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Vuelco electoral en España

Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia

Las elecciones municipales y autonómicas que se han llevado a cabo en España el 28 de abril han sido un tremendo varapalo tanto para el PSOE como para los partidos situados a su izquierda y un éxito rotundo para la derecha española que ha conquistado la mayor parte de las alcaldías y de las Comunidades Autónomas que estaban en juego.

El mapa político español se ha teñido de azul (color del Partido Popular) en su casi totalidad ya que los socialistas pierden al menos 6 Comunidades Autónomas y mucho poder municipal. Madrid se mantiene en manos del Partido Popular, tanto en la alcaldía como la Comunidad Autónoma, solo que esta vez con mayoría absoluta en ambos casos. Los socialistas mejoran en Cataluña y se mantienen en el País Vasco, pero pierden su antiguo feudo, Andalucía, e incluso ciudades emblemáticas como Sevilla. El PP gobernará, solo o en coalición, en Aragón, Baleares, Cantabria, Valencia, Extremadura, la Rioja, Murcia y Madrid.

La respuesta a esta debacle por parte del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, no se ha hecho esperar. Primero declaró que asumía “en primera persona los resultados” para después lanzar una bomba: la del adelanto de las elecciones generales al 23 de julio. La derecha no tendrá tiempo para regocijarse de su victoria porque tendrá que entrar en campaña electoral mañana mismo.

El órdago que ha lanzado Sánchez es muy arriesgado pero ha preferido coger al toro por los cuernos y lanzarse al ruedo en caliente, justo después de la derrota, que terminar los 6 meses que le quedan de mandato. La reacción del líder del PP, Nuñez Feijóo, ante el adelanto electoral ha sido la de decir: “mejor cuanto antes” y la de Vox de celebrar el adelanto electoral.

Si el PP llega al poder es gracias a que la dinámica de bloques le ha sido favorable. Hoy en día ni el PP ni el PSOE pueden gobernar en solitario porque los resultados se miden a nivel de bloque no de partido. Lo primero que jugó a favor del PP fue que consiguió disminuir la dispersión del voto de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) al absorber a Ciudadanos que desaparece del mapa político. Esto le permitió obtener el 31.50 % de los sufragios (3% más que el PSOE) y convertirse en el primer partido con 800,000 votos más que el PSOE.

Lo segundo fue que Vox tuvo unos excelentes resultados. Obtuvo un 7.2% de los votos lo que lo consagra como la tercera fuerza política española. Además, tiene la llave de la gobernabilidad en la mayoría de las alcaldías y Comunidades Autónomas ya que el PP necesita de su apoyo para gobernar.

Frente a un bloque de la derecha cohesionado y potente, el PSOE se encontró con que su bloque estaba debilitado por pugnas y divisiones   internas en los partidos situados a su izquierda, al punto que no siempre consiguieron entrar en los parlamentos autonómicos (por no superar la barrera del 5%.) Además, una parte del electorado del PSOE no se movilizó. El partido perdió 400,000 votos en relación con las elecciones municipales del 2019. División y desmovilización, fueron letales para el PSOE.

La izquierda ha mostrado tener una gran capacidad de autodestrucción. Para Sánchez gobernar con Podemos fue siempre muy complicado. En su afán por desmarcarse del PSOE, criticaban al propio gobierno de coalición como si ellos no fueran parte del gobierno. Además, la iniciativa de Yolanda Díaz (vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo) de crear una plataforma que uniera a los diversos partidos de izquierda llamada Sumar, no hizo sino ahondar las diferencias. Se creó una rivalidad entre Sumar y Podemos que dio una muy mala imagen de esta izquierda.

Sánchez también pagó un alto precio por seguir teniendo el apoyo parlamentario de los independentistas catalanes. No les dio lo que más ansiaban, el referéndum de autodeterminación, pero indultó a los cabecillas del independentismo y modificó la ley sobre sedición y malversación, lo que le acarreó un gran desgaste político. A todo ello se sumó las desavenencias con Podemos por “la ley del sí es sí” cuyos efectos no deseados Podemos se negaba testarudamente a modificar. Y, por último, en la recta final de la campaña, Bildu (que apoya al gobierno) presentó en sus listas ¡a cuarenta ex terroristas! Esto y un escándalo de compras de votos por correo dio la puntilla al bloque de la izquierda.

Ahora Nuñez Feijóo pide “una mayoría clara, incontestable y contundente para iniciar un nuevo rumbo”. Lampadia




“La marea azul cubrió España ayer”

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 29 de Mayo del 2023

“La ultraizquierda de Podemos ha sido reducida a su mínima expresión y ese desastre llamado Ada Colau no retendrá la alcaldía de Barcelona’’.

Ayer la derecha barrió en España en municipalidades y autonomías (equivalentes a nuestras regiones). Ojo que no es alcalde o gobernante autonómico quien queda primero en votos, sino lo es aquel que logra obtener o armar una mayoría de concejales o consejeros autonómicos (se replica el parlamentarismo).

No solo el Partido Popular arrasó con su marea azul en Madrid y Andalucía con mayoría absoluta, sino que ganó también en Valencia, Sevilla, Baleares y Aragón y en estos momentos está peleando la simbólica Castilla La Mancha, que es otro bastión socialista.

Al verde Vox no le ha ido nada mal, pues ha duplicado sus votos ediles (ha crecido sorprendentemente en Cataluña) y va a cogobernar con el PP en varias localidades. Otras buenas noticias son que la ultraizquierda de Podemos ha sido reducida a su mínima expresión y que ese desastre llamado Ada Colau no retendrá la alcaldía de Barcelona, que se ha deteriorado mucho con su pésima gestión.

Lo que sí preocupa es la buena votación del partido marxista-independentista Bildu, la cara política de los terroristas de ETA, en el País Vasco. Han ganado Vitoria y son segundos en Bilbao y San Sebastián.

La otra elección clave ayer fue Turquía, donde el “electarado” más alejado de su parte europea, moderna y laica (Estambul) ha vuelto a reelegir al matón de Erdogan en una segunda vuelta.

Lamentablemente, Anatolia (que es la parte asiática turca, islámica, conservadora) ha prevalecido. De todas formas, Erdogan ya había retenido la mayoría parlamentaria, por lo que a la oposición —unida solo para las elecciones, pero variopinta— le habría sido muy difícil gobernar.

Lo bueno es que la economía ya está reventando por culpa de las barbaridades de Erdogan y este va a sufrir el inminente colapso económico que se avecina. Porque la izquierda y el populismo destrozan la economía, a la derecha le toca solucionarla y luego le echan la culpa del ajuste necesario a esta última, quedando como la mala de la película ante el “electarado”.




Moción de censura de Vox

Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia

El partido ultraderechista Vox ha presentado, por segunda vez en esta legislatura, una moción de censura contra el gobierno de coalición que preside el socialista Pedro Sánchez, con el objeto de convocar elecciones generales anticipadas. ¿Qué lectura se puede sacar de esta moción de censura?

Vox mostró una vez más su soledad parlamentaria. Solo consiguió el voto a favor de sus 52 diputados y uno del Grupo Mixto. Es decir, que ni los otros partidos que quieren echar a Sánchez del poder votan con Vox.

Vox ha aparecido como un partido frívolo que lleva a cabo una moción de censura sin respetar la Constitución. En España la moción de censura no es solo un instrumento para tumbarse al gobierno. Tiene que ser constructiva, es decir, contar con un candidato a la Presidencia del Gobierno que presente un proyecto de gobierno alternativo. Vox no cumplió con ese precepto constitucional porque su candidato, el profesor Ramón Tamames, no presentó ningún plan de gobierno, lo que fue muy criticado por la mayoría de las fuerzas políticas.

Tamames parecía descolocado, fuera de órbita, un hombre de otra época. Economista de reconocido prestigio, fue comunista y estuvo encarcelado por Franco. A través de los años fue virando hacia la derecha y ahora, a los 89 años, aceptó ser candidato a la presidencia del gobierno en esta moción de censura de la ultraderecha. Se le reprochó tanto su viraje radical (“Quienes firman su moción son los hijos y los nietos de los que lo encarcelaron”) como el no haber trabajado lo suficiente su discurso de candidato (“Su discurso es válido para una cervecita”) y, sobre todo, su revisionismo histórico de la guerra civil española ya que dijo que se inició con la República en 1934 y no en 1936 con el golpe de Estado de Franco, para concluir diciendo que en los dos bandos se cometieron atrocidades. En política exterior sorprendió que dijera: “¿Qué es hoy la Unión Europea? ¿Ha venido hoy Estados Unidos a traernos la guerra de Ucrania y tendrá que venir China a salvarnos de la guerra de Ucrania?”.

El Partido Popular trató a Vox con guantes blancos. Esta vez no hubo ni rastro del discurso belicoso de Casado contra Abascal durante la primera moción de censura. Tampoco el PP votó en contra como lo hizo entonces, sino que se abstuvo. En mayo hay elecciones municipales y autonómicas y a fin de año elecciones generales. El PP sabe que pude tener que gobernar en Alcaldías y Ayuntamientos con Vox. Es un socio incómodo al que hay que sortear lo mejor posible.

El líder del PP, Feijóo, no se presentó en el hemiciclo. Dado que Feijóo no es diputado no hubiera podido tomar la palabra, pero siendo senador podía haber estado presente. Su ausencia fue clamorosa y muy comentada.  

Vox quiso llamar la atención, pero posiblemente no consiga aumentar el número de sus votantes. Ha caído a un 10% en intención de voto y su líder, Abascal, debió de pensar que montando un show en el Congreso atraería a votantes del PP. Pero dada la falta de contenido de la moción de censura es dudoso que lo haya conseguido. Abascal no ha hecho más que repetir el mensaje ultra de siempre y su candidato, Tamames, no ha estado a la altura.

La moción de censura ha sido un bumerang porque permitió a la coalición gubernamental salir reforzada con 201 votos en contra de la moción de censura. El gobierno de coalición acababa de pasar por sus horas más bajas debido a la negativa de Podemos a hacer una modificación en la “ley de sí es sí” que, debido a un fallo técnico, facilitó la excarcelación o la disminución de penas de violadores. El PSOE terminó votando con el PP dicha modificación lo que estuvo a punto de romper la coalición. Pero esta moción ha vuelto a unir al PSOE con Podemos.

Además, la vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz, presentó en el hemiciclo las grandes líneas de su proyecto político “Sumar”, con el que pretende reunir a todos los partidos que se sitúan a la izquierda del PSOE en una plataforma única. Su proyecto tienta a muchos, pero Podemos considera que puede perder influencia si no llegan a acuerdos previos. Hay que recordar que Yolanda Díaz no es de Podemos sino de Izquierda Unida. Para Sánchez es fundamental que los partidos que se encuentran a su izquierda se entiendan y vayan unidos a las urnas porque si esta izquierda se debilita podría no tener suficientes apoyos para gobernar.

Se puede concluir que la moción de censura ha sido un fracaso total porque el gobierno sale reforzado. Por si fuera poco, le ha permitido a Sánchez dar el pistoletazo de salida de la campaña electoral recordando todos los logros de su coalición durante los últimos 3 años. Lampadia




LAS LUCHAS DE SÁNCHEZ

Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia

El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es un luchador nato. Si no lo fuera, hace tiempo que se lo hubieran comido vivo porque tiene que lidiar con Unidas Podemos, partido con el que gobierna en coalición y con el que está a veces en desacuerdo; con los partidos que lo apoyan desde el exterior: independentistas catalanes (ERC), nacionalistas vascos (PNV) y EH Bildu (ex etarras) que son difíciles de contentar y, por supuesto, con la virulenta oposición política y mediática a su gobierno no solo por parte del Partido Popular (PP) sino también del partido ultraderechista Vox.

La coyuntura no lo ha ayudado. Después del Covid, la guerra de Ucrania fue la puntilla. Sin embargo, Sánchez ha respondido a los desafíos planteados por la guerra tanto en política exterior como en política interior sin que le tiemble el pulso.

La política exterior de Sánchez es muy simple: sigue a rajatabla las directrices de la Unión Europea y de la OTAN. Es un aliado a prueba de balas. Hablar inglés lo ayuda y se mueve como un pez en el agua por los pasillos de Bruselas, sede de la Unión Europea. Los españoles han entendido que quien manda en la economía es Bruselas y que Sánchez consigue arrancar todo lo que pide.

España ha sido el primero en recibir las cuantiosas ayudas europeas y, cuando el precio del gas y de la electricidad se disparó como consecuencia de la guerra de Ucrania, consiguió la excepción ibérica (que fija un tope al precio del gas y abarca a España y Portugal) gracias a la cual la factura de los hogares españoles disminuyó. Fue su idea, se la aprobaron y funciona.

Con Macron, quiere construir un corredor de energía verde llamado BarMar que conectaría Barcelona con Marsella, así como Zamora (España) con Celorico da Beira (Portugal) y transportaría hidrógeno y gas lo que permitiría a España posicionarse en el terreno energético.

En política interior, Pedro Sánchez ha tomado decisiones osadas. Decidió aumentar los impuestos a las energéticas (que se habían lucrado con el alza vertiginosa de los precios del gas y de la electricidad), a la banca y a las grandes fortunas. Estas cuestiones eran polémicas y generaron conflicto, pero se mantuvo impertérrito.

Por si fuera poco, después de haber indultado a los líderes independentistas (que ya habían pasado tres años en la cárcel condenados por sedición) ahora decide suprimir el delito de sedición del Código Penal, penado hasta con 15 años de cárcel, y sustituirlo por el de “desórdenes públicos agravados” penado con un máximo de 5 años de cárcel. El delito de sedición no figuraba en los ordenamientos jurídicos de los países vecinos razón por la que España no consiguió que extraditaran ni a Puigdemont ni a su séquito, pero podría conseguirlo con “desórdenes públicos agravados”.

Pero la supresión de la sedición ha generado una auténtica tormenta política que le puede costar caro electoralmente al PSOE. El Partido Popular lo califica de “traición” y promete volver al delito de sedición si gana las próximas elecciones. Para la derecha española, la única arma que debe ser utilizada contra los independentistas catalanes es la represión. Para Sánchez es el diálogo. Y le está funcionando ya que la tensión ha disminuido considerablemente en Cataluña; el rey puede ir a Barcelona sin que haya alboroto (algo impensable hace unos años) y el apoyo popular a la independencia está en declive.

El próximo año será un año electoral ya que habrá elecciones municipales, autonómicas y generales. Como acaban de aprobarse los presupuestos del 2023 ya es un hecho que el gobierno de Sánchez llegará hasta el final de la presente legislatura. Incluso el PSOE podría ganar las próximas elecciones dado que, pasada la luna de miel inicial, la figura del líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, está perdiendo fuelle. Además, el haber conseguido controlar la inflación que generó la guerra puede ser de ayuda. España empezó siendo el país que tenía la inflación más alta de la Unión Europea (más del 10%) y ahora es el que la tiene más baja (en torno al 7%).

También está perdiendo fuelle la Presidenta del PP de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso. Se enfrenta a huelgas y a manifestaciones multitudinarias por haber gestionado con la mano izquierda los problemas de la Sanidad Pública de Madrid, tema muy sensible para los españoles. Y estos errores de Ayuso salpican al PP.

El 2023 va a ser el año de Sánchez. Acaba de ser elegido Presidente de la Internacional Socialista y será el Presidente de la Unión Europea durante el segundo semestre del 2023. Ambas cosas dan poder y visibilidad en los medios de comunicación. Son un buen arranque para un año electoral.




Amenazas a la democracia

Amenazas a la democracia

Leopoldo López encarcelado y maltratado por el régimen corrupto del socialismo del siglo XXI en Venezuela, se presentó en Lima.

Hoy está refugiado en España, desde donde llegó al Perú para tener dificultades con migraciones en el aeropuerto de Lima. Gracias a la intervención del Canciller Allan Wagner, López pudo asistir al evento sobre las amenazas para la democracia.

Leopoldo López dio un testimonio descarnado sobre la maldad y ensañamiento del régimen chavista con sus propios ciudadanos, y nos advirtió con toda claridad que tratemos de evitar repetir la historia de Venezuela de los últimos 20 años.

Recomendamos ver la presentación de López en el siguiente enlace:




La ayuda de España hacia la región

La ayuda de España hacia la región

Recientemente el gobierno de España viene compartiendo sus experiencias en el manejo de la pandemia con los líderes políticos de nuestra región, a la vez que ata cabos para unificar la ayuda internacional hacia esta parte del mundo, un imperativo muy necesario para nuestro país, donde los bonos y las colocaciones de préstamos del Reactiva aún no dan abasto a todo el universo de hogares y empresas más afectadas por la crisis.

Como publicó recientemente The Economist en un artículo que compartimos líneas abajo, la importancia de esta iniciativa no solo es grande por la alta fragilidad de los sistemas sanitarios e informalidad de las economías latinoamericanas sino porque estas se encuentran altamente fragmentadas a nivel político, sin un rumbo claro que permita generar consensos en torno a la lucha contra el covid.

Lamentablemente, como señala el popular medio británico estos esfuerzos también se ven limitados por factores ideológicos de la misma alianza socialista liderada por Pedro Sánchez, la cual se ha hecho muchas veces de la vista gorda con los abusos cometidos por el régimen dictatorial de Maduro en Venezuela. Por su parte, la presencia de un populista como AMLO en México, que exacerba los prejuicios entre ambos bloques alegando a un conflicto de hace medio milenio, tampoco ayudan a un buen relacionamiento.

Más allá de estos impasses igual consideramos que toda ayuda hacia la región por parte de países que llevan más tiempo lidiando con esta crisis son siempre positivas y bienvenidas. Esperamos pues que las disputas políticas no limiten a las autoridades españolas a demostrar todo el expertise que han aprendido en estos duros meses de pandemia, cuyo alcance no tiene límites en el mundo. Lampadia

La complicada relación de España con América Latina

El antiguo poder colonial quiere jugar un papel útil, pero socava su propia influencia

The Economist
11 de julio, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Han ganado pocos titulares y apenas se han notado incluso en España. Pero en las últimas semanas, el gobierno español ha organizado seis reuniones ministeriales virtuales con sus homólogos en América Latina para compartir experiencias sobre cómo enfrentar la pandemia que ha afectado tanto a sus países. Estas reuniones culminaron en una reunión de video el 24 de junio en la que se unieron nueve presidentes a Pedro Sánchez, el primer ministro de España. Acordaron trabajar juntos para tratar de asegurar que las instituciones financieras internacionales tengan más dinero para prestar a América Latina mientras lucha por apoyar sus economías.

Este es un capítulo nuevo y útil en una relación que a menudo ha prometido más de lo que ha entregado. En muchos sentidos, España y América Latina están cerca. Comparten lazos de idioma, cultura e historia (aunque esto no se aplica en la misma medida al Brasil de habla portuguesa). Pero el diálogo político entre ellos ha tenido altibajos en los últimos 40 años. La transición de España a la democracia a fines de la década de 1970 influyó en América Latina, ya que también sacudió la dictadura. Felipe González, primer ministro socialista de España de 1982 a 1996, forjó lazos estrechos con los líderes de la región. Junto con México, en 1991, España lanzó la primera de las cumbres regulares “iberoamericanas”, que también incluyen a Portugal. Las empresas españolas se amontonaron en América Latina, a menudo comprando empresas privatizadas. En 2005, España estableció una secretaría iberoamericana (conocida como SEGIB) para implementar iniciativas acordadas en las cumbres.

Es un equipo discreto que hace cosas útiles, como organizar la portabilidad de los títulos profesionales y la seguridad social, y actúa como vehículo para proyectos de ayuda a pequeña escala por un valor de € 23 millones (US$ 26 millones) al año, a los que los países contribuyen como ellos desean. De una manera modesta, funciona.

Para América Latina, donde EEUU y China cobran gran importancia, los lazos con España son una forma de diversificar las amistades. El corazón de la oferta política de España a América Latina es presentarse como el defensor de la región en Bruselas, lo que aumenta su propio peso allí. De hecho, los grandes países como Brasil y Argentina a menudo no necesitan un intermediario. Pero España fue importante para aliviar los requisitos de visa para el área Schengen para los latinoamericanos y para cerrar un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, el bloque con base en Brasil y Argentina. En mayo, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, organizó con Josep Borrell, su predecesor que ahora es el jefe de política exterior de la UE, una exitosa conferencia de donantes para apoyar las necesidades de los migrantes venezolanos.

Pero el pasado arroja una sombra. Cuando el año pasado el presidente populista de México, Andrés Manuel López Obrador, exigió que España se disculpara por su invasión de 1519, los españoles se enojaron mientras que muchos latinoamericanos vitorearon en privado. Diplomáticos latinoamericanos dicen que España tiende a dar por sentada la región. SEGIB a veces ha parecido un vehículo a través del cual externalizar la política hacia la región, o no tener una. Una vez un gran donante para América Latina, España recortó la ayuda al desarrollo después de su depresión económica de 2009-12. Algunas de sus compañías ahora se están retirando de América Latina.

El mayor fracaso diplomático de España ha sido la caída de Venezuela en la dictadura bajo Nicolás Maduro. Se dejó a Noruega tratar de negociar un acuerdo el año pasado entre el gobierno y la oposición. España se ve obstaculizada por los disparates de José Luis Rodríguez Zapatero, un ex primer ministro socialista, que afirma ser un mediador en Venezuela. La oposición del país lo considera un títere para Maduro. Gracias a Zapatero, España “ha perdido mucho prestigio”, dice un ex canciller latinoamericano. Podemos, el miembro de extrema izquierda de la coalición de Sánchez, también es amigable con el régimen de Maduro. Por lo tanto, la política interna socava la diplomacia española en uno de los temas más importantes en una región que, según afirma, es una prioridad.

Rebeca Grynspan, la jefa de SEGIB, señala que las cumbres iberoamericanas son el único lugar donde todos los gobiernos de América Latina se sientan juntos. Eso refleja una región que está más dividida que durante décadas, en la que los presidentes de Argentina y Brasil no se hablan entre sí y sobre lo que a López Obrador no le importa. Es un incumplimiento del deber que los líderes de América Latina no hayan logrado llegar a una posición conjunta sobre muchos de los problemas apremiantes de la región, comenzando por cómo obtener apoyo internacional para reconstruir sus economías. Para el crédito de España, al menos en eso, ha entrado en esta ruptura. Lampadia




Pactar contra el gobierno y luego contra el Estado

Pactar contra el gobierno y luego contra el Estado

Fausto Salinas Lóvon
Desde Cusco
Exclusivo de Lampadia

Pablo Casado, líder del Partido Popular español, le ha dicho a Pedro Sánchez, el líder socialista recientemente investido como Jefe de Gobierno de ese país, que primero pactó con independentistas, antimonárquicos y comunistas para censurar a Mariano Rajoy y que ahora, para conseguir la investidura y perpetuarse en el poder ha pactado con estos mismos para destruir o censurar al Estado español, poniéndolo a merced de los independentistas, los republicanos y los comunistas. Lo más grave es que Pablo Casado ha revelado que este pacto, que podría convertir a España en un archipiélago de regiones intrascendentes en el contexto europeo y mundial, no era la única alternativa con la cual contaba el socialista para llegar al gobierno, ya que el  Partido Popular y Ciudadanos (las dos formaciones de centro y centro derecha) le habían ofrecido un acuerdo de Gobierno sobre la base de 11 pactos de Estado para España que hubieran permitido mantener la unidad española y evitar convertir a comunistas e independentistas en los protagonistas de la destrucción del Reino Español.

Santiago Abascal, el líder de VOX, ha calificado nítidamente el gobierno de Sánchez, como un gobierno surgido de la mentira y el fraude.

Tanto Casado, como Abascal se encuentran a más de 9,000 km de distancia del Perú, sin embargo, ¿sus afirmaciones son ajenas a la realidad política latinoamericana?

Para nada.

Lo que está ocurriendo en España tiene que ver directamente con lo que sucede en América Latina o, mejor dicho, es consecuencia de lo que sucede en esta parte del mundo. El populismo es un producto de exportación latinoamericana que esta semana ha llegado por fin al poder en España, colocando a Pablo Iglesias, el líder de PODEMOS como vice presidente de ese país.  4 años atrás, habíamos dicho: “es posible afirmar que no estamos ante una propuesta novedosa para el electorado español, ya que se trata simplemente de un comunismo travestido y de la mera importación a España del populismo autoritario de izquierda que han impulsado Hugo Chávez en Venezuela y sus secuaces en Ecuador, Cuba, Argentina y Bolivia.” https://lampadia.com/opiniones/fausto-salinas-lovon/podemos-exportar-el-populismo/

Lo que ocurre en España está directamente vinculado a lo que sucede en Bolivia, donde diplomáticos españoles del gobierno de coalición PSOE – PODEMOS han pretendido extraer por la fuerza a ex miembros del gobierno de Evo Morales que se hallan asilados en la residencia de la embajada mejicana y conocen las relaciones, los recursos y los vínculos de Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Monedero y otros miembros de la cúpula de ese partido, con el dinero sucio de Venezuela y Bolivia.

El pacto contra el Estado en España que denuncia con mucha nitidez la derecha y centro derecha españolas tendrá consecuencias en la posición de ese país frente a Venezuela y no será de extrañar que muy pronto tenga que honrar sus deudas con el chavismo y entreguen a Leopoldo López, actualmente asilado en la embajada española de Caracas, para que vuelva a prisión en VENEZUELA.

Lo que sucede ahora en España lo estamos viendo también en los últimos años en el Perú. Vimos cómo se pactó para censurar primero al gobierno y a renglón seguido, como se pacta para destruir el Estado con tal de mantenerse en el poder. El pacto contra el gobierno parece ser solamente el primer paso en un propósito mayor, la destrucción del Estado y sus instituciones.

Martín Vizcarra, que parece ser también en medio de su indefinición política un émulo de Sánchez en nuestro país, primero pactó con fujimoristas y los del partido de la “plata como cancha” para traicionar a su mentor PPK y desembarcarlo del gobierno en marzo del 2018. Pactó en contra de su propio gobierno, al cual había llegado como vicepresidente y Jefe de Campaña. Luego pactó con la izquierda para traicionar el programa que había ganado las elecciones y pasó a gobernar con anti mineros, con gobernadores regionales ultras y con las calles, en contra de la ley y en contra de la inversión. 

Sin embargo, como ha sucedido en España, no le bastó pactar contra el gobierno. Para mantenerse en el poder y no llegar a un acuerdo político acorde al mandato electoral del 2016 que le implicaba compartir el poder (como no lo ha querido hacer Sánchez en Madrid), pactó con aquellos que buscan destruir las instituciones esenciales del Estado como la independencia de poderes, la separación de funciones, el respeto a la autonomía de los órganos constitucionales y contra la supremacía constitucional, para acabar finalmente con la Constitución y el Estado de Derecho. Destruyó la independencia de poderes con la grosera injerencia sobre la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial. Pactó para destruir la supremacía constitucional al impedir la elección del nuevo Tribunal Constitucional por parte del órgano llamado a hacerlo. Pactó para destruir la división de poderes al disolver el Congreso sin causal válida en alianza con sectores de la prensa, la izquierda radical y el aplauso de muchos.

Vizcarra, como Sánchez en España, una vez producida la elección parlamentaria que se avecina, no dudará en pactar con quienes estén en contra de la Constitución, a la cual están convirtiendo paulatinamente en la falaz enemiga con la cual confrontar. Pactará con aquellos que la quieran destruir con tal de mantenerse en el poder y seguramente forzar una reelección inconstitucional.

El reto está en impedirlo. En España, como sucede en el Perú, la complicidad de la prensa, la indiferencia de las clases medias y la actitud de los “políticamente correctos”, los ha llevado al borde del abismo. En el Perú (como en Bolivia y el resto de América Latina), donde vemos las consecuencias del populismo, estamos obligados a impedir pactos contra el Estado y la Constitución que se avecinan si los aliados de Vizcarra toman el control del Congreso este 26 de enero. De no impedirlo, nuestro destino podría ser el mismo que el de España. Lampadia




Sobre el populismo y América Latina

Entrevista de ANIMA a Alex Kaiser y Gloria Álvarez

En Espacios Inseguros, programa de discusión política español, se invitó a Alex Kaiser y Gloria Álvarez a expresar su opinión sobre el escenario político en América Latina y cómo el populismo afecta al desarrollo, no solo económico, sino integral de todo un país.

Primero tocan la situación complicada de Venezuela y cómo es muy difícil que esta se normalice por la vía pacífica, destacando las peligrosas relaciones que tiene su gobierno con figuras perniciosas como organizaciones terroristas, narcotráfico y potencias mundiales. Álvarez, particularmente, indica que lo principal es analizar qué es lo que pasará con la gente en que está en Venezuela.

En cuanto al caso de México, la reciente llegada de André Manuel Lopez Obrador no augura algún cambio positivo para su país. Prueba de esto son sus accidentadas declaraciones en su propio programa y el sentimiento paternalista que ostenta hacia las personas más pobres de su propio país. Después, se indica que estos disparates no serían lanzados inocentemente, sino que son parte de una cortina de humo mejor planeada con la que AMLO busca apartar la vista de los errores de su Gobierno; por ejemplo, la cancelación de proyectos de inversión.

Llegando al caso de Chile, Kaiser plantea las bases del desarrollo – y la alta productividad – de su país. Se resaltan algunos puntos. En primer lugar, desde su concepción, la economía chilena ha tenido un fuerte componente liberal a favor de la actividad de mercado y las libertades individuales de la población. Es así como Chile se convierte en una de las economías con mayor ingreso per cápita en el mundo emergente. Kaiser hace énfasis el componente democrático que garantizó la existencia de las instituciones, lo cual preparó el campo para un mercado sumamente eficiente. Para concluir su discurso, Kaiser resalta que el pertenecer a la cultura latinoamericana implica tener que enfrentar unos costos de transacción muy altos.

Posteriormente, los invitados resaltan los efectos negativos que han sido causados por algunas políticas asistencialistas en Argentina y Brasil. Los puntos más importantes llegan cunado Kaiser y Álvarez analizan la situación de España, de Podemos y sus políticas. Se resalta el mal manejo que se ha hecho del presupuesto fiscal en España y un pésimo sistema de distribución que no ha generado un crecimiento auspicioso en el país. Además, se brindan ciertos datos importantes para tomar en cuenta y que develan la naturaleza irregular (y hasta ilegal) del manejo de fondos del Estado por parte de los políticos españoles. También se hace hincapié en que estas ineficaces políticas tienen mella en la percepción del español hacia su Gobierno y promueven otras iniciativas más extremas como el independentismo catalán.

Finalmente, se hace una conclusión más general, con la cual se puede ver que las naturalezas populistas de distintos Gobiernos en varios países crean un sentimiento de envidia hacia el sector de la población que ha salido de la pobreza y ahora es considerado como “ricos”. Esto se ve potenciado por las trabas que imponen distintos Gobiernos al libre mercado y las colusiones que este tiene con las élites empresariales. De tal forma, el énfasis de los invitados es que uno no debería culpar a los políticos que están a cargo de las arcas del Estado, sino que deben tomar al toro por las astas y hacerse cargo de su propio destino. Esto se podría ver plasmado en el espíritu emprendedor de cada persona y su afán por entrar a competir al mercado para buscar un mayor bienestar económico. Más detalles se encuentran en la misma entrevista y se recomienda dicho material a fin de comprender mejor por qué para América Latina, y otros países del mundo, se le es tan complicado llegar a un auténtico progreso económico.

Ver:

Lampadia




Se acercan las elecciones generales en España

Conforme se aproximan las elecciones generales en España el próximo 28 de abril, se vislumbra con mayor claridad la estructura partidaria que seguirá el denominado Congreso de los Diputados.

Como se observa en el siguiente gráfico presentado por The Economist – extraído de uno de sus recientes artículos (ver artículo líneas abajo) –  el bloque de izquierda, compuesto por los partidos PSOE y Podemos, estaría obteniendo una mayoría de escaños por una leve ventaja de votos frente al bloque de derecha, compuesto por PP, Ciudadanos y Vox.

Este es un fenómeno en el que, por primera vez en mucho tiempo en la política española, se observa una marcada preferencia del votante hacia uno que otro extremo ideológico sin siquiera coquetear con el centro, ni con lineamientos que vayan acorde a este, siendo ambos grupos integrados por dos alas radicales tanto de izquierda (Podemos) como de derecha (Vox) (Ver Lampadia: La Encrucijada Española). Esto por supuesto también confirma un comportamiento promedio del votante observado en todo Europa que está caracterizado por un creciente desarraigo del bipartidismo – más pro-UE – hacia una mayor simpatía por un gran número de partidos de tendencia euroescéptica provenientes de banderas tanto socialistas como liberales (ver Lampadia: ¿Fragmentación política en Europa?). Otro fenómeno no menor que se observa también es que ninguno de los 5 partidos, analizados individualmente, obtendría una mayoría de escaños en el mencionado congreso.

¿Por qué es relevante para España este giro político tan brusco que experimentará la estructura de su congreso y qué podemos aprender de ello?

En palabras de The Economist, Ninguno tendrá nada parecido a una mayoría, por lo que las opciones serán otro gobierno minoritario de corta duración, una coalición argumentativa o, lo más probable, nuevas elecciones, la cuarta en tantos años”.

Asimismo agrega: La fragmentación política ha causado retrasos prolongados en la formación de gobiernos. Y cuando los gobiernos finalmente se forman, tienden a ser débiles, un mínimo común denominador, lo que aumenta aún más la desconfianza popular de los políticos establecidos”.

No podríamos estar más de acuerdo con tales afirmaciones. El fenómeno del gobierno minoritario es algo que también lo ha vivido recientemente nuestro país. El más claro ejemplo fue la estructura de poder heredada por los resultados de las elecciones presidenciales y congresales en el 2016. Esta se caracterizaba por contar con un gobierno con minoría en el Congreso frente a una oposición con amplia mayoría. Dada la incapacidad de conciliar una agenda de gobierno, tenemos desastrosos resultados en términos de impulso de reformas de largo plazo en temas de salud, educación y empleo, que hablan por sí solos. El hecho que nuestro país además cuente con muchos partidos políticos débiles, sin ideologías o filosofías políticas claramente definidas, no ayuda ni al debate en el diseño de buenas políticas públicas y menos a generar consensos a nivel país, lo cual redunda finalmente en gobiernos débiles.

El caso español, como finalmente comenta The Economist, podría terminar con una “parálisis política” a no ser que los españoles otorguen mayores votos al PSOE, el partido que lidera las encuestas que, mire por donde se le mire, está asociado a peligrosas ideologías, como es el socialismo progresista. Esta es una encrucijada que, lamentablemente, los españoles tendrán que enfrentar. Lampadia

¿Sin rumbo?
Más parálisis política no servirá a España

Los votantes deben dar a los socialistas una mayoría gobernante, pero es casi seguro que no lo harán

The Economist
17 de abril, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Cuando en febrero no logró aprobar su presupuesto, el primer ministro socialista de España, Pedro Sánchez, no tuvo más remedio que convocar una rápida elección. Su gobierno, de solo ocho meses, había sorprendido a muchos al durar tanto como lo hizo. Con solo el 24% de los escaños en el parlamento, pero sin aliados de coalición, cada movimiento había sido una negociación difícil. A medida que el país se dirige a las urnas el 28 de abril, las señales son que la parálisis política que ahora afecta a España solo puede empeorar. Los socialistas parecen listos para ganar la mayoría de los escaños, pero el nuevo parlamento contendrá cinco grandes partidos, gracias a la llegada del Vox ultranacionalista. Ninguno tendrá nada parecido a una mayoría, por lo que las opciones serán otro gobierno minoritario de corta duración, una coalición argumentativa o, lo más probable, nuevas elecciones, la cuarta en tantos años.

El patrón se está volviendo familiar en Europa, donde los votantes hartos han abandonado los partidos tradicionales de derecha e izquierda (pregunte a los republicanos de Francia, o a los demócratas de Italia) y optaron por una gran cantidad de nuevos grupos, algunos en cualquier extremo del espectro, otros más difíciles de precisar. La fragmentación política ha causado retrasos prolongados en la formación de gobiernos en Alemania, Italia, Suecia y Estonia en el último año. Finlandia parecía probable que esta semana fuera por el mismo camino después de su propia elección no concluyente. Y cuando los gobiernos finalmente se forman, tienden a ser débiles, un mínimo común denominador, lo que aumenta aún más la desconfianza popular de los políticos establecidos; o bien las uniones caóticas como la mezcla en Italia de la derecha nacionalista y la izquierda rebelde. Francia ha sido una excepción, pero incluso los índices de aprobación del presidente Emmanuel Macron se han reducido drásticamente.

Podría ser tentador decir que la parálisis política no es una sentencia de muerte. Mariano Rajoy, quien perdió un voto de confianza a manos de Sánchez en junio pasado, logró su propio gobierno minoritario bastante después de perder su mayoría a fines de 2015. Aunque el crecimiento ahora se ha desacelerado a un 2.1% esperado este año, fue superior. 3% en 2015, 2016 y 2017, ya que España se recuperó de manera inteligente de la interrupción de la crisis de la zona euro, al mismo tiempo que redujo su déficit presupuestario y su alta tasa de desempleo.

Pero esa recuperación fue en parte cíclica y en parte el resultado demorado de las reformas dolorosas que Rajoy promulgó antes de que su Partido Popular (PP) perdiera su mayoría. España se enfrenta a una serie de problemas complicados que un gobierno débil no podrá resolver. Para sostener el crecimiento, se necesita una reforma mucho mayor: a su sistema escolar, a sus pensiones, a su estructura política complicada y al mercado laboral, basándose en la útil labor de Rajoy. Un peligro es que un nuevo gobierno liderado por los socialistas puede optar por confiar en el partido de izquierda de Podemos, lo que frustraría parte de esta agenda y correría el riesgo de volver a aumentar el presupuesto.

El próximo gobierno también debe lidiar con la crisis en Cataluña, cuyo gobierno regional declaró su independencia luego de un referéndum inconstitucional en 2017. Rajoy, respaldado por Sánchez, respondió con una regla directa. El gobierno catalán ha sido restaurado, pero nueve de sus ex líderes están en la cárcel y están siendo juzgados por cargos que probablemente resulten en largas sentencias. Eso romperá una calma inquieta. Cataluña también acosa la formación de cualquier nuevo gobierno. Los socialistas están a favor del diálogo, pero su otro socio potencial, Ciudadanos, está intratable en contra de él, lamentablemente, ya que de otras maneras actuaría como una influencia útil pro-mercado en Sánchez.

La alternativa, una coalición de centro-derecha entre PP y Ciudadanos, es una perspectiva preocupante de otro tipo. Ofrecería a los separatistas catalanes solo una confrontación mayor, y casi seguramente necesitaría llevar a Vox al gobierno para crear una mayoría. Para un país que ha luchado tanto contra los fantasmas del nacionalismo de Franco, ese sería un paso en la dirección equivocada. Idealmente, los españoles votarían el 28 de abril por el partido de Sánchez en un número lo suficientemente grande como para que no necesitara aliados. Pero eso parece muy poco probable. Lampadia




La falla de las clases dirigentes

Una de las peores tragedias de nuestro tiempo, es el fracaso de las clases dirigentes. Algo que caracterizaba al antiguo tercer mundo, ha pasado también a caracterizar la realidad política de los países más desarrollados.

Abundan los ejemplos de líderes políticos que no tienen legitimidad y reconocimiento de parte de las poblaciones que gobiernan -calidad que tampoco pueden mostrar sus opositores, o gobernantes que han polarizado a sus pueblos y han desprestigiado la política.

Evidentemente, los casos más notorios son los de Trump en EEUU y de May en Gran Bretaña (como veremos líneas abajo), pero lo mismo se puede apreciar, entre otros, en España e Italia. El populismo se presenta por doquier, y los enfoques extremistas prevalecen.

El caso de Macron en Francia, una opción centrista que levantó las banderas del libre comercio y la globalización, se ve acosada por resistencias internas y errores de gestión. Ángela Merkel perdió el liderazgo del partido y la representación ecuménica del poder, debilitando también el centro de la política europea.

En México y Brasil se producen cambios profundos, el primero con López Obrador hacia un socialismo decimonónico y el segundo en Brasil, alejándose del socialismo y corrupción del PT de Lula y compañía, pero con un tono radical, que lleva, como en el caso de México, a tener que esperar por resultados.

En nuestro territorio, la expresión de las élites o clases dirigentes, es más la anomia, la deserción del rol de dirigencia, la falta de compromiso cívico, y el cortoplacismo de corte mercantilista.

Hace pocas semanas, en CADE 2018, dos chilenos, un senador y un empresario, sorprendieron a la audiencia mostrando el grado de compromiso cívico de la clase dirigente chilena, especialmente, el de los empresarios. Sana envidia. Ver en Lampadia: Liderazgo consciente en CADE – Compromiso Cívico.

Como se hace evidente de los distintos casos de fallas de liderazgo, ni siquiera el éxito y un alto grado de avance de una sociedad, permite la desidia y la distancia con los temas nacionales. Al menor descuido se interrumpen los procesos virtuosos. Así nos pasó en el Perú el 2011, con la elección del nacionalismo de Ollanta Humala, que desconectó los procesos de inversión y estigmatizó a los empresarios en el quehacer público.

Lo peor es que desde entonces no damos pie con bola. PPK se coqueteó con Humala-Heredia, se aconchabó con las izquierdas y todas sus ramificaciones, no enmendó el clima de inversión. Su sucesor, Martín Vizcarra, renuncio a su inicial compromiso por la concertación y se focalizó en mantener su popularidad al lado de una supuesta gestión efectiva contra la corrupción, olvidando la necesidad de mejorar los indicadores sociales y el ritmo de inversión que nos están condenando a un clima de mediocridad, abandonando la gobernanza.

Gobernanza
Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Real Academia de la Lengua

Veamos que nos dice The Economist de la falla de las élites británicas:

La elite que falló

La crisis política británica expone la insuficiencia de sus líderes

The Economist
18 de diciembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

En el último año, el cuerpo político británico soportó una sorprendente lista de males. El gabinete perdió a un secretario de Relaciones Exteriores y dos secretarios de Brexit, por no mencionar otros casos menores. El parlamento ha votado a favor del desacato del gobierno. El Partido Conservador tiene un voto de no confianza del Primer Ministro y otros heridos graves. Y esto solo va a empeorar. No hay consenso para ningún acuerdo Brexit, y no hay forma de salir del callejón sin salida que no rompa las promesas, y posiblemente las cabezas.

Hay dos explicaciones populares para este caos.

  • Una es que Europa siempre estuvo destinada a desgarrar a Gran Bretaña, ya que demasiados británicos detestan la evolución del mercado común hacia una Unión Europea.
  • Una segunda es que Brexit ha proporcionado el catalizador para una guerra civil a largo plazo entre la exitosa Gran Bretaña (que es metropolitana y liberal) y la Gran Bretaña que se queda atrás (que es provincial y conservadora).

Ambas explicaciones tienen mérito. Pero también hay una tercera:

  • Que el modelo de liderazgo del país se está desintegrando. Gran Bretaña se rige por una camarilla de auto-participación que premia la membresía del grupo por encima de la competencia, y auto-confianza por encima de la experiencia. Esta chumocracia (empobrecida élite) ha encontrado finalmente su Waterloo.

Considere la decisión que desató el desastre actual. David Cameron jugó el futuro del país en un simple referéndum: 51% y estás fuera. Mientras otros países, para decisiones menos trascendentes, optan por votos en dos etapas y súper-mayorías. Cameron hizo la apuesta solo para quitarse de encima la presión del ala de los euro-fóbicos del partido conservador y para evitar fugas hacia el partido independiente. Le dio mucha importancia a su capacidad de vender Bruselas en casa. A pesar de que tuvo muchos problemas en su carrera. Su renuncia provocó una guerra civil entre sus amigos de Oxford, Boris Johnson y Michael Gove, cuya mutua destrucción allanó el camino para Theresa May.

Pero tenga en cuenta la carrera actual por el liderazgo conservador que May lanzó la semana pasada cuando se vio obligada a prometer que no lo encabezará en las próximas elecciones.

Los tories están en crisis no solo porque están divididos, sino porque los diferentes candidatos son inadecuados. Jeremy Hunt, el secretario de Asuntos Exteriores, carece de principios; Sajid Javid, el secretario de Interior, carece de carisma; y Johnson, el campeón de la derecha, es una vergüenza.

La crisis de liderazgo de Gran Bretaña está arraigada en la evolución del antiguo establishment hacia una nueva clase política. Esta evolución ha sido ampliamente aclamada como un triunfo de la meritocracia sobre el privilegio y el profesionalismo sobre el amateurismo. De hecho, la nueva clase política tiene muchos de los mismos fracasos del antiguo establishment. Es introvertida y espera de sí misma, enviando a sus miembros, directamente, desde la universidad a trabajos en la villa de Westminster, donde se casan con otros de su clase. Se recuesta más en un bluff, que en expertos.

Al mismo tiempo, la clase política ha abandonado una de las virtudes del antiguo establishment. La vieja clase dominante preservaba un grado de autocontrol caballeresco. Los políticos principales dejaban el cargo para cultivar sus jardines y abrir ferias. La nueva clase política, por el contrario, carece de autolimitación, porque es más una realidad que la suerte de nacimiento. Así, la meritocracia se transforma en capitalismo de compinches. Tony Blair ha amasado una fortuna y George Osborne, el ex canciller de Hacienda de Cameron, está siguiendo sus pasos con entusiasmo.

El triunfo de la nueva élite coincide con la erosión de otros caminos en la clase dirigente. El Partido Laborista tradicionalmente reclutaba talento de la clase trabajadora a través de los sindicatos y el gobierno local. Su gobierno de 1945-51 tuvo éxito en parte porque contaba con grandes figuras como Ernest Bevin, quien perfeccionó sus habilidades de liderazgo en los sindicatos, y Herbert Morrison, que dirigía el Consejo del Condado de Londres. Los conservadores eran reclutados de una amplia gama de circunscripciones, desde la investigación a las fuerzas armadas y el mundo de los negocios.

El llamado de un bluff nacional

Hay algunas señales de que el sistema político está comenzando a desarrollar antídotos al gobierno de la chumocracia.

  • El Partido Laborista ha roto con el hábito de Blairite de colocar a los MPs (Miembros del Parlamento) metropolitanos en las circunscripciones regionales y ha comenzado a promover talentos locales como Angela Rayner (quien dejó la escuela a los 16 años sin calificaciones y un niño en camino).
  • El partido Tory ha logrado reclutar a ex soldados impresionantes como Tom Tugendhat, y Javid, el hijo de un conductor de autobús inmigrante.

La creación de líderes locales poderosos está delegando la toma de decisiones desde Londres y creando nuevas avenidas hacia la elite política nacional.

Desafortunadamente, esta autocorrección llega demasiado tarde. El fracaso de la clase política británica no solo abrió el camino al voto de Brexit. También abrió el camino a la captura del Partido Laborista por Jeremy Corbyn y su camarilla de extrema izquierda. Muchos británicos se desesperan porque tienen que elegir entre Brexit y el caos, bajo los conservadores, y el socialismo y el caos, bajo el laborismo. Si el próximo año va tan mal como este, pueden terminar con ambos. Lampadia




La política británica al borde del abismo

El populismo ha sido una de las mayores plagas de la política latinoamericana durante casi cien años. En Lampadia lo hemos calificado como ‘una alianza entre la mentira y la esperanza’. La mentira, porque el político populista sabe que no va a cumplir con lo que ofrece, solo lo hace para conseguir votos de los más necesitados y carentes de alternativas. La esperanza, porque resulta ser como el último pedazo de madera del cual uno se puede agarrar en medio del mar, después de haber llegado a creer que ya nada puede darle algo que lo ayude a mejorar su situación.

Pero, lamentablemente, esta tendencia populista está propagándose por todo el mundo. En el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit, el resultado marca un cambio dramático, que parece haberlos llevado a perder perspectiva y dejar que procesos como la migración y la pérdida de competitividad con EEUU y China los lleven a una crisis de identidad y a malograr sus políticas públicas con una retórica digna de falsos paradigmas políticos.

Las consecuencias a corto plazo ya se están viendo: La incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales ya ha reducido la confianza en la libra esterlina, lo que vuelve menos atractivas las inversiones. El Banco de Inglaterra llamó al Brexit “el mayor riesgo para la estabilidad financiera nacional”.

Los efectos a largo plazo son más controvertidos, aunque la mayoría de los economistas consideran que también serán negativos. Económicamente es un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Según Martin Wolf (compartimos su artículo líneas abajo) “Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del Reino Unido este año y el próximo, de 1.7% y 1.5% respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.”

Uno de los grandes problemas es que, como afirmó Wolf la polarización entre ‘perdedores’ y élites, duró mucho tiempo,  “los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos ‘programas de ayuda social’, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. (…) En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.”

Y es que, efectivamente, en los países ricos, desde la crisis del 2008/9, se descuidó a los segmentos de población que vieron debilitada su situación económica. Esto originó que estos países importen el populismo como base del nuevo discurso político, ocultando que buena parte de los impactos en la desigualdad se debían a los impactos de la ‘Cuarta Revolución Industrial’, que ha generado una inmensa ola de automatización y debilitamiento de los empleos tradicionales. Ver en Lampadia: Porqué el populismo le está ganando a los liberales.

Tomemos lo que está sucediendo en el Reino Unido como una señal de alarma para nosotros. Ahora, más que nunca, es muy importante que los países emergentes como el Perú, tomen una posición anti populismo y reafirmen su opción por un mundo más globalizado y una economía abierta, destacando la importancia del comercio internacional para nuestro desarrollo económico y para beneficio e inclusión de nuestros pobres en la economía de mercado. Lampadia

Un Brexit herido podría naufragar la economía británica

Es absurdo sugerir que el RU podría soportar el impacto de menor acceso a los mercados

Martin Wolf
Financial Times
17 de noviembre, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

Los compradores en Petticoat Lane de Londres buscan mejores ofertas. Inner London es la región más rica de Europa, sin embargo, la economía del Reino Unido es una de las más divididas regionalmente, con una desigualdad en aumento © Bloomberg

La política británica está cerca del abismo. El país se ha embarcado en la separación de la UE con una primer ministra sin autoridad, y un gobierno sin unidad. Sería bueno si la economía del Reino Unido estuviera saludable. Desafortunadamente, sufre de profundas debilidades. Es probable que el Brexit muestre estos problemas con mayor claridad.

El desempeño económico de corto plazo del RU es decepcionante. Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del RU este año y el próximo de 1.7 % y 1.5 % respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.

Entonces, ¿cuáles son las debilidades?

Las secuelas de la crisis financiera han sido devastadoras. A pesar de las ventajas de un tipo de cambio flexible y autonomía monetaria y fiscal, la recuperación ha sido la más débil desde la segunda guerra mundial. Los ingresos medios reales disponibles de los hogares son solo 5% más altos que en 2007. Nuevamente, entre 2007 y 2016, los salarios reales crecieron 10.6% en Alemania y 6.4% en promedio en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Pero, en el Reino Unido, cayeron un 2.6%. Solo Grecia, México y Portugal tuvieron un peor desempeño en los salarios reales.

También se ha abierto una brecha generacional significativa. Quienes tenían entre 22 y 39 años experimentaron una caída del 10% en las ingresos reales entre 2007 y 2017. También fueron particularmente afectados por el aumento en los precios promedio de las viviendas de 3.6 veces el promedio anual de ingresos de hace 20 años a 7.6 veces en la actualidad. No es de sorprender que la proporción de personas de 25 a 34 años que obtuvieron una hipoteca haya caído bruscamente, del 53 % al 35 %.

La economía del Reino Unido sigue siendo la más dividida regionalmente, de Europa. Inner London es la región más rica de Europa. Las otras regiones (aparte del resto de Londres y el sureste) son mucho más pobres, sin embargo, cabe señalar que Francia, Italia y España tienen regiones más pobres que las más pobres del Reino Unido. Además, el PBI per cápita solo ha recuperado los niveles previos a la crisis en Londres y el sureste.                                                                         

Además, si bien el historial de empleo del Reino Unido ha sido bueno, el empleo a tiempo parcial es relativamente alto y varios empleos de categorías ‘inseguras’ han aumentado considerablemente. En 2016, por ejemplo, el 2.8 % de todas las personas en el empleo tenían contratos de cero horas, comparado con el 0.6 % en 2007. Debe ser difícil para las personas que trabajan bajo tales contratos tener mucho control sobre sus vidas.

El nivel de desigualdad del Reino Unido se encuentra entre los más altos de Europa. Si bien la desigualdad general no ha aumentado mucho en las últimas décadas (a diferencia de EEUU), los salarios máximos se dispararon al alza: hace 30 años, a los directores generales de la empresa se les pagaba unas 20 veces el salario del trabajador medio. Ahora es aproximadamente 150 veces. La gente podría preguntarse, dado el desempeño del Reino Unido, qué han hecho estos líderes empresariales para justificar esos enormes incrementos.

También podrían señalarse que la productividad promedio, por horas trabajadas, del Reino Unido, se encuentra entre las más bajas entre los países de altos ingresos y, lo que es peor, la productividad se ha estancado desde la crisis. En ambas medidas, el rendimiento es bastante similar al de Italia. Este rendimiento extremo de la productividad refleja en parte la cola enormemente larga (y creciente) de los de bajo rendimiento.

Por último, pero no menos importante, en esta lista de debilidades, la inversión en el Reino Unido es excepcionalmente débil según los estándares de países comparables y ha tendido a caer como una parte del PBI durante tres décadas. El gasto en investigación y desarrollo también es relativamente débil. Esto, según algunos, refleja incentivos perversos, que recompensan a la administración por la medida en que elevan los precios de las acciones en el corto plazo, en lugar de determinar si mejoran el desempeño a largo plazo de las empresas.

Esta no es una economía vigorosa y saludable que pueda soportar el impacto de un acceso sustancialmente menor a sus mercados más importantes. Es absurdo sugerir lo contrario. El desprecio que muchos políticos de la derecha parecen sentir por los pares europeos del Reino Unido es particularmente inapropiado. Las políticas destinadas a mejorar el desempeño económico en todos los ámbitos son esenciales, sobre todo porque la decepción económica debe haber sido uno de los motivos de la votación del Brexit. Sin embargo, es probable que el impacto del Brexit, combinado con las debilidades subyacentes del Reino Unido, provoque una decepción aún más grave.

El Reino Unido se ha embarcado en un viaje arriesgado en un barco con coladeras. Cuidado con el naufragioLampadia

 




La verdadera voz de Cataluña

Cataluña, y su ciudad capital Barcelona, ​​son lugares de gran expresión artística de modernismo y surrealismo, no limitada a museos y galerías, sino también visibles en la arquitectura y ambiente de la región española. Los turistas siempre han sido atraídos por el agradable clima y el patrimonio cultural, como las artes visuales de Miro y Dalí, Picasso, Gaudí y, especialmente, el maravilloso monumento de la Sagrada Familia. Pero ahora parece que la política moderna de Cataluña también se ha vuelo surrealista.

El primero de octubre, el gobierno catalán convocó una sesión no autorizada y votó a favor de declarar la independencia de España, lo que provocó una crisis constitucional que ha puesto al país de rodillas. La farsa del referéndum no tuvo garantías democráticas, las elecciones estaban incompletas, las urnas no eran transparentes, varias ONGs publicaron videos y fotos de personas votando más de cuatro veces en diferentes localidades. Todo fue un vergonzoso escándalo antidemocrático.

Posteriormente, Puigdemont dejó en suspenso la declaración de independencia, y llevó su sanción, el 27 de octubre, a una votación secreta en el Parlamento.


Fuente: psn.si

Horas después, el mismo 27 de octubre, el Senado español aprobó aplicar el artículo 155 de la Constitución autorizando al Gobierno español, representado por su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a restituir el orden Constitucional e intervenir Cataluña. Como explica en Lampadia Charo Camprubí, “eso le permitió al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprobar el mismo día en Consejo de Ministros una batería de medidas. De todas ellas, la más esperada era la del cese del Presidente y el Gobierno de la Generalitat, y no falló. Pero lo que nadie esperaba, la gran sorpresa de un día plagado de sobresaltos, fue la de disolver también el Parlamento catalán y convocar elecciones autonómicas en Cataluña para el 21 de diciembre. Esa es una operación magistral, de gran habilidad política”. Evitando, como se esperaba, una prolonga intervención de seis meses.

Más que un tema de que Cataluña esté siendo oprimido por España, se trata de un plan ilegal y atroz de una minoría para imponer la partición de España. Los separatistas tuvieron un apoyo marginal en Cataluña durante décadas, crecieron hasta alcanzar el 47% en 2015 y luego se desplomaron a poco más del 40 %.

Ahora, más grave aún es que según una encuesta de Sigma Dos, sólo un tercio de catalanes (un 33.5%) son ahora partidarios de la secesión. Los encuestados en Cataluña expresan claramente su deseo de continuar en España si se les hace una pregunta binaria, como la que los independentistas desean plantear en un referéndum. Frente al tercio que querrían la ruptura, un 58.3% dice que es favorable a que Cataluña siga con el estatus actual, y un 8.1% no se pronuncia.

Parece muy claro que las clases medias moderadas de Cataluña fueron envenenadas por nacionalistas extremistas y enfrentaron una terrible crisis financiera y económica. Lamentablemente, los partidos políticos regionales han usado la identidad cultural de la región como un arma política contra el centro político de España.

Los separatistas ocultan maliciosamente hechos esenciales de sus partidarios: Cataluña estaría fuera de la Unión Europea y del euro; su deuda pública se convertiría en “bonos basura” en los mercados internacionales, por lo que es casi imposible financiar el nuevo estado resultante. El gobierno catalán sería completamente incapaz de financiar y pagar las pensiones de los catalanes retirados y la seguridad social de esa región, ya que ambos son pagados por el gobierno central de España. La Generalitat de Catalunya, además de otras deudas existentes, debe 100,000 millones de euros al gobierno central español. En resumen, buscan llevar a la República de Cataluña a la bancarrota.

Además de las tragedias que este desastre político, social y humano podría causar, los bancos y grupos económicos más importantes de la región han decidido oficialmente abandonar Cataluña. Caixa Bank (la tercera institución financiera más grande de España), el Banco de Sabadell (un importante banco ubicado en el corazón del bastión del separatismo) y Catalana de Occidente (la compañía de seguros más importante) son algunos de esos institutos que han formado parte de la fuga de empresas que estaría llevándose a cabo en España.

Tras las declaraciones de Rajoy, este domingo cientos de personas se congregaron en paseo de Gracia convocados por Sociedad Civil Catalana en una nueva manifestación en contra de la independencia y a favor de la unidad de España. Los organizadores dijeron que la manifestación era para defender la unidad de España y para rechazar “un ataque sin precedentes en la historia de la democracia”. Los líderes de los partidos conservadores que están a favor de la unión, los liberales proempresarios y los socialistas se reunieron bajo la frase “Todos somos Cataluña. Por la convivencia, sentido”.


Fuente: nexofin.com

La asociación Societat Civil Catalana, la cual estuvo encargada de organizar la manifestación, dijo que más de 1.2 millones de personas asistieron a la marcha, aunque los números de la policía indican que fueron 300,000. Entre las frases más coreadas por los manifestantes se han repetido los ‘vivas’ a España y a Cataluña pero la más escuchada ha sido “Puigdemont, a prisión” y “TV3, manipuladora”.


Fuente: midiario.com

El primer ministro de España, Mariano Rajoy, ha despedido a Puigdemont y su gobierno y convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre. Además, el gobierno español ha afirmado que el depuesto presidente catalán podría ser encarcelado dentro de los próximos dos meses por su participación en la declaración unilateral de independencia del parlamento regional. Los fiscales españoles dijeron que presentarían cargos de rebelión, sedición, malversación y otros delitos contra todo el Govern y la Mesa del Parlamentcontra Puigdemont, punible con hasta 30 años de prisión.

Sin embargo, el gran protagonista de todo este desastre, Carles Puigdemont, ya no está en Catalunya ni en España. Se encuentra en Bélgica junto a otros miembros del Govern: Joaquim Forn (PDeCAT), MeritxellBorràs (PDeCAT), Antoni Comín (independiente), DolorsBassa (ERC) y MeritxellSerret (ERC); todos ellos cesados el viernes en virtud del artículo 155 de la Constitución. Ver en LampadiaTras ser acusado de rebelión, Puigdemont se marcha a Bruselas

Por su lado, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha afirmado que el Carles Puigdemont explicará hoy, martes, el “trabajo” que hace desde Bruselas. “En todo caso, el presidente se explicará. No me corresponde a mí hablar por el presidente. El presidente ha dicho que mañana se explicará en torno a esta cuestión. Seguro que lo hará mucho mejor que yo”, afirmó.

La llamada ‘mayoría silenciosa’ ha convertido esta marcha en la mayor manifestación unionista celebrada en la capital catalana. Debe escucharsela voz de todos los catalanes. La crisis política de España es una prueba muy importante para las democracias modernas y para el futuro de la Unión Europea, donde coexisten múltiples identidades culturales, que hasta hoy han sabido manejarse como base de su riqueza cultural, y no como fuente de movilidad política de dirigentes oportunistas.

El intento de secesión catalán es otro llamado de atención a las clases dirigentes de las democracias modernas. No se pueden desentender de los quehaceres nacionales. Lampadia