saltos atrás, como parece será en las próximas elecciones con los Fernández-Fernández del peronismo duro y corrupto.

Veamos la nota de Marcelo Duclos sobre como Argentina perdió el tren del desarrollo, convirtiéndose en el ejemplo perfecto del des-desarrollo.

Por Marcelo Duclos
INFOBAE
17 de abril de 2018

 

 

 

 

 

Es sabido que hacia finales del siglo XIX Argentina había logrado posicionarse como uno de los países más ricos del planeta. A la hora de elegir, por aquellos años, un destino para emigrar, daba exactamente lo mismo ir a Nueva York o a Buenos Aires. Muchas familias que salían de Europa u Oriente Medio quedaron divididas entre Estados Unidos y Argentina, ya que un destino u otro se podía decidir a partir de un boleto más económico o a un horario de salida del barco.

Se ubica ese proceso virtuoso entre 1880 y 1940, años en que la mayoría de inmigrantes decidieron que Argentina sería un buen lugar para vivir, con oportunidades laborales, paz, libertad religiosa y un porvenir para la familia.

Los recién llegados seguramente no imaginaron que el “sueño argentino” se convertiría en la realidad muy pronto. De la mano del esfuerzo y el trabajo la mayoría se convirtió en propietarios y comerciantes exitosos. Pero probablemente lo más difícil de advertir era que todo quedaría en la nada. Que ese crecimiento se estancó y que el país que se convirtió en una potencia desarrollada, en un par de décadas pasó a ser el único caso de estudio de “desdesarrollo”, como alternativa a los países desarrollados, en desarrollo y no desarrollados.

Lo que siempre se comentó acerca de la opulencia argentina de aquellos años era que el país se encontraba en una élite de cinco países de posición privilegiada. Sin embargo, una actualización del Maddison Historical Statistics reveló que en 1895 y 1896 Argentina no era uno de los países más ricos, sino el número uno, con el PBI per cápita más alto del mundo.

Los siguientes puestos fueron para Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda.

El historiador económico Angus Maddison (1926-2010) se dedicó a recolectar los datos para la realización de estadísticas, con importantes investigaciones, sobre todo previas a 1960. Luego de su muerte, la Universidad de Groningen continuó con su legado con el “Proyecto Maddison”.

¿Cómo se explica el éxito?

Luego de la Revolución de Mayo en 1810 y la Independencia en 1816, Argentina no pudo encontrar fácilmente un modelo de prosperidad. Luego de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas, y su derrocamiento en la Batalla de Caseros (1852), el país tomó el proyecto de Constitución de Juan Bautista Alberdi (1853/60), de clara orientación liberal. El nuevo marco político y legal fue proinmigración, defendió la libre empresa, mantuvo al Estado apartado del desarrollo productivo y se limitó a ofrecer el marco jurídico apropiado dentro de un Estado de derecho. Los resultados en materia de atracción de inmigrantes, en crecimiento, desarrollo económico y ahora en estadísticas son tan claros, que no merecen ninguna explicación. La relación entre las políticas aplicadas y los resultados son tan evidentes como el caso opuesto en la Venezuela actual.

¿Cómo se explica la decadencia?

Como hacen falta pocos años para cosechar buenos resultados, también en poco tiempo se puede arruinar un proceso virtuoso. Luego de las tres presidencias constitucionales, producto de elecciones libres y democráticas, en 1930 Argentina sufre su primer golpe de Estado militar. El daño institucional fue aún mayor cuando la Corte Suprema de Justicia de entonces avaló la figura del gobierno de facto que cortó con la democracia incipiente. Luego de la lucha entre radicales y conservadores, un nuevo alzamiento militar en 1945 terminó con la llegada de Juan Domingo Perón al año siguiente a la presidencia.

Allí se cambió la Constitución, que pasó de un modelo liberal a desconocer la inviolabilidad de la propiedad privada, en el marco de un fascismo inspirado en el modelo italiano de Benito Mussolini. Luego del golpe que derrocó a Perón en 1955, ya la Constitución que se puso en vigencia era un híbrido entre las de Alberdi y Perón. Aunque estaba el espíritu liberal de los Artículos 14 y 19 , apareció el 14 bis con los “derechos sociales”, herencia del peronismo.

A partir de ese momento todo fue estatismo, crisis de déficit, inflación y parches insuficientes que se convirtieron en soluciones tan precarias como contraproducentes en el largo plazo. La solución para el futuro, aunque resulte paradójico, está en los libros de historia. La única diferencia con relación al boom que vivió la Argentina fundacional con el que puede venir en el futuro, es que la tecnología y la globalización podrían hacerlo mucho más fácil, rápido, sencillo y exponencial.

¿Es demasiado tarde para retomar el rumbo?

Si no nos conformamos con la nostalgia y queremos aprovechar las oportunidades y potenciales que tenemos para volver a ser, debemos tener en claro el camino, con la misma claridad conceptual de un Alberdi o un Sarmiento, que hasta se daban el lujo de pelearse entre ellos. Cuando vemos las discusiones y las aptitudes intelectuales de nuestra clase política actual, el panorama parece sombrío.

La Argentina de hoy nos muestra una discusión entre una oposición que propone la más impúdica decadencia y un oficialismo que manifiesta buenas intenciones y poco más, porque considera que no es momento político de algo mínimamente más audaz. Julio Argentino Roca, que se le plantó a la Iglesia Católica en 1884 para quitarle el registro de personas y crear un registro civil laico, se revuelca en la tumba. Las autoridades de hoy le tienen más temor al sindicato docente que lo que en su momento le tuvieron los héroes de la patria al ejército de Rosas.

Seguramente las dos primeras asignaturas que tenemos son las de poner el Estado en su lugar y cambiar la concepción acerca del comercio. Dejar de mirar el libre intercambio (interno y externo) como algo digno de sospecha y abrazarlo como un salvavidas en aguas profundas, porque es lo que es.

Cuando un trabajador pueda pasar por la puerta de un comercio que tenga en su vidriera el famoso letrero de “Se necesita personal” para ingresar y trabajar, y se pueda emprender y producir sin la pesada carga gubernamental, volveremos a ser lo que fuimos… y más. Lampadia




Zapatero a tus zapatos

Zapatero a tus zapatos

Sobre la desbarrada del ministro de justicia

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

“Es necesaria la presencia del Estado en algunas “actividades estratégicas”.

“Me parece que podemos ver el tema de los servicios públicos, y que el Estado tenga injerencia en algunos servicios públicos”.

“El Estado debería tener participación en la actividad petrolera o minera, lo dejo ahí, como una interrogante”.

Mencionó que “no se le debe tener miedo al Estado empresario”, pues hay –aseguró- “experiencias gratas” que generan recursos al país.

Hay algunas actividades como la productiva minera, que podría ser un sector en el que podrían entrar. Momentos antes había mencionado a la actividad petrolera.

También considera al tema portuario como una actividad estratégica para el país.

“Revisemos desde un punto estratégico, desde la región, en el que el Estado debe tener una empresa aérea”.

Declaraciones de Vicente Zeballos, Ministro de Justicia y Derechos Humanos. GESTIÓN, 03 de junio, 2019 – Glosado

Estas declaraciones del ministro Zeballos son una barbaridad. El presidente Vizcarra se ha visto forzado a declarar en sentido contrario:

El presidente de la República calificó como una “opinión personal” lo expresado por el ministro de Justicia, Vicente Zeballos de que el “Estado tenga injerencia en algunos servicios públicos”.

“La política económica de nuestro país está claramente definida. Como Gobierno no hemos tomado ninguna decisión al respecto”, argumentó desde Tacna.

Es una opinión de carácter personal que respetamos; pero ahorita lo que estamos viendo es el tema legal y en eso sí, el Minjus representa la opinión del Gobierno peruano, por ejemplo, en los temas legales o políticos, pero en el tema económico no hay una posición del Gobierno y por el contrario (el modelo económico) se mantiene”, manifestó.

Gestión – Glosado

Pero el daño está hecho. La agenda está abierta. Y la única manera de cerrar el tema es retirar a Zeballos del ministerio.

Así empiezan las maniobras políticas. Así empezó, con una pregunta ‘inocente’ de una encuestadora irresponsable, el tema del cierre del Congreso que ahora nos embarga.

Esperamos que esto no quede en solo lo dicho. Esperamos mayor contundencia y liderazgo. De lo contrario no podemos estar seguros de que la tesis esgrimida con tanto desenfado por el ministro Zeballos no forme parte del ‘pensamiento Vizcarra’.

Veamos que implica un eventual retorno al estatismo:

“Ahora que el ministro Zeballos plantea regresar al Estado empresario, veamos cómo le fue antes.

Esto es lo que perdieron las empresas públicas X año, en % del PBI.

Si el Estado no puede dar adecuadamente agua, seguridad o salud, ¿qué nos hace pensar que puede gestionar una aerolínea??”

Tweet de Diego Macera (Gerente General del IPE)

En diciembre de 2010, escribí en Diario 16: ¡Que buena década! – ¡Queremos otra!

“Todos los peruanos mayores tenemos apreciaciones y recuerdos de lo que han sido las últimas cinco décadas, desde 1960 al 2010, (…) La última década está terminando en condiciones extraordinarias. A pesar de que ésta se inició con problemas muy graves, políticos, institucionales, sociales y económicos, los logros de los últimos años están marcando toda la década, y hasta los últimos veinte años, de un halo que los peruanos no conocíamos.

(…) nuestra realidad de estancamiento de décadas, nos han hecho vivir mirando siempre el lado vacío del vaso. Es hora de mirar el lado lleno. Esta década está terminando de marcar nuestra transición desde una sociedad cerrada, estancada, a una sociedad abierta, de crecimiento.

  • Estamos empezando a dejar atrás las actitudes del modelo mental ganar-perder, la suma cero, y adoptando las del modelo ganar-ganar, la suma positiva.
  • Nuestros ciudadanos están pasando del oportunismo a la confianza en sí mismos,
  • Nuestros empresarios están terminando de transitar del mercantilismo a la competencia,
  • Nuestros políticos, hay nuestros políticos, todavía muy pocos se alejan de la demagogia, el populismo, y el cortoplacismo, y pasan a la visión de futuro y la concordancia entre palabra y obra.

Quiero enfatizar que aún estamos lejos de resolver nuestros grandes problemas institucionales, sociales y económicos, pero si antes, la posibilidad de enfrentarlos y resolverlos, era una ilusión, un sueño o una promesa, hoy está en nuestras capacidades, hoy podemos dar un gran salto adelante para superarlos.

Por fin estamos aprendiendo a crear riqueza, base esencial del bienestar, estamos viendo cómo, con la inversión privada que se multiplica a lo largo y ancho del país, junto con la inversión pública en las regiones, que se hace posible gracias al crecimiento de la economía, se empieza a transformar nuestro perfil, y lo que es más importante, empieza a cambiar el sentimiento nacional.

(…) Este nuevo sentimiento, esta posibilidad de pararnos frente a la historia, no para reclamarle nada, sino para conquistar nuestro futuro, con inteligencia, esfuerzo, imaginación y compromiso; está hoy día en el Perú real, en las mentes de nuestros ciudadanos, especialmente en los jóvenes, y en nuestros empresarios. Miremos el lado lleno del vaso”.

Gracias a la Constitución de 1993, pudimos recuperar al Perú de ser un Estado fallido, veamos ‘Las cifras de la prosperidad’.

El Estado no puede cumplir con sus funciones básicas en educación, salud, seguridad e inversión pública. Todavía tenemos dos ejemplos vivos de empresas públicas que causan mucho daño, como son Petroperú y Sedapal. Hoy día adolecemos de limitaciones graves en la lucha contra la anemia, la inseguridad civil y la reconstrucción del norte. Es una locura querer un Estado empresario. ¡Zapatero a tus zapatos!

El estatismo es la puerta más corta al estancamiento económico y la disfuncionalidad social. Los peruanos lo hemos superado con gran sufrimiento, no volvamos a caer en la misma trampa.

¡Queremos otro ministro de Justicia! Lampadia




Venezuela Hora Cero

La crisis económica y política de Venezuela no ha disminuido, más bien empeora día a día. Es una crisis humanitaria que está condenando a muerte a muchísimos venezolanos, especialmente infantes y adultos mayores. La escasez de lo más elemental es generalizada, empezando por alimentos y medicinas. La hiperinflación agrava la miseria aceleradamente y ya se ha desatado una migración imparable, que está dejando sin servicios a los que no pueden migrar, creando además, una serie de problemas en los países vecinos, que se ven forzados a abrir los brazos a gente que ya no tiene más opciones de vida.

Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, a diciembre del 2017, en el Perú ya habíamos recibido unos 115,000 venezolanos. Sin embargo, muchos de ellos solo están aquí ‘de paso’, pues según sus declaraciones, tienen como último destino a Chile y Argentina. “Así como el Perú es un país de acogida, también es un país de tránsito”, explicó Eduardo Sevilla Echevarría, Superintendente Nacional de Migraciones. Estos 115 mil venezolanos están en calidad migratoria de turista y, de esa cifra, 31,300 se han acogido a un Permiso Temporal de Permanencia (PTP).

La siguiente inconografía publicada por La Nación de Argentina, muestra el destino de la diáspora venezolana:

Fuente: La Nación de Argentina

Nosotros tenemos que darles la mano a nuestros vecinos que están sufriendo una crisis humanitaria que ya está siendo comparada por la CNN como equivalente a la crisis migratoria de Siria. Felizmente, nuestra política ha sido particularmente atractiva para los migrantes que buscan oportunidades económicas, pero también para el estatus legal que es difícil de adquirir en otros lugares, ya que (a diferencia del Perú), otros países de la región están poniendo cada vez más las restricciones a los venezolanos, especialmente Colombia, el más cercano, que ya alberga más de medio millón de refugiados.

En general, los peruanos tendemos a darles la bienvenida a los inmigrantes, una actitud probablemente adquirida por nuestros recuerdos de haber vivido un período de conflicto interno e hiperinflación, y una emigración que se llevó el 10% de nuestra población. Hay 3  millones de peruanos en el exterior, y durante el auge petrolero de Venezuela, miles de técnicos y profesionales peruanos se mudaron a Caracas y se establecieron allí, formando familias de doble ciudadanía. Estos hombres y mujeres fueron ahora los primeros en regresar al Perú.

El País: Miles de venezolanos cruzaban la frontera hacia Colombia, en julio del año pasado. 
Fuente: GEORGE CASTELLANO AFP

Como dice Sevilla, “El Perú ha sido, es y será siempre un pueblo hospitalario. Tenemos 3 millones de peruanos en el exterior. ¿Se imaginan ustedes alguna señal, alguna muestra (de rechazo) a alguno de esos 3 millones en los distintos países del mundo? Que los afecte, que trascienda por los medios y las noticias… La tolerancia, el pluralismo y el diálogo va al compás de los tiempos modernos”. Y tal solidaridad y tolerancia les brinda a los venezolanos un sentido de pertenencia, estén donde estén, y las fuerzas para seguir adelante a pesar de haber abandonado su hogar.

La situación de desabastecimiento que vive el país vecino llevó a que más de 200.000 personas cruzaran la frontera el fin de semana pasado en busca de víveres y medicinas. Foto: Juan Pablo Bayona

Lamentablemente, hay casos de discursos xenofóbicos, como el de Fernando Vivas en su columna de El Comercio, en la que propone restringir el ingreso de venezolanos porque son “más blancos y atractivos que el peruano promedio”, lo que generaría discriminación en contra de los peruanos. Un argumento ridículo. Más bien, al día siguiente Mariátegui respondió diciendo que “Tu postura ayer en tu columna de EC de restringir el ingreso de venezolanos porque son “blancos” es digna de Antauro Humala o su excéntrico viejo. (…) Venezuela SÍ nos abrió las puertas en los horripilantes 70 y 80. Es más, yo viví un tiempito allá en 1998 y era uno de los poquísimos países del mundo que nos recibían a los apestados peruanos con las puertas abiertas en aquel entonces”.

Más allá de las columnas de opinión, desde el lado de nuestra política interna, también se aprecian comentarios negativos hacia la aceptación de más venezolanos, marcadamente así, por parte de las izquierdas, con mucho énfasis en el sur del país. Por ejemplo, el congresista Apaza tuvo el muy desatinado comentario de que se debe restringir el ingreso de los venezolanos porque les estarían quitando empleos a los peruanos.

Curioso fenómeno, las izquierdas, que defendieron ciegamente a Chávez y ahora a Maduro, prefieren que los venezolanos vivan su suplicio allende nuestras fronteras, y que no los tengamos en el Perú, como testimonios vivientes del clamoroso fracaso del socialismo y el estatismo que siguen persiguiendo imponernos.

Los testigos del fracaso del socialismo y el estatismo

Los venezolanos que están en el Perú, ya sea que trabajen de vendedores ambulantes, en los micros, en restaurantes o en cualquier otra posición, están dando sus testimonios sobre las empobrecedoras políticas del régimen cubano chavista en Venezuela. Muestran con escándalo los billetes de alta denominación de Bolívares, que valen menos que el papel en que están impresos (cómo nuestros antiguos Intis de García I), y transmiten el rechazo absoluto a las políticas que nuestros izquierdistas planean imponernos a los peruanos, si les damos la oportunidad de gobernar.

Como hemos publicado en varias ocasiones, la crisis humanitaria y política a la que se enfrenta Venezuela, ha sido labrada a pulso por los crímenes de ‘leso gobierno’ del chavismo. Además, de destrozar el país, Venezuela se dio el lujo de usar parte importante de sus recursos para mantener la caduca dictadura cubana, varios pequeños países de Centro América y el Caribe y, de financiar a partidos izquierdistas de la región con sus ínfulas del ‘socialismo del siglo xxi y el albismo.

Esta lastimosa experiencia, de un querido país sudamericano, es una dura lección sobre las consecuencias de sus políticas dirigidas a capturar todo el poder dizque ‘en pro de los pobres’ y, según los resultados, a entronizar un odioso nivel de corrupción. No podemos dejar de preguntarnos cómo es posible que la izquierda peruana, cegada por su obsoleta ideología, tenga cara para seguir apoyando uno de los peores, o el peor, gobierno de la historia latinoamericana.

Recordemos que economía de Venezuela continúa colapsando. Se espera que la inflación alcance 13,000% este año. La escasez absoluta deja las tiendas vacías, y muchos hospitales están mal equipados para tratar incluso los problemas básicos. La malnutrición está aumentando y algunos padres que no pueden alimentar a sus hijos los han entregado a orfanatos. La violencia es generalizada y las fuerzas de seguridad han sido acusadas de ejecuciones extrajudiciales y otros abusos. Se dice que el venezolano promedio ha bajado un promedio de 9 kilos de peso en los últimos tiempos.

Hasta hace pocos meses, la población venezolana estaba en las calles dando la batalla para sacar a Maduro. Como dijimos en Lampadia, es poco probable que el pueblo venezolano gane esta batalla sin apoyo externo. Lamentablemente, si no se cambia el régimen pronto, se consolidará en el poder, el ‘Eje Cuba-Venezuela’, controlado por tres mafias (como dice Moisés Naim), el narcotráfico, los cubanos, y los corruptos militares venezolanos. Ese nefasto ‘eje’ hará todo lo posible por extender su influencia a todo Sudamérica, y representa una amenaza que debe ser eliminada cuanto antes.

A pesar del inmenso rechazo popular al régimen, se espera que Maduro retenga el poder en las elecciones del 22 de abril, que, desde ya, están plagadas de irregularidades y fraude. Y es que, como dijo Roger Santodomingo, ex chavista y autor de ‘De verde a Maduro’, en una entrevista en El Comercio: “Maduro no va a dejar el poder por las buenas (…) Maduro se ha convertido en el dictador más cruel de la historia venezolana y ha durado más de lo que cualquiera podía haber esperado.”

A pesar de la desastrosa crisis humanitaria, y la exacerbación de la violencia del gobierno, es bastante claro que el ‘Eje-Cuba-Venezuela’ se está consolidando. Más vale que vayamos pensando en nuevas formas de combatir y derrocar al detestable régimen que ha hecho casa en el país de nuestros hermanos venezolanos. Ver en Lampadia: No permitamos la consolidación del ‘Eje Cuba-Venezuela’.

Acá no queda otra cosa que superar la actual política internacional hacia Venezuela, basada en el ‘appeasement’ (el síndrome de Chamberlain en el Reino Unido en los albores de la Segunda Guerra Mundial), y recordar la visión de Churchill, que logró, en soledad, enfrentar a Hitler y reconquistar la libertad. Hay momentos en que la vida nos pone ante disyuntivas muy difíciles, pero nunca se debe salir de ellas, por el engañoso camino del apaciguamiento de los monstruos.  Lampadia




Nueva Constitución nos llevaría al estatismo empobrecedor

Nueva Constitución nos llevaría al estatismo empobrecedor

La candidata del Frente Amplio (FA), Verónika Mendoza (VM), al estilo de los países del ALBA, ha propuesto implantar una nueva constitución a través del Parlamento o la acción popular, del mismo modo que el radical reo candidato Gregorio Santos. Curiosamente, el candidato de Acción Popular, Alfredo Barnechea, juega con la idea de “otro modelo”, sumándose así  a este tipo de propuestas, que invocan el respaldo falaz de encuestas mal hechas, que transmiten la falsa sensación de una población que estaría optando por cambios radicales y no por cambios en la calidad de los servicios del Estado, empezando por seguridad ciudadana y combate efectivo de la corrupción. 

Comandante Chávez anunciando a la población victoria de la nueva Carta Magna – 1999 (C0rreo del Orinoco)

Mendoza lleva de candidato a la primera vicepresidencia al ex cura Marco Arana y en su equipo a gente que representa una visión estatista y expresa una oposición abierta a la inversión privada, especialmente contra la minería. Arana y Santos, en consonancia y competencia, fueron los responsables de las asonadas anti mineras contra el proyecto de Conga en Cajamarca, con lo cual no solo condenaron a esa magnífica región a la mayor pobreza del país, sino que también arrinconaron al gobierno, que desde entonces no ha sido capaz de proteger los proyectos de inversión. Por su lado Barnechea parece por momentos haber regresionado a las ideas que dieron luz al Acción Popular Socialista de fines de los 60,  que terminó traicionando al propio Belaunde, sumándose a los planteamientos con los que se ilusionó en la dictadura militar.

Esta gente no quiere entender que los países que han logrado la prosperidad, lo han hecho promoviendo sectores privados pujantes e innovadores que han multiplicado la inversión de emprendimientos pequeños y grandes sin las trabas burocráticas e ideológicas que han paralizado la inversión en el Perú los últimos años. Nuestro propio país es un testimonio formidable de los impactos positivos de la inversión privada en la economía y las condiciones sociales. Después de superar treinta años de parálisis por el estatismo militar y su cola democrática con Belaunde-2 y García-1, las dimensiones del Perú cambiaron a la fórmula: 90-90-90.

90-90-90, porque aproximadamente el 90% del empleo, la inversión y los ingresos fiscales, los generó el nuevo sector privado que pudo hacer la verdadera gran transformación desde el estancamiento hasta el crecimiento con reducción de la pobreza y la desigualdad. Por lo tanto, quienes pretendan gobernar o medir el país con los instrumentos del siglo pasado, sólo nos llevarán a un estrepitoso fracaso.

Sin embargo, más allá de los verdaderos enfoques políticos de las izquierdas tradicionales, transparentados en el debate presidencial del domingo pasado, pareciera que después del mismo, habrían reparado que desde el punto de vista de la campaña (no de los planes de gobierno), de las acciones tácticas, no sería conveniente seguir hablando de cambiar la Constitución.

Es así que al día siguiente (lunes), un economista del FA, de visión estatista, que cree en el ‘poder’ del Estado para resolver todos los problemas del país, Oscar Dancourt, enfatizó en el programa la Hora N que para hacer los cambios económicos que plantea (salvo en lo relativo a la nacionalización de la ‘molécula’ de gas, un ejemplo de  renacionalización de los recursos naturales), no se necesitaría cambiar la Constitución. El martes, otro conspicuo miembro del FA (de las canteras de Tierra y Libertad de Arana), en el programa De las 5 a las 7,  de RPP, le echó agua fría al pedido de una nueva Constitución, como una evidente corrección táctica, sin cambiar  la esencia de sus ideas.

Lo que es más, la propia candidata del FA, Verónika Mendoza, al día siguiente del debate, cambió el contenido de su discurso, dejó de hablar del cambio de Constitución, y pasó a ofrecer una “revolución productiva y educativa”, con la eficiencia de un cassette recién grabado.

Pero debe  señalarse  que una revolución productiva es imposible de realizarse con un cambio de Constitución. En otras palabras, un cambio de Constitución paralizaría la producción del país por lo menos por dos años. Durante ese tiempo se debatiría y procesaría la nueva carta, y nadie podría invertir con un horizonte de mediano plazo, sin conocer el ambiente normativo futuro.

Un ejemplo reciente y cercano de cómo el anuncio de una nueva Constitución paraliza la inversión, es el caso de Chile, donde Bachelet-2 incorporó el planteamiento a su programa de gobierno. Ver: Una agenda anti inversión, Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido y Diálogo de Conversos.

El FA ha caído, pues, en una trampa estratégica. Por un lado habla de revolución productiva (a pesar de descartar el desarrollo de los grandes proyectos) y por otro amenaza con una nueva Constitución que nos paralizaría por lo menos por dos años y que muy probablemente ampliaría de manera considerable el espacio de inversión para el  Estado,  terminando por inhibir para siempre una inversión privada dinámica e innovadora.

Más claro ni el agua: un eventual gobierno del FA desestabilizaría al país, regresaríamos a la falta de inversión, a industrias locales protegidas que nos endilgarían productos caros y de mala calidad, para beneficio de los productores amigos del régimen, la escasez y las colas. Eso sí, habría mucho trabajo en el Estado, en las agencias reguladores, ministerios y nuevas empresas públicas, donde los miembros de las cúpulas de la izquierda tradicional y los profesionales que no pudieron prosperar compitiendo en el sector privado, serían nuestros nuevos ‘señores feudales’.

¿Es esto lo que necesitan nuestros jóvenes? ¿Queremos que nuestros hijos y nietos  tengan que migrar a un EEUU más reacio a la migración, ya no a hacer la América, sino a ser ciudadanos de segunda clase? Lampadia  




El espíritu emprendedor en el Perú y Latinoamérica

El espíritu emprendedor en el Perú y Latinoamérica

Actualmente, una gran mayoría de los jóvenes optan por convertirse en empresarios por una variedad de razones. De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor, casi dos de cada tres empresarios latinoamericanos son impulsados por oportunidad y no por necesidad.

En el CADE Universitario 2014, más del 90% de los jóvenes afirmaron su deseo de ser empresarios. Sin embargo, la mayoría de los candidatos solo hablan de lo que puede o debe hacer el Estado. Sin privilegiar la consolidación de una economía de mercado y promover la inversión privada, los jóvenes no encontrarán el espacio para luchar por sus sueños. Por esa razón el voto debe ser una elección consiente y responsable más que una reacción emotiva a las propuestas populistas de candidatos que no entienden el Perú.

Desde hace muchos años, los peruanos han desarrollado actividades emprendedoras, probablemente como un refugio a la falta de empleo tradicional en el sector privado y en el sector público. El sector privado, minimizado y el sector público quebrado, desde los años 60 hasta inicios de los años 90, por el torpe estatismo socialista de la dictadura.

Así se consolidó el sector emergente, que alberga mucha informalidad y desarrolla sus actividades con una productividad muy baja. Por estas razones, mucho de su realidad no aparece en las estadísticas oficiales y no se incluye en las encuestas como la que comentamos líneas abajo.

Por ejemplo, la empresa Silicon Technology del clúster de ATEM en Los Olivos, desarrolló un simulador del rayo atmosférico para probar la resistencia de aisladores de alta tensión y transformadores que se producen en dicho clúster. este desarrollo acaba de ser reconocido por el establishment peruano y hace pocos días se ha anunciado la certificación de Silicon Technology como CITE de Energía.

La región de América Latina y el Caribe está evolucionando y tomando un papel más protagónico en las nuevas empresas lideradas por jóvenes. Ahora es la segunda región más emprendedora en el mundo. Cuatro de cada 10 jóvenes de América Latina tienen el deseo de convertirse en un empresario.

En toda América Latina hay un esfuerzo concertado para crear este tipo de cultura de emprendimiento. Endeavor Global, una iniciativa empresarial privada, ha estado tratando de establecer las bases para esto. Se ha reunido los líderes de negocios en conjunto de toda América Latina para formar una red de apoyo que ayude a las empresas a crecer y luego se hace un intercambio en el cual estas empresas ofrecen la misma ayuda a los nuevos emprendedores que comienzan sus propias empresas o start ups.

Según una reciente encuesta del Global Entrepreneurship Monitor, el 69.4% de los peruanos dicen tener las habilidades y experiencia para iniciar un negocio. Aún así, el 29.1% no emprenden una iniciativa de negocio por miedo a fracasar, a pesar de que el 62.3% de la población ve buenas oportunidades para iniciar un negocio en el lugar donde viven.

Las actitudes y percepciones hacia la iniciativa empresarial en el Perú se han incrementado y más del 80% lo ven como una buena elección de carrera. Sin embargo, a pesar de tener objetivos ambiciosos, los indicadores han sido bajos. Sólo el 7.3% de los empresarios tienen expectativas de crecimiento del empleo, el 14.5% propone una nueva combinación de producto / mercado y sólo el 0.49% planea invertir en los sectores de alta tecnología.

Intenciones Emprendedoras- Encuesta de 2015

Fuente: Global Entrepreneurship Monitor

Según los expertos entrevistados por GEM, los tres factores más importantes que influyen positivamente la iniciativa empresarial en el Perú son el clima económico, las normas culturales y sociales y el apoyo financiero.

El buen clima económico ha sido percibido como el principal impulsor de la iniciativa empresarial en el Perú. “Esto converge con una mayor difusión de la cultura empresarial en los medios de comunicación y espacios sociales. A su vez, la afluencia de fuentes más grandes y diversas de la financiación para los empresarios ha permitido la creación de nuevas empresas.”

Por otro lado, los factores principales que limitan el espíritu empresarial son las trabas políticas-burocráticas del gobierno, la falta de apoyo financiero por parte del gobierno y la falta de educación empresarial.

Durante 2014, los expertos señalaron que las políticas públicas, especialmente las relacionadas con la obtención de licencias y los impuestos siguen siendo los principales obstáculos para el dinamismo empresarial. Además, las fuentes de financiación suficientes para el capital inicial y las deficiencias en la educación básica no sólo impiden que las personas inicien negocios, sino también crean un impacto negativo en la performance de este tipo de empresas.

Según un blog del BID, En búsqueda del tesoro escondido: el potencial de las startups en América Latina, “el foco de una política pública orientada al modelo startup debe dirigirse a generar un espacio, un ecosistema de innovación y emprendimiento, en el que se encuentren las ideas, los inversores, los técnicos, y el mercado. A nivel mundial, Silicon Valley fue eso: un espacio geográfico de encuentro. A nivel regional el ejemplo más avanzado es el chileno, con el proyecto Startup Chile.”

En el Perú, las iniciativas recién están empezando. En 2014, el Ministerio de Educación puso en marcha el nuevo plan nacional de educación básica e incorporó la actividad empresarial como un tema fundamental. Esto permitirá que los niños de 3 años puedan empezar de manera temprana a desarrollar habilidades empresariales.

En julio de 2014, el gobierno emitió una ley que establece medidas fiscales, la simplificación de los procedimientos y permisos para la promoción y revitalización de la inversión en el país, fomentando la creación y crecimiento de nuevas empresas.

Además, noviembre fue declarado el “mes de la iniciativa empresarial” y con la participación de 53 instituciones del gobierno, se puso en marcha la iniciativa Emprende Perú, un calendario de actividades y eventos para crear conciencia y promover la cultura empresarial en la población, con más de 100 eventos en todo el país.

Todavía hay mucho por hacer en términos de aliviar la carga burocrática de los que empiezan un negocio. Hay un renovado impulso a la mejora de la calidad de la educación, pero todavía es insuficiente. El modelo educativo debe fomentar la creatividad y la innovación, pero sobre todo, promover el desarrollo de una mentalidad empresarial.

Según The Entrepreneurship Ecosystem Strategy as a New Paradigm for Economic Policy: Principles for Cultivating Entrepreneurship, la estrategia de fomento al emprendimiento innovador debe contar con dos ingredientes: responder y ajustarse a la forma cómo piensan y trabajan los emprendedores innovadores y apoyar el desarrollo del marco institucional público y privado requerido para ello.

A nivel regional, todavía estamos atrasados. Un Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd) realizado por el Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem, programa pionero sobre desarrollo emprendedor e innovación en América Latina) afirma que la ´Copa América’ del emprendimiento se la lleva Chile y que el podio de los Top 5 lo completan Costa Rica, Brasil, Argentina y Colombia. Pero, en palabras del Prodem, “ningún país de la región clasifica a la Copa del Mundo, porque se ubican de mitad de tabla para abajo.”

El panorama de condiciones sistémicas en la región ofrece contrapuntos. El desafío consiste en generar el momentum redoblando la apuesta por el emprendimiento y la innovación para dar un salto de calidad. Hay que tener en cuenta la realidad de cada país, dado que existen ecosistemas nacientes, infantes y adolescentes, así como otros que deben retomar su proceso madurativo. El ICSEd-Prodem es una herramienta que, además de identificar las grandes tendencias regionales, puede ser muy valiosa para trabajar en la construcción de hojas de ruta en cada país.

A medida que las economías basadas en recursos se vuelvan competitivas y avanzan en su desarrollo, y la productividad y los salarios se incrementan, transitarán hacia la eficiencia, mientras que las economías  basadas en eficiencia deben potenciar el emprendimiento por oportunidad para poder llegar a la fase de innovación.

Como hemos indicado líneas arriba, en el Perú tenemos muchos ciudadanos en el mundo emprendedor que no llegan a niveles de productividad que les permita acumular capital. Uno de los grandes retos vinculados a esta situación, es formalizar el empleo y el trabajo. Tenemos que tomar decisiones efectivas para ayudarlos a salir adelante. Lampadia




Se hunde el barco de Cristina Kirchner

Se hunde el barco de Cristina Kirchner

Conocidos los resultados de las elecciones legislativas en Argentina, nada favorables para el kirchnerismo, que ha perdido en 12 de los 24 distritos, entre los cuales están los cinco más poblados del país. Si bien el kirchnerismo mantiene aún la mayoría absoluta en el parlamento, ha perdido los dos tercios que necesitaba para una reforma constitucional que le permitiría a Cristina Fernández de Kirchner postular a una segunda reelección en el 2015.

Quien parece ser el gran triunfador de la jornada es el peronista disidente Sergio Massa, del nuevo Frente Renovador. Luego de ser Jefe del Gabinete de Ministros de Kirchner durante dos años, decidió apartarse del kirchnerismopara postular a la Cámara de Diputados. Massaobtuvo el 44% de los votos en la provincia de Buenos Aires, que representa el 37% del electorado, y se perfila como un candidato fuerte para las próximas elecciones presidenciales.

A esto se suma la victoria del partido opositor (Pro) Propuesta Republicana en la Ciudad de Buenos Aires. Mauricio Macri, líder del partido y actual jefe de gobierno de la ciudad,  aprovechó la ocasión para lanzar su candidatura presidencial, presentándose como una alternativa a los partidos populistas tradicionales.

Esto parece ser el comienzo del fin para el modelo estatista-autoritario de Kirchner, cuyas políticas intervencionistas han sumido a Argentina en la inflación, la escasez y la deuda. De las restricciones aduaneras a los agricultores al control cambiario y a la estatización de Repsol, parece que no se cansaran de golpear a la economía de su país. Incluso José Mujica, presidente de Uruguay,con larga trayectoria socialista, ha criticado la política económica de Kirchner y la ha calificado de “proyecto autárquico”.

La falta de transparencia de las estadísticas nacionales hace  que sea extremadamente difícil conocer con exactitud la magnitud de los problemas de la economía argentina. Las proyecciones de crecimiento del PBI presentadas el mes pasado por el gobierno arrojaban un 5.1%. Sin embargo, el sector privado lo estimó en 2.8%. Por tanto, un análisis detallado de la economía argentina resulta sumamente complicado y es merecedor de una línea de investigación propia. No en vano dos economistas argentinos del MIT (Massachusetts Institute of Technology) desarrollaron el proyecto “The BillionPrices Project”, con el fin de establecer índices de precios alternativos a los oficiales.

Sin embargo, ni siquiera los índices alternativos escapan de las políticas surrealistas de Kirchner. La publicación inglesa The Economist calcula desde 1986 un indicador llamado el Big Mac Index para medir qué tan sobrevaluada está una moneda. Consiste en dividir el precio de una hamburguesa Big Mac en un país (en dólares) entre el precio de la misma hamburguesa en Nueva York, para establecer un proxi de tipo de cambio de mercado. En 2011, cuando este índice empezó a mostrar una gran discrepancia respecto a la tasa de inflación oficial (19% contra 10%), el gobierno argentino decidió tomar cartas en el asunto y controlar el precio de la Big Mac para ocultar la inflación. No es broma.

Argentina está negociando un crédito de US$ 10,000 millones con la China para fortalecer  sus reservas internacionales. A Kirchner se le hunde el barco, y al parecer sus acrobacias demagógicas no logran ya ocultar el desastre económiconirestablecer su popularidad: casi el 60% de argentinos desaprueba su gestión. La debacle electoral de Kirchner no es sino la expresión del colapso económico general de Argentina, asesorada ahora por el economista heterodoxo Daniel Carbonetto, muy conocido en el Perú por el desastre económico del primer gobierno de García.Esto es una prueba fehaciente de que las políticas proteccionistas y autoritarias no son sostenibles en el largo plazo.