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Machupicchu debe seguir su plan de adecuación

Machupicchu debe seguir su plan de adecuación

En Lampadia seguimos con mucha atención el potenciamiento de la Región Turística de Machupicchu.

A continuación publicamos: 

Comentarios de Roger Valencia a Lampadia sobre la resolución del Procurador Público que en representación del Municipio de Urubamba, que deja sin efecto la concesión de transporte  para el acceso al Santuario de Machupicchu, desde el pueblo del mismo nombre, que había devenido en ilegal y abusiva.

Carta de CARTUC pidiendo al Presidente de la República que se nombre administrador judicial de la ruta.

Oficio del Procurador.

La mayor distorsión que se puede dar en una Economía, es un monopolio sin regulación sin controles,  donde se juntan el concedente con el concesionario… concedente municipio de Machupicchu pueblo (por delegación del municipio de Urubamba), concesionario Consettur, del cual es parte el municipio concedente.

La Municipalidad de Urubamba por medio de su Procurador, ha decidido, en salvaguarda del derecho poner fin a esta felonía.

Acto valiente si se considera que esta Mafia disfrazada de empresa, ha  comparado jueces, autoridades etc.. pero hay cambios importantes en los que el Perú profundo hastiado de la corrupción tiene funcionarios valientes, quienes no temen a las mafias y están dispuestos a erradicarlas.

Saludo desde el Cusco al Alcalde de Urubamba y a su procurador quienes lideran esta cruzada.

 

 

 

Mafia disfrazada de Empresa

Por Roger Valencia, Cámara Regional de Turismo de Cusco (CARTUC)

En el mundo hay muchos estudios que muestran como los espacios cerrados, sean estos pueblos en estado de aislamiento o zonas marginales de las grandes urbes, etc., constituyen un caldo de cultivo de expresiones sociales propias, sub culturas,  la versión más denigrante de ellas es la mafia. 

Las mafias se rigen por un sentimiento de pertenencia, es el nosotros versus los demás. (Este puede ser el estado, la policía, la ciudadanía en general)

Crean códigos de conducta, formas de identidad reconocida por los mafiosos e ignorada largamente por la sociedad mayor, su fortaleza esta en ese reconocimiento y en el callar para ocultar sus actividades a los demás

En Aguas calientes, puerta de entrada a Machupicchu,  se ha constituido una mafia,  que se ha apoderado de la Carretera que une a Machupicchu pueblo con la ciudadela.  Esta organización disfrazada de Empresa logro varias veces  derrotar con poderosos tentáculos a un alcalde de Urubamba, a los jueces y a otras empresas que han pretendido normar o competir en lo que ellos creen es su feudo.

Algunas veces pagando multas de miles de soles como la impuesta por INDECOPI 50 UITs, por falsedad en la documentación de la concesión de vía presentada, otras difundiendo farsas sobre la competencia y las más de las veces pagando  coimas bajo la mesa.

Esta mafia, Coloca “Alcaldes “ como Benicio Rios, o David Gayoso, quienes están o estuvieron allí para justificar lo injustificable.. Corrompe jueces, compra medios, se autoaplaude haciendo regalos. En su versión siniestra usa el poder judicial y mantiene juicios extensos, perjudicando a instituciones Cusqueñas como la Beneficencia pública, que no puede recibir los beneficios del hotel Cusco por un juicio sin fin contra la Mafia disfrazada de Empresa llamada CONSETTUR.

Consettur que cobra por el servicio de 8 kilómetros ida y regreso lo mismo que cuesta un pasaje en bus de Cusco a Lima, es decir cobra por 16 kilómetros de recorrido lo mismo que cuestan mil ciento cincuenta Kmts.

Consettur que no paga IGV por ser transporte público.

Consettur que consiguió una falsa concesión sin que se aplique la ley orgánica de municipalidades,  sin que exista un organismo regulador de tarifas como está mandado por la Ley

Consettur declara a la SUNAT ingresos brutos por 4.5 millones de dólares al año,  es decir que solo vende 236,842 tickets, cuando todo el país sabe que tenemos más de 1‘200,000 visitantes a Machupicchu por año

Como es el caso de todas las mafias su enemigo más fuerte esta dentro, esta ha comenzado a implosionar, algunos de sus socios hastiados por el comportamiento de cleptocratas de su dirigencia rompieron la ley del silencio  y difunden un video en el que el ex Alcalde del pueblo, Oscar Valencia Aucca descaradamente afirma.

El 2005 termino la ruta, tenemos la documentación en el municipio, si termino y esta la firma de don Julio, de mi, de muchos, y el 2005, estamos en familia hay que decirlo torpemente como acá  torpemente Huaynapicchu, pues falsificamos para quedarnos al 2025”

“habrán conflictos jurídicos, los enfrentamos pues, no hay problema, felizmente como municipio tenemos plata para contratar los mejores abogados y hablar con Humala

Roto el vínculo del silencio,  día a día,  aparecen más pruebas, documentos filmaciones y otros que nos muestran la podredumbre desde adentro.

Por la salud moral del Cusco y del Perú,  tenemos que llevar a los mafiosos a los tribunales, desenmascarar a todo aquel que sea parte de esta organización.

Vea aquí el video 

 

Pueden leer la resolución de INDECOPI 

http://aplicaciones.indecopi.gob.pe/ArchivosPortal/publicaciones/5/2007/1-848/7/9/Res052-2007.pdf

Igualmente existe una resolución del Tribunal Fiscal del 2009 donde el Tribunal es claro en sus considerandos, leer la última hoja en sus dos últimos párrafos.

http://www.mef.gob.pe/contenidos/tribu_fisc/Tribunal_Fiscal/PDFS/2009/7/2009_7_04552.pdf

 




El Estado no controla al Estado

El Estado no controla al Estado

Las autoridades de nuestro país suelen medir con diferente vara a las empresas (e instituciones) estatales y privadas. Un ejemplo de ello ocurrió hace unos días, nada menos que con la Municipalidad de San Isidro luego de que se produjera una fuga de gas. El alcalde  Manuel Velarde anunció que denunciará penalmente a la empresa Cálidda por exposición al peligro de más de 3 mil vecinos al producirse una fuga de gas la noche del martes 14 de abril en la cuadra tres de la avenida Las Flores. La razón de esta determinación se debería a que la mencionada empresa habría demorado casi seis horas en controlar el siniestro, lo que obligó a que se evacuaran a un gran número de residentes del lugar, al corte de la energía eléctrica y un embotellamiento del tráfico en hora punta.

Velarde señaló que exigirá que la empresa Cálidda pague una reparación civil a los vecinos afectados y que para ello iniciará un proceso legal que obligue a la empresa a hacerse responsable por no haber reparado la fuga de manera inmediata. “Vamos a iniciar un proceso de empadronamiento para que los vecinos puedan recibir una compensación económica por los gastos innecesarios que ocasionó la fuga.El evento pudo haberse evitado en media hora pero la empresa puso en la balanza sus intereses versus los del distrito y eso no puede ser admitido”, señaló a RPP.

La actitud de Velarde sería válida si es que efectivamente la responsabilidad de la fuga fuera de Cálidda y la actitud de la empresa reflejara las imputaciones del “valiente” alcalde, pero el incidente se debió a que un contratista de Sedapal que hacía trabajos en la zona rompió las tuberías de gas. No solo eso, los operarios huyeron dejando la maquinaria obstruyendo el lugar, lo que dificultó enormemente las tareas de refacción. A pesar, de ello, el alcalde no culpa a Sedapal (el contratante) por lo ocurrido, sino a la empresa de gas.

La autoridad edil solo declaró que se ha multado a la empresa contratista de Sedapal con una UIT (3,800 soles) porque, al romper la pista para realizar trabajos de reparación impactó en el ducto de gas natural produciendo la fuga.

Lo increíble es que las obras se efectuaron sin que se le pidiera a Cálidda los planos de sus tuberías y, obviamente, sin que se tomaran las precauciones del caso. Una negligencia gravísima que pudo haber producido un percance mayor o, como ha ocurrido en otros siniestros parecidos, dejar sin luz a varias cuadras al cortar la electricidad “involuntariamente”.

¿Por qué no se responsabiliza públicamente a Sedapal? Aunque, aparentemente, la Municipalidad estaría ahora analizando denunciar a esta empresa, en los medios de prensa solo se ha señalado a Cálidda, una compañía privada, como la responsable del incidente, supuestamente por demorarse en controlar la emisión de gas y no seguir los protocolos establecidos.

Lo cierto es que las demoras se debieron a que los operarios de Sedapal huyeron el lugar y no se podía retirar la maquinaria, como se señaló líneas arriba, y que dentro de los protocolos de este tipo de incidentes no se contempla cortar el servicio eléctrico ni evacuar a los vecinos. Estas medidas se tomaron por indicaciones expresas del alcalde cuando la unidad especializada de los bomberos y la empresa del gas ya estaban en la zona controlando el tema. Se debe recordar que el gas natural es un elemento seguro pues se disipa rápidamente en el aire al ser más liviano.

Aún así, sin tomar en cuenta todos estos considerandos, la Alcaldía prefirió responsabilizar a una empresa privada antes que a una estatal. ¿Por qué? Porque al Estado le cuesta, no puede o no le interesa fiscalizar al Estado. Difícilmente el Municipio (Estado) podrá sacarle un Sol a Sedapal (Empresa del Estado), pero si puede exprimir a una empresa privada. En este caso además, haciéndose el muy riguroso (¿para lucimiento personal?). El Estado prefiere siempre demonizar y culpar al privado.

En otras palabras, el Estado no controla al Estado. Por esa simple razón es que ninguna empresa debiera ser propiedad del Estado. De lo contrario, los ciudadanos, que son el fin último de cualquier empresa (como) consumidores, estarán desguarnecidos o engañados.

Esto acaba de suceder en el distrito más culto del país, no decimos rico, porque Echarate lo supera largamente en ingresos. En San Isidro se espera el mejor nivel posible de la acción del Estado, el mejor ejemplo, y también, el mejor entendimiento por parte de los ciudadanos y medios. Aprovechemos este incidente para volver a discutir sobre el rol del Estado y del sector privado en nuestra sociedad. Lampadia




Robert Noyce, el creador de la “era de la informática”

Robert Noyce, el creador de la “era de la informática”

Los nombres de Gates, Jobs, Zuckerberg, Brin y Page, son ampliamente reconocidos. En cambio, el de Robert Noyce, no. Un error. Fue Noyce, creador y comercializador del microchip, el que engendró la era informática. Sin su invento, ninguno de los antes mencionados podría haber existido. Noyce, no solo creó la tecnología, sino que configuró la forma de administración y trabajo de la nueva industria. Por si fuera poco, fue uno de los primeros vecinos del hoy famoso Silicon Valley. Su historia sirve para reafirmar el papel del empresario como creador y generador de empleo, y su multiplicación en manos de los que reconocieron el valor de su desarrollo, sobre todo en estos días en que pareciera que algunos pierden de vista el vital papel de la contribución de los empresarios a la sociedad y la economía.  

Grinnell, Iowa es un pequeño pueblo del Medio Oeste Norteamericano. A mediados del siglo XX, como muchos de pueblos similares de la región, contaba con apenas siete mil habitantes y estaban todavía fuertemente impregnados por los valores y costumbres que impusieron sus fundadores: los duros, tozudos y voluntariosos protestantes que colonizaron el lugar en la segunda mitad del XIX. Grinnell, con su pequeña universidad, sería sin proponérselo, como señala Tom Wolfe, “el punto de partida de una revolución que habría de crear la red electrónica que constituiría el sustrato de la vida en el 2000 y los años posteriores”.

En ese pueblito y en esa universidad se formó Robert Noyce. En 1959, creó un circuito integrado de silicio altamente eficiente que se convirtió en un prototipo industrial. Ese circuito, fue rápidamente bautizado como microchip. Las posibilidades eran inmensas, podía aplicarse a todos “los campos de la ingeniería imaginables, desde los viajes a la Luna, la creación de robots y en otros que nadie había imaginado como la terapia sicológica por Internet. Su potencial era tan amplio que era imposible definirlo en una sola frase. ‘La segunda revolución industrial’,’ la era de la informática’, ‘el universo del microchip’, ‘la red electrónica’… ninguna de estas expresiones, ni siquiera el práctico neologismo de ‘la alta tecnología’ engloba todas sus repercusiones”, asegura Wolfe.

Noyce y la empresa Fairchild Semiconductor que había formado años antes con otros dos ingenieros se convirtió casi de la noche a la mañana en una de las compañías más populares del mundo. Luego de que la NASA decidiera usar los microchips para su programa espacial, los pedidos llegaron en masa. “En diez años las ventas de Fairchild pasaron de unos cuantos miles de dólares a ciento treinta millones [de esa época], y la plantilla, que en un principio se reducía al pequeño grupo inicial [una decena de colaboradores], ahora estaba compuesta por doce mil empleados”, indica Wolfe. 

Fairchild no solo creó el semiente a partir del cual toda la era electrónica emergería, sino una nueva forma de gerenciar una empresa de alta tecnología. Todo era muy horizontal, con pocas diferencias entre empleados y jefes. Toda la plantilla hacía suyas las metas de la empresa y tenía (hasta cierto punto) capacidad de iniciativa. Las decisiones no se tomaban siguiendo cadenas de mando, sino en reuniones donde todos participaban. Además, se convirtió en una escuela e impulsora de nuevas empresas, sin quererlo. Posteriormente, trabajadores de Fairchild fundaron más de cincuenta empresas dedicadas a la rama tecnológica. Estas empresas a las que se bautizó como “fairchildren” fueron las que le dieron al Valle de Santa Clara la configuración de lo que hoy todo el mundo conoce como Silicon Valley. La filosofía y forma de trabajo de Noyce inició una nueva era y una industria pujante que hoy emplea y sirve con sus productos a millones de personas en el mundo.

En 1968, Noyce fundaría Intel, el gigante informático que elabora los procesadores de casi todas las computadoras, tablets y dispositivos electrónicos que se comercializan en el mundo actual.

Luego de Noyce vendría, Bill Gates creador de Microsoft, Steve Jobs fundador de Apple, Jeff Bezos de Amazon, Mark Zuckerberg creador de Facebook, Sergei Brin y Larry Page de Google, Reed Hastings y Marc Randolph, administradores de Netflix, y el chino Ren Zhengfei creador de Huawei Jobs.

Esta revolución tecnológica no solo ha transformado a la humanidad, sino que ha creado una inmensa riqueza, ha elevado la productividad y la capacidad humana, desde la astrofísica hasta la medicina, pasando por la educación y el ocio. Además ha desarrollado empleo. En un estudio realizado en Estados Unidos por  Enrico Monetti (The New Geography of Jobs, 2012), en el cual se emplearon datos de 11 millones de trabajadores estadounidenses en 320 zonas metropolitanas, se estimó que por cada empleo generado en el sector de alta tecnología, otros cinco empleos adicionales se crean en la economía en el largo plazo. De ellos, dos empleos profesionales (como médicos o abogados), mientras que el resto son no-profesionales. Este es el caso de Apple. El autor señala que “en Cupertino [el pueblo donde se ubica Apple] emplea a 12 mil trabajadores directamente, pero genera 60 mil empleos adicionales, de los cuales 36 mil son no calificados y 24 mil calificados. Increíblemente esto significa que el mayor impacto de Apple en el empleo de la región lo hace en sectores que no son de alta tecnología”.

El mundo actual, no podría entenderse sin los empresarios como los arriba citados. Todos ellos, no solo crearon un producto que satisface una necesidad in existente antes de su creación, sino que fueron más allá. Sus creaciones se convirtieron en necesidades para hombres y mujeres. Sus aplicaciones generan riqueza, empleo y bienestar para millones de personas en todo el orbe.

Pero esto no es nuevo, así fueron las contribuciones de Benjamín Franklin, Edison, Ford, y miles de empresarios que con sus creaciones permitieron el desarrollo de mercados y no al revés como se mal informa en la columna editorial de Portafolio de El Comercio publicada el 17 de febrero último bajo el título de: “Quien genera empleo no es el empresario”

Como señalaba Shumpeter, es el empresario el que determina el aumento y la disminución de la prosperidad. Crea valor en la sociedad, impulsa la generación de riqueza. Por tanto el crecimiento de una nación y del empleo depende de él. A mayor capacidad de generar empresa que se tenga, mayores posibilidades de que se cree empleo. Sin empresarios y no burócratas, como se ha demostrado fehacientemente con todos los experimentos socialistas, no hay prosperidad posible. Quien genera empleo es el empresario. Lampadia